Resumen Bruno vivÃ-a en una ciudad muy bonita llamada BerlÃ-n, un dÃ-a se tuvo que mudar con su familia a Auschwitz a causa de que el Furias vino a cenar una noche y nombró a su padre comandante. Al llegar allÃ- se llevó una gran desilusión, la casa solo tenÃ-a tres plantas y era muy pequeña, no habÃ-a niños, casas ni gente por las calles, cuando subió a su habitación habÃ-a una ventana por la que se veÃ-a a lo lejos unas casas y a unas personas con un pijama de rayas. Se pasaba todo el dÃ-a aburrido, no tenÃ-a con quien jugar exceptuando a su hermana Gretel que le caÃ-a muy mal. Un dÃ-a se le ocurrió la fantástica idea de construir un columpio como el que habÃ-a hecho con sus mejores amigos Kart, Daniel y Martin. Construyó el columpio, se cayó y se hizo daño y como el único que habÃ-a en la casa era un judÃ-o llamado Pavel, le curó la herida. Cuando llegó su madre le dijo a Pavel que no contara nada de lo sucedido a su marido porque sino se enfadarÃ-a. A Bruno le extrañó que su madre se llevara el mérito. Como allÃ- no habÃ-a colegio, su padre le asignó un profesor; un dÃ-a después de sus clases matutinas, aunque lo tenÃ-a prohibido, se puso a caminar a lo largo de la alambrada, a lo lejos vio a un niño sentado, se sentó frente a el y se pusieron a hablar, como se hizo tarde y Bruno tenia que volver a cenar, le preguntó si volverÃ-a al dÃ-a siguiente y el otro niño que se llamaba Shmuel le dijo que si. Se estuvieron viendo todo el año menos unos dÃ-as que tenÃ-an que volver a BerlÃ-n por el fallecimiento de su abuela, Bruno pensó que le iba a hacer más ilusión regresar pero como estaba acostumbrado a Auschwitz le dio igual. Ya de vuelta fue a visitar a Shmuel, habÃ-a pasado casi un año desde su primer encuentro, como se iba a ir a BerlÃ-n de nuevo, porque su madre pensaba que ese no era el lugar adecuado para criar a dos niños, entones quedaron para que un dÃ-a Bruno se colara por la alambrada y se pusiese un pijama de rayas para poder ayudar a su amigo a encontrar a su padre. Ese dÃ-a llovÃ-a a cántaros, pero a la hora que quedaron paró de llover, cuando llegó, su amigo ya lo estaba esperando con el pijama, se lo pasó a Bruno, se lo puso y se coló por la valla. Estuvieron una hora buscando al padre de Shmuel, pero no lo encontraron. Cuando Bruno se iba a ir, los soldados pitaron con sus silbatos, eso significaba que se iniciaba una marcha, Bruno y Shmuel se metieron en el medio para que no los vieran, los metieron a todos en un sitio hermético y Bruno pensó que era para protegerlos de la lluvia pero no era asÃ-,en realidad los estaban metiendo en una cámara de gas, desde aquel momento no se volvió a saber nada de bruno. Su padre, como vio que no volvÃ-a, envió algunos soldados a los pueblos cercanos y a otros los mandó a buscar por la zona. Un soldado encontró su ropa en el suelo, sin tocar nada fue a avisar al comandante, pero no podÃ-a explicarse lo que le habÃ-a pasado a su hijo. Su madre regreso a BerlÃ-n meses más tarde, con la baga esperanza de que hubiera regresado y la estuviera esperando sentado en el escalón de la puerta. Su padre se quedo en Auschwitz y un año mas tarde elaboro una teorÃ-a de lo que le habÃ-a podido pasar a Bruno y todo dejó de importarle. 1