La fiscal apela a la responsabilidad ante los supuestos casos de violencia escolar EL PAÍS - Valencia EL PAÍS - 10-12-2005 La fiscal coordinadora de Menores de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Teresa Gisbert, se mostró cauta ayer ante la aparición de supuestos nuevos casos de violencia escolar tras la denuncia de la agresión a un menor en el Instituto Juan de Garay de Valencia. Gisbert considera que no se están produciendo más casos de acoso escolar en las aulas, aunque cada vez se denuncia más por parte de las víctimas. En una entrevista concedida a Ràdio 9, aseguró que es partidaria de reservar la Justicia para los asuntos "más graves" y añadió que no le gustaría que se utilizaran los últimos acontecimientos registrados en Valencia para decir que la Ley de Responsabilidad Penal del Menor no puede dar respuesta a estas situaciones. "Si lo que quieren es mano dura, con la ley se puede aplicar, pero también nos permite evaluar al menor y adoptar otras medidas no menos duras pero sí más reeducativas", afirmó Gisbert. Respecto a un supuesto caso de acoso que afectó a un alumno del colegio de los Escolapios en Valencia, la fiscal indicó que la Fiscalía no tiene noticia "formal" y que únicamente lo conoce por los medios de comunicación. El director del Colegio de las Escuelas Pías de Valencia, Francisco Montesinos, indicó ayer que la madre del menor supuestamente acosado "nunca" ha ido al centro durante este curso a decir que a su hijo lo estaban acosando. Montesinos reconoció, no obstante, que el año pasado el niño tenía "sus problemas" con algunos compañeros, pero que eran de relaciones y que en ningún momento se puede hablar de acoso. Ni la madre ni el colegio han llevado el caso a la fiscalía. Para la coordinadora de la sección de Menores, al igual que en todos los problemas que afectan a las personas, en este ámbito "la justicia siempre debe ser la última instancia a la que acudir". Gisbert consideró que éste es un problema que, según la gravedad, "debiera resolverse en casa con la educación de los padres". A continuación debería intervenir el colegio a través de expedientes disciplinarios y consejos escolares y "reservar la justicia para los asuntos más graves". Teresa Gisbert manifestó que el "matón" es "una persona que tiene un gran complejo, no tiene relaciones afectivas con normalidad y necesita imponerse y marcar su territorio". Además, la coordinadora de la sección de Menores reconoció que cada día se producen más denuncias de padres contra sus hijos, una "de las cosas más dolorosas" por las que puede pasar un padre.