EL ORO DE LOS SUEÑOS: resumen El argumento es, que un niño de unos 14 años, Miguel Villacé Yólotl, es llevado a una expedición con su padrino, el Fray Bavón, Juan y muchas otras personas para encontrar el templo de Yupaha. En la expedición se encuentra con que no es lo que el esperaba porque son atacados por los indios, Miguel Villacé Yólotl se ve obligado a matar a varios de ellos. Ya a mitad de la expedicion la comida empieza a escasear y la gente empieza a alterarse, asta el punto de que cuando muere El Adelantado, su mujer quería el puesto que el había ocupado y varias personas se negaron, teniendo que matar a su cabecilla. A partir de ese suceso la expedición se disolvió en varios grupos, que intentarían llegar lo antes posible al barco, para marcharse. Uno de los grupos fue el de Juan y el protagonista, que viéndose prisioneros tuvieron que escapar abandonando así al resto del grupo. En sus incursiones fueron ayudados por Gines, quien les proporciono comida, armas y transporte y se fueron rió abajo hasta que encontraron un sitio donde estaban a salvo y podían desembarcar. Tras encontrase con una especie de refugio en el que hallaron oro, perlas y joyas, apareció Fray Bavón, quien cegado por la codicia termina siendo mordido por un cocodrilo y muere, pero no antes de decirle a Miguel el secreto mejor guardado que tenia. Tras esto se encontraron con el resto del grupo quienes prepararon una forma de volver al barco sin desperdiciar nada. A mitad del camino se encontraron con un cacique, que era (increíblemente) el padre de Miguel allí se quedaron un rato y le dieron provisiones, cobijo y gente que les ayudase a transportar sus cosas. Una vez partieron sin el, pues no quería ir, llegaron sin contratiempos al barco, lo desencallaron y se fueron rumbo a casa. 2. Resumen del argumento Miguel Villacé Yólotl, es un niño de quince años que vive en "la Nueva España" con su familia excepto con su padre (supuestamente le habían matado los indios en una expedición años antes). Una tarde, llegan su padrino (Santiago) y Fray Bavón a su casa a proponerle a Miguel (después de pedírselo a su madre primero) ir con ellos en una expedición a la Tierra de la Gran Yupaha, donde todos creen que se esconden muchas riquezas. Tras reflexionar la propuesta, Miguel acepta y decide ir con su padrino y Fray Bavón a aquel sitio lejano. Su padrino le dice que vaya a su casa el domingo ya que partirán desde allí. El domingo, llega a casa de Santiago y viajan hacia la costa junto a Fray Bavón para embarcarse en la expedición a servicio del Adelantado y su esposa Doña Ana. Antes de embarcarse, Miguel conoce a un chico llamado Juan al que propone que les acompañe en su aventura y la primera parte de la expedición la pasan navegando en un barco. Llegan a tierra para seguir a pie, lo que les aporta ciertas desventajas ya que se tienen que enfrentar a pueblos enemigos y pierden provisiones y hombres incluido a su líder, el Adelantado. Doña Aña toma el mando a pesar de que unos cuantos se oponen a que una mujer sea su líder. Cuando por fin llegan al territorio de la Gran Yupaha, la cacica les dice que su pueblo no esconde riqueza alguna, pero que al camino al sur hay unos pueblos donde se pescan hermosas perlas. Doña Ana decide continuar en busca de aquellas perlas, pero un servidor Don Demetrio Valladolid, se opone a esta iniciativa y toda la tripulación (excepto Doña Ana, Lucia, Ginés, Juan, Miguel, Santiago (el Padrino), el Alemán, un timonel gallego, y otras gentes con las que han trabado buena amistad a lo largo de sus penalidades) decide seguir la propuesta de Don Demetrio de volver a los barcos. Así que el grupo se divide y mientras Doña Ana sigue su camino con sus seguidores, Don Demetrio y los suyos deciden volver a los barcos. A los dos días, aparecen tres caballos aportando cada uno de ellos dos jinetes. Los jinetes les cuenta que antes 1 de regresar con los barcos, Don Demetrio había vuelto al pueblo atacándolo en busca del oro. El tesoro no había aparecido, pero sí los hombres del poblado que en su defensa del pueblo, mató a la mitad del ejercito, dejando a la otra mitad huir heridos. Don Demetrio de Valladolid había muerto aquella noche. Los jinetes les piden unirse al grupo de Doña Ana. La líder acepta por lo que siguen el camino con los seis jinetes. Una noche, un ejercito de indios apresa a la tripulación de Doña Ana, separando a Lucia, Doña Ana, Juan y Miguel del resto por no tener aspecto de buenos guerreros. Al cabo de algun tiempo, llega Ginés a la cabaña donde están todos sus amigos para liberarles y proporcionarles alimento, pero Ana y Lucia tienen que quedarse más tiempo con Ginés porque liberarlas a ellas es más complicado ya que, al ser mujeres, si quieren ser liberadas, tienen que casarse con uno de los hombres del poblado. Ginés les dice a Juan y Miguel que hay unas canoas con provisiones cerca del río y que se vayan ya a esperarles río abajo. Juan y Miguel se marchan y bajan el río con una de las canoas hasta que deciden tomar un descanso en la orilla, dejando una señal para que sus amigos sepan donde están. Por la tarde, a causa de unos huevos que habían comido antes o por la humedad, Miguel se encuentra muy mal y se queda durmiendo durante un día entero. Esa noche llueve mucho y por la mañana Miguel se encuentra mucho peor, así que Juan decide buscar un sitio mejor para refugiarse. Encuentra una cueva en la que hay un tesoro. Durante esa noche, Miguel descubre que Juan es una chica en realidad y lo había estado ocultando durante toda la expedición, pero acuerdan mantener este hecho un secreto. Al día siguiente, se encuentran con Fray Bavón que ha conseguido escapar con el Alemán, Santiago, Ulrico, uno de los mellizos, el tonelero y el piloto y está intentando cazar. Al escuchar la historia del tesoro en la cueva, decide escaparse con el en la canoa de Juan y Miguel que tienen que seguir con el caballo de Fray Bavón y sin el tesoro. De repente ven un grupo de lagartos cerca de su canoa. Al acercarse descubren a Fray Bavón acostado dentro de la canoa a punto de morir a causa de una mordedora de serpiente. Antes de morir, Fray Bavón le confiesa a Miguel que en el pasado traicionó al padre de este. Le cuenta que un día les perseguían unos indios a los dos y al padre de Miguel le hirieron en una pierna. En vez de ayudar a su compañero, Fray Bavón le dejó allí tirado, a la merced de los indios, y escapó solo. Luego dijo a todos que el padre de Miguel se había muerte mientras se escababan. Tras confesar lo ocurrido, Fray Bavón le pide perdón a Miguel y le regala una piedra muy bonita que encontraron hace años el y el padre del niño. Luego se muere, y Miguel y Juan se quedan con el tesoro. A la hora de comer, llegan Lucía, Ana y Ginés en una canoa y luego siguen todos juntos. Al rato Ginés, que va en el caballo, les dice que ha encontrado a Santiago, al alemán (herido) y otros dos guerreros que estaban siendo atacados por los indios. Ellos les ayudan y ganan. Al rato llegan dos indios en señal de paz. Uno de ellos es el cacique y también es el padre de Miguel que, después de todo, no había muerto. Por fin se han reencontrado padre e hijo. El padre de Miguel les invita a un festín y le explica todo lo que ha pasado desde ese día con Fray Bavón. También explica que no puede volver con Miguel porque el ha rehecho su vida y ahora tiene una familia, así que tienen que seguir todos pero sin padre para Miguel. Llegan a la desembocadura donde se encuentra el único superviviente del grupo de Don Demetrio de Valladolid, el artillero Benjamín, al lado de un Bergentían. El artillero se ha vuelto loco por la desolación y la falta de alimentos, pero se lo llevan con dos en el bergantín. Al cabo de pasar mucho hambre durante muchos días, llegan a la nueva España y todos celebran su llegada. Se reparten el botín y se despiden todos. Lucía se va a vivir con Miguel. 2