El Ruido en la institución educativa El ruido es un agente físico cuyo estudio reviste gran importancia para la higiene escolar. Su importancia está determinada, no sólo por los efectos que pueden causar sobre el organismo del niño en proceso de crecimiento y desarrollo, que son amplios y variados, pudiendo afectar prácticamente todos los sistemas, además, por la extensa población escolar que está sometida en diversos grados a estos agentes. El ruido no sólo actúa como factor agresivo en el medio aboral, sino que acompaña al hombre en todas sus actividades, mientras viaja o pretende descansar en su hogar. Desde el punto de vista comunal, en las ciudades las fuentes principales de ruidos la constituyen diversos tipos de transporte. Entre otros de los aspectos negativos que inciden en la importancia que se le concede a este agente físico, puede señalarse la poca divulgación sobre sus efectos, que motivan que, en general, no se tenga una conciencia cabal de sus consecuencias. Actualmente, constituyen todavía un terreno fértil, en el campo de las investigaciones, todo lo que concierne a los efectos nocivos de dicho riesgo físico sobre la salud humana. Así al conocido daño sobre el órgano de la audición se le suman diversas alternaciones sicológicas, fisiológicas, posiblemente patológicas. El ruido actúa sobre el oído no sólo directamente como traumatismo neumosonoro, sino también a través de alteraciones hemosinámicas de la presión arterial. Los elementos neurosensoriales del órgano de Cortí son dañados severamente y la consecuencia es el desarrollo de una hipoacusia de tipo perceptivo. Sistema nervioso. Tanto el sistema nervioso central como el sistema nervioso neurovegetativo, sufren los efectos nocivos del ruido. Voshova, Sapov y Milkov, demostraron que el sistema nervioso para-simpático sufre una depresión progresiva a medida que la intensidad del ruido aumenta. Otras alteraciones del sistema nervioso se caracterizan por irritabilidad, reducción del entendimiento. Otras alteraciones del sistema nervioso se caracterizan por irritabilidad, reducción del entendimiento y la eficacia, fatiga precoz, insomnios, molestias, tensión nerviosa y neurosis. Aparato Cardiovascular. Son contradictorios los resultados de muchas investigaciones relacionadas con la influencia del ruido sobre el A.C.V. Esto parece estar relacionado con las características del ruido: intensidad y composición espectral. Así unos señalan taquistigmia e hipertensión arterial y otros bradisfigmia e hipotensión arterial. Aunque el ruido ocasiona principalmente un aumento de presión sistólica se ha podido establecer que también puede variar la diastólica y la media dinámica que constituye la magnitud más constante. Dichos resultados se derivan de las observaciones dinámicas en diferentes días y durante la jornada laboral en las mismas personas. Aparato Digestivo. Se han demostrado cambios de la motilidad intestinal y un aumento de la prevalencia de la ulcera péptica. Aparato Respiratorio. Hay un aumento temporal del ritmo respiratorio. Sistema Endocrino. Efectos sobre el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal con liberación de A.C.T.H. y aumento de corticosteroides en sangre (vasoconstricción y aumento de la T.A.), eosinopania y disminución de los 17 cetosteroides en orina. Ojo. Puede originar midriasis, disminución de la visión para los colores y las formas. Esto conlleva el peligro de accidentes del trabajo. Piel. Aumento de la conductancia de la piel (disminución de la resistencia eléctrica). Comunicación hablada. Dificultad en el intercambio de órdenes, señales de alerta y de peligro. Embarazo. El ruido tiene efectos adversos sobre el embarazo (parto prematuro y sobre el feto (bajo peso al nacer) como consecuencia de cambios en flujo sanguíneo y placentario.