¿ POR QUÉ NO TE VAS ?. La lectura y la escritura son construcción permanente, que me hacen más humano para servir a mi gente. Cuando fui muchacho y luego adolescente, en mi querida Normal de Pitalito, mi inmortal maestro de Lengua Castellana, Teófilo Carvajal Polanía, cariñosamente llamado TECAPO, (q.e.p.d) nos dijo: “Lee La Vorágine. Te abrirá caminos”. Y utilizando el recurso de la narración oral, nos enganchaba así: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia. Nada supe de los deliquios embriagadores, ni de la confidencia sentimental, ni de la zozobra de las miradas cobardes…”. Me quedé sorprendido, por no decir boquiabierto. Y claro ese es el comienzo literario de esta poética obra. “¡Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y la neblina!.¿ Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde? Los pabellones de tus ramajes, como una inmensa bóveda, siempre están sobre mi cabeza, entre mi aspiración y el cielo claro….”. Esta es la metáfora que inicia y mueve la segunda parte. Ingreso a clase, era el cuarto de Bachillerato (hoy noveno grado) y afortunadamente está de nuevo El Quijote de carne y hueso, TECAPO : “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar la tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo…”. Esta obra les activará las neuronas. Si no llegan a escribir algo digno de ser leído, de pronto podrán ser José Arcadio Buendía-padre o un Coronel Aureliano Buendía y será algo grandioso para sus vidas, nos decía con vehemencia. TECAPO, sentía en su piel la literatura, por eso nos contagió, nos hizo sensibles y más humanos. Nos demostró el gran poder que tienen los libros y el lenguaje para transformar el mundo. Gracias maestro. Le llegó el turno al Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha : “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza de astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”. Y siguieron circulando buenos libros que desde su comienzo, desde sus primeras líneas me hacían mirar el mundo con frescura y con asombro, ese asombro benefactor que entusiasma, que empuja para aprehender con el intelecto y el corazón: “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos…”. “ Al despertar Gregorio Samsa una mañana tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto…”. “¡ Canta, diosa, la cólera del pélida Aquiles, hijo de Peleo, funesta para los griegos y causa para ellos de males sin cuento !...”. “Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando largísimo tiempo…”. “Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días”. “ Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja…”. Yo creo en el poder de los libros para cambiar los seres humanos, porque leer es un acto lúdico y solitario. Leer atrapa, barre la ignorancia. Leer es un acto creador. Me llega a la memoria Jorge Luis Borges: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”, y en eso andamos. Ahora en mi ejercicio como Docente compartiendo la lectura de las obras clásicas: Edipo Rey y Antígona, me surgen muchas preguntas e inquietudes. ¿ Por qué estos gobernantes corruptos no actúan como Edipo Rey ?. Edipo Rey viendo que su pueblo Tebas está sufriendo la peste, cumple su palabra y abandona el pueblo, sin ser culpable del designio de los dioses, salvándolo de la maldición. Sacrificó su bienestar, sacrificó su vida, por todo un pueblo. ¡Qué lindo ejemplo!. Hombres como éste, trascienden, son inmortales. Edipo Rey es el hombre justo, digno, honesto y ético. Edipo Rey, ¡cuánto te necesitamos!. Necesitamos la presencia de Antígona, de José Martí, de Simón Bolívar, de Ernesto, “El CHE”, Guevara. Necesitamos batallar y acudir a los ingenios de Don Quijote y Ulises, para entender el mundo y vencer obstáculos. Necesitamos José Arcadios y Aurelianos Buendía para enfrentar a quienes quieren adueñarse y perpetuarse en el poder. Necesitamos seguir alimentándonos de los buenos libros, esos libros que engrandecen el espíritu, que abren caminos y que nos llevan a ser mayores de edad. Y si Edipo Rey como gobernante de Tebas, con su dignidad, salva a todo un pueblo, ahora con indignación, pregunto: Gobernante corrupto, ¿Por qué no te vas? : “Señor de las Sombras”. ¡ BUEN PROVECHO !. ALCIDES PARRA ROJAS. Asignatura: Escribir para publicar.USCO