FIGURAS LITERARIAS CUARTO PERÍODO Sinestesia La sinestesia consiste en la unión de dos imágenes que pertenecen a diferentes mundos sensoriales, como "verde chillón", "oír colores" donde lo visual se une con lo auditivo. La sinestesia es también una figura retórica que, además de la mezcla de sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y táctiles, asocia elementos procedentes de los sentidos físicos con sensaciones internas (sentimientos). Es de oro el silencio. La tarde es de cristales azules. JRJ, Hora inmensa En el cénit azul, una caricia rosa! JRJ, Elegías lamentables Por el verdor teñido de melodiosos oros Zeugma (ceugma, zeuma o adjunción; del griego, “yugo, lazo”), dentro de las figuras retoricas de construcción, es una de las figuras de omisión. Es una figura de construcción sintáctica que consiste en utilizar una sola vez una palabra común para varias unidades análogas de la oración (un verbo para varios sujetos, un adjetivo para varios sustantivos, etc.), aunque ésta se refiera a otras más del periodo, sólo se expresa en uno de ellos y ha de sobrentenderse en los demás. Consiste en la elipsis en una oración de un término enunciado en otra contigua. Ej. Miguel de Cervantes: Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Tipología Según la morfología del término, se distinguen: Zeugma simple: Cuando la forma sobreentendida se puede recuperar en igual forma al término original. Ej. Alonso Carrión: la vi marchar, pero no (la vi) volver. Zeugma complejo: Cuando al final de una serie de elementos del mismo nivel sintáctico se introduce una función gramatical diferente, que actúa como factor sorpresivo y de ruptura. Ej.: Julio Cortázar: ...un aire fragoroso que te envuelva y te acaricie y doce pisos. Según la posición del término en la frase, se distinguen: Hipozeugma: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en el último enunciado. Ej: Alonso Carrión: Un topo, un murciélago, / Tal era ciego como, ceguera. Mesozeugma: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en un enunciado intermedio. Ej.: Miguel Hernández: La rotación del fruto, la alegría / del pájaro fomentas / y el bienestar y la salud de paso. Pro(to)zeugma: Zeugma en el que el término expreso se encuentra en el primer enunciado. Ej.: Alonso Carrión: Meditaba pinos en los barcos, / ataúdes, guerras, marcos, / mesas, corazones de navaja, / en invierno como hoguera. Oxímorón (del griego ὀξύμωρον, oxymoron), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras lógicas. Se la conoce también con la expresión latina contradictio in terminis. Consiste en presentar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto. Dado que el sentido literal de un oxímoron es ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector a buscar un sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante el mismo, hace perder el sentido del tiempo). Etimología y uso El término oxímoron es una palabra compuesta, un helenismo inventado en el siglo XVIII que une los lexemas οξύς (oxýs: ‘agudo, punzante’) y μωρός (morós: ‘fofo, romo, tonto’). Por tanto, él mismo es un oxímoron. El Diccionario panhispánico de dudas sugiere utilizar los plurales «los oxímoron» o «los oxímoros». No corresponde a la tradición de la lengua española conservar el plural griego (*oxímora), común sin embargo en inglés (oxymora). Ejemplos «Festina lente», ‘apresúrate lentamente’ (César Augusto, 63 a. C. – 14 d. C.) [El amor es] «vista ciega, luz oscura, / gloria triste, vida muerta» (Rodrigo Cota de Maguaque, f. 1498) [El amor es] «hielo abrasador, es fuego helado, / es herida que duele y no se siente...» (Francisco de Quevedo, 1580-1645). «Placeres espantosos y dulzuras horrendas» (Charles Baudelaire, 1821-1867). «Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada; había en su andar (si el oxímoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis» (Jorge Luis Borges, 1899-1986: El aleph). «En la figura que se llama oxímoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla; así los gnósticos hablaron de una luz oscura; los alquimistas, de un sol negro» (Jorge Luis Borges: El zahir). «Mis libros están llenos de vacíos» (Augusto Monterroso, 1921-2003). Se puede declarar que alguna expresión es un oxímoron para emitir un juicio subjetivo sobre alguno de los términos implicados. Ejemplos: actuar con naturalidad memoria histórica ciencias ocultas inteligencia militar (acuñado por Groucho Marx) realidad virtual tolerancia cero guerra humanitaria Paz Armada Perífrasis o circunloquio Es una de las figuras oblicuas; consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de un conjunto de sus características. Fundamentalmente, se trata de dar un rodeo para evitar una expresión estereotipada o común más usual, utilizando para ello varias palabras que la evocan sin citarla de forma expresa. Es un mecanismo frecuente en la lítotes o atenuación, en la ironía y en el eufemismo, y está vinculado a la definitio. Ejemplos «el techo del mundo» = la cumbre del Everest; «el rey de los animales» = el león; «la materia que sirve para calcular los ángulos» = la trigonometría; «dio su último suspiro» = murió; «no pocos» = muchos (lítotes); «el Supremo Hacedor» = Dios; «el abajo firmante» = nombre propio. Los epítetos épicos como «el que en buena hora nació» para referirse a El Cid, también se pueden clasificar como perífrasis. Pleonasmo, tautología o redundancia Se trata de una repetición del contenido que resulta superflua o redundante desde el punto de vista informativo, si bien puede aumentar la expresividad del texto. Ya ejecuté, gran señor Temprano madrugó la madrugada Tu justicia justa y recta temprano estás rodando por el suelo (Tirso de Molina) (Miguel Hernández) Epínome Continuación o repetición del mismo enunciado o verso(s) a lo largo del texto. Ejemplos: En las esquinas grupos de silencio/ a las cinco de la tarde,/ ¡y el toro solo corazón arriba!/ a las cinco de la tarde./ Cuando el sudor de nieve fue llegando/ a las cinco de la tarde,/ cuando la plaza se cubrió de yodo/ a las cinco de la tarde,/ la muerte puso huevos en la herida a las cinco de la tarde.