MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD DIÓCESIS DE SAN FRANCISCO www.elpartenon.com/mcc E-mail:mcc@elpartenon.com Grupo:................................................ PRIMERA REUNIÓN DE JULIO DE 2004 Revisión de vida: Compartamos con alegría el paso de Dios por nuestras vidas. VIVENCIA Y CONVIVENCIA DE LO FUNDAMENTAL CRISTIANO Muchas veces se nos ha dicho que CURSILLO es comunicación jubilosa del ser cristiano, vivencia de lo FUNDAMENTAL CRISTIANO. En Cursillos se trata de comunicar y vivir en tres días lo que es base, sustentación, condición y distintivo de todo lo cristiano, y que lleva a la conversión de los individuos, y por la conversión de ellos, a la transformación de los ambientes y estructuras del mundo. ¿Podrían definir en forma individual lo que significan: a) vivencia; b) convivencia?. Comparar respuestas. VIVENCIA: experiencia que con participación consciente o inconsciente del sujeto se incorpora a su personalidad. En caso de vivencia religiosa, el hombre experimenta a Dios en forma personal e incorpora esta experiencia a su propia personalidad. Este proceso en el que intervienen la inteligencia, el corazón y la sensibilidad hacen que la vivencia no sea explicable; y que para poder “comprenderla” haya que vivirla. CONVIVENCIA: de convivir (vivir con). Vivir cristianamente será siempre convivir comunitariamente teniendo en común dones, misión, responsabilidades, será expresarse en comunidad. FUNDAMENTAL CRISTIANO: (leer I.F. 114) es lo que hace al cristiano. No es solamente haber recibido el Bautismo o recibir los Sacramentos, participar de la Misa, de la oración o pertenecer a instituciones religiosas. LO FUNDAMENTAL CRISTIANO ES VIVIR LA FE, VIVIR LA GRACIA EN FORMA CONSCIENTE, CRECIENTE Y COMPARTIDA, EN TODO MOMENTO DE NUESTRA VIDA. Por lo tanto lo fundamental cristiano ES CRISTO VIVO EN EL CRISTIANISMO, por la Gracia que se expresa en el amor a Dios y amando al prójimo, porque tan sólo el vivir en Gracia amando a Dios y amando al prójimo puede considerarse el cimiento, la raíz y el origen de todo el ser y el hacer genuinamente cristiano. El M.C.C. pone énfasis en estas grandes verdades de lo FUNDAMENTAL CRISTIANO: - en el triple amor a Dios, a uno mismo y al prójimo; - en la fe que es la respuesta del hombre a Dios que se revela en Cristo; - en el Bautismo que con su acción transformante injerta al bautizado en Cristo y lo hace partícipe de su triple misión sacerdotal, profética y real; - en vivir la Gracia, que por su participación de la vida de Dios, es siempre creadora de una nueva existencia en nosotros; - en vivir el Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia. Lo que el Cursillo busca es la vivencia espiritual en la unión de nuestro espíritu con el Espíritu Santo (leer Rm.8, 14-17). Por eso los cursillos son vivenciales, pretenden la experiencia personal de la realidad del Evangelio vivido; el encuentro con un Dios vivo, que sea respuesta del amor a un requirimiento que compromete, y donde la oración se convierta en el diálogo personal con un AMIGO. La vivencia y convivencia de lo Fundamental Cristiano (del amor que creemos nos tiene Dios) que en el Cursillo se vive, nos enseñan el rumbo recto del vivir despegándonos del orgullo, la ambición y el egoísmo que nos sujetan y nos impiden plenificarnos; potencia nuestras cualidades personales y nos ayudan a la integración en un nosotros fraternal, cálido y humano. Todo esto es lo que quiere conseguir el M.C.C. con el fin de que las personas, conociendo el auténtico sentido que tiene la vida, puedan vivirla viendo con ojos nuevos las cosas de siempre. Reflexionemos: ¿Cómo estamos viviendo y conviviendo lo Fundamental Cristiano en todos nuestros ambientes... fermentando y buscando nuevas vértebras? ¿Aprovechamos los medios precisos y concretos que nos brinda el MCC: la reunión de grupo y la Ultreya? “LO FUNDAMENTAL CRISTIANO ES UNA OPCIÓN DE VIDA” SEGUNDA REUNIÓN DE JULIO DE 2004 Revisión de vida: ¿Pudimos en este tiempo vivir con plenitud lo fundamental cristiano, sobre todo en nuestras familias? Compartamos testimonios. EL PORQUÉ Y PARA QUÉ DE LAS PALANCAS “La Iglesia es una sociedad de oración; es una característica profundamente religiosa que le es esencial y providencial. ¿Qué sería de la Iglesia sin oración? ¿Qué sería del cristianismo si no enseñara a los hombres cómo pueden y deben estar en contacto con Dios? Sería un cristianismo filantrópico o una sociedad puramente temporal”. (Pablo VI) Podríamos preguntarnos que sería del MCC sin oración, seguramente que no cumpliría con los postulados que derivan de su Esencia y Finalidad. El mundo de hoy necesita orar, y nos exige a nosotros cursillistas, que seamos maestros de oración, porque un movimiento con oración es un movimiento vivo, con el fuerte compromiso evangélico de transformar al mundo. Somos un Movimiento de Iglesia, hombres y mujeres llamados a ser santos y no podemos lograrlo sin oración. En Cursillos relacionamos la oración con las palancas. ¿QUÉ ES LA PALANCA? En lo físico-mecánico es una barra rígida que se apoya y puede girar sobre un punto, y sirve para vencer una resistencia haciendo actuar sobre ella una potencia o fuerza motora. En lo espiritual es una fuerza ejercida para que los hermanos se eleven a la Gracia de Dios. Esta fuerza se obtiene ofreciendo no sólo oraciones sino también sacrificios reales, sinceros, permanentes, individuales y comunitarios a imitación de Cristo que entregó su vida para la salvación de los hombres. El movimiento necesita de la palanca en los tres tiempos (Precursillo, Cursillo y Poscursillo): Precursillo: en todos los momentos deben estar presentes la oración, los sacrificios y los sacramentos en el estudio y selección de los ambientes; en la búsqueda y preparación de los líderes de esos ambientes; en la preparación del equipo que con humildad testimoniará su lucha constante por la construcción del Reino de Dios. El equipo debe orar antes, durante y después del cursillo. Cursillo: (leer Lc.11,1) el equipo debe ser una comunidad de oración, en los distintos momentos del cursillo en las oraciones comunitarias de la mañana para ofrecer el día al Señor; en las visitas al Santísimo (personales o comunitarias) que ayudan a unirse unos a otros, a ser solidarios y a sentir la presencia de Cristo y de su Espíritu en el cursillo; en las oraciones de la noche, haciendo un examen de conciencia; en la Eucaristía, centro de esos dias, que deberá seguir siéndolo en el cuarto día; en la devoción a María en el Rosario y en los momentos decisivos del cursillo, en el respaldo de la comunidad orante, fuerte palanca para que el Espíritu derrame su Gracia. Poscursillo: (leer 1 Tes.5, 16-17) en este tiempo suele debilitarse el espíritu de oración, pero debemos tener claro que así como el cursillo está basado en la oración y los sacrificios, de igual manera lo debe estar la reunión de grupo. Si se quiere un grupo vigoroso, entusiasta e ilusionado, cada integrante tendrá que orar diariamente por sí mismo, por la reunión y por los demás. Cuando un grupo ora al Padre “en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23), permanece inquebrantablemente unido. Los cursillos pretenden la conversión y promoción cristiana de los hombres y la cristianización de los ambientes, por esto es indispensable contar con la Gracia de Dios, que se ha de pedir con la oración confiada, constante y humilde. Ofrezcamos nuestras palancas con disponibilidad, haciendo silencio interior, para escuchar que nos pide el Señor, y no olvidemos nunca de glorificar y alabar la obra que un día, por la palanca de tantos, Él realizó en nosotros. Dialoguemos y compartamos testimonios: ¿Hacemos palanca en todo momento o sólo cuando se nos pide? ¿Ponemos en las manos del Señor la vida de nuestros grupos? HABLAR A DIOS DE LOS HOMBRES, ANTES DE HABLAR A ÉSTOS DE DIOS