CARACTERÍSTICAS DE LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA Una espiritualidad es un modo de vivir la vida cristiana. El Evangelio tiene muchas riquezas y se puede vivir desde muchos ángulos. San Ignacio de Loyola, como muchos otros Santos, miró a Cristo y su Evangelio desde su propio punto de vista. Fue Dios mismo quien dirigió su mirada y quien lo inspiró a compartirla con otros. Los miembros de la CVX se unen y se orientan alrededor de la vida y el itinerario espiritual de San Ignacio. Es lo que distingue nuestra asociación de otros movimientos laicales de la Iglesia. Un ignaciano, un miembro de CVX como persona que busca la espiritualidad de San Ignacio, vive su vocación de cristiano así: siguiendo fielmente a Jesús en la Iglesia, discierne continuamente el estilo de vida y el servicio que más da gloria a Dios y promueve el bien de los hombres. Y, como Jesús, los vive con disciplina y entrega generosa. Su modelo es la Virgen María, y tiene como meta ser “contemplativo en la acción”, viendo la presencia de Dios en todos y en todo responde creativamente a la vida con un servicio de Amor. Intentaré resumir esta espiritualidad, poniendo en relieve 3 características esenciales, con las que construiré tres FICHAS de trabajo. FICHAS DE TRABAJO FICHA 1 : El significado de la palabra MAGIS. FICHA 2 : Espiritualidad CRISTOCÉNTRICA. Seguimiento personal de Jesús. FICHA 3 : CONTEMPLATIVOS en la acción FICHA 1: EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA MAGIS. (Basado en una charla del Padre Fernando Montes en CVX. Santiago, 1995) 1.-Significado literal. La palabra MAGIS es una palabra latina que significa MÁS. Es un concepto muy central para entender el alma y la manera de actuar de San Ignacio, y de las personas que de algún modo quieren inspirarse en su espiritualidad. Muy ligada a la palabra MÁS, está la palabra MEJOR. Este vocabulario usado por San Ignacio, refleja su talante espiritual. Fue un hombre de sueños, de ideales, que quería hacer grandes cosas por su Señor. Uno se lo imagina que anduvo solo y a pie, por Europa, soñando, imaginando que podría hacer, lo mejor que podría hacer por Dios, y de ahí nació todo su trabajo por la Iglesia. 2.- El mundo contemporáneo. En el mundo contemporáneo, como dice Martín Descalzo, hay un enorme desmadre y eso produce un gran despadre. O sea la carencia de la paternidad hace muy difícil configurar personalidades que tengan bien integradas las normas, los deberes. Presenta una dificultad de tener ancestros espirituales, de tener historia, de tener normas que uno recibe por la cultura. Por otra parte, en este mundo postmoderno los contactos son esporádicos, nada permanece. Hay sólo momentos y soledades, de alguna manera refleja la forma de amar de nuestro tiempo. En este mundo así, ¡qué difícil! es proponerle a alguien que dé la vida por un ideal, experimentar la capacidad de soñar, capacidad de buscar lo mejor, de hacer el mayor servicio. En este contexto, como hombres y mujeres del siglo XXI, como personas que de alguna manera están atravesadas por la post-modernidad y por las contradicciones de vivir en una sociedad que no es postmoderna, en muchos aspectos; siendo latinoamericanos afectivos y sensibles, es interesante volvernos a la figura de Ignacio, que vivió una vida que tuvo una conversión marcada, precisamente por la idea de servir lo más posible. El MAGIS no es una forma de ser más perfecto uno, sino de amar más, de servir más. La vida de San Ignacio, y en esto es extremadamente moderno, es una vida de búsqueda, porque le tocó vivir una vida de cambio de época y buscó apasionadamente. Y el motor de esa búsqueda fue el MAGIS, hacer lo mejor, cómo servir, cómo amar más, cómo salir de sí mismo. San Ignacio fue un hombre de sueños, pasaba ratos pensando qué hacer por su Señor y él ciertamente rechazó el estancamiento espiritual y la mediocridad. Vivió una invitación a dar lo mejor de sí. 3.- El MAGIS de San Ignacio. ¿Cómo habla San Ignacio del MAGIS? Esto lo podemos ver en los Ejercicios Espirituales, principalmente en dos momentos: 3.1. En el Principio y Fundamento. San Ignacio dice que el hombre ha sido creado por Dios para alabar y servir al Señor y mediante esto salvar su alma. El fin verdadero es alabar al Señor y no salvarse uno. La salvación es una consecuencia de la calidad de mi amor, de mi manera de entregarme a Dios. Y aquí hay un cambio radical con el hombre moderno, porque si uno se reúne con gente, con grupos, cada uno anda buscando cómo voy a ser feliz yo. Yo, ser feliz. Pero el fin del hombre es éste, mira al Señor y lo demás se te dará por añadidura. San Ignacio dice que el hombre ha sido creado por Dios y que todas las cosas de la tierra, se le regalaron al hombre para que le sirvan, para que le ayuden a caminar a ese fin. Y dice, que el hombre no debe ser esclavo de ninguna de esas cosas, debe caminar, seguir buscando, seguir sirviendo y no esclavizarse con nada. Solamente eligiendo lo que MÁS conduce, lo que MÁS le lleva a Dios. La palabra MÁS está ligada en este contexto al fin, lo que me lleva MEJOR al fin, la idea de un proyecto. Esto es muy importante para la conducción de un grupo humano, para la CVX. Si en una comunidad lo único que quieren es estar calientitos y llega un guía que propone proyectos, ahí va haber conflictos. Si hay una comunidad que quiere servir realmente y se encuentra con un guía que sólo propone que la gente esté calientita, que sean buenos amigos y se cuentan cómo me siento y cómo te sientes, a las pocas semanas o meses, uno se preguntará ¿Para dónde vamos? Un hijo de Ignacio une necesariamente en distintas proporciones, estas dos dimensiones, la amistad, la camaradería, el buen entendimiento, pero no puede descuidar la idea de tener proyectos que valgan la pena. Cuál es el proyecto vital. Cuál es su carga de sujeto histórico que hace avanzar nuestra sociedad y la Iglesia. Y eso hay que discernirlo y vivirlo. Esta es una de las grandes líneas del MAGIS de San Ignacio que está ligada al Principio y Fundamento. Lo que más me conduce, lo que me hace capaz de proyectarme, me hace jugarme no por situaciones mediocres o flojas sino por aquello que más conduce. 3.2.- En la Meditación del Reino y en los Tres Grados de Humildad. La segunda gran línea del MAGIS es la que San Ignacio nos cuenta en la Meditación del Reino y también en los Tres Grados de Humildad. En la primera, Ignacio nos pone delante de Jesucristo a quién yo tengo que amar con toda el alma. Y Jesús me invita a acompañarlo, a trabajar con él, a dar la vida y pasar pellejerías como él pasa. Los que MÁS se querrán afectar, los que no pueden quedarse con mediocridades cuando hay amor de por medio, van a entregar toda su persona. En el fondo, el MAGIS se lo puede comprender si alguna vez se ha estado enamorado, uno entrega el corazón entero y busca lo mejor para la persona que ama. El MAGIS Ignaciano, no es una especie de super yo castigador, que si yo me saco un seis, me dice sácate un siete. El MAGIS está ligado a un proyecto que vale la pena y a que estamos chiflados de amor a alguien y que queremos jugar la vida con él. No es, yo me la puedo, yo lo voy a hacer. Es otro lenguaje, es el lenguaje de quién se siente amado y responde con amor al amor recibido. En el Tercer Grado de Humildad, Ignacio vuelve a decir con fuerza, que por MÁS imitar y MÁS parecerse actualmente a Jesucristo, por imitar a Jesús, voy a elegir MÁS pobreza que riqueza. Es un gesto de soberano amor. Detrás de todo esto hay una mentalidad en Ignacio de un caballero. Uno le entregaba su lealtad a su Señor e iban en las maduras y en las verdes, en todas iban juntos. Hoy día hay una relación mercantil en la vida. El MAGIS de San Ignacio es fruto de esa alma caballeresca que tiene una relación no comercial, no le dice yo te doy más para que me pagues más. Yo te doy más porque te amo más, porque hay una relación de fidelidad y de amistad profunda. 4.- El MAGIS de Jesús. Jesucristo quiso inculcar en lo más profundo de sus Apóstoles, esta pasión por el Reino y este amor personal a El. “El que ama su vida más que a mí, no es digno de mí. Y el que ama a su padre, a su esposa, a su hijo más que a mí, no puede ser mi discípulo.” Es una manera brutalmente excesiva, de expresar el MAGIS, como una entrega hasta la pepa del alma. O sea, ante Dios y ante un Proyecto como el del Reino, no hay lugar para la mediocridad. “Si tú eres tibio, te voy a vomitar de mi boca, porque no eres frío ni caliente” Jesucristo conoció a su Padre y le entregó todo lo que tenía. El acto supremo de su MAGIS, fue la última palabra: “ En tus manos encomiendo mi espíritu”.. Entregó todo. El MÁS significa no achicar los sueños y los grandes ideales y deseos. No es la neurosis del perfeccionismo. El MAGIS es todo lo contrario del espíritu pequeño y pusilánime. 5.- Trabajo personal o comunitario. 5.1.-Teniendo en cuenta tu manera de ser, tu realidad de vida hoy, ¿en qué te sientes reflejado en el diagnóstico hecho a nuestro mundo contemporáneo? 5.2.- ¿Cómo vives tu MAGIS, cuál es tu proyecto por el que te juegas la vida, pones toda tu energía, toda tu pasión? 5.3.- ¿Cuál es el proyecto de tu comunidad?