ANTROPOLOGIA FISICA

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ANTROPOLOGIA FISICA
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Evolución y diversidad
Los cambios climáticos y la evolución
El género Australopithecus
Lucy: Australopithecus Afarensis
Proceso evolutivo
Proceso de hominización
El origen del género Homo
Origen del Homo sapiens
Hombre de Tepexpan
Caza del mamut
Transición de la vida nómada a la sedentaria
Los primeros mexicanos
Arte rupestre
La cueva del Ratón
Teorías antropológicas
Evolución y diversidad
Esta sala pretende simular un viaje a través del tiempo para mirar más allá de aquí y el
ahora y de nuestro pasado inmediato, y reconocernos como parte de la historia de un
mundo en el que la diversidad ha sido parte central para la evolución de la vida.
La antropología trata de los seres humanos desde diversas perspectivas. Estudia nuestro
lugar en el universo, nuestras relaciones con la naturaleza, nuestra biología, las
edificaciones e instrumentos que construimos, nuestras formas de comunicación, nuestras
creencias y emociones. A partir de recuperar y estudiar los restos de nuestros ancestros
homínidos, de las actividades, ceremonias, modos de ver y entender el mundo y el
tratamiento que damos a los muertos, la antropología responde sobre quiénes somos.
También estudia al "otro" contemporáneo, las sociedades y los grupos humanos que la
ciencia del siglo XIX pensó y clasificó como primitivos, salvajes y bárbaros frente al
hombre civilizado.
Al hablar del "otro", la antropología descubre nuestra propia imagen reflejada, haciendo
evidente nuestra realidad diversa en la que los distintos, los diferentes, es decir, la otredad,
irrumpen como amenaza. El resultado ha sido desde el tránsito desde un "hombre"
construido a partir de dualidades: naturaleza-cultura; biología-sociedad, cuerpo-mente;
bueno-malo; sujeto-objeto; a otro que se reconoce a sí mismo como parte de un todo
plural, diversificado.
Los cambios climáticos y la evolución
Evolución significa cambio. Las condiciones del ambientey las relaciones que se establecen
entre organismos y poblaciones hacen que las especies cambien a lo largo del tiempo,
mientras que otras dan lugar a nuevas poblaciones o a otras especies que pueden ser muy
diferentes de los organismos ancestrales. A este proceso en el que el ambiente provoca la
extinción de unas especies y la modificación de otras al azar, se le ha llamado selección
natural.
Todos los organismos se adecuan a las condiciones ambientales. Cuando un ambiente
geológico o geográfico separa en dos a un grupo de seres vivos, cada nueva población tiene
que enfrentar nuevas condiciones. Con el tiempo, si el ambiente es muy diferente, cada una
puede evolucionar por separado y dar lugar a especies distintas, y sus semejanzas
confirman la existencia de un antepasado común. Aquellas que no tuvieron suficientes
descendientes se extinguieron no porque no estuvieran bien adaptadas, sino por su
diversidad no fue suficiente como para responder a la dinámica de cambio de los
ecosistemas.
Nuestro planeta tiene una antigüedad aproximada de 4,500 millones de años, la vida en los
mares comenzó hace unos 3,500 millones y desde entonces los continentes se han
desplazado, dando forma a las grandes regiones geográficas que ahora conocemos. Con
ello, el clima también a cambiado, provocando algunos periodos de enfriamiento y otros
más cálidos; durante las glaciaciones hubo un descenso importante en el nivel del mar,
abriendo nuevos terrenos que antes estaban cubiertos.
Para sobrevivir, los seres vivos han experimentado cambios evolutivos que suponen
modificaciones anatómicas, de formas de reproducción y de comportamiento. Todos estos
cambios han dado lugar a variaciones de una misma especie, ocupación de nuevos
espacios, emergencia de nuevas especies y también, a extinciones.
En este contexto, el orden de los primates, al que pertenecemos los seres humanos, tiene
una historia de más de 50 millones de años en una gran variedad de ambientes.
Comprender que todas las sociedades humanas formamos parte de estas historias también
es trabajo de la antropología: el estudio de los primates nos ayuda a construir un puente
con nuestros antepasados más lejanos. Conocemos algunos ancestros comunes de las
especies vivas, pero todavía existen muchas lagunas y preguntas cuyas respuestas apenas
intuimos. Así, la antropología, a través del estudio de los primates fósiles y de los cuales,
puede rastrear los parentescos evolutivos, construyendo un espejo que nos recuerda que
somos parte de la historia del mundo y el reino animal, y no como habíamos creído, que
fuimos creados para tener a la naturaleza a nuestro servicio.
Los primeros homínidos vivían en los bosques tropicales de África, desde la actual región
del Sahel, al sur del Sahara, hasta el sur de la provincia del Cabo en Sudáfrica.
Esta región continental sufrió una serie de transformaciones hace unos 8 millones de años,
la actividad volcánica y tectónica formó un sistema de cañadas y serranías conocido con el
nombre de valle de Rifft. Con el paso del tiempo, el Rifft creó una barrera que dividió el
continente en dos grandes porciones. En el lado oriental quedaron los antepasados de los
homínidos, mientras que en el lado occidental los cambios climáticos no fueron muy
drásticos y la permanencia de los bosques tropicales y la selva permitieron la supervivencia
de los ancestros de los gorilas y chimpancés.
Tiempo después se produjeron cambios en el clima y los ecosistemas del este de África,
dando origen al nacimiento de las grandes sabanas africanas. Este fue un proceso lento en
el que las selvas húmedas dieron lugar a bosques cerrados, donde los homínidos
desarrollaron el bipedismo.
Hacia los 2,500 millones de años, nuevos cambios ambientales dieron lugar a la sabana
abierta con gran diversidad de animales como antílopes, elefantes, cebras y grandes
felinos, además de los numerosos homínidos. En esa época se empezaron a utilizar las
primeras herramientas de piedra conocidas.
El ser humano pertenece al orden de los primates, un grupo de más de 230 especies de
mamíferos que incluye asimismo lemures, loris, tarseros, y simios. Sin embargo, entre
todos presentan varias similitudes. Por ejemplo, todos los primates, incluido el ser
humano, comparten al menos una de las siguientes características, mismas que los
distinguen de otros mamíferos: mayor utilización de la vista en lugar del olfato, visión
estereoscópica (tridimensional), extremidades superiores e inferiores con capacidad de
agarrar y sostenerse en troncos y ramas de los árboles, capacidad de sostener y manipular
objetos pequeños, cerebro de mayor tamaño en relación con el tamaño corporal, así como
relaciones sociales complejas.
El género Australopithecus
Hasta hace 5 millones de años, aproximadamente, a través de nuestros ancestros comunes
compartimos la misma historia con especies actualmente vivas y en peligro de extinción
como el gorila, el chimpancé o el orangután. Lo que nos distingue del resto de las especies
animales es nuestro cerebro, su tamaño y nuestra capacidad de razonar y crear cultura. La
obsesión por marcar las características que nos separan de nuestros parientes más
cercanos, los chimpancés, no es otra cosa que una muestra de soberbia antropocéntrica.
Sin embargo, en aquella época la única diferencia importante era la forma de andar.
El término Australopithecus (el simio de África austral) lo acuño el profesor Raymond Dart
a principios del siglo XX cuando descubrió el cráneo de un pequeño ser con características
simiescas, pero con otras más que indicaban un enorme parecido con nosotros, los
humanos actuales. Por sus restos, sabemos que el niño de Taung tenía un cerebro apenas
un poco mayor que el de los chimpancés, un sistema dentario intermedio entre nosotros y
los simios, y la postura bípeda. A pesar de la ferocidad de las críticas que se hicieron, el
Australopithecus africanus fue la primera especie descrita de este género que cuenta en la
actualidad con cerca de ocho especies.
Lucy: Australopithecus Afarensis
El Australopithecus Afarensis es uno de los más antiguos ancestros del ser humano. Se
trata de un primate que vivió entre los bosques tropicales y la sabana africana hace
alrededor de 3,500 millones de años. La interpretación de la posible apariencia de "Lucy"
se realizó con las más avanzadas técnicas de reconstrucción, utilizando los aportes de la
antropología forense, la anatomía, la fisiología, la biomecánica y la biología evolutiva.
Proceso evolutivo
Todas las especies de organismos tienen su origen en un proceso de evolución biológica.
Durante este proceso van surgiendo nuevas especies a causa de una serie de cambios
naturales. En los animales que se reproducen sexualmente, incluido el ser humano, el
término especie se refiere a un grupo cuyos miembros adultos se aparean de forma regular
dando lugar a una descendencia fértil, es decir, vástagos que, a su vez, son capaces de
reproducirse. Los científicos clasifican cada especie mediante un nombre científico único
de dos términos. En este sistema el hombre moderno recibe el nombre de Homo sapiens .
El mecanismo del cambio evolutivo reside en los genes las unidades básicas hereditarias.
Los genes determinan el desarrollo del cuerpo y de la conducta de un determinado
organismo durante su vida. La información contenida en los genes puede variar y este
proceso es conocido como mutación. La forma en que determinados genes se expresan —
cómo afectan al cuerpo o al comportamiento de un organismo— también puede variar. Con
el transcurso del tiempo, el cambio genético puede modificar un aspecto principal de la
vida de una especie como, por ejemplo, su alimentación, su crecimiento o sus condiciones
de habitabilidad.
Los cambios genéticos pueden mejorar la capacidad de los organismos para sobrevivir,
reproducirse y, en animales, criar a su descendencia. Este proceso se denomina
adaptación. Los progenitores transmiten mutaciones genéticas adaptables a su
descendencia y finalmente estos cambios se generalizan en una población —un grupo de
organismos de la misma especie que comparten un hábitat local particular. Existen
numerosos factores que pueden favorecer nuevas adaptaciones, pero los cambios del
entorno desempeñan a menudo un papel importante. Las antiguas especies de homínidos
se fueron adaptando a nuevos entornos a medida que sus genes iban mutando,
modificando así su anatomía (estructura corporal), fisiología (procesos físicos y químicos
tales como la digestión) y comportamiento. A lo largo de grandes periodos de tiempo esta
evolución fue modificando profundamente al ser humano y a su forma de vida.
Los científicos estiman que la línea de los homínidos comenzó a separarse de la de los
simios africanos hace unos 10 o 5 millones de años. Esta cifra se ha fijado comparando las
diferencias entre el mapa genético del género humano y el de los simios, y calculando a
continuación el tiempo probable que pudieron tardar en desarrollarse estas diferencias.
Utilizando técnicas similares y comparando las variaciones genéticas entre las poblaciones
humanas en todo el mundo, los científicos han llegado a la conclusión de que los hombres
tal vez compartieron unos antepasados genéticos comunes que vivieron hace unos
290.000 - 130.000 años.
Proceso de hominización
La especie humana se encuentra clasificada y colocada en los grupos taxonómicos que le
corresponden según sus características morfológicas y anatómicas.
Tipo Cordados
Subtipos Vertebrados
Clase Mamíferos
Orden Primates
Superfamilia Hominoideos
Familia Homínidos
Género Homo
Especie Sapiens
El proceso de hominización se caracteriza por la postura erguida o tendencia al bipedismo.
Esta característica posiblemente fue adquirida debido a que nuestros antepasados tuvieron
que cambiar de hábitat, de selvas arboladas se desplazaron hacia las sabanas, cuyos
espacios abiertos los obligaron a caminar. De igual manera, probablemente un cambio de
clima propició tal cualidad.
A consecuencia del bipedismo, las extremidades anteriores se despegaron del piso lo que
las convirtió en superiores. Este desarrollo fue fundamental para que esta especie pudiera
coger alimentos y utensilios, lo que favoreció a la construcción de herramientas y al
desarrollo de la inteligencia. La habilidad manual se debe a que el pulgar opuesto se alargó,
logrando que que con el tiempo, las manos fueran menos toscas y más precisas.
De igual manera el cambio de dieta resultó un factor decisivo en este proceso, pues al pasar
de los bosques hacia las sabanas e incrementarse los espacios abiertos el alimento no fue
tan abundante, lo que los obligo a complementar la dieta vegetariana con animal, por
medio de la caza. El aporte nutricional se complementó con la aportación calórica que al
mismo tiempo permitió que no necesitaran comer de manera tan frecuente ni abundante.
También, debido a esto el cerebro tuvo un desarrollo con mayor facilidad.
Otro cambio que produjo la dieta carnívora fue la adaptación de los dientes de por sí poco a
poco especializados, el paladar adquiriere una forma parabólica y las piezas dentales se
reducen a 32.
Asimismo, la ingesta de carne fue un motivo para el desarrollo de nuevas técnicas en la
elaboración de herramientas, al igual que este hecho inició la socialización entre los
individuos, porque se vuelven más conscientes de los lazos sociales, en los que surge el
parentesco, a la vez que los lazos afectivos son más intensos.
El desarrollo progresivo de la capacidad craneana hasta en la especie humana permitió de
igual forma el aumento en el volumen del encéfalo, con relación al resto del cuerpo, lo que
aumentó por consiguiente el número de neuronas y por ende se incrementó la inteligencia.
El Australopithecus tenía una capacidad craneana de 500 cc, mientras que la del Homo
sapiens sapiens es de 1800 cc a 2000 cc. Ahora bien, el desarrollo de la inteligencia
propició el del lenguaje articulado, un sistema de comunicación mucho más complejo que
el de los demás animales. Es difícil determinar desde qué momento se inicia la
comunicación por medio de palabras puesto que se han perdido las partes físicas
relacionadas con el lenguaje, sin embargo, gracias a los estudios que se han realizado de
moldes endocraneales del hemisferio izquierdo, en el que reside la capacidad del lenguaje,
se ha podido observar que hay dos zonas concretas que se desarrollaron progresivamente a
partir del Australopithecus.
Dentro de las modificaciones craneales se encuentra la desaparición de los arcos
cuperciliares (moldura que existe sobre los ojos). El paso del prognatismo al ortognatismo
permite la visión binocular y estereoscópica, así, al encontrarse los ojos en un plano frontal
se obtiene una visión en relieve, aun cuando el campo visual se haya reducido.
El origen del género Homo
La discusión acerca de la emergencia del género homo ha intrigado durante mucho tiempo
a los especialistas y no pocos debates han surgido al respecto. Se ha pensado que el origen
del Homo estaba relacionado directamente con la técnica y la fabricación de utensilios,
puesto que estas actividades suponen ciertas habilidades mentales así como una
manipulación manual precisa que sólo puede existir en miembros de nuestro propio
género.
Las investigaciones de los especialistas apuntan que el periodo de enfriamiento climático y
de sequía que se presentó en África fue el escenario ideal para la evolución del Homo. De
acuerdo con esta hipótesis, el proceso de adaptación dio como resultado un homínido
capaz de fabricar utensilios, lo que supone una gran ventaja al poder tener opciones
alternativas de alimentación cuando la vegetación escaseaba en un suelo cada vez más
árido.
Actualmente los especialistas sostienen que el hombre evolucionó primero en África y que
sólo vivió en este continente durante un par de millones de años, después de esto, la
especie humano se dispersó fuera de dicho continente. El Homo erectus parece haber
evolucionado en África a partir de poblaciones anteriores al Homo ergaster, para
dispersarse por Asia hace unos 1,8 millones de años.
El Homo erectus tenía un cráneo bajo y redondeado, frente prominente y una capacidad
craneana adulta de entre 800 y 1.250 cm 3 , una media dos veces superior a la de los
australopitecinos. Sus huesos, incluido el cráneo, eran más gruesos que los de las especies
anteriores. Unas prominentes marcas musculares y gruesas áreas reforzadas en los huesos
indican que el cuerpo del H. erectus podía soportar fuertes movimientos y tensiones.
Aunque tenía unos dientes mucho más pequeños que los australopitecinos, su mandíbula
era grande y fuerte.
Origen del Homo sapiens
El origen de nuestra propia especie, el Homo sapiens, es uno de los temas más debatidos
de la paleo-antropología. Este debate se centra en si el hombre está directamente
relacionado con el Homo erectus o con el de Neandertal, grupo más moderno y conocido
de homínidos que evolucionaron en los últimos 250.000 años. Los paleo-antropólogos
utilizan por lo general el término de Homo sapiens sapiens para distinguir entre el hombre
actual y estos antepasados similares.
Tradicionalmente los paleo-antropólogos clasificaban como Homo sapiens cualquier fósil
humano de menos de 500,000 años que tuviese un cráneo mayor que el del Homo erectus
. Las características del Homo sapiens distinguen la combinación de un esqueleto robusto,
un cráneo grande y achatado con una mandíbula inferior sin mentón prominente. De todos
los mamíferos, sólo el hombre tiene la cara posicionada directamente bajo el lóbulo frontal
por lo que el hombre moderno tiende a tener una frente más alta que la que tenían el
Neandertal y otros homínidos primitivos. El cerebro del Homo sapiens tiene una
capacidad media de 1.400 cc que es más o menos el doble del tamaño del cerebro que
poseían de sus antepasados prehistóricos, por tanto el comportamiento instintivo comenzó
a ser modificado por medio del aprendizaje.
Poblamiento de América
Entre los sitios de desarrollo más temprano de México pueden mencionarse El Cedral, San
Luis Potosí (31000 a.C.); a Tlapacoya, Estado de México y Caulapan, Puebla, fechados
hacia el 20000 a.C.
Con un clima más frío y húmedo, el área ocupada por bosques y praderas era mayor y las
zonas áridas más pequeñas, entre las especies de animales que las habitaron se
encontraban mamíferos de tamaño mediano y grande, actualmente extintos.
Los grupos humanos eran nómadas dedicados a la caza y a la recolección de frutos, y
contaban con herramientas de piedra tallada que utilizaban para la pesca y para trabajar la
madera.
Poco a poco las organizaciones familiares se fueron haciendo más complejas y se
establecieron lugares para la matanza de animales más grandes, como los mamuts y
bisontes de los que aprovechaban la carne, como alimento y la piel para cubrirse de las
bajas temperaturas. Los artefactos más característicos de esta etapa son las puntas de
proyectil.
Al terminar el periodo de rápidos cambios en el clima, la distribución de la flora y la fauna
se encontró parecida a la que se conoce hoy. La recolección de frutos tuvo mayor
importancia y se complemento con la caza menor, la pesca y la recolección marina.
Apareció el pulido de la piedra, que permitió la fabricación de herramientas más duras y
resistentes destinadas al trabajo en madera (hachas y cazuelas) y a la molienda de semillas
como son los yunques, los metates y los morteros.
Las poblaciones se agruparon en cinco tradiciones culturales principales: las tierras áridas
y semiáridas, la selva tropical, los Altos de Chiapas y Guatemala, las costas, y las cuencas
lacustres del centro de México. De estos grupos provienen los vestigios más antiguos que
se conocen de redes, cestería y cordelería, así como también las primeras manifestaciones
de tipo ceremonial, numerosos petroglifos y pinturas sobre piedras y paredes de roca de la
región. Estos grupos desarrollaron un patrón de nomadismo cíclico, mediante el que
aprovechaban los recursos disponibles en las épocas de lluvias.
En los Altos de Chiapas y Guatemala, grupos nómadas semejantes a los de la selva tropical
migraban cíclicamente a lo largo del año para explotar los recursos de los márgenes de la
selva, los valles fluviales y las montañas, ya que dependían de la recolección de plantas,
moluscos y crustáceos de agua dulce. Dichos grupos fueron reemplazados por pobladores
agrícolas sedentarios hacia 2500 a.C.
Pueblos agrícolas sedentarios se establecieron en Santa Luisa, en el norte de Veracruz
(hacia el año 3000 a.C.); Chantuto, Chiapas (2700 a.C.); Puerto Marqués, Guerrero (1900
a.C.), y Matanchén, Nayarit (1750 a.C.). Las comunidades costeras desaparecieron, salvo
en la región del noroeste de México y Baja California.
En las tierras áridas y semiáridas se desarrollaron dos tradiciones culturales: la de la sierra
de Tamaulipas y la del México central, quienes además de la recolección y la caza, iniciaron
la domesticación de plantas, como el nopal, la tuna, la calabaza, las cetarias, el chile, el
aguacate, el amaranto y el frijol, además del algodón, el guaje y las diferentes especies de
maíz que constituyeron la base de la agricultura mesoamericana.
Entre los animales extintos que habitaban la región, se encuentran mamuts, mastodontes,
gonfoterios, caballos, bisontes, enormes llamas, perezosos gigantes, gliptodontes que
parecían armadillos gigantes; además de carnívoros como los osos de cara corta, grandes
lobos y leones del Pleistoceno.
Fue alrededor de 7000 a.C. desaparecieron casi todos los grandes mamíferos, aunque unos
pocos subsistieron por un par de milenios más en lugares favorables para su existencia.
Fin del Pleistoceno e Inicio del Holoceno
Los investigadores suponen que el estrecho de Bering fue la ruta por la cual las primeras
poblaciones Homo Sapiens se aventuraron a América. El desequilibrio en los recursos
motivó la migración de tales grupos, quienes poseían la tecnología y la organización social
adecuadas para la supervivencia, de tal forma que lograron extender su presencia a través
de un vasto territorio. El arribo del hombre al continente americano coincidió con la
retirada de los hielos de la última glaciación y con la extinción de muchas especies de
grandes mamíferos, entre los que destacaban los mastodontes, perezosos y tigres diente de
sable; de igual manera habitaban llamas, camellos, tapires, caballos, yaks, antílopes,
bisontes, mamuts y grandes aves no voladoras.
Existe mucha polémica sobre la causa de las extinciones de estos animales y aunque
podemos atribuir este fenómeno a un proceso natural, también puede pensarse que la
actividad humana tuvo una influencia notable. Cerca de la Ciudad de México, en
Tlapacoya, se encontraron algunos restos: huesos de animales, artefactos de piedra y restos
de hogares, que datan del 20 mil a.C. De fecha posterior, alrededor del 10 mil a.C., son los
que se encontraron en la presa de Valsequillo, en Puebla. Sin embargo, los restos humanos
más antiguos encontrados en Mesoamérica fueron localizados en Tepexpan y datan del año
8 mil a.C.
Hombre de Tepexpan
El 22 de febrero de 1947, en las cercanías del poblado de Tepexpan, Estado de México, el
doctor Helmut de Terra y el ingeniero Arellano, recuperaron de los limos lacustres del
Pleistoceno Superior del lago de Texcoco un esqueleto humano incompleto. A este
espécimen se le han practicado diferentes estudios morfológico, métrico, químico, entre
otros. Sin embargo, hasta la actualidad ha sido uno de los más polémicos, debido a que se
han cuestionado los resultados de su edad biológica, sexo, estatura y su antigüedad, así
como la forma en que fue excavado. En estudios recientes sobre la morfología del esqueleto
se obtuvo como resultado que es de sexo masculino, de edad entre 30 y 35 años a su
muerte, con una estatura de 1.70 metros. En lo referente a su antigüedad, recientemente
fue datado por medio del Carbono 14 (AMS), dando una fecha aproximada de 2,200 años.
Este análisis ha indicado que el resultado obtenido no es el correcto, debido a que presenta
un alto grado de contaminación. El laboratorio recomienda que se vuelva a fechar,
tomando una muestra de algún segmento del esqueleto menos contaminado para obtener
un resultado confiable.
Caza del mamut
Cuando se habla de la caza y de la pesca como principales métodos de subsistencia por
parte de los primeros pobladores americanos, no debemos perder de vista otra actividad
importante: el carroñero, que se daba cuando algún animal dejaba abandonados los restos
de una presa, aunque también podía ser producto de la observación de algún animal herido
o moribundo, al cual se le seguía hasta su muerte para poder aprovechar su carne.
De acuerdo con las recientes investigaciones, matar a un mamut era un suceso raro y
peligroso por lo que los hombres tenían que esperar encontrar a un ejemplar moribundo o
muerto, en lugares como lamederos de sal.
Las técnicas de caza se volvieron más complejas y eficaces. Hacían trampas para los
grandes mamíferos o se les acosaba con ruido y fuego hasta hacerles caer por un precipicio
o pantano. Tras esto eran descuartizados y las partes nutritivas se transportaban al
campamento.
Aproximadamente hace un millón de años, cuando aparecieron en Europa los mamuts,
unos mamíferos de aproximadamente 4 metros. En México se descubrieron hace 50 años
los restos óseos de varios de estos animales en las cercanías de los actuales poblados de
Santa Isabel Iztapan y San Miguel Tocuila. Cabe destacar que de igual manera se encontró
vestigio de fragmentos de hueso de mamut modificados por la acción humana por medio
de instrumentos de piedra y obsidiana.
Actividad humana
La primera revolución económica de la historia del hombre se realiza durante la etapa
neolítica, con el desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales. Se presume
que para la etapa final del Paleolítico se da un cambio de suma importancia puesto que los
grupos humanos, de ser cazadores y recolectores, se convierten en agricultores.
Dicha transformación de la economía humana abre la posibilidad del control sobre la
producción de los alimentos necesarios, de tal manera que cultiva las plantas y domestica a
los animales. Es así como los grupos de cazadores-recolectores empiezan gradualmente a
convertirse en agricultores, lo que los lleva inevitablemente de una vida nómada a una vida
sedentaria. Son variadas y complejas las causas de esta transición, sin embargo, podemos
estar seguros de que desde la perspectiva demográfica, el crecimiento de los grupos
humanos, fue el motivo principal para que se iniciaran estos importantes cambios.
Transición de la vida nómada a la sedentaria
Este periodo de transición, que tuvo una duración aproximada de seis mil años, resulta de
gran importancia para la evolución de las sociedades americanas, debido a la serie de
experimentaciones que culminaron en la domesticación de las plantas y animales así como
en el desarrollo de la agricultura. Podemos afirmar que existen dos focos nucleares de esta
experimentación: Mesoamérica y el área andina. También se encuentra un foco secundario
en la región amazónica-caribeña. Sin embargo, todos los anteriores, junto con otros de
naturaleza más marginal, incorporan al registrouniversal de plantas cultivadas más de cien
especies. En estos complicados procesos ocurridos en el continente americano, se le da
mayor importancia a la agricultura, ya que los animales domesticados son escasos. El
proceso fue el resultado de varios milenios de experimentación, cuidado y selección de los
productos vegetales, definido por multitud de alternativas, caracterizado por la
acumulación de conocimientos y acompañado por innovaciones técnicas adaptadas a él. La
diversidad ambiental resultante del cambio al Holoceno produjo una rica variedad
cultural. En Mesoamérica, la experimentación se orientó hacia el maíz, el frijol y la
calabaza. En algunas de las regiones mejor investigadas, como lo son Tamaulipas,
Tehuacan, el centro de México y el valle de Oaxaca se ha podido constatar que esta
evolución no fue homogénea. El maíz (Zea mays), la planta más importante del Nuevo
Continente, que procede de un antepasado silvestre y del teosinte (Zea mexicana), pudo ser
utilizado en Guilá Naquitz (Oaxaca) desde el 7500 a.C., pero no se usa en Tehuacan hasta
el cinco mil a.C., y en Tamaulipas hasta el tres mil a.C. Las distintas variedades de calabaza
(Cucurbita pepo, mixta y moschata) aparecen también con una temporalidad diferente. La
primera se conoce en Oaxaca hacia el ocho mil a.C. y llega a Tamaulipas hacia el siete mil
a.C. y a Tehuacan en el cuatro mil a.C.
Lo mismo sucede con el frijol (Phaseolus coccineus), el cual se aisló en Oaxaca entre el
8700 y el 6700 a.C., pero no llegó a Tamaulipas sino hasta el cinco mil y 2 500 a.C. y para
los inicios de nuestra era a Tehuacan. Junto con estos tres alimentos básicos, también se
utilizó pimiento (Capsicum annum), aguacate (Persea americana), amaranto (Amarantos
spp.), mezquite, nopal, maguey, nueces y muchas otras especies. Respecto de los animales
domesticados, sólo podemos mencionar a los perros, pavos y patos.
En el Area Andina se desarrollaron otras plantas autóctonas que resultaron de la misma
importancia para la evolución cultural de las sociedades complejas. En especial la papa
(Solanum tuberosum), que se cultivó en zonas de la sierra peruana hacia el 3500 a.C.,
mientras que otras regiones no la adquirieron hasta el mil a.C., e incluso no llegó a
Boliviahasta el 400 a. C. La quinoa (Chenopodium quinoa) aparece en Ayacucho (Perú)
hacia el 4500 a.C. y no se explota en Argentina hasta inicios de nuestra era. Y lo mismo
sucede con otras especies como la cañihua (Chenopodium pallidicaule) y la calabaza
(Cucurbita ficifolia y moschata) En los Andes orientales y su confluencia con la Amazonía
se experimentó con la batata (Ipomoea batatas) y el cacahuete (Arachis hipogaea). La
domesticación de animales tuvo más importancia en el área andina que en Mesoamérica,
llegando a desarrollarse una verdadera ganadería en torno a la llama (Lama glama) tal vez
desde los inicios del tres mil a.C. También de gran valor económico fue la domesticación de
un roedor: el cuy (Cavia porcelus).
Los primeros mexicanos
Los primeros mexicanos formaron pequeñas bandas de cazadores que llegaron en oleadas
sucesivas, a través del Estrecho de Bering, en el transcurso de 50 mil años. Su avance
paulatino se debió a que siguieron a los animales que habían entrado a territorio
americano antes que ellos. Durante el periodo comprendido entre el 30 mil al 14 mil a.C.,
la población humana estaba compuesta por grupos nómadas que dependían de la
recolección de distintos productos vegetales y animales, con poca dependencia de la
cacería. Durante este periodo se puede observar la presencia de instrumental lítico de
grandes dimensiones, realizado sobre lascas. Estos artefactos fueron por lo general de
manufactura muy burda, elaborados con la técnica de percusión directa o indirecta y
usando como materia prima la disponible localmente. Respecto de la economía de estos
grupos podemos mencionar que no había especialización alguna, se utilizaba todo lo
aprovechable dependiendo de regiones y las estaciones. Las localidades conocidas hasta el
momento que quedan dentro de este horizonte son: Laguna de Chapala, Baja California
Norte; El Cedral, San Luis Potosí; Chapala-Zocoalco, Jalisco; Tlapacoya, Estado de México;
Caulapan, Puebla; Loltún, Yucatán, y Teopisca-Aguacatenango, Chiapas.
Los primeros indicios de emigrantes que llegaron a México datan del 21 mil a.C., según
pruebas de radiocarbono realizadas en Tlapacoya, cerca de la ciudad de México. En esta
región, el hombre encontró una amplia variedad de especies botánicas a su disposición y
pudo gozar de una dieta más variada. Tlapacoya: se localiza a 25 km al sureste de la Ciudad
de México. En este sitio se encontraron restos de viviendas junto con los huesos de
animales lo que indica que en tales lugares se consumieron. En la Presa de Valsequillo, al
sur de la ciudad de Puebla, se exhumaron artefactos asociados a fósiles pleistocénicos.
Entre los hallazgos destaca un hueso pélvico de elefante prehistórico sobre cuya superficie
se hicieron burdas incisiones que sugieren la existencia de animales como bisontes y
tapires. Los hallazgos más importantes comprendidos en el periodo de 14 mil al 9 mil a.C.
son los de la Laguna de Chapala, los demás son hallazgos aislados. Ahí se localizó una
cantidad considerable de puntas de proyectil, implementos de molienda y morteros. Al
final del Cenolítico Inferior es ya claro el desarrollo de la especialización en la costa y la
explotación de los recursos marítimos. Entre 1500 y 9000 a.C. se da la aparición de las
puntas de proyectil llamadas Clovis; es desde este momento cuando se pueden sentar las
bases para el estudio de la cultura paleoamericana puesto que dicho artefacto apareció
disperso en Norteamérica y en menor número en Mesoamérica y América central. Durante
el Cenolítico Superior empiezan a aparecer los instrumentos de molienda como metates
planos. También se advierten los principios de la técnica del pulido de la piedra en
artefactos tales como morteros y hachas. Se dan los primeros pasos para la domesticación
de las plantas entre las cuales se pueden citar la calabaza, el chayote, el chile, el amaranto,
el maíz y el frijol. Respecto de la caza, se continúa la depredación de animales de tamaño
medio y pequeño. También durante este periodo, los asentamientos humanos siguen
viviendo en cuevas o en campamentos al aire libre, generalmente próximos a fuentesde
agua. Algunos de los sitios que podemos mencionar pertenecieron a esta etapa son: San
Isidro, Nuevo León; San Nicolás, Querétaro; el centro de Veracruz; Tecolote, Hidalgo,
Santa Isabel ztapan I y II, Estado de México; El Riego, Las Abejas y Coxcatlán, Puebla. En
Tehuacán, Puebla (7200-5700 a.C.) se dieron los primeros pasos hacia la agricultura, ya
que inició a cultivarse de manera periódica cuando algunas plantas como el aguacate, la
calabaza y quizá semillas de amaranto y chile. Durante la este periodo hizo también su
aparición el maíz. La aparición de la cerámica se sitúa alrededor de 4500 a 3500 a.C.,
teniendo como el complejo más antiguo, de acuerdo con los materiales cerámicos
encontrados, el Sitio de Puerto Marqués. El segundo complejo cerámico se localiza en
Chiapas y Guatemala.
Arte rupestre
El arte rupestre conforma un fenómeno cultural que se encuentra asociado con la aparición
del Homo sapiens y engloba tanto a las pinturas aplicadas directamente sobre una pared
rocosa como a los petroglifos o grabados en piedra, que consisten en figuras realizadas por
medio de incisiones sobre la roca.
Se ha encontrado arte rupestre en prácticamente todos los países, y corresponde a épocas
muy variadas que van desde los 40 mil años hasta épocas muy recientes. En México
encontramos arte rupestre en prácticamente cada estado de la República Mexicana con
temáticas y ambientes muy diferentes. Uno de los conjuntos más impresionantes está
conformado por las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco en Baja California Sur.
La sierra de San Francisco se localiza en el norte del estado de Baja California Sur. Esta
sierra está conformada por una gran masa de rocas de edad terciaria de origen volcánico.
En este paisaje abundan las cuevas, abrigos rocosos y respaldos que se han originado por la
erosión diferencial de los estratos volcánicos. En esta abrupta topografía y en medio de un
clima extremoso se localiza un gran conjunto de pinturas rupestres sorprendente por su
número (se reconocen más de 220 sitios) y por las dimensiones de sus representaciones,
que les han valido el apelativo de Gran Mural.
La cueva del Ratón
La Cueva del Ratón se localiza en la vertiente de una pequeña cañada a poca distancia del
poblado de San Francisco de la Sierra, ubicado a 1,100 msnm. Se trata de uno de los sitios
localizados a mayor altura en la sierra, ya que por lo general, los sitios se encuentran en el
fondo de las cañadas, cerca de arroyos o tinajas.
El sitio está compuesto por abrigo rocoso de unos cien metros de largo y en su parte más
alta, el techo alcanza hasta los diez metros de altura.
Qué representan las pinturas
Aparecen en estas pinturas figuras antropomorfas tanto masculinas como femeninas,
dibujadas siempre en la misma posición estática, de frente y con los brazos levantados. No
hay detalles corporales excepto por los senos de las mujeres, colocados en una posición
anatómicamente imposible, debajo de las axilas. Asimismo, los pies se encuentran en una
posición extraña como si apuntaran hacia arriba.
También hay representaciones zoomorfas de animales terrestres, como venados,
berrendos, borregos cimarrón, pumas, conejos, coyotes; aves diversas y animales marinos
como tortugas, mantarayas, leones marinos y peces. Los animales se representan de
manera más dinámica y ligeramente más naturalista que los humanos, aunque
nuevamente hay detalles en posiciones anatómicamente imposibles como la
representación de las patas de los venados. Por último hay representaciones abstractas
compuestas por líneas, cuadros, círculos y diferentes figuras geométricas.
Con qué fueron pintadas
Al igual que cualquier técnica pictórica, la pintura rupestre está formada por tres
componentes esenciales: el pigmento, el aglutinante, utilizado para adherir la pintura a la
superficie sobre la cual se aplica, y un vehículo, que por lo general es agua, que hace fluida
la pintura. Las pinturas se realizaron utilizando cuatro colores, los más comunes son el
rojo y el negro, el blanco fue empleado para delinear y el amarillo es el menos frecuente.
Los pigmentos utilizados en la Cueva del Ratón han sido analizados para identificar su
composición. El amarillo y el rojo se elaboraron mezclando yeso y pequeñas cantidades de
óxido de hierro. La pintura negra está formada por óxido de manganeso y la pintura blanca
por yeso. Es posible que la materia prima haya provenido de las laderas del volcán Tres
Vírgenes, donde se han encontrado grandes cantidades de óxido de hierro y yeso, aunque
aún no se sabe la procedencia del manganeso. La identificación de los aglutinantes,
posiblemente la goma de una antigua planta, resulta difícil debido a que se tratan de
materiales que se deterioran fácilmente. Sin embargo, aunque no se ha identificado el
componente específico, los resultados de los análisis realizados hasta ahora muestran la
presencia de un material orgánico dentro de la mezcla del pigmento.
Teorías antropológicas
Contenido
Introducción………………………………………………………………………….....3
Evolucionismo………………………………………………………………………….4
Particularismo histórico……………………………………………………………….4
Funcionalismo……………………………….…………………………………………5
Estructuralismo………………………………………………………………………...6
Descripción densa…………………………….……………………………………….7
Antropología política…………………………………………………………………..7
Antropología urbana…………………………………………………………………..9
Conclusiones…………………………………………………………………………..9
INTRODUCCION
La antropología es una ciencia muy joven, sus orígenes están desde hace un
par de siglos atrás. Es una disciplina social que estudia las relaciones a través
de procesos culturales.
En este ensayo se abordaran las diferentes ideologías, pensamientos y
escuelas que han propuesto diversos personajes. Primeramente, veremos la
teoría evolucionista con sus autores correspondientes: Spencer, Lewis Morgan
y Edward Tylor, donde analizare y criticare sus propuestas taxonómicas.
Enseguida la propuesta del particularismo histórico de Franz Boas en su
intento de cientificar al estudio antropológico por medio del trabajo de campo o
etnografía y la teoría particularista del desarrollo cultural.
Después, la teoría funcionalista de Malinowski y la funcionalista–estructural de
Radcliffe Brown, donde se expondrá brevemente las propuestas pragmáticas
para entender a la sociedad a través de sus componentes individuales y
colectivas. Y la práctica del trabajo de campo como fundamental de estas
investigaciones.
Continuamos con el estructuralismo liderado y propuesto por Claude Levi
Strauss y su concepción de la sociedad totalmente radical a sus antecesores.
Es Strauss un verdadero científico que parece ofrecer una de las teorías más
razonables y aceptables para la explicación de la sociedad.
Prosiguiendo con la teoría interpretativa de la cultura del filosofo Clifford Geertz
y su concepción de los símbolos y significados de los actos humanos. En esta
teoría se analizara la concepción de Geertz referente a los hechos sociales.
Al final se expondrá y criticara brevemente sobre dos estudios específicos de la
antropología social, estos son: la antropología urbana y la antropología política;
la primera dedicada a descubrir la nueva cultura que se crea en las ciudades
por la interacción de diversos grupos étnicos; y la segunda dedicada al estudio
del poder en las sociedades especialmente de la política y de lo político.
Todo el anterior proceso es resultado del desarrollo de la concepción de la
cultura que nos ofrece la antropología y se trata de abarcar lo más posible,
para entender su esencia, aunque sea generalmente. Ya que estoy convencido
de que la antropología hay que estudiarla más profunda para poder descubrir la
riqueza intelectual y espiritual que posee.
EVOLUCIONISMO
La teoría evolucionista nos trata de dar a explicar la situación actual de la
sociedad, los pioneros de esta teoría como son Herbert Spencer, Lewis Morgan
y Edward Tylor que se apoyaron en datos de dudosas fuentes y prejuicios
individuales.
Dando como resultado obras como The principles of sociology (1864) de
Spencer, que su obsesión fue explicar la naturaleza por medio de una analogía
con un organismo biológico como base para el entendimiento del globo social.
Para lo cual invento el término “supervivencia de los más dotados” como parte
de su concepción clasificatoria.
El evolucionismo unilineal de Morgan donde se concluía que cada sociedad
debía pasar por un mismo proceso evolutivo para poder alcanzar la llamada
“civilización”. Para la cual hizo una taxonomía discriminante y racista de los
seres humanos. Morgan considera a la tecnología y la economía para
entender a la sociedad, la cual podemos encontrar en Ancient Society (1877)
donde se atreve a expresar su pensamiento de las etapas evolutivas como son
salvajismo, barbarie y civilización. Que no son más que muestras de la
distinción de los seres humanos y un intento por considerar a la comunidad
europea como la sociedad civilizada.
Tylor en su obra Primitive Culture (1871) expone que a partir del desarrollo de
un cultura como evolución. Toma en consideración la parte de la religión de las
sociedades como animismo, politeísmo y monoteísmo.
Las teorías evolucionistas de estos tres personajes son perjudiciales e
inadmisibles para el pensamiento actual. Ya que expusieron sus pensamientos
sin tomar en cuenta el conocimiento académico base para proponer sus
hipótesis. Inclusive estos tres autores no tenían un conocimiento mínimo
académico en la materia.
El evolucionismo trata de ofrecernos un camino fijo a seguir para llegar a la
civilización, que estos autores entendían por civilización a una supuesta cultura
desarrollada. Sus ideas raciales, taxonómicas y progresivas no son hoy
fundamento para entender a la sociedad.
Actualmente tenemos un problema con las comunidades del planeta, que nos
ha llevado a hacer una clasificación de países desarrollados y
subdesarrollados, o con una visión esperanzadora: en vías de desarrollo. Esta
clasificación nos lleva únicamente a la distinción por medios materiales. Pero
olvidamos algo muy importante nuestra mente, todos los seres humanos somos
capaces física e intelectualmente de superarnos y obtener un conocimiento
mayor, este conocimiento debe de ser principalmente de la razón del ser social
del cual somos parte.
No debemos de seguir haciendo diferencias de niveles del supuesto “desarrollo
social” a través de medios netamente materiales. Lo que rescataría de esta
propuesta evolucionista es que el inicio de la antropología social a manera del
primer paso para todo el proceso de la teoría antropológica.
PARTICULARISMO HISTORICO
Esta nueva propuesta teórica, va totalmente contra la práctica comparativa de
Spencer y la taxonomía del evolucionismo. Franz Boas intenta realizar un
trabajo más cercano a la realidad, por lo que se empeña a hacer trabajo de
campo o más conocido como etnografía. De igual forma expone las
limitaciones del método comparativo, sobre todo en analogías; donde Boas
mantiene su posición al afirmar que no es posible explicar todas las culturas
por la similitud de la mente humana.
Define Franz Boas, que todas las culturas son iguales y que no existen culturas
inferiores y superiores.
La denominación de particularismo histórico es porque según Boas, cada
cultura de una comunidad es particular y está en esa situación debido a su
propia historia, entonces cada cultura se desarrolla a su propio ritmo en su
mismo espacio. Esta propuesta me lleva a considerar a que Boas tenía un
pensamiento etnocentrista, ya que a su juicio todo giraba alrededor de una
cultura, es entonces afirmar que todas las sociedades o comunidades se
consideraran el centro del universo.
Es fundamental mencionar también una pequeña contradicción al hablar del
relativismo cultural, que Boas no cree y niega que haya una cultura que sea
universal y absoluta; es decir que todas las sociedades tengan que seguir un
proceso para llegar a ser consideradas “civilizados”.
Si bien es cierto, Boas aporta a la teoría antropológica, pero se limita de igual
manera a la teoría evolucionista, al tratar también de explicar la situación actual
de la sociedad. No podemos explicar a una cultura si tomamos en cuenta solos
los factores particulares; sino que debemos de tomar en cuenta los factores
exteriores y el entorno en el cual interactúan. Entonces es difícil encontrar una
cultura tan particular como propone Franz Boas, lo que si estoy de acuerdo con
Boas es que es el primero en descartar una taxonomía racial como las
propuestas marginalistas del evolucionismo.
Simplemente el particularismo histórico no es aplicable hoy día.
FUNCIONALISMO
El funcionalismo, la cual entiendo por una teoría pragmática que pretende
explicar las relaciones sociales a partir de las funciones y actividades que
realizan los individuos.
Las funciones que realiza cada persona van a determinar a la sociedad; según
uno de los expositores del funcionalismo, Bronislaw Malinowski. Pero para
comprender esta nueva propuesta tenemos que hablar de Radcliffe Brown y del
llamado funcionalismo-estructural. Cuando hablamos de estructura hacemos
referencia a un organismo compuesto de diversas partes o unidades que tienen
funciones específicas.
Si consideramos a la sociedad como estructura, las unidades serian las
personas, quienes realizan un sin fin de actividades y entonces están
interrelacionados y estas funciones determinaran a la estructura. Brown
menciona que una estructura no se modifica por el cambio o reemplazo de sus
unidades, entonces la estructura permanece y es la que importa. Pero estos
autores nos plantean la idea de que todos los componentes de la estructura
están integrados; es decir se interactúan y relacionan armoniosamente.
Esta teoría parte de las actividades de los seres humanos, que como parte de
la sociedad no están completamente integrados y relacionados a las
necesidades sociales colectivas. El funcionalismo trata de representar estas
funciones por medio de las instituciones que no siempre están colaborando a
las necesidades y están internamente afectadas, entonces nunca vamos a
encontrar a una institución estructurada.
En una sociedad tan compleja como la del siglo XXI es difícil tratar de integrar
todas las funciones en la estructura y mucho menos decir que están
proporcionadas. Esto no significa que estructura y funciones no existan;
existen, pero no como la realidad que tratan de imponer y hacernos creer los
funcionalistas. No siempre todas las actividades que realizamos los seres
humanos están en interacción hacia un fin social, sino que muchas de nuestras
actividades están orientadas a afectar a la sociedad y destruirla. Entonces no
existe un funcionalismo neto de la sociedad y mucho tratar y aventurarnos a
explicar la esfera social. En un principio de la teoría funcionalista parece ser la
correcta o la más adecuada, pero no es así. La cultura no es solo los hechos
pragmáticos sino también los hechos intangibles donde las personas
representamos en papel importante. La intención no es hablar materialmente,
es hablar también espiritualmente de la esencia de la cultura como producto de
la mente humana.
ESTRUCTURALISMO
La teoría estructuralista la cual representa Claude Levi Strauss, es diferente a
la de los funcionalistas a pesar que se maneja el término: estructura. La
diferencia está en que la esencia del estructuralismo es que la estructura se
encuentra en la mente y no en la estructura social como manifiesta el
funcionalismo. Entonces hacemos referencia a un consiente o subconsciente
del pensamiento humano, el cual permite hacer uso de la razón. El
pensamiento esta ordenado y se requiere de un esfuerzo intelectual, a través
de la utilización del pensamiento para que sea a partir de la razón podamos
entender a la cultura y a la sociedad. No intento exponer un relativismo del
pensamiento humano, sino; que nuestra mente crea un conocimiento capaz de
reflejarse en la cultura que hemos hecho. Nuestro cerebro es semejante
físicamente hablando; pero es la razón que va a diferir entre los individuos ya
que no todos pensamos igual. Podemos tener fines comunes para lo que
necesitamos de un acuerdo entre las personas y que las diferencias del
razonamiento se reduzcan lo más posible para alcanzar las metas sociales.
Con esta propuesta permite acomodar a los seres humanos en un nivel
balanceado donde la taxonomía social a dejado ser importante y ha sido
desplazada completamente, por el conocimiento sapiente de la mente humana.
Todos los seres humanos pensamos desde que se defino el homo sapiens
sapiens, por lo que no se puede llevar a cabo una clasificación del ser social
como “primitivos” o “civilizados” solo por el lugar donde habitan o el tiempo en
el que habitaron una zona. Ya que si hablamos de época antigua donde los
seres humanos podían ya razonar igual que nosotros hoy día, y es importantes
acabar con la taxonomía selectiva del decadente evolucionismo, ya que no hay
diferencias en la estructura de la mente humana.
La estructura está construida en nuestra mente y la expresamos por medio de
códigos binarios: bueno-malo, blanco-negro, duro-suave, etc. Dichos códigos
son resultados para la representación del raciocinio en la sociedad, las
imágenes que están ya formuladas en nuestro pensamiento la decodificamos
en la realidad. Como seres humanos no podemos guardar estos códigos en el
razonamiento, si no que las trasladamos a nuestras actividades cotidianas.
El estructuralismo permite analizar la cultura y la sociedad a partir del
pensamiento y es ahí, en la mente; donde todo lo que identificamos por cultura
se ha producido. Esta propuesta no es subjetiva; es todo lo contrario: objetiva
ya que su fin es descubrir la realidad social que es compleja de comprender.
DESCRIPCIÓN DENSA
Esta nueva propuesta de 1993 aproximadamente es producto del
conocimiento y la forma en que Clifford Geertz tenía sobre la vida y la cultura.
En sus escritos hace valer su ilustración en filosofía, que nos hace exponer su
teoría desde un punto descriptivo de los hechos sociales.
La descripción que nos propone Geertz es que el antropólogo tiene que hacer
una descripción de la cultura a través de los símbolos y significados. Y ratifica
especialmente en la etnografía, el antropólogo cuando estudia aun pueblo hace
etnografía, pero esta etnografía es en muchas ocasiones de una descripción
superficial que solo observa datos, anécdotas y relaciones narrativas las
cuales solo nos cuentan que está ocurriendo, pero no nos responden el porqué
ocurre y él para que ocurre.
Es entonces que la etnografía debe hacer una descripción e interpretar a los
actos sociales mediante la interpretación de los símbolos y sus significados
para cada individuo que forma parte de la sociedad.
El antropólogo tiene la tarea de buscar los símbolos e interpretarlos, tiene que
buscar significados que ayuden a darle sentido al mundo y a la vida. Y tiene
también la tarea difícil de leer, traducir e interpretar a la cultura de la sociedad,
cosa que en su totalidad es imposible pero se puede hacer en gran mayoría.
La concepción de Geertz sobre las expresiones de la cultura es aceptable,
porque justifican los hechos sociales. Sin embargo podría caer en un
relativismo estándar para la sociedad. En lo que no es siempre aplicable ya
que hay que tomar en cuenta otros factores de expresión.
A diferencia de Strauss, Clifford Geertz critica que la estructura está en la
mente, aunque tampoco lo descarta, para decir entonces que la cultura es un
conjunto de símbolos con un significado social y colectivo.
Nuestros actos son símbolos que tienen una finalidad, llevan un significado y
las otras personas las interpretan para poder entendernos. Y se puede decir
que este tanto es una forma de vivir como una forma de la interpretación de la
cultura. Y lo que la antropología tiene que hacer una descripción densa de
nuestras relaciones humanas. La descripción densa esta en busca del fondo y
no de la superficie cultural que poseemos, para alcanzar este objetivo es
necesario hacer un gran esfuerzo intelectual que nos permita comprender a la
sociedad, el mundo y darle sentido a nuestra vida.
ANTROPOLOGIA POLITICA
En el estudio de la sociedad que hace la antropología no se podía escapar a
la política. Es la política parte fundamental en la estructura social de la
organización y mantenimiento mismas. En la cultura siempre vamos a
encontrar seres humanos organizados comúnmente llamados sociedades. En
estas sociedades donde siempre va haber un líder que corresponda a los
intereses de sus gobernados.
La antropología tendrá como objetivo escribir y exponer las relaciones
sociales que se dan en la cuestión del poder en las personas que aspiran a
ocupar un cargo público. La política siempre será característica de un acto
público que conlleve a involucrar una cantidad de personas y no de carácter
individual.
Por política hay que entender a las acciones más practicas de las cuestiones
publicas y la forma en que la sociedad se organiza ya sea a través de un
estado, una junta colegiada etc. En la cual se pueda apoyar para su beneficio
común. Y lo político seria los medios y apoyos para que se alcance la
realización de la política.
La situación del poder no necesariamente la podemos constar de un estado,
si no en una familia, en la iglesia, en una empresa, en un salón de clase;
donde haya una persona o un grupo de personas tiene el control sobre el
resto de las personas, están tienen que someterse al régimen
gubernamental.
Llegar al poder es una cuestión de actitud y uso del esfuerzo intelectual,
sobre el uso de la fuerza. Por lo que quienes llegan al poder es mas por
viveza que por uso de la violencia.
La cuestión política hay que decirla no es armoniosa con sus integrantes,
políticos y gobernados. Ya que en la mayoría de sus acciones los políticos
imponen sus intereses personales sobre los intereses colectivos.
Se supone que la política debe a ser utilizada para obtener metas comunes
a beneficio de la sociedad, pero lamentablemente los únicos beneficios son
de la clase política y de los políticos.
Es necesario el estudio de la política por parte de la antropología, ya que es
la disciplina antropológica quien nos dará a conocer la verdadera esencia de
lo que se llama cultura política, que generalmente encontramos en
comunidades indígenas con sus gobiernos tradicionales. Y no la politiquería
populista y descalificadora de los partidos.
ANTROPOLOGIA URBANA
La cultura que se ha desarrollado en la ciudad es resultado de la convivencia
e interacción de varios grupos étnicos. La antropología se aventura para
descubrir la cultura que existen en las ciudades.
Hace uso de la metodología etnográfica para descubrir a ciertos grupos
sociales que viven en las ciudades, por ejemplos obreros, pobres, ricos,
organizaciones de jóvenes: skatos, punk etc.
Donde la cultura es muy diferente a la sociedad rural. Diferente en el sentido
de forma de vida, no de superioridad, que no preste a mal interpretaciones.
La antropología actualmente ha apoyado a entender los problemas sociales
que aquejan a las ciudades y ayudar a resolverlos en conjunto con otras
disciplinas y ciencias al beneficio de la sociedad. Esta es una de las grandes
virtudes que nos proporciona la antropología social. Tales problemas como
migración, pobreza urbana, salubridad, socialización, educación que está
dando por la acumulación de las personas en las grandes ciudades.
Y la antropología tiene que exponer todas la expresiones de la cultura
urbana, como; música, arte, grafitis, lenguaje vulgar o coloquial, etc. Que nos
habla de una forma de vida. Una forma de vida intercultural.
CONCLUSIONES
Este pequeño ensayo fundamentalmente me ha servido para comprender a la
sociedad y su cultura, para entendernos entre seres humanos. El hecho de
conocer generalmente de que trata a la antropología y para que nos pueda
ser útil es importante más para nuestra vida.
En el evolucionismo por ejemplo, no estoy de acuerdo ya que es la esencia
de la diferenciación entre los mismos seres humanos, pero es necesario
Teorías antropológicas 2007
10 JUAN CARLOS LOPEZ LOPEZ/NK6 CORPORATION
considerar que fue la primera escuela, si a si se la puede llamar, para el inicio
de las teorías y propuestas de la antropología.
De igual forma comparto algunas ideas de Franz Boas, en su ataque al
evolucionismo en el cual él propone que todas las sociedades somos iguales
en el sentido de que no existen seres humanos superiores a otros. Ya que
nuestra composición física es similar. Pero es prudente decir que las únicas
diferencias entre los seres humanos son los hábitos y formas de vida.
Esas diversas formas de vida no pueden conformar a una estructura donde
todo parece estar íntimamente integrado e interactúan armoniosamente
como proponen los funcionalistas, esas diferencias provocan conflictos y
violencia entre la personas. Así que los funcionalistas basándose en
actividades individuales para formular una estructura no son aceptables.
Para llevar la cultura a una situación superior, Strauss nos plantea a su
estructuralismo de la mente humana, que es esta última, la mente donde
todo lo que hoy se conoce como cultura, la productora del conocimiento, es
entonces la mente humana el semillero de la cultura que nosotros
poseemos. Pero todo lo que nosotros hacemos tiene un porque, un objetivo
que nosotros podemos descubrir a través de la interpretación de los actos.
Según la propuesta de Geertz, los símbolos poseen un significado para la
sociedad y para entenderla hay que hacer una descripción densa como
Geertz nos propone.
Por último se vieron dos de las antropologías especiales como la
antropología política, y la urbana, las cuales se dedican a estudiar relaciones
especificas dentro de la sociedad.
Como anteriormente hice mención a la antropología no se la podía escapar
estas dos situaciones, la política y lo urbano. Y así hay varias como la religión,
la aplicada, de la pobreza, etc. Por lo que espero que nos deje algunos temas
a las demás ciencias sociales y que no vayan a cometer el error de tratar de
explicarlo todo porque es sencillamente imposible.
Me gustaría una antropología que no dependa de la sociología por ejemplo ya
que esto le puede ocasionar un gran desprestigio.
Y que la antropología social en base a sus teorías pude justificar o llegar a
legitimar ciertas diferencias sociales de personas, es lo que temo. Entonces
es momento de esperar que nos depare la antropología como emocional y
material; lo material es lo importante para mí persona.
“No hay que llamar ciencia más que al conjunto de formulas que siempre
tienen éxito. Todo el resto es literatura” Paul Velery.
Hominidae
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?
Homínidos
Pan troglodytes
Clasificación científica
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Mammalia
Orden:
Primates
Suborden:
Haplorrhini
Infraorden:
Simiiformes
Parvorden:
Catarrhini
Superfamilia: Hominoidea
Hominidae
Gray, 1825
Shoshani; Groves et.
al., 1996
Familia:
Subfamilias


Ponginae
Homininae
Los homínidos (Hominidae) son una familia de primates hominoideos, que incluye al hombre y
sus parientes cercanos, orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos.
Contenido
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




1 Amplitud de la familia
2 Morfología
3 Clasificación
o 3.1 Especies actuales
o 3.2 Especies extintas
4 Referencias
5 Enlaces externos
Amplitud de la familia [editar]
En la clasificación tradicional, Hominidae estaba compuesta exclusivamente por primates bípedos
(géneros Homo, Australopithecus, Paranthropus, etc.). Actualmente, según la taxonomía cladística
cuyo uso se está imponiendo en primatología, los Hominidae incluyen además a los grandes simios
(gorilas, chimpancés, orangutanes) anteriormente clasificados en la familia de los póngidos. En la
mayor parte de los trabajos científicos actuales, los homínidos bípedos son ahora clasificados en la
subtribu Hominina.
Por tanto existe una cierta confusión de términos:


Hominidae. Castellanizado como homínidos. Antes incluía sólo los primates bípedos y
ahora también a los grandes simios.
Hominina. Castellanizado como homininos. Solo incluye a los Hominidae bípedos. Por
tanto, este es el término más adecuado para designar a los seres humanos actuales y todos
los fósiles de nuestra propia línea evolutiva, desde que se produjo la separación con la línea
del chimpancé hace unos seis millones de años; así, todas las especies que caminaron de
forma erguida reciben el nombre de homininos.
Estudios realizados con técnicas moleculares del ADN indican que los chimpancés, gorilas y
humanos forman un clado, con los orangutanes un poco más separados filogenéticamente. Los
integrantes no humanos actuales de esta familia se encuentran en África ecuatorial, Sumatra y
Borneo. Sin embargo se han encontrado fósiles de homínidos en Europa y diversos lugares de Asia
y África, procedentes del Mioceno (cerca de 20 millones de años antes del presente).
Morfología [editar]
Skulls of an orangutan and a gorilla
Los homínidos son los primates más grandes, con un peso que oscila de 48 kg a 270 kg. En general,
los machos son mayores que las hembras, con cuerpos robustos y brazos bien desarrollados. Tienen
numerosas diferencias con respecto al esqueleto de los otros primates, especialmente relacionadas
con su porte vertical.
Todos los miembros de esta familia tienen cerebros relativamente grandes y complejos. Tienen las
narinas próximas una da otra y orientadas hacia el frente y hacia abajo. La fórmula dental es la
misma en todos los miembros de este grupo: 2/2, 1/1, 2/2, 3/3 = 32.
Los homínidos son omnívoros, pero la base de su alimentación suelen ser los vegetales. Otra
característica es la complejidad de su comportamiento social, expresión facial y vocalización
compleja. Todos construyen nidos o refugios y cuidan mucho a sus crías durante un largo período;
las hembras tienen generalmente una cría en cada gestación.
Clasificación [editar]
Especies actuales [editar]
Diferencias entre pares de bases del ADN de los homínidos
Árbol filogenético de los homínidos
Las siete especies vivientes de grandes simios se clasifican en cuatro géneros. La siguiente
clasificación es la más aceptada:1

Familia Hominidae: humanos y otros grandes simios; géneros y especies extintas
excluidos.1
o Subfamilia Ponginae
 Género Pongo
 Pongo pygmaeus - orangután de Borneo
 Pongo pygmaeus pygmaeus
 Pongo pygmaeus morio
 Pongo pygmaeus wurmbii
 Pongo abelii - orangután de Sumatra
o Subfamilia Homininae
 Tribu Gorillini
 Género Gorilla
 Gorilla gorilla
 Gorilla gorilla gorilla
 Gorilla gorilla diehli
 Gorilla beringei
 Gorilla beringei beringei
 Gorilla beringei graueri
 Tribu Hominini
 Género Pan - chimpancés
 Pan troglodytes - chimpancé común
 Pan troglodytes troglodytes - chimpancé central
 Pan troglodytes verus - chimpancé africano occidental
 Pan troglodytes vellerosus - chimpancé de Nigeria
 Pan troglodytes schweinfurthii - chimpancé oriental
 Pan paniscus - bonobo
 Género Homo
 Homo sapiens - ser humano
Pongo
pygmaeus
Pongo abelii
Gorilla
gorilla
Gorilla
beringei
Pan
troglodytes
Pan
paniscus
Homo
sapiens
Especies extintas [editar]
Adicionalmente a las especies y subespecies anteriores, los arqueólogos, paleontologos, y
antropólogos han descubierto numerosas especies de grandes simios extintas. La siguiente lista
contiene algunos de los géneros de estos descubrimientos.

Subfamilia Ponginae (o Pongidae)
o Gigantopithecus†
o Sivapithecus†
o Lufengpithecus†
o Ankarapithecus†
o Ouranopithecus†

Subfamilia Homininae (o Hominidae)
o Homo – Antecesores directos del los humanos modernos
 Homo habilis†
 Homo rudolfensis†
 Homo ergaster†
 Homo georgicus†
 Homo erectus†
 Homo cepranensis†
 Homo antecessor†
 Homo heidelbergensis†
 Homo rhodesiensis†
 Homo neanderthalensis†
 Homo sapiens
 Homo sapiens idaltu†
 Homo floresiensis†
o Australopithecus†
 Australopithecus anamensis†
 Australopithecus afarensis†
 Australopithecus garhi†
 Australopithecus africanus†
 Australopithecus bahrelghazali†
o Paranthropus†
 Paranthropus aethiopicus†
 Paranthropus robustus†
 Paranthropus boisei†
o Ardipithecus† (status como homínino altamente discutible)
 Ardipithecus kadabba†
 Ardipithecus ramidus†
o Oreopithecus†
o Sahelanthropus†(estatus como homínido altamente discutible)
o Orrorin†
o Kenyanthropus†
Gigantopithecus
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Gigantopthecus
Rango fósil: Pleistoceno
Inferior - Medio
Modelo de un Gigantopithecus.
Clasificación científica
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Mammalia
Orden:
Primates
Familia:
Hominidae
Subfamilia: Ponginae
Gigantopithecus †
Género:
von Koenigswald,
1935
Especies


Gigantopithecus blacki †
Gigantopithecus
bilaspurensis †
Gigantophitecus es un género extinto de primates hominoideos que existió desde hace un millón de
años hasta hace 300.000 (Pleistoceno Inferior a Medio), habitando los actuales países de China,
India y Vietnam y pudiendo haber convivido con Homo erectus en Asia sudoriental. Las evidencias
fósiles sugieren que Gigantopithecus fue el primate más grande que habitó el planeta.
Probablemente haya sido cuadrúpedo y herbívoro, con una dieta similar a la del panda gigante
basada en el bambú, y posiblemente suplementada con frutas de estación.
Aunque se desconoce el porqué de la extinción de Gigantopithecus, se supone que las razones
principales fueron los cambios climáticos y la competencia por los recursos con especies mejor
adaptadas (pandas u hombres primitivos).
Basados en la escasa evidencia de la cual disponemos (básicamente enormes molares y dientes de
aproximadamente 2,5 cm de ancho, recolectados de tiendas de medicina tradicional china, pero
claramente genuinos), Gigantopithecus debe haber medido 3 metros de altura, y pesado de 300 a
500 kilogramos. 2 o 3 veces el tamaño de un gorila, aunque sus parientes vivos más cercanos serían
los orangutanes. Esta estimación se basa en el cociente cabeza–esqueleto, en los primates conocidos
actualmente.
Fue el paleontólogo alemán Ralph von Koenigswald quien halló el molar mencionado, en Hong
Kong durante el año 1935. Enseguida reconoció que se trataba de una especie de simio gigante, a
cuyo estudio se abocó durante los siguientes cuatro años. Durante la Segunda Guerra Mundial Von
Koenigswald fue tomado prisionero, lo cual interrumpió su investigación.
Durante años la medicina china ha trabajado con estos fósiles, conocidos como "huesos de dragón".
El valor económico que poseen ha llevado a que los habitantes de estas regiones los recolecten
produciendo su desaparición de muchos sitios donde podrían haberse encontrado.
Algunos criptozoólogos han postulado que los seres legendarios conocidos en distintas geografías
como Yeti, o Piegrande podrían ser variedades de Gigantopithecus que habrían sobrevivido hasta el
presente.
Sivapithecus es un género extinto de primates homínidos del Mioceno. Sus fósiles, datados entre
12,5 a 8,5 millones de años de antigüedad, han sido hallados desde el siglo XIX en Siwalik Hills, en
lo que actualmente es India y Pakistán. Cualquiera de las especies de este género podrían ser
ancestros del orangután moderno.
Contenido
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1 Especies
2 Ascenso y caída del Ramapithecus
3 Referencias
4 Véase también
Especies [editar]
En la actualidad se reconocen generalmente tres especies. Los fósiles de Sivapithecus indicus datan
de 12,5 a 10,5 millones de años de antigüedad aproximadamente. Sivapithecus sivalensis vivió hace
9,5 a 8,5 millones de años. En 1988 fue descrita una tercera especie, significativamente más grande,
llamada Sivapithecus parvada (datada en alrededor de 10 millones de años de antigüedad).
En 1982, David Pilbeam publicó una descripción de un significativo fósil descubierto —gran parte
de la cara y la mandíbula de un Sivapithecus. El espécimen presentaba muchas similitudes con el
cráneo del orangután, lo que reforzó la teoría (sugerida previamente por otros) de que el
Sivapithecus está estrechamente relacionado con los orangutanes.
Ascenso y caída del Ramapithecus [editar]
Los especímenes de Siwalik que fueron asignados una vez al género Ramapithecus se consideran
ahora por la mayoría de los investigadores pertenecientes a una o más especies de Sivapithecus.
Ramapithecus ya no se reconoce como un probable antecesor de los humanos.
Los primeros especímenes incompletos de Ramapithecus fueron encontrados en Nepal, a orillas del
rió Tenau, en la parte occidental del país, en 1932. Su descubridor (G. Edward Lewis) reivindicó
que la mandíbula era más parecida a la humana que ningún otro simio fósil conocido hasta
entonces. En la década de 1960 esa reivindicación fue retomada. Por entonces, se creía que los
ancestros humanos habían divergido de los otros simios 15 millones de años atrás. Los estudios
bioquímicos cuestionaron esta visión, sugiriendo que hubo una división temprana entre los
ancestros del orangután y los ancestros comunes de chimpancés, gorilas y humanos. Los humanos
se habían separado de los grandes simios africanos hace alrededor de cinco millones de años, no 15
ó 25 millones.
Mientras tanto se descubrieron especímenes más completos de Ramapithecus, en 1975 y 1976, los
cuales mostraban que eran menos parecidos a los humanos de lo que se había pensado. Se
empezaron a ver cada vez más como Sivapithecus; nótese que el nombre más antiguo tiene
prioridad. Pudiera ser que Ramapithecus fuese simplemente la hembra de Sivapithecus.
Definitivamente eran miembros del mismo género. También es probable que se hubieran separado
ya del ancestro común de chimpancés, gorilas y humanos, aunque aún no se han hallado fósiles de
ese presunto ancestro.
Lufengpithecus es un género de simio extinto perteneciente a la subfamilia Ponginae.
Contiene cuatro especies:
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Lufengpithecus lufengensis
Lufengpithecus yuanmouensis
Lufengpithecus keiyuanensis
Lufengpithecus chiangmuanensis
Lufengpithecus lufengensis es un fósil de simio recuperado de lignito (carbón blando) en la
localidad Shihuiba en el Condado de Lufeng, Yunnan, China, que data de la última etapa del
Mioceno. Originalmente se pensó que representaban dos especies distintas,Sivapithecus
yunnanensis, se cree que es un antepasado de Pongo (orangutánes), y Ramapithecus lufengensis se
cree que uno de los primeros ancestros de los humanos. El reconocimiento en la década de 1980 que
los fósiles de "Ramapithecus" eran mujeres de Sivapithecus llevó a la creación del nuevo género y
especie lufengensis Lufengensis para dar cabida a la gran colección de fósiles de homínidos
recuperados en Lufeng en la década de 1970. La especie fue reconocida a tener un muy alto grado
de dimorfismo sexual, comparable al observado en los Cercopithecinae. Los restos fósiles de
Shihuiba incluyía un número relativamente completo, pero cráneos severamente aplastados de
ejemplares de ambos sexos.1 2
En os 80 y 90 fósiles similares fueon excavados en un gran número de localidades de Yuanmou,
Yunnan, China, generalmente atribuidos a nuevas especies L. yuanmouensis. Los especímenes
incluían un alto número de dientes, mandíbula y fragmentos maxilares y el esqueleto facial de un
ejemplar joven, comparable en edad dental al famoso Taung Child australopithecina en Sudfrica.
El material de los homínidos anteriores recogidas en la década de 1950 en el sitio de la mina de
carbón Keiyuan en Yunnan y atribuido a keiyuanensis Drypopithecus fue asignado posteriormente a
L. keiyuanensis.
Un fragmento mandiblular único con P4 y M1 en el sitio de Longgupo en Sichuan, China,
originalmente asignados al género Homo, se ha afirmado ser similar al Lufengpithecus lo que
sugiere que el género puede haber sobrevivido hasta tan recientemente como dos millones de años,
posiblemente solapándose con Gigantopithecus y Pongo antiguos en la región (Etler et al. 2001).
Como el Sivapithecus, el Lufengpithecus tiene un esmalte molar grueso y dientes caninos
relativamente bajos, especialmente en las mujeres. Los premolares inferiores tienen a veces una
tercera cúspide, que denota un cambio de su función principal como cortar los dientes en otras
especies de simios.
Una especie relacionada de Tailandia, Lufengpithecus chiangmuanensis, ha sido recientemente
descubierta. De esta especie es conocida sólo los dientes, pero estos parecen ser intermedias en la
morfología entre Sivapithecus y los últimos orangutanes. A 10 millones de años, los fósiles pueden
ser ancestros comunes con los Pongos.(Chaimanee et al. 2003).
Ankarapithecus meteai es un primate extinto del género Ankarapithecus. Es un simio prehistórico
comedor de futa, cuyos fósiles fueron encontrados en Ankara, Turquía, primero en los años 50, y
más tarde en los 90.1 It is the only known member of its genus, which has similar properties to
Sivapithecus.
Ouranopithecus macedoniensis es una especie extinta de primate homínido cuyos fósiles fueron
hallados en Grecia y que data del Mioceno tardío. Basados en la anatomía facial y dental de O.
macedoniensis es posible que este especie fuera un dryopithecino. Sin embargo, O. macedoniensis
parece estar más estrechamente relacionado con la subfamilia Ponginae a la cual pertenecen los
orangutanes, mientras que la mayoría de los Dryopithecinae están más emparentados con los
grandes simios, ubicados en la subfamilia Homininae, mientra que unos pocos consideran que
debería ubicarse por fuera del clado de los simios. Un rasgo distintivo que Ouranopithecus
comparte con los humanos y otros modernos simios africanos es el seno frontal, una cavidad en la
frente.
Morfología [editar]
O. macedoniensis tiene una cara grande y amplia con un torus supraorbital prominente. Esta
característica hace que sus órbitas oculares en el cráneo tengan una forma algo cuadradas. O.
macedoniensis podría hacer tenido un tamaño de cuerpo algo grande.
Los molares de O. macedoniensis tienen un esmalte dental grueso y cúspides bajas. El dimorfismo
sexual es muy evidente en los dientes. Los machos de O. macedoniensis tienen grandes caninos y
premolares bajos.
Dieta [editar]
Basedos en la superficie altamente picada del segundo molar de Ouranopithecus macedoniensis, se
asume que su dieta consistía de alimentos duros tales como nueces o tubérculos.
Homo habilis es la especie más antigua del género Homo. Vivió aproximadamente desde 2,5 hasta
ca. 1,44 millones de años antes del presente, al comienzo del Pleistoceno. El descubrimiento de esta
especie se debe a Mary y Louis Leakey, quienes encontraron los fósiles en Tanzania, África, entre
1962 y 1964. Está generalmente aceptado que Homo habilis es la primera especie del género Homo,
si bien hoy día algunos ponen en duda su pertenencia al género y ubican a Homo rudolfensis en el
primer lugar.
Su nombre significa "hombre habilidoso" y hace referencia al hallazgo de instrumentos líticos
confeccionados por éste. Se han realizado estudios detallados de los restos óseos de sus manos para
verificar si realmente sería posible que este Homo los hubiera realizado. Los científicos concluyeron
que era capaz de prensión de agarre para realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de
utensilios de piedra; probablemente,era carnívoro oportunista.
Se observa en ellos un importante incremento en el tamaño cerebral con respecto a
Australopithecus, que se ha calculado entre 650 cm³ y 800 cm³, en el cráneo aplastado "1470",
encontrado en Koobi Fora.
Los restos se han hallado en Kenia, en la localidad de Koobi Fora y en Tanzania, en la conocida
Garganta de Olduvai.
Contenido
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1 Características físicas
o 1.1 Diferencias con los australopitecinos
o 1.2 Homo habilis y Homo erectus
2 Principales yacimientos y restos fósiles
3 Referencias
4 Véase también
5 Enlaces externos
Características físicas [editar]
Las principales características son las siguientes: Cráneo más redondeado.
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Incisivos espadiformes.
Molares grandes y con esmalte grueso.
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Ausencia de diastema.
Foramen magnum (hueco occipital) ubicado más hacia el centro.
Rostro menos prognato que los australopitecinos.
Incisivos más grandes que los australopitecinos.
Cara corta.
Dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún utilizaban los árboles.
La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la pelvis que tiene como
consecuencia un adelanto de los partos (lo cual implica prematuración del neonato, un
mayor tiempo dedicado a la crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes
que potencialmente coadyuvan al desarrollo de una cultura).
Mayor capacidad neurocraneana 650 cm³.
Diferencias con los australopitecinos [editar]
Analizando algunos de los restos óseos recuperados se puede reconocer que se trata de una especie
con un aspecto mucho más humano que el encontrado en los australopitecinos. La cabeza del fémur
es más grande, corta y redondeada. También la pelvis tiene un aspecto más moderno.
Su altura era similar a Australopithecus africanus, de unos 1'3 m, así como su peso, calculado en 40
kg, aproximadamente.
Homo habilis y Homo erectus [editar]
Hallazgos realizados en el noreste africano (zona del lago Turkana) por Louise y Meave Leakey
(hijas de Louis y Mary Leakey) publicados en el 2007 aproximan la existencia del Homo habilis a
fechas más recientes: hasta por lo menos 1.440.000 años antes del presente existieron Homo habilis,
tal datado implica que al menos por unos 500.000 años coexistieron en los mismos territorios los H
habilis y los Homo erectus, las investigadoras opinan que inicialmente no debieron haber existido
mayores conflictos entre las dos especies, sin embargo el crecimiento de la población de H erectus
habría terminado con una lucha en pos de los recursos de la cual habrían salido exitosos los H
erectus. Ese mismo hallazgo pone en duda – por otra parte– una filiación directa entre ambas
especies. Aunque hay autores como Erik Trinkaus que opinan que la convivencia no descarta que
los habilis sean ancestros directos de los erectus.1
Principales yacimientos y restos fósiles [editar]
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Kada Hadar (Etiopía)
Shungura-Omo (Etiopía)
Chemeron (Kenia)
Koobi Fora (Kenia)
o KNM ER 1805: 3 fragmentos de cráneo de un individuo adulto, datados en 1,74 Ma.
o KNM ER 1813: Craneo bastante completo de 510 cm³ de capacidad y datado en 1,9
Ma. Descubierto por Kamoya Kimeu in 1973.
(KNM ER 1470, interpretado inicialmente como H. habilis, está actualmente asignado a una
especie diferente, Homo rudolfensis).
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Garganta de Olduvai, (Tanzania)
o OH 7: Mandíbula inferior con 13 dientes, un molar inferior, dos parietales y 21
huesos de dedos, mano y muñeca izquierda. La capacidad craneal ha sido estimada
por diferentes investigadores entre 363 y 710 cm³. Los restos pertenecieron a un
macho joven, de 12 o 13 años y han sido datados en 1,75 Ma. Fueron descubiertos
por Jonathan y Mary Leakey en 1960. Homo habilis se describió en base a estos
restos en 1964 por Louis Leakey, Tobias y Napier.
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Fragmentos de mandíbula, maxilar y dientes de una posible hembra, datados en 1,7
Ma. Descubiertos por N. Mbuika en 1963.
o OH 24 (apodados Twiggy): Un cráneo, que se encontró muy deformado. Tras la
restauración se ha estimado una capacidad de algo menos de 600 cm³. Fue localizado
por Peter Nzube en 1968.
o OH 62: Conjunto de restos fósiles que incluyen de miembros superiores e inferiores,
descubiertos por Donald Johanson y Tim White en 1986.
Sterkfontein (Sudáfrica)
o STW 53: Un craneo, localizado en el "Miembro 5" y datado en 1,8 Ma.
Homo rudolfensis es una especie de hominino fósil, propuesta por Valerii P. Alexeev en 1986,1
cuyo espécimen tipo es el KNM-ER 1470,2 encontrado en Koobi Fora (orilla oriental del Lago
Turkana, antes lago Rodolfo), por Bernard Ngeneo, un miembro de equipo de Richard Leakey, en
1972.3 Alexeev lo designó en 1986 como Pithecanthropus rudolfensis, aunque quienes lo
consideran una especie distinta lo asignan al genero Homo o al género Australopithecus.
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1 Características
2 Antigüedad
3 Relaciones
4 Principales yacimientos
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
Características [editar]
Algunos paleoantropólogos dudan de que sea una especie diferente de Homo habilis, pero ésta es la
opinión dominante en la actualidad, debido a unas marcadas diferencias morfológicas, entre las que
hay que distinguir las siguientes: forma de la cara (principalmente en la región supraorbital y malar,
que presenta muy larga, profunda e inclinada hacia delante); medidas craneales en su conjunto (un
45% de las medidas que se compararon entre las dos especies superan el dimorfismo sexual de los
gorilas) y el volumen craneal (alrededor de los 750 cc, frente a los 500 cc del Homo habilis),
aunque en 2007 la capacidad craneana de Homo rudolfensis ha sido estimada por Timothy
Bromage, antropólogo de la Universidad de Nueva York en 526 cc.4 Asimismo, anatómicamente el
Homo rudolfensis tiene, respecto al Homo habilis, una cara más plana, unos dientes post-caninos
más amplios y con raíces y coronas más complejas y esmalte más grueso.
Antigüedad [editar]
El Homo rudolfensis habitó en un periodo de tiempo comprendido entre 2,4 (edad del espécimen
fósil UR 501) y 1,9 millones de años, en el este de África, por lo que se considera contemporáneo
del Homo habilis, así como de otros homínidos, como el Paranthropus boisei. Su área de dispersión
parece haber sido exclusivamente el este africano, por lo que muchos paleoantropólogos lo
consideran un endemismo.
Relaciones [editar]
A partir del descubrimiento del Kenyanthropus platyops (Meave Leakey, et al. 1999), se acepta que
Homo rudolfensis podría haber evolucionado a partir de Kenyanthropus; si bien existen otras
hipótesis sobre sus relaciones filogenéticas.
Finalmente, el hecho de la coexistencia de estas dos especies africanas (Homo rudolfensis y Homo
habilis), ha llevado a algunos autores a sugerir un interesante debate alrededor de la coexistencia de
dos especies inteligentes, pues parece estar clara la asociación de Homo habilis con las industrias
líticas de Olduvai y Homo rudolfensis con las del lago Turkana, que todavía no ha llegado a sus
últimas consecuencias.
El hallazgo de dos fósiles, un hueso de mandíbula de Homo habilis de 1,44 millones de años y un
cráneo de Homo ergaster de hace 1,55 millones de años, en el norte de Kenia, por un equipo de
expertos liderado por Meave y Louise Leakey, además de demostrar que ambas especies
coexistieron, ha dado nuevos argumentos para sostener la hipótesis según la cual, Homo ergaster
desciende de Homo rudolfensis. Algunos expertos sostienen que H. ergaster y H. rudolfensis fueron
especies hermanas descendientes de alguna otra que vivió en África, de 2 a 3 millones de años antes
del presente.5
Homo ergaster es un homínido extinto, propio de África. Se estima que apareció hace unos 2
millones de años, y desapareció hace 1 millón de años.
Sus primeros restos fueron encontrados en 1975 en Koobi Fora (Kenia); se trata de, al menos, dos
cráneos (KNM-ER 3733, tal vez femenino, y KNM-ER 3883)1 de hace 1,75 millones de años cuyo
cerebro tenía un tamaño estimado en unos 850 cm³. Luego, en 1984, fue descubierto en
Nariokotome, cerca al lago Turkana (Kenia), el esqueleto completo de un niño de unos 11 años,
1,60 m de estatura de y cerebro de 880 cm³, con una antigüedad de 1,6 millones de años; se conoce
como el niño de Nariokotome.
Homo ergaster, procede probablemente de Homo habilis y es básicamente la versión africana de
Homo erectus, del que es antecesor. Algunos especialistas consideran que pueden haber sido una
única especie, debido a su gran parecido anatómico, en cuyo caso tendría prioridad su
denominación como Homo erectus, pero parece asentarse la aceptación de dos especies diferentes.2
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1 Características
2 Comportamiento
3 Principales yacimientos
4 Véase también
5 Referencias
6 Enlaces externos
Características [editar]
Homo ergaster tiene un cráneo menos robusto y con toros supraorbitales menos acusados que los
Homo erectus asiáticos, y se asocia, en sus comienzos, a la Industria lítica olduvayense o modo 1,
para luego pasar a la achelense o modo 2.
A excepción del cráneo, tanto Homo erectus como Homo ergaster tienen una constitución física
bastante parecida a la del hombre actual, siendo similar en estatura, aunque en general son de
complexión más robusta y fuerte, y tienden a ser algo más anchos de caderas. Las proporciones de
piernas y brazos, ya son también totalmente modernas.
Comportamiento [editar]
Se especula que H. ergaster pueda ser el primer homínido con capacidad para el lenguaje
articulado; sin embargo la estructura de las vértebras del niño de Nariokotome parecen refutar tal
hipótesis.
Dentro de las hipótesis muy probables, se considera que los Homo ergaster pueden haber sido los
primeros homínidos en establecer relaciones sociales complejas precisamente facilitadas por los
primordios de lenguaje oral articulado que se veía acompañado por un gran cerebro capacitado ya
para elaborar rudimentarias abstracciones (como metáforas: si observaban la huella de un animal es
muy probable que rápidamente pudieran imaginar a qué animal correspondía tal huella, esto
posibilitado por el suficiente desarrollo de las áreas corticales prefrontales y frontales del cerebro
junto con las del lenguaje — véase lateralización—); los artefactos de la ya mencionada industria
lítica correspondientes a los H. ergaster son muy refinados. También se supone que son los
primeros ancestros de la humanidad cuya esclerótica blanca resultaba ya muy notoria haciendo
contraste con las pupilas, si esto ocurría es también probable que cada individuo Homo ergaster
pudiera establecer una primitiva teoría de la mente por la cual podría "intuir" los estados afectivos o
"anímicos" de sus congéneres observando las miradas de los mismos. Sin embargo también se
considera que no estaban capacitados como para tener una imaginación que les hiciera proyectar
pensamientos a futuro de largo plazo (de hecho el promedio de vida de los H. ergaster habría de ser
escaso y poquísimos individuos superarían los 20 años de edad).[cita requerida]
Homo georgicus es un especie de homínido establecida en 2002 a partir de los fósiles encontrados
un año antes en Dmanisi, en el Cáucaso, República de Georgia. Se considera intermedia entre el
Homo habilis y el Homo erectus y relacionada con el Homo ergaster. Los fósiles se han datado en
1,8 millones de años. El tamaño del cerebro se ha calculado entre 600 y 680 c.c. La estatura se ha
estimado en 1,5 m.
Fue encontrado primero gran parte de un esqueleto (Vekua et al., 2002; Gabunia et al., 2002).
Posteriormente ha habido otros tres hallazgos, incluido un cráneo completo (pero sin dientes, sólo
con el canino izquierdo) y además, se han encontrado asociados con los huesos, artefactos de piedra
y de percusión, que le permitían a esta especie cazar, matar animales y procesarlos. La condición de
cazador y no de carroñero ni de simple recolector y consumidor de alimentos blandos vegetales, del
Homo georgicus, ha sido establecida. El homínido de Dmanisi consumía carne, y este producto,
pudo haber sido la clave de la supervivencia de esta especie y de otros homínidos habitantes de altas
latitudes, sobre todo en invierno. (Lordkipanidze, D.).
Al parecer los cinco individuos del Dmanisi formaban una familia que se vio envuelta en una
erupción volcánica la que los obligó a penetrar en el abrigo, y luego murieron por asfixia debido a
las cenizas volcánicas. Esa es la explicación que se desprende del estudio de los estratos, y la razón
de por qué en este caso excepcional se encontró un número elevado de fósiles juntos que eran de
edades tan variadas.1
El Homo erectus es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de años y 300.000 años antes
del presente (Pleistoceno inferior y medio). Los H. erectus clásicos habitaron en Asia oriental
(China, Indonesia). En África, se han hallado restos fósiles afines que con frecuencia se incluyen en
otra especie, Homo ergaster; también en Europa, diversos restos fósiles han sido clasificados como
H. erectus, aunque la tendencia actual es a reservar el nombre H. erectus para los fósiles asiáticos.1
Era muy robusto y tenía una talla elevada, casi 1,80 m de medida. El volumen craneal era muy
variable, entre 800 y 1200 cc (la media fue aumentando a lo largo de su dilatada historia). Poseía un
marcado toro supraorbitario y una fuerte mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente
pequeños. Presentaba un mayor dimorfismo sexual que en el hombre moderno.
La industria lítica que producía pertenece principalmente al Achelense y probablemente conocía el
uso del fuego.
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1 Hombre de Java (Homo erectus erectus)
2 Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis)
3 Herramientas
4 Otros yacimientos
5 Evolución
6 Principales yacimientos
o 6.1 En China
o 6.2 En Java
7 Referencias
8 Véase también
9 Enlaces externos
Hombre de Java (Homo erectus erectus) [editar]
Artículo principal: Homo erectus erectus
Entre 1891 y 1892 el médico anatomista neerlandés Eugène Dubois creyó encontrar el «eslabón
perdido» hipotetizado por Charles Darwin al descubrir algunos dientes sueltos, una calota craneal y
un fémur —muy similar al del hombre moderno— en las excavaciones paleontológicas que
realizaba en el río Solo cerca de Trinil, en el interior de la isla de Java (Indonesia). Dubois publicó
estos hallazgos con el nombre de Pithecanthropus erectus2 (hombre-mono erguido) en 1894, pero
más conocido popularmente como "El Hombre de Java" u "Hombre de Trinil". No será hasta 1940
cuando se atribuirán estos restos al género Homo (Homo erectus erectus).
Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis) [editar]
Artículo principal: Homo erectus pekinensis
En 1921 el geólogo sueco Gunnar Anderson descubrió un molar superior y un premolar inferior
humanos, en el yacimiento de Zhoukoudian (Chou-k'ou-tien), China. Desde 1926 el anatomista
canadiense Davidson Black dirigió un equipo de investigación que realizó exitosas excavaciones en
la zona; en 1927 fue encontrado un molar inferior con el que Black propuso la especie
Sinanthropus pekinensis. En 1928 se encontraron dos cráneos y Black mostró como el
Sinanthropus debía estar emparentado con el Pithecanthropus de Java. En la década de 1930, el
anatomista y antropólogo físico alemán Franz Weidenreich y otros expertos completaron el
descubrimiento de la colección más famosas de fósiles de H. erectus, cerca de Pekín, fósiles que en
su conjunto recibieron el nombre popular de hombre de Pekín. Weidenreich fue quien reinterpretó
en 1940 estos restos como Homo erectus pekinensis, una subespecie de Homo erectus.
En la cueva de Zhoukoudian se encontraron restos de más de 30 individuos que habían vivido entre
hace 500.000 y 250.000 años. Estos fósiles, 14 cráneos, 14 mandíbulas inferiores, 148 piezas
dentales y algunos restos de esqueleto, se perdieron en 1941, al comienzo de la II Guerra Mundial,
pero Weidenreich había hecho unas réplicas excelentes de los descubrimientos.
En excavaciones posteriores en este yacimiento, se encontraron más restos de H. erectus. En 1959
fue encontrada una mandíbula completa, en 1966 se hallaron fragmentos de huesos occipitales y
frontales que concordaban con modelos de cráneos encontrados antes. Las excavaciones se
multiplicaron después de 1972.
Herramientas [editar]
Miles de instrumentos líticos han sido encontrados en asociación con fósiles del Hombre de Pekín:
tajadores, rascadores, cuchillos, martillos, yunques y algunas puntas. también instrumentos de
huesos de ciervo, gamo y búfalo, como cavadores, cuencas, cuchillos y puntas. Se ha comprobado
además que el Hombre de Pekín usaba el fuego para cocinar, pues en su cueva se han encontrado
cenizas y carbón vegetal asociados a huesos de animales y a semillas quemadas; sin embargo, no
hay acuerdo sobre si era fuego conservado de fuentes naturales o era ya producido artificialmente.
Encontraron también instrumentos de construcción como martillo etc.
Otros yacimientos [editar]
En China se encontraron otros yacimientos importantes de fósiles de esta especie como, por
ejemplo, Lantian, Yuanmou, Yunxian y Hexian. Los investigadores también han encontrado gran
número de utensilios fabricados por el H. erectus en yacimientos como Nihewan y Bose, en China,
y en otros lugares de antigüedad similar (al menos entre 1 millón y 250.000 años de antigüedad).
Luego se descubrieron, en Kenia el Homo ergaster, que se puede considerar el erectus africano y
probablemente la especie original; y en Dmanisi, República de Georgia, en el Cáucaso, el Homo
georgicus, camino hacia el erectus de Extremo Oriente, pero relacionado descendiente del Homo
habilis y posiblemente del H. ergaster, con lo cual se dibujó la ruta que siguieron los homínidos que
dejaron África hasta dispersarse por Asia.
El conjunto de estos y otros hallazgos es clasificado actualmente dentro del género Homo y son
designadas la especies de los hombres de Java (hombre de Trinil) y Pekín como Homo erectus, que
parece haber evolucionado en África como Homo ergaster, a partir de las poblaciones anteriores de
Homo habilis, para a continuación dispersarse por gran parte de Asia desde hace unos 1,7 millones
de años.
Los últimos fósiles conocidos de la especie H. erectus, procedentes del río Solo, en Java, están
datados en unos 130.000 a 50.000 años antes del presente (datación que puede ser discutible). De
esta forma el H. erectus fue una especie de gran éxito: se dispersó ampliamente y gozó de larga
vida.
Evolución [editar]
Desde el descubrimiento del Homo erectus, los científicos se preguntan si esta especie era un
antepasado directo del Homo sapiens, debido a que las investigaciones hechas no eran suficientes
para demostrarlo. Las últimas poblaciones de H. erectus —tales como las del río Solo en Java—
pueden haber vivido hace solamente 50.000 años, simultáneamente con poblaciones de H. sapiens,
y se descarta que a partir de estas últimas poblaciones de Homo erectus haya evolucionado el H.
sapiens. Aunque poblaciones anteriores de H. erectus asiáticos podrían haber dado lugar al H.
sapiens, hoy se considera más probable que el Homo sapiens hubiera evolucionado en África
probablemente de poblaciones africanas de H. erectus, luego los primeros H. sapiens habrían
migrado desde el noreste de África hace menos de 100.000 años al Asia, donde tal vez se encontró
con los últimos H. erectus.
En cuanto a la filogenia posible Homo habilis > Homo erectus aunque esta aún (2007) es
considerada posible, no parece probable de un modo directo (existiría con más probabilidad un
nexo de estas especies con el Homo rudolfensis); lo concreto es que los hallazgos realizados en este
año en la zona del lago Turkana por Louise Leakey y Meave Leakey indican que los H. habilis
vivieron en África hasta hace al menos 1.440.000 años, esto significa que ambas especies
coexistieron por un lapso de unos 500.000 años. Aunque hay autores como Erik Trinkaus que
opinan que la convivencia no descarta que los H. habilis sean ancestros directos de los H. erectus.3
En cuanto a la transición H. erectus/H. ergaster un "eslabón" de la misma se halla en el fósil
denominado niño de Nariokotome.
Una especie que aparentemente desciende tardíamente del Homo erectus es el pequeño Homo
floresiensis.
El Hombre de Ceprano es un ejemplar fósil del cráneo de un homínido, descubierto por Italo
Bidittu en 1994, en la localidad de Ceprano, provincia de Frosinosne, Italia. Tras la reconstrucción
de los fragmentos encontrados, realizada por el geólogo Aldo Segre y la paleontóloga Eugenia
Segre Naldini, se calcula que la capacidad craneana de este espécimen podría ser hasta de 1200 cc,
lo que significa un cerebro claramente mayor que el del Homo ergaster y el Homo erectus. Se ha
estimado que este fósil data de hace por lo menos 800 mil años. Las diferencias encontradas con las
especies conocidas de Homo han llevado a la definición formal de este homínido como especie
diferente: Homo cepranensis. El paleoantropólogo Antonio Ascenzi lo considera como Homo
erectus, en tanto que también deberían considerarse sus relaciones con el Homo antecessor y Homo
heidelbergensis.
Homo antecessor es una especie fósil perteneciente al género Homo. Considerada la especie
homínida más antigua de Europa con una antigüedad de más de un millón de años (Pleistoceno
Inferior). Eran individuos altos, fuertes y con una cara de rasgos modernos aunque su cerebro fuera
más pequeño que el del hombre actual.
La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel
TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca. De acuerdo con sus descubridores,
entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy
primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre éstos y los homínidos
africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor,
de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con
las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin
embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las
poblaciones modernas.
La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación
hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El
borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble
arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal,
indica una cifra superior a los 1.000 cm³. La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos
homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los
de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta
gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad
del Pleistoceno Medio.
En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus
descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y
por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad
científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados
en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad
de Homo erectus/Homo ergaster.
En marzo de 2008 se han dado a conocer nuevos restos de Homo antecessor, concretamente parte
de una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense
(modo 1), datados en 1,2 millones de años de antigüedad, lo que hace retroceder considerablemente
la presencia de homínidos en Europa. Los restos fueron hallados en 2007 en la Sima del Elefante,
yacimiento situado a unos 200 metros de la Gran Dolina.1 2
El Homo heidelbergensis (apodado "Goliath") es una especie extinta del género Homo, que surgió
hace más de 500.000 años y perduró al menos hasta hace 250.000 años (Pleistoceno medio). Eran
individuos altos (1,75 m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos (1.350 cm³) muy
aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal. Se
le dio el nombre porque los primeros fósiles fueron descubiertos cerca de Heidelberg (Alemania).
Contenido
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1 Evolución
2 Fósiles
3 Características
4 Tecnología y organización
5 Referencias
6 Véase también
7 Enlaces externos
Evolución [editar]
Es un antepasado directo del Hombre de Neandertal en Europa; aun cuando es muy similar a los
Homo sapiens arcaicos encontrados en África (por ejemplo: Homo rhodesiensis y Homo sapiens
idaltu); se sabe hoy que H. heidelbergensis no fue antepasado directo de los humanos modernos.
Entre Homo antecessor, una especie poco conocida, basada en fósiles de las colinas de Atapuerca,
en España, y los H. neanderthalensis, existió esta especie (H. heidelbergensis). Presenta en general
caracteres intermedios entre H. erectus / Ergaster y el H. sapiens.
Presenta un thorus occipital hendido (en el Homo erectus tal thorus, o cresta, es continua) y una
gran capacidad neurocraneal. Si en los Homo erectus la dieta probablemente fue basada en el
cleptoparasitismo, el carroñeo (que aportaban proteínas y grasas de buena calidad) y un régimen de
alimentos vegetales en el Homo heidelbergensis se hace patente un predominio de la dieta carnívora
con evidencias de caza; la presión evolutiva para que entre los heidelbergensis se desarrollara la
caza habría estado en las condiciones ecológicas del territorio que colonizaron: Europa era fría y
durante seis meses existían muchos menos recursos alimenticios obtenibles de vegetales que en
África, el carroñeo y el cleptoparasitismo (robar presas a los animales predadores) no aportaba
suficientes nutrientes, esto habría inducido (por selección) a la aparición de conductas sociales
dedicadas a la caza: bandas de heidelbergensis se organizaban para perseguir a otros animales y
ultimarlos en trampas naturales (precipicios, pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces
e, incluso, rústicos venablos de madera aguzada.
Fósiles [editar]
El más antiguo de los fósiles de la especie es una mandíbula inferior encontrada por el trabajador de
una mina en Mauer, cerca de Heidelberg. Posteriormente, en una cueva llamada Caune de l'Arago,
en Francia, se encontraron los restos fragmentarios de una docena de individuos. El más completo
es la cara y parte de la caja craneana de un individuo conocido como Hombre de Tautavel, que tiene
gran parecido al cráneo del Hombre de Petralona, encontrado en una cueva en Grecia.
Otros sitios donde se han hallado fósiles de esta especie son Steiheim (Alemania), Swascombe
(Inglaterra) y la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (España), donde se encontraron 5.000
fósiles pertenecientes a unos 30 individuos, que datan de hace 400.000 años, considerados
antepasados de los neandertales, restos estos que están muy bien conservados; entre ellos destacan
el cráneo número 5 (llamado popularmente "Miguelón") que está completo, y del cual
recientemente se realizaron estudios que dan cuenta de una lateralidad en el cerebro (era diestro),1 y
una pelvis muy bien conservada de un individuo conocido popularmente como "Elvis". En China se
han encontrado fósiles que concuerdan con este grupo, en el sitio de Dali; un cráneo de hace
280.000 años, y un esqueleto en Jinniushan.
Hay que notar que en Terra Amata (Francia), se encontraron restos de refugios construidos durante
la época de H. heidelbergensis. Estos refugios tenían una forma ovalada, con veinticinco pies de
largo y veinte de ancho. Dentro del refugio se encontraron restos de ceniza.
Se han encontrado fósiles relacionados con esta especie en África en los sitios de Bodo, al noreste
de Etiopía, con un ejemplar más robusto pero similar que data de hace 600.000 años, y en Kabwe
(Zambia). También en Lago Ndutu (Tanzania). Los huesos postcraneales concuerdan con los de
Arago, e indican que ésta era una forma robusta, pero moderna. Los científicos están divididos en
su interpretación sobre estos fósiles africanos. Algunos los sitúan en la especie H. heidelbergensis.
Otros piensan que los fósiles europeos y africanos pertenecen a dos especies diferentes, y sólo las
poblaciones africanas, clasificadas como Homo rhodesiensis u H. sapiens arcaico, evolucionaron
hasta el H. sapiens. Tampoco hay unanimidad sobre la interpretación del hombre de Petralona
(Grecia), que podría ser un H. heidelbergensis tardío o más bien un H. rhodesiensis u otro H.
sapiens arcaico que llegó a Europa desde África, por las costas del Mediterráneo.
Características [editar]
Hace aproximadamente medio millón de años se empezaron a gestar los rasgos morfológicos que en
unos cientos de miles de años dieron origen al neandertal. Los pre-neandertales u Homo
heidelbergensis mostraban una creciente corpulencia física, expresada en el aumento de la talla,
1,75 a 1,80 metros y cerca de 100 kg de peso (media masculina). Las mandíbulas también poseían
una gran fuerza y robustez a causa del estrés al cual eran sometidas.
El conjunto de estos fósiles revelan un homínido con un cráneo más "inflado" que el de ningún H.
erectus/H. ergaster, aunque todavía posee arcos supraciliares. La parte trasera del cráneo es más
redondeada que en H. erectus/H. ergaster, y las mejillas son infladas, como en los neandertales,
aunque la cara es más plana. Su capacidad neurocraneal no dista mucho de la del hombre moderno,
rondaba los 1.350 cm³. Otro parecido con el Homo sapiens actual era su aparato fonador. Esto dio a
pensar que el lenguaje, entendido de una manera quizás diferente a la actual, ya estaba presente en
estos grupos.
Tecnología y organización [editar]
Los utensilios asociados con los fósiles consisten básicamente en "piedras de cortar" y algunas
herramientas de lascas como puntas y raspadores de madera, hueso y asta, siendo los iniciadores de
esta técnica. Dentro de su tecnología encontramos el bifaz, también llamado hacha de mano; es de
grandes dimensiones y está tallado por ambas caras. Su utilidad es muy diversa. Según análisis de
otras piedras muestran su empleo para curtir pieles o trabajar la madera, hace 400.000 años ya
usaban rudimentarias lanzas de madera. También es muy probable que en esta época el fuego fuese
utilizado y paulatinamente generalizado, ya que hay evidencias de fogatas.
Dentro de esta especie también podemos empezar a hablar sobre pequeños grupos con una cohesión
social, ya que según estudios paleontológicos de diferentes restos se han hallado, por ejemplo,
mandíbulas totalmente edentadas; esto indica que el anciano, tras perder su dentadura, siguió
viviendo ayudado por sus congéneres. Esto se traduce en una conducta diferencial a la hora del
tratamiento de sus cadáveres (Sima de los Huesos). El estudio de las dentaduras de los
heidelbergensis también revela otro aspecto evolutivo de sumo interés: los molares y la dentadura
definitiva recién les aparecían entre los 5 y 6 años tras ser paridos (en un chimpancé actual esto
ocurre hacia los 3 años), si se considera que un individuo no puede alimentarse por cuenta propia
hasta tener bien desarrollada su dentición esto induce a pensar que los heidelbergensis estaban
caracterizados por una prematuración que implicaba un prolongado cuidado de las crías con el
posible establecimiento de fuertes relaciones afectivas entre los individuos, la existencia de fuertes
relaciones afectivas habría cohesionado a las "sociedades" heidelbergensis de un modo que les
capacitaba para, por ejemplo, desarrollar eficaces estrategias de caza y de supervivencia en general.
Homo rhodesiensis es una especie de homínido fósil del género Homo, hallado por primera vez en
1921 en la localidad llamada por los ingleses Broken Hill, actualmente Kabwe en Zambia, (antigua
"Rhodesia del Norte" por lo que se denominó Hombre de Rhodesia). Se considera que vivió
solamente en África, desde hace 600.000 hasta 160.000 años antes del presente, durante el
Pleistoceno Medio.
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1 Cráneos
2 Relaciones y debate
3 Principales yacimientos
4 Referencias
5 Enlaces externos
Cráneos [editar]
La capacidad neurocraneal del Homo rhodesiensis era relativamente alta, entre 1280 y 1325 cm³.
Un cráneo que podría ser el más antiguo de esta especie, hallado en Bodo, Etiopía, datado en
630.000 años antes del presente, tenía una capacidad endocraneana de 1.250 cm³. Otros fósiles con
características morfológicamente similares han sido encontrados en Sudáfrica (Hombre de Saldaña),
Tanzania, Marruecos y Argelia.
Relaciones y debate [editar]
Morfológicamente conserva ciertos rasgos antiguos comunes al Homo erectus, Homo ergaster y
Homo antecessor, tiene otros que han permitido relacionarlo con el Homo heidelbergensis y Homo
neanderthalensis, pero además presenta rasgos que apuntan hacia el Homo sapiens. Por tales
características intermedias ha sido comparado con el Hombre de Petralona.
Phillip Rightmire (1998) considera que los fósiles africanos del Pleistoceno medio, deben ser
incluidos dentro de la especie Homo heidelbergensis, de la que por tanto descenderían tanto los
Nenderthales como los H. sapiens. Por su parte, el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin
(2001), supuso que el Homo rhodesiensis es de una especie precursora del Hombre de Neanderthal,
que no tuvo que ver en la filogénesis del H. sapiens. Pero, según Tim White (2003), es muy
probable que H. rhodesiensis sea antepasado de Homo sapiens idaltu.
Manzi (2004) también considera que identificar una sola especie entre Homo erectus y Homo
sapiens, resulta una simplificación excesiva y oscurece la decisiva presencia de linajes separados en
escalas macro-regionales. Desde hace años científicos como Koenigwald (1971) habían propuesto
clasificar los hallazgos de Europa y Africa en una línea prenenaderthal y una línea presapiens,
respectivamente. El estudio de los haplogrupos humanos del ADN mitocondrial y del cromosoma
Y, ha demostrado que todos los humanos actuales provienen de África. Por consiguiente, a pesar de
los parecidos, los fósiles africanos del Pleistoceno medio pertenecen a una línea evolutiva propia y
forman un grupo separado de la línea evolutiva europea. Para designar esas poblaciones africanas
en la línea de H. sapiens se justificaría emplear entonces la denominación de Homo rhodesiensis
como una especie diferenciada (Arsuaga et al., 1999; Bermúdez de Castro et al., 2003).
El Hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que
habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, durante el
Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periodo de
aproximadamente 5.000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con
el Hombre de Cro-Magnon, antecesor directo del hombre moderno. Evidencias de esta convivencia
se han encontrado en las cuevas de Chatelperron.1
Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400
individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos
supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran
capacidad craneal —1.500 cm³—. Vivían en grupos organizados, formados por alrededor de unos
treinta miembros.
Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo. En ellos se notan cráneos
alargados y amplios, complexión corta y robusta, y nariz amplia de aletas prominentes ;2 rasgos que
denotan adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del
Ártico. Sus cerebros eran igual o más grandes que los del hombre moderno. Un neandertal
promedio tendría una altura de 1,65 m, de contextura pesada, y musculatura robusta. Si bien su
estructura ósea no los hacía corredores de largo aliento, si eran caminantes de largas distancias.
Estudios anatómicos realizados han determinado que el neardental podía articular una fonética
limitada respecto al que actualmente posee el hombre moderno, esto debido a la ubicación de la
laringe, más arriba que el moderno.3
El estilo de herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los neandertales es la cultura
Musteriense, así llamada por haber sido encontradas por primera vez en el yacimiento arqueológico
Le Moustier. La cultura musteriense está caracterizada por la utilización de la técnica de talla
Levallois. Estas herramientas fueron producidas usando martillos de percusión blandos, como
huesos o madera. En los últimos tiempos de los neandertales se nota en el registro arqueológico el
estilo Châtelperroniense, considerado como más "avanzado" que el musteriense.
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1 Etimología
2 Descubrimiento
3 Clasificación
4 Preneandertales
5 Existencia en el tiempo
6 Comparación craneal con los primeros humanos modernos
7 Genómica Neandertal
8 Canibalismo
9 Lenguaje y arte
10 Extinción
11 Pervivencia en la memoria colectiva
12 Principales yacimientos
13 Los neandertales en la ficción
14 Véase también
15 Referencias
16 Bibliografía
17 Enlaces externos
Etimología [editar]
El término Hombre de Neanderthal fue creado en 1863 por el anatomista William King.
Neanderthal hoy se escribe de dos maneras: La ortografía de la palabra alemana Thal, que significa
valle, fue cambiada a Tal a principios del siglo XX, pero la primera forma de escribirlo es la que a
menudo se utiliza en inglés y siempre en la nomenclatura binomial, mientras que en alemán y
español generalmente se usa la forma moderna, que es la recomendada por el Diccionario
Panhispánico de Dudas.
El comienzo de la historia del Hombre de Neandertal es también el inicio de la paleoantropología.
En agosto de 1856 fue descubierto el espécimen que luego sería conocido como Neandertal 1. El
lugar fue la cueva Feldhofer en una zona encañonada del valle del río Düssel, cerca de Düsseldorf,
Alemania, que se llama valle de Neander (en aleman Neandertal) según el compositor y teólogo
Joachim Neander.
Descubrimiento [editar]
Los primeros fósiles fueron encontrados en Engis (Bélgica), en 1829. Le siguen los de Gibraltar, en
la cantera de Forbe en 1848, pero no se reconoció el significado de estos dos descubrimientos hasta
bastante después de que se diera a conocer el famoso Neanderthal 1. Este fue hallado en 1856 cerca
de Düsseldorf en el valle del río Düssel en Alemania, tres años antes de que Charles Darwin
publicara El origen de las especies.
El descubrimiento de 1856 fue realizado por Franz Mayer, de la Universidad Bonn, y para explicar
dicho hallazgo inventó una teoría curiosa. Según Franz el esqueleto pertenecía a un cosaco ruso que
perseguía a Napoleón a través de Europa. Explicaba que el cosaco sufría raquitismo, lo que
explicaría la forma arqueada de sus piernas, y que el dolor del raquitismo le hacía arquear tanto las
cejas que le produjeron unos fuertes arcos supraciliares.4
Clasificación [editar]
William King le asignó en 1864 el nombre Homo neanderthalensis, dándole condición humana
pero considerándolo una especie diferente. Posteriormente y debido a su elevada capacidad craneal
equivalente a la del humano actual (y muchas veces superior), se le denominó Homo sapiens
neanderthalensis durante la mayor parte del s.XX, a pesar de las notables diferencias anatómicas.
Su lugar en la clasificación científica ha sido fuertemente debatido, pero el consenso actual lo ubica
como una especie aparte (Homo neanderthalensis). La genética ha demostrado que el Hombre de
Neandertal evolucionó paralelamente al Homo sapiens desde antepasados comunes lejanos. Los
científicos han tenido éxito en extraer el ADN de varios esqueletos de neandertales. Después de un
cuidadoso análisis, particularmente del ADN mitocondrial y además de una cantidad de ADN
nuclear, parece que el ADN de los neandertales no es muy diferente al del H. sapiens, estudios del
genoma obtenidos de huesos han evidenciado que coincide en un 99.9%, adicionalmente presenta el
gen que permite la fonación lo que se deduce podían articular lenguaje. .5
Al medir el grado de diferencia filogenética entre el ADN de los neandertales y el de los humanos
modernos, los investigadores sugieren que estas dos especies surgieron de linajes separados hace
por lo menos 400 mil años y hasta 1 millón de años atrás. Aunque no se descarta un pequeño aporte
neandertal al acervo genético del Homo sapiens, el reciente estudio del material genético procedente
de la muela de un niño neandertal de hace 100 mil años ha concluido que el hombre de Neandertal
no es antepasado directo del Homo sapiens.6 Si bien un reciente estudio7 aporta datos para creer que
los seres humanos actuales tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría haber
ocurrido.
Mientras el Homo sapiens evolucionó en África, desde donde migró hace entre 100 mil y 60 mil
años hacia el resto del planeta, el Hombre de Neandertal se cree que desciende del Homo
heidelbergensis. Estudios recientes8 indican que su origen podría estar en la Península Ibérica.
Preneandertales [editar]
Neandertal de la Chapelle-aux-Saints (Francia)
El hallazgo del Homo antecessor en Atapuerca ha esclarecido el significado de la mandíbula
aparecida en 1907 en Mauer, cerca de Heidelberg (Alemania), la cual coincide cronológicamente
con los Homo erectus, pero difiere de estos y de los neandertales, concluyéndose que quizás fuera
un estadio intermedio entre Homo erectus u Homo ergaster y neandertales. Un cráneo exhumado en
Steinheim (Alemania) datado en 250 mil adC podría corresponder a la misma especie de Homo
heidelbergensis o preneandertaliense. En dichos casos hablamos de la glaciación de Mindel o del
interglaciar Mindel-Riss, respectivamente. El último de estos cráneos está más evolucionado aún
que la mandíbula del primero, pero su capacidad craneal es baja (poco más de 1.150 c.c.).[cita requerida]
Existencia en el tiempo [editar]
Las diferencias con sus antecesores no son sólo morfológicas, sino también de comportamiento: por
ejemplo, practicaban enterramientos de cuerpos en compañía de alimentos, armas o utensilios. Se
discute si utilizaban ciertos adornos, así como trozos de bióxido de manganeso y de ocre rojo
afilados como lápices o bien reducidos a polvo, para dibujar en las paredes.
No se han hallado restos de neandertales del periodo de la glaciación de Riss (200.000125.000 a. C.), durante el cual debió producirse una lenta evolución, pero después de esta época
fría, en el interglaciar Riss-Würm (125.000-100.000 a. C.) ya se encuentran varios restos de
protoneandertales en diversos puntos de Europa, entre ellos los de Gibraltar.
En la Península Ibérica hay pruebas de su existencia desde los primeros estadios (hace unos 600 mil
años) hasta hace aproximadamente 28.000 años, como indican estudios recientes.9
Surgieron hace por lo menos 150.000 años en el Paleolítico inferior y desaparecen del regístro fósil
hace unos 28.000-33.000 años, después de haber creado y desplegado la importante y extendida
cultura Musteriense, que se considera como la expresión del Paleolítico medio, y también el
Châtelperroniense, que actualmente se cree que habría sido autóctono. Las causas de su extinción
son todavía motivo de debate: ¿Los sapiens compitieron intensamente con ellos por recursos?, ¿los
mataron y exterminaron en combate? ¿los contagiaron de enfermedades para las cuales carecían de
defensa? o ¿no soportaron, los neandertales, determinados cambios climáticos o ambientales? O
está la posibilidad de la hibridación, o sea que haya existido un cruce entre las dos especies y los
Homo sapiens los hayan absorbido.
La hipótesis de mixogénesis Homo sapiens /Homo neanderthalensis resulta, por los mapeos de
secuencias de ADN, prácticamente descartada; la extinción masiva de Homo neandertalensis por la
rigurosidad de la última gran glaciación hasta la fecha también parece descartada ya que los
neandertales habrían estado muy bien adaptados al clima glacial, de modo que lo más probable
(reforzada tal probabilidad por la rápida desaparición de los neandertales tras la irrupción de los
Homo sapiens en Europa) es que el principal motivo para la extinción fuera la competencia por los
recursos con los H. sapiens. Los últimos reductos de neandertalensis se encontraron en el sur de
territorios actualmente españoles (Andalucía).
Junto con la teoría del origen hispánico, se postula además que la presencia del neardental en
Europa se debió probablemente a una migración hacia los 200.000 AC desde África cuando estos
territorios estaba completamente cubiertos de nieve. Los cromañones menos adaptados a climas
fríos llegaron entre los 30.000 y 35.000 AC durante la última gran glaciación hasta la fecha.10
Comparación craneal con los primeros humanos modernos [editar]
Cada uno de los rasgos tomados en consideración puede aparecer por separado en cualquiera de los
dos grupos, variando en grado y en frecuencia, pero la tendencia es que se den de forma conjunta.
Neandertales
Primeros humanos modernos
pequeño moño occipital
gran moño occipital
frente levantada
frente huidiza
reborde supraorbitario marcado débil reborde supraorbitario
cara vertical
prognatismo
presencia de mentón
ausencia de mentón
sin espacio retromolar
espacio retromolar
Genómica Neandertal [editar]
Ya se ha secuenciado por completo el Genoma del Neandertal mitocondrial,11 y se está por
completar el genoma nuclear.12
Homo sapiens y Homo neanderthalensis comparten el 99,5% del genoma, según los últimos13
estudios genéticos realizados sobre un individuo neandertal del yacimiento de Vindija, Croacia.
Gracias al estudio del Genoma Neandertal, también se sabe que podían llegar a ser pelirrojos, ya
que tenían el gen necesario.14 También se ha descubierto que tenían el grupo sanguíneo O, o sea
uno de los cuatro que se manifiestan hoy en día en los humanos modernos.15
Canibalismo [editar]
El canibalismo es algo probado en diferentes yacimientos neandertales,16 como Moula-Guercy o
Vindija. Los restos óseos presentan marcas de corte realizadas con herramientas de piedra, y están
muy bien conservados por haber sido eliminada de sus huesos toda la carne. No era un canibalismo
antropofágico sino ritual, según se cree. Ya que al parecer la carne se quitaba de los huesos para ser
enterrados, y no para ser comida. Esto se sabe por comparación etnológica. Bajo un microscopio se
nota la diferencia de los cortes realizados en animales de caza para ser comidos, y en los que se
practican en huesos de los miembros fallecidos del grupo.
Esta sería una práctica que se habría realizado a lo largo de largos períodos y en diferentes regiones.
Los yacimientos mencionados están uno en Francia y el otro en Croacia; el primero está datado en
100 mil años y el segundo en 30 mil. También se han encontrado evidencias de canibalismo ritual
en El Sidrón y Atapuerca (España), en Combe Grenal (Francia), en Krapina (Croacia) y en la cueva
de Guattari (Italia).
Aunque en el caso de la cueva del Sidrón se cree17 que podría ser un canibalismo con fines
alimenticios, debido a hambrunas. Al parecer, en los dientes de esos individuos se pueden ver
períodos de hambruna, y los huesos están triturados como para quitarles el tuétano, es decir, los
"limpiaba" con fines alimenticios, y no rituales.
Lenguaje y arte [editar]
Es polémica la cuestión de qué forma de comunicación manejaban los neandertales: si un lenguaje
relativamente similar al moderno (con estructura compositiva y reglas gramaticales, de modo que
un número limitado de palabras se combina para crear un número ilimitado de frases posibles) o
algunas formas menos desarrolladas y, en cierto sentido, más próximas al sistema de comunicación
de los simios.
Entre los autores que consideran que los neandertales no usaban un lenguaje como tal está el
arqueólogo Steven Mithen, de la Universidad de Reading, que defiende la teoría de que tenían un
sistema de comunicación "Hmmmm" (esto es, holístico, manipulador, multimodal, musical y
mimético. Véase The Singing Neanderthals). Lieberman realizó un modelo coincidente con la
opinión de Mithen: la situación del cuello adelantado y la disposición de la laringe parecerían haber
dificultado un lenguaje articulado, sin embargo otros estudios suponen que el hiodes estaba lo
suficientemente desarrollado y posicionado como para la emisión de fonemas discretos con
capacidad simbólica, aunque de un modo mucho más tosco que en el Homo sapiens.
El arte (musteriense) de los neandertales aún presenta controversias: André Leroi-Gourhan, entre
otros, observó que podían, y de hecho solían hacerlo, rendir homenajes a sus difuntos (elaborando
sencillas tumbas), bastante tardíamente, cuando ya podrían haber entrado en contacto con los H.
sapiens los neandertales parecen haber estado dotados de la suficiente habilidad como para copiar
rudimentariamente el arte de los H. sapiens primitivos: en yacimientos correspondienes a
neandertales se han hallado algunos pocos objetos de cuerno pulido que parecen haber tenido un
valor estético e incluso una muy tosca máscara confeccionada con una basta placa de piedra a la
cual se le practicaron dos oquedades a modo de ojos.
En El Sidrón (yacimiento localizado en Asturias, de 43.000 años de antigüedad), se han podido
tomar muestras (estudiadas por Carles Lalueza) que permiten reconstruir dos importantes genes
neandertales: el FoxP2, relacionado con la posibilidad del habla, y del MCR1, de la pigmentación,
que indicaría color del pelo rubio y pelirrojo.18
Extinción [editar]
Se han propuesto muchas explicaciones para la extinción de los neandertales, en relación o no con
la expansión de los cromañones con los que convivieron en Europa en los últimos milenios de su
vida como especie. El paleobotánico José Carrión, de la Universidad de Murcia, propone una tesis
de extinción por cambio ambiental ligado a los cambios climáticos.
El neandertal es un animal meridional, de bosque abierto o sabana (árboles grandes, arbolitos sueltos y
hierba), no es un hombre de estepa. Siempre los han pintado en el norte de Europa, pero ellos se iban al norte
cuando hacía calor; en los periodos glaciales estaban en el sur de España, el sur de Italia y la península
grecobalcánica. Por su tecnología, posiblemente cazaban en grupos pequeños y al acecho, escondiéndose
detrás de árboles y arbustos. Y ocurre algo inesperado: el paisaje se hace entonces muy abierto, muy
estepario, con pocos arbustos, y el tipo de animales cambia. Pasa de una gran diversidad de fauna a otra
menor pero muy grande: mamuts, bisontes, renos... Animales que hay que cazar de otra manera, con
proyectil o lanzando piedras a distancia. Y sus herramientas de caza son más pequeñas y lanzables, no pesan.
La mejor tecnología para esa caza la tiene nuestra especie, los sapiens que vienen de la estepa asiática
perfectamente adaptados. Pero todavía sobrevivió miles de años.19
Pervivencia en la memoria colectiva [editar]
Aunque es muy improbable, algunos mantienen que el recuerdo de la coexistencia con los
neandertales se mantiene en lo que ambiguamente se denomina memoria colectiva, en la figura de
ogros, trolls y otros seres mitológicos. Estos seres, representados como peludos, fuertes y habitantes
del bosque más profundo, y que los viejos héroes exterminaron,20 parecen coincidir más bien con
las reconstrucciones clásicas del aspecto físico de los neandertales (sujetas a prejuicios cognitivos
muy arraigados) que los representaban como un estadio evolutivo intermedio. Las reconstrucciones
más actuales no coinciden con esa visión tradicional, que no obstante, sigue presente en la cultura
popular.
Para otros usos de este término, véase Homo.
Para otros usos de este término, véase hombre.
?
Homo sapiens
Imagen de la Pioneer 11 y
Voyager I y II, representando a
un varón y una mujer.
Clasificación científica
Superreino:
Eukaryota
Reino:
Animalia
Subreino:
Eumetazoa
(sin clasif.)
Bilateria
Superfilo:
Deuterostomia
Filo:
Chordata
Subfilo:
Vertebrata
Infrafilo:
Gnathostomata
Superclase:
Tetrapoda
Clase:
Mammalia
Subclase:
Theria
Infraclase:
Placentalia
Superorden:
Euarchontoglires
Orden:
Primates
Suborden:
Haplorrhini
Infraorden:
Simiiformes
Parvorden:
Catarrhini
(sin clasif.):
Euarchonta
Superfamilia: Hominoidea
Familia:
Hominidae
Subfamilia:
Homininae
Tribu:
Hominini
Subtribu:
Hominina
Género:
Homo
Especie:
H. sapiens
Nombre binomial
Homo sapiens
Linnaeus, 1758
Subespecies
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
Homo sapiens idaltu
(extinto)
Homo sapiens sapiens
Los seres humanos (a veces llamados genéricamente hombres, aunque ese término puede aplicarse
también específicamente a los individuos de sexo masculino) constituyen, desde el punto de vista
biológico, una sola especie animal: Homo sapiens. En el pasado, el género Homo fue más
diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde
la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos
12.000 años, el Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que aún prevalece en el
tiempo.
Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie,
pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual
humanidad, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una
estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro
surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que definirse a si misma,
debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos los alcances y el destino de nuestra
propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, artífice y como
Ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo.
Contenido
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1 Nombre científico
2 Biología
o 2.1 Cuerpo humano
o 2.2 Mente
o 2.3 Nutrición humana
o 2.4 Etología
o 2.5 Ciclo vital
o 2.6 Sexualidad
3 Origen y evolución
o 3.1 Evolución humana
o 3.2 Pigmentación
o 3.3 Mitos sobre los orígenes
4 Cultura
o 4.1 Lenguaje y semiótica
o 4.2 Espiritualidad y trascendencia
o 4.3 Arte y Cultura
o 4.4 Ciencia
5 Sociedad
o 5.1 Hábitat
o 5.2 Población
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Nombre científico
El nombre científico, asignado por Linneo en 1758,1 alude al rasgo biológico más característico:
sapiens significa "sabio" o "capaz de conocer", y se refiere a la consideración del hombre como
«animal racional», al contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser
humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por
ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las
capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente
esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo,
en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy
complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de
la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por
imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta
especie y es importante también en otros primates.
Una connotación moderna del Ser Humano es la de Homo Faber, que significa Hombre que fabrica,
Hombre que crea, haciendo alusión a la tecnología de que dispone y ha sido artífice por medio de la
civilización.
El naturalista sueco Carl von Linné (1707-1778) definía ya la posición de los humanos en el marco
general de las especies naturales, en correlación con las especies zoológicas y botánicas. Además de
incluir a la especie humana y a los monos en el orden especial de los primates, Linnéo estableció
una clasificación que dividía de forma muy simplista a la especie humana, según sus rasgos físicos,
en estos cuatro grupos:
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El Homo americanus: raza cobriza. Se caracteriza por la piel rojiza, el pelo negro, liso y
grueso, la nariz ancha, la escasa pilosidad.
El Homo europaeus: raza blanca. Se caracteriza por la piel blanca, el pelo claro abundante.
El Homo asiaticus: raza amarilla. Se caracteriza por la piel cetrina, por el pelo oscuro y una
estatura baja.
El Homo afer: raza negra. Se caracteriza por la piel negra, por el pelo negro y crespo, por la
nariz simiesca y por los labios gruesos.
En la actualidad existen defensores de incluir al ser humano, chimpancé, Pan troglodites, y bonobo
Pan paniscus, en el mismo género, dada la cercanía filogenética, que es muy superior a la que se
encuentra en otras especies animales sí agrupadas genericamente.2
Biología
Cuerpo humano
Artículo principal: Anatomía humana
El organismo humano, a pesar de su similitud con otros mamíferos superiores, posee el nivel de
complejidad más alto y especializado de la escala evolutiva, pues cada órgano, tejido, aparato y
sistema, está en compleja interrelación que lo mantiene en equilibrio. Sobre él han surgido a lo
largo de la historia movimientos para admirarlo y tratar de comprenderlo, especialmente en la edad
del humanismo en Grecia y el Renacimiento europeo.
En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe
una gama infinita de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades trascendentes como
el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas.
La especie humana aún mantiene un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico, por ejemplo,
la talla media actual entre los varones caucásicos (si crecen bien nutridos y con poco estrés) hacia
los 21 años es de 1,75 m, la talla media de las mujeres caucásicas en iguales condiciones es de 1,62
m, y los pesos promedios respectivos son de 75 kg y 61 kg respectivamente; aunque así como se ha
notado una "tendencia secular" al aumento de las tallas (especialmente durante el siglo XX),
muchos indicadores sugieren que es probable desaparezca el dimorfismo sexual en lo que a tallas y
pesos respecta.
Véase también: Cuerpo humano, Fisiología humana y Genética humana
Mente
Artículo principal: Mente (psicología)
La mente se refiere colectivamente a aspectos del entendimiento y conciencia que son combinación
de capacidades como el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la
voluntad. La mente, para los materialistas, es un resultado de la actividad del cerebro.
El término pensamiento define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las
actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de
naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos,
artísticos, etc. Junto con los cetáceos superiores (delfines y ballenas), los antropoides no homínidos
(gorila, chimpancé) y el elefante, alcanza el mayor desarrollo en la escala evolutiva y aun muchas
de sus interacciones nos son desconocidas.
Véase también: Cerebro, Consciente, Inteligencia, Pensamiento (mente) y Psicología
Nutrición humana
Artículo principal: Nutrición
Véase también: Regimen alimenticio y Alimentación humana
Etología
Artículo principal: Comportamiento humano
Ciclo vital
Artículo principal: Ciclo vital
La especie humana es entre los animales pluricelulares actuales una de las más longevas; se tienen
documentados casos de longevidad que sobrepasan los 100 años. Tal longevidad es un carácter
genotípico que, sin embargo, debe ser coadyuvado por condiciones vivenciales favorables. En el
Imperio Romano, hacia el año 1 d. C., la esperanza de vida rondaba sólo los 25 años, debido en gran
parte a la elevada mortalidad infantil[cita requerida]. La edad de la pubertad es aproximadamente a los
11 años en las niñas y a los 13 años en los niños, aunque las edades varían según la persona.
Véase también: Biología del desarrollo y Longevidad
Sexualidad
Artículo principal: Sexualidad
Entre otras implicaciones, la importancia del lenguaje simbólico en el Homo sapiens, hace que los
significantes sean los soportes del pensar o los pensamientos. En nuestra especie, el pensar humano,
a partir de los tres años y medio de edad se hace prevalentemente simbólico.
Asociado con lo anterior (y esto lo explica el psicoanálisis), debe notarse que la especie humana es
prácticamente la única que se mantiene en celo sexual continuo: es realmente destacable que en la
especie humana no exista un estro propiamente dicho. En las mujeres existe un ciclo de actividad
ovárica en virtud del cual existen cambios fisiológicos en todo su sistema reproductivo y del cual
derivan ciertos cambios conductuales. Sin embargo, como en las mujeres la aceptación sexual no
se circunscribe a una parte del ciclo reproductivo, no se debería usar el término "estro" o "celo"
en el ser humano, dado que la aceptación sexual es independiente de su ciclo reproductivo. Ya entre
chimpancés y, sobre todo, bonobos, se nota una conducta próxima.
Ahora bien; dada la dificultad de vivir solamente practicando relaciones sexuales un "mecanismo"
evolutivo compensatorio habría sido el de la sublimación -la cual se considera asociada a la
existencia de un lenguaje y un pensar simbólicos-, si se da una sublimación esto parece significar
que, también se da una represión (en el sentido freudiano) que origina a lo inconsciente. El Homo
sapiens es, en este sentido, un animal pulsional. Según la reflexología de Pavlov el Homo sapiens
no se restringe a un "primer sistema de señales" (el de estímulo/respuesta y respuesta a un estímulo
substitutivo), sino que el ser humano se encuentra en un nivel de "segundo sistema de señales". Este
segundo sistema es, principalmente el del lenguaje simbólico que permite una heurística, que es la
capacidad para realizar de forma inmediata innovaciones positivas para sus fines.
Por otra parte, la especie humana es de las pocas, junto con el bonobo (Pan paniscus) en el reino
animal que copula cara a cara, lo cual tiene implicaciones emocionales de gran relevancia para la
especie.
Cabe anotar que con el surgimiento de la teoría de la inteligencia emocional, desde la psicología
sistémica, el ser humano no debe reducirse a sus pulsiones, las cuales sublima o reprime, sino que
se entiende como un ser sexuado, que vive esta dimensión en relación con la formación recibida en
la familia y la sociedad. La sexualidad se forma entonces desde los primeros años y se va
entendiendo como una vivencia procesual acorde a su ciclo vital y su contexto socio-cultural.
A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de las otras especies sexuadas, la mujer sigue
viviendo mucho tiempo tras la menopausia. En las otras especies la hembra suele fenecer al poco
tiempo de llegada la misma.
La cantidad máxima natural de prole que puede tener una mujer parece estar en los 25 hijos.
Por la indicada prematuración, la madurez sexo-genital es -en relación a otras especies- muy tardía
entre los individuos de la especie humana, actualmente en muchas zonas la menarquia está
ocurriendo a los 11 años, esto significa que, aunque la madurez sexo-genital es siempre lenta en la
especie humana, existe un adelantamiento de la misma respecto a épocas pasadas (del mismo modo
suele darse una menopausia cada vez más tardía). Pero si la madurez sexo-genital es tardía en la
especie humana, aún más suele serlo la madurez intelectual y, en especial la madurez emotiva.
Véase también: Amor, Sexualidad humana y Sistema reproductivo
Origen y evolución
Artículo principal: Origen del hombre
Feto, por Leonardo da Vinci.
Boceto del ser humano, por Leonardo da Vinci
Evolución humana
Artículo principal: Evolución humana
En principio, en cuanto perteneciente al infraorden de los catarrinos, el Homo sapiens parece tener
su ancestro, junto con todos los primates catarrinos, en un período que va de los 50 a 33 millones de
años antes del presente (AP), uno de los primeros catarrinos, quizás el primero, es el
Propliopithecus, incluyendo al Aegyptopithecus, en este sentido, el ser humano actual, al igual que
primates del "Viejo Mundo" con características más primitivas, probablemente descienda de esa
antigua especie. En cuanto a la bipedestación, ésta se observa en ciertos primates a partir del
Mioceno. Ya se encuentran ejemplos de bipedación en el Oreopithecus bambolii y la bipedestación
parece haber sido común en Orrorin y Ardipithecus. La mutación que llevó al bipedación fue
exitosa porque dejaba libre las manos como para fabricar artefactos y, particularmente, porque en la
marcha un homínido ahorra mucha más energía andando sobre dos patas que sobre cuatro, puede
acarrear objetos durante la marcha y otear más lejos. Sin embargo de remontarse la bipedestación a
quizás a unos 8 millones de años aP, la andadura o forma de marcha típica del humano moderno se
consolida aproximadamente hace al menos unos 1,5 millones de años con el Homo erectus o con el
Homo ergaster, previo a éstos los primates antropoides apoyaban toda la planta del pie haciendo
una flexión y descargando el peso en el calcanio, la andadura moderna implica la existencia de un
pequeño ángulo entre el dedo gordo y el eje del pie, así como la presencia del arco longitudinal de
la planta y una distribución medial del peso (notar que en las mujeres la andadura distribuye el peso
más hacia las partes internas del pie debido a la mayor anchura de la pelvis).3
Probablemente cuando los ancestros del Homo sapiens vivían en selvas comiendo frutos, bayas y
hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad metabólica, que tiene la mayoría de
los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina; ya antes parecen haber perdido la
capacidad de digerir la celulosa. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero
importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento
demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homínidos (y luego los humanos) se vieron
forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes, la
pérdida de la capacidad de metabolizar ciertos nutrientes como la vitamina C habría sido
compensada por una mutación favorable que permite al Homo sapiens una metabolización óptima
(ausente en primates) del almidón y así una rápida y "barata" obtención de energía, particularmente
útil para el cerebro. El Homo sapiens parece ser una criatura bastante indefensa y como respuesta
satisfactoria la única solución evolutiva que ha tenido es su complejísimo sistema nervioso central.
Espoleado principalmente por la busca de nuevas fuentes de alimentación. Se ha observado que la
cefalización aumentó paralelamente al incremento de consumo de carne[cita requerida]. La habilidad
humana para digerir alimentos con alto contenido de almidón como las papas, podría explicar el
éxito del homo sapiens en el planeta, sugiere un estudio genético.4
El pliegue epicántico de los párpados existente en gran parte de las poblaciones del Asia y de
América, el pliegue que hace 'bridados' en su aspecto externo a los ojos, ha sido una especialización
de poblaciones que durante las glaciaciones debieron pervivir en lugares con abundancia de nieve:
los ojos vulgarmente llamados "rasgados" entonces fueron el modo de adaptación para que los ojos
no padecieran un excesivo reflejo de la luz solar reflejada por la nieve.
Las primeras modificaciones importantes que aparecen en la filogénesis de las especies que
constituyen la línea evolutiva que desemboca en el Homo sapiens. Todos los cambios reseñados han
sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la
susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación
sanguínea y linfática (por ejemplo, el corazón recibe -relativamente- "poca" sangre).
Véase también: Prehistoria, Homo, Origen de los humanos modernos, Historia y Arqueología
Pigmentación
Es casi seguro que la Eva mitocondrial y el Adán ó los Adanes, los primeros Homo sapiens eran
melanodérmicos, esto es: de tez oscura. Esto es porque la piel oscura es una excelente adaptación a
la exposición solar alta de las zonas intertropicales del planeta Tierra; la tez oscura (por melanina)
protege de las radiaciones U.V. (ultravioletas), y obtiene de ellas por metabolismo un nutriente
llamado folato indispensable para el desarrollo del embrión y del feto, empero, a medida que las
poblaciones humanas migraron a latitudes más allá de los 45º (tanto Norte como Sur) la melanina
paulatinamente ha sido menos necesaria, más aún, en las cercanías de las latitudes de los 50º la casi
total falta de este pigmento en la dermis, cabello y ojos ha sido una adaptación para captar más
radiaciones U.V. -relativamente escasas en tales latitudes; salvo que se produzcan huecos de ozono, en tales latitudes la tez muy clara posibilita una mayor metabolización de vitamina D a partir de
las radiaciones UV.
Mitos sobre los orígenes
Artículo principal: Mitos de la creación
A lo largo de la historia se han ido desarrollando distintas concepciones míticas, religiosas,
filosóficas y científicas respecto del ser humano, cada una con su propia explicación sobre el origen
del hombre, trascendencia y misión en la vida.
Cultura
Artículo principal: Cultura
Lenguaje y semiótica
Artículo principal: Lenguaje humano
El lenguaje designa todas las comunicaciones basadas en la interpretación, incluyendo el lenguaje
humano, pero la mayoría de las veces el término se refiere a lo que los humanos utilizan para
comunicarse, es decir, a las lenguas naturales. El lenguaje es universal y es usado por naturaleza en
las personas y en los animales. Sin embargo, filósofos como Martin Heidegger consideran que el
lenguaje propiamente tal es sólo privativo del hombre. Es famosa la tesis de Heidegger según la
cual el lenguaje es la casa del ser (Haus des Seins) y la morada de la esencia humana. Este criterio
es similar al de Ernst Cassirer quien ha definido al Homo sapiens como el animal simbólico por
excelencia; tan es así que es casi imposible suponer un pensamiento humano sin la ayuda de los
símbolos, particularmente de los significantes que subyacen como fundamentos elementales para
todo pensar complejo y que transcienda a lo instintivo.
Actualmente la especie humana muestra esta faceta hablando en torno a 6.000 idiomas diferentes, si
bien más del 50% de los 6.7000 millones de personas que actualmente conforma la colectividad
humana, sabe hablar al menos una de las siguientes ocho lenguas: chino mandarín, español, inglés,
árabe, hindi, portugués, bengalí y ruso.
Véase también: Lenguaje, Familias de lenguas, Idioma y Lingüística
Espiritualidad y trascendencia
Artículo principal: Religión
En muchas civilizaciones los seres humanos se han visto a sí mismos como diferentes de los demás
animales, y en ciertos ámbitos culturales (como las religiones del Libro o buena parte de la
metafísica del Occidente) la diferencia se asigna a una entidad inmaterial llamada alma, en la que
residirían la mente y la personalidad, y que, en algunos casos, se imagina que puede existir con
independencia del cuerpo.
Véase también: Familias de religiones
Arte y Cultura
Artículo principal: Arte
Posiblemente, la manifestación más clara de humanidad es el arte —en el sentido amplio del
término—, que produce la cultura. Por ejemplo, los individuos de una determinada especie de ave
fabrican un nido, o emiten un canto, cuyas características son específicas, comunes a todos los
individuos de esa especie. En cambio, cada hombre puede imprimir a sus acciones los rasgos
propios de su individualidad; por eso, cuando se analiza un cuadro, una forma de escribir, una
manera de fabricar herramientas, etc., se puede deducir quién es su autor, su artífice, su artista.
Paralelamente, también somos la única especie que dedica su tiempo y energía a algo inútil desde el
punto de vista puramente práctico. El arte es una de las manifestaciones de la creatividad humana,
pero una manifestación vacía y negativa desde el punto de vista de la supervivencia. Si bien, esta
actividad en principio dañina, en realidad es la herramienta con la cual desarrollamos nuestra
cultura, nuestra unión, y nuestra fuerza como pueblo. Nos divide y separa de unos pueblos; y nos
hermana con otros. En esta telaraña que envuelve a nuestras sociedades, a nuestro planeta.
Véase también: Humanidades, Bellas artes, Música, Danza, Literatura, Historia del arte y Filosofía
Ciencia
Artículo principal: Ciencia
Véase también: Tecnología
Sociedad
Artículo principal: Sociedad
Una sociedad humana, entidad poblacional o hábitat, es aquella que se considera a sí misma, a los
habitantes y a su entorno; todo ello interrelacionado con un proyecto común, que les da una
identidad de pertenencia. Asimismo, el término connota un grupo con lazos económicos,
ideológicos y políticos. Tal sociedad supera al concepto de nación-estado, este plantenado a la
sociedad occidental como una sociedad de naciones, etc.
Véase también: Comercio, Economía, Política, Estado, Gobierno y Guerra
Hábitat
Artículo principal: Geografía humana
En relación a la capacidad para realizar grandes modificaciones ambientales, cabe decir que el
Homo sapiens es actualmente un poderoso agente geomorfológico, llegando incluso a ser la única
especie capaz de hacer desaparecer prácticamente todo vestigio de vida en el planeta, desde
mediados de siglo XX; es en éste y otros sentidos que el ser humano es actualmente el mayor
superpredador y el ser vivo más poderoso del planeta, en comparación de los demás organismos
vivos. Sin embargo, sigue siendo frágil ante posibles eventos cataclísmicos que pudieran afectar su
hábitat, como las glaciaciones.
El Homo erectus, por ser un animal muy vulnerable en estado de naturaleza es muy dependiente de
la tecnología (ergo: es dependiente de la ciencia por primitiva que esta sea), así es que se dice del
Homo sapiens que es "Homo faber".
Quizás, dado que todo sistema retroalimentado de forma natural llega a su fin, el fin de un
ecosistema llega cuando la vida ha logrado evolucionar hasta lograr seres con un grado de
conciencia capaz de programarse en función de la educación recibida y no según lo
termodinámicamente sostenible. La educación es, por tanto, la demostración evidente de si somos
parte de un sistema aún mayor o intentamos independizarnos de todo, estableciendo nuestras formas
de obtener nuestros recursos, sin tener en cuenta los ya establecidos por la propia naturaleza.
Por ejemplo: La naturaleza nos dota de capacidades físicas para buscar alimentos en el medio que
nos rodea de una manera termodinámicamente eficaz. Nosotros establecemos que lo mejor es
racionalizar los medios que la naturaleza nos da y replicarlos de forma industrial, aplicando
procesos que no se dan de forma natural, aumentando el consumo energético por redundar algo que
ya existe y ampliándolo a algo totalmente termodinámicamente innecesario, como es el hecho de
que te lleven el alimento a casa, de intervenir los códigos genéticos de los alimentos para hacerlos
resistentes a enfermedades, de influir en qué alimentos contendrán semillas y cuáles no y un largo
etcétera, que a día de hoy nos hace la vida más cómoda, pero que ignoramos cómo nos van a afectar
esos cambios en nuestra estructura genética y, por lo tanto, si nuestra descendencia portará
características fundamentales para sobrevivir a un medio natural o, por el contrario, nacerán y
dependerán tan íntimamente del medio artificial que cualquier modificación a ese medio le
incapacite de tal manera que provoque su extinción.
Homo sapiens idaltu
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Homo sapiens idaltu
Rango fósil: Pleistoceno Medio
Estado de conservación
Extinto
Clasificación científica
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Mammalia
Orden:
Primates
Familia:
Hominidae
Subfamilia: Homininae
Tribu:
Hominini
Subtribu:
Hominina
Género:
Homo
Especie:
H. sapiens
Subespecie: H. s. idaltu
Nombre trinomial
Homo sapiens idaltu
White et al., 2003
El hombre de Herto (Homo sapiens idaltu) es una subespecie de Homo sapiens descrita a partir de
especímenes fósiles encontrados en las proximidades de la localidad etíope de Herto en el año 1997
por el equipo de paleoantropólogos dirigido por Tim White. Sin embargo, el nuevo descubrimiento
no se hizo público hasta el año 2003.1
Homo sapiens idaltu es un nombre trinomial, como es preceptivo, según la taxonomía, para
denominar las subespecies; las dos primeras palabras son latinas y significan humano que sabe capacitado para conocer y reflexionar respecto a lo que conoce-, mientras que la tercera y última es
una palabra del amhárico que significa anciano.
Dado el lugar en el cual se hizo el hallazgo de los restos (tres cráneos) se le llamó "Hombre de
Herto". Dichos fósiles han sido datados con una antigüedad de unos 158.000 años, es decir del
Pleistoceno Medio.
El descubrimiento ha suscitado alguna polémica entre los investigadores. Varios consideran al
Homo sapiens idaltu como una subespecie extinta del Homo sapiens y es por esto que se usa la
denominación taxonómica trinomial. Otros, en cambio, consideran que Homo sapiens idaltu es sólo
un ser humano de la actual especie que mantiene ligeros rasgos morfológicos arcaicos en relación a
otros fósiles que son indiscutiblemente de Homo sapiens (i.e.: los Cro-Magnon, los hombres de
Grimaldi, etc.).
Si es correcta la tesis según la cual el Homo sapiens idaltu es una subespecie de la nuestra, habrá
que rescatar la antigua denominación de Homo sapiens sapiens para el hombre actual. Este
terminología se usaba cuando el Hombre de Neanderthal era considerado una subespecie nuestra
(Homo sapiens neanderthalensis); pero desde que se evidenció que los neandertales y los humanos
modernos representan especies biológicas distintas, se han venido usando los términos Homo
sapiens y Homo neanderthalensis.
Los restos de Homo sapiens idaltu han sido considerados como los especímenes más antiguos de la
especie humana hasta la redatación de los fósiles de Homo sapiens conocidos como Omo I y Omo
II, a los cuales se les ha atribuido casi 200.000 años de antigüedad.
El Hombre de Flores (Homo floresiensis), también apodado "Hobbit", es el nombre propuesto
para una posible especie recientemente descrita del género Homo, extraordinaria por el pequeño
tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente supervivencia, pues se cree que fue
contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la isla indonesia de Flores. Se
descubrió un esqueleto subfósil, datado hace 18.000 años, muy completo excepto por los huesos del
brazo, que todavía no se habían encontrado, en yacimientos en la cueva de Liang Bua en 2003.
Posteriormente, en el mismo lugar se recuperaron partes de otros seis individuos, todos diminutos,
así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedras
igualmente pequeñas de estratos comprendidos de entre 90.000 a 13.000 años de antigüedad.
La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido»,
donde animales arcaicos, largamente extintos en el resto del mundo, habían evolucionado a formas
gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla tenía elefantes enanos (una especie de
Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como el Homo floresiensis, que
puede ser considerado una especie de humano enano.
Los descubridores han apodado a los miembros de la diminuta especie «hobbits», como la raza
ficticia de Tolkien que en sus libros son gente pequeña. El Homo floresiensis, tiene unos 74.000
años de antigüedad. También están ampliamente presentes en esta cueva sofisticados utensilios de
piedra de un tamaño considerado adecuado para un humano de 1 metro de estatura. Dichos
utensilios parecen tener una antigüedad entre 95.000 y 13.000 años y están asociados con
estegodontes jóvenes, presumiblemente presas del hombre de Flores.
Los especímenes no están fosilizados, sino que tienen lo que ha sido descrito en un artículo de
Nature «la consistencia del papel mojado secándose» (una vez expuestos, los huesos deben dejarse
secar antes de que puedan ser extraídos). Además, encontraron en el mismo lugar sofisticados
utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para el Homo floresiensis.
Los investigadores esperan encontrar ADN mitocondrial en buen estado para compararlo con
muestras de especímenes no fosilizados de H. neanderthalensis y H. sapiens similares. Sin
embargo, la probabilidad de que se haya conservado ADN es baja, pues éste se degrada más
rápidamente en entornos tropicales templados, donde se sabe que no se conserva más que algunas
docenas de años. La contaminación del entorno cercano parece altamente probable dado el ambiente
húmedo en el que fueron encontrados los especímenes.
El Homo erectus, señalado como el antepasado inmediato del Homo floresiensis, tenía
aproximadamente la misma talla que otra especie descendiente, la de los humanos modernos. Sin
embargo, los especialistas creen que a consecuencia del limitado aporte alimentario de la Isla de las
Flores, el Homo erectus, llegado al territorio de la isla de Flores hace ca. 500 000 años, sufrió un
fuerte enanismo isleño, una forma de especiación geográfica también presente en la isla en diversas
especies. Aparte de la diferencia de tamaño, los especímenes parecen por lo demás semejantes en
sus características al Homo erectus, del que se sabe vivía en el sureste asiático en la misma época
que los hallazgos más antiguos del Homo floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base
del establecimiento de la relación filogenética sugerida.
Contenido
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1 Cuerpos pequeños
2 Cerebros pequeños
3 Supervivencia reciente
4 Importancia
5 Reacciones
o 5.1 Ética sobre el descubrimiento de los restos
o 5.2 Controversia sobre el acceso a los restos
o 5.3 Últimos hallazgos
6 Referencias
o 6.1 Notas
o 6.2 Bibliografía
7 Véase también
8 Enlaces externos
Cuerpos pequeños [editar]
La hipótesis creada por los descubridores de los restos postula al Homo erectus como el antepasado
inmediato del Homo floresiensis, aunque el Homo erectus tenía aproximadamente la misma talla
que otra especie descendiente, la de los humanos modernos. Para explicar esta diferencia de
tamaño, esta hipótesis postularía que el Homo erectus al crecer en el entorno de limitado alimento
de la isla de Flores, habría sufrido un fuerte enanismo isleño (una forma de adaptación evolutiva
también presente en la isla en diversas especies, incluyendo el mencionado Stegodon enano, y
observada también en otras islas pequeñas).
Aparte de la diferencia de tamaño, esta hipótesis se basa en que los especímenes parecen por lo
demás semejantes en sus características al H. erectus, del que se sabe que vivía en el sudeste
asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos del H. floresiensis. Estas semejanzas
observadas forman la base para el establecimiento de la relación filogenética sugerida. Sin embargo
hay que tener en consideración que no se han encontrado en la isla restos correspondientes al H.
erectus, y mucho menos formas de transición; encontrándose hasta el momento solamente pruebas
materiales (herramientas de piedra), atribuible solo presuntamente a una posible ocupación del H.
erectus hace 840.000 años; no descartándose también que sean atribuibles a otra posible especie de
homínido existente en esa época.
Así, al tener el espécimen tipo de esta especie encontrada, un esqueleto bastante completo, y un
cráneo casi completo de una hembra de 30 años de edad y cerca de un 1 metro de altura; no sólo
presenta una drástica reducción en comparación con el H. erectus, sino incluso una talla algo menor
que la del Australopithecus, un ancestro tres millones de años más antiguo y que no se pensaba
previamente que se hubiese expandido más allá de África. Esto tiende a calificar al H. floresiensis
como el miembro más «extremo» de la extensa familia humana; ya que serían ciertamente los más
bajos y pequeños.
En relación a la estatura, el H. floresiensis es también bastante diminuto comparado con el tamaño
del ser humano moderno. La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente
menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más
pequeñas, tales como los pigmeos africanos (< 1,5 m), Twa, Semang (1,37 m para las mujeres
adultas) o los andamaneses (1,37 m para las mujeres adultas). La masa es normalmente considerada
más importante biofísicamente que una medida unidimensional de altura, y por dicha medida,
debido a los efectos de escala, las diferencias son incluso mayores. Se ha estimado que en el
espécimen tipo de H. floresiensis era de unos 25 kg.
El H. floresiensis además tenía brazos relativamente largos, quizás para permitir a esta pequeña
criatura trepar a la seguridad de los árboles cuando lo necesitaba. Estos huesos del brazo, hacen que
las inevitables comparaciones con los humanos modernos acondroplásicos (sobre 1,2 m) u otros
enanos no sean válidas, pues estas personas no son proporcionalmente más pequeñas que las demás
por regla general, sino que sólo tienen sus miembros más cortos.
Cerebros pequeños [editar]
Además de una talla corporal pequeña, el H. floresiensis tenía un cerebro extraordinariamente
pequeño. El espécimen tipo, con 380 cm³, está en el mismo rango que los chimpancés o los antiguos
Australopitecus. Su cerebro está reducido considerablemente respecto al del presunto antecesor
inmediato de esta especie, el H. erectus, que con 980 cm³ tenía más del doble de volumen cerebral
que su especie descendiente. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta el H.
floresiensis es comparable a la del H. erectus, lo que indica que es improbable que las especies
difieran en inteligencia. De hecho, los descubridores han asociado a la especie algunos
comportamientos avanzados.
Estos comportamientos estarían asociados a la existencia de evidencias del uso del fuego para
cocinar. La especie también ha sido relacionada con herramientas de piedra de la sofisticada
tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos, quienes con
1310-1475 cm³ casi cuadruplican el volumen cerebral del H. floresiensis (con una masa corporal
incrementada en un factor de 2,6). Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la
caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana.
Igualmente en otro yacimiento llamado Mata Menge, el investigador Adam Brumm y sus
colaboradores han detectado que las herramientas encontradas tienen importantes similitudes con
las halladas en Liang Bua; presentando las herramientas de Mata Menge una datación que arroja la
asombrosa fecha de "entre 840.000 y 700.000 años" [1]. Estas fechas, indican que Homo sapiens no
pudo fabricar las herramientas descubiertas en Mata Menge, y con ello probablemente también las
de Liang Bua; ya que la especie Homo sapiens no existía en esa época.
Además, la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un
profundo estrecho, a pesar del bajo nivel marino que unió a buena parte del resto de Sundaland.
Este hecho ha llevado a los descubridores del H. floresiensis a concluir que la especie o sus
antecesores sólo pudieron haber alcanzado la isla aislada por medio de algún transporte marítimo,
quizás llegando en balsas de bambú hace unos 100.000 años.
Estas evidencias observadas de tecnología avanzada y cooperación a un nivel humano moderno ha
impulsado a los descubridores a proponer que H. floresiensis tendría casi con total certeza lenguaje.
Estas sugerencias han resultado ser las más controvertidas de los hallazgos de los descubridores, a
pesar de la probablemente alta inteligencia del H. floresiensis.
Supervivencia reciente [editar]
El otro aspecto notable del hallazgo, es que se cree que esta especie ha sobrevivido en la isla de
Flores tan recientemente como hasta hace 12.000 años. Eso la hace el homínido más longevo,
sobreviviendo largamente la desaparición de los neandertales (H. neanderthalensis) hace unos
30.000 años. El H. floresiensis ciertamente coexistió con los humanos modernos, quienes llegaron a
la región hace entre 35.000 y 55.000 años, durante un largo período, pero se desconoce cómo
pudieron haber interactuado.
El análisis de la geología local sugiere que una erupción volcánica en Flores fue la responsable de la
desaparición del H. floresiensis en la parte de la isla bajo estudio hace aproximadamente 12.000
años, junto con gran parte de la fauna local, incluido el Stegodon enano y las ratas gigantes de la
isla.
Los descubridores sospechan, sin embargo, que esta especie puede haber sobrevivido mucho más
tiempo en otras partes de la isla de Flores hasta llegar a ser el origen y fuente de las historias sobre
los Ebu Gogo contadas entre los lugareños. Se dice que los Ebu Gogo eran cavernícolas pequeños,
peludos y de lenguaje pobre, y presentarían el tamaño del H. floresiensis. Se creía ampliamente en
su existencia en la época de la llegada de los holandeses hace quinientos años, e incluso algunas
historias dicen que estas extrañas criaturas han sido vistas hace tan sólo un siglo.
Similarmente, en la isla de Sumatra circulan leyendas sobre un humanoide de un metro de altura, el
Orang Pendek, aunque son pocos los investigadores profesionales que las toman en serio,
recibiendo más atención de la autodenominada criptozoología (disciplina cuyo enfoque suele ser
pseudocientífico). Los investigadores que han trabajado en el hombre de Flores, han señalado que el
Orang Pendek y otros humanoides salvajes del folclore de Asia sudoriental podrían estar
relacionados de alguna forma con relatos sobre antiguos encuentros con Homo floresiensis u otros
homínidos enanos aún desconocidos.
Importancia [editar]
El descubrimiento es ampliamente considerado como el más importante de su clase en la historia
reciente, y fue toda una sorpresa para la comunidad antropológica. La nueva especie desafía muchas
de las ideas de su disciplina. Desde el siglo XIX, cuando empezaron a descubrirse los primeros
neandertales, no se habían descubierto otros homínidos coetáneos del Homo sapiens.
El H. floresiensis es tan diferente en forma a otros miembros del género Homo que obliga al
reconocimiento de una posible nueva e inimaginable variabilidad en ese grupo, y reafirma una
tendencia intelectual lejana a la idea de la evolución lineal.
Sin duda este descubrimiento además echa más leña al fuego del perenne debate sobre los modelos
africano y multirregional de la especiación de los humanos modernos, a pesar de que el H.
floresiensis no es propiamente un ancestro de éstos. Ya se han oído voces argumentando en ambos
sentidos.
Los descubridores de H. floresiensis esperan poder encontrar los restos de otra especie de Homo
igualmente divergente en otras islas aisladas del sudeste asiático; y creen que es posible e incluso
«probable» que alguna especie Homo perdida pudiera hallarse aún viva en algún rincón inexplorado
de la jungla.
Henry Gee, un editor jefe de la revista Nature se ha mostrado de acuerdo, afirmando que «Por
supuesto eso podría explicar todas las leyendas sobre la gente diminuta — que están casi con
seguridad extintas, pero que es posible que puedan quedar criaturas como estas aún hoy. Esto es
posible, ya que aún se encuentran nuevos mamíferos grandes. Con lo cual, no creo que la
probabilidad de encontrar una nueva especie de humanos viva sea menor que la de hallar una nueva
especie de antílope, y esto ha ocurrido.» [2]
Gee también ha escrito que «El descubrimiento de que el Homo floresiensis sobrevivió hasta tan
recientemente, en términos geológicos, hace más probable las historias de otras criaturas míticas
parecidas a humanos, como los "yetis" , están fundadas en una pizca de verdad... Ahora la
criptozoología, el estudio de tales criaturas fabulosas, puede volver del frío.» [3]
Reacciones [editar]
Poco después de ser descubiertos los primeros restos, Se informó que el profesor Teuku Jacob,
paleontólogo jefe de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia y otros científicos están en
desacuerdo con la clasificación de los nuevos hallazgos dentro de una especie de Homo. «Se trata
de una subespecie de Homo sapiens clasificada bajo la raza austromelanesia», afirmó Jacob, quien
intentará demostrar que el espécimen hallado pertenece a una hembra de 25 a 30 años de una
subespecie de H. sapiens y no de una especie nueva. Jacob dice estar convencido de que el pequeño
cráneo corresponde a un humano mentalmente deficiente de una mujer moderna que sufría
microcefalia; y que el cerebro del ‘hombre de las flores’ es “erróneamente pequeño” y contradice
las leyes fundamentales de la biología. Según Jacob “Lo que dice esta ley, es que si tu cuerpo tiene
la mitad del tamaño normal, el tamaño del cerebro sólo puede ser un 15% más pequeño que uno
normal”.
Luego se informó que algunos científicos creían que el esqueleto encontrado podía ser de un macho
y no de una hembra, con microcefalia. Cuando fue entrevistado por el programa de la televisión
australiana Lateline, el profesor Roberts admitió que el esqueleto puede pertenecer a un macho en
vez de a una hembra, pero mantuvo enérgicamente que los restos óseos pertenecen a una nueva
especie. Otro equipo alrededor de "Alfred Czarnetzki, Carsten Pusch" (Universidad de Tuebingen)
y Jochen Weber (Schweinfurt) han podido comprobar mediante la más amplia prueba al azar de
microcéfalos que el Homo floresiensis no se puede excluir del grupo de los microcéfalos.
Sin embargo las últimas investigaciones1 ,2 sobre los pequeños hombres de Flores, aducirían
argumentos fuertes sobre que no pertenecían a una especie extinta desconocida hasta el momento,
sino que tienen todas las características del moderno Homo sapiens. En efecto, los huesos,
parecidos a los pigmeos, parecerían haber sido afectados de microcefalia, trastorno que hace que la
cabeza y el cerebro sean mucho más pequeños de lo normal. Igualmente el científico Peter
Obendorf desde la Universidad de Melbourne, postula que lo más probable es que los Hombres de
Flores padecieran una enfermedad llamada cretinismo o hipotiroidismo congénito, la cual provoca
un retraso físico y mental debido a una malformación de la glándula tiroidea. El motivo de que estos
humanos nacieran así, según Obendorf, pudo ser una deficiencia de yodo y selenio en sus madres,
debida a la mala alimentación, a la que se unió la ingesta de alguna planta que las envenenó con
cianida. Su argumento se basa en el hecho de que los fósiles aparecieron en el interior de la isla,
lejos del aporte fundamental de yodo que les habría proporcionado el pescado.En cuanto a las
plantas con cianida, como el bambú, aún se encuentran en la isla de Flores, y las consumen sus
habitantes cuando hay sequía y vienen mal dadas, sólo que ahora "las cocinan mejor".
Sin embargo, existencia de otros hallazgos en Liang Bua, que incluyen otra diminuta mandíbula
perteneciente a un adulto, de hace 15.000 años, y los huesos del brazo derecho perteneciente al
ejemplar original (conocido como LB1); estarían confirmando la presencia de una duradera
población enanizada desde hace unos 74.000 años a hasta hace unos 12.000 años, que convivió con
los seres humanos modernos. Además el descubrimiento de otros restos, dejaría obsoleto el
argumento de Jacob sobre una supuesta ley fundamental de la biología, que impedidiría la
existencia de una criatura normal con un tamaño de cerebro igual a lo que se indicaría con los restos
hallados en Liang Bua. Sobre la investigación publicada en la revista Science, Mike Morwood,
quien ha estudiado los restos del Homo floresiensis, ha dicho que la investigación realizada por
R.D. Martin ignora otras pruebas procedentes de Ling Bua, tales como las características que
presentan los demás huesos de los especímenes encontrados.
Así, hasta el momento la falta de hallazgos de otros cráneos ha impedido descartar totalmente la
hipótesis a favor o en contra del descubrimiento de una nueva especie.
Ética sobre el descubrimiento de los restos [editar]
Jacob también afirmó que los científicos australianos habían hecho lo que denominó como
«terrorismo científico» al bautizar a los restos óseos y decidir por sí mismos (sin ni siquiera discutir
el asunto con los científicos indonesios) que éste era Homo floresiensis. Más aún, Jacob (y algunos
otros científicos indonesios) sostiene que los australianos no actuaron éticamente al no publicar los
hallazgos conjuntamente con los indonesios (a pesar de que los restos fueron hallados
conjuntamente). [4][5]
Controversia sobre el acceso a los restos [editar]
El profesor Teuku Jacob que, como se dijo, no participó en el descubrimiento original y ha
adoptado una postura fuerte y controvertida sobre la interpretación de los restos (aunque no más
controvertida que la que tomaron los científicos australianos al bautizar y publicar los hallazgos sin
discutir el asunto con Indonesia), ha tomado prestados (aparentemente sin permiso) la mayoría de
los restos para sus propias investigaciones. [6][7][8][9] Algunos han expresados sus temores de que,
como en el caso de los rollos del Mar Muerto, unas importantes evidencias científicas sean
secuestradas por un pequeño grupo de científicos que ni permitan el acceso a otros científicos ni
publiquen sus propias investigaciones. Sin embargo, estas acusaciones son bastante dudosas.
Después de todo, los restos fueron descubiertos mayoritariamente por los indonesios (Jacob afirmó
que, en septiembre de 2003, ningún científico australiano seguía trabajando en la excavación,
mientras que algunos indonesios sí.[10]).
Últimos hallazgos [editar]
Investigadores de la Institución Smithsoniana han publicado recientemente (21 septiembre 2007) en
la revista Science nuevas conclusiones tras analizar tres pequeños huesos de la muñeca del
"Hobbit".Encontraron su muñeca muy parecida a la de simios africanos u homínidos primitivos y
muy diferente de la de los neandertales o a la de los seres humanos modernos.
En efecto, la configuración de los huesos de la muñeca del H. floresiensis son más semejantes a los
de un chimpancé que a los de un H. sapiens no pudiendo distribuir bien la fuerza provocada por los
impactos del dedo pulgar tal cual ocurre en los H. sapiens y ocurría incluso en los H.
neanderthalensis. Esta constatación evidenciaría que efectivamente se trata de una especie
diferente, y no de un Homo sapiens enfermo. Los humanos modernos, los neandertales y los Homo
floresiensis comparten un ancestro común.
También según últimos estudios se descubrió que el hombro del H. floresiensis era primitivo con
estrías osteoarticulares que lo hacen más emparentado con el del Homo erectus que con el de los
Homo sapiens.
Nuevos hallazgos del 2008
En tanto recientemente durante el inicio del año 2008 en la república de Palau, un remoto
archipiélago de Micronesia situado a 2.300 kilómetros de Flores, unos paleontólogos han
desenterrado los restos de otra extraña población de hombres diminutos que vivieron hasta épocas
recientes, hasta hace unos 1.400 años, pero que no son idénticos al proclamado Homo floresiensis.
El debate, claro está, versa sobre si ambas poblaciones deben ser consideradas especies únicas o,
como varios estudios sugieren, o si aun esta vigente la hipótesis de que son simplemente H. sapiens
modernos con algún problema de crecimiento.
En la investigación, que se ha publicado enla revista Plos (Public Library of Science), han
participado investigadores de las universidades de Witwatersrand, en Suráfrica, y de Duke y
Rutgers, en EE. UU., con el patrocinio de la National Geographic Society. Los investigadores,
encabezados por Lee Berger, encontraron los huesos en unas cuevas situadas en las llamadas Rock
Islands, en el sur de Palau.
"Estábamos haciendo una excursión en kayak cuando un guía me preguntó si quería ver una cueva
con huesos --relata Berger--. Vi un pequeño cráneo y enseguida supe que se trataba de algo
importante". La densidad de huesos era extraordinaria, pues se recuperaron más de 1.200
fragmentos tras excavar 50 centímetros en un metro cuadrado de suelo. Quizá se trataba de un lugar
de enterramiento.
Los llamados "hobbits de Palau" tienen una estatura similar a la de los de Flores, alrededor de 11020 centímetros los adultos varones, y también comparten unos dientes relativamente grandes, pero
en otros aspectos, como la morfología del cerebro y la mandíbula, se parecen más a un hombre
actual. Berger precisa, no obstante, que aún no se han hecho todas las pruebas para garantizar estos
extremos. Los análisis preliminares de un varón revelan que pesaba 43 kilos. En el caso de una
mujer, su peso fue de 29 kilogramos.
La datación por carbono 14 estimó una antigüedad de entre 1.410 y 2.980 años, bastante más
reciente que los homínidos de Flores, a los que se les calcula 11.000 años. En la entrada de una de
las cuevas de Palau también se hallaron los restos de individuos de mayor tamaño que vivieron hace
entre 940 y 1.080 años. Según los investigadores, la pequeña estatura se explicaría con la teoría del
enanismo isleño, es decir, que el aislamiento y la endogamia de las islas favorece el surgimiento de
animales de talla más pequeña.
Berger contribuye al debate al postular una explicación nueva: ni son individuos deformes ni
pertenecen a una especie diferente. Son, simplemente, un tipo de grupo de Homo sapiens muy
pequeños, que serían comparables a poblaciones aisladas como los actuales san (bosquimanos), en
África. En cualquier caso, lo que es sorprendente es que los humanos fósiles de Palau pudieran
haber evolucionado tan rápido. Sin embargo hay que recalcar que los hobbit de Palau no son
idénticos a los fósiles de Homo floresiensis.
No está claro si los nuevos hobbits de Palau pudieron llegar a convivir con los colonizadores
australianos y javaneses porque todavía se discute si el moderno poblamiento del archipiélago se
inició hace 3.000 o 1.500 años. Si realmente vivieron en épocas coetáneas, el contacto fue
inevitable: Palau es demasiado pequeño (459 kilómetros cuadrados) como para pensar en dos
poblaciones totalmente aisladas.
Lo cierto es que este nuevo descubrimiento echa por tierra las especulaciones sobre posibles
deformaciones o enfermedades como única causa de la estatura y morfología de estos individuos,
mundialmente conocidos como "Hobbits".
Australopithecus anamensis es una especie de homínido de 4,2 - 3,9 millones de años de
antigüedad encontrada en Kenia y descrita en 1995 por Meave Leakey (segunda esposa de Richard,
del clan de los Leakey). El nombre de esta especie proviene de la palabra Turkana "anam" que
significa lago y fue elegida en razón de la proximidad de Kanapoi al lago Turkana.
Contenido
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1 Restos fósiles
2 Características
3 Praeanthropus
4 Referencias
5 Véase también
6 Enlaces externos
Restos fósiles [editar]
El equipo de Tim White encontró en diciembre de 2005 restos de esta especie, en el sitio Asa Issie,
al noreste de Etiopía, en al valle medio del Awash.1 Datados con entre 4,1 y 4,2 millones de años de
antigüedad, son un fémur, fragmentos de maxilar y algunos dientes, incluyendo el canino más
grande hallado entre los homínidos. Antes se habían encontrado otros 9 fósiles de esta especie, en
Kanapoi (Kenia), la mayoría en 1994; más otros 12 fósiles, principalmente dientes, encontrados en
1988, en Allia Bay (Kenia)2 y un fragmento de húmero hallado en 1965 por Bryan Patterson y que
fue identificado posteriormente.3
Características [editar]
Sus molares poseían esmalte grueso, por lo que se deduce que no comía solo hojas y frutos sino
alimentos más duros. Vivió en un ambiente forestal, pero más abierto que el de sus supuestos
antepasados, los Ardipithecus ramidus, y se sabe que sí caminaba erguido. Presentaban un claro
dimorfismo sexual en tamaño corporal. Es posible que formaran comunidades de varios machos
emparentados, en las que cada uno agruparía un pequeño harén de hembras.
Aunque los dientes y una mandíbula presentan aun similitud con los simios, el fragmento de
húmero es semejante al de los humanos y la parte de tibia encontrada en 1994 por Kamoya Kimeu y
el fémur de Asa Issie, son la más antigua evidencia del bipedismo erecto de los homínidos. Tim
White1 considera que los Australopithecus anamensis muestran una clara descendencia del género
Ardipithecus: "Una forma evolucionó en otra", afirma.
Según algunos autores,4 A. anamensis es el antepasado directo de Australopithecus afarensis (3,9 3 millones de años); se trataría de un claro ejemplo de anagénesis, es decir, de un cambio
progresivo en vez de una bifurcación (cladogénesis).
Australopithecus afarensis es un homínido extinto de la subtribu Hominina que vivió entre los 3,9
y 3 millones de años antes del presente. Era de contextura delgada y grácil, y se cree que habitó sólo
en África del este (Etiopía, Tanzania y Kenia). La mayoría de la comunidad científica acepta que
puede ser uno de los ancestros del género Homo.[cita requerida]
Contenido
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1 Descubrimiento
2 Características físicas
o 2.1 Morfología ósea
3 Fósiles importantes
4 Praeanthropus
5 Referencias
o 5.1 Notas
o 5.2 Bibliografía
6 Enlaces externos
Descubrimiento [editar]
Fue descubierto el 24 de noviembre de 1974 por Donald Johanson, Yves Coppens y Tim White en
Hadar, Etiopía. El espécimen encontrado en aquel momento fue mundialmente conocido como
Lucy.1
Este descubrimiento destacó sobre los demás por muchas cualidades, especialmente por ser el
Australopithecus mejor conservado descubierto hasta aquella fecha. Así fue posible comprobar que
la capacidad para caminar erguido, como los humanos actuales, fue muy anterior al crecimiento del
cerebro. El estudio de su dentadura aclaró aspectos fundamentales sobre la evolución de los
homínidos y descubrió la evolución simultánea de géneros, de manera que la línea Paranthropus, se
apartó de otras y en particular de la que evolucionó hacia Homo.[cita requerida]
Los restos de Lucy fueron encontrados en el lugar donde habitaba la tribu Afar, de ahí el nombre
afarensis, y junto con otros doce individuos de la misma especie, incluido cráneos, conforman lo
que se llama "la primera familia".
Características físicas [editar]
A. afarensis es, como todo Australopithecus, un primate bípedo erguido, pero diferente a nosotros
en varios aspectos:

Capacidad craneal bastante menor: 375 a 550 cm3. Esto significa también un cerebro del
tamaño del de un chimpancé y cercano a la tercera parte del humano actual promedio.

Australopithecus afarensis era un homínido con frecuente actividad arbórea, ya sea
recolectando frutos, durmiendo, huyendo, etc.

Su pecho no era en forma de barril, como el nuestro, sino que se estrechaba agudamente
hacia arriba (forma de campana).

El dimorfismo sexual (diferencia física entre machos y hembras de una misma especie) era
muy marcada, con los machos mucho más corpulentos que las hembras.
Morfología ósea [editar]
Como se ha dicho, el cráneo relativamente pequeño, con un volumen parecido al de los
antropomorfos actuales, aunque en comparación con el tamaño del cuerpo era relativamente grande.
Además, su cara era bastante grande y se proyectaba delante del cráneo, debido al tamaño de los
dientes (prognatismo).
A diferencia de los antropomorfos, los caninos de A. afarensis son reducidos aunque se proyectan
ligeramente delante del diente adyacente. Los incisivos son grandes (asociados al régimen
frugívoro). Los molares y premolares son de tamaño sustancial, con superficies planas.
De su boca también se concluye que el paladar es muy similar al del hombre actual porque aunque
grande, forma una curva que no es parabólica, ni de lados paralelos, como en los grandes simios.
La forma de la pelvis es importante ya que de ella se han realizado estudios necesarios para
determinar el caminar bípedo erguido de los Australopithecus; es de su pequeño tamaño en
comparación a los antropomorfos y presenta un canal de parto, en la hembra, más pequeño que el
actual y con una notoria forma de riñón. Las hembras de la especie no necesitaban tener un gran
canal de parto, debido al pequeño tamaño del cráneo de las crías.
Australopithecus garhi es una especie de homínido cuyos fósiles se descubrieron en 1996 por un
grupo de investigadores liderado por el paleontólogo etíope Berhane Asfaw y el antropólogo
norteamericano Tim White.
Inicialmente se creyó que era el eslabón perdido entre los géneros Australopithecus y Homo, y por
lo tanto un ancestro nuestra especie. Sin embargo A. garhi es más avanzado que cualquier otro
australopiteco, y una especie contemporánea (o casi) de las especies ancestrales de Homo, por lo
tanto no es probable que sea un ancestro humano. Los restos hallados proceden de un lapso
temporal con un escaso registro fósil, entre 2 y 3 millones de años. Tim White fue el científico que
halló el primero de los fósiles de A. garhi en 1996 cerca de la ciudad de Bouri, en el río Awash
medio de la Depresión de Afar en Etiopía. La especie fue confirmada y establecida como A. garhi el
20 de noviembre de 1997 por el paleoantropólogo etíope Yohannes Haile-Selassie. El nombre de la
especie "garhi" es "sorpresa" en la lengua local Afar.
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1 Morfología e interpretaciones
o 1.1 Las primeras herramientas de piedra
2 Véase también
3 Referencias
4 Enlaces externos
Morfología e interpretaciones [editar]
Los rasgos de A. garhi son algo distintos de los típicamente vistos en Australopithecus afarensis y
en Australopithecus africanus. Un ejemplo de las diferencias puede verse al comparar el maxilar
encontrado en Hadar, Etiopía (A. afarensis) con el espécimen de Bouri de A. garhi. La capacidad
craneal de A. garhi es de 450 cm3, parecida a la de otros australopitecos. La mandíbula hallada por
Asfaw tiene una morfología general compatible con la misma especie, aunque es posible que
pertenezca otras especies de homínidos encontradas en los mismos depósitos. Los estudios hechos
en los premolares y molares muestran cierta similitud con los de Paranthropus boisei que son más
grandes que en otras formas gráciles de australopitecos. Se ha sugerido que si A. garhi es un
ancestro de Homo (ie. Homo habilis) la morfología maxilar debería haber tenido que evolucionar
rápidamente en apenas 200.000 ó 300.000 años.
Las primeras herramientas de piedra [editar]
Los pocos artefactos primitivos de piedra descubiertos con los fósiles de A. garhi y datados en 2,52,6 millones de años, recuerdan vagamente a la tecnología Olduvayense. El 23 de abril de 1999 la
revista Science publicó que estas herramientas son más antiguas que las de Homo habilis, que es
considerado un posible ascendiente directo de homínidos más modernos.1 Durante mucho tiempo
los antropólogos sostuvieron que la habilidad de fabricar complejas herramientas era exclusiva de
especies tempranas de Homo. Sin embargo, estas antiguas herramientas (cantos tallados y lascas)
muestran el uso de varias técnicas que pueden observarse en las industrias más tardías de Olduvay y
St. Acheul (Achelense. Asimismo, en Bouri se encontraron 3.000 artefactos toscos de piedra de una
edad estimada en 2,5 millones de años.
Australopithecus africanus es una especie de homínido fósil de Sudáfrica.
La historia de Australopithecus africanus como especie reconocida, data de 1924, cuando fue
descubierto por Raymond Dart en Taung, Sudáfrica, el cráneo de un niño conocido como el niño de
Taung.1 Pero no fue tomado en cuenta hasta 30 años después. Posteriores descubrimientos se
realizaron en Sterkfontein y Makapansgat.
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1 Características
2 Referencias
3 Véase también
4 Enlaces externos
Características [editar]
Entre las características se resalta la forma de caminar bípeda, común a todos los homínidos. Tenían
actividad arbórea en forma activa. Su peso promedio oscilaba entre los 33 y 67 kg, con una estatura
de 1,50 m de alto.
Sus características óseas son de gran importancia para diferenciarse del resto de Australopithecus:
en comparación con el hombre actual, su capacidad craneana es de 480 cm³ a 520 cm³,2 muy por
debajo de los 1.500 del humano actual. Su caja craneal es más alta y redondeada que la de los
antropomorfos, y su esqueleto postcraneal similar al Afarensis.
Su cara desde un punto de vista general es más corta. Presenta menor prognatismo (la mandíbula
está adelantada con respecto al maxilar), unido a un menor tamaño de piezas dentales.
Sus piezas dentales no se diferencian mucho de las del humano. Los caninos eran pequeños, sin
sobresalir como en los antropomorfos, y los incisivos eran tan pequeños como los nuestros.
Recientes estudios han demostrado que podía partir semillas y frutos secos grandes con sus dientes,
lo que le habría dado una gran ventaja en épocas de escasez de otros alimentos más blandos.3
También es importante mencionar que desaparece el diastema (separación entre incisivos), o es muy
rara su existencia.
Por tanto, notamos una reducción de caninos e incisivos y hay un mayor énfasis de la masticación
en el resto de la dentadura.
Otro punto importante es el dimorfismo sexual.4 5
La cronología es difícil de determinar por la características de los yacimientos. Algunas fuentes
barajan cifras desde más de 2 millones de años de antigüedad hasta menos de 3 millones;6 otras lo
datan entre 2,5 y 3,3 millones de años7
Paranthropus aethiopicus es un homínido fósil que vivió África Oriental hace entre 2,6 y 2,2
millones de años; tenía poderosos músculos masticadores que se sujetaban al cráneo gracias a una
prominente cresta sagital similar a la de los gorilas. Esta cresta es imprescindible para que la
enorme musculatura facial pueda sujetarse en el cráneo. Tenía una dieta estrictamente vegetariana a
base de vegetales duros. Debió vivir en un medio ambiente más seco que los Australopithecus,
aunque parece que fuera un ambiente pleno de sabana.
En 1967 se encontró cerca del lago Turkana, en la zona etíope, una mandíbula de unos 2,5 millones
de años de antigüedad. El descubrimiento no tuvo continuidad hasta que en 1985 el
paleoantropólogo estadounidense Alan Walker descubrió un cráneo (el cráneo negro) perteneciente
a la misma especie de la mandíbula antes mencionada.
Este fósil que hizo posible la identificación de una nueva especie, que representó el eslabón entre
Australopithecus afarensis y Paranthropus boisei. Esta especie intermedia presenta rasgos propios
de los Australopithecus y anuncia los que van a caracterizar tanto al Paranthropus boisei como al
Paranthropus robustus.
Paranthropus robustus es un homínido fósil que vivió en Sudáfrica hace entre 2 y 1,2 millones de
años. Fue la primera especie descubierta del género Paranthropus, aunque en un principio se
consideró perteneciente al género Australopithecus.
La denominación de robustus se debe a que los primeros hallazgos, en el sur de África, eran restos
de mandíbula de gran tamaño, lo que hizo pensar que el resto del cuerpo seria enorme. Pero los
descubrimientos han rechazado esta teoría, y P. robustus tenía una corpulencia similar a la de sus
antepasados Australopithecus.
Tenía un gran aparato masticador, que antes se creía que era producto de una especialización
alimenticia en raíces y semillas. Pero estudios recientes1 indican que su alimentación habría sido
más variada, como diversos tipos de pastos, semillas y, posiblemente, animales.
Su rostro es achatado, con mejillas más abultadas y mandíbulas menos prominentes que el
Australopithecus afarensis. Posee una pequeña cresta ósea, menor que la del Paranthropus boisei,
en la parte superior del cráneo.
Había bastante diferencia entre machos y hembras, sobre todo en el desarrollo de las crestas,
ausentes o muy poco marcadas en las hembras.
Los machos pesaban unos 40 kilos y las hembras alrededor de 30 kilos. En cuanto a su estatura,
también había grandes diferencias: el macho mediría alrededor de 1,35 metros y las hembras 1,10
metros.
La especie Paranthropus robustus sólo ha sido hallada en Sudáfrica, y su especialización parece ser
menor que la de su primo el Paranthropus boisei, quizás porque no vivió en medios tan secos como
aquél.
La vida del Paranthropus robustus se desarrolló en un periodo 2 y 1.2 millones de años por lo que
también pudo convivir con otras especies de nuestro linaje.
Los principales yacimientos de esta especie son los de Kromdraai, Swartkrans, Drimolen, Gondolin
y Coopers. En la gruta de Swartkrans se hallaron los restos de 130 individuos; el estudio de su
dentición reveló que la edad media de estos homínidos era solo de 17 años.
Paranthropus boisei es una especie de homínido fósil conocida de África Oriental, que vivió en un
entorno seco y se alimentaba de vegetales duros, para lo que desarrolló un imponente aparato
masticador destinado a triturar semillas y raíces. Aparece en el registro fósil hace 2 millones y
desaparece hace un millón de años.
El primer ejemplar conocido fue un cráneo descubierto por Mary Leakey el 17 de julio de 1959 en
la garganta de Olduvai, Tanzania; vivió hace 1,75 millones de años. Mary y su esposo Louis Leakey
clasificaron inicialmente la especie como Zinjanthropus boisei; "boisei" por el antropólogo Charles
Boise; "zinj", una antigua palabra para designar a África Oriental, y "anthropus", hombre. Otro
cráneo fue encontrado en 1969 por Richard Leakey en Koobi Fora cerca del lago Turkana.
Su capacidad craneal era de alrededor de 515 cm3, la cara está muy reforzada, con unos incisivos
muy pequeños, pero unos enormes molares y una cresta sagital a la que debían unirse unos grandes
músculos masticadores. Su foramen magnum está más adelantado que en los Australopithecus
(como en el género Homo). Por lo demás, el peso, estatura y aspecto general es muy parecido a los
Australapithecus.
Paranthropus boisei vivió en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, aunque no
parece que fuera un ambiente pleno de sabana. Ante el cambio climático, las especies de éste género
recurrieron a la especialización de su aparato masticador para poder sobrevivir en un medio más
seco. Así, con unas poderosas mandíbulas pudo tener acceso a raíces, tallos gruesos, etc. En
cambio, el resto de su estructura corporal no varió prácticamente nada con respecto a sus
antecesores Australopithecus.
Es el claro descendiente del Paranthropus aethiopicus. Por último, hay que destacar que el
Parathropus boisei convivió con al menos tres de las primeras especies Homo: Homo habilis, Homo
rudolfensis y Homo ergaster.
Ardipithecus es un género fósil de primates homínidos hallados en Etiopía a los que se considera
descendientes de Orrorin tugenensis y directos ancestros de los australopitecinos.[cita requerida] Las
similitudes con los Australopithecus son grandes, aunque los fósiles encontrados presentan rasgos
más simiescos y menos corpulencia que éstos. Esto ha llevado a algunos investigadores a afirmar
que se encuentra en la línea evolutiva del chimpancé, pero la mayoría considera, basándose en la
similitud de su dentadura con la de los Australopithecus, que se encuentran insertos en la línea
evolutiva humana.[cita requerida]
"Ardi" significa suelo, ramid raíz, en la lengua (amhárico) del lugar donde fueron encontrados los
restos, (Etiopía), mientras que "pithecus" en griego significa mono.
Especies [editar]
En la actualidad hay descritas dos especies de Ardipithecus: A. ramidus, y A. kadabba, aunque ésta
última fue descrita inicialmente como subespecie de la primera, como Ardipithecus ramidus
kadabba, y posteriormente, tras nuevos hallazgos, ascendida al rango de especie. Los fósiles de A.
ramidus están datados entre 4,5 y 4,1 millones de años adC, mientras que se considera que A.
kadabba tiene una antigüedad de entre 5,8 y 5,5 millones de años.
Modo de vida [editar]
Basándose en el tamaño de los huesos, se ha inferido que las especies de Ardipithecus tuvieron la
envergadura de un chimpancé actual. La forma de los dedos de los pies de A. ramidus sugiere que
andaban erguidos, y esto plantea un problema con las teorías actuales sobre los orígenes de la
bipedación.
El mono del pantano (Oreopithecus bambolii, literalemte "mono montañés de Bamboli") es una
especie extinta de primate hominoideo que vivió durante el Mioceno. Sus fósiles han sido sido
hallados en Italia, especialmente en Toscana y Cerdeña y en el Este de África. A la fecha (junio de
2007) se han encontrado los restos de 50 individuos en las minas de Monte Bamboli– sitio de donde
recibe la denominación taxonómica, Baccinello, Montemassi, Casteani, y Ribolla, haciendo de
Oreopithecus uno de los fósiles de simio mejor representados.
Características [editar]
El peso de Oreopithecus bambolii se estima entre 30-35 kg. Este simio tenía un hocico corto, los
huesos nasales elevados, el neurocráneo pequeño y globular, plano orbital vertical, y huesos faciales
gráciles. Las crestas cortantes sobre sus molares sugieren una dieta especializada en hojas. La parte
baja de su cara muy robusta, con una gran zona para la inserción del músculo temporal, indica un
fuerte aparato masticador. Sus dientes son pequeños comparados con el tamaño de su cuerpo. La
falta de diastema, un espacio entre el segundo incisivo y el primer premolar indican que el
Oreopithecus tenía caninos de un tamaño comparable con el resto de la dentición. En muchos
primates los caninos pequeños se correlacionan con una reducida competencia entre los machos por
las hembras, además de un menor dimorfismo sexual. Su hábitat parece haber sido pantanoso, y no
la sabana ni el bosque. La anatomía postcraneal de Oreopithecus muestran adaptaciones tanto para
el desplazamiento suspensorio, así como para el bipedalismo (o bipedación, aunque es improbable
que simios como el Oreopithecus alcanzaran la bipedestación). Las estructuras relacionadas con la
locomoción suspensoria incluyen un tórax ancho, tronco corto, un índice intermembral alto, dedos
largos y esbeltos, y una movilidad excesiva entre las articulaciones. A la vez, este simio también
posee adaptaciones para el desplazamiento bípedo tales como la presencia de una curvatura lumbar,
a diferencia de otras especies del mismo período. Los fósiles de Oreopithecus han sido datados en
cerca de ocho millones de años, los cuales presentan una temprana e inusual apariencia para la
postura bípeda (al marchar, aunque no parecen haber podido mantenerse parados por tiempos
prolongados tal cual ocurre en la bipedestación humana). No se sabe qué tan adaptados estaban para
la postura bípeda, pero sus brazos y dedos parecen mostrar adaptaciones para trepar y nadar, el
hecho de que su hábitat fuera el de zonas pantanosas y frecuentemente inundables quizás explique
la hipótesis de Hardy según la cual el actual patrón de las líneas del vello en el Homo sapiens,
característiamente hidrodinámico, se debería a paleoancestros que vivieron en ambientes
frecuentemente anegados (Véase:Hipótesis del simio acuático).
Otra pieza de evidencias incluyen los canales semicirculares del oído interno. Los canales
semicirculares, particularmente en la coclea, sirven como órganos sensoriales para el balance y el
control de los reflejos para la estabilización del cuerpo. El oído interno tiene tres canales a cada lado
de la cabeza, y cada uno de los seis canales incluye un conducto membranoso que forma el circuito
lleno de endolinfa. Los cilios de las células en los conductos de la ampolla recoge las vibraciones de
la endolinfa causada por el movimiento, los cuales registran el movimiento de la cabeza. Ellos
responden al vaivén de frecuencias mayores a 0.1 Hz y envían la señal al nervio vestibulococlear
permitiendo la estabilidad del cuerpo. Los huesos de los canales semicirculares permiten estimar la
longitud del conducto y su orientación con respecto al plano sagital.
Durante el desplazamiento bípedo, la rotación de la cabeza humana tiene un rango de frecuencias
comprendidas entre los 1-3 Hz en el plano horizontal. En otras especies, los canales semicirculares
de animales ágiles tienen una longitud de arco más grandes que los animales más lentos. Por
ejemplo, el trepador rápido Tarsius bancamus tienen canales semicirculares mucho más grandes
que el trepador lento Nycticebus coucang. Los canales semicirculares de los gibones que se
desplazan por braquiación son más grandes que aquellos que los de los primates arbóreos o de los
grandes simios con cuadrupedismo terrestre. Como regla empírica, el tamaño del arco de los
conductos decrece con la masa del cuerpo y consecuentemente ralentiza el movimiento angular de
la cabeza. el tamaño del arco se incrementa con una mayor agilidad, y por lo tanto con los
movimiento más rápidos de la cabeza. Los humanos modernos tienen grandes arcos en sus canales
anteriores y posteriores, lo cual refleja un mayor movimiento angular a lo largo del plano sagital.
Los canales laterales tienen arcos de tamaño pequeño, correspondientes a un reducido movimiento
de la cabeza de un lado a otro.
Las medidas alométricas sobre el hueso del laberinto de BAC-208, un fragmento craneano que se
preservó completamente, sin deformación en la región petrosa del hueso temporal sugiere que
Oreopithecus se movía con una agilidad comparable con la existente en los grandes simios
(póngidos). Sus canales semicirculares anteriores y laterales caen dentro del rango de lo grandes
simios. Su relativamente arco posterior grande que implica que Oreopithecus era más capaz de
estabilizar el movimiento angular de su cabeza a lo largo del plano sagital.
Algunos investigadores han sugerido que el extraordinario comportamiento locomotor de
Oreopithecus requiere una revisión del consenso actual sobre el tiempo en el que se desarrolló el
bipedalismo en el desarrollo histórico de los primates. El pie de Oreopithecus era más similar al de
un ave y tenía una anatomía diferente al de los primeros ancestros bípedos del hombre. Su dedo
pulgar estaba extendido por fuera de los 90 grados de los otros dedos. Todos los cuales eran más
cortos y rectos que los de los modernos simios. El pie con parecido aviar, probablemente estaba
asociado con una zancada corta. Algunos investigadores han relacionado Oreopithecus al primitivo
Apidium del Oligoceno, un protosimio pequeño y arbóreo que vivió aproximadamente hace 34
millones de años en Egipto. Otros investigadores sugieren que Oreopithecus es un gran simio que se
extinguió sin dejar descendencia, y que es un taxón hermano del europeo Dryopithecus, un género
de primates del Mioceno que se asemeja a los grandes simios. Mientras que otros sugieren que
Oreopithecus era un mamífero arbóreo. Por el momento, esta especie es una anomalía considerable,
y podría representar la evolución independiente del bipedalismo de otra manera que el que llevó a
humanos, y el cual se terminó algún tiempo después. Más descubrimientos fósiles podrían ayudar a
establecer esta y otras cuestiones, tales como la ubicación taxonómica de Oreopithecus, la cual de
momento es incierta. Algunos científicos lo ubican en la familia Hominidae justo antes de la
separación de los orangutanes del resto de los grandes simios.
Oreopithecus evolucionó en aislamiento de otros animales al menos dos millones de años en las
islas del Mediterráneo en las cuales se encontraba la Toscana de hoy en día. Una fase fría hace
cerca de nueve millones de años transformó una isla tropical en una templada, una característica de
los biomas de Europa en ese tiempo. Allí no habían grandes depredadores y los simios no tenían
ningún enemigo natural. Después, probablemente, durante la Edad de Hielo cuando el nivel del mar
cayó en todo el mundo, emergió un gran puente que conectó las islas con tierra continental,
trayendo nuevas especies, entre ellas grandes depredadores que hicieron del simio de los pantanos
presas fáciles. Este extraño primate siguió la misma suerte que muchas especies de mamíferos que
evolucionaron en aislamiento en Sudámerica, cuando era una isla aislada hasta que se unió a
Norteamérica por un puente de tierra y muchas especies de mamíferos (en especial depredadores)
procedentes de la región Holártica provocaron la extinción de sus posibles presas o de sus
competidores meridionales.
En cuanto al origen del bipedalismo que caracteriza al Oreopithecus bambolii, en junio de 2007 un
estudio (Cromptom,Holder y Thorpe) refuerza la tesis de su aparición temprana durante el Mioceno,
quizás debido a un extendido período de sequías que afectaron al África, las sequías cuando no
produjeron una desertización produjeron una disminución de los follajes arbóreos por lo que los
individuos de primates que poseían la mutación ventajosa que les permitía andar sobre dos patas
podían obtener más eficientemente sus nutrientes al poder acceder a las zonas extremas de las ramas
en donde se ubicaban las frutas y las hojas. El Orepithecus bambolii sin embargo, habría logrado
desarrollarse con este rasgo adaptativo luego en zonas perhúmedas.
Tal cual se ha indicado, el nombre binomial científico del género viene del griego "ōros" y
"pithekos" que significan "mono de la montaña". El nombre específico "bambolii" se refiere a uno
de los sitios donde se han hallado sus restos fósiles.
Sahelanthropus tchadensis es una especie de homínido fósil hallada en el desierto del Djurab por
un equipo franco-tchadiense. El único espécimen, apodado Toumaï, se ha datado en 6 a 7 millones
de años de antigüedad. Se dio a conocer públicamente en Yamena, capital del Chad.
Su descubrimiento se realizó el 19 de julio de 2001 por el equipo dirigido por Alain Beauvilain en
la región de Toros Menalla de la actual república de Chad, cerca del lugar donde en 1995 halló el
Australopithecus bahrelghazali.
Características [editar]
Se cree que vivió en zonas pantanosas. Su cráneo es simiesco, aunque de rostro breve y dientes
pequeños, en particular los colmillos, lo cual le acerca a los humanos.
Se han encontrado un cráneo, dos fragmentos de mandíbula inferior y tres dientes aislados. No
presenta cresta craneal, su volumen cerebral es de 350 cm3. Tiene rostro alto y poco prognato,
caninos relativamente pequeños, y ausencia de espacio entre los dientes. Podría ser el antecesor del
Ardipithecus ramidus.
Ascendencia [editar]
Michel Brunet, el descubridor de Toumai, opina que pertenece a la rama de los hominina, muy
cerca del antepasado común con el chimpancé, pero en la línea hacia los humanos: "de los
caracteres derivados que se encuentran en la dentadura de Toumai, se deduce que forma parte de la
rama humana". Pero otros, como Yves Coppens (del equipo descubridor de Lucy) o Brigitte Senut
(que impulsó el descubrimiento de Orrorin tugenensis), piensan que Toumai se sitúa en la rama que
lleva al chimpancé.
Etimología [editar]
Fue bautizado coloquialmente entre los antropólogos como "Tumai" (aunque está difundida la
grafía francesa "Toumaï"), palabra que en idioma kanurí significa esperanza de vivir, así son
llamados en el Sahel los niños que nacen en la estación seca.
La influencia de las civilizaciones antiguas en el nacimiento de la cultura actual
Una vez un profesor de la facultad me dijo: cultura es todo lo que el hombre hace.
Luego me puse a pensar si todo lo que el hombre realizaba era igual de apto para
conformar la cultura. Y me di cuenta que habiendo en la historia milenaria una cantidad
innumerable de accionesde los hombres, no todas han quedado. Sólo aquellas que se han
imitado y repetido a lo largo de los años. Pero bien, ¿de dónde viene nuestra cultura?
Cuando digo nuestra, digo argentina y del mundo en general. Por que a pesar que cada país
tiene sus propias tradiciones en general, hubo un mismo comienzo, un núcleo cultural y de
eso es lo que quiero hablar.
En el comienzo de las civilizaciones, eran muy pocos los sitios donde había vida
desarrollada. Todos los historiadores coinciden en que el comienzo de la civilización se dio
en los lugares donde habitaban los asirios, babilonios, caldeos, hititas, fenicios, arameos y
filisteos, es decir, en los trozos de tierra que actualmente ocupan los países Líbano, Siria,
Palestina, Irak, Jordania y Egipto y que pueden llamarse en su conjunto como Creciente
Fértil o Siria histórica. Esta zona alcanza en la actualidad un total de 800.000 kilómetros
cuadrados.
Allí se dieron varios de los primeros hechos que luego hicieron que sean corrientes en
todos los demás sitios.
Veamos juntos algunos ejemplos:
El alfabeto: La mayor contribución de la cultura fenicia fue la introducción del alfabeto.
Dentro de las distintas comunidades que habitaban el creciente fértil, los arqueólogos
encontraron los siguientes dos alfabetos:


Alfabeto cananeo: Hallado en Raas Shamra, en las proximidades de la actual ciudad
de Latakia.
Alfabeto de Biblos: Hallado en Jbeil, al norte del Líbano.
El alfabeto de Biblos, del actual Líbano es el mismo alfabeto que utilizamos hoy en día. Los
fenicios que navegaban y fueron pioneros en ello, llevaron y enseñaron el alfabeto creado
por ellos, a Grecia constituyendo así la base de todos los alfabetos europeos, y por ende, del
mundo entero.
Su origen se dio a raíz que cada comerciante fenicio debía anotar con cierta facilidad
informaciónacerca de sus transacciones. Así, la intensa actividad económica de los fenicios
los llevó a crear un sistema de registro que se convirtió en un alfabeto fonético, es decir
símbolos que representaban sonidos. El alfabeto fenicio se creó en la ciudad de Biblos. Este
alfabeto no contenía vocales, solo 22 consonantes. Los griegos adoptaron las letras fenicias
y agregaron algunos símbolos propios que hacían las veces de vocales. Este alfabeto pasó
de Grecia a Italia. La escritura fenicia se expandió por el Mediterráneo en rollos de papiro
a los que los griegos llamaron "bibliones". Esta palabra significa libro y de ella se originó el
término Biblia.
La escuela y la escritura: Los documentos escritos más antiguos del mundo fueron
descubiertos en las ruinas de la antiquísima ciudad de Uruk, Sumer (Irak) El
descubrimiento constó de más de mil pequeñas tablillas pictográficas de arcilla. Lo curioso
es que las palabras que estaban grabadas en las tablillas se encontraban en filas como a
modo de enseñanza. Por ello los arqueólogos también afirman que en Sumer se creó la
primera escuela. Y esto data del año 3.000 antes de Cristo, es decir, hace 5000 años.
Incluso, en el año 1902, en Shuruppak, se descubrieron gran cantidad de textos escolares
que datan del año 2500 antes de Cristo.
Las escuelas sumerias formaban en general a los escribas que eran necesarios para la
administración pública y las empresas mercantiles. También formaba eruditos y hombres
de ciencia, que se instruían en todas las formas del saber como botánica, geografía,
matemática, lingüística y otros conocimientos.
La enseñanza no era ni general ni obligatoria. Sólo estudiaban los pertenecientes a familias
acomodadas ya que los pobres no podían solventar los gastos. Los alumnos eran hijos de
gobernadores, altos funcionarios, consejeros, embajadores, etc.
Había un control estricto de la asistencia (que era desde el alba hasta el ocaso) y de la
disciplina. Los alumnos en general eran llamados "hijos de la escuela". En esas escuelas
sumerias se formaron los primeros manuales escolares, ya que para enseñar las palabras
nuevas del vocabulario sumerio, los profesores inventaron un sistema de instrucción
consistente en los repertorios que consistían en la clasificación de las palabras en grupo de
vocablos de expresiones relacionadas entre sí. Luego los alumnos debían aprenderlas de
memoria y copiarlas y re-copiarlas hasta que las conozcan completamente. Estos libros de
clase son los actuales manuales.
El aspecto material o edilicio de las escuelas era como una casa común pero había unos
bancos realizados con ladrillo crudo, en donde podían sentarse una, dos o cuatro personas.
La legislación y la religión: El primer código que se encontró fue en la Mesopotamia
Siria, como por ejemplo, el Código de Ashnuna. Luego, se descubrió, 550 años antes de las
tablas de Moisés, el Código de Hamurabi (que data del año 1800 antes de Cristo) que sirvió
de base para toda la legislación actual religiosa y de derecho. En él, había varios artículos,
entre ellos:

1) Honrar a los padres (art. 195)
 2) Prohibición del adulterio (art. 129)
 3) No robarás (art. 6)
 4) No cometerás falso testimonio (art. 3)
 5) No desearás a la mujer de tu prójimo (encontrado sin número)
En Beirut, Líbano se creó la primera escuela de leyes y jurisprudencia, llamada Beritos, en
cuyo seno se creó el Código Romano, considero la base del Derecho actual. Dos de los
autores célebres de ese Código Romano fueron los fenicios Ulpiano y Papiniano.
Por otro lado, respecto a Adán y Eva, se ha encontrado una tablilla en Sumer, en donde
aparecen claramente una mujer y un varón sentados uno en frente de otro, con un árbol en
el medio y una gran serpiente cerca del hombre. Esto fue encontrado por arqueólogos
ingleses y data del año 4000 antes de Cristo.
Otra curiosidad es la forma de rezar que tenemos los cristianos con las manos juntas y
mirando hacia el cielo: se han encontrado dibujos sobre tablillas en Sumer que datan de
3000 años antes de Cristo, en donde los dibujos de los hombres estaban rezando al cielo.
Por otro lado, sobre la existencia de ángeles, los mismos asirios creían en ellos, 1000 años
antes de Cristo, al demostrarlo por medio de una tablilla de arcilla grabada encontrada por
arqueólogos franceses. Lo que es aún más sorprendente, es la existencia de la cruz como
símbolo, que ya existía 1000 años antes de Cristo, demostrado por un dibujo grabado de
un rey asirio portando una cruz como colgante
El comercio: Por su posición geográfica los fenicios eran un pueblo "botado al mar por su
geografía". Como comerciantes y mercaderes fueron los fenicios activos y prósperos, ya que
buscaban y transportaban por las rutas comerciales marítimas de un extremo a otro del
mediterráneo, materias primas y toda clase de productos manufacturados por ellos y por
los pueblos de oriente. Excelentes navegantes y audaces exploradores contaban con
numerosas flotas comerciales y de guerra, estas últimas protegiendo siempre a los barcos
mercantes. Eran naves de estilizadas líneas, veloces y técnicas.
Fenicia tenía habitantes que vivían del comercio marítimo y de las industrias relacionadas
con este, es decir, astilleros, factorías de artículos manufacturados, aprovechando las
materias primas que los barcos suministraban.
Para los griegos, la prosperidad fenicia, que en su momento fue envidiada por todo el
Mediterráneo, procedía en sus inicios del humilde murex, molusco que abundaba en las
costas fenicias y del cual se extraía el tinte color púrpura. Los tejidosteñidos con púrpura
eran en la antigüedad, un artículo de lujo que solo los potentados podían costearse. A
partir de este comercio y el de las finas maderas (cedro) del Líbano, se fueron
construyendo las grandes fortunas y la expansión económica.
Su importante marina iba a buscar los metales útiles como el estaño, cobre y oro en los
lugares mas apartados, de los cuales se hacia gran consumo en la corte del faraón y en
Ninive y Babilonia. En las colonias fenicias del sur de España encontraron grandes minas
de plata, fuente de riqueza y expansión fenicia.
Vendían en Grecia, en Italia, en todas las costas bañadas por el Mediterráneo, el incienso y
la mirra de Arabia, las piedras preciosas, las especias y marfil de la India, la seda de China,
los esclavos y caballos del Cáucaso.
El comercio fenicio era de intercambio y estos no usaron la moneda hasta el año 400 antes
de la era cristiana. En Sidón, solo por la influencia de los persas se empezaron a acuñar
monedas. En el reverso estaba impresa la cabeza del rey persa, lo que atestigua los
estrechos lazos que por aquel tiempo unían a Persia y Sidón.
Las Artesanías: Durante un millar de años, fue imposible moverse por el mundo
mediterráneo sin encontrarse con artículos fenicios: las joyas, el vidrio, el marfil tallado,
los recipientes de metal decorado: los diseños eran de una amplia y desconcertante
variedad, pues los artistas fenicios los adoptaban de otras culturas para satisfacer los
variados gustos de sus clientes.
Trabajaban miniaturas de marfil exquisitamente labradas, aunque fabricaban figurillas,
placas ornamentales y artículos útiles. La principal producción en marfil de los fenicios
consistía en paneles decorativos para muebles de su propia creación con maderas de alta
calidad. Los asirios apreciaban mucho estos muebles. El marfil fenicio provenía de los
colmillos de elefantes indios y africanos. De hecho los cartagineses criaban elefantes en sus
granjas. Fabricaban adornos de oro, plata, cobre y bronce, producidos en serie. La
orfebrería en su mayoría es creada en filigrana y granulada. Este proceso estuvo olvidado
durante muchos siglos hasta que fue redescubierto en la década de 1920.
La arquitectura: La arquitectura de los fenicios comenzó con la transformación de la
roca nativa -tan abundante en todas las partes de la zona geográfica en donde se habían
asentado- usándola en las viviendas, los templos, y las tumbas.
Pero no pasó mucho tiempo antes que estas viviendas simples dejaran de satisfacerlos y
empezaran a construir edificios más elaborados, los cuales tendrían mucho de la influencia
de las construcciones que ellos mismos habían visto por su paso a través del golfo pérsico y
la costa del mar Mediterráneo.
La transición de este tipo de construcciones de carácter mezclado a los edificios integrados
enteramente por las piedras fue fácil. En esta etapa, la característica más notable fue la
tendencia a emplear, especialmente para las bases de los edificios; bloques enormes de
piedra, sobre todo si eran imposibles de mover.
"Los grandes hombres":
En esa zona donde nació la cultura universal, también nacieron y se desarrollaron grandes
hombres que trascendieron a lo largo de los años. Muchas veces leemos que Roma y Grecia
fue la cuna de todo cuanto conozcamos, pero ello no es así. Lo cierto es que lo que era el
Creciente Fértil antes, que incluye a los sumerios-acadeos, a los caldeos-babilonicos, a los
asirios, arameos, fenicios, palestinos, hicsos e hititas, vio nacer a los siguientes grandes
creadores de cultura:
Ellos son:
Sargón de Acad: ((Siglo XXI antes de Cristo)) Fue la primera persona de la historia en
crear un Imperio, en su caso, el Imperio Acadio, abarcando los ríos Tigris y Eúfrates. La
capital de su imperio fue Acad, al norte de Sumer. Sargón logró unificar territorial y
políticamente la Mesopotamia. También impuso una unión comercial tal que realizó una
revolución económica. Su infancia no fue muy feliz: su padre fue desconocido, y su madre
que al parecer lo crió solo, era sacerdotisa. Sargón mismo dejó escrito: "Yo soy Sargón Rey
de Acad. Mi madre me concibió y me engendró en secreto, luego me colocó en un canasto
de mimbre untado de alquitrán y me depositó sobre las aguas del río, que me
transportaron hasta la región de Aki. El guardián del río me encontró, me educó y me
instruyó como si fuera su hijo. Ishtar se enamoró de mí cuando cumplía mis funciones.
Luego me coronaron rey durante 45 años". Esta historia real, que data del año 2.350 a. de
C. se repite luego en los textos referidos a Moisés, 1100 años después.
Tales de Mileto: Nació en el año 639 o 624 antes de Cristo en la ciudad de Fenicia de
Mileto. A pesar que la mayor parte de los historiadores confunden su origen con el griego,
Tales era fenicio. Él fue el primero en indagar sobre el universo. Es considerado como el
primer filósofo de la historia. Tuvo como principal discípulo a Pitágoras. Fue también un
importante astrónomo y matemático de la época. Fue el primero en dividir el año en
estaciones y en asignarle los 365 días. Murió en el año 547 después de Cristo. Una de sus
frases más conocidas fue: "Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo".
Zenón de Elea: Nació en el año 490 antes de Cristo, en Elea, Chipre, antigua Fenicia. Fue
un gran filósofo, fundador de la filosofía estoica. Se basó en los dictados de la razón.
Emigró a Atenas y enseñó su filosofía hasta su muerte. Los atenienses le exigían que
renunciara a su origen sirio-fenicio y él se negaba. Escribió un libro, al menos del que se
tiene conocimiento. Estudió el movimiento y el Universo, afirmando que había varios
mundos: "lo frío y lo caliente", "lo seco y lo húmedo". Murió en el año 425 antes de Cristo.
Pitágoras: Nació en el año 582 a. de C. en Sidón, actual Líbano. Su padre era fenicio y su
madre griega. Vivió cuarenta años viajando por Fenicia y Egipto hasta que fue a Grecia. Allí
fundó varias escuelas y enseñó especialmente las matemáticas innovando teoremas
novedosos. También escribió sobre religión, afirmando que las almas son eternas y que
Dios no tiene forma humana. También habló de la necesidad de comportarse
correctamente para luego de muertos, reencarnar como un ser más elevado. Predicó la
abstinencia, el no tomar vino, ni comer habas o carne. Falleció en el año 500 o 490 a. de C.
Cadmo: Fue el introductor del alfabeto en Grecia. Su padre era el Rey de Tiro y Sidón,
Agénor de Fenicia. Fundó Tebas. Sus hermanos eran Cilix, Foinix y Europa. Zeus, raptó a
su hermana en forma de Toro según la mitología, y Cadmo fue en busca de su hermana.
Pero una pitonisa le sugirió que no la salve, y que por el contrario, siga a una vaca, que
donde ella se detenga, allí deberá fundar una ciudad. Pero cuando se detiene la vaca y el va
a fundar la ciudad, se le aparece un dragón gigante. Ese animal mata a todos sus hombres,
pero Cadmo logra salvarse y lo mata, clavándole un elemento punzante. Es notoria la
similitud de la historia de San Jorge y de San Expedito.
Aníbal: Nació en el año 248 antes de Cristo. Hijo de Amilcar Barca, capitán de los
ejércitos cartagineses. Libró batallas contra los romanos, y atravesó los Alpes, por primera
vez en la historia, con un bien equipado ejército. Es considerado el más grande capitán de
la historia. Los militares aún lo toman como ejemplo. Cuando los romanos invadieron
Cartago, Aníbal volvió a Fenicia para pedir ayuda pero encontró allí la muerte en el año
183 a. de C. Luego de su deceso, los romanos aprovecharon e invadieron Fenicia.
Gibrán Khalil Gibrán: ((Gibrán: soñador; Khalil: el elegido)) Nació en las
montañas de Bcharre, Líbano en 1883 y falleció en New York el 10 de abril de 1931. Fue un
poeta, escritor, pintor, novelista y ensayista libanés. En 1895 emigra a Estados Unidos con
su madre y sus hermanos. Vivió mucho tiempo en Boston- Estados Unidos y Paris. En
1898 vuelve al Líbano donde se queda para perfeccionar el árabe. En 1901 vuelve a
Washington. Como artista plástico, conoció a Auguste Rodin en Francia. Sus obras
literarias tienen una tendencia humanista, filosófica, crítica, y reflexiva. Tuvo una mirada
muy crítica con su país, el Líbano. Y ya hablaba de enredos políticos en su época. Sus obras
más importantes fueron Espíritus rebeldes (1903 – quemada en una plaza pública por
considerarla contraria al catolicismo), Las Alas rotas (1912), El profeta (1923)- su obra más
importante-, Jesús, el hijo del hombre (1928) y los Dioses de la Tierra (1931), entre otros.
Pidió ser enterrado en su ciudad natal, Bcharre. Su tumba es visitada por miles de
personas de todo el mundo. Una de sus frases más conocidas fue: "Amaos unos a otros,
mas no hagáis del amor una prisión".
Y además, podemos agregar los siguientes aportes de esa rica zona de la media luna fértil a
la humanidad:

1. Construcción de las primeras viviendas y ciudades de todo el mundo.

2. Transformación de la vida nómade a sedentaria y urbana.

3. Sembrado de tierra, mientras en otras zonas del mundo seguían viviendo de la
caza y la pesca.

4. Organización política, por medio de un Estado. En el resto del mundo se seguía
viviendo en tribus o cabilas.

5. Codificación de leyes sociales y de Derecho, ordenando las relaciones y la
convivencia humana, cuando antes era caótica y amoral.

6. Construcción de las primeras naves y navegación por primera vez en mar abierto.

7. Creación de la metafísica.

8. Creación del alfabeto

9. Cuna del nacimiento de las religiones monoteístas
Con el correr de los años hay informaciones que se pierden, o que se tergiversan por repetir
inexactitudes. La información es la base de toda cultura, pero claro, la información veraz,
la cierta, la correcta y la real. He escuchado a varios profesores de Derecho enseñar que las
leyes se originaron en Grecia. Lo mismo decir que Pitágoras, Zenón o muchos otros eran
griegos, sólo porque fueron a Grecia a difundir sus conocimientos.
Nadie puede negar la importante influencia de Grecia y Roma en el mundo, pero antes,
existieron otras civilizaciones que al ser anteriores, no pueden ser ignoradas. Cuanto más
investigar acerca del verdadero origen de las cosas, más correctos y justos seremos con
nuestros antepasados que tanta generosidad han demostrado en la difusión de los
conocimientos.
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