ANTROPOLOGIA FISICA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Evolución y diversidad Los cambios climáticos y la evolución El género Australopithecus Lucy: Australopithecus Afarensis Proceso evolutivo Proceso de hominización El origen del género Homo Origen del Homo sapiens Hombre de Tepexpan Caza del mamut Transición de la vida nómada a la sedentaria Los primeros mexicanos Arte rupestre La cueva del Ratón Teorías antropológicas Evolución y diversidad Esta sala pretende simular un viaje a través del tiempo para mirar más allá de aquí y el ahora y de nuestro pasado inmediato, y reconocernos como parte de la historia de un mundo en el que la diversidad ha sido parte central para la evolución de la vida. La antropología trata de los seres humanos desde diversas perspectivas. Estudia nuestro lugar en el universo, nuestras relaciones con la naturaleza, nuestra biología, las edificaciones e instrumentos que construimos, nuestras formas de comunicación, nuestras creencias y emociones. A partir de recuperar y estudiar los restos de nuestros ancestros homínidos, de las actividades, ceremonias, modos de ver y entender el mundo y el tratamiento que damos a los muertos, la antropología responde sobre quiénes somos. También estudia al "otro" contemporáneo, las sociedades y los grupos humanos que la ciencia del siglo XIX pensó y clasificó como primitivos, salvajes y bárbaros frente al hombre civilizado. Al hablar del "otro", la antropología descubre nuestra propia imagen reflejada, haciendo evidente nuestra realidad diversa en la que los distintos, los diferentes, es decir, la otredad, irrumpen como amenaza. El resultado ha sido desde el tránsito desde un "hombre" construido a partir de dualidades: naturaleza-cultura; biología-sociedad, cuerpo-mente; bueno-malo; sujeto-objeto; a otro que se reconoce a sí mismo como parte de un todo plural, diversificado. Los cambios climáticos y la evolución Evolución significa cambio. Las condiciones del ambientey las relaciones que se establecen entre organismos y poblaciones hacen que las especies cambien a lo largo del tiempo, mientras que otras dan lugar a nuevas poblaciones o a otras especies que pueden ser muy diferentes de los organismos ancestrales. A este proceso en el que el ambiente provoca la extinción de unas especies y la modificación de otras al azar, se le ha llamado selección natural. Todos los organismos se adecuan a las condiciones ambientales. Cuando un ambiente geológico o geográfico separa en dos a un grupo de seres vivos, cada nueva población tiene que enfrentar nuevas condiciones. Con el tiempo, si el ambiente es muy diferente, cada una puede evolucionar por separado y dar lugar a especies distintas, y sus semejanzas confirman la existencia de un antepasado común. Aquellas que no tuvieron suficientes descendientes se extinguieron no porque no estuvieran bien adaptadas, sino por su diversidad no fue suficiente como para responder a la dinámica de cambio de los ecosistemas. Nuestro planeta tiene una antigüedad aproximada de 4,500 millones de años, la vida en los mares comenzó hace unos 3,500 millones y desde entonces los continentes se han desplazado, dando forma a las grandes regiones geográficas que ahora conocemos. Con ello, el clima también a cambiado, provocando algunos periodos de enfriamiento y otros más cálidos; durante las glaciaciones hubo un descenso importante en el nivel del mar, abriendo nuevos terrenos que antes estaban cubiertos. Para sobrevivir, los seres vivos han experimentado cambios evolutivos que suponen modificaciones anatómicas, de formas de reproducción y de comportamiento. Todos estos cambios han dado lugar a variaciones de una misma especie, ocupación de nuevos espacios, emergencia de nuevas especies y también, a extinciones. En este contexto, el orden de los primates, al que pertenecemos los seres humanos, tiene una historia de más de 50 millones de años en una gran variedad de ambientes. Comprender que todas las sociedades humanas formamos parte de estas historias también es trabajo de la antropología: el estudio de los primates nos ayuda a construir un puente con nuestros antepasados más lejanos. Conocemos algunos ancestros comunes de las especies vivas, pero todavía existen muchas lagunas y preguntas cuyas respuestas apenas intuimos. Así, la antropología, a través del estudio de los primates fósiles y de los cuales, puede rastrear los parentescos evolutivos, construyendo un espejo que nos recuerda que somos parte de la historia del mundo y el reino animal, y no como habíamos creído, que fuimos creados para tener a la naturaleza a nuestro servicio. Los primeros homínidos vivían en los bosques tropicales de África, desde la actual región del Sahel, al sur del Sahara, hasta el sur de la provincia del Cabo en Sudáfrica. Esta región continental sufrió una serie de transformaciones hace unos 8 millones de años, la actividad volcánica y tectónica formó un sistema de cañadas y serranías conocido con el nombre de valle de Rifft. Con el paso del tiempo, el Rifft creó una barrera que dividió el continente en dos grandes porciones. En el lado oriental quedaron los antepasados de los homínidos, mientras que en el lado occidental los cambios climáticos no fueron muy drásticos y la permanencia de los bosques tropicales y la selva permitieron la supervivencia de los ancestros de los gorilas y chimpancés. Tiempo después se produjeron cambios en el clima y los ecosistemas del este de África, dando origen al nacimiento de las grandes sabanas africanas. Este fue un proceso lento en el que las selvas húmedas dieron lugar a bosques cerrados, donde los homínidos desarrollaron el bipedismo. Hacia los 2,500 millones de años, nuevos cambios ambientales dieron lugar a la sabana abierta con gran diversidad de animales como antílopes, elefantes, cebras y grandes felinos, además de los numerosos homínidos. En esa época se empezaron a utilizar las primeras herramientas de piedra conocidas. El ser humano pertenece al orden de los primates, un grupo de más de 230 especies de mamíferos que incluye asimismo lemures, loris, tarseros, y simios. Sin embargo, entre todos presentan varias similitudes. Por ejemplo, todos los primates, incluido el ser humano, comparten al menos una de las siguientes características, mismas que los distinguen de otros mamíferos: mayor utilización de la vista en lugar del olfato, visión estereoscópica (tridimensional), extremidades superiores e inferiores con capacidad de agarrar y sostenerse en troncos y ramas de los árboles, capacidad de sostener y manipular objetos pequeños, cerebro de mayor tamaño en relación con el tamaño corporal, así como relaciones sociales complejas. El género Australopithecus Hasta hace 5 millones de años, aproximadamente, a través de nuestros ancestros comunes compartimos la misma historia con especies actualmente vivas y en peligro de extinción como el gorila, el chimpancé o el orangután. Lo que nos distingue del resto de las especies animales es nuestro cerebro, su tamaño y nuestra capacidad de razonar y crear cultura. La obsesión por marcar las características que nos separan de nuestros parientes más cercanos, los chimpancés, no es otra cosa que una muestra de soberbia antropocéntrica. Sin embargo, en aquella época la única diferencia importante era la forma de andar. El término Australopithecus (el simio de África austral) lo acuño el profesor Raymond Dart a principios del siglo XX cuando descubrió el cráneo de un pequeño ser con características simiescas, pero con otras más que indicaban un enorme parecido con nosotros, los humanos actuales. Por sus restos, sabemos que el niño de Taung tenía un cerebro apenas un poco mayor que el de los chimpancés, un sistema dentario intermedio entre nosotros y los simios, y la postura bípeda. A pesar de la ferocidad de las críticas que se hicieron, el Australopithecus africanus fue la primera especie descrita de este género que cuenta en la actualidad con cerca de ocho especies. Lucy: Australopithecus Afarensis El Australopithecus Afarensis es uno de los más antiguos ancestros del ser humano. Se trata de un primate que vivió entre los bosques tropicales y la sabana africana hace alrededor de 3,500 millones de años. La interpretación de la posible apariencia de "Lucy" se realizó con las más avanzadas técnicas de reconstrucción, utilizando los aportes de la antropología forense, la anatomía, la fisiología, la biomecánica y la biología evolutiva. Proceso evolutivo Todas las especies de organismos tienen su origen en un proceso de evolución biológica. Durante este proceso van surgiendo nuevas especies a causa de una serie de cambios naturales. En los animales que se reproducen sexualmente, incluido el ser humano, el término especie se refiere a un grupo cuyos miembros adultos se aparean de forma regular dando lugar a una descendencia fértil, es decir, vástagos que, a su vez, son capaces de reproducirse. Los científicos clasifican cada especie mediante un nombre científico único de dos términos. En este sistema el hombre moderno recibe el nombre de Homo sapiens . El mecanismo del cambio evolutivo reside en los genes las unidades básicas hereditarias. Los genes determinan el desarrollo del cuerpo y de la conducta de un determinado organismo durante su vida. La información contenida en los genes puede variar y este proceso es conocido como mutación. La forma en que determinados genes se expresan — cómo afectan al cuerpo o al comportamiento de un organismo— también puede variar. Con el transcurso del tiempo, el cambio genético puede modificar un aspecto principal de la vida de una especie como, por ejemplo, su alimentación, su crecimiento o sus condiciones de habitabilidad. Los cambios genéticos pueden mejorar la capacidad de los organismos para sobrevivir, reproducirse y, en animales, criar a su descendencia. Este proceso se denomina adaptación. Los progenitores transmiten mutaciones genéticas adaptables a su descendencia y finalmente estos cambios se generalizan en una población —un grupo de organismos de la misma especie que comparten un hábitat local particular. Existen numerosos factores que pueden favorecer nuevas adaptaciones, pero los cambios del entorno desempeñan a menudo un papel importante. Las antiguas especies de homínidos se fueron adaptando a nuevos entornos a medida que sus genes iban mutando, modificando así su anatomía (estructura corporal), fisiología (procesos físicos y químicos tales como la digestión) y comportamiento. A lo largo de grandes periodos de tiempo esta evolución fue modificando profundamente al ser humano y a su forma de vida. Los científicos estiman que la línea de los homínidos comenzó a separarse de la de los simios africanos hace unos 10 o 5 millones de años. Esta cifra se ha fijado comparando las diferencias entre el mapa genético del género humano y el de los simios, y calculando a continuación el tiempo probable que pudieron tardar en desarrollarse estas diferencias. Utilizando técnicas similares y comparando las variaciones genéticas entre las poblaciones humanas en todo el mundo, los científicos han llegado a la conclusión de que los hombres tal vez compartieron unos antepasados genéticos comunes que vivieron hace unos 290.000 - 130.000 años. Proceso de hominización La especie humana se encuentra clasificada y colocada en los grupos taxonómicos que le corresponden según sus características morfológicas y anatómicas. Tipo Cordados Subtipos Vertebrados Clase Mamíferos Orden Primates Superfamilia Hominoideos Familia Homínidos Género Homo Especie Sapiens El proceso de hominización se caracteriza por la postura erguida o tendencia al bipedismo. Esta característica posiblemente fue adquirida debido a que nuestros antepasados tuvieron que cambiar de hábitat, de selvas arboladas se desplazaron hacia las sabanas, cuyos espacios abiertos los obligaron a caminar. De igual manera, probablemente un cambio de clima propició tal cualidad. A consecuencia del bipedismo, las extremidades anteriores se despegaron del piso lo que las convirtió en superiores. Este desarrollo fue fundamental para que esta especie pudiera coger alimentos y utensilios, lo que favoreció a la construcción de herramientas y al desarrollo de la inteligencia. La habilidad manual se debe a que el pulgar opuesto se alargó, logrando que que con el tiempo, las manos fueran menos toscas y más precisas. De igual manera el cambio de dieta resultó un factor decisivo en este proceso, pues al pasar de los bosques hacia las sabanas e incrementarse los espacios abiertos el alimento no fue tan abundante, lo que los obligo a complementar la dieta vegetariana con animal, por medio de la caza. El aporte nutricional se complementó con la aportación calórica que al mismo tiempo permitió que no necesitaran comer de manera tan frecuente ni abundante. También, debido a esto el cerebro tuvo un desarrollo con mayor facilidad. Otro cambio que produjo la dieta carnívora fue la adaptación de los dientes de por sí poco a poco especializados, el paladar adquiriere una forma parabólica y las piezas dentales se reducen a 32. Asimismo, la ingesta de carne fue un motivo para el desarrollo de nuevas técnicas en la elaboración de herramientas, al igual que este hecho inició la socialización entre los individuos, porque se vuelven más conscientes de los lazos sociales, en los que surge el parentesco, a la vez que los lazos afectivos son más intensos. El desarrollo progresivo de la capacidad craneana hasta en la especie humana permitió de igual forma el aumento en el volumen del encéfalo, con relación al resto del cuerpo, lo que aumentó por consiguiente el número de neuronas y por ende se incrementó la inteligencia. El Australopithecus tenía una capacidad craneana de 500 cc, mientras que la del Homo sapiens sapiens es de 1800 cc a 2000 cc. Ahora bien, el desarrollo de la inteligencia propició el del lenguaje articulado, un sistema de comunicación mucho más complejo que el de los demás animales. Es difícil determinar desde qué momento se inicia la comunicación por medio de palabras puesto que se han perdido las partes físicas relacionadas con el lenguaje, sin embargo, gracias a los estudios que se han realizado de moldes endocraneales del hemisferio izquierdo, en el que reside la capacidad del lenguaje, se ha podido observar que hay dos zonas concretas que se desarrollaron progresivamente a partir del Australopithecus. Dentro de las modificaciones craneales se encuentra la desaparición de los arcos cuperciliares (moldura que existe sobre los ojos). El paso del prognatismo al ortognatismo permite la visión binocular y estereoscópica, así, al encontrarse los ojos en un plano frontal se obtiene una visión en relieve, aun cuando el campo visual se haya reducido. El origen del género Homo La discusión acerca de la emergencia del género homo ha intrigado durante mucho tiempo a los especialistas y no pocos debates han surgido al respecto. Se ha pensado que el origen del Homo estaba relacionado directamente con la técnica y la fabricación de utensilios, puesto que estas actividades suponen ciertas habilidades mentales así como una manipulación manual precisa que sólo puede existir en miembros de nuestro propio género. Las investigaciones de los especialistas apuntan que el periodo de enfriamiento climático y de sequía que se presentó en África fue el escenario ideal para la evolución del Homo. De acuerdo con esta hipótesis, el proceso de adaptación dio como resultado un homínido capaz de fabricar utensilios, lo que supone una gran ventaja al poder tener opciones alternativas de alimentación cuando la vegetación escaseaba en un suelo cada vez más árido. Actualmente los especialistas sostienen que el hombre evolucionó primero en África y que sólo vivió en este continente durante un par de millones de años, después de esto, la especie humano se dispersó fuera de dicho continente. El Homo erectus parece haber evolucionado en África a partir de poblaciones anteriores al Homo ergaster, para dispersarse por Asia hace unos 1,8 millones de años. El Homo erectus tenía un cráneo bajo y redondeado, frente prominente y una capacidad craneana adulta de entre 800 y 1.250 cm 3 , una media dos veces superior a la de los australopitecinos. Sus huesos, incluido el cráneo, eran más gruesos que los de las especies anteriores. Unas prominentes marcas musculares y gruesas áreas reforzadas en los huesos indican que el cuerpo del H. erectus podía soportar fuertes movimientos y tensiones. Aunque tenía unos dientes mucho más pequeños que los australopitecinos, su mandíbula era grande y fuerte. Origen del Homo sapiens El origen de nuestra propia especie, el Homo sapiens, es uno de los temas más debatidos de la paleo-antropología. Este debate se centra en si el hombre está directamente relacionado con el Homo erectus o con el de Neandertal, grupo más moderno y conocido de homínidos que evolucionaron en los últimos 250.000 años. Los paleo-antropólogos utilizan por lo general el término de Homo sapiens sapiens para distinguir entre el hombre actual y estos antepasados similares. Tradicionalmente los paleo-antropólogos clasificaban como Homo sapiens cualquier fósil humano de menos de 500,000 años que tuviese un cráneo mayor que el del Homo erectus . Las características del Homo sapiens distinguen la combinación de un esqueleto robusto, un cráneo grande y achatado con una mandíbula inferior sin mentón prominente. De todos los mamíferos, sólo el hombre tiene la cara posicionada directamente bajo el lóbulo frontal por lo que el hombre moderno tiende a tener una frente más alta que la que tenían el Neandertal y otros homínidos primitivos. El cerebro del Homo sapiens tiene una capacidad media de 1.400 cc que es más o menos el doble del tamaño del cerebro que poseían de sus antepasados prehistóricos, por tanto el comportamiento instintivo comenzó a ser modificado por medio del aprendizaje. Poblamiento de América Entre los sitios de desarrollo más temprano de México pueden mencionarse El Cedral, San Luis Potosí (31000 a.C.); a Tlapacoya, Estado de México y Caulapan, Puebla, fechados hacia el 20000 a.C. Con un clima más frío y húmedo, el área ocupada por bosques y praderas era mayor y las zonas áridas más pequeñas, entre las especies de animales que las habitaron se encontraban mamíferos de tamaño mediano y grande, actualmente extintos. Los grupos humanos eran nómadas dedicados a la caza y a la recolección de frutos, y contaban con herramientas de piedra tallada que utilizaban para la pesca y para trabajar la madera. Poco a poco las organizaciones familiares se fueron haciendo más complejas y se establecieron lugares para la matanza de animales más grandes, como los mamuts y bisontes de los que aprovechaban la carne, como alimento y la piel para cubrirse de las bajas temperaturas. Los artefactos más característicos de esta etapa son las puntas de proyectil. Al terminar el periodo de rápidos cambios en el clima, la distribución de la flora y la fauna se encontró parecida a la que se conoce hoy. La recolección de frutos tuvo mayor importancia y se complemento con la caza menor, la pesca y la recolección marina. Apareció el pulido de la piedra, que permitió la fabricación de herramientas más duras y resistentes destinadas al trabajo en madera (hachas y cazuelas) y a la molienda de semillas como son los yunques, los metates y los morteros. Las poblaciones se agruparon en cinco tradiciones culturales principales: las tierras áridas y semiáridas, la selva tropical, los Altos de Chiapas y Guatemala, las costas, y las cuencas lacustres del centro de México. De estos grupos provienen los vestigios más antiguos que se conocen de redes, cestería y cordelería, así como también las primeras manifestaciones de tipo ceremonial, numerosos petroglifos y pinturas sobre piedras y paredes de roca de la región. Estos grupos desarrollaron un patrón de nomadismo cíclico, mediante el que aprovechaban los recursos disponibles en las épocas de lluvias. En los Altos de Chiapas y Guatemala, grupos nómadas semejantes a los de la selva tropical migraban cíclicamente a lo largo del año para explotar los recursos de los márgenes de la selva, los valles fluviales y las montañas, ya que dependían de la recolección de plantas, moluscos y crustáceos de agua dulce. Dichos grupos fueron reemplazados por pobladores agrícolas sedentarios hacia 2500 a.C. Pueblos agrícolas sedentarios se establecieron en Santa Luisa, en el norte de Veracruz (hacia el año 3000 a.C.); Chantuto, Chiapas (2700 a.C.); Puerto Marqués, Guerrero (1900 a.C.), y Matanchén, Nayarit (1750 a.C.). Las comunidades costeras desaparecieron, salvo en la región del noroeste de México y Baja California. En las tierras áridas y semiáridas se desarrollaron dos tradiciones culturales: la de la sierra de Tamaulipas y la del México central, quienes además de la recolección y la caza, iniciaron la domesticación de plantas, como el nopal, la tuna, la calabaza, las cetarias, el chile, el aguacate, el amaranto y el frijol, además del algodón, el guaje y las diferentes especies de maíz que constituyeron la base de la agricultura mesoamericana. Entre los animales extintos que habitaban la región, se encuentran mamuts, mastodontes, gonfoterios, caballos, bisontes, enormes llamas, perezosos gigantes, gliptodontes que parecían armadillos gigantes; además de carnívoros como los osos de cara corta, grandes lobos y leones del Pleistoceno. Fue alrededor de 7000 a.C. desaparecieron casi todos los grandes mamíferos, aunque unos pocos subsistieron por un par de milenios más en lugares favorables para su existencia. Fin del Pleistoceno e Inicio del Holoceno Los investigadores suponen que el estrecho de Bering fue la ruta por la cual las primeras poblaciones Homo Sapiens se aventuraron a América. El desequilibrio en los recursos motivó la migración de tales grupos, quienes poseían la tecnología y la organización social adecuadas para la supervivencia, de tal forma que lograron extender su presencia a través de un vasto territorio. El arribo del hombre al continente americano coincidió con la retirada de los hielos de la última glaciación y con la extinción de muchas especies de grandes mamíferos, entre los que destacaban los mastodontes, perezosos y tigres diente de sable; de igual manera habitaban llamas, camellos, tapires, caballos, yaks, antílopes, bisontes, mamuts y grandes aves no voladoras. Existe mucha polémica sobre la causa de las extinciones de estos animales y aunque podemos atribuir este fenómeno a un proceso natural, también puede pensarse que la actividad humana tuvo una influencia notable. Cerca de la Ciudad de México, en Tlapacoya, se encontraron algunos restos: huesos de animales, artefactos de piedra y restos de hogares, que datan del 20 mil a.C. De fecha posterior, alrededor del 10 mil a.C., son los que se encontraron en la presa de Valsequillo, en Puebla. Sin embargo, los restos humanos más antiguos encontrados en Mesoamérica fueron localizados en Tepexpan y datan del año 8 mil a.C. Hombre de Tepexpan El 22 de febrero de 1947, en las cercanías del poblado de Tepexpan, Estado de México, el doctor Helmut de Terra y el ingeniero Arellano, recuperaron de los limos lacustres del Pleistoceno Superior del lago de Texcoco un esqueleto humano incompleto. A este espécimen se le han practicado diferentes estudios morfológico, métrico, químico, entre otros. Sin embargo, hasta la actualidad ha sido uno de los más polémicos, debido a que se han cuestionado los resultados de su edad biológica, sexo, estatura y su antigüedad, así como la forma en que fue excavado. En estudios recientes sobre la morfología del esqueleto se obtuvo como resultado que es de sexo masculino, de edad entre 30 y 35 años a su muerte, con una estatura de 1.70 metros. En lo referente a su antigüedad, recientemente fue datado por medio del Carbono 14 (AMS), dando una fecha aproximada de 2,200 años. Este análisis ha indicado que el resultado obtenido no es el correcto, debido a que presenta un alto grado de contaminación. El laboratorio recomienda que se vuelva a fechar, tomando una muestra de algún segmento del esqueleto menos contaminado para obtener un resultado confiable. Caza del mamut Cuando se habla de la caza y de la pesca como principales métodos de subsistencia por parte de los primeros pobladores americanos, no debemos perder de vista otra actividad importante: el carroñero, que se daba cuando algún animal dejaba abandonados los restos de una presa, aunque también podía ser producto de la observación de algún animal herido o moribundo, al cual se le seguía hasta su muerte para poder aprovechar su carne. De acuerdo con las recientes investigaciones, matar a un mamut era un suceso raro y peligroso por lo que los hombres tenían que esperar encontrar a un ejemplar moribundo o muerto, en lugares como lamederos de sal. Las técnicas de caza se volvieron más complejas y eficaces. Hacían trampas para los grandes mamíferos o se les acosaba con ruido y fuego hasta hacerles caer por un precipicio o pantano. Tras esto eran descuartizados y las partes nutritivas se transportaban al campamento. Aproximadamente hace un millón de años, cuando aparecieron en Europa los mamuts, unos mamíferos de aproximadamente 4 metros. En México se descubrieron hace 50 años los restos óseos de varios de estos animales en las cercanías de los actuales poblados de Santa Isabel Iztapan y San Miguel Tocuila. Cabe destacar que de igual manera se encontró vestigio de fragmentos de hueso de mamut modificados por la acción humana por medio de instrumentos de piedra y obsidiana. Actividad humana La primera revolución económica de la historia del hombre se realiza durante la etapa neolítica, con el desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales. Se presume que para la etapa final del Paleolítico se da un cambio de suma importancia puesto que los grupos humanos, de ser cazadores y recolectores, se convierten en agricultores. Dicha transformación de la economía humana abre la posibilidad del control sobre la producción de los alimentos necesarios, de tal manera que cultiva las plantas y domestica a los animales. Es así como los grupos de cazadores-recolectores empiezan gradualmente a convertirse en agricultores, lo que los lleva inevitablemente de una vida nómada a una vida sedentaria. Son variadas y complejas las causas de esta transición, sin embargo, podemos estar seguros de que desde la perspectiva demográfica, el crecimiento de los grupos humanos, fue el motivo principal para que se iniciaran estos importantes cambios. Transición de la vida nómada a la sedentaria Este periodo de transición, que tuvo una duración aproximada de seis mil años, resulta de gran importancia para la evolución de las sociedades americanas, debido a la serie de experimentaciones que culminaron en la domesticación de las plantas y animales así como en el desarrollo de la agricultura. Podemos afirmar que existen dos focos nucleares de esta experimentación: Mesoamérica y el área andina. También se encuentra un foco secundario en la región amazónica-caribeña. Sin embargo, todos los anteriores, junto con otros de naturaleza más marginal, incorporan al registrouniversal de plantas cultivadas más de cien especies. En estos complicados procesos ocurridos en el continente americano, se le da mayor importancia a la agricultura, ya que los animales domesticados son escasos. El proceso fue el resultado de varios milenios de experimentación, cuidado y selección de los productos vegetales, definido por multitud de alternativas, caracterizado por la acumulación de conocimientos y acompañado por innovaciones técnicas adaptadas a él. La diversidad ambiental resultante del cambio al Holoceno produjo una rica variedad cultural. En Mesoamérica, la experimentación se orientó hacia el maíz, el frijol y la calabaza. En algunas de las regiones mejor investigadas, como lo son Tamaulipas, Tehuacan, el centro de México y el valle de Oaxaca se ha podido constatar que esta evolución no fue homogénea. El maíz (Zea mays), la planta más importante del Nuevo Continente, que procede de un antepasado silvestre y del teosinte (Zea mexicana), pudo ser utilizado en Guilá Naquitz (Oaxaca) desde el 7500 a.C., pero no se usa en Tehuacan hasta el cinco mil a.C., y en Tamaulipas hasta el tres mil a.C. Las distintas variedades de calabaza (Cucurbita pepo, mixta y moschata) aparecen también con una temporalidad diferente. La primera se conoce en Oaxaca hacia el ocho mil a.C. y llega a Tamaulipas hacia el siete mil a.C. y a Tehuacan en el cuatro mil a.C. Lo mismo sucede con el frijol (Phaseolus coccineus), el cual se aisló en Oaxaca entre el 8700 y el 6700 a.C., pero no llegó a Tamaulipas sino hasta el cinco mil y 2 500 a.C. y para los inicios de nuestra era a Tehuacan. Junto con estos tres alimentos básicos, también se utilizó pimiento (Capsicum annum), aguacate (Persea americana), amaranto (Amarantos spp.), mezquite, nopal, maguey, nueces y muchas otras especies. Respecto de los animales domesticados, sólo podemos mencionar a los perros, pavos y patos. En el Area Andina se desarrollaron otras plantas autóctonas que resultaron de la misma importancia para la evolución cultural de las sociedades complejas. En especial la papa (Solanum tuberosum), que se cultivó en zonas de la sierra peruana hacia el 3500 a.C., mientras que otras regiones no la adquirieron hasta el mil a.C., e incluso no llegó a Boliviahasta el 400 a. C. La quinoa (Chenopodium quinoa) aparece en Ayacucho (Perú) hacia el 4500 a.C. y no se explota en Argentina hasta inicios de nuestra era. Y lo mismo sucede con otras especies como la cañihua (Chenopodium pallidicaule) y la calabaza (Cucurbita ficifolia y moschata) En los Andes orientales y su confluencia con la Amazonía se experimentó con la batata (Ipomoea batatas) y el cacahuete (Arachis hipogaea). La domesticación de animales tuvo más importancia en el área andina que en Mesoamérica, llegando a desarrollarse una verdadera ganadería en torno a la llama (Lama glama) tal vez desde los inicios del tres mil a.C. También de gran valor económico fue la domesticación de un roedor: el cuy (Cavia porcelus). Los primeros mexicanos Los primeros mexicanos formaron pequeñas bandas de cazadores que llegaron en oleadas sucesivas, a través del Estrecho de Bering, en el transcurso de 50 mil años. Su avance paulatino se debió a que siguieron a los animales que habían entrado a territorio americano antes que ellos. Durante el periodo comprendido entre el 30 mil al 14 mil a.C., la población humana estaba compuesta por grupos nómadas que dependían de la recolección de distintos productos vegetales y animales, con poca dependencia de la cacería. Durante este periodo se puede observar la presencia de instrumental lítico de grandes dimensiones, realizado sobre lascas. Estos artefactos fueron por lo general de manufactura muy burda, elaborados con la técnica de percusión directa o indirecta y usando como materia prima la disponible localmente. Respecto de la economía de estos grupos podemos mencionar que no había especialización alguna, se utilizaba todo lo aprovechable dependiendo de regiones y las estaciones. Las localidades conocidas hasta el momento que quedan dentro de este horizonte son: Laguna de Chapala, Baja California Norte; El Cedral, San Luis Potosí; Chapala-Zocoalco, Jalisco; Tlapacoya, Estado de México; Caulapan, Puebla; Loltún, Yucatán, y Teopisca-Aguacatenango, Chiapas. Los primeros indicios de emigrantes que llegaron a México datan del 21 mil a.C., según pruebas de radiocarbono realizadas en Tlapacoya, cerca de la ciudad de México. En esta región, el hombre encontró una amplia variedad de especies botánicas a su disposición y pudo gozar de una dieta más variada. Tlapacoya: se localiza a 25 km al sureste de la Ciudad de México. En este sitio se encontraron restos de viviendas junto con los huesos de animales lo que indica que en tales lugares se consumieron. En la Presa de Valsequillo, al sur de la ciudad de Puebla, se exhumaron artefactos asociados a fósiles pleistocénicos. Entre los hallazgos destaca un hueso pélvico de elefante prehistórico sobre cuya superficie se hicieron burdas incisiones que sugieren la existencia de animales como bisontes y tapires. Los hallazgos más importantes comprendidos en el periodo de 14 mil al 9 mil a.C. son los de la Laguna de Chapala, los demás son hallazgos aislados. Ahí se localizó una cantidad considerable de puntas de proyectil, implementos de molienda y morteros. Al final del Cenolítico Inferior es ya claro el desarrollo de la especialización en la costa y la explotación de los recursos marítimos. Entre 1500 y 9000 a.C. se da la aparición de las puntas de proyectil llamadas Clovis; es desde este momento cuando se pueden sentar las bases para el estudio de la cultura paleoamericana puesto que dicho artefacto apareció disperso en Norteamérica y en menor número en Mesoamérica y América central. Durante el Cenolítico Superior empiezan a aparecer los instrumentos de molienda como metates planos. También se advierten los principios de la técnica del pulido de la piedra en artefactos tales como morteros y hachas. Se dan los primeros pasos para la domesticación de las plantas entre las cuales se pueden citar la calabaza, el chayote, el chile, el amaranto, el maíz y el frijol. Respecto de la caza, se continúa la depredación de animales de tamaño medio y pequeño. También durante este periodo, los asentamientos humanos siguen viviendo en cuevas o en campamentos al aire libre, generalmente próximos a fuentesde agua. Algunos de los sitios que podemos mencionar pertenecieron a esta etapa son: San Isidro, Nuevo León; San Nicolás, Querétaro; el centro de Veracruz; Tecolote, Hidalgo, Santa Isabel ztapan I y II, Estado de México; El Riego, Las Abejas y Coxcatlán, Puebla. En Tehuacán, Puebla (7200-5700 a.C.) se dieron los primeros pasos hacia la agricultura, ya que inició a cultivarse de manera periódica cuando algunas plantas como el aguacate, la calabaza y quizá semillas de amaranto y chile. Durante la este periodo hizo también su aparición el maíz. La aparición de la cerámica se sitúa alrededor de 4500 a 3500 a.C., teniendo como el complejo más antiguo, de acuerdo con los materiales cerámicos encontrados, el Sitio de Puerto Marqués. El segundo complejo cerámico se localiza en Chiapas y Guatemala. Arte rupestre El arte rupestre conforma un fenómeno cultural que se encuentra asociado con la aparición del Homo sapiens y engloba tanto a las pinturas aplicadas directamente sobre una pared rocosa como a los petroglifos o grabados en piedra, que consisten en figuras realizadas por medio de incisiones sobre la roca. Se ha encontrado arte rupestre en prácticamente todos los países, y corresponde a épocas muy variadas que van desde los 40 mil años hasta épocas muy recientes. En México encontramos arte rupestre en prácticamente cada estado de la República Mexicana con temáticas y ambientes muy diferentes. Uno de los conjuntos más impresionantes está conformado por las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco en Baja California Sur. La sierra de San Francisco se localiza en el norte del estado de Baja California Sur. Esta sierra está conformada por una gran masa de rocas de edad terciaria de origen volcánico. En este paisaje abundan las cuevas, abrigos rocosos y respaldos que se han originado por la erosión diferencial de los estratos volcánicos. En esta abrupta topografía y en medio de un clima extremoso se localiza un gran conjunto de pinturas rupestres sorprendente por su número (se reconocen más de 220 sitios) y por las dimensiones de sus representaciones, que les han valido el apelativo de Gran Mural. La cueva del Ratón La Cueva del Ratón se localiza en la vertiente de una pequeña cañada a poca distancia del poblado de San Francisco de la Sierra, ubicado a 1,100 msnm. Se trata de uno de los sitios localizados a mayor altura en la sierra, ya que por lo general, los sitios se encuentran en el fondo de las cañadas, cerca de arroyos o tinajas. El sitio está compuesto por abrigo rocoso de unos cien metros de largo y en su parte más alta, el techo alcanza hasta los diez metros de altura. Qué representan las pinturas Aparecen en estas pinturas figuras antropomorfas tanto masculinas como femeninas, dibujadas siempre en la misma posición estática, de frente y con los brazos levantados. No hay detalles corporales excepto por los senos de las mujeres, colocados en una posición anatómicamente imposible, debajo de las axilas. Asimismo, los pies se encuentran en una posición extraña como si apuntaran hacia arriba. También hay representaciones zoomorfas de animales terrestres, como venados, berrendos, borregos cimarrón, pumas, conejos, coyotes; aves diversas y animales marinos como tortugas, mantarayas, leones marinos y peces. Los animales se representan de manera más dinámica y ligeramente más naturalista que los humanos, aunque nuevamente hay detalles en posiciones anatómicamente imposibles como la representación de las patas de los venados. Por último hay representaciones abstractas compuestas por líneas, cuadros, círculos y diferentes figuras geométricas. Con qué fueron pintadas Al igual que cualquier técnica pictórica, la pintura rupestre está formada por tres componentes esenciales: el pigmento, el aglutinante, utilizado para adherir la pintura a la superficie sobre la cual se aplica, y un vehículo, que por lo general es agua, que hace fluida la pintura. Las pinturas se realizaron utilizando cuatro colores, los más comunes son el rojo y el negro, el blanco fue empleado para delinear y el amarillo es el menos frecuente. Los pigmentos utilizados en la Cueva del Ratón han sido analizados para identificar su composición. El amarillo y el rojo se elaboraron mezclando yeso y pequeñas cantidades de óxido de hierro. La pintura negra está formada por óxido de manganeso y la pintura blanca por yeso. Es posible que la materia prima haya provenido de las laderas del volcán Tres Vírgenes, donde se han encontrado grandes cantidades de óxido de hierro y yeso, aunque aún no se sabe la procedencia del manganeso. La identificación de los aglutinantes, posiblemente la goma de una antigua planta, resulta difícil debido a que se tratan de materiales que se deterioran fácilmente. Sin embargo, aunque no se ha identificado el componente específico, los resultados de los análisis realizados hasta ahora muestran la presencia de un material orgánico dentro de la mezcla del pigmento. Teorías antropológicas Contenido Introducción………………………………………………………………………….....3 Evolucionismo………………………………………………………………………….4 Particularismo histórico……………………………………………………………….4 Funcionalismo……………………………….…………………………………………5 Estructuralismo………………………………………………………………………...6 Descripción densa…………………………….……………………………………….7 Antropología política…………………………………………………………………..7 Antropología urbana…………………………………………………………………..9 Conclusiones…………………………………………………………………………..9 INTRODUCCION La antropología es una ciencia muy joven, sus orígenes están desde hace un par de siglos atrás. Es una disciplina social que estudia las relaciones a través de procesos culturales. En este ensayo se abordaran las diferentes ideologías, pensamientos y escuelas que han propuesto diversos personajes. Primeramente, veremos la teoría evolucionista con sus autores correspondientes: Spencer, Lewis Morgan y Edward Tylor, donde analizare y criticare sus propuestas taxonómicas. Enseguida la propuesta del particularismo histórico de Franz Boas en su intento de cientificar al estudio antropológico por medio del trabajo de campo o etnografía y la teoría particularista del desarrollo cultural. Después, la teoría funcionalista de Malinowski y la funcionalista–estructural de Radcliffe Brown, donde se expondrá brevemente las propuestas pragmáticas para entender a la sociedad a través de sus componentes individuales y colectivas. Y la práctica del trabajo de campo como fundamental de estas investigaciones. Continuamos con el estructuralismo liderado y propuesto por Claude Levi Strauss y su concepción de la sociedad totalmente radical a sus antecesores. Es Strauss un verdadero científico que parece ofrecer una de las teorías más razonables y aceptables para la explicación de la sociedad. Prosiguiendo con la teoría interpretativa de la cultura del filosofo Clifford Geertz y su concepción de los símbolos y significados de los actos humanos. En esta teoría se analizara la concepción de Geertz referente a los hechos sociales. Al final se expondrá y criticara brevemente sobre dos estudios específicos de la antropología social, estos son: la antropología urbana y la antropología política; la primera dedicada a descubrir la nueva cultura que se crea en las ciudades por la interacción de diversos grupos étnicos; y la segunda dedicada al estudio del poder en las sociedades especialmente de la política y de lo político. Todo el anterior proceso es resultado del desarrollo de la concepción de la cultura que nos ofrece la antropología y se trata de abarcar lo más posible, para entender su esencia, aunque sea generalmente. Ya que estoy convencido de que la antropología hay que estudiarla más profunda para poder descubrir la riqueza intelectual y espiritual que posee. EVOLUCIONISMO La teoría evolucionista nos trata de dar a explicar la situación actual de la sociedad, los pioneros de esta teoría como son Herbert Spencer, Lewis Morgan y Edward Tylor que se apoyaron en datos de dudosas fuentes y prejuicios individuales. Dando como resultado obras como The principles of sociology (1864) de Spencer, que su obsesión fue explicar la naturaleza por medio de una analogía con un organismo biológico como base para el entendimiento del globo social. Para lo cual invento el término “supervivencia de los más dotados” como parte de su concepción clasificatoria. El evolucionismo unilineal de Morgan donde se concluía que cada sociedad debía pasar por un mismo proceso evolutivo para poder alcanzar la llamada “civilización”. Para la cual hizo una taxonomía discriminante y racista de los seres humanos. Morgan considera a la tecnología y la economía para entender a la sociedad, la cual podemos encontrar en Ancient Society (1877) donde se atreve a expresar su pensamiento de las etapas evolutivas como son salvajismo, barbarie y civilización. Que no son más que muestras de la distinción de los seres humanos y un intento por considerar a la comunidad europea como la sociedad civilizada. Tylor en su obra Primitive Culture (1871) expone que a partir del desarrollo de un cultura como evolución. Toma en consideración la parte de la religión de las sociedades como animismo, politeísmo y monoteísmo. Las teorías evolucionistas de estos tres personajes son perjudiciales e inadmisibles para el pensamiento actual. Ya que expusieron sus pensamientos sin tomar en cuenta el conocimiento académico base para proponer sus hipótesis. Inclusive estos tres autores no tenían un conocimiento mínimo académico en la materia. El evolucionismo trata de ofrecernos un camino fijo a seguir para llegar a la civilización, que estos autores entendían por civilización a una supuesta cultura desarrollada. Sus ideas raciales, taxonómicas y progresivas no son hoy fundamento para entender a la sociedad. Actualmente tenemos un problema con las comunidades del planeta, que nos ha llevado a hacer una clasificación de países desarrollados y subdesarrollados, o con una visión esperanzadora: en vías de desarrollo. Esta clasificación nos lleva únicamente a la distinción por medios materiales. Pero olvidamos algo muy importante nuestra mente, todos los seres humanos somos capaces física e intelectualmente de superarnos y obtener un conocimiento mayor, este conocimiento debe de ser principalmente de la razón del ser social del cual somos parte. No debemos de seguir haciendo diferencias de niveles del supuesto “desarrollo social” a través de medios netamente materiales. Lo que rescataría de esta propuesta evolucionista es que el inicio de la antropología social a manera del primer paso para todo el proceso de la teoría antropológica. PARTICULARISMO HISTORICO Esta nueva propuesta teórica, va totalmente contra la práctica comparativa de Spencer y la taxonomía del evolucionismo. Franz Boas intenta realizar un trabajo más cercano a la realidad, por lo que se empeña a hacer trabajo de campo o más conocido como etnografía. De igual forma expone las limitaciones del método comparativo, sobre todo en analogías; donde Boas mantiene su posición al afirmar que no es posible explicar todas las culturas por la similitud de la mente humana. Define Franz Boas, que todas las culturas son iguales y que no existen culturas inferiores y superiores. La denominación de particularismo histórico es porque según Boas, cada cultura de una comunidad es particular y está en esa situación debido a su propia historia, entonces cada cultura se desarrolla a su propio ritmo en su mismo espacio. Esta propuesta me lleva a considerar a que Boas tenía un pensamiento etnocentrista, ya que a su juicio todo giraba alrededor de una cultura, es entonces afirmar que todas las sociedades o comunidades se consideraran el centro del universo. Es fundamental mencionar también una pequeña contradicción al hablar del relativismo cultural, que Boas no cree y niega que haya una cultura que sea universal y absoluta; es decir que todas las sociedades tengan que seguir un proceso para llegar a ser consideradas “civilizados”. Si bien es cierto, Boas aporta a la teoría antropológica, pero se limita de igual manera a la teoría evolucionista, al tratar también de explicar la situación actual de la sociedad. No podemos explicar a una cultura si tomamos en cuenta solos los factores particulares; sino que debemos de tomar en cuenta los factores exteriores y el entorno en el cual interactúan. Entonces es difícil encontrar una cultura tan particular como propone Franz Boas, lo que si estoy de acuerdo con Boas es que es el primero en descartar una taxonomía racial como las propuestas marginalistas del evolucionismo. Simplemente el particularismo histórico no es aplicable hoy día. FUNCIONALISMO El funcionalismo, la cual entiendo por una teoría pragmática que pretende explicar las relaciones sociales a partir de las funciones y actividades que realizan los individuos. Las funciones que realiza cada persona van a determinar a la sociedad; según uno de los expositores del funcionalismo, Bronislaw Malinowski. Pero para comprender esta nueva propuesta tenemos que hablar de Radcliffe Brown y del llamado funcionalismo-estructural. Cuando hablamos de estructura hacemos referencia a un organismo compuesto de diversas partes o unidades que tienen funciones específicas. Si consideramos a la sociedad como estructura, las unidades serian las personas, quienes realizan un sin fin de actividades y entonces están interrelacionados y estas funciones determinaran a la estructura. Brown menciona que una estructura no se modifica por el cambio o reemplazo de sus unidades, entonces la estructura permanece y es la que importa. Pero estos autores nos plantean la idea de que todos los componentes de la estructura están integrados; es decir se interactúan y relacionan armoniosamente. Esta teoría parte de las actividades de los seres humanos, que como parte de la sociedad no están completamente integrados y relacionados a las necesidades sociales colectivas. El funcionalismo trata de representar estas funciones por medio de las instituciones que no siempre están colaborando a las necesidades y están internamente afectadas, entonces nunca vamos a encontrar a una institución estructurada. En una sociedad tan compleja como la del siglo XXI es difícil tratar de integrar todas las funciones en la estructura y mucho menos decir que están proporcionadas. Esto no significa que estructura y funciones no existan; existen, pero no como la realidad que tratan de imponer y hacernos creer los funcionalistas. No siempre todas las actividades que realizamos los seres humanos están en interacción hacia un fin social, sino que muchas de nuestras actividades están orientadas a afectar a la sociedad y destruirla. Entonces no existe un funcionalismo neto de la sociedad y mucho tratar y aventurarnos a explicar la esfera social. En un principio de la teoría funcionalista parece ser la correcta o la más adecuada, pero no es así. La cultura no es solo los hechos pragmáticos sino también los hechos intangibles donde las personas representamos en papel importante. La intención no es hablar materialmente, es hablar también espiritualmente de la esencia de la cultura como producto de la mente humana. ESTRUCTURALISMO La teoría estructuralista la cual representa Claude Levi Strauss, es diferente a la de los funcionalistas a pesar que se maneja el término: estructura. La diferencia está en que la esencia del estructuralismo es que la estructura se encuentra en la mente y no en la estructura social como manifiesta el funcionalismo. Entonces hacemos referencia a un consiente o subconsciente del pensamiento humano, el cual permite hacer uso de la razón. El pensamiento esta ordenado y se requiere de un esfuerzo intelectual, a través de la utilización del pensamiento para que sea a partir de la razón podamos entender a la cultura y a la sociedad. No intento exponer un relativismo del pensamiento humano, sino; que nuestra mente crea un conocimiento capaz de reflejarse en la cultura que hemos hecho. Nuestro cerebro es semejante físicamente hablando; pero es la razón que va a diferir entre los individuos ya que no todos pensamos igual. Podemos tener fines comunes para lo que necesitamos de un acuerdo entre las personas y que las diferencias del razonamiento se reduzcan lo más posible para alcanzar las metas sociales. Con esta propuesta permite acomodar a los seres humanos en un nivel balanceado donde la taxonomía social a dejado ser importante y ha sido desplazada completamente, por el conocimiento sapiente de la mente humana. Todos los seres humanos pensamos desde que se defino el homo sapiens sapiens, por lo que no se puede llevar a cabo una clasificación del ser social como “primitivos” o “civilizados” solo por el lugar donde habitan o el tiempo en el que habitaron una zona. Ya que si hablamos de época antigua donde los seres humanos podían ya razonar igual que nosotros hoy día, y es importantes acabar con la taxonomía selectiva del decadente evolucionismo, ya que no hay diferencias en la estructura de la mente humana. La estructura está construida en nuestra mente y la expresamos por medio de códigos binarios: bueno-malo, blanco-negro, duro-suave, etc. Dichos códigos son resultados para la representación del raciocinio en la sociedad, las imágenes que están ya formuladas en nuestro pensamiento la decodificamos en la realidad. Como seres humanos no podemos guardar estos códigos en el razonamiento, si no que las trasladamos a nuestras actividades cotidianas. El estructuralismo permite analizar la cultura y la sociedad a partir del pensamiento y es ahí, en la mente; donde todo lo que identificamos por cultura se ha producido. Esta propuesta no es subjetiva; es todo lo contrario: objetiva ya que su fin es descubrir la realidad social que es compleja de comprender. DESCRIPCIÓN DENSA Esta nueva propuesta de 1993 aproximadamente es producto del conocimiento y la forma en que Clifford Geertz tenía sobre la vida y la cultura. En sus escritos hace valer su ilustración en filosofía, que nos hace exponer su teoría desde un punto descriptivo de los hechos sociales. La descripción que nos propone Geertz es que el antropólogo tiene que hacer una descripción de la cultura a través de los símbolos y significados. Y ratifica especialmente en la etnografía, el antropólogo cuando estudia aun pueblo hace etnografía, pero esta etnografía es en muchas ocasiones de una descripción superficial que solo observa datos, anécdotas y relaciones narrativas las cuales solo nos cuentan que está ocurriendo, pero no nos responden el porqué ocurre y él para que ocurre. Es entonces que la etnografía debe hacer una descripción e interpretar a los actos sociales mediante la interpretación de los símbolos y sus significados para cada individuo que forma parte de la sociedad. El antropólogo tiene la tarea de buscar los símbolos e interpretarlos, tiene que buscar significados que ayuden a darle sentido al mundo y a la vida. Y tiene también la tarea difícil de leer, traducir e interpretar a la cultura de la sociedad, cosa que en su totalidad es imposible pero se puede hacer en gran mayoría. La concepción de Geertz sobre las expresiones de la cultura es aceptable, porque justifican los hechos sociales. Sin embargo podría caer en un relativismo estándar para la sociedad. En lo que no es siempre aplicable ya que hay que tomar en cuenta otros factores de expresión. A diferencia de Strauss, Clifford Geertz critica que la estructura está en la mente, aunque tampoco lo descarta, para decir entonces que la cultura es un conjunto de símbolos con un significado social y colectivo. Nuestros actos son símbolos que tienen una finalidad, llevan un significado y las otras personas las interpretan para poder entendernos. Y se puede decir que este tanto es una forma de vivir como una forma de la interpretación de la cultura. Y lo que la antropología tiene que hacer una descripción densa de nuestras relaciones humanas. La descripción densa esta en busca del fondo y no de la superficie cultural que poseemos, para alcanzar este objetivo es necesario hacer un gran esfuerzo intelectual que nos permita comprender a la sociedad, el mundo y darle sentido a nuestra vida. ANTROPOLOGIA POLITICA En el estudio de la sociedad que hace la antropología no se podía escapar a la política. Es la política parte fundamental en la estructura social de la organización y mantenimiento mismas. En la cultura siempre vamos a encontrar seres humanos organizados comúnmente llamados sociedades. En estas sociedades donde siempre va haber un líder que corresponda a los intereses de sus gobernados. La antropología tendrá como objetivo escribir y exponer las relaciones sociales que se dan en la cuestión del poder en las personas que aspiran a ocupar un cargo público. La política siempre será característica de un acto público que conlleve a involucrar una cantidad de personas y no de carácter individual. Por política hay que entender a las acciones más practicas de las cuestiones publicas y la forma en que la sociedad se organiza ya sea a través de un estado, una junta colegiada etc. En la cual se pueda apoyar para su beneficio común. Y lo político seria los medios y apoyos para que se alcance la realización de la política. La situación del poder no necesariamente la podemos constar de un estado, si no en una familia, en la iglesia, en una empresa, en un salón de clase; donde haya una persona o un grupo de personas tiene el control sobre el resto de las personas, están tienen que someterse al régimen gubernamental. Llegar al poder es una cuestión de actitud y uso del esfuerzo intelectual, sobre el uso de la fuerza. Por lo que quienes llegan al poder es mas por viveza que por uso de la violencia. La cuestión política hay que decirla no es armoniosa con sus integrantes, políticos y gobernados. Ya que en la mayoría de sus acciones los políticos imponen sus intereses personales sobre los intereses colectivos. Se supone que la política debe a ser utilizada para obtener metas comunes a beneficio de la sociedad, pero lamentablemente los únicos beneficios son de la clase política y de los políticos. Es necesario el estudio de la política por parte de la antropología, ya que es la disciplina antropológica quien nos dará a conocer la verdadera esencia de lo que se llama cultura política, que generalmente encontramos en comunidades indígenas con sus gobiernos tradicionales. Y no la politiquería populista y descalificadora de los partidos. ANTROPOLOGIA URBANA La cultura que se ha desarrollado en la ciudad es resultado de la convivencia e interacción de varios grupos étnicos. La antropología se aventura para descubrir la cultura que existen en las ciudades. Hace uso de la metodología etnográfica para descubrir a ciertos grupos sociales que viven en las ciudades, por ejemplos obreros, pobres, ricos, organizaciones de jóvenes: skatos, punk etc. Donde la cultura es muy diferente a la sociedad rural. Diferente en el sentido de forma de vida, no de superioridad, que no preste a mal interpretaciones. La antropología actualmente ha apoyado a entender los problemas sociales que aquejan a las ciudades y ayudar a resolverlos en conjunto con otras disciplinas y ciencias al beneficio de la sociedad. Esta es una de las grandes virtudes que nos proporciona la antropología social. Tales problemas como migración, pobreza urbana, salubridad, socialización, educación que está dando por la acumulación de las personas en las grandes ciudades. Y la antropología tiene que exponer todas la expresiones de la cultura urbana, como; música, arte, grafitis, lenguaje vulgar o coloquial, etc. Que nos habla de una forma de vida. Una forma de vida intercultural. CONCLUSIONES Este pequeño ensayo fundamentalmente me ha servido para comprender a la sociedad y su cultura, para entendernos entre seres humanos. El hecho de conocer generalmente de que trata a la antropología y para que nos pueda ser útil es importante más para nuestra vida. En el evolucionismo por ejemplo, no estoy de acuerdo ya que es la esencia de la diferenciación entre los mismos seres humanos, pero es necesario Teorías antropológicas 2007 10 JUAN CARLOS LOPEZ LOPEZ/NK6 CORPORATION considerar que fue la primera escuela, si a si se la puede llamar, para el inicio de las teorías y propuestas de la antropología. De igual forma comparto algunas ideas de Franz Boas, en su ataque al evolucionismo en el cual él propone que todas las sociedades somos iguales en el sentido de que no existen seres humanos superiores a otros. Ya que nuestra composición física es similar. Pero es prudente decir que las únicas diferencias entre los seres humanos son los hábitos y formas de vida. Esas diversas formas de vida no pueden conformar a una estructura donde todo parece estar íntimamente integrado e interactúan armoniosamente como proponen los funcionalistas, esas diferencias provocan conflictos y violencia entre la personas. Así que los funcionalistas basándose en actividades individuales para formular una estructura no son aceptables. Para llevar la cultura a una situación superior, Strauss nos plantea a su estructuralismo de la mente humana, que es esta última, la mente donde todo lo que hoy se conoce como cultura, la productora del conocimiento, es entonces la mente humana el semillero de la cultura que nosotros poseemos. Pero todo lo que nosotros hacemos tiene un porque, un objetivo que nosotros podemos descubrir a través de la interpretación de los actos. Según la propuesta de Geertz, los símbolos poseen un significado para la sociedad y para entenderla hay que hacer una descripción densa como Geertz nos propone. Por último se vieron dos de las antropologías especiales como la antropología política, y la urbana, las cuales se dedican a estudiar relaciones especificas dentro de la sociedad. Como anteriormente hice mención a la antropología no se la podía escapar estas dos situaciones, la política y lo urbano. Y así hay varias como la religión, la aplicada, de la pobreza, etc. Por lo que espero que nos deje algunos temas a las demás ciencias sociales y que no vayan a cometer el error de tratar de explicarlo todo porque es sencillamente imposible. Me gustaría una antropología que no dependa de la sociología por ejemplo ya que esto le puede ocasionar un gran desprestigio. Y que la antropología social en base a sus teorías pude justificar o llegar a legitimar ciertas diferencias sociales de personas, es lo que temo. Entonces es momento de esperar que nos depare la antropología como emocional y material; lo material es lo importante para mí persona. “No hay que llamar ciencia más que al conjunto de formulas que siempre tienen éxito. Todo el resto es literatura” Paul Velery. Hominidae De Wikipedia, la enciclopedia libre (Redirigido desde Hominidos) Saltar a navegación, búsqueda ? Homínidos Pan troglodytes Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Primates Suborden: Haplorrhini Infraorden: Simiiformes Parvorden: Catarrhini Superfamilia: Hominoidea Hominidae Gray, 1825 Shoshani; Groves et. al., 1996 Familia: Subfamilias Ponginae Homininae Los homínidos (Hominidae) son una familia de primates hominoideos, que incluye al hombre y sus parientes cercanos, orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos. Contenido [ocultar] 1 Amplitud de la familia 2 Morfología 3 Clasificación o 3.1 Especies actuales o 3.2 Especies extintas 4 Referencias 5 Enlaces externos Amplitud de la familia [editar] En la clasificación tradicional, Hominidae estaba compuesta exclusivamente por primates bípedos (géneros Homo, Australopithecus, Paranthropus, etc.). Actualmente, según la taxonomía cladística cuyo uso se está imponiendo en primatología, los Hominidae incluyen además a los grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes) anteriormente clasificados en la familia de los póngidos. En la mayor parte de los trabajos científicos actuales, los homínidos bípedos son ahora clasificados en la subtribu Hominina. Por tanto existe una cierta confusión de términos: Hominidae. Castellanizado como homínidos. Antes incluía sólo los primates bípedos y ahora también a los grandes simios. Hominina. Castellanizado como homininos. Solo incluye a los Hominidae bípedos. Por tanto, este es el término más adecuado para designar a los seres humanos actuales y todos los fósiles de nuestra propia línea evolutiva, desde que se produjo la separación con la línea del chimpancé hace unos seis millones de años; así, todas las especies que caminaron de forma erguida reciben el nombre de homininos. Estudios realizados con técnicas moleculares del ADN indican que los chimpancés, gorilas y humanos forman un clado, con los orangutanes un poco más separados filogenéticamente. Los integrantes no humanos actuales de esta familia se encuentran en África ecuatorial, Sumatra y Borneo. Sin embargo se han encontrado fósiles de homínidos en Europa y diversos lugares de Asia y África, procedentes del Mioceno (cerca de 20 millones de años antes del presente). Morfología [editar] Skulls of an orangutan and a gorilla Los homínidos son los primates más grandes, con un peso que oscila de 48 kg a 270 kg. En general, los machos son mayores que las hembras, con cuerpos robustos y brazos bien desarrollados. Tienen numerosas diferencias con respecto al esqueleto de los otros primates, especialmente relacionadas con su porte vertical. Todos los miembros de esta familia tienen cerebros relativamente grandes y complejos. Tienen las narinas próximas una da otra y orientadas hacia el frente y hacia abajo. La fórmula dental es la misma en todos los miembros de este grupo: 2/2, 1/1, 2/2, 3/3 = 32. Los homínidos son omnívoros, pero la base de su alimentación suelen ser los vegetales. Otra característica es la complejidad de su comportamiento social, expresión facial y vocalización compleja. Todos construyen nidos o refugios y cuidan mucho a sus crías durante un largo período; las hembras tienen generalmente una cría en cada gestación. Clasificación [editar] Especies actuales [editar] Diferencias entre pares de bases del ADN de los homínidos Árbol filogenético de los homínidos Las siete especies vivientes de grandes simios se clasifican en cuatro géneros. La siguiente clasificación es la más aceptada:1 Familia Hominidae: humanos y otros grandes simios; géneros y especies extintas excluidos.1 o Subfamilia Ponginae Género Pongo Pongo pygmaeus - orangután de Borneo Pongo pygmaeus pygmaeus Pongo pygmaeus morio Pongo pygmaeus wurmbii Pongo abelii - orangután de Sumatra o Subfamilia Homininae Tribu Gorillini Género Gorilla Gorilla gorilla Gorilla gorilla gorilla Gorilla gorilla diehli Gorilla beringei Gorilla beringei beringei Gorilla beringei graueri Tribu Hominini Género Pan - chimpancés Pan troglodytes - chimpancé común Pan troglodytes troglodytes - chimpancé central Pan troglodytes verus - chimpancé africano occidental Pan troglodytes vellerosus - chimpancé de Nigeria Pan troglodytes schweinfurthii - chimpancé oriental Pan paniscus - bonobo Género Homo Homo sapiens - ser humano Pongo pygmaeus Pongo abelii Gorilla gorilla Gorilla beringei Pan troglodytes Pan paniscus Homo sapiens Especies extintas [editar] Adicionalmente a las especies y subespecies anteriores, los arqueólogos, paleontologos, y antropólogos han descubierto numerosas especies de grandes simios extintas. La siguiente lista contiene algunos de los géneros de estos descubrimientos. Subfamilia Ponginae (o Pongidae) o Gigantopithecus† o Sivapithecus† o Lufengpithecus† o Ankarapithecus† o Ouranopithecus† Subfamilia Homininae (o Hominidae) o Homo – Antecesores directos del los humanos modernos Homo habilis† Homo rudolfensis† Homo ergaster† Homo georgicus† Homo erectus† Homo cepranensis† Homo antecessor† Homo heidelbergensis† Homo rhodesiensis† Homo neanderthalensis† Homo sapiens Homo sapiens idaltu† Homo floresiensis† o Australopithecus† Australopithecus anamensis† Australopithecus afarensis† Australopithecus garhi† Australopithecus africanus† Australopithecus bahrelghazali† o Paranthropus† Paranthropus aethiopicus† Paranthropus robustus† Paranthropus boisei† o Ardipithecus† (status como homínino altamente discutible) Ardipithecus kadabba† Ardipithecus ramidus† o Oreopithecus† o Sahelanthropus†(estatus como homínido altamente discutible) o Orrorin† o Kenyanthropus† Gigantopithecus De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda ? Gigantopthecus Rango fósil: Pleistoceno Inferior - Medio Modelo de un Gigantopithecus. Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Primates Familia: Hominidae Subfamilia: Ponginae Gigantopithecus † Género: von Koenigswald, 1935 Especies Gigantopithecus blacki † Gigantopithecus bilaspurensis † Gigantophitecus es un género extinto de primates hominoideos que existió desde hace un millón de años hasta hace 300.000 (Pleistoceno Inferior a Medio), habitando los actuales países de China, India y Vietnam y pudiendo haber convivido con Homo erectus en Asia sudoriental. Las evidencias fósiles sugieren que Gigantopithecus fue el primate más grande que habitó el planeta. Probablemente haya sido cuadrúpedo y herbívoro, con una dieta similar a la del panda gigante basada en el bambú, y posiblemente suplementada con frutas de estación. Aunque se desconoce el porqué de la extinción de Gigantopithecus, se supone que las razones principales fueron los cambios climáticos y la competencia por los recursos con especies mejor adaptadas (pandas u hombres primitivos). Basados en la escasa evidencia de la cual disponemos (básicamente enormes molares y dientes de aproximadamente 2,5 cm de ancho, recolectados de tiendas de medicina tradicional china, pero claramente genuinos), Gigantopithecus debe haber medido 3 metros de altura, y pesado de 300 a 500 kilogramos. 2 o 3 veces el tamaño de un gorila, aunque sus parientes vivos más cercanos serían los orangutanes. Esta estimación se basa en el cociente cabeza–esqueleto, en los primates conocidos actualmente. Fue el paleontólogo alemán Ralph von Koenigswald quien halló el molar mencionado, en Hong Kong durante el año 1935. Enseguida reconoció que se trataba de una especie de simio gigante, a cuyo estudio se abocó durante los siguientes cuatro años. Durante la Segunda Guerra Mundial Von Koenigswald fue tomado prisionero, lo cual interrumpió su investigación. Durante años la medicina china ha trabajado con estos fósiles, conocidos como "huesos de dragón". El valor económico que poseen ha llevado a que los habitantes de estas regiones los recolecten produciendo su desaparición de muchos sitios donde podrían haberse encontrado. Algunos criptozoólogos han postulado que los seres legendarios conocidos en distintas geografías como Yeti, o Piegrande podrían ser variedades de Gigantopithecus que habrían sobrevivido hasta el presente. Sivapithecus es un género extinto de primates homínidos del Mioceno. Sus fósiles, datados entre 12,5 a 8,5 millones de años de antigüedad, han sido hallados desde el siglo XIX en Siwalik Hills, en lo que actualmente es India y Pakistán. Cualquiera de las especies de este género podrían ser ancestros del orangután moderno. Contenido [ocultar] 1 Especies 2 Ascenso y caída del Ramapithecus 3 Referencias 4 Véase también Especies [editar] En la actualidad se reconocen generalmente tres especies. Los fósiles de Sivapithecus indicus datan de 12,5 a 10,5 millones de años de antigüedad aproximadamente. Sivapithecus sivalensis vivió hace 9,5 a 8,5 millones de años. En 1988 fue descrita una tercera especie, significativamente más grande, llamada Sivapithecus parvada (datada en alrededor de 10 millones de años de antigüedad). En 1982, David Pilbeam publicó una descripción de un significativo fósil descubierto —gran parte de la cara y la mandíbula de un Sivapithecus. El espécimen presentaba muchas similitudes con el cráneo del orangután, lo que reforzó la teoría (sugerida previamente por otros) de que el Sivapithecus está estrechamente relacionado con los orangutanes. Ascenso y caída del Ramapithecus [editar] Los especímenes de Siwalik que fueron asignados una vez al género Ramapithecus se consideran ahora por la mayoría de los investigadores pertenecientes a una o más especies de Sivapithecus. Ramapithecus ya no se reconoce como un probable antecesor de los humanos. Los primeros especímenes incompletos de Ramapithecus fueron encontrados en Nepal, a orillas del rió Tenau, en la parte occidental del país, en 1932. Su descubridor (G. Edward Lewis) reivindicó que la mandíbula era más parecida a la humana que ningún otro simio fósil conocido hasta entonces. En la década de 1960 esa reivindicación fue retomada. Por entonces, se creía que los ancestros humanos habían divergido de los otros simios 15 millones de años atrás. Los estudios bioquímicos cuestionaron esta visión, sugiriendo que hubo una división temprana entre los ancestros del orangután y los ancestros comunes de chimpancés, gorilas y humanos. Los humanos se habían separado de los grandes simios africanos hace alrededor de cinco millones de años, no 15 ó 25 millones. Mientras tanto se descubrieron especímenes más completos de Ramapithecus, en 1975 y 1976, los cuales mostraban que eran menos parecidos a los humanos de lo que se había pensado. Se empezaron a ver cada vez más como Sivapithecus; nótese que el nombre más antiguo tiene prioridad. Pudiera ser que Ramapithecus fuese simplemente la hembra de Sivapithecus. Definitivamente eran miembros del mismo género. También es probable que se hubieran separado ya del ancestro común de chimpancés, gorilas y humanos, aunque aún no se han hallado fósiles de ese presunto ancestro. Lufengpithecus es un género de simio extinto perteneciente a la subfamilia Ponginae. Contiene cuatro especies: Lufengpithecus lufengensis Lufengpithecus yuanmouensis Lufengpithecus keiyuanensis Lufengpithecus chiangmuanensis Lufengpithecus lufengensis es un fósil de simio recuperado de lignito (carbón blando) en la localidad Shihuiba en el Condado de Lufeng, Yunnan, China, que data de la última etapa del Mioceno. Originalmente se pensó que representaban dos especies distintas,Sivapithecus yunnanensis, se cree que es un antepasado de Pongo (orangutánes), y Ramapithecus lufengensis se cree que uno de los primeros ancestros de los humanos. El reconocimiento en la década de 1980 que los fósiles de "Ramapithecus" eran mujeres de Sivapithecus llevó a la creación del nuevo género y especie lufengensis Lufengensis para dar cabida a la gran colección de fósiles de homínidos recuperados en Lufeng en la década de 1970. La especie fue reconocida a tener un muy alto grado de dimorfismo sexual, comparable al observado en los Cercopithecinae. Los restos fósiles de Shihuiba incluyía un número relativamente completo, pero cráneos severamente aplastados de ejemplares de ambos sexos.1 2 En os 80 y 90 fósiles similares fueon excavados en un gran número de localidades de Yuanmou, Yunnan, China, generalmente atribuidos a nuevas especies L. yuanmouensis. Los especímenes incluían un alto número de dientes, mandíbula y fragmentos maxilares y el esqueleto facial de un ejemplar joven, comparable en edad dental al famoso Taung Child australopithecina en Sudfrica. El material de los homínidos anteriores recogidas en la década de 1950 en el sitio de la mina de carbón Keiyuan en Yunnan y atribuido a keiyuanensis Drypopithecus fue asignado posteriormente a L. keiyuanensis. Un fragmento mandiblular único con P4 y M1 en el sitio de Longgupo en Sichuan, China, originalmente asignados al género Homo, se ha afirmado ser similar al Lufengpithecus lo que sugiere que el género puede haber sobrevivido hasta tan recientemente como dos millones de años, posiblemente solapándose con Gigantopithecus y Pongo antiguos en la región (Etler et al. 2001). Como el Sivapithecus, el Lufengpithecus tiene un esmalte molar grueso y dientes caninos relativamente bajos, especialmente en las mujeres. Los premolares inferiores tienen a veces una tercera cúspide, que denota un cambio de su función principal como cortar los dientes en otras especies de simios. Una especie relacionada de Tailandia, Lufengpithecus chiangmuanensis, ha sido recientemente descubierta. De esta especie es conocida sólo los dientes, pero estos parecen ser intermedias en la morfología entre Sivapithecus y los últimos orangutanes. A 10 millones de años, los fósiles pueden ser ancestros comunes con los Pongos.(Chaimanee et al. 2003). Ankarapithecus meteai es un primate extinto del género Ankarapithecus. Es un simio prehistórico comedor de futa, cuyos fósiles fueron encontrados en Ankara, Turquía, primero en los años 50, y más tarde en los 90.1 It is the only known member of its genus, which has similar properties to Sivapithecus. Ouranopithecus macedoniensis es una especie extinta de primate homínido cuyos fósiles fueron hallados en Grecia y que data del Mioceno tardío. Basados en la anatomía facial y dental de O. macedoniensis es posible que este especie fuera un dryopithecino. Sin embargo, O. macedoniensis parece estar más estrechamente relacionado con la subfamilia Ponginae a la cual pertenecen los orangutanes, mientras que la mayoría de los Dryopithecinae están más emparentados con los grandes simios, ubicados en la subfamilia Homininae, mientra que unos pocos consideran que debería ubicarse por fuera del clado de los simios. Un rasgo distintivo que Ouranopithecus comparte con los humanos y otros modernos simios africanos es el seno frontal, una cavidad en la frente. Morfología [editar] O. macedoniensis tiene una cara grande y amplia con un torus supraorbital prominente. Esta característica hace que sus órbitas oculares en el cráneo tengan una forma algo cuadradas. O. macedoniensis podría hacer tenido un tamaño de cuerpo algo grande. Los molares de O. macedoniensis tienen un esmalte dental grueso y cúspides bajas. El dimorfismo sexual es muy evidente en los dientes. Los machos de O. macedoniensis tienen grandes caninos y premolares bajos. Dieta [editar] Basedos en la superficie altamente picada del segundo molar de Ouranopithecus macedoniensis, se asume que su dieta consistía de alimentos duros tales como nueces o tubérculos. Homo habilis es la especie más antigua del género Homo. Vivió aproximadamente desde 2,5 hasta ca. 1,44 millones de años antes del presente, al comienzo del Pleistoceno. El descubrimiento de esta especie se debe a Mary y Louis Leakey, quienes encontraron los fósiles en Tanzania, África, entre 1962 y 1964. Está generalmente aceptado que Homo habilis es la primera especie del género Homo, si bien hoy día algunos ponen en duda su pertenencia al género y ubican a Homo rudolfensis en el primer lugar. Su nombre significa "hombre habilidoso" y hace referencia al hallazgo de instrumentos líticos confeccionados por éste. Se han realizado estudios detallados de los restos óseos de sus manos para verificar si realmente sería posible que este Homo los hubiera realizado. Los científicos concluyeron que era capaz de prensión de agarre para realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de piedra; probablemente,era carnívoro oportunista. Se observa en ellos un importante incremento en el tamaño cerebral con respecto a Australopithecus, que se ha calculado entre 650 cm³ y 800 cm³, en el cráneo aplastado "1470", encontrado en Koobi Fora. Los restos se han hallado en Kenia, en la localidad de Koobi Fora y en Tanzania, en la conocida Garganta de Olduvai. Contenido [ocultar] 1 Características físicas o 1.1 Diferencias con los australopitecinos o 1.2 Homo habilis y Homo erectus 2 Principales yacimientos y restos fósiles 3 Referencias 4 Véase también 5 Enlaces externos Características físicas [editar] Las principales características son las siguientes: Cráneo más redondeado. Incisivos espadiformes. Molares grandes y con esmalte grueso. Ausencia de diastema. Foramen magnum (hueco occipital) ubicado más hacia el centro. Rostro menos prognato que los australopitecinos. Incisivos más grandes que los australopitecinos. Cara corta. Dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún utilizaban los árboles. La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos (lo cual implica prematuración del neonato, un mayor tiempo dedicado a la crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes que potencialmente coadyuvan al desarrollo de una cultura). Mayor capacidad neurocraneana 650 cm³. Diferencias con los australopitecinos [editar] Analizando algunos de los restos óseos recuperados se puede reconocer que se trata de una especie con un aspecto mucho más humano que el encontrado en los australopitecinos. La cabeza del fémur es más grande, corta y redondeada. También la pelvis tiene un aspecto más moderno. Su altura era similar a Australopithecus africanus, de unos 1'3 m, así como su peso, calculado en 40 kg, aproximadamente. Homo habilis y Homo erectus [editar] Hallazgos realizados en el noreste africano (zona del lago Turkana) por Louise y Meave Leakey (hijas de Louis y Mary Leakey) publicados en el 2007 aproximan la existencia del Homo habilis a fechas más recientes: hasta por lo menos 1.440.000 años antes del presente existieron Homo habilis, tal datado implica que al menos por unos 500.000 años coexistieron en los mismos territorios los H habilis y los Homo erectus, las investigadoras opinan que inicialmente no debieron haber existido mayores conflictos entre las dos especies, sin embargo el crecimiento de la población de H erectus habría terminado con una lucha en pos de los recursos de la cual habrían salido exitosos los H erectus. Ese mismo hallazgo pone en duda – por otra parte– una filiación directa entre ambas especies. Aunque hay autores como Erik Trinkaus que opinan que la convivencia no descarta que los habilis sean ancestros directos de los erectus.1 Principales yacimientos y restos fósiles [editar] Kada Hadar (Etiopía) Shungura-Omo (Etiopía) Chemeron (Kenia) Koobi Fora (Kenia) o KNM ER 1805: 3 fragmentos de cráneo de un individuo adulto, datados en 1,74 Ma. o KNM ER 1813: Craneo bastante completo de 510 cm³ de capacidad y datado en 1,9 Ma. Descubierto por Kamoya Kimeu in 1973. (KNM ER 1470, interpretado inicialmente como H. habilis, está actualmente asignado a una especie diferente, Homo rudolfensis). Garganta de Olduvai, (Tanzania) o OH 7: Mandíbula inferior con 13 dientes, un molar inferior, dos parietales y 21 huesos de dedos, mano y muñeca izquierda. La capacidad craneal ha sido estimada por diferentes investigadores entre 363 y 710 cm³. Los restos pertenecieron a un macho joven, de 12 o 13 años y han sido datados en 1,75 Ma. Fueron descubiertos por Jonathan y Mary Leakey en 1960. Homo habilis se describió en base a estos restos en 1964 por Louis Leakey, Tobias y Napier. o Fragmentos de mandíbula, maxilar y dientes de una posible hembra, datados en 1,7 Ma. Descubiertos por N. Mbuika en 1963. o OH 24 (apodados Twiggy): Un cráneo, que se encontró muy deformado. Tras la restauración se ha estimado una capacidad de algo menos de 600 cm³. Fue localizado por Peter Nzube en 1968. o OH 62: Conjunto de restos fósiles que incluyen de miembros superiores e inferiores, descubiertos por Donald Johanson y Tim White en 1986. Sterkfontein (Sudáfrica) o STW 53: Un craneo, localizado en el "Miembro 5" y datado en 1,8 Ma. Homo rudolfensis es una especie de hominino fósil, propuesta por Valerii P. Alexeev en 1986,1 cuyo espécimen tipo es el KNM-ER 1470,2 encontrado en Koobi Fora (orilla oriental del Lago Turkana, antes lago Rodolfo), por Bernard Ngeneo, un miembro de equipo de Richard Leakey, en 1972.3 Alexeev lo designó en 1986 como Pithecanthropus rudolfensis, aunque quienes lo consideran una especie distinta lo asignan al genero Homo o al género Australopithecus. Contenido [ocultar] 1 Características 2 Antigüedad 3 Relaciones 4 Principales yacimientos 5 Véase también 6 Referencias 7 Enlaces externos Características [editar] Algunos paleoantropólogos dudan de que sea una especie diferente de Homo habilis, pero ésta es la opinión dominante en la actualidad, debido a unas marcadas diferencias morfológicas, entre las que hay que distinguir las siguientes: forma de la cara (principalmente en la región supraorbital y malar, que presenta muy larga, profunda e inclinada hacia delante); medidas craneales en su conjunto (un 45% de las medidas que se compararon entre las dos especies superan el dimorfismo sexual de los gorilas) y el volumen craneal (alrededor de los 750 cc, frente a los 500 cc del Homo habilis), aunque en 2007 la capacidad craneana de Homo rudolfensis ha sido estimada por Timothy Bromage, antropólogo de la Universidad de Nueva York en 526 cc.4 Asimismo, anatómicamente el Homo rudolfensis tiene, respecto al Homo habilis, una cara más plana, unos dientes post-caninos más amplios y con raíces y coronas más complejas y esmalte más grueso. Antigüedad [editar] El Homo rudolfensis habitó en un periodo de tiempo comprendido entre 2,4 (edad del espécimen fósil UR 501) y 1,9 millones de años, en el este de África, por lo que se considera contemporáneo del Homo habilis, así como de otros homínidos, como el Paranthropus boisei. Su área de dispersión parece haber sido exclusivamente el este africano, por lo que muchos paleoantropólogos lo consideran un endemismo. Relaciones [editar] A partir del descubrimiento del Kenyanthropus platyops (Meave Leakey, et al. 1999), se acepta que Homo rudolfensis podría haber evolucionado a partir de Kenyanthropus; si bien existen otras hipótesis sobre sus relaciones filogenéticas. Finalmente, el hecho de la coexistencia de estas dos especies africanas (Homo rudolfensis y Homo habilis), ha llevado a algunos autores a sugerir un interesante debate alrededor de la coexistencia de dos especies inteligentes, pues parece estar clara la asociación de Homo habilis con las industrias líticas de Olduvai y Homo rudolfensis con las del lago Turkana, que todavía no ha llegado a sus últimas consecuencias. El hallazgo de dos fósiles, un hueso de mandíbula de Homo habilis de 1,44 millones de años y un cráneo de Homo ergaster de hace 1,55 millones de años, en el norte de Kenia, por un equipo de expertos liderado por Meave y Louise Leakey, además de demostrar que ambas especies coexistieron, ha dado nuevos argumentos para sostener la hipótesis según la cual, Homo ergaster desciende de Homo rudolfensis. Algunos expertos sostienen que H. ergaster y H. rudolfensis fueron especies hermanas descendientes de alguna otra que vivió en África, de 2 a 3 millones de años antes del presente.5 Homo ergaster es un homínido extinto, propio de África. Se estima que apareció hace unos 2 millones de años, y desapareció hace 1 millón de años. Sus primeros restos fueron encontrados en 1975 en Koobi Fora (Kenia); se trata de, al menos, dos cráneos (KNM-ER 3733, tal vez femenino, y KNM-ER 3883)1 de hace 1,75 millones de años cuyo cerebro tenía un tamaño estimado en unos 850 cm³. Luego, en 1984, fue descubierto en Nariokotome, cerca al lago Turkana (Kenia), el esqueleto completo de un niño de unos 11 años, 1,60 m de estatura de y cerebro de 880 cm³, con una antigüedad de 1,6 millones de años; se conoce como el niño de Nariokotome. Homo ergaster, procede probablemente de Homo habilis y es básicamente la versión africana de Homo erectus, del que es antecesor. Algunos especialistas consideran que pueden haber sido una única especie, debido a su gran parecido anatómico, en cuyo caso tendría prioridad su denominación como Homo erectus, pero parece asentarse la aceptación de dos especies diferentes.2 Contenido [ocultar] 1 Características 2 Comportamiento 3 Principales yacimientos 4 Véase también 5 Referencias 6 Enlaces externos Características [editar] Homo ergaster tiene un cráneo menos robusto y con toros supraorbitales menos acusados que los Homo erectus asiáticos, y se asocia, en sus comienzos, a la Industria lítica olduvayense o modo 1, para luego pasar a la achelense o modo 2. A excepción del cráneo, tanto Homo erectus como Homo ergaster tienen una constitución física bastante parecida a la del hombre actual, siendo similar en estatura, aunque en general son de complexión más robusta y fuerte, y tienden a ser algo más anchos de caderas. Las proporciones de piernas y brazos, ya son también totalmente modernas. Comportamiento [editar] Se especula que H. ergaster pueda ser el primer homínido con capacidad para el lenguaje articulado; sin embargo la estructura de las vértebras del niño de Nariokotome parecen refutar tal hipótesis. Dentro de las hipótesis muy probables, se considera que los Homo ergaster pueden haber sido los primeros homínidos en establecer relaciones sociales complejas precisamente facilitadas por los primordios de lenguaje oral articulado que se veía acompañado por un gran cerebro capacitado ya para elaborar rudimentarias abstracciones (como metáforas: si observaban la huella de un animal es muy probable que rápidamente pudieran imaginar a qué animal correspondía tal huella, esto posibilitado por el suficiente desarrollo de las áreas corticales prefrontales y frontales del cerebro junto con las del lenguaje — véase lateralización—); los artefactos de la ya mencionada industria lítica correspondientes a los H. ergaster son muy refinados. También se supone que son los primeros ancestros de la humanidad cuya esclerótica blanca resultaba ya muy notoria haciendo contraste con las pupilas, si esto ocurría es también probable que cada individuo Homo ergaster pudiera establecer una primitiva teoría de la mente por la cual podría "intuir" los estados afectivos o "anímicos" de sus congéneres observando las miradas de los mismos. Sin embargo también se considera que no estaban capacitados como para tener una imaginación que les hiciera proyectar pensamientos a futuro de largo plazo (de hecho el promedio de vida de los H. ergaster habría de ser escaso y poquísimos individuos superarían los 20 años de edad).[cita requerida] Homo georgicus es un especie de homínido establecida en 2002 a partir de los fósiles encontrados un año antes en Dmanisi, en el Cáucaso, República de Georgia. Se considera intermedia entre el Homo habilis y el Homo erectus y relacionada con el Homo ergaster. Los fósiles se han datado en 1,8 millones de años. El tamaño del cerebro se ha calculado entre 600 y 680 c.c. La estatura se ha estimado en 1,5 m. Fue encontrado primero gran parte de un esqueleto (Vekua et al., 2002; Gabunia et al., 2002). Posteriormente ha habido otros tres hallazgos, incluido un cráneo completo (pero sin dientes, sólo con el canino izquierdo) y además, se han encontrado asociados con los huesos, artefactos de piedra y de percusión, que le permitían a esta especie cazar, matar animales y procesarlos. La condición de cazador y no de carroñero ni de simple recolector y consumidor de alimentos blandos vegetales, del Homo georgicus, ha sido establecida. El homínido de Dmanisi consumía carne, y este producto, pudo haber sido la clave de la supervivencia de esta especie y de otros homínidos habitantes de altas latitudes, sobre todo en invierno. (Lordkipanidze, D.). Al parecer los cinco individuos del Dmanisi formaban una familia que se vio envuelta en una erupción volcánica la que los obligó a penetrar en el abrigo, y luego murieron por asfixia debido a las cenizas volcánicas. Esa es la explicación que se desprende del estudio de los estratos, y la razón de por qué en este caso excepcional se encontró un número elevado de fósiles juntos que eran de edades tan variadas.1 El Homo erectus es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de años y 300.000 años antes del presente (Pleistoceno inferior y medio). Los H. erectus clásicos habitaron en Asia oriental (China, Indonesia). En África, se han hallado restos fósiles afines que con frecuencia se incluyen en otra especie, Homo ergaster; también en Europa, diversos restos fósiles han sido clasificados como H. erectus, aunque la tendencia actual es a reservar el nombre H. erectus para los fósiles asiáticos.1 Era muy robusto y tenía una talla elevada, casi 1,80 m de medida. El volumen craneal era muy variable, entre 800 y 1200 cc (la media fue aumentando a lo largo de su dilatada historia). Poseía un marcado toro supraorbitario y una fuerte mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente pequeños. Presentaba un mayor dimorfismo sexual que en el hombre moderno. La industria lítica que producía pertenece principalmente al Achelense y probablemente conocía el uso del fuego. Contenido [ocultar] 1 Hombre de Java (Homo erectus erectus) 2 Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis) 3 Herramientas 4 Otros yacimientos 5 Evolución 6 Principales yacimientos o 6.1 En China o 6.2 En Java 7 Referencias 8 Véase también 9 Enlaces externos Hombre de Java (Homo erectus erectus) [editar] Artículo principal: Homo erectus erectus Entre 1891 y 1892 el médico anatomista neerlandés Eugène Dubois creyó encontrar el «eslabón perdido» hipotetizado por Charles Darwin al descubrir algunos dientes sueltos, una calota craneal y un fémur —muy similar al del hombre moderno— en las excavaciones paleontológicas que realizaba en el río Solo cerca de Trinil, en el interior de la isla de Java (Indonesia). Dubois publicó estos hallazgos con el nombre de Pithecanthropus erectus2 (hombre-mono erguido) en 1894, pero más conocido popularmente como "El Hombre de Java" u "Hombre de Trinil". No será hasta 1940 cuando se atribuirán estos restos al género Homo (Homo erectus erectus). Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis) [editar] Artículo principal: Homo erectus pekinensis En 1921 el geólogo sueco Gunnar Anderson descubrió un molar superior y un premolar inferior humanos, en el yacimiento de Zhoukoudian (Chou-k'ou-tien), China. Desde 1926 el anatomista canadiense Davidson Black dirigió un equipo de investigación que realizó exitosas excavaciones en la zona; en 1927 fue encontrado un molar inferior con el que Black propuso la especie Sinanthropus pekinensis. En 1928 se encontraron dos cráneos y Black mostró como el Sinanthropus debía estar emparentado con el Pithecanthropus de Java. En la década de 1930, el anatomista y antropólogo físico alemán Franz Weidenreich y otros expertos completaron el descubrimiento de la colección más famosas de fósiles de H. erectus, cerca de Pekín, fósiles que en su conjunto recibieron el nombre popular de hombre de Pekín. Weidenreich fue quien reinterpretó en 1940 estos restos como Homo erectus pekinensis, una subespecie de Homo erectus. En la cueva de Zhoukoudian se encontraron restos de más de 30 individuos que habían vivido entre hace 500.000 y 250.000 años. Estos fósiles, 14 cráneos, 14 mandíbulas inferiores, 148 piezas dentales y algunos restos de esqueleto, se perdieron en 1941, al comienzo de la II Guerra Mundial, pero Weidenreich había hecho unas réplicas excelentes de los descubrimientos. En excavaciones posteriores en este yacimiento, se encontraron más restos de H. erectus. En 1959 fue encontrada una mandíbula completa, en 1966 se hallaron fragmentos de huesos occipitales y frontales que concordaban con modelos de cráneos encontrados antes. Las excavaciones se multiplicaron después de 1972. Herramientas [editar] Miles de instrumentos líticos han sido encontrados en asociación con fósiles del Hombre de Pekín: tajadores, rascadores, cuchillos, martillos, yunques y algunas puntas. también instrumentos de huesos de ciervo, gamo y búfalo, como cavadores, cuencas, cuchillos y puntas. Se ha comprobado además que el Hombre de Pekín usaba el fuego para cocinar, pues en su cueva se han encontrado cenizas y carbón vegetal asociados a huesos de animales y a semillas quemadas; sin embargo, no hay acuerdo sobre si era fuego conservado de fuentes naturales o era ya producido artificialmente. Encontraron también instrumentos de construcción como martillo etc. Otros yacimientos [editar] En China se encontraron otros yacimientos importantes de fósiles de esta especie como, por ejemplo, Lantian, Yuanmou, Yunxian y Hexian. Los investigadores también han encontrado gran número de utensilios fabricados por el H. erectus en yacimientos como Nihewan y Bose, en China, y en otros lugares de antigüedad similar (al menos entre 1 millón y 250.000 años de antigüedad). Luego se descubrieron, en Kenia el Homo ergaster, que se puede considerar el erectus africano y probablemente la especie original; y en Dmanisi, República de Georgia, en el Cáucaso, el Homo georgicus, camino hacia el erectus de Extremo Oriente, pero relacionado descendiente del Homo habilis y posiblemente del H. ergaster, con lo cual se dibujó la ruta que siguieron los homínidos que dejaron África hasta dispersarse por Asia. El conjunto de estos y otros hallazgos es clasificado actualmente dentro del género Homo y son designadas la especies de los hombres de Java (hombre de Trinil) y Pekín como Homo erectus, que parece haber evolucionado en África como Homo ergaster, a partir de las poblaciones anteriores de Homo habilis, para a continuación dispersarse por gran parte de Asia desde hace unos 1,7 millones de años. Los últimos fósiles conocidos de la especie H. erectus, procedentes del río Solo, en Java, están datados en unos 130.000 a 50.000 años antes del presente (datación que puede ser discutible). De esta forma el H. erectus fue una especie de gran éxito: se dispersó ampliamente y gozó de larga vida. Evolución [editar] Desde el descubrimiento del Homo erectus, los científicos se preguntan si esta especie era un antepasado directo del Homo sapiens, debido a que las investigaciones hechas no eran suficientes para demostrarlo. Las últimas poblaciones de H. erectus —tales como las del río Solo en Java— pueden haber vivido hace solamente 50.000 años, simultáneamente con poblaciones de H. sapiens, y se descarta que a partir de estas últimas poblaciones de Homo erectus haya evolucionado el H. sapiens. Aunque poblaciones anteriores de H. erectus asiáticos podrían haber dado lugar al H. sapiens, hoy se considera más probable que el Homo sapiens hubiera evolucionado en África probablemente de poblaciones africanas de H. erectus, luego los primeros H. sapiens habrían migrado desde el noreste de África hace menos de 100.000 años al Asia, donde tal vez se encontró con los últimos H. erectus. En cuanto a la filogenia posible Homo habilis > Homo erectus aunque esta aún (2007) es considerada posible, no parece probable de un modo directo (existiría con más probabilidad un nexo de estas especies con el Homo rudolfensis); lo concreto es que los hallazgos realizados en este año en la zona del lago Turkana por Louise Leakey y Meave Leakey indican que los H. habilis vivieron en África hasta hace al menos 1.440.000 años, esto significa que ambas especies coexistieron por un lapso de unos 500.000 años. Aunque hay autores como Erik Trinkaus que opinan que la convivencia no descarta que los H. habilis sean ancestros directos de los H. erectus.3 En cuanto a la transición H. erectus/H. ergaster un "eslabón" de la misma se halla en el fósil denominado niño de Nariokotome. Una especie que aparentemente desciende tardíamente del Homo erectus es el pequeño Homo floresiensis. El Hombre de Ceprano es un ejemplar fósil del cráneo de un homínido, descubierto por Italo Bidittu en 1994, en la localidad de Ceprano, provincia de Frosinosne, Italia. Tras la reconstrucción de los fragmentos encontrados, realizada por el geólogo Aldo Segre y la paleontóloga Eugenia Segre Naldini, se calcula que la capacidad craneana de este espécimen podría ser hasta de 1200 cc, lo que significa un cerebro claramente mayor que el del Homo ergaster y el Homo erectus. Se ha estimado que este fósil data de hace por lo menos 800 mil años. Las diferencias encontradas con las especies conocidas de Homo han llevado a la definición formal de este homínido como especie diferente: Homo cepranensis. El paleoantropólogo Antonio Ascenzi lo considera como Homo erectus, en tanto que también deberían considerarse sus relaciones con el Homo antecessor y Homo heidelbergensis. Homo antecessor es una especie fósil perteneciente al género Homo. Considerada la especie homínida más antigua de Europa con una antigüedad de más de un millón de años (Pleistoceno Inferior). Eran individuos altos, fuertes y con una cara de rasgos modernos aunque su cerebro fuera más pequeño que el del hombre actual. La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca. De acuerdo con sus descubridores, entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre éstos y los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor, de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las poblaciones modernas. La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal, indica una cifra superior a los 1.000 cm³. La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad del Pleistoceno Medio. En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus/Homo ergaster. En marzo de 2008 se han dado a conocer nuevos restos de Homo antecessor, concretamente parte de una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense (modo 1), datados en 1,2 millones de años de antigüedad, lo que hace retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa. Los restos fueron hallados en 2007 en la Sima del Elefante, yacimiento situado a unos 200 metros de la Gran Dolina.1 2 El Homo heidelbergensis (apodado "Goliath") es una especie extinta del género Homo, que surgió hace más de 500.000 años y perduró al menos hasta hace 250.000 años (Pleistoceno medio). Eran individuos altos (1,75 m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos (1.350 cm³) muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal. Se le dio el nombre porque los primeros fósiles fueron descubiertos cerca de Heidelberg (Alemania). Contenido [ocultar] 1 Evolución 2 Fósiles 3 Características 4 Tecnología y organización 5 Referencias 6 Véase también 7 Enlaces externos Evolución [editar] Es un antepasado directo del Hombre de Neandertal en Europa; aun cuando es muy similar a los Homo sapiens arcaicos encontrados en África (por ejemplo: Homo rhodesiensis y Homo sapiens idaltu); se sabe hoy que H. heidelbergensis no fue antepasado directo de los humanos modernos. Entre Homo antecessor, una especie poco conocida, basada en fósiles de las colinas de Atapuerca, en España, y los H. neanderthalensis, existió esta especie (H. heidelbergensis). Presenta en general caracteres intermedios entre H. erectus / Ergaster y el H. sapiens. Presenta un thorus occipital hendido (en el Homo erectus tal thorus, o cresta, es continua) y una gran capacidad neurocraneal. Si en los Homo erectus la dieta probablemente fue basada en el cleptoparasitismo, el carroñeo (que aportaban proteínas y grasas de buena calidad) y un régimen de alimentos vegetales en el Homo heidelbergensis se hace patente un predominio de la dieta carnívora con evidencias de caza; la presión evolutiva para que entre los heidelbergensis se desarrollara la caza habría estado en las condiciones ecológicas del territorio que colonizaron: Europa era fría y durante seis meses existían muchos menos recursos alimenticios obtenibles de vegetales que en África, el carroñeo y el cleptoparasitismo (robar presas a los animales predadores) no aportaba suficientes nutrientes, esto habría inducido (por selección) a la aparición de conductas sociales dedicadas a la caza: bandas de heidelbergensis se organizaban para perseguir a otros animales y ultimarlos en trampas naturales (precipicios, pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces e, incluso, rústicos venablos de madera aguzada. Fósiles [editar] El más antiguo de los fósiles de la especie es una mandíbula inferior encontrada por el trabajador de una mina en Mauer, cerca de Heidelberg. Posteriormente, en una cueva llamada Caune de l'Arago, en Francia, se encontraron los restos fragmentarios de una docena de individuos. El más completo es la cara y parte de la caja craneana de un individuo conocido como Hombre de Tautavel, que tiene gran parecido al cráneo del Hombre de Petralona, encontrado en una cueva en Grecia. Otros sitios donde se han hallado fósiles de esta especie son Steiheim (Alemania), Swascombe (Inglaterra) y la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (España), donde se encontraron 5.000 fósiles pertenecientes a unos 30 individuos, que datan de hace 400.000 años, considerados antepasados de los neandertales, restos estos que están muy bien conservados; entre ellos destacan el cráneo número 5 (llamado popularmente "Miguelón") que está completo, y del cual recientemente se realizaron estudios que dan cuenta de una lateralidad en el cerebro (era diestro),1 y una pelvis muy bien conservada de un individuo conocido popularmente como "Elvis". En China se han encontrado fósiles que concuerdan con este grupo, en el sitio de Dali; un cráneo de hace 280.000 años, y un esqueleto en Jinniushan. Hay que notar que en Terra Amata (Francia), se encontraron restos de refugios construidos durante la época de H. heidelbergensis. Estos refugios tenían una forma ovalada, con veinticinco pies de largo y veinte de ancho. Dentro del refugio se encontraron restos de ceniza. Se han encontrado fósiles relacionados con esta especie en África en los sitios de Bodo, al noreste de Etiopía, con un ejemplar más robusto pero similar que data de hace 600.000 años, y en Kabwe (Zambia). También en Lago Ndutu (Tanzania). Los huesos postcraneales concuerdan con los de Arago, e indican que ésta era una forma robusta, pero moderna. Los científicos están divididos en su interpretación sobre estos fósiles africanos. Algunos los sitúan en la especie H. heidelbergensis. Otros piensan que los fósiles europeos y africanos pertenecen a dos especies diferentes, y sólo las poblaciones africanas, clasificadas como Homo rhodesiensis u H. sapiens arcaico, evolucionaron hasta el H. sapiens. Tampoco hay unanimidad sobre la interpretación del hombre de Petralona (Grecia), que podría ser un H. heidelbergensis tardío o más bien un H. rhodesiensis u otro H. sapiens arcaico que llegó a Europa desde África, por las costas del Mediterráneo. Características [editar] Hace aproximadamente medio millón de años se empezaron a gestar los rasgos morfológicos que en unos cientos de miles de años dieron origen al neandertal. Los pre-neandertales u Homo heidelbergensis mostraban una creciente corpulencia física, expresada en el aumento de la talla, 1,75 a 1,80 metros y cerca de 100 kg de peso (media masculina). Las mandíbulas también poseían una gran fuerza y robustez a causa del estrés al cual eran sometidas. El conjunto de estos fósiles revelan un homínido con un cráneo más "inflado" que el de ningún H. erectus/H. ergaster, aunque todavía posee arcos supraciliares. La parte trasera del cráneo es más redondeada que en H. erectus/H. ergaster, y las mejillas son infladas, como en los neandertales, aunque la cara es más plana. Su capacidad neurocraneal no dista mucho de la del hombre moderno, rondaba los 1.350 cm³. Otro parecido con el Homo sapiens actual era su aparato fonador. Esto dio a pensar que el lenguaje, entendido de una manera quizás diferente a la actual, ya estaba presente en estos grupos. Tecnología y organización [editar] Los utensilios asociados con los fósiles consisten básicamente en "piedras de cortar" y algunas herramientas de lascas como puntas y raspadores de madera, hueso y asta, siendo los iniciadores de esta técnica. Dentro de su tecnología encontramos el bifaz, también llamado hacha de mano; es de grandes dimensiones y está tallado por ambas caras. Su utilidad es muy diversa. Según análisis de otras piedras muestran su empleo para curtir pieles o trabajar la madera, hace 400.000 años ya usaban rudimentarias lanzas de madera. También es muy probable que en esta época el fuego fuese utilizado y paulatinamente generalizado, ya que hay evidencias de fogatas. Dentro de esta especie también podemos empezar a hablar sobre pequeños grupos con una cohesión social, ya que según estudios paleontológicos de diferentes restos se han hallado, por ejemplo, mandíbulas totalmente edentadas; esto indica que el anciano, tras perder su dentadura, siguió viviendo ayudado por sus congéneres. Esto se traduce en una conducta diferencial a la hora del tratamiento de sus cadáveres (Sima de los Huesos). El estudio de las dentaduras de los heidelbergensis también revela otro aspecto evolutivo de sumo interés: los molares y la dentadura definitiva recién les aparecían entre los 5 y 6 años tras ser paridos (en un chimpancé actual esto ocurre hacia los 3 años), si se considera que un individuo no puede alimentarse por cuenta propia hasta tener bien desarrollada su dentición esto induce a pensar que los heidelbergensis estaban caracterizados por una prematuración que implicaba un prolongado cuidado de las crías con el posible establecimiento de fuertes relaciones afectivas entre los individuos, la existencia de fuertes relaciones afectivas habría cohesionado a las "sociedades" heidelbergensis de un modo que les capacitaba para, por ejemplo, desarrollar eficaces estrategias de caza y de supervivencia en general. Homo rhodesiensis es una especie de homínido fósil del género Homo, hallado por primera vez en 1921 en la localidad llamada por los ingleses Broken Hill, actualmente Kabwe en Zambia, (antigua "Rhodesia del Norte" por lo que se denominó Hombre de Rhodesia). Se considera que vivió solamente en África, desde hace 600.000 hasta 160.000 años antes del presente, durante el Pleistoceno Medio. Contenido [ocultar] 1 Cráneos 2 Relaciones y debate 3 Principales yacimientos 4 Referencias 5 Enlaces externos Cráneos [editar] La capacidad neurocraneal del Homo rhodesiensis era relativamente alta, entre 1280 y 1325 cm³. Un cráneo que podría ser el más antiguo de esta especie, hallado en Bodo, Etiopía, datado en 630.000 años antes del presente, tenía una capacidad endocraneana de 1.250 cm³. Otros fósiles con características morfológicamente similares han sido encontrados en Sudáfrica (Hombre de Saldaña), Tanzania, Marruecos y Argelia. Relaciones y debate [editar] Morfológicamente conserva ciertos rasgos antiguos comunes al Homo erectus, Homo ergaster y Homo antecessor, tiene otros que han permitido relacionarlo con el Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis, pero además presenta rasgos que apuntan hacia el Homo sapiens. Por tales características intermedias ha sido comparado con el Hombre de Petralona. Phillip Rightmire (1998) considera que los fósiles africanos del Pleistoceno medio, deben ser incluidos dentro de la especie Homo heidelbergensis, de la que por tanto descenderían tanto los Nenderthales como los H. sapiens. Por su parte, el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin (2001), supuso que el Homo rhodesiensis es de una especie precursora del Hombre de Neanderthal, que no tuvo que ver en la filogénesis del H. sapiens. Pero, según Tim White (2003), es muy probable que H. rhodesiensis sea antepasado de Homo sapiens idaltu. Manzi (2004) también considera que identificar una sola especie entre Homo erectus y Homo sapiens, resulta una simplificación excesiva y oscurece la decisiva presencia de linajes separados en escalas macro-regionales. Desde hace años científicos como Koenigwald (1971) habían propuesto clasificar los hallazgos de Europa y Africa en una línea prenenaderthal y una línea presapiens, respectivamente. El estudio de los haplogrupos humanos del ADN mitocondrial y del cromosoma Y, ha demostrado que todos los humanos actuales provienen de África. Por consiguiente, a pesar de los parecidos, los fósiles africanos del Pleistoceno medio pertenecen a una línea evolutiva propia y forman un grupo separado de la línea evolutiva europea. Para designar esas poblaciones africanas en la línea de H. sapiens se justificaría emplear entonces la denominación de Homo rhodesiensis como una especie diferenciada (Arsuaga et al., 1999; Bermúdez de Castro et al., 2003). El Hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periodo de aproximadamente 5.000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con el Hombre de Cro-Magnon, antecesor directo del hombre moderno. Evidencias de esta convivencia se han encontrado en las cuevas de Chatelperron.1 Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1.500 cm³—. Vivían en grupos organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros. Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo. En ellos se notan cráneos alargados y amplios, complexión corta y robusta, y nariz amplia de aletas prominentes ;2 rasgos que denotan adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del Ártico. Sus cerebros eran igual o más grandes que los del hombre moderno. Un neandertal promedio tendría una altura de 1,65 m, de contextura pesada, y musculatura robusta. Si bien su estructura ósea no los hacía corredores de largo aliento, si eran caminantes de largas distancias. Estudios anatómicos realizados han determinado que el neardental podía articular una fonética limitada respecto al que actualmente posee el hombre moderno, esto debido a la ubicación de la laringe, más arriba que el moderno.3 El estilo de herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los neandertales es la cultura Musteriense, así llamada por haber sido encontradas por primera vez en el yacimiento arqueológico Le Moustier. La cultura musteriense está caracterizada por la utilización de la técnica de talla Levallois. Estas herramientas fueron producidas usando martillos de percusión blandos, como huesos o madera. En los últimos tiempos de los neandertales se nota en el registro arqueológico el estilo Châtelperroniense, considerado como más "avanzado" que el musteriense. Contenido [ocultar] 1 Etimología 2 Descubrimiento 3 Clasificación 4 Preneandertales 5 Existencia en el tiempo 6 Comparación craneal con los primeros humanos modernos 7 Genómica Neandertal 8 Canibalismo 9 Lenguaje y arte 10 Extinción 11 Pervivencia en la memoria colectiva 12 Principales yacimientos 13 Los neandertales en la ficción 14 Véase también 15 Referencias 16 Bibliografía 17 Enlaces externos Etimología [editar] El término Hombre de Neanderthal fue creado en 1863 por el anatomista William King. Neanderthal hoy se escribe de dos maneras: La ortografía de la palabra alemana Thal, que significa valle, fue cambiada a Tal a principios del siglo XX, pero la primera forma de escribirlo es la que a menudo se utiliza en inglés y siempre en la nomenclatura binomial, mientras que en alemán y español generalmente se usa la forma moderna, que es la recomendada por el Diccionario Panhispánico de Dudas. El comienzo de la historia del Hombre de Neandertal es también el inicio de la paleoantropología. En agosto de 1856 fue descubierto el espécimen que luego sería conocido como Neandertal 1. El lugar fue la cueva Feldhofer en una zona encañonada del valle del río Düssel, cerca de Düsseldorf, Alemania, que se llama valle de Neander (en aleman Neandertal) según el compositor y teólogo Joachim Neander. Descubrimiento [editar] Los primeros fósiles fueron encontrados en Engis (Bélgica), en 1829. Le siguen los de Gibraltar, en la cantera de Forbe en 1848, pero no se reconoció el significado de estos dos descubrimientos hasta bastante después de que se diera a conocer el famoso Neanderthal 1. Este fue hallado en 1856 cerca de Düsseldorf en el valle del río Düssel en Alemania, tres años antes de que Charles Darwin publicara El origen de las especies. El descubrimiento de 1856 fue realizado por Franz Mayer, de la Universidad Bonn, y para explicar dicho hallazgo inventó una teoría curiosa. Según Franz el esqueleto pertenecía a un cosaco ruso que perseguía a Napoleón a través de Europa. Explicaba que el cosaco sufría raquitismo, lo que explicaría la forma arqueada de sus piernas, y que el dolor del raquitismo le hacía arquear tanto las cejas que le produjeron unos fuertes arcos supraciliares.4 Clasificación [editar] William King le asignó en 1864 el nombre Homo neanderthalensis, dándole condición humana pero considerándolo una especie diferente. Posteriormente y debido a su elevada capacidad craneal equivalente a la del humano actual (y muchas veces superior), se le denominó Homo sapiens neanderthalensis durante la mayor parte del s.XX, a pesar de las notables diferencias anatómicas. Su lugar en la clasificación científica ha sido fuertemente debatido, pero el consenso actual lo ubica como una especie aparte (Homo neanderthalensis). La genética ha demostrado que el Hombre de Neandertal evolucionó paralelamente al Homo sapiens desde antepasados comunes lejanos. Los científicos han tenido éxito en extraer el ADN de varios esqueletos de neandertales. Después de un cuidadoso análisis, particularmente del ADN mitocondrial y además de una cantidad de ADN nuclear, parece que el ADN de los neandertales no es muy diferente al del H. sapiens, estudios del genoma obtenidos de huesos han evidenciado que coincide en un 99.9%, adicionalmente presenta el gen que permite la fonación lo que se deduce podían articular lenguaje. .5 Al medir el grado de diferencia filogenética entre el ADN de los neandertales y el de los humanos modernos, los investigadores sugieren que estas dos especies surgieron de linajes separados hace por lo menos 400 mil años y hasta 1 millón de años atrás. Aunque no se descarta un pequeño aporte neandertal al acervo genético del Homo sapiens, el reciente estudio del material genético procedente de la muela de un niño neandertal de hace 100 mil años ha concluido que el hombre de Neandertal no es antepasado directo del Homo sapiens.6 Si bien un reciente estudio7 aporta datos para creer que los seres humanos actuales tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría haber ocurrido. Mientras el Homo sapiens evolucionó en África, desde donde migró hace entre 100 mil y 60 mil años hacia el resto del planeta, el Hombre de Neandertal se cree que desciende del Homo heidelbergensis. Estudios recientes8 indican que su origen podría estar en la Península Ibérica. Preneandertales [editar] Neandertal de la Chapelle-aux-Saints (Francia) El hallazgo del Homo antecessor en Atapuerca ha esclarecido el significado de la mandíbula aparecida en 1907 en Mauer, cerca de Heidelberg (Alemania), la cual coincide cronológicamente con los Homo erectus, pero difiere de estos y de los neandertales, concluyéndose que quizás fuera un estadio intermedio entre Homo erectus u Homo ergaster y neandertales. Un cráneo exhumado en Steinheim (Alemania) datado en 250 mil adC podría corresponder a la misma especie de Homo heidelbergensis o preneandertaliense. En dichos casos hablamos de la glaciación de Mindel o del interglaciar Mindel-Riss, respectivamente. El último de estos cráneos está más evolucionado aún que la mandíbula del primero, pero su capacidad craneal es baja (poco más de 1.150 c.c.).[cita requerida] Existencia en el tiempo [editar] Las diferencias con sus antecesores no son sólo morfológicas, sino también de comportamiento: por ejemplo, practicaban enterramientos de cuerpos en compañía de alimentos, armas o utensilios. Se discute si utilizaban ciertos adornos, así como trozos de bióxido de manganeso y de ocre rojo afilados como lápices o bien reducidos a polvo, para dibujar en las paredes. No se han hallado restos de neandertales del periodo de la glaciación de Riss (200.000125.000 a. C.), durante el cual debió producirse una lenta evolución, pero después de esta época fría, en el interglaciar Riss-Würm (125.000-100.000 a. C.) ya se encuentran varios restos de protoneandertales en diversos puntos de Europa, entre ellos los de Gibraltar. En la Península Ibérica hay pruebas de su existencia desde los primeros estadios (hace unos 600 mil años) hasta hace aproximadamente 28.000 años, como indican estudios recientes.9 Surgieron hace por lo menos 150.000 años en el Paleolítico inferior y desaparecen del regístro fósil hace unos 28.000-33.000 años, después de haber creado y desplegado la importante y extendida cultura Musteriense, que se considera como la expresión del Paleolítico medio, y también el Châtelperroniense, que actualmente se cree que habría sido autóctono. Las causas de su extinción son todavía motivo de debate: ¿Los sapiens compitieron intensamente con ellos por recursos?, ¿los mataron y exterminaron en combate? ¿los contagiaron de enfermedades para las cuales carecían de defensa? o ¿no soportaron, los neandertales, determinados cambios climáticos o ambientales? O está la posibilidad de la hibridación, o sea que haya existido un cruce entre las dos especies y los Homo sapiens los hayan absorbido. La hipótesis de mixogénesis Homo sapiens /Homo neanderthalensis resulta, por los mapeos de secuencias de ADN, prácticamente descartada; la extinción masiva de Homo neandertalensis por la rigurosidad de la última gran glaciación hasta la fecha también parece descartada ya que los neandertales habrían estado muy bien adaptados al clima glacial, de modo que lo más probable (reforzada tal probabilidad por la rápida desaparición de los neandertales tras la irrupción de los Homo sapiens en Europa) es que el principal motivo para la extinción fuera la competencia por los recursos con los H. sapiens. Los últimos reductos de neandertalensis se encontraron en el sur de territorios actualmente españoles (Andalucía). Junto con la teoría del origen hispánico, se postula además que la presencia del neardental en Europa se debió probablemente a una migración hacia los 200.000 AC desde África cuando estos territorios estaba completamente cubiertos de nieve. Los cromañones menos adaptados a climas fríos llegaron entre los 30.000 y 35.000 AC durante la última gran glaciación hasta la fecha.10 Comparación craneal con los primeros humanos modernos [editar] Cada uno de los rasgos tomados en consideración puede aparecer por separado en cualquiera de los dos grupos, variando en grado y en frecuencia, pero la tendencia es que se den de forma conjunta. Neandertales Primeros humanos modernos pequeño moño occipital gran moño occipital frente levantada frente huidiza reborde supraorbitario marcado débil reborde supraorbitario cara vertical prognatismo presencia de mentón ausencia de mentón sin espacio retromolar espacio retromolar Genómica Neandertal [editar] Ya se ha secuenciado por completo el Genoma del Neandertal mitocondrial,11 y se está por completar el genoma nuclear.12 Homo sapiens y Homo neanderthalensis comparten el 99,5% del genoma, según los últimos13 estudios genéticos realizados sobre un individuo neandertal del yacimiento de Vindija, Croacia. Gracias al estudio del Genoma Neandertal, también se sabe que podían llegar a ser pelirrojos, ya que tenían el gen necesario.14 También se ha descubierto que tenían el grupo sanguíneo O, o sea uno de los cuatro que se manifiestan hoy en día en los humanos modernos.15 Canibalismo [editar] El canibalismo es algo probado en diferentes yacimientos neandertales,16 como Moula-Guercy o Vindija. Los restos óseos presentan marcas de corte realizadas con herramientas de piedra, y están muy bien conservados por haber sido eliminada de sus huesos toda la carne. No era un canibalismo antropofágico sino ritual, según se cree. Ya que al parecer la carne se quitaba de los huesos para ser enterrados, y no para ser comida. Esto se sabe por comparación etnológica. Bajo un microscopio se nota la diferencia de los cortes realizados en animales de caza para ser comidos, y en los que se practican en huesos de los miembros fallecidos del grupo. Esta sería una práctica que se habría realizado a lo largo de largos períodos y en diferentes regiones. Los yacimientos mencionados están uno en Francia y el otro en Croacia; el primero está datado en 100 mil años y el segundo en 30 mil. También se han encontrado evidencias de canibalismo ritual en El Sidrón y Atapuerca (España), en Combe Grenal (Francia), en Krapina (Croacia) y en la cueva de Guattari (Italia). Aunque en el caso de la cueva del Sidrón se cree17 que podría ser un canibalismo con fines alimenticios, debido a hambrunas. Al parecer, en los dientes de esos individuos se pueden ver períodos de hambruna, y los huesos están triturados como para quitarles el tuétano, es decir, los "limpiaba" con fines alimenticios, y no rituales. Lenguaje y arte [editar] Es polémica la cuestión de qué forma de comunicación manejaban los neandertales: si un lenguaje relativamente similar al moderno (con estructura compositiva y reglas gramaticales, de modo que un número limitado de palabras se combina para crear un número ilimitado de frases posibles) o algunas formas menos desarrolladas y, en cierto sentido, más próximas al sistema de comunicación de los simios. Entre los autores que consideran que los neandertales no usaban un lenguaje como tal está el arqueólogo Steven Mithen, de la Universidad de Reading, que defiende la teoría de que tenían un sistema de comunicación "Hmmmm" (esto es, holístico, manipulador, multimodal, musical y mimético. Véase The Singing Neanderthals). Lieberman realizó un modelo coincidente con la opinión de Mithen: la situación del cuello adelantado y la disposición de la laringe parecerían haber dificultado un lenguaje articulado, sin embargo otros estudios suponen que el hiodes estaba lo suficientemente desarrollado y posicionado como para la emisión de fonemas discretos con capacidad simbólica, aunque de un modo mucho más tosco que en el Homo sapiens. El arte (musteriense) de los neandertales aún presenta controversias: André Leroi-Gourhan, entre otros, observó que podían, y de hecho solían hacerlo, rendir homenajes a sus difuntos (elaborando sencillas tumbas), bastante tardíamente, cuando ya podrían haber entrado en contacto con los H. sapiens los neandertales parecen haber estado dotados de la suficiente habilidad como para copiar rudimentariamente el arte de los H. sapiens primitivos: en yacimientos correspondienes a neandertales se han hallado algunos pocos objetos de cuerno pulido que parecen haber tenido un valor estético e incluso una muy tosca máscara confeccionada con una basta placa de piedra a la cual se le practicaron dos oquedades a modo de ojos. En El Sidrón (yacimiento localizado en Asturias, de 43.000 años de antigüedad), se han podido tomar muestras (estudiadas por Carles Lalueza) que permiten reconstruir dos importantes genes neandertales: el FoxP2, relacionado con la posibilidad del habla, y del MCR1, de la pigmentación, que indicaría color del pelo rubio y pelirrojo.18 Extinción [editar] Se han propuesto muchas explicaciones para la extinción de los neandertales, en relación o no con la expansión de los cromañones con los que convivieron en Europa en los últimos milenios de su vida como especie. El paleobotánico José Carrión, de la Universidad de Murcia, propone una tesis de extinción por cambio ambiental ligado a los cambios climáticos. El neandertal es un animal meridional, de bosque abierto o sabana (árboles grandes, arbolitos sueltos y hierba), no es un hombre de estepa. Siempre los han pintado en el norte de Europa, pero ellos se iban al norte cuando hacía calor; en los periodos glaciales estaban en el sur de España, el sur de Italia y la península grecobalcánica. Por su tecnología, posiblemente cazaban en grupos pequeños y al acecho, escondiéndose detrás de árboles y arbustos. Y ocurre algo inesperado: el paisaje se hace entonces muy abierto, muy estepario, con pocos arbustos, y el tipo de animales cambia. Pasa de una gran diversidad de fauna a otra menor pero muy grande: mamuts, bisontes, renos... Animales que hay que cazar de otra manera, con proyectil o lanzando piedras a distancia. Y sus herramientas de caza son más pequeñas y lanzables, no pesan. La mejor tecnología para esa caza la tiene nuestra especie, los sapiens que vienen de la estepa asiática perfectamente adaptados. Pero todavía sobrevivió miles de años.19 Pervivencia en la memoria colectiva [editar] Aunque es muy improbable, algunos mantienen que el recuerdo de la coexistencia con los neandertales se mantiene en lo que ambiguamente se denomina memoria colectiva, en la figura de ogros, trolls y otros seres mitológicos. Estos seres, representados como peludos, fuertes y habitantes del bosque más profundo, y que los viejos héroes exterminaron,20 parecen coincidir más bien con las reconstrucciones clásicas del aspecto físico de los neandertales (sujetas a prejuicios cognitivos muy arraigados) que los representaban como un estadio evolutivo intermedio. Las reconstrucciones más actuales no coinciden con esa visión tradicional, que no obstante, sigue presente en la cultura popular. Para otros usos de este término, véase Homo. Para otros usos de este término, véase hombre. ? Homo sapiens Imagen de la Pioneer 11 y Voyager I y II, representando a un varón y una mujer. Clasificación científica Superreino: Eukaryota Reino: Animalia Subreino: Eumetazoa (sin clasif.) Bilateria Superfilo: Deuterostomia Filo: Chordata Subfilo: Vertebrata Infrafilo: Gnathostomata Superclase: Tetrapoda Clase: Mammalia Subclase: Theria Infraclase: Placentalia Superorden: Euarchontoglires Orden: Primates Suborden: Haplorrhini Infraorden: Simiiformes Parvorden: Catarrhini (sin clasif.): Euarchonta Superfamilia: Hominoidea Familia: Hominidae Subfamilia: Homininae Tribu: Hominini Subtribu: Hominina Género: Homo Especie: H. sapiens Nombre binomial Homo sapiens Linnaeus, 1758 Subespecies Homo sapiens idaltu (extinto) Homo sapiens sapiens Los seres humanos (a veces llamados genéricamente hombres, aunque ese término puede aplicarse también específicamente a los individuos de sexo masculino) constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie animal: Homo sapiens. En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que aún prevalece en el tiempo. Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos. Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que definirse a si misma, debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos los alcances y el destino de nuestra propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, artífice y como Ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo. Contenido [ocultar] 1 Nombre científico 2 Biología o 2.1 Cuerpo humano o 2.2 Mente o 2.3 Nutrición humana o 2.4 Etología o 2.5 Ciclo vital o 2.6 Sexualidad 3 Origen y evolución o 3.1 Evolución humana o 3.2 Pigmentación o 3.3 Mitos sobre los orígenes 4 Cultura o 4.1 Lenguaje y semiótica o 4.2 Espiritualidad y trascendencia o 4.3 Arte y Cultura o 4.4 Ciencia 5 Sociedad o 5.1 Hábitat o 5.2 Población 6 Véase también 7 Referencias 8 Bibliografía 9 Enlaces externos Nombre científico El nombre científico, asignado por Linneo en 1758,1 alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa "sabio" o "capaz de conocer", y se refiere a la consideración del hombre como «animal racional», al contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta especie y es importante también en otros primates. Una connotación moderna del Ser Humano es la de Homo Faber, que significa Hombre que fabrica, Hombre que crea, haciendo alusión a la tecnología de que dispone y ha sido artífice por medio de la civilización. El naturalista sueco Carl von Linné (1707-1778) definía ya la posición de los humanos en el marco general de las especies naturales, en correlación con las especies zoológicas y botánicas. Además de incluir a la especie humana y a los monos en el orden especial de los primates, Linnéo estableció una clasificación que dividía de forma muy simplista a la especie humana, según sus rasgos físicos, en estos cuatro grupos: El Homo americanus: raza cobriza. Se caracteriza por la piel rojiza, el pelo negro, liso y grueso, la nariz ancha, la escasa pilosidad. El Homo europaeus: raza blanca. Se caracteriza por la piel blanca, el pelo claro abundante. El Homo asiaticus: raza amarilla. Se caracteriza por la piel cetrina, por el pelo oscuro y una estatura baja. El Homo afer: raza negra. Se caracteriza por la piel negra, por el pelo negro y crespo, por la nariz simiesca y por los labios gruesos. En la actualidad existen defensores de incluir al ser humano, chimpancé, Pan troglodites, y bonobo Pan paniscus, en el mismo género, dada la cercanía filogenética, que es muy superior a la que se encuentra en otras especies animales sí agrupadas genericamente.2 Biología Cuerpo humano Artículo principal: Anatomía humana El organismo humano, a pesar de su similitud con otros mamíferos superiores, posee el nivel de complejidad más alto y especializado de la escala evolutiva, pues cada órgano, tejido, aparato y sistema, está en compleja interrelación que lo mantiene en equilibrio. Sobre él han surgido a lo largo de la historia movimientos para admirarlo y tratar de comprenderlo, especialmente en la edad del humanismo en Grecia y el Renacimiento europeo. En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe una gama infinita de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades trascendentes como el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas. La especie humana aún mantiene un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico, por ejemplo, la talla media actual entre los varones caucásicos (si crecen bien nutridos y con poco estrés) hacia los 21 años es de 1,75 m, la talla media de las mujeres caucásicas en iguales condiciones es de 1,62 m, y los pesos promedios respectivos son de 75 kg y 61 kg respectivamente; aunque así como se ha notado una "tendencia secular" al aumento de las tallas (especialmente durante el siglo XX), muchos indicadores sugieren que es probable desaparezca el dimorfismo sexual en lo que a tallas y pesos respecta. Véase también: Cuerpo humano, Fisiología humana y Genética humana Mente Artículo principal: Mente (psicología) La mente se refiere colectivamente a aspectos del entendimiento y conciencia que son combinación de capacidades como el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad. La mente, para los materialistas, es un resultado de la actividad del cerebro. El término pensamiento define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Junto con los cetáceos superiores (delfines y ballenas), los antropoides no homínidos (gorila, chimpancé) y el elefante, alcanza el mayor desarrollo en la escala evolutiva y aun muchas de sus interacciones nos son desconocidas. Véase también: Cerebro, Consciente, Inteligencia, Pensamiento (mente) y Psicología Nutrición humana Artículo principal: Nutrición Véase también: Regimen alimenticio y Alimentación humana Etología Artículo principal: Comportamiento humano Ciclo vital Artículo principal: Ciclo vital La especie humana es entre los animales pluricelulares actuales una de las más longevas; se tienen documentados casos de longevidad que sobrepasan los 100 años. Tal longevidad es un carácter genotípico que, sin embargo, debe ser coadyuvado por condiciones vivenciales favorables. En el Imperio Romano, hacia el año 1 d. C., la esperanza de vida rondaba sólo los 25 años, debido en gran parte a la elevada mortalidad infantil[cita requerida]. La edad de la pubertad es aproximadamente a los 11 años en las niñas y a los 13 años en los niños, aunque las edades varían según la persona. Véase también: Biología del desarrollo y Longevidad Sexualidad Artículo principal: Sexualidad Entre otras implicaciones, la importancia del lenguaje simbólico en el Homo sapiens, hace que los significantes sean los soportes del pensar o los pensamientos. En nuestra especie, el pensar humano, a partir de los tres años y medio de edad se hace prevalentemente simbólico. Asociado con lo anterior (y esto lo explica el psicoanálisis), debe notarse que la especie humana es prácticamente la única que se mantiene en celo sexual continuo: es realmente destacable que en la especie humana no exista un estro propiamente dicho. En las mujeres existe un ciclo de actividad ovárica en virtud del cual existen cambios fisiológicos en todo su sistema reproductivo y del cual derivan ciertos cambios conductuales. Sin embargo, como en las mujeres la aceptación sexual no se circunscribe a una parte del ciclo reproductivo, no se debería usar el término "estro" o "celo" en el ser humano, dado que la aceptación sexual es independiente de su ciclo reproductivo. Ya entre chimpancés y, sobre todo, bonobos, se nota una conducta próxima. Ahora bien; dada la dificultad de vivir solamente practicando relaciones sexuales un "mecanismo" evolutivo compensatorio habría sido el de la sublimación -la cual se considera asociada a la existencia de un lenguaje y un pensar simbólicos-, si se da una sublimación esto parece significar que, también se da una represión (en el sentido freudiano) que origina a lo inconsciente. El Homo sapiens es, en este sentido, un animal pulsional. Según la reflexología de Pavlov el Homo sapiens no se restringe a un "primer sistema de señales" (el de estímulo/respuesta y respuesta a un estímulo substitutivo), sino que el ser humano se encuentra en un nivel de "segundo sistema de señales". Este segundo sistema es, principalmente el del lenguaje simbólico que permite una heurística, que es la capacidad para realizar de forma inmediata innovaciones positivas para sus fines. Por otra parte, la especie humana es de las pocas, junto con el bonobo (Pan paniscus) en el reino animal que copula cara a cara, lo cual tiene implicaciones emocionales de gran relevancia para la especie. Cabe anotar que con el surgimiento de la teoría de la inteligencia emocional, desde la psicología sistémica, el ser humano no debe reducirse a sus pulsiones, las cuales sublima o reprime, sino que se entiende como un ser sexuado, que vive esta dimensión en relación con la formación recibida en la familia y la sociedad. La sexualidad se forma entonces desde los primeros años y se va entendiendo como una vivencia procesual acorde a su ciclo vital y su contexto socio-cultural. A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de las otras especies sexuadas, la mujer sigue viviendo mucho tiempo tras la menopausia. En las otras especies la hembra suele fenecer al poco tiempo de llegada la misma. La cantidad máxima natural de prole que puede tener una mujer parece estar en los 25 hijos. Por la indicada prematuración, la madurez sexo-genital es -en relación a otras especies- muy tardía entre los individuos de la especie humana, actualmente en muchas zonas la menarquia está ocurriendo a los 11 años, esto significa que, aunque la madurez sexo-genital es siempre lenta en la especie humana, existe un adelantamiento de la misma respecto a épocas pasadas (del mismo modo suele darse una menopausia cada vez más tardía). Pero si la madurez sexo-genital es tardía en la especie humana, aún más suele serlo la madurez intelectual y, en especial la madurez emotiva. Véase también: Amor, Sexualidad humana y Sistema reproductivo Origen y evolución Artículo principal: Origen del hombre Feto, por Leonardo da Vinci. Boceto del ser humano, por Leonardo da Vinci Evolución humana Artículo principal: Evolución humana En principio, en cuanto perteneciente al infraorden de los catarrinos, el Homo sapiens parece tener su ancestro, junto con todos los primates catarrinos, en un período que va de los 50 a 33 millones de años antes del presente (AP), uno de los primeros catarrinos, quizás el primero, es el Propliopithecus, incluyendo al Aegyptopithecus, en este sentido, el ser humano actual, al igual que primates del "Viejo Mundo" con características más primitivas, probablemente descienda de esa antigua especie. En cuanto a la bipedestación, ésta se observa en ciertos primates a partir del Mioceno. Ya se encuentran ejemplos de bipedación en el Oreopithecus bambolii y la bipedestación parece haber sido común en Orrorin y Ardipithecus. La mutación que llevó al bipedación fue exitosa porque dejaba libre las manos como para fabricar artefactos y, particularmente, porque en la marcha un homínido ahorra mucha más energía andando sobre dos patas que sobre cuatro, puede acarrear objetos durante la marcha y otear más lejos. Sin embargo de remontarse la bipedestación a quizás a unos 8 millones de años aP, la andadura o forma de marcha típica del humano moderno se consolida aproximadamente hace al menos unos 1,5 millones de años con el Homo erectus o con el Homo ergaster, previo a éstos los primates antropoides apoyaban toda la planta del pie haciendo una flexión y descargando el peso en el calcanio, la andadura moderna implica la existencia de un pequeño ángulo entre el dedo gordo y el eje del pie, así como la presencia del arco longitudinal de la planta y una distribución medial del peso (notar que en las mujeres la andadura distribuye el peso más hacia las partes internas del pie debido a la mayor anchura de la pelvis).3 Probablemente cuando los ancestros del Homo sapiens vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad metabólica, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina; ya antes parecen haber perdido la capacidad de digerir la celulosa. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homínidos (y luego los humanos) se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes, la pérdida de la capacidad de metabolizar ciertos nutrientes como la vitamina C habría sido compensada por una mutación favorable que permite al Homo sapiens una metabolización óptima (ausente en primates) del almidón y así una rápida y "barata" obtención de energía, particularmente útil para el cerebro. El Homo sapiens parece ser una criatura bastante indefensa y como respuesta satisfactoria la única solución evolutiva que ha tenido es su complejísimo sistema nervioso central. Espoleado principalmente por la busca de nuevas fuentes de alimentación. Se ha observado que la cefalización aumentó paralelamente al incremento de consumo de carne[cita requerida]. La habilidad humana para digerir alimentos con alto contenido de almidón como las papas, podría explicar el éxito del homo sapiens en el planeta, sugiere un estudio genético.4 El pliegue epicántico de los párpados existente en gran parte de las poblaciones del Asia y de América, el pliegue que hace 'bridados' en su aspecto externo a los ojos, ha sido una especialización de poblaciones que durante las glaciaciones debieron pervivir en lugares con abundancia de nieve: los ojos vulgarmente llamados "rasgados" entonces fueron el modo de adaptación para que los ojos no padecieran un excesivo reflejo de la luz solar reflejada por la nieve. Las primeras modificaciones importantes que aparecen en la filogénesis de las especies que constituyen la línea evolutiva que desemboca en el Homo sapiens. Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve (aunque se mida en millones de años), esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática (por ejemplo, el corazón recibe -relativamente- "poca" sangre). Véase también: Prehistoria, Homo, Origen de los humanos modernos, Historia y Arqueología Pigmentación Es casi seguro que la Eva mitocondrial y el Adán ó los Adanes, los primeros Homo sapiens eran melanodérmicos, esto es: de tez oscura. Esto es porque la piel oscura es una excelente adaptación a la exposición solar alta de las zonas intertropicales del planeta Tierra; la tez oscura (por melanina) protege de las radiaciones U.V. (ultravioletas), y obtiene de ellas por metabolismo un nutriente llamado folato indispensable para el desarrollo del embrión y del feto, empero, a medida que las poblaciones humanas migraron a latitudes más allá de los 45º (tanto Norte como Sur) la melanina paulatinamente ha sido menos necesaria, más aún, en las cercanías de las latitudes de los 50º la casi total falta de este pigmento en la dermis, cabello y ojos ha sido una adaptación para captar más radiaciones U.V. -relativamente escasas en tales latitudes; salvo que se produzcan huecos de ozono, en tales latitudes la tez muy clara posibilita una mayor metabolización de vitamina D a partir de las radiaciones UV. Mitos sobre los orígenes Artículo principal: Mitos de la creación A lo largo de la historia se han ido desarrollando distintas concepciones míticas, religiosas, filosóficas y científicas respecto del ser humano, cada una con su propia explicación sobre el origen del hombre, trascendencia y misión en la vida. Cultura Artículo principal: Cultura Lenguaje y semiótica Artículo principal: Lenguaje humano El lenguaje designa todas las comunicaciones basadas en la interpretación, incluyendo el lenguaje humano, pero la mayoría de las veces el término se refiere a lo que los humanos utilizan para comunicarse, es decir, a las lenguas naturales. El lenguaje es universal y es usado por naturaleza en las personas y en los animales. Sin embargo, filósofos como Martin Heidegger consideran que el lenguaje propiamente tal es sólo privativo del hombre. Es famosa la tesis de Heidegger según la cual el lenguaje es la casa del ser (Haus des Seins) y la morada de la esencia humana. Este criterio es similar al de Ernst Cassirer quien ha definido al Homo sapiens como el animal simbólico por excelencia; tan es así que es casi imposible suponer un pensamiento humano sin la ayuda de los símbolos, particularmente de los significantes que subyacen como fundamentos elementales para todo pensar complejo y que transcienda a lo instintivo. Actualmente la especie humana muestra esta faceta hablando en torno a 6.000 idiomas diferentes, si bien más del 50% de los 6.7000 millones de personas que actualmente conforma la colectividad humana, sabe hablar al menos una de las siguientes ocho lenguas: chino mandarín, español, inglés, árabe, hindi, portugués, bengalí y ruso. Véase también: Lenguaje, Familias de lenguas, Idioma y Lingüística Espiritualidad y trascendencia Artículo principal: Religión En muchas civilizaciones los seres humanos se han visto a sí mismos como diferentes de los demás animales, y en ciertos ámbitos culturales (como las religiones del Libro o buena parte de la metafísica del Occidente) la diferencia se asigna a una entidad inmaterial llamada alma, en la que residirían la mente y la personalidad, y que, en algunos casos, se imagina que puede existir con independencia del cuerpo. Véase también: Familias de religiones Arte y Cultura Artículo principal: Arte Posiblemente, la manifestación más clara de humanidad es el arte —en el sentido amplio del término—, que produce la cultura. Por ejemplo, los individuos de una determinada especie de ave fabrican un nido, o emiten un canto, cuyas características son específicas, comunes a todos los individuos de esa especie. En cambio, cada hombre puede imprimir a sus acciones los rasgos propios de su individualidad; por eso, cuando se analiza un cuadro, una forma de escribir, una manera de fabricar herramientas, etc., se puede deducir quién es su autor, su artífice, su artista. Paralelamente, también somos la única especie que dedica su tiempo y energía a algo inútil desde el punto de vista puramente práctico. El arte es una de las manifestaciones de la creatividad humana, pero una manifestación vacía y negativa desde el punto de vista de la supervivencia. Si bien, esta actividad en principio dañina, en realidad es la herramienta con la cual desarrollamos nuestra cultura, nuestra unión, y nuestra fuerza como pueblo. Nos divide y separa de unos pueblos; y nos hermana con otros. En esta telaraña que envuelve a nuestras sociedades, a nuestro planeta. Véase también: Humanidades, Bellas artes, Música, Danza, Literatura, Historia del arte y Filosofía Ciencia Artículo principal: Ciencia Véase también: Tecnología Sociedad Artículo principal: Sociedad Una sociedad humana, entidad poblacional o hábitat, es aquella que se considera a sí misma, a los habitantes y a su entorno; todo ello interrelacionado con un proyecto común, que les da una identidad de pertenencia. Asimismo, el término connota un grupo con lazos económicos, ideológicos y políticos. Tal sociedad supera al concepto de nación-estado, este plantenado a la sociedad occidental como una sociedad de naciones, etc. Véase también: Comercio, Economía, Política, Estado, Gobierno y Guerra Hábitat Artículo principal: Geografía humana En relación a la capacidad para realizar grandes modificaciones ambientales, cabe decir que el Homo sapiens es actualmente un poderoso agente geomorfológico, llegando incluso a ser la única especie capaz de hacer desaparecer prácticamente todo vestigio de vida en el planeta, desde mediados de siglo XX; es en éste y otros sentidos que el ser humano es actualmente el mayor superpredador y el ser vivo más poderoso del planeta, en comparación de los demás organismos vivos. Sin embargo, sigue siendo frágil ante posibles eventos cataclísmicos que pudieran afectar su hábitat, como las glaciaciones. El Homo erectus, por ser un animal muy vulnerable en estado de naturaleza es muy dependiente de la tecnología (ergo: es dependiente de la ciencia por primitiva que esta sea), así es que se dice del Homo sapiens que es "Homo faber". Quizás, dado que todo sistema retroalimentado de forma natural llega a su fin, el fin de un ecosistema llega cuando la vida ha logrado evolucionar hasta lograr seres con un grado de conciencia capaz de programarse en función de la educación recibida y no según lo termodinámicamente sostenible. La educación es, por tanto, la demostración evidente de si somos parte de un sistema aún mayor o intentamos independizarnos de todo, estableciendo nuestras formas de obtener nuestros recursos, sin tener en cuenta los ya establecidos por la propia naturaleza. Por ejemplo: La naturaleza nos dota de capacidades físicas para buscar alimentos en el medio que nos rodea de una manera termodinámicamente eficaz. Nosotros establecemos que lo mejor es racionalizar los medios que la naturaleza nos da y replicarlos de forma industrial, aplicando procesos que no se dan de forma natural, aumentando el consumo energético por redundar algo que ya existe y ampliándolo a algo totalmente termodinámicamente innecesario, como es el hecho de que te lleven el alimento a casa, de intervenir los códigos genéticos de los alimentos para hacerlos resistentes a enfermedades, de influir en qué alimentos contendrán semillas y cuáles no y un largo etcétera, que a día de hoy nos hace la vida más cómoda, pero que ignoramos cómo nos van a afectar esos cambios en nuestra estructura genética y, por lo tanto, si nuestra descendencia portará características fundamentales para sobrevivir a un medio natural o, por el contrario, nacerán y dependerán tan íntimamente del medio artificial que cualquier modificación a ese medio le incapacite de tal manera que provoque su extinción. Homo sapiens idaltu De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda ? Homo sapiens idaltu Rango fósil: Pleistoceno Medio Estado de conservación Extinto Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Primates Familia: Hominidae Subfamilia: Homininae Tribu: Hominini Subtribu: Hominina Género: Homo Especie: H. sapiens Subespecie: H. s. idaltu Nombre trinomial Homo sapiens idaltu White et al., 2003 El hombre de Herto (Homo sapiens idaltu) es una subespecie de Homo sapiens descrita a partir de especímenes fósiles encontrados en las proximidades de la localidad etíope de Herto en el año 1997 por el equipo de paleoantropólogos dirigido por Tim White. Sin embargo, el nuevo descubrimiento no se hizo público hasta el año 2003.1 Homo sapiens idaltu es un nombre trinomial, como es preceptivo, según la taxonomía, para denominar las subespecies; las dos primeras palabras son latinas y significan humano que sabe capacitado para conocer y reflexionar respecto a lo que conoce-, mientras que la tercera y última es una palabra del amhárico que significa anciano. Dado el lugar en el cual se hizo el hallazgo de los restos (tres cráneos) se le llamó "Hombre de Herto". Dichos fósiles han sido datados con una antigüedad de unos 158.000 años, es decir del Pleistoceno Medio. El descubrimiento ha suscitado alguna polémica entre los investigadores. Varios consideran al Homo sapiens idaltu como una subespecie extinta del Homo sapiens y es por esto que se usa la denominación taxonómica trinomial. Otros, en cambio, consideran que Homo sapiens idaltu es sólo un ser humano de la actual especie que mantiene ligeros rasgos morfológicos arcaicos en relación a otros fósiles que son indiscutiblemente de Homo sapiens (i.e.: los Cro-Magnon, los hombres de Grimaldi, etc.). Si es correcta la tesis según la cual el Homo sapiens idaltu es una subespecie de la nuestra, habrá que rescatar la antigua denominación de Homo sapiens sapiens para el hombre actual. Este terminología se usaba cuando el Hombre de Neanderthal era considerado una subespecie nuestra (Homo sapiens neanderthalensis); pero desde que se evidenció que los neandertales y los humanos modernos representan especies biológicas distintas, se han venido usando los términos Homo sapiens y Homo neanderthalensis. Los restos de Homo sapiens idaltu han sido considerados como los especímenes más antiguos de la especie humana hasta la redatación de los fósiles de Homo sapiens conocidos como Omo I y Omo II, a los cuales se les ha atribuido casi 200.000 años de antigüedad. El Hombre de Flores (Homo floresiensis), también apodado "Hobbit", es el nombre propuesto para una posible especie recientemente descrita del género Homo, extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente supervivencia, pues se cree que fue contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la isla indonesia de Flores. Se descubrió un esqueleto subfósil, datado hace 18.000 años, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado, en yacimientos en la cueva de Liang Bua en 2003. Posteriormente, en el mismo lugar se recuperaron partes de otros seis individuos, todos diminutos, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedras igualmente pequeñas de estratos comprendidos de entre 90.000 a 13.000 años de antigüedad. La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, largamente extintos en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla tenía elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como el Homo floresiensis, que puede ser considerado una especie de humano enano. Los descubridores han apodado a los miembros de la diminuta especie «hobbits», como la raza ficticia de Tolkien que en sus libros son gente pequeña. El Homo floresiensis, tiene unos 74.000 años de antigüedad. También están ampliamente presentes en esta cueva sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para un humano de 1 metro de estatura. Dichos utensilios parecen tener una antigüedad entre 95.000 y 13.000 años y están asociados con estegodontes jóvenes, presumiblemente presas del hombre de Flores. Los especímenes no están fosilizados, sino que tienen lo que ha sido descrito en un artículo de Nature «la consistencia del papel mojado secándose» (una vez expuestos, los huesos deben dejarse secar antes de que puedan ser extraídos). Además, encontraron en el mismo lugar sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para el Homo floresiensis. Los investigadores esperan encontrar ADN mitocondrial en buen estado para compararlo con muestras de especímenes no fosilizados de H. neanderthalensis y H. sapiens similares. Sin embargo, la probabilidad de que se haya conservado ADN es baja, pues éste se degrada más rápidamente en entornos tropicales templados, donde se sabe que no se conserva más que algunas docenas de años. La contaminación del entorno cercano parece altamente probable dado el ambiente húmedo en el que fueron encontrados los especímenes. El Homo erectus, señalado como el antepasado inmediato del Homo floresiensis, tenía aproximadamente la misma talla que otra especie descendiente, la de los humanos modernos. Sin embargo, los especialistas creen que a consecuencia del limitado aporte alimentario de la Isla de las Flores, el Homo erectus, llegado al territorio de la isla de Flores hace ca. 500 000 años, sufrió un fuerte enanismo isleño, una forma de especiación geográfica también presente en la isla en diversas especies. Aparte de la diferencia de tamaño, los especímenes parecen por lo demás semejantes en sus características al Homo erectus, del que se sabe vivía en el sureste asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos del Homo floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base del establecimiento de la relación filogenética sugerida. Contenido [ocultar] 1 Cuerpos pequeños 2 Cerebros pequeños 3 Supervivencia reciente 4 Importancia 5 Reacciones o 5.1 Ética sobre el descubrimiento de los restos o 5.2 Controversia sobre el acceso a los restos o 5.3 Últimos hallazgos 6 Referencias o 6.1 Notas o 6.2 Bibliografía 7 Véase también 8 Enlaces externos Cuerpos pequeños [editar] La hipótesis creada por los descubridores de los restos postula al Homo erectus como el antepasado inmediato del Homo floresiensis, aunque el Homo erectus tenía aproximadamente la misma talla que otra especie descendiente, la de los humanos modernos. Para explicar esta diferencia de tamaño, esta hipótesis postularía que el Homo erectus al crecer en el entorno de limitado alimento de la isla de Flores, habría sufrido un fuerte enanismo isleño (una forma de adaptación evolutiva también presente en la isla en diversas especies, incluyendo el mencionado Stegodon enano, y observada también en otras islas pequeñas). Aparte de la diferencia de tamaño, esta hipótesis se basa en que los especímenes parecen por lo demás semejantes en sus características al H. erectus, del que se sabe que vivía en el sudeste asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos del H. floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base para el establecimiento de la relación filogenética sugerida. Sin embargo hay que tener en consideración que no se han encontrado en la isla restos correspondientes al H. erectus, y mucho menos formas de transición; encontrándose hasta el momento solamente pruebas materiales (herramientas de piedra), atribuible solo presuntamente a una posible ocupación del H. erectus hace 840.000 años; no descartándose también que sean atribuibles a otra posible especie de homínido existente en esa época. Así, al tener el espécimen tipo de esta especie encontrada, un esqueleto bastante completo, y un cráneo casi completo de una hembra de 30 años de edad y cerca de un 1 metro de altura; no sólo presenta una drástica reducción en comparación con el H. erectus, sino incluso una talla algo menor que la del Australopithecus, un ancestro tres millones de años más antiguo y que no se pensaba previamente que se hubiese expandido más allá de África. Esto tiende a calificar al H. floresiensis como el miembro más «extremo» de la extensa familia humana; ya que serían ciertamente los más bajos y pequeños. En relación a la estatura, el H. floresiensis es también bastante diminuto comparado con el tamaño del ser humano moderno. La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más pequeñas, tales como los pigmeos africanos (< 1,5 m), Twa, Semang (1,37 m para las mujeres adultas) o los andamaneses (1,37 m para las mujeres adultas). La masa es normalmente considerada más importante biofísicamente que una medida unidimensional de altura, y por dicha medida, debido a los efectos de escala, las diferencias son incluso mayores. Se ha estimado que en el espécimen tipo de H. floresiensis era de unos 25 kg. El H. floresiensis además tenía brazos relativamente largos, quizás para permitir a esta pequeña criatura trepar a la seguridad de los árboles cuando lo necesitaba. Estos huesos del brazo, hacen que las inevitables comparaciones con los humanos modernos acondroplásicos (sobre 1,2 m) u otros enanos no sean válidas, pues estas personas no son proporcionalmente más pequeñas que las demás por regla general, sino que sólo tienen sus miembros más cortos. Cerebros pequeños [editar] Además de una talla corporal pequeña, el H. floresiensis tenía un cerebro extraordinariamente pequeño. El espécimen tipo, con 380 cm³, está en el mismo rango que los chimpancés o los antiguos Australopitecus. Su cerebro está reducido considerablemente respecto al del presunto antecesor inmediato de esta especie, el H. erectus, que con 980 cm³ tenía más del doble de volumen cerebral que su especie descendiente. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta el H. floresiensis es comparable a la del H. erectus, lo que indica que es improbable que las especies difieran en inteligencia. De hecho, los descubridores han asociado a la especie algunos comportamientos avanzados. Estos comportamientos estarían asociados a la existencia de evidencias del uso del fuego para cocinar. La especie también ha sido relacionada con herramientas de piedra de la sofisticada tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos, quienes con 1310-1475 cm³ casi cuadruplican el volumen cerebral del H. floresiensis (con una masa corporal incrementada en un factor de 2,6). Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana. Igualmente en otro yacimiento llamado Mata Menge, el investigador Adam Brumm y sus colaboradores han detectado que las herramientas encontradas tienen importantes similitudes con las halladas en Liang Bua; presentando las herramientas de Mata Menge una datación que arroja la asombrosa fecha de "entre 840.000 y 700.000 años" [1]. Estas fechas, indican que Homo sapiens no pudo fabricar las herramientas descubiertas en Mata Menge, y con ello probablemente también las de Liang Bua; ya que la especie Homo sapiens no existía en esa época. Además, la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un profundo estrecho, a pesar del bajo nivel marino que unió a buena parte del resto de Sundaland. Este hecho ha llevado a los descubridores del H. floresiensis a concluir que la especie o sus antecesores sólo pudieron haber alcanzado la isla aislada por medio de algún transporte marítimo, quizás llegando en balsas de bambú hace unos 100.000 años. Estas evidencias observadas de tecnología avanzada y cooperación a un nivel humano moderno ha impulsado a los descubridores a proponer que H. floresiensis tendría casi con total certeza lenguaje. Estas sugerencias han resultado ser las más controvertidas de los hallazgos de los descubridores, a pesar de la probablemente alta inteligencia del H. floresiensis. Supervivencia reciente [editar] El otro aspecto notable del hallazgo, es que se cree que esta especie ha sobrevivido en la isla de Flores tan recientemente como hasta hace 12.000 años. Eso la hace el homínido más longevo, sobreviviendo largamente la desaparición de los neandertales (H. neanderthalensis) hace unos 30.000 años. El H. floresiensis ciertamente coexistió con los humanos modernos, quienes llegaron a la región hace entre 35.000 y 55.000 años, durante un largo período, pero se desconoce cómo pudieron haber interactuado. El análisis de la geología local sugiere que una erupción volcánica en Flores fue la responsable de la desaparición del H. floresiensis en la parte de la isla bajo estudio hace aproximadamente 12.000 años, junto con gran parte de la fauna local, incluido el Stegodon enano y las ratas gigantes de la isla. Los descubridores sospechan, sin embargo, que esta especie puede haber sobrevivido mucho más tiempo en otras partes de la isla de Flores hasta llegar a ser el origen y fuente de las historias sobre los Ebu Gogo contadas entre los lugareños. Se dice que los Ebu Gogo eran cavernícolas pequeños, peludos y de lenguaje pobre, y presentarían el tamaño del H. floresiensis. Se creía ampliamente en su existencia en la época de la llegada de los holandeses hace quinientos años, e incluso algunas historias dicen que estas extrañas criaturas han sido vistas hace tan sólo un siglo. Similarmente, en la isla de Sumatra circulan leyendas sobre un humanoide de un metro de altura, el Orang Pendek, aunque son pocos los investigadores profesionales que las toman en serio, recibiendo más atención de la autodenominada criptozoología (disciplina cuyo enfoque suele ser pseudocientífico). Los investigadores que han trabajado en el hombre de Flores, han señalado que el Orang Pendek y otros humanoides salvajes del folclore de Asia sudoriental podrían estar relacionados de alguna forma con relatos sobre antiguos encuentros con Homo floresiensis u otros homínidos enanos aún desconocidos. Importancia [editar] El descubrimiento es ampliamente considerado como el más importante de su clase en la historia reciente, y fue toda una sorpresa para la comunidad antropológica. La nueva especie desafía muchas de las ideas de su disciplina. Desde el siglo XIX, cuando empezaron a descubrirse los primeros neandertales, no se habían descubierto otros homínidos coetáneos del Homo sapiens. El H. floresiensis es tan diferente en forma a otros miembros del género Homo que obliga al reconocimiento de una posible nueva e inimaginable variabilidad en ese grupo, y reafirma una tendencia intelectual lejana a la idea de la evolución lineal. Sin duda este descubrimiento además echa más leña al fuego del perenne debate sobre los modelos africano y multirregional de la especiación de los humanos modernos, a pesar de que el H. floresiensis no es propiamente un ancestro de éstos. Ya se han oído voces argumentando en ambos sentidos. Los descubridores de H. floresiensis esperan poder encontrar los restos de otra especie de Homo igualmente divergente en otras islas aisladas del sudeste asiático; y creen que es posible e incluso «probable» que alguna especie Homo perdida pudiera hallarse aún viva en algún rincón inexplorado de la jungla. Henry Gee, un editor jefe de la revista Nature se ha mostrado de acuerdo, afirmando que «Por supuesto eso podría explicar todas las leyendas sobre la gente diminuta — que están casi con seguridad extintas, pero que es posible que puedan quedar criaturas como estas aún hoy. Esto es posible, ya que aún se encuentran nuevos mamíferos grandes. Con lo cual, no creo que la probabilidad de encontrar una nueva especie de humanos viva sea menor que la de hallar una nueva especie de antílope, y esto ha ocurrido.» [2] Gee también ha escrito que «El descubrimiento de que el Homo floresiensis sobrevivió hasta tan recientemente, en términos geológicos, hace más probable las historias de otras criaturas míticas parecidas a humanos, como los "yetis" , están fundadas en una pizca de verdad... Ahora la criptozoología, el estudio de tales criaturas fabulosas, puede volver del frío.» [3] Reacciones [editar] Poco después de ser descubiertos los primeros restos, Se informó que el profesor Teuku Jacob, paleontólogo jefe de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia y otros científicos están en desacuerdo con la clasificación de los nuevos hallazgos dentro de una especie de Homo. «Se trata de una subespecie de Homo sapiens clasificada bajo la raza austromelanesia», afirmó Jacob, quien intentará demostrar que el espécimen hallado pertenece a una hembra de 25 a 30 años de una subespecie de H. sapiens y no de una especie nueva. Jacob dice estar convencido de que el pequeño cráneo corresponde a un humano mentalmente deficiente de una mujer moderna que sufría microcefalia; y que el cerebro del ‘hombre de las flores’ es “erróneamente pequeño” y contradice las leyes fundamentales de la biología. Según Jacob “Lo que dice esta ley, es que si tu cuerpo tiene la mitad del tamaño normal, el tamaño del cerebro sólo puede ser un 15% más pequeño que uno normal”. Luego se informó que algunos científicos creían que el esqueleto encontrado podía ser de un macho y no de una hembra, con microcefalia. Cuando fue entrevistado por el programa de la televisión australiana Lateline, el profesor Roberts admitió que el esqueleto puede pertenecer a un macho en vez de a una hembra, pero mantuvo enérgicamente que los restos óseos pertenecen a una nueva especie. Otro equipo alrededor de "Alfred Czarnetzki, Carsten Pusch" (Universidad de Tuebingen) y Jochen Weber (Schweinfurt) han podido comprobar mediante la más amplia prueba al azar de microcéfalos que el Homo floresiensis no se puede excluir del grupo de los microcéfalos. Sin embargo las últimas investigaciones1 ,2 sobre los pequeños hombres de Flores, aducirían argumentos fuertes sobre que no pertenecían a una especie extinta desconocida hasta el momento, sino que tienen todas las características del moderno Homo sapiens. En efecto, los huesos, parecidos a los pigmeos, parecerían haber sido afectados de microcefalia, trastorno que hace que la cabeza y el cerebro sean mucho más pequeños de lo normal. Igualmente el científico Peter Obendorf desde la Universidad de Melbourne, postula que lo más probable es que los Hombres de Flores padecieran una enfermedad llamada cretinismo o hipotiroidismo congénito, la cual provoca un retraso físico y mental debido a una malformación de la glándula tiroidea. El motivo de que estos humanos nacieran así, según Obendorf, pudo ser una deficiencia de yodo y selenio en sus madres, debida a la mala alimentación, a la que se unió la ingesta de alguna planta que las envenenó con cianida. Su argumento se basa en el hecho de que los fósiles aparecieron en el interior de la isla, lejos del aporte fundamental de yodo que les habría proporcionado el pescado.En cuanto a las plantas con cianida, como el bambú, aún se encuentran en la isla de Flores, y las consumen sus habitantes cuando hay sequía y vienen mal dadas, sólo que ahora "las cocinan mejor". Sin embargo, existencia de otros hallazgos en Liang Bua, que incluyen otra diminuta mandíbula perteneciente a un adulto, de hace 15.000 años, y los huesos del brazo derecho perteneciente al ejemplar original (conocido como LB1); estarían confirmando la presencia de una duradera población enanizada desde hace unos 74.000 años a hasta hace unos 12.000 años, que convivió con los seres humanos modernos. Además el descubrimiento de otros restos, dejaría obsoleto el argumento de Jacob sobre una supuesta ley fundamental de la biología, que impedidiría la existencia de una criatura normal con un tamaño de cerebro igual a lo que se indicaría con los restos hallados en Liang Bua. Sobre la investigación publicada en la revista Science, Mike Morwood, quien ha estudiado los restos del Homo floresiensis, ha dicho que la investigación realizada por R.D. Martin ignora otras pruebas procedentes de Ling Bua, tales como las características que presentan los demás huesos de los especímenes encontrados. Así, hasta el momento la falta de hallazgos de otros cráneos ha impedido descartar totalmente la hipótesis a favor o en contra del descubrimiento de una nueva especie. Ética sobre el descubrimiento de los restos [editar] Jacob también afirmó que los científicos australianos habían hecho lo que denominó como «terrorismo científico» al bautizar a los restos óseos y decidir por sí mismos (sin ni siquiera discutir el asunto con los científicos indonesios) que éste era Homo floresiensis. Más aún, Jacob (y algunos otros científicos indonesios) sostiene que los australianos no actuaron éticamente al no publicar los hallazgos conjuntamente con los indonesios (a pesar de que los restos fueron hallados conjuntamente). [4][5] Controversia sobre el acceso a los restos [editar] El profesor Teuku Jacob que, como se dijo, no participó en el descubrimiento original y ha adoptado una postura fuerte y controvertida sobre la interpretación de los restos (aunque no más controvertida que la que tomaron los científicos australianos al bautizar y publicar los hallazgos sin discutir el asunto con Indonesia), ha tomado prestados (aparentemente sin permiso) la mayoría de los restos para sus propias investigaciones. [6][7][8][9] Algunos han expresados sus temores de que, como en el caso de los rollos del Mar Muerto, unas importantes evidencias científicas sean secuestradas por un pequeño grupo de científicos que ni permitan el acceso a otros científicos ni publiquen sus propias investigaciones. Sin embargo, estas acusaciones son bastante dudosas. Después de todo, los restos fueron descubiertos mayoritariamente por los indonesios (Jacob afirmó que, en septiembre de 2003, ningún científico australiano seguía trabajando en la excavación, mientras que algunos indonesios sí.[10]). Últimos hallazgos [editar] Investigadores de la Institución Smithsoniana han publicado recientemente (21 septiembre 2007) en la revista Science nuevas conclusiones tras analizar tres pequeños huesos de la muñeca del "Hobbit".Encontraron su muñeca muy parecida a la de simios africanos u homínidos primitivos y muy diferente de la de los neandertales o a la de los seres humanos modernos. En efecto, la configuración de los huesos de la muñeca del H. floresiensis son más semejantes a los de un chimpancé que a los de un H. sapiens no pudiendo distribuir bien la fuerza provocada por los impactos del dedo pulgar tal cual ocurre en los H. sapiens y ocurría incluso en los H. neanderthalensis. Esta constatación evidenciaría que efectivamente se trata de una especie diferente, y no de un Homo sapiens enfermo. Los humanos modernos, los neandertales y los Homo floresiensis comparten un ancestro común. También según últimos estudios se descubrió que el hombro del H. floresiensis era primitivo con estrías osteoarticulares que lo hacen más emparentado con el del Homo erectus que con el de los Homo sapiens. Nuevos hallazgos del 2008 En tanto recientemente durante el inicio del año 2008 en la república de Palau, un remoto archipiélago de Micronesia situado a 2.300 kilómetros de Flores, unos paleontólogos han desenterrado los restos de otra extraña población de hombres diminutos que vivieron hasta épocas recientes, hasta hace unos 1.400 años, pero que no son idénticos al proclamado Homo floresiensis. El debate, claro está, versa sobre si ambas poblaciones deben ser consideradas especies únicas o, como varios estudios sugieren, o si aun esta vigente la hipótesis de que son simplemente H. sapiens modernos con algún problema de crecimiento. En la investigación, que se ha publicado enla revista Plos (Public Library of Science), han participado investigadores de las universidades de Witwatersrand, en Suráfrica, y de Duke y Rutgers, en EE. UU., con el patrocinio de la National Geographic Society. Los investigadores, encabezados por Lee Berger, encontraron los huesos en unas cuevas situadas en las llamadas Rock Islands, en el sur de Palau. "Estábamos haciendo una excursión en kayak cuando un guía me preguntó si quería ver una cueva con huesos --relata Berger--. Vi un pequeño cráneo y enseguida supe que se trataba de algo importante". La densidad de huesos era extraordinaria, pues se recuperaron más de 1.200 fragmentos tras excavar 50 centímetros en un metro cuadrado de suelo. Quizá se trataba de un lugar de enterramiento. Los llamados "hobbits de Palau" tienen una estatura similar a la de los de Flores, alrededor de 11020 centímetros los adultos varones, y también comparten unos dientes relativamente grandes, pero en otros aspectos, como la morfología del cerebro y la mandíbula, se parecen más a un hombre actual. Berger precisa, no obstante, que aún no se han hecho todas las pruebas para garantizar estos extremos. Los análisis preliminares de un varón revelan que pesaba 43 kilos. En el caso de una mujer, su peso fue de 29 kilogramos. La datación por carbono 14 estimó una antigüedad de entre 1.410 y 2.980 años, bastante más reciente que los homínidos de Flores, a los que se les calcula 11.000 años. En la entrada de una de las cuevas de Palau también se hallaron los restos de individuos de mayor tamaño que vivieron hace entre 940 y 1.080 años. Según los investigadores, la pequeña estatura se explicaría con la teoría del enanismo isleño, es decir, que el aislamiento y la endogamia de las islas favorece el surgimiento de animales de talla más pequeña. Berger contribuye al debate al postular una explicación nueva: ni son individuos deformes ni pertenecen a una especie diferente. Son, simplemente, un tipo de grupo de Homo sapiens muy pequeños, que serían comparables a poblaciones aisladas como los actuales san (bosquimanos), en África. En cualquier caso, lo que es sorprendente es que los humanos fósiles de Palau pudieran haber evolucionado tan rápido. Sin embargo hay que recalcar que los hobbit de Palau no son idénticos a los fósiles de Homo floresiensis. No está claro si los nuevos hobbits de Palau pudieron llegar a convivir con los colonizadores australianos y javaneses porque todavía se discute si el moderno poblamiento del archipiélago se inició hace 3.000 o 1.500 años. Si realmente vivieron en épocas coetáneas, el contacto fue inevitable: Palau es demasiado pequeño (459 kilómetros cuadrados) como para pensar en dos poblaciones totalmente aisladas. Lo cierto es que este nuevo descubrimiento echa por tierra las especulaciones sobre posibles deformaciones o enfermedades como única causa de la estatura y morfología de estos individuos, mundialmente conocidos como "Hobbits". Australopithecus anamensis es una especie de homínido de 4,2 - 3,9 millones de años de antigüedad encontrada en Kenia y descrita en 1995 por Meave Leakey (segunda esposa de Richard, del clan de los Leakey). El nombre de esta especie proviene de la palabra Turkana "anam" que significa lago y fue elegida en razón de la proximidad de Kanapoi al lago Turkana. Contenido [ocultar] 1 Restos fósiles 2 Características 3 Praeanthropus 4 Referencias 5 Véase también 6 Enlaces externos Restos fósiles [editar] El equipo de Tim White encontró en diciembre de 2005 restos de esta especie, en el sitio Asa Issie, al noreste de Etiopía, en al valle medio del Awash.1 Datados con entre 4,1 y 4,2 millones de años de antigüedad, son un fémur, fragmentos de maxilar y algunos dientes, incluyendo el canino más grande hallado entre los homínidos. Antes se habían encontrado otros 9 fósiles de esta especie, en Kanapoi (Kenia), la mayoría en 1994; más otros 12 fósiles, principalmente dientes, encontrados en 1988, en Allia Bay (Kenia)2 y un fragmento de húmero hallado en 1965 por Bryan Patterson y que fue identificado posteriormente.3 Características [editar] Sus molares poseían esmalte grueso, por lo que se deduce que no comía solo hojas y frutos sino alimentos más duros. Vivió en un ambiente forestal, pero más abierto que el de sus supuestos antepasados, los Ardipithecus ramidus, y se sabe que sí caminaba erguido. Presentaban un claro dimorfismo sexual en tamaño corporal. Es posible que formaran comunidades de varios machos emparentados, en las que cada uno agruparía un pequeño harén de hembras. Aunque los dientes y una mandíbula presentan aun similitud con los simios, el fragmento de húmero es semejante al de los humanos y la parte de tibia encontrada en 1994 por Kamoya Kimeu y el fémur de Asa Issie, son la más antigua evidencia del bipedismo erecto de los homínidos. Tim White1 considera que los Australopithecus anamensis muestran una clara descendencia del género Ardipithecus: "Una forma evolucionó en otra", afirma. Según algunos autores,4 A. anamensis es el antepasado directo de Australopithecus afarensis (3,9 3 millones de años); se trataría de un claro ejemplo de anagénesis, es decir, de un cambio progresivo en vez de una bifurcación (cladogénesis). Australopithecus afarensis es un homínido extinto de la subtribu Hominina que vivió entre los 3,9 y 3 millones de años antes del presente. Era de contextura delgada y grácil, y se cree que habitó sólo en África del este (Etiopía, Tanzania y Kenia). La mayoría de la comunidad científica acepta que puede ser uno de los ancestros del género Homo.[cita requerida] Contenido [ocultar] 1 Descubrimiento 2 Características físicas o 2.1 Morfología ósea 3 Fósiles importantes 4 Praeanthropus 5 Referencias o 5.1 Notas o 5.2 Bibliografía 6 Enlaces externos Descubrimiento [editar] Fue descubierto el 24 de noviembre de 1974 por Donald Johanson, Yves Coppens y Tim White en Hadar, Etiopía. El espécimen encontrado en aquel momento fue mundialmente conocido como Lucy.1 Este descubrimiento destacó sobre los demás por muchas cualidades, especialmente por ser el Australopithecus mejor conservado descubierto hasta aquella fecha. Así fue posible comprobar que la capacidad para caminar erguido, como los humanos actuales, fue muy anterior al crecimiento del cerebro. El estudio de su dentadura aclaró aspectos fundamentales sobre la evolución de los homínidos y descubrió la evolución simultánea de géneros, de manera que la línea Paranthropus, se apartó de otras y en particular de la que evolucionó hacia Homo.[cita requerida] Los restos de Lucy fueron encontrados en el lugar donde habitaba la tribu Afar, de ahí el nombre afarensis, y junto con otros doce individuos de la misma especie, incluido cráneos, conforman lo que se llama "la primera familia". Características físicas [editar] A. afarensis es, como todo Australopithecus, un primate bípedo erguido, pero diferente a nosotros en varios aspectos: Capacidad craneal bastante menor: 375 a 550 cm3. Esto significa también un cerebro del tamaño del de un chimpancé y cercano a la tercera parte del humano actual promedio. Australopithecus afarensis era un homínido con frecuente actividad arbórea, ya sea recolectando frutos, durmiendo, huyendo, etc. Su pecho no era en forma de barril, como el nuestro, sino que se estrechaba agudamente hacia arriba (forma de campana). El dimorfismo sexual (diferencia física entre machos y hembras de una misma especie) era muy marcada, con los machos mucho más corpulentos que las hembras. Morfología ósea [editar] Como se ha dicho, el cráneo relativamente pequeño, con un volumen parecido al de los antropomorfos actuales, aunque en comparación con el tamaño del cuerpo era relativamente grande. Además, su cara era bastante grande y se proyectaba delante del cráneo, debido al tamaño de los dientes (prognatismo). A diferencia de los antropomorfos, los caninos de A. afarensis son reducidos aunque se proyectan ligeramente delante del diente adyacente. Los incisivos son grandes (asociados al régimen frugívoro). Los molares y premolares son de tamaño sustancial, con superficies planas. De su boca también se concluye que el paladar es muy similar al del hombre actual porque aunque grande, forma una curva que no es parabólica, ni de lados paralelos, como en los grandes simios. La forma de la pelvis es importante ya que de ella se han realizado estudios necesarios para determinar el caminar bípedo erguido de los Australopithecus; es de su pequeño tamaño en comparación a los antropomorfos y presenta un canal de parto, en la hembra, más pequeño que el actual y con una notoria forma de riñón. Las hembras de la especie no necesitaban tener un gran canal de parto, debido al pequeño tamaño del cráneo de las crías. Australopithecus garhi es una especie de homínido cuyos fósiles se descubrieron en 1996 por un grupo de investigadores liderado por el paleontólogo etíope Berhane Asfaw y el antropólogo norteamericano Tim White. Inicialmente se creyó que era el eslabón perdido entre los géneros Australopithecus y Homo, y por lo tanto un ancestro nuestra especie. Sin embargo A. garhi es más avanzado que cualquier otro australopiteco, y una especie contemporánea (o casi) de las especies ancestrales de Homo, por lo tanto no es probable que sea un ancestro humano. Los restos hallados proceden de un lapso temporal con un escaso registro fósil, entre 2 y 3 millones de años. Tim White fue el científico que halló el primero de los fósiles de A. garhi en 1996 cerca de la ciudad de Bouri, en el río Awash medio de la Depresión de Afar en Etiopía. La especie fue confirmada y establecida como A. garhi el 20 de noviembre de 1997 por el paleoantropólogo etíope Yohannes Haile-Selassie. El nombre de la especie "garhi" es "sorpresa" en la lengua local Afar. Contenido [ocultar] 1 Morfología e interpretaciones o 1.1 Las primeras herramientas de piedra 2 Véase también 3 Referencias 4 Enlaces externos Morfología e interpretaciones [editar] Los rasgos de A. garhi son algo distintos de los típicamente vistos en Australopithecus afarensis y en Australopithecus africanus. Un ejemplo de las diferencias puede verse al comparar el maxilar encontrado en Hadar, Etiopía (A. afarensis) con el espécimen de Bouri de A. garhi. La capacidad craneal de A. garhi es de 450 cm3, parecida a la de otros australopitecos. La mandíbula hallada por Asfaw tiene una morfología general compatible con la misma especie, aunque es posible que pertenezca otras especies de homínidos encontradas en los mismos depósitos. Los estudios hechos en los premolares y molares muestran cierta similitud con los de Paranthropus boisei que son más grandes que en otras formas gráciles de australopitecos. Se ha sugerido que si A. garhi es un ancestro de Homo (ie. Homo habilis) la morfología maxilar debería haber tenido que evolucionar rápidamente en apenas 200.000 ó 300.000 años. Las primeras herramientas de piedra [editar] Los pocos artefactos primitivos de piedra descubiertos con los fósiles de A. garhi y datados en 2,52,6 millones de años, recuerdan vagamente a la tecnología Olduvayense. El 23 de abril de 1999 la revista Science publicó que estas herramientas son más antiguas que las de Homo habilis, que es considerado un posible ascendiente directo de homínidos más modernos.1 Durante mucho tiempo los antropólogos sostuvieron que la habilidad de fabricar complejas herramientas era exclusiva de especies tempranas de Homo. Sin embargo, estas antiguas herramientas (cantos tallados y lascas) muestran el uso de varias técnicas que pueden observarse en las industrias más tardías de Olduvay y St. Acheul (Achelense. Asimismo, en Bouri se encontraron 3.000 artefactos toscos de piedra de una edad estimada en 2,5 millones de años. Australopithecus africanus es una especie de homínido fósil de Sudáfrica. La historia de Australopithecus africanus como especie reconocida, data de 1924, cuando fue descubierto por Raymond Dart en Taung, Sudáfrica, el cráneo de un niño conocido como el niño de Taung.1 Pero no fue tomado en cuenta hasta 30 años después. Posteriores descubrimientos se realizaron en Sterkfontein y Makapansgat. Contenido [ocultar] 1 Características 2 Referencias 3 Véase también 4 Enlaces externos Características [editar] Entre las características se resalta la forma de caminar bípeda, común a todos los homínidos. Tenían actividad arbórea en forma activa. Su peso promedio oscilaba entre los 33 y 67 kg, con una estatura de 1,50 m de alto. Sus características óseas son de gran importancia para diferenciarse del resto de Australopithecus: en comparación con el hombre actual, su capacidad craneana es de 480 cm³ a 520 cm³,2 muy por debajo de los 1.500 del humano actual. Su caja craneal es más alta y redondeada que la de los antropomorfos, y su esqueleto postcraneal similar al Afarensis. Su cara desde un punto de vista general es más corta. Presenta menor prognatismo (la mandíbula está adelantada con respecto al maxilar), unido a un menor tamaño de piezas dentales. Sus piezas dentales no se diferencian mucho de las del humano. Los caninos eran pequeños, sin sobresalir como en los antropomorfos, y los incisivos eran tan pequeños como los nuestros. Recientes estudios han demostrado que podía partir semillas y frutos secos grandes con sus dientes, lo que le habría dado una gran ventaja en épocas de escasez de otros alimentos más blandos.3 También es importante mencionar que desaparece el diastema (separación entre incisivos), o es muy rara su existencia. Por tanto, notamos una reducción de caninos e incisivos y hay un mayor énfasis de la masticación en el resto de la dentadura. Otro punto importante es el dimorfismo sexual.4 5 La cronología es difícil de determinar por la características de los yacimientos. Algunas fuentes barajan cifras desde más de 2 millones de años de antigüedad hasta menos de 3 millones;6 otras lo datan entre 2,5 y 3,3 millones de años7 Paranthropus aethiopicus es un homínido fósil que vivió África Oriental hace entre 2,6 y 2,2 millones de años; tenía poderosos músculos masticadores que se sujetaban al cráneo gracias a una prominente cresta sagital similar a la de los gorilas. Esta cresta es imprescindible para que la enorme musculatura facial pueda sujetarse en el cráneo. Tenía una dieta estrictamente vegetariana a base de vegetales duros. Debió vivir en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, aunque parece que fuera un ambiente pleno de sabana. En 1967 se encontró cerca del lago Turkana, en la zona etíope, una mandíbula de unos 2,5 millones de años de antigüedad. El descubrimiento no tuvo continuidad hasta que en 1985 el paleoantropólogo estadounidense Alan Walker descubrió un cráneo (el cráneo negro) perteneciente a la misma especie de la mandíbula antes mencionada. Este fósil que hizo posible la identificación de una nueva especie, que representó el eslabón entre Australopithecus afarensis y Paranthropus boisei. Esta especie intermedia presenta rasgos propios de los Australopithecus y anuncia los que van a caracterizar tanto al Paranthropus boisei como al Paranthropus robustus. Paranthropus robustus es un homínido fósil que vivió en Sudáfrica hace entre 2 y 1,2 millones de años. Fue la primera especie descubierta del género Paranthropus, aunque en un principio se consideró perteneciente al género Australopithecus. La denominación de robustus se debe a que los primeros hallazgos, en el sur de África, eran restos de mandíbula de gran tamaño, lo que hizo pensar que el resto del cuerpo seria enorme. Pero los descubrimientos han rechazado esta teoría, y P. robustus tenía una corpulencia similar a la de sus antepasados Australopithecus. Tenía un gran aparato masticador, que antes se creía que era producto de una especialización alimenticia en raíces y semillas. Pero estudios recientes1 indican que su alimentación habría sido más variada, como diversos tipos de pastos, semillas y, posiblemente, animales. Su rostro es achatado, con mejillas más abultadas y mandíbulas menos prominentes que el Australopithecus afarensis. Posee una pequeña cresta ósea, menor que la del Paranthropus boisei, en la parte superior del cráneo. Había bastante diferencia entre machos y hembras, sobre todo en el desarrollo de las crestas, ausentes o muy poco marcadas en las hembras. Los machos pesaban unos 40 kilos y las hembras alrededor de 30 kilos. En cuanto a su estatura, también había grandes diferencias: el macho mediría alrededor de 1,35 metros y las hembras 1,10 metros. La especie Paranthropus robustus sólo ha sido hallada en Sudáfrica, y su especialización parece ser menor que la de su primo el Paranthropus boisei, quizás porque no vivió en medios tan secos como aquél. La vida del Paranthropus robustus se desarrolló en un periodo 2 y 1.2 millones de años por lo que también pudo convivir con otras especies de nuestro linaje. Los principales yacimientos de esta especie son los de Kromdraai, Swartkrans, Drimolen, Gondolin y Coopers. En la gruta de Swartkrans se hallaron los restos de 130 individuos; el estudio de su dentición reveló que la edad media de estos homínidos era solo de 17 años. Paranthropus boisei es una especie de homínido fósil conocida de África Oriental, que vivió en un entorno seco y se alimentaba de vegetales duros, para lo que desarrolló un imponente aparato masticador destinado a triturar semillas y raíces. Aparece en el registro fósil hace 2 millones y desaparece hace un millón de años. El primer ejemplar conocido fue un cráneo descubierto por Mary Leakey el 17 de julio de 1959 en la garganta de Olduvai, Tanzania; vivió hace 1,75 millones de años. Mary y su esposo Louis Leakey clasificaron inicialmente la especie como Zinjanthropus boisei; "boisei" por el antropólogo Charles Boise; "zinj", una antigua palabra para designar a África Oriental, y "anthropus", hombre. Otro cráneo fue encontrado en 1969 por Richard Leakey en Koobi Fora cerca del lago Turkana. Su capacidad craneal era de alrededor de 515 cm3, la cara está muy reforzada, con unos incisivos muy pequeños, pero unos enormes molares y una cresta sagital a la que debían unirse unos grandes músculos masticadores. Su foramen magnum está más adelantado que en los Australopithecus (como en el género Homo). Por lo demás, el peso, estatura y aspecto general es muy parecido a los Australapithecus. Paranthropus boisei vivió en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, aunque no parece que fuera un ambiente pleno de sabana. Ante el cambio climático, las especies de éste género recurrieron a la especialización de su aparato masticador para poder sobrevivir en un medio más seco. Así, con unas poderosas mandíbulas pudo tener acceso a raíces, tallos gruesos, etc. En cambio, el resto de su estructura corporal no varió prácticamente nada con respecto a sus antecesores Australopithecus. Es el claro descendiente del Paranthropus aethiopicus. Por último, hay que destacar que el Parathropus boisei convivió con al menos tres de las primeras especies Homo: Homo habilis, Homo rudolfensis y Homo ergaster. Ardipithecus es un género fósil de primates homínidos hallados en Etiopía a los que se considera descendientes de Orrorin tugenensis y directos ancestros de los australopitecinos.[cita requerida] Las similitudes con los Australopithecus son grandes, aunque los fósiles encontrados presentan rasgos más simiescos y menos corpulencia que éstos. Esto ha llevado a algunos investigadores a afirmar que se encuentra en la línea evolutiva del chimpancé, pero la mayoría considera, basándose en la similitud de su dentadura con la de los Australopithecus, que se encuentran insertos en la línea evolutiva humana.[cita requerida] "Ardi" significa suelo, ramid raíz, en la lengua (amhárico) del lugar donde fueron encontrados los restos, (Etiopía), mientras que "pithecus" en griego significa mono. Especies [editar] En la actualidad hay descritas dos especies de Ardipithecus: A. ramidus, y A. kadabba, aunque ésta última fue descrita inicialmente como subespecie de la primera, como Ardipithecus ramidus kadabba, y posteriormente, tras nuevos hallazgos, ascendida al rango de especie. Los fósiles de A. ramidus están datados entre 4,5 y 4,1 millones de años adC, mientras que se considera que A. kadabba tiene una antigüedad de entre 5,8 y 5,5 millones de años. Modo de vida [editar] Basándose en el tamaño de los huesos, se ha inferido que las especies de Ardipithecus tuvieron la envergadura de un chimpancé actual. La forma de los dedos de los pies de A. ramidus sugiere que andaban erguidos, y esto plantea un problema con las teorías actuales sobre los orígenes de la bipedación. El mono del pantano (Oreopithecus bambolii, literalemte "mono montañés de Bamboli") es una especie extinta de primate hominoideo que vivió durante el Mioceno. Sus fósiles han sido sido hallados en Italia, especialmente en Toscana y Cerdeña y en el Este de África. A la fecha (junio de 2007) se han encontrado los restos de 50 individuos en las minas de Monte Bamboli– sitio de donde recibe la denominación taxonómica, Baccinello, Montemassi, Casteani, y Ribolla, haciendo de Oreopithecus uno de los fósiles de simio mejor representados. Características [editar] El peso de Oreopithecus bambolii se estima entre 30-35 kg. Este simio tenía un hocico corto, los huesos nasales elevados, el neurocráneo pequeño y globular, plano orbital vertical, y huesos faciales gráciles. Las crestas cortantes sobre sus molares sugieren una dieta especializada en hojas. La parte baja de su cara muy robusta, con una gran zona para la inserción del músculo temporal, indica un fuerte aparato masticador. Sus dientes son pequeños comparados con el tamaño de su cuerpo. La falta de diastema, un espacio entre el segundo incisivo y el primer premolar indican que el Oreopithecus tenía caninos de un tamaño comparable con el resto de la dentición. En muchos primates los caninos pequeños se correlacionan con una reducida competencia entre los machos por las hembras, además de un menor dimorfismo sexual. Su hábitat parece haber sido pantanoso, y no la sabana ni el bosque. La anatomía postcraneal de Oreopithecus muestran adaptaciones tanto para el desplazamiento suspensorio, así como para el bipedalismo (o bipedación, aunque es improbable que simios como el Oreopithecus alcanzaran la bipedestación). Las estructuras relacionadas con la locomoción suspensoria incluyen un tórax ancho, tronco corto, un índice intermembral alto, dedos largos y esbeltos, y una movilidad excesiva entre las articulaciones. A la vez, este simio también posee adaptaciones para el desplazamiento bípedo tales como la presencia de una curvatura lumbar, a diferencia de otras especies del mismo período. Los fósiles de Oreopithecus han sido datados en cerca de ocho millones de años, los cuales presentan una temprana e inusual apariencia para la postura bípeda (al marchar, aunque no parecen haber podido mantenerse parados por tiempos prolongados tal cual ocurre en la bipedestación humana). No se sabe qué tan adaptados estaban para la postura bípeda, pero sus brazos y dedos parecen mostrar adaptaciones para trepar y nadar, el hecho de que su hábitat fuera el de zonas pantanosas y frecuentemente inundables quizás explique la hipótesis de Hardy según la cual el actual patrón de las líneas del vello en el Homo sapiens, característiamente hidrodinámico, se debería a paleoancestros que vivieron en ambientes frecuentemente anegados (Véase:Hipótesis del simio acuático). Otra pieza de evidencias incluyen los canales semicirculares del oído interno. Los canales semicirculares, particularmente en la coclea, sirven como órganos sensoriales para el balance y el control de los reflejos para la estabilización del cuerpo. El oído interno tiene tres canales a cada lado de la cabeza, y cada uno de los seis canales incluye un conducto membranoso que forma el circuito lleno de endolinfa. Los cilios de las células en los conductos de la ampolla recoge las vibraciones de la endolinfa causada por el movimiento, los cuales registran el movimiento de la cabeza. Ellos responden al vaivén de frecuencias mayores a 0.1 Hz y envían la señal al nervio vestibulococlear permitiendo la estabilidad del cuerpo. Los huesos de los canales semicirculares permiten estimar la longitud del conducto y su orientación con respecto al plano sagital. Durante el desplazamiento bípedo, la rotación de la cabeza humana tiene un rango de frecuencias comprendidas entre los 1-3 Hz en el plano horizontal. En otras especies, los canales semicirculares de animales ágiles tienen una longitud de arco más grandes que los animales más lentos. Por ejemplo, el trepador rápido Tarsius bancamus tienen canales semicirculares mucho más grandes que el trepador lento Nycticebus coucang. Los canales semicirculares de los gibones que se desplazan por braquiación son más grandes que aquellos que los de los primates arbóreos o de los grandes simios con cuadrupedismo terrestre. Como regla empírica, el tamaño del arco de los conductos decrece con la masa del cuerpo y consecuentemente ralentiza el movimiento angular de la cabeza. el tamaño del arco se incrementa con una mayor agilidad, y por lo tanto con los movimiento más rápidos de la cabeza. Los humanos modernos tienen grandes arcos en sus canales anteriores y posteriores, lo cual refleja un mayor movimiento angular a lo largo del plano sagital. Los canales laterales tienen arcos de tamaño pequeño, correspondientes a un reducido movimiento de la cabeza de un lado a otro. Las medidas alométricas sobre el hueso del laberinto de BAC-208, un fragmento craneano que se preservó completamente, sin deformación en la región petrosa del hueso temporal sugiere que Oreopithecus se movía con una agilidad comparable con la existente en los grandes simios (póngidos). Sus canales semicirculares anteriores y laterales caen dentro del rango de lo grandes simios. Su relativamente arco posterior grande que implica que Oreopithecus era más capaz de estabilizar el movimiento angular de su cabeza a lo largo del plano sagital. Algunos investigadores han sugerido que el extraordinario comportamiento locomotor de Oreopithecus requiere una revisión del consenso actual sobre el tiempo en el que se desarrolló el bipedalismo en el desarrollo histórico de los primates. El pie de Oreopithecus era más similar al de un ave y tenía una anatomía diferente al de los primeros ancestros bípedos del hombre. Su dedo pulgar estaba extendido por fuera de los 90 grados de los otros dedos. Todos los cuales eran más cortos y rectos que los de los modernos simios. El pie con parecido aviar, probablemente estaba asociado con una zancada corta. Algunos investigadores han relacionado Oreopithecus al primitivo Apidium del Oligoceno, un protosimio pequeño y arbóreo que vivió aproximadamente hace 34 millones de años en Egipto. Otros investigadores sugieren que Oreopithecus es un gran simio que se extinguió sin dejar descendencia, y que es un taxón hermano del europeo Dryopithecus, un género de primates del Mioceno que se asemeja a los grandes simios. Mientras que otros sugieren que Oreopithecus era un mamífero arbóreo. Por el momento, esta especie es una anomalía considerable, y podría representar la evolución independiente del bipedalismo de otra manera que el que llevó a humanos, y el cual se terminó algún tiempo después. Más descubrimientos fósiles podrían ayudar a establecer esta y otras cuestiones, tales como la ubicación taxonómica de Oreopithecus, la cual de momento es incierta. Algunos científicos lo ubican en la familia Hominidae justo antes de la separación de los orangutanes del resto de los grandes simios. Oreopithecus evolucionó en aislamiento de otros animales al menos dos millones de años en las islas del Mediterráneo en las cuales se encontraba la Toscana de hoy en día. Una fase fría hace cerca de nueve millones de años transformó una isla tropical en una templada, una característica de los biomas de Europa en ese tiempo. Allí no habían grandes depredadores y los simios no tenían ningún enemigo natural. Después, probablemente, durante la Edad de Hielo cuando el nivel del mar cayó en todo el mundo, emergió un gran puente que conectó las islas con tierra continental, trayendo nuevas especies, entre ellas grandes depredadores que hicieron del simio de los pantanos presas fáciles. Este extraño primate siguió la misma suerte que muchas especies de mamíferos que evolucionaron en aislamiento en Sudámerica, cuando era una isla aislada hasta que se unió a Norteamérica por un puente de tierra y muchas especies de mamíferos (en especial depredadores) procedentes de la región Holártica provocaron la extinción de sus posibles presas o de sus competidores meridionales. En cuanto al origen del bipedalismo que caracteriza al Oreopithecus bambolii, en junio de 2007 un estudio (Cromptom,Holder y Thorpe) refuerza la tesis de su aparición temprana durante el Mioceno, quizás debido a un extendido período de sequías que afectaron al África, las sequías cuando no produjeron una desertización produjeron una disminución de los follajes arbóreos por lo que los individuos de primates que poseían la mutación ventajosa que les permitía andar sobre dos patas podían obtener más eficientemente sus nutrientes al poder acceder a las zonas extremas de las ramas en donde se ubicaban las frutas y las hojas. El Orepithecus bambolii sin embargo, habría logrado desarrollarse con este rasgo adaptativo luego en zonas perhúmedas. Tal cual se ha indicado, el nombre binomial científico del género viene del griego "ōros" y "pithekos" que significan "mono de la montaña". El nombre específico "bambolii" se refiere a uno de los sitios donde se han hallado sus restos fósiles. Sahelanthropus tchadensis es una especie de homínido fósil hallada en el desierto del Djurab por un equipo franco-tchadiense. El único espécimen, apodado Toumaï, se ha datado en 6 a 7 millones de años de antigüedad. Se dio a conocer públicamente en Yamena, capital del Chad. Su descubrimiento se realizó el 19 de julio de 2001 por el equipo dirigido por Alain Beauvilain en la región de Toros Menalla de la actual república de Chad, cerca del lugar donde en 1995 halló el Australopithecus bahrelghazali. Características [editar] Se cree que vivió en zonas pantanosas. Su cráneo es simiesco, aunque de rostro breve y dientes pequeños, en particular los colmillos, lo cual le acerca a los humanos. Se han encontrado un cráneo, dos fragmentos de mandíbula inferior y tres dientes aislados. No presenta cresta craneal, su volumen cerebral es de 350 cm3. Tiene rostro alto y poco prognato, caninos relativamente pequeños, y ausencia de espacio entre los dientes. Podría ser el antecesor del Ardipithecus ramidus. Ascendencia [editar] Michel Brunet, el descubridor de Toumai, opina que pertenece a la rama de los hominina, muy cerca del antepasado común con el chimpancé, pero en la línea hacia los humanos: "de los caracteres derivados que se encuentran en la dentadura de Toumai, se deduce que forma parte de la rama humana". Pero otros, como Yves Coppens (del equipo descubridor de Lucy) o Brigitte Senut (que impulsó el descubrimiento de Orrorin tugenensis), piensan que Toumai se sitúa en la rama que lleva al chimpancé. Etimología [editar] Fue bautizado coloquialmente entre los antropólogos como "Tumai" (aunque está difundida la grafía francesa "Toumaï"), palabra que en idioma kanurí significa esperanza de vivir, así son llamados en el Sahel los niños que nacen en la estación seca. La influencia de las civilizaciones antiguas en el nacimiento de la cultura actual Una vez un profesor de la facultad me dijo: cultura es todo lo que el hombre hace. Luego me puse a pensar si todo lo que el hombre realizaba era igual de apto para conformar la cultura. Y me di cuenta que habiendo en la historia milenaria una cantidad innumerable de accionesde los hombres, no todas han quedado. Sólo aquellas que se han imitado y repetido a lo largo de los años. Pero bien, ¿de dónde viene nuestra cultura? Cuando digo nuestra, digo argentina y del mundo en general. Por que a pesar que cada país tiene sus propias tradiciones en general, hubo un mismo comienzo, un núcleo cultural y de eso es lo que quiero hablar. En el comienzo de las civilizaciones, eran muy pocos los sitios donde había vida desarrollada. Todos los historiadores coinciden en que el comienzo de la civilización se dio en los lugares donde habitaban los asirios, babilonios, caldeos, hititas, fenicios, arameos y filisteos, es decir, en los trozos de tierra que actualmente ocupan los países Líbano, Siria, Palestina, Irak, Jordania y Egipto y que pueden llamarse en su conjunto como Creciente Fértil o Siria histórica. Esta zona alcanza en la actualidad un total de 800.000 kilómetros cuadrados. Allí se dieron varios de los primeros hechos que luego hicieron que sean corrientes en todos los demás sitios. Veamos juntos algunos ejemplos: El alfabeto: La mayor contribución de la cultura fenicia fue la introducción del alfabeto. Dentro de las distintas comunidades que habitaban el creciente fértil, los arqueólogos encontraron los siguientes dos alfabetos: Alfabeto cananeo: Hallado en Raas Shamra, en las proximidades de la actual ciudad de Latakia. Alfabeto de Biblos: Hallado en Jbeil, al norte del Líbano. El alfabeto de Biblos, del actual Líbano es el mismo alfabeto que utilizamos hoy en día. Los fenicios que navegaban y fueron pioneros en ello, llevaron y enseñaron el alfabeto creado por ellos, a Grecia constituyendo así la base de todos los alfabetos europeos, y por ende, del mundo entero. Su origen se dio a raíz que cada comerciante fenicio debía anotar con cierta facilidad informaciónacerca de sus transacciones. Así, la intensa actividad económica de los fenicios los llevó a crear un sistema de registro que se convirtió en un alfabeto fonético, es decir símbolos que representaban sonidos. El alfabeto fenicio se creó en la ciudad de Biblos. Este alfabeto no contenía vocales, solo 22 consonantes. Los griegos adoptaron las letras fenicias y agregaron algunos símbolos propios que hacían las veces de vocales. Este alfabeto pasó de Grecia a Italia. La escritura fenicia se expandió por el Mediterráneo en rollos de papiro a los que los griegos llamaron "bibliones". Esta palabra significa libro y de ella se originó el término Biblia. La escuela y la escritura: Los documentos escritos más antiguos del mundo fueron descubiertos en las ruinas de la antiquísima ciudad de Uruk, Sumer (Irak) El descubrimiento constó de más de mil pequeñas tablillas pictográficas de arcilla. Lo curioso es que las palabras que estaban grabadas en las tablillas se encontraban en filas como a modo de enseñanza. Por ello los arqueólogos también afirman que en Sumer se creó la primera escuela. Y esto data del año 3.000 antes de Cristo, es decir, hace 5000 años. Incluso, en el año 1902, en Shuruppak, se descubrieron gran cantidad de textos escolares que datan del año 2500 antes de Cristo. Las escuelas sumerias formaban en general a los escribas que eran necesarios para la administración pública y las empresas mercantiles. También formaba eruditos y hombres de ciencia, que se instruían en todas las formas del saber como botánica, geografía, matemática, lingüística y otros conocimientos. La enseñanza no era ni general ni obligatoria. Sólo estudiaban los pertenecientes a familias acomodadas ya que los pobres no podían solventar los gastos. Los alumnos eran hijos de gobernadores, altos funcionarios, consejeros, embajadores, etc. Había un control estricto de la asistencia (que era desde el alba hasta el ocaso) y de la disciplina. Los alumnos en general eran llamados "hijos de la escuela". En esas escuelas sumerias se formaron los primeros manuales escolares, ya que para enseñar las palabras nuevas del vocabulario sumerio, los profesores inventaron un sistema de instrucción consistente en los repertorios que consistían en la clasificación de las palabras en grupo de vocablos de expresiones relacionadas entre sí. Luego los alumnos debían aprenderlas de memoria y copiarlas y re-copiarlas hasta que las conozcan completamente. Estos libros de clase son los actuales manuales. El aspecto material o edilicio de las escuelas era como una casa común pero había unos bancos realizados con ladrillo crudo, en donde podían sentarse una, dos o cuatro personas. La legislación y la religión: El primer código que se encontró fue en la Mesopotamia Siria, como por ejemplo, el Código de Ashnuna. Luego, se descubrió, 550 años antes de las tablas de Moisés, el Código de Hamurabi (que data del año 1800 antes de Cristo) que sirvió de base para toda la legislación actual religiosa y de derecho. En él, había varios artículos, entre ellos: 1) Honrar a los padres (art. 195) 2) Prohibición del adulterio (art. 129) 3) No robarás (art. 6) 4) No cometerás falso testimonio (art. 3) 5) No desearás a la mujer de tu prójimo (encontrado sin número) En Beirut, Líbano se creó la primera escuela de leyes y jurisprudencia, llamada Beritos, en cuyo seno se creó el Código Romano, considero la base del Derecho actual. Dos de los autores célebres de ese Código Romano fueron los fenicios Ulpiano y Papiniano. Por otro lado, respecto a Adán y Eva, se ha encontrado una tablilla en Sumer, en donde aparecen claramente una mujer y un varón sentados uno en frente de otro, con un árbol en el medio y una gran serpiente cerca del hombre. Esto fue encontrado por arqueólogos ingleses y data del año 4000 antes de Cristo. Otra curiosidad es la forma de rezar que tenemos los cristianos con las manos juntas y mirando hacia el cielo: se han encontrado dibujos sobre tablillas en Sumer que datan de 3000 años antes de Cristo, en donde los dibujos de los hombres estaban rezando al cielo. Por otro lado, sobre la existencia de ángeles, los mismos asirios creían en ellos, 1000 años antes de Cristo, al demostrarlo por medio de una tablilla de arcilla grabada encontrada por arqueólogos franceses. Lo que es aún más sorprendente, es la existencia de la cruz como símbolo, que ya existía 1000 años antes de Cristo, demostrado por un dibujo grabado de un rey asirio portando una cruz como colgante El comercio: Por su posición geográfica los fenicios eran un pueblo "botado al mar por su geografía". Como comerciantes y mercaderes fueron los fenicios activos y prósperos, ya que buscaban y transportaban por las rutas comerciales marítimas de un extremo a otro del mediterráneo, materias primas y toda clase de productos manufacturados por ellos y por los pueblos de oriente. Excelentes navegantes y audaces exploradores contaban con numerosas flotas comerciales y de guerra, estas últimas protegiendo siempre a los barcos mercantes. Eran naves de estilizadas líneas, veloces y técnicas. Fenicia tenía habitantes que vivían del comercio marítimo y de las industrias relacionadas con este, es decir, astilleros, factorías de artículos manufacturados, aprovechando las materias primas que los barcos suministraban. Para los griegos, la prosperidad fenicia, que en su momento fue envidiada por todo el Mediterráneo, procedía en sus inicios del humilde murex, molusco que abundaba en las costas fenicias y del cual se extraía el tinte color púrpura. Los tejidosteñidos con púrpura eran en la antigüedad, un artículo de lujo que solo los potentados podían costearse. A partir de este comercio y el de las finas maderas (cedro) del Líbano, se fueron construyendo las grandes fortunas y la expansión económica. Su importante marina iba a buscar los metales útiles como el estaño, cobre y oro en los lugares mas apartados, de los cuales se hacia gran consumo en la corte del faraón y en Ninive y Babilonia. En las colonias fenicias del sur de España encontraron grandes minas de plata, fuente de riqueza y expansión fenicia. Vendían en Grecia, en Italia, en todas las costas bañadas por el Mediterráneo, el incienso y la mirra de Arabia, las piedras preciosas, las especias y marfil de la India, la seda de China, los esclavos y caballos del Cáucaso. El comercio fenicio era de intercambio y estos no usaron la moneda hasta el año 400 antes de la era cristiana. En Sidón, solo por la influencia de los persas se empezaron a acuñar monedas. En el reverso estaba impresa la cabeza del rey persa, lo que atestigua los estrechos lazos que por aquel tiempo unían a Persia y Sidón. Las Artesanías: Durante un millar de años, fue imposible moverse por el mundo mediterráneo sin encontrarse con artículos fenicios: las joyas, el vidrio, el marfil tallado, los recipientes de metal decorado: los diseños eran de una amplia y desconcertante variedad, pues los artistas fenicios los adoptaban de otras culturas para satisfacer los variados gustos de sus clientes. Trabajaban miniaturas de marfil exquisitamente labradas, aunque fabricaban figurillas, placas ornamentales y artículos útiles. La principal producción en marfil de los fenicios consistía en paneles decorativos para muebles de su propia creación con maderas de alta calidad. Los asirios apreciaban mucho estos muebles. El marfil fenicio provenía de los colmillos de elefantes indios y africanos. De hecho los cartagineses criaban elefantes en sus granjas. Fabricaban adornos de oro, plata, cobre y bronce, producidos en serie. La orfebrería en su mayoría es creada en filigrana y granulada. Este proceso estuvo olvidado durante muchos siglos hasta que fue redescubierto en la década de 1920. La arquitectura: La arquitectura de los fenicios comenzó con la transformación de la roca nativa -tan abundante en todas las partes de la zona geográfica en donde se habían asentado- usándola en las viviendas, los templos, y las tumbas. Pero no pasó mucho tiempo antes que estas viviendas simples dejaran de satisfacerlos y empezaran a construir edificios más elaborados, los cuales tendrían mucho de la influencia de las construcciones que ellos mismos habían visto por su paso a través del golfo pérsico y la costa del mar Mediterráneo. La transición de este tipo de construcciones de carácter mezclado a los edificios integrados enteramente por las piedras fue fácil. En esta etapa, la característica más notable fue la tendencia a emplear, especialmente para las bases de los edificios; bloques enormes de piedra, sobre todo si eran imposibles de mover. "Los grandes hombres": En esa zona donde nació la cultura universal, también nacieron y se desarrollaron grandes hombres que trascendieron a lo largo de los años. Muchas veces leemos que Roma y Grecia fue la cuna de todo cuanto conozcamos, pero ello no es así. Lo cierto es que lo que era el Creciente Fértil antes, que incluye a los sumerios-acadeos, a los caldeos-babilonicos, a los asirios, arameos, fenicios, palestinos, hicsos e hititas, vio nacer a los siguientes grandes creadores de cultura: Ellos son: Sargón de Acad: ((Siglo XXI antes de Cristo)) Fue la primera persona de la historia en crear un Imperio, en su caso, el Imperio Acadio, abarcando los ríos Tigris y Eúfrates. La capital de su imperio fue Acad, al norte de Sumer. Sargón logró unificar territorial y políticamente la Mesopotamia. También impuso una unión comercial tal que realizó una revolución económica. Su infancia no fue muy feliz: su padre fue desconocido, y su madre que al parecer lo crió solo, era sacerdotisa. Sargón mismo dejó escrito: "Yo soy Sargón Rey de Acad. Mi madre me concibió y me engendró en secreto, luego me colocó en un canasto de mimbre untado de alquitrán y me depositó sobre las aguas del río, que me transportaron hasta la región de Aki. El guardián del río me encontró, me educó y me instruyó como si fuera su hijo. Ishtar se enamoró de mí cuando cumplía mis funciones. Luego me coronaron rey durante 45 años". Esta historia real, que data del año 2.350 a. de C. se repite luego en los textos referidos a Moisés, 1100 años después. Tales de Mileto: Nació en el año 639 o 624 antes de Cristo en la ciudad de Fenicia de Mileto. A pesar que la mayor parte de los historiadores confunden su origen con el griego, Tales era fenicio. Él fue el primero en indagar sobre el universo. Es considerado como el primer filósofo de la historia. Tuvo como principal discípulo a Pitágoras. Fue también un importante astrónomo y matemático de la época. Fue el primero en dividir el año en estaciones y en asignarle los 365 días. Murió en el año 547 después de Cristo. Una de sus frases más conocidas fue: "Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo". Zenón de Elea: Nació en el año 490 antes de Cristo, en Elea, Chipre, antigua Fenicia. Fue un gran filósofo, fundador de la filosofía estoica. Se basó en los dictados de la razón. Emigró a Atenas y enseñó su filosofía hasta su muerte. Los atenienses le exigían que renunciara a su origen sirio-fenicio y él se negaba. Escribió un libro, al menos del que se tiene conocimiento. Estudió el movimiento y el Universo, afirmando que había varios mundos: "lo frío y lo caliente", "lo seco y lo húmedo". Murió en el año 425 antes de Cristo. Pitágoras: Nació en el año 582 a. de C. en Sidón, actual Líbano. Su padre era fenicio y su madre griega. Vivió cuarenta años viajando por Fenicia y Egipto hasta que fue a Grecia. Allí fundó varias escuelas y enseñó especialmente las matemáticas innovando teoremas novedosos. También escribió sobre religión, afirmando que las almas son eternas y que Dios no tiene forma humana. También habló de la necesidad de comportarse correctamente para luego de muertos, reencarnar como un ser más elevado. Predicó la abstinencia, el no tomar vino, ni comer habas o carne. Falleció en el año 500 o 490 a. de C. Cadmo: Fue el introductor del alfabeto en Grecia. Su padre era el Rey de Tiro y Sidón, Agénor de Fenicia. Fundó Tebas. Sus hermanos eran Cilix, Foinix y Europa. Zeus, raptó a su hermana en forma de Toro según la mitología, y Cadmo fue en busca de su hermana. Pero una pitonisa le sugirió que no la salve, y que por el contrario, siga a una vaca, que donde ella se detenga, allí deberá fundar una ciudad. Pero cuando se detiene la vaca y el va a fundar la ciudad, se le aparece un dragón gigante. Ese animal mata a todos sus hombres, pero Cadmo logra salvarse y lo mata, clavándole un elemento punzante. Es notoria la similitud de la historia de San Jorge y de San Expedito. Aníbal: Nació en el año 248 antes de Cristo. Hijo de Amilcar Barca, capitán de los ejércitos cartagineses. Libró batallas contra los romanos, y atravesó los Alpes, por primera vez en la historia, con un bien equipado ejército. Es considerado el más grande capitán de la historia. Los militares aún lo toman como ejemplo. Cuando los romanos invadieron Cartago, Aníbal volvió a Fenicia para pedir ayuda pero encontró allí la muerte en el año 183 a. de C. Luego de su deceso, los romanos aprovecharon e invadieron Fenicia. Gibrán Khalil Gibrán: ((Gibrán: soñador; Khalil: el elegido)) Nació en las montañas de Bcharre, Líbano en 1883 y falleció en New York el 10 de abril de 1931. Fue un poeta, escritor, pintor, novelista y ensayista libanés. En 1895 emigra a Estados Unidos con su madre y sus hermanos. Vivió mucho tiempo en Boston- Estados Unidos y Paris. En 1898 vuelve al Líbano donde se queda para perfeccionar el árabe. En 1901 vuelve a Washington. Como artista plástico, conoció a Auguste Rodin en Francia. Sus obras literarias tienen una tendencia humanista, filosófica, crítica, y reflexiva. Tuvo una mirada muy crítica con su país, el Líbano. Y ya hablaba de enredos políticos en su época. Sus obras más importantes fueron Espíritus rebeldes (1903 – quemada en una plaza pública por considerarla contraria al catolicismo), Las Alas rotas (1912), El profeta (1923)- su obra más importante-, Jesús, el hijo del hombre (1928) y los Dioses de la Tierra (1931), entre otros. Pidió ser enterrado en su ciudad natal, Bcharre. Su tumba es visitada por miles de personas de todo el mundo. Una de sus frases más conocidas fue: "Amaos unos a otros, mas no hagáis del amor una prisión". Y además, podemos agregar los siguientes aportes de esa rica zona de la media luna fértil a la humanidad: 1. Construcción de las primeras viviendas y ciudades de todo el mundo. 2. Transformación de la vida nómade a sedentaria y urbana. 3. Sembrado de tierra, mientras en otras zonas del mundo seguían viviendo de la caza y la pesca. 4. Organización política, por medio de un Estado. En el resto del mundo se seguía viviendo en tribus o cabilas. 5. Codificación de leyes sociales y de Derecho, ordenando las relaciones y la convivencia humana, cuando antes era caótica y amoral. 6. Construcción de las primeras naves y navegación por primera vez en mar abierto. 7. Creación de la metafísica. 8. Creación del alfabeto 9. Cuna del nacimiento de las religiones monoteístas Con el correr de los años hay informaciones que se pierden, o que se tergiversan por repetir inexactitudes. La información es la base de toda cultura, pero claro, la información veraz, la cierta, la correcta y la real. He escuchado a varios profesores de Derecho enseñar que las leyes se originaron en Grecia. Lo mismo decir que Pitágoras, Zenón o muchos otros eran griegos, sólo porque fueron a Grecia a difundir sus conocimientos. Nadie puede negar la importante influencia de Grecia y Roma en el mundo, pero antes, existieron otras civilizaciones que al ser anteriores, no pueden ser ignoradas. Cuanto más investigar acerca del verdadero origen de las cosas, más correctos y justos seremos con nuestros antepasados que tanta generosidad han demostrado en la difusión de los conocimientos.