MODELO DMP O TEORÍA DE BÚSQUEDA DE EMPLEO Esta teoría ha sido desarrollada por tres economistas (Diamond, Mortensen y Pissarides), de ahí su nombre, ya que tomó las iniciales de los mismos. Estos tres economistas han sido galardonados con el Premio Nobel de Economía en este año 2010. También se llama Teoría de búsqueda de empleo. Diamond hizo un estudio hace casi cuarenta años sobre lo que deparaban los mercados con imperfecciones en los procesos de búsqueda de empleo. A partir de este estudio que desarolló Diamond, Mortensen configuró un modelo matemático junto a Pissarides, para demostrar cuáles eran las razones por las que crece el desempleo durante las etapas de recesión económica, y en cambio decrece muy lentamente en la fase de recuperación. Ambos publicaron en 1994 el trabajo “Creación y destrucción de empleo en la teoría de desempleo”. Este modelo matemático, conocido como D.M.P. consiste en un mejor conocimiento de las causas y las posibles soluciones al desempleo. En la actualidad es la herramienta más usada para analizar el desempleo y puede explicar por qué pueden convivir altas tasas de desempleo con numerosas vacantes sin cubrir y cómo puede afectar al desempleo algunas políticas económicas. En el estudio que hizo Diamond en los años 60, mostraba que un mercado en el que compradores y vendedores tenían que hacer frente a determinados costes para encontrar una contrapartida de ser eficientes, a diferencia de lo que sucede en un mercado de competencia perfecta, donde no existen costes de búsqueda. Aplicado esto al mercado de trabajo, donde los empresarios y trabajadores deben encontrarse, los empresarios para encontrar al trabajador que más se acerque a las condiciones de lo que buscan, y los trabajadores para encontrar un puesto de trabajo que más satisfaga sus expectativas. La tesis central de esta teoría, es esto, que empresas y trabajadores tienen dificultad para entrar en contacto, es decir, para encontrarse. Esto es debido a que tanto por parte de los empresarios como de los trabajadores precisan unos recursos y requieren un tiempo para que se produzca ese encuentro, Dicho en sus propios términos, el mercado de trabajo es un mercado con “fricciones”, al verse afectado por diferentes variables. Lo que se intenta con esta teoría es buscar solución a las causas de estas fricciones. Esta teoría explica cómo estas variables se ven afectadas por diversos factores, como puede ser el volumen de las prestaciones por desempleo, los costes de contratación o despido, la forma de trabajar de las oficinas de empleo o los tipos de interés. Es decir, intentan determinar si dichas fricciones incentivan la intervención gubernamental y si dicha intervención juega un papel determinante en eliminar algunas de estas fricciones. Este modelo describe la actividad de búsqueda de los desempleados, el comportamiento de reclutamiento de las empresas y el proceso de formación de los salarios. Esta teoría sostiene: Que cuando las prestaciones por desempleo son altas, provoca un aumento de desempleo, porque los desempleados tardan más tiempo en buscar un empleo al estar obteniendo unos ingresos, por lo que propone que cuando un trabajador pase a situación de desempleo la prestación sea alta en ese momento, pero que a medida que vaya transcurriendo un tiempo se vaya reduciendo, con el objetivo que el parado intensifique la búsqueda de un empleo. Manteniéndose esa prestación durante un tiempo prudencial, para evitar que el desempleado se vea obligado a aceptar la primera oferta que le llegue, sin tener en cuenta si es persona idónea o no para ese puesto de trabajo, pues esto, tampoco sería una solución. Estas conclusiones son útiles para plantear diseños alternativos de las prestaciones. En cuanto a la regulación de la contratación y el despido, esta teoría se basa en que es más perjudicial para el empleo las trabas burocráticas que los costes por indemnización. Hasta el punto que hay empresas que rechazan una contratación por temor a costos imprevistos. Un salario mínimo correctamente fijado puede aumentar al tiempo el nivel de empleo y el bienestar. La mejora de la intermediación laboral y de las políticas activas de empleo aparece como clave para combatir el desempleo. Las conclusiones de este modelo enfocan los trabajos hacia la mejora de la intermediación entre trabajadores y empresarios, tanto a nivel público como a nivel privado, y la reducción, tanto en cuantía como en tiempo, de los subsidios por desempleo, así como la máxima flexibilización de la regulación laboral. En España, actualmente se ha aprobado la Ley 35/2010 de 17 de septiembre, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. En esta reforma se aprecia la influencia del modelo DMP en el mercado de trabajo. Como aspectos más destacables, va dirigida a promover la estabilidad en el empleo y a incrementar la flexibilidad interna de las empresas. Uno de los objetivos que se persigue con las medidas incluidas en esta norma es mejorar los mecanismos de intermediación laboral para fomentar las oportunidades de acceder a un empleo por parte de las personas desempleadas. Se regula legalmente la actividad de las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro, para permitir complementar la actividad de los servicios públicos de empleo.