Sócrates 3.- El proyecto socrático: Para Sócrates la enseñanza no es un medio de vida como para los sofistas, es algo más profundo, forma parte de su vida. Siente como una inspiración divina, como una vocación o misión profunda (DAIMON) que lo impele a compartir o a impulsar en los demás la necesidad de la verdad. ¿Por qué es tan importante esta necesidad? Porque para Sócrates la Verdad es una cuestión crucial en la vida de las personas; no se trata de saber más, de un saber de tipo enciclopédico, sino que se trata de la Verdad fundamental, aquella esencial para la vida. (SABER ES VIRTUD). Sócrates busca respuesta a la pregunta de cómo vivir la vida, qué vida es la que nos va a permitir vivir bien y, por lo tanto, ser felices. Esta es la cuestión fundamental. Sócrates no tiene la respuesta, esta la ha de encontrar cada uno, pero para él es seguro que la felicidad no se identifica con lo material. Es más bien un estado del alma. Así vemos como los temas que interesan a Sócrates son aquellos que tienen que ver con la condición humana y, sobre todo, las cuestiones éticas y morales. En este sentido hay que distinguir a Sócrates de los sofistas, en cuanto que para el primero la enseñanza no lo es de toda una serie de técnicas de uso y manipulación del lenguaje con fines práctico-políticos, ni tampoco consiste en la transmisión de un saber tipo enciclopédico, sino que tiene relación con aspectos más profundos de la vida humana. 3.1.- La enseñanza y el conocimiento de la Verdad. Sócrates Frente a los sofistas tampoco cree Sócrates que la Verdad sea una cuestión particular y de cada uno: se opone a relativismo en cuanto que cree que la Verdad es una, la misma para todos. Entiende la vida como búsqueda e investigación de esa verdad, de la cual reconoce estar privado. “Sólo se que no se nada” ¿Cómo puede ser que el oráculo diga que Sócrates es el hombre más sabio de Grecia, si tenemos en cuenta la afirmación anterior? Precisamente la sabiduría consiste en el reconocimiento de la propia ignorancia. (La sabiduría consiste en conocerse hay que partir del reconocimiento de la ignorancia). Es más sabio el que reconoce no saber, que el pretencioso que alardea vanamente de un saber que no tiene. Entronca con la imagen de humildad que se ha transmitido de Sócrates a lo largo de la historia, pero también con la etimología del término filosofía como búsqueda del saber. Si partimos del reconocimiento de la ignorancia estaremos preparados para comenzar la búsqueda. ¿Cuál es el papel de Sócrates? Sócrates compara su profesión con la de su madre: comadrona o partera. Ella ayuda a traer al mundo hijos, mientras que Sócrates realiza la misma tarea con al alma y ayuda a traer ideas al mundo. Porque según Sócrates la verdad no puede ser entregada o enseñada, la ha de encontrar uno mismo. Está escrita en el interior de cada uno (innatismo), de ahí la admiración que tenía Sócrates por el lema “Conócete a ti mismo” del oráculo de Delfos. Por lo tanto Sócrates puede ayudar, pero no dar la verdad. 3.2.- La definición del concepto: Los sofistas son incapaces de llegar a un acuerdo sobre cualquier verdad. Las cosas se muestran bajo múltiples aspectos y el lenguaje refleja esa multiplicidad. No hay manera de ponerse de acuerdo sobre lo que importa al hombre: el bien y el mal, lo justo y los injusto, lo bello y lo feo... No hay manera de ponerse de acuerdo sobre la esencia de las cosas. Según Sócrates ese acuerdo es posible, porque la Verdad esta en los individuos y por encima de ellos. Hay que aclarar las cuestiones fundamentales. Si queremos vivir bien es necesario acordar qué es el bien. Si queremos ser justos, felices, etc. Es necesario acordar qué es la justicia, qué es la felicidad, etc. Es necesario aclararse sobre el significado de estos conceptos; es necesario poder definirlos. Para ello no hay que cometer el error que cometieron los sofistas: confundir el concepto con los ejemplos o expresiones particulares de este. El concepto es universal. Por ejem. No podemos definir la justicia señalando una acción justa. No es lo mismo, la justicia es lo que hace justa la acción, pero no la misma acción. Si las confundimos excluiremos la posibilidad de que otro tipo de acciones también sean justas., Así pues está claro que no hay que confundir lo universal con lo sensible. Lo universal no es sensible, pero es lo común a todo lo sensible que participa de este universal. La definición de los conceptos universales es la base fundamental sobre la cual erigir todo el saber imprescindible para guiar la vida humana, tanto individual como social. También la posibilidad de poder establecer definiciones de los conceptos universales es el camino del conocimiento científico; sólo de este modo la ciencia es posible. Es algo que Platón tenía muy claro. 4.- El método socrático: la mayéutica, ironía, diálogo-dialéctica, inducción. La definición de los conceptos es para Sócrates una tarea colectiva, basada en la diálogo y la discusión. Su papel es el de guía: el tiene claro el objetivo. Hay que llegar a un acuerdo, este sólo es posible bajo el ejercicio y examen analítico y cuidadoso de la cuestión; no hay que confundir lo particular con lo universal. Sócrates pregunta y los otros intentan responder. Sócrates guía con sus preguntas, pone en evidencia las ideas sin fundamento, las contradicciones, las incoherencias, las falsas expectativas, llevando de este modo al grupo a un “lugar” más cercano a la verdad. En esto consiste el arte de la dialéctica, entendida como diálogo progresivo, basado en el saber orientar las respuestas con las preguntas adecuadas. Un diálogo dirigido cuya meta es la definición .Un camino racional del conocimiento. Y todo ello abonado con la famosa ironía socrática. La inducción como base del método: Sócrates intenta recoger entre todos una serie de casos que expresen o en los que se ejemplifique el concepto a definir. Estamos en el campo de lo concreto, de lo sensible, de los ejemplos. Pero no se debe confundir lo particular con lo universal, sería como confundir las abejas con el enjambre. Debemos intentar superar los ejemplos y las concreciones, buscar lo común en todos los ejemplos, para poder llegar a lo universal.. 5.- El intelectualismo moral: Saber es virtud: La finalidad de Sócrates es definir los conceptos morales, pero...¿para qué? Para poder vivir bien. (Así como el zapatero necesita saber para ejecutar bien su tarea, el virtuosismo del ser humano, supone previamente el conocimiento) Sócrates pensaba que quien conoce lo que es el BIEN es imposible que no ejerza como un hombre bueno ¿por qué? Porque va contra sus intereses. Del vivir bien se deriva la felicidad. Descubriendo en qué consiste cada uno lo que quiere para sí, es imposible que actúe en dirección contraria Quien conoce la virtud, la ejerce. Esto es lo que se llama intelectualismo moral. El ser bueno, el ejercer el bien, requiere un conocimiento previo. Del intelectualismo moral se deriva la idea de que el mal es producto de la ignorancia y, por lo tanto, involuntario.