i FORMACIÓN SOCIOCULTURAL 1 GUÍA DEL PROFESOR SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA SUBSISTEMA DE UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS COORDINACIÓN GENERAL DE UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS ELABORÓ: APROBÓ: Revisión no. 0. (GRUPO DE DIRECTORES DE LA CARRERA DE BIOTECNOLOGIA.) REVISÓ: COORDINACIÓN GENERAL DE UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS FECHA DE ENTRADA EN VIGOR: Fecha de revisión: septiembre, 2001. Página 1 de 92 (COMISIÓN ACADÉMICA NACIONAL DEL ÁREA AGROINDUSTRIAL ALIMENTARIA) SEPTIEMBRE 2001 F-CADI-SA-MA-38-GP-A 1 DE 17 I. DIRECTORIO DR REYES TAMEZ GUERRA SECRETARÍO DE EDUCACIÓN PÚBLICA DR JULIO RUBIO OCA SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DR. ARTURO NAVA JAIMES COORDINADOR GENERAL DE UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS RECONOCIMIENTOS UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE TECAMAC FORMACIÓN SOCIOCULTURAL 1 D.R. 20001 ESTA OBRA, SUS CARACTERÍSTICAS Y DERECHOS SON PROPIEDAD DE LA: COORDINACIÓN GENERAL DE UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS (CGUT) FRANCISCO PETRARCA No. 321, COL. CHAPULTEPEC MORALES, MÉXICO D.F. LOS DERECHOS DE PUBLICACIÓN PERTENECEN A LA CGUT. QUEDA PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL POR CUALQUIER MEDIO, SIN AUTORIZACIÓN PREVIA Y POR ESCRITO DEL TITULAR DE LOS DERECHOS. ISBN (EN TRÁMITE) IMPRESO EN MÉXICO. 2 DE 17 ÍNDICE # CONTENIDO PAGINA I. DIRECTORIO Y RECONOCIMIENTOS 2 II. ÍNDICE 3 INTRODUCCIÓN DE LA ASIGNATURA FORMACIÓN 4 III. IV. SOCIOCULTURAL 1 UNIDADES TEMÁTICAS UNIDAD I. Ética UNIDAD II. Fundamentos del comportamiento humano UNIDAD III. Motivación UNIDAD IV. Liderazgo UNIDAD V. Relaciones Humanas UNIDAD VI. Antecedentes Sociales V. REFERENCIAS VI. GLOSARIO VII. ANEXOS (FIGURAS, TABLAS, ETC.) 1. Evaluación del curso, taller, materiales. 2. Resultados Finales de evaluación del aprendizaje 5 12 18 III. INTRODUCCIÓN DE LA ASIGNATURA A lo largo del tiempo el individuo se ha comportado de cierta manera ante cada una de los contextos y situaciones que se le han presentado, ya sean individuales, familiares, económicas, políticas o sociales; teniendo una reacción determinada ante estas, dependiendo del aprendizaje que ha tenido a lo largo de su vida. La importancia de evaluar cada situación y con ello, determinar como la resolverá, dependerá de su conocimiento y experiencia previa, esto afectará sus objetivos, metas y propósitos, ya sea de una manera positiva o negativa. Por ello es imperante tener un conocimiento de si mismo y del entorno que le rodea, lo cual será una ventaja para la toma de decisiones y por ende seleccionará la que más le convenga. Por todo lo anterior la materia de FORMACIÓN SOCIOCULTURAL I Y II deberá orientarse hacia una visión individual, familiar, y social; englobando temas que involucren al alumno no solo en su formación técnica, sino en donde desarrolle sus capacidades, habilidades y conocimientos, que le permitan su adaptación al medio industrial y social. La importancia de ésta materia radica, en la orientación del alumno a temas relacionados con el mismo y su medio, lo cual le ayudará a analizar de una manera crítica cuales son los factores o condiciones que determinan su entorno social y cultural. La formación del Técnico Superior Universitario en Informática, debe considerarse de manera integral, en donde el conocimiento del área de especialidad y sus habilidades sociales, representen una formación sólida en principios y valores que generen una identidad con su entorno. UNIDAD 1 ANTECEDENTES DE LA FILOSOFÍA GRIEGA INTRODUCCIÓN Entre el 600 y el 200 a.C., la filosofía griega constituyó el fundamento de toda la especulación filosófica en el mundo occidental. Las hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas políticas desarrolladas por los pensadores griegos han influenciado a muchos líderes políticos a lo largo de la historia. La escuela jonia La filosofía griega puede ser dividida entre aquellos filósofos que buscaban una explicación del mundo en términos físicos y quienes subrayaban la importancia de las formas inmateriales o ideas. La primera escuela importante de la filosofía griega, la jonia o milesia, era en gran parte materialista. Fundada por Tales de Mileto en el siglo VI a.C., partió de la creencia de Tales según la cual el agua es la sustancia primera de la que procede toda materia. (del origen de todas las cosas). Anaximandro ofreció una idea más elaborada y mantuvo que la base de toda materia es una sustancia eterna que se transforma en todas las formas materiales conocidas comúnmente. Esas formas, a su vez, cambian y se funden en otras de acuerdo con la regla de la justicia, es decir, una especie de equilibrio y proporción llamada apeirón. Heráclito consideraba que el fuego es la fuente primordial de la materia, pero creía que el mundo entero está en constante cambio o flujo y que la mayoría de los objetos y sustancias se producen por la unión de principios opuestos. Consideraba el alma, por ejemplo, como una mezcla de fuego y agua. El concepto de nous (inteligencia), sustancia infinita e inmutable que penetra y controla cada objeto viviente, fue desarrollado por Anaxágoras, que también pensaba que la materia consistía en partículas en una escala infinitesimal pequeña, o átomos. Compendió la filosofía de la escuela jonia al proponer un principio no físico director, junto a una base materialista de la existencia. La escuela pitagórica La división entre idealismo y materialismo se hizo más clara con el paso del tiempo. Pitágoras destacó la importancia de la forma sobre la materia al explicar la estructura material. La escuela pitagórica también incidió mucho en la importancia del alma, considerando al cuerpo como una simple cárcel del alma. * Pitágoras (c. 582-c. 500 a.C.), filósofo y matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en Platón. Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos por su aversión a la tiranía de Polícrates. Hacia el 530 a.c. se instaló en Crotona, una colonia griega al sur de Italia, donde fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos, conocido como pitagorismo. La filosofía de Pitágoras se conoce sólo a través de la obra de sus discípulos. Doctrinas básicas. Los pitagóricos asumieron ciertos misterios, similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo. Aconsejaban la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito del autoanálisis. Los pitagóricos creían en la inmortalidad y en la transmigración del alma. Se dice que el propio Pitágoras proclamaba que él había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de Troya, y que le había sido permitido traer a su vida terrenal la memoria de todas sus existencias previas. Teoría de los números. Entre las amplias investigaciones matemáticas realizadas por los pitagóricos se encuentran sus estudios de los números pares e impares y de los números primos y de los cuadrados, esenciales en la teoría de los números. Desde este punto de vista aritmético, cultivaron el concepto de número, que llegó a ser para ellos el principio crucial de toda proporción, orden y armonía en el universo. A través de estos estudios, establecieron una base científica para las matemáticas. En geometría el gran descubrimiento de la escuela fue el teorema de la hipotenusa, conocido como teorema de Pitágoras, que establece que el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados. Astronomía. La astronomía de los pitagóricos marcó un importante avance en el pensamiento científico clásico, ya que fueron los primeros en considerar la tierra como un globo que gira junto a otros planetas alrededor de un fuego central. Explicaron el orden armonioso de todas las cosas como cuerpos moviéndose de acuerdo a un esquema numérico, en una esfera de la realidad sencilla y omnicomprensiva. Como los pitagóricos pensaban que los cuerpos celestes estaban separados unos de otros por intervalos correspondientes a longitudes de cuerdas armónicas, mantenían que el movimiento de las esferas da origen a un sonido musical, la llamada armonía de las esferas. La escuela eleática Corriente griega de filosofía que tuvo su apogeo en los siglos VI y V a.c. El pensamiento eleático se opone tanto a la filosofía materialista de la escuela jónica como a la teoría del flujo universal formulada por el filósofo griego Heráclito. Según los eleáticos, el universo es en esencia una unidad inmutable, que, siendo infinita en tiempo y espacio, está más allá de la cognición proporcionada por los sentidos humanos. Sólo a través de la reflexión filosófica, afirmaban, se puede alcanzar la verdad última. Las observaciones sensoriales ofrecen tan solo una visión limitada y distorsionada de la realidad. El nombre de eleática viene de la ciudad griega de Elea, al sur de Italia, el hogar de Parménides y Zenón, máximos exponentes de la misma escuela. Los eruditos difieren en si la escuela fue fundada por Jenófanes o Parménides. Muchas de las doctrinas eleáticas se basaron en las enseñanzas de Jenófanes, mientras que Parménides desarrolló sus doctrinas dentro de un sistema de metafísica. La filosofía eleática sirvió como base para el sistema metafísico de Platón. Según Parménides, guía de la escuela eleática, la apariencia del movimiento y la existencia en el mundo de objetos distintos son mera ilusión: sólo parecen existir. Las ideas de Pitágoras y Parménides supusieron la base del idealismo que caracterizaría después a la filosofía griega. * Parménides (vivió sobre el 500 a.C.), filósofo griego, considerado por muchos eruditos como el miembro más importante de la escuela eleática. Se dice que visitó Atenas a la edad de 65 años, y que en tal ocasión Sócrates, entonces un hombre joven, le oyó hablar. Parménides expuso su filosofía en forma de versos y su única obra que ha perdurado se nutre de extensos fragmentos de un poema didáctico, Sobre la naturaleza. En esta reflexión aboga por la existencia del Ser absoluto, cuya no existencia Parménides declaraba resultar inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser también inconcebible, ya que el Ser absoluto está disociado de toda limitación bajo la cual piensa el ser humano. Parménides mantenía que los fenómenos de la naturaleza son sólo aparentes y debidos en esencia al error humano; parecen existir, pero no tienen entidad real. Mantenía también que la realidad, Ser verdadero, no es conocida por los sentidos sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta creencia le convirtió en un precursor del idealismo de Platón. La teoría de Parménides de que el ser no puede originarse del no ser, y que el ser ni surge ni desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores Empédocles y Demócrito, que a su vez la convirtieron en el fundamento de su explicación materialista del universo. * Zenón de Elea (fl. siglo V a.C.), matemático y filósofo de la escuela eleática a, conocido por sus paradojas filosóficas. Zenón nació en Elea, al suroeste de Italia. Llegó a ser el discípulo predilecto del filósofo griego Parménides y le acompañó a Atenas cuando tenía 40 años. En Atenas, Zenón enseñó filosofía durante algunos años, concentrándose en el sistema eleático de metafísica. El estadista ateniense Pericles y Calias estudiaron con él. Zenón regresó más tarde a Elea y, según cuenta la tradición, se unió a una conspiración para librar a su ciudad nativa del tirano Nearcco; la conspiración fracasó y Zenón fue torturado con dureza, pero se negó a delatar a sus compañeros. No se conocen más circunstancias de su vida. Sólo pocos fragmentos de la obra de Zenón perduran, pero las obras de Platón y Aristóteles se nutren de referencias textuales de los escritos de Zenón. En el plano filosófico, Zenón aceptaba la creencia de Parménides de que el universo, o el ser, es una sustancia indiferenciada, simple, única, aunque pueda parecer diversificada para los sentidos. La intención de Zenón fue desacreditar las sensaciones, lo que pretendió hacer a través de una brillante serie de argumentos o paradojas, sobre el espacio y el tiempo que han perdurado hasta nuestros días como mosaicos intelectuales complejos. Una paradoja clásica afirma que un corredor no puede llegar a la meta porque, para lograrlo, debe recorrer una distancia; pero no puede recorrer esa distancia sin primero recorrer la mitad de ella, y así ad infinitum. Porque existe un número infinito de bisecciones en una distancia espacial, uno no puede recorrer una distancia en tiempo finito, a menos que acorte la distancia o aumente la velocidad. Este argumento, como muchos otros de Zenón, se proponía demostrar la imposibilidad lógica del movimiento. Dado que los sentidos nos llevan a creer en la existencia del movimiento, los sentidos son ilusorios y por lo tanto no existe ningún obstáculo para aceptar las inverosímiles teorías de Parménides de otra forma. Zenón es reconocido no sólo por sus paradojas, sino por establecer los debates filosóficos que favorecen la discusión razonada. Por todo ello, Aristóteles le consideró el creador del razonamiento dialéctico. Los sofistas El materialismo aplicado a la vida diaria inspiró la filosofía de un grupo conocido como los sofistas, que surgió en el siglo V a.C. Haciendo hincapié en la importancia de la percepción humana, sofistas como Protágoras dudaban que la humanidad pudiera ser capaz de alcanzar nunca la verdad objetiva a través de la razón, y defendían que el éxito material, en lugar de la verdad, debía ser el propósito de la vida: * Sofistas (del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre de sabiduría'), en su origen, nombre aplicado por los antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros itinerantes que proporcionaban instrucción en diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios convenidos con antelación. Personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los de una escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero, basándose en su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y la moral eran en esencia materias opinables. Así, en sus propias enseñanzas tendían a enfatizar formas de expresión persuasivas, como el arte de la retórica, que facilitaba a los discípulos técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida, en especial en la vida pública. Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a la postre fuertes críticas. Sócrates, Platón, Aristóteles pusieron en tela de juicio los fundamentos filosóficos de las enseñanzas de los sofistas. Platón y Aristóteles les censuraron por aceptar dinero. Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un significado despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que puede ser definido como astuto y engañoso o como argumentación o razonamiento falsos. No obstante, diversas corrientes filosóficas han reivindicado el sofismo como un espíritu crítico, desde mediados del siglo XX. Autores tan dispares como el apátrida de origen rumano, Emil Michel Cioran, el español Fernando Savater y diversos teóricos del postmodernismo han elaborado el gran elogio doctrinal del sofismo. En último extremo, los sofistas fueron de importancia menor en el desarrollo histórico del pensamiento filosófico occidental. Fueron, sin embargo, los primeros en sistematizar la educación. Entre los principales sofistas del siglo IV a.C. destacan Protágoras, Gorgias , Hipias de Elide y Prodicus de Ceos. * Protágoras (c. 480-c. 411 a.C.), filósofo griego, nacido en Abdera, Tracia. En el 445 a.C. se estableció en Atenas, donde llegó a ser amigo del estadista Pericles y consiguió gran fama como maestro y filósofo. Fue el primer pensador en llamarse a sí mismo sofista y en enseñar a cambio de dinero, recibiendo grandes sumas de sus alumnos. Enseñó gramática, retórica e interpretación de la poesía. Sus obras principales, de las que sólo perduran algunos fragmentos, fueron tituladas Verdad y Sobre los dioses. El fundamento de su reflexión fue la doctrina de que nada es bueno o malo, verdadero o falso, de una forma categórica y que cada persona es, por tanto, su propia autoridad última; esta creencia se resume en su frase: "El hombre es la medida de todas las cosas". Acusado de impiedad, Protágoras se exilió, pereciendo ahogado en el transcurso de su viaje a Sicilia. Dos célebres diálogos de Platón, Teeteto y Protágoras, rebatieron las doctrinas de Protágoras. * Gorgias (c. 485-c. 380 a.C.), retórico griego y filósofo sofista. Nacido en Leontini, Sicilia, Gorgias ejerció como embajador en Atenas en el 427 a.C., donde más tarde se estableció para practicar y enseñar el arte de la retórica. Como retórico, fue de los primeros en introducir la cadencia en la prosa y en utilizar lugares comunes en los argumentos. Es el personaje del título del dialogo Gorgias de Platón, donde Sócrates discute sobre la retórica falsa y verdadera, y sobre la retórica entendida como el arte de la adulación. La filosofía de Gorgias es nihilista y está expresada en tres proposiciones: nada existe; si algo existe, no puede ser conocido; si algo existe y puede ser conocido, no puede ser comunicado. Las obras de Gorgias que han llegado hasta nosotros son El elogio a Helena y La apología de Palamedes. Murió en Tesalia a la edad de 105 años. Sócrates En contraste con estas opiniones se mostraban las ideas de Sócrates, con quien la filosofía griega alcanzó su cima. Su objetivo reconocido fue "cumplir la misión del filósofo de buscar dentro de mí mismo y de los demás hombres". El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición, hacía una serie de preguntas destinadas a analizar y depurar la proposición examinando sus consecuencias y comprobando si coincidía con los hechos conocidos. Sócrates describió el alma no en términos de misticismo, sino como "aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabio o de loco, bueno o malo". En otras palabras, Sócrates consideraba el alma como una combinación de la inteligencia y el carácter de un individuo. Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), filósofo griego fundador de la filosofía moral, o axiología que ha tenido gran peso en la filosofía occidental por su influencia sobre Platón. Nacido en Atenas, hijo de Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona, recibió una educación tradicional en literatura, música y gimnasia. Más tarde, se familiarizó con la retórica y la dialéctica de los sofistas, las especulaciones de los filósofos jonios y la cultura general de la Atenas de Pericles. Al principio, Sócrates siguió el trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a.C. Durante la guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como soldado de infantería con gran valor en las batallas de Potidaea en el 432-430 a.C., Delos en el 424 a.C., y Anfípolis en el 422 a.C. Sócrates creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado mayéutica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. Según los testimonios de su época, Sócrates era poco agraciado y corto de estatura, elementos que no le impedían actuar con gran audacia y gran dominio de sí mismo. Apreciaba mucho la vida y alcanzó popularidad social por su viva inteligencia y un sentido del humor agudo desprovisto de sátira o cinismo. Actitud hacia la política: Sócrates fue obediente con las leyes de Atenas, pero en general evitaba la política, contenido por lo que él llamaba una advertencia divina. Creía que había recibido una llamada para ejercer la filosofía y que podría servir mejor a su país dedicándose a la enseñanza y persuadiendo a los atenienses para que hicieran examen de conciencia y se ocuparan de su alma. No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro y el historiador Jenofonte, un escritor prosaico que quizá no consiguió comprender muchas de las doctrinas de Sócrates. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, y poseyendo una agudeza mental y un ingenio que le permitían entrar en las discusiones con gran facilidad. Enseñanzas : La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales, como queda claro en los escritos de su joven discípulo, Platón, y del alumno de éste, Aristóteles. A través de los escritos de estos filósofos Sócrates incidió mucho en el curso posterior del pensamiento especulativo occidental. Otro pensador y amigo influenciado por Sócrates fue Antístenes, el fundador de la escuela cínica de filosofía. Sócrates también fue maestro de Aristipo, que fundó la filosofía cirenaica de la experiencia y el placer, de la que surgió la filosofía más elevada de Epicuro. Tanto para los estoicos como el filósofo griego Epicteto, como para el filósofo romano Séneca el viejo y el emperador romano Marco Aurelio, Sócrates representó la personificación y la guía para alcanzar una vida superior. El juicio: Aunque fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la religión establecida. Fue acusado en el 399 a.C. de despreciar a los dioses del Estado y de introducir nuevas deidades, una referencia al daemonion, o voz interior mística, a la que Sócrates aludía a menudo. También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia y se le confundió con los sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que realizó de él el poeta cómico Aristófanes en la comedia Las nubes representándole como el dueño de una "tienda de ideas" en la que se enseñaba a los jóvenes a hacer que la peor razón apareciera como la razón mejor. La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio; una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica, enfadó tanto al jurado que éste volvió a votar a favor de la pena de muerte por una abultada mayoría. Los amigos de Sócrates planearon su huida de la prisión pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores, como queda recogido en la obra Fedón de Platón, y durante la noche cumplió su sentencia bebiendo una copa de cicuta siguiendo el procedimiento habitual de ejecución. Estaba casado con Jantipa, una mujer de reconocido mal genio y tenía tres hijos. Platón y Aristóteles El idealismo de Sócrates fue organizado por Platón en una filosofía sistemática. En su teoría de las ideas, Platón sostuvo que los objetos del mundo real son meras sombras de las formas eternas o ideas. Las únicas e inmutables ideas, las formas eternas, pueden ser objeto del conocimiento verdadero; la percepción de sus sombras, es decir, el mundo tal y como se oye, ve y siente, es una simple opinión. La meta del filósofo, decía, es conocer las formas eternas e instruir a los demás en este conocimiento. La teoría del conocimiento de Platón está implícita en su teoría de las ideas. Sostenía que tanto los objetos materiales percibidos como el individuo que los percibe están en constante cambio; pero, como el conocimiento se relaciona tan sólo con los objetos inmutables y universales, el conocimiento y la percepción son diferentes en esencia. En lugar de las ideas de Platón, que poseen entidad propia y eterna, Aristóteles propuso una serie de conceptos que representan las propiedades comunes de cualquier grupo de objetos reales. Los conceptos, a diferencia de las ideas de Platón, no tienen existencia fuera de los objetos que representan. Más cerca del pensamiento de Platón se hallaba la definición aristotélica de forma, como una distinguible propiedad de la materia, pero con una existencia independiente de la de los objetos en los que se encuentra. Al describir el universo material, Aristóteles afirmó que consiste en los cuatro elementos, fuego, aire, tierra y agua, más un quinto elemento que existe en todas partes y es el único constitutivo de todos los cuerpos celestiales. En los escritos de Platón y Aristóteles las tendencias dominantes de idealismo y materialismo en la filosofía griega alcanzaron, en uno u otro caso, su más alta expresión, dando lugar a un cuerpo de pensamiento que sigue ejerciendo una fuerte influencia sobre la investigación filosófica. La filosofía griega posterior, que refleja un periodo histórico de agitación civil y de inseguridad individual, se preocupó menos por la naturaleza del mundo que por los problemas individuales. Durante ese periodo surgieron cuatro grandes escuelas filosóficas, en gran parte materialistas e individualistas: la de los cínicos, y la de los que se adhirieron al epicureísmo, escepticismo y estoicismo. Platón (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego, uno de los pensadores más creativos e influyentes de la filosofía occidental. Vida Platón nació en el seno de una familia aristocrática en Atenas. Su padre, Aristón, era al parecer, descendiente de los primeros reyes de Atenas. Perictione, su madre, estaba emparentada con el legislador del siglo VI a.C. Solón. Su padre murió cuando aún era un niño y su madre se volvió a casar con Pirilampes, colaborador del estadista Pericles. De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más tarde se proclamó discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy discutido, que algunos estudiosos consideran un metáfora literaria sobre el poder, Platón fue testigo de la muerte de Sócrates durante el régimen democrático ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez por su vida, abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto. En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera universidad europea. Ofrecía un amplio plan de estudios, que incluía materias como astronomía, biología, matemáticas, teoría política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado. Ante la posibilidad de conjugar la filosofía y la práctica política, Platón viajó a Sicilia en el año 367 a.C. para ser tutor del nuevo gobernante de Siracusa Dionisio el Joven. El experimento fracasó. Platón regresó a Siracusa en el año 361 a.C., pero una vez más su participación en los acontecimientos sicilianos tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias en la Academia y escribiendo. Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a.C. Obra Los escritos de Platón adoptaban la forma de diálogos, donde se exponían ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más personas. El primer grupo de escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13 cartas. Se ha cuestionado la autenticidad de algunos diálogos y de la mayoría de las cartas. Primeros diálogos Los diálogos se pueden dividir en tres etapas de composición. La primera representa el intento que hizo Platón de comunicar la filosofía y el estilo dialéctico de Sócrates. Algunos de esos diálogos tienen el mismo argumento. Sócrates se encuentra con alguien que dice saber mucho, manifiesta ser ignorante y pide ayuda al que afirma saber. Sin embargo, conforme Sócrates empieza a hacer preguntas, se hace patente que quien se dice sabio realmente no sabe lo que afirma saber y que Sócrates aparece como el más sabio de los dos personajes porque, por lo menos, él sabe que no sabe nada. Ese conocimiento, por supuesto, es el principio de la sabiduría. Dentro de este grupo de diálogos se encuentran Cármides (un intento por definir la templanza), Lisis (una discusión sobre la amistad), Laques (una búsqueda del significado del valor), Protágoras (una defensa de la tesis de que la virtud es conocimiento y que es posible aprenderla), Eutifrón (una consideración sobre la naturaleza de la piedad), y el libro I de La República (una discusión sobre la justicia). Diálogos intermedios y últimos Los diálogos de los periodos intermedio y último de la vida de Platón reflejan su propia evolución filosófica. Las ideas de esas obras se atribuyen al propio Platón, aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal en muchos diálogos. Los escritos del periodo intermedio abarcan los de Gorgias (una reflexión sobre distintas cuestiones éticas), Menón (una discusión sobre la naturaleza del conocimiento), Apología (la defensa que hizo Sócrates de sí mismo durante el juicio en el que fue acusado de ateísmo y corrupción de la juventud ateniense), Crátilo (la defensa de Sócrates de la obediencia a las leyes del Estado), Fedro (escena de la muerte de Sócrates, en la que discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza del alma y la cuestión de la inmortalidad), El Banquete (destacada realización dramática de Platón que contiene varios discursos sobre la belleza y el amor) y La República (máxima obra filosófica de Platón, que es una detallada discusión sobre la naturaleza de la justicia). Entre los trabajos del último periodo se encuentran Teeteto (una negación de que el conocimiento tiene que ser identificado con el sentido de percepción), Parménides (una evaluación crítica de la teoría de las ideas), Sofista (una reflexión posterior sobre las ideas o las formas), Filebo (discusión sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias naturales y la cosmología), y Leyes (un análisis más práctico de las cuestiones políticas y sociales). Teoría de las ideas En el centro de la filosofía de Platón está su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su idea del conocimiento, su teoría ética, su psicología, su concepto del Estado y su perspectiva del arte deben ser entendidos desde esta perspectiva. Teoría del conocimiento La teoría de las ideas de Platón y su teoría del conocimiento están tan interrelacionadas que deben tratarse juntas. Influido por Sócrates, Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede alcanzar. También estaba convencido de dos características esenciales del conocimiento. Primera, el conocimiento debe ser certero e infalible. Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo que es en verdad real en contraste con lo que lo es sólo en apariencia. Ya que para Platón lo que es real tiene que ser fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con la esfera ideal de la existencia en oposición al mundo físico del devenir. Una consecuencia de este planteamiento fue el rechazo de Platón del empirismo, la afirmación de que todo conocimiento se deriva de la experiencia. Pensaba que las proposiciones derivadas de la experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto los objetos de la experiencia no son objetos propios del conocimiento. La teoría del conocimiento de Platón se expone en La República, en concreto en su discusión sobre la imagen de la línea divisible y el mito de la caverna. En la primera, Platón distingue entre dos niveles de saber: opinión y conocimiento. Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la ciencia, son sólo opinión. Algunas de estas opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero ninguna de ellas cuenta como conocimiento verdadero. El punto más alto del saber es el conocimiento, porque concierne a la razón en vez de a la experiencia. La razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que son ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los universales verdaderos, las formas eternas o sustancias que constituyen el mundo real. El mito de la caverna describe a personas encadenadas en la parte más profunda de una caverna. Atados de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente. Uno de los individuos huye y sale a la luz del día. Con la ayuda del sol, esta persona ve por primera vez el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si quieren liberarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico de las apariencias. La escapada al mundo soleado fuera de la caverna simboliza la transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, que es el objeto propio del conocimiento. Naturaleza de las ideas La teoría de las ideas se puede entender mejor en términos de entidades matemáticas. Un círculo, por ejemplo, se define como una figura plana compuesta por una serie de puntos, todos equidistantes de un mismo lugar. Sin embargo, nadie ha visto en realidad esa figura. Lo que la gente ha visto son figuras trazadas que resultan aproximaciones más o menos acertadas del círculo ideal. De hecho, cuando los matemáticos definen un círculo, los puntos mencionados no son espaciales, sino lógicos. No ocupan espacio. No obstante, aunque la forma de un círculo no se ha visto nunca —y no se podrá ver jamás— los matemáticos y otros sí saben lo que es. Para Platón, por lo tanto, la forma de círculo existe, pero no en el mundo físico del espacio y del tiempo. Existe como un objeto inmutable en el ámbito de las ideas, que sólo puede ser conocido mediante la razón. Las ideas tienen mayor entidad que los objetos en el mundo físico tanto por su perfección y estabilidad como por el hecho de ser modelos, semejanzas que dan a los objetos físicos comunes lo que tienen de realidad. Las formas circular, cuadrada y triangular son excelentes ejemplos de lo que Platón entiende por idea. Un objeto que existe en el mundo físico puede ser llamado círculo, cuadrado o triángulo porque se parece ("participa de" en palabras de Platón) a la idea de círculo, cuadrado o triángulo. Platón hizo extensiva su teoría más allá del campo de las matemáticas. En realidad, estaba más interesado en su aplicación en la esfera de la ética social. La teoría era su forma de explicar cómo el mismo término universal puede referirse a muchas cosas o acontecimientos particulares. La palabra justicia, por ejemplo, puede aplicarse a centenares de acciones concretas porque esos actos tienen algo en común, se parecen a, participan de, la idea de justicia. Una persona es humana porque se parece a, o participa de, la idea de humanidad. Si humanidad se define en términos de ser un animal racional, entonces una persona es humana porque es racional. Un acto particular puede considerarse valeroso o cobarde porque participa de esa idea. Un objeto es bonito porque participa de la idea, o forma, de belleza. Por lo tanto, cada cosa en el mundo del espacio y el tiempo es lo que es en virtud de su parecido con su idea universal. La habilidad para definir el término universal es la prueba de que se ha conseguido dominar la idea a la que ese universal hace referencia. Platón concibió las ideas de manera jerárquica: la idea suprema es la de Dios, que, como el sol en el mito de la caverna, ilumina todas las demás ideas. La idea de Dios representa el paso de Platón en la dirección de un principio último de explicación. En el fondo, la teoría de las ideas está destinada a explicar el camino por el que uno alcanza el conocimiento y también cómo las cosas han llegado a ser lo que son. En lenguaje filosófico, la teoría de las ideas de Platón es tanto una tesis epistemológica (teoría del conocimiento) como una tesis ontológica (teoría del ser). Teoría política La República, la mayor obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de las preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es un individuo justo?. El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares y el liderazgo político es asumido por los filósofos-reyes. La clase de una persona viene determinada por un proceso educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades. Los que completan todo el proceso educacional se convierten en filósofos-reyes. Son aquellos cuyas mentes se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado para producir filósofos-reyes. Platón asocia las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su conjunto. El Estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin entrar en las actividades de las demás clases. Platón aplica al análisis del alma humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Existe una evidente analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los filósofos-reyes sabios, ayudados por los soldados, gobiernan el resto de la sociedad. Ética La teoría ética de Platón descansa en la suposición de que la virtud es conocimiento y que éste puede ser aprendido. Dicha doctrina debe entenderse en el conjunto de su teoría de las ideas. Como ya se ha dicho, la idea última para Platón es la idea de Dios, y el conocimiento de esa idea es la guía en el trance de adoptar una decisión moral. Platón mantenía que conocer a Dios es hacer el bien. La consecuencia de esto es que aquel que se comporta de forma inmoral lo hace desde la ignorancia. Esta conclusión se deriva de la certidumbre de Platón de que una persona virtuosa es realmente feliz y como los individuos siempre desean su propia felicidad, siempre ansían hacer aquello que es moral. Arte Platón tenía una idea antagónica del arte y del artista aunque aprobara algunos tipos de arte religioso y moralista. Su enfoque tiene que ver una vez más con su teoría de las ideas. Una flor bonita, por ejemplo, es una copia o imitación de las ideas universales de flor y belleza. La flor física es una reproducción de la realidad, es decir, de las ideas. Un cuadro de la flor es, por lo tanto, una reproducción secundaria de la realidad. Esto también significa que el artista es una reproducción de segundo orden del conocimiento y, en realidad, la crítica frecuente de Platón hacia los artistas era que carecían de un conocimiento verdadero de lo que estaban haciendo. La creación artística, observó Platón, parecía tener sus raíces en una inspirada locura. Influencia La influencia de Platón a través de la historia de la filosofía ha sido inmensa. Su Academia existió hasta el año 529 a.C., en que fue cerrada por orden del emperador bizantino Justiniano I, que se oponía a la difusión de sus enseñanzas paganas. El impacto de Platón en el pensamiento judío es obvio en la obra del filósofo alejandrino del siglo I Filón de Alejandría. El neoplatonismo, fundado en el siglo III por el filósofo Plotino, fue un importante desarrollo posterior de las ideas de Platón. Los teólogos Clemente de Alejandría, Orígenes y san Agustín fueron los primeros exponentes cristianos de una perspectiva platónica. Las ideas platónicas tuvieron un papel crucial en el desarrollo del cristianismo y también en el pensamiento islámico medieval. Durante el renacimiento, el primer centro de influencia platónica fue la academia florentina, fundada en el siglo XV cerca de Florencia. Bajo la dirección de Marsilio Ficino, los miembros de la academia estudiaron a Platón en griego antiguo. En Inglaterra, el platonismo fue recuperado en el siglo XVII por Ralph Cudworth y otros que se dieron a conocer como la escuela de Cambridge. La influencia de Platón ha llegado al siglo XX de la mano de pensadores como Alfred North Whitehead, que una vez le rindió tributo al describir la filosofía como una simple 'serie de anotaciones de Platón'. Neoplatonismo Neoplatonismo, denominación colectiva de las doctrinas filosóficas y religiosas de una escuela heterogénea de pensadores especulativos que buscó desarrollar y sintetizar las ideas metafísicas de Platón sobre todo en lo relacionado con su teoría de las formas. Esta síntesis se produjo de modo especial en Alejandría con el judaísmo helenista, ejemplificado por el filósofo Filón de Alejandría, entre otras tendencias. La doctrina conservó en esencia su carácter griego. Por extensión, el término se aplicó a teorías metafísicas similares expuestas durante la edad media, el renacimiento y en épocas modernas. La doctrina neoplatónica es una variante de monismo idealista para el que la realidad última del universo era lo Uno, perfecto, incognoscible e infinito. De este Uno emanan varios planos de realidad, siendo el nous (inteligencia pura) el más elevado. Del nous deriva el alma universal, cuya actividad creadora origina las almas inferiores de los seres humanos. El alma universal se concibe como una imagen del nous, del mismo modo que el nous es una imagen de lo Uno; de esta forma, tanto el nous como el alma universal, a pesar de su diferenciación, son de la misma sustancia, es decir que son consustanciales con lo Uno. El alma universal, no obstante, al constituirse como un puente entre el nous y el mundo material, tiene la opción de preservar su integridad e imagen de perfección o bien de ser sensual y corrupta por entero. La misma elección está abierta a cada una de las almas inferiores. Cuando, por la ignorancia de su verdadera naturaleza e identidad, el alma humana experimenta un falso sentido de distancia e independencia, se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae en hábitos sensuales y depravados. El neoplatonismo mantiene que la salvación de esa alma es posible gracias a la virtud de la libertad de la voluntad que le permitió elegir su camino de pecado. El alma debe invertir ese curso, trazando en sentido contrario los sucesivos pasos de su degeneración, hasta unirse otra vez con el origen de su ser. La reunión verdadera se consuma a través de una experiencia mística en la que el alma conoce un éxtasis total. En un sentido doctrinal, el neoplatonismo se caracteriza por la oposición categórica que se plantea entre lo espiritual y lo carnal, elaborada a partir del dualismo platónico de idea y materia, oposición que se produce mediante la hipótesis metafísica de agentes mediadores, el nous y el alma universal, que transmiten el poder divino de lo Uno a todo, mediante una aversión al mundo de los sentidos, y por la necesidad de la liberación de una vida de sensaciones a través de una rigurosa disciplina ascética. CAPITULO 1 ETICA INTRODUCCIÓN El objetivo de la primera unidad es conocer como se ha dado el concepto del hombre a lo largo de la historia, en particular la noción de sí mismo, esto es importante ya que para la construcción de la identidad, debemos entender que detrás de ese conocimiento se encuentra una serie de aspectos que interviene para formar valores, creencias, actitudes, tradiciones, etc., que permiten al sujeto actuar de diferente manera. Por lo tanto, cuando nos referimos al comportamiento debemos hacer hincapié en la parte de la valoración moral, es decir, lo bueno y lo malo; lo permisible y no permisible. Para lo cual es necesario hablar de la ética como una vía para entender las moralidades y la moral misma. OBJETIVO Y CRITERIOS DE APRENDIZAJE Desarrollar en el alumno una actitud crítica ante las situaciones de su entorno profesional a través del pensamiento filosófico. Conocer el pensamiento filosófico y la aplicación en su vida personal y profesional del alumno. Identificar la ética filosófica Desarrollar el concepto de ética Desarrollar el concepto de Moral Identificar los valores y costumbres del alumno y los propuestos por la sociedad Conocer de ética profesional la ética profesional del Técnico Superior Universitario en Informática DEMOSTRACIÓN DE HABILIDADES PARCIALES (RESULTADO DE APRENDIZAJE) DEMOSTRACIÓN DE HABILIDADES FINALES Conocer y aplicar la ética personal y profesional Técnico Superior Universitario Página DIAGNOSTICO DE CONOCIMIENTOS. Instrucciones: El siguiente cuestionario que resolverán permitirá tener un indicador cuantitativo del conocimiento de esta asignatura, para cada uno de los estudiantes y de esa manera tener el punto de salida para iniciar a incrementar el aprendizaje de planeación y control de la producción existen 4 tipos de pregunta en este cuestionario, conteste correctamente, tendrán 60 minutos para llenarlo. ¿Cómo se desarrolla el conocimiento en la cultura 1. El origen de todas las cosas es el agua Griega? A partir del surgimiento del cuestionamiento, es decir el preguntarse por el origen de todas las cosas. Los primeros inicios se presentaron con los a) Tales de Mileto b) Anaximenes c) Anaximandro presocráticos los cuales proponían que todo tiene un principio y que explicación de dios como creador del todo no era suficiente. 2. Heráclito propuso que el origen de todas las cosas 4. ¿Cómo desarrolla Anaximandro su postulado a partir de es el fuego la interpretación filosófica? Decía que el origen de todas las cosas provenía de algo a) SI b) No indeterminado, indefinible, lo cual llamo “apeiron”, en este sentido se puede afirmar que el pensamiento de Anaximandro va más alla de la época en la que se vivía por el concepto abstracto y su descripción. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Conocer el pensamiento filosófico y la aplicación en su vida personal y profesional del alumno. Identificar la ética filosófica Conocer y aplicar la ética individual Conocer el concepto de Moral Conocer los Valores y Costumbres que tiene la comunidad universitaria Conocer u identificar los factores que se asocian a la ética profesional Aplicar la ética profesional del Técnico Superior Universitario en Informática TEMA 1 1.-ANTECEDENTES DE LA FILOSOFIA 1.1.Presocráticos Diferenciar los postulados filosóficos de cada uno de los presocráticos, a partir de su pensamiento y su contexto sociocultural 1.2.Sócrates Conocer el pensamiento socrático y el método mayéutico como parte del conocimiento de la verdad. 1.3.Platón Conocer el pensamiento platónico y enfatizar la teoría de la ideas como parte del conocimiento de la realidad. 1.4.Aristóteles Conocer el pensamiento Aristotélico como parte del conocimiento de la realidad, y su aportación hacia la ética Ejercicio 1 Diferenciar los diversos pensamientos filosóficos: Instrucciones: Discute en clase, cuales son las aportaciones del pensamiento filosófico y como se relaciona con la ética, y posteriormente llena el cuadro que a continuación se presenta. Pensador Anaxi menes Discurso El origen de todas las cosas es el Aire. Tales Anaxima Heráclit de ndro o Mileto El origen de todas las cosas es el Agua El origen de todas las cosas no se puede determin ar, ni definir, es algo que llamo “Apeiron ” El origen de todas las cosas es el fuego, como uno de los elemento s que se utilizan para purificar. En varios de sus fragment os habla acerca de la Moral, como parte del vivir. Sofistas- Platón Sócrates Los sofistas eran maestro en el arte de la retórica y se decían sabios porque manejaba n diversas discipli nas las cuales estaba encamien das al conocimi ento de de la grecia antigua.p or otro lado Sócrates fue uno de los máximos expositor es de la filosofía, el método que utilizaban era el mayeutic o, en Postula ba la teoría de la caverna como una situació n para llegar a la verdad. Y habla en sus diálogos sobre cuestion es de moral, ética y valores, los cuales eran muy importa ntes dentro de la comuni dad griega. Obse rvaci Aristó Otro ones teles Es necesa rio destac ar la filosof ía de Aristót eles como parte de la ética, como una forma en como vive el ser human o. Una de las aport acion es impor tantes se deben desta car las de Ferna ndo Savat er, con respe cto a la Liber tad como una mane ra de manif estaci ón de la ética donde interroga ba al otro partir de lo que considera ba como reflexión. Preguntas finales 1.- ¿Existe alguna diferencia entre la ética antigua y la moderna? La concepción de la ética ha sido siempre en función de los cambios dentro de la sociedad, en este sentido de la cultura como parte que involucra al individuo, y su forma de interpretar el bien y mal dependiendo de las necesidades. Por lo tanto es necesario toma encuenta a la moral, moralidad, libertad, etc. Como conceptos importantes dentro de la vida del individuo. 2.- Define el concepto de ética Es la ciencia que estudia a la Moral, como parte de la forma de comportamiento del individuo dependiendo del entrono social donde se desenvuelve. 3.- Enlista valores y costumbres que se presentan en tu salón de clases. EVALUACIÓN PARCIAL: 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. Si No TEMA 2 ÉTICA FILOSÓFICA INTRODUCCIÓN Sabemos que el estudio de la ética tiene una doble concepción: el de la moral (ethos o moralidad) y el de la libertad (indeterminación). Muchas veces nos hemos preguntado si existe una moralidad, o si es correcto preguntárnosla. Si partimos de la definición de lo bueno como aquello que nos gratifica con un cierto placer y produce en nosotros un juicio de gusto; resulta entonces lo malo aquello contrario. ¿Y por qué existe esto en la vida de cada uno?, ¿es que acaso hay una explicación al efecto, o es solamente esto algo comprensivo? Sabemos que desde Platón nuestro occidente ha formulado el interrogante, y se ha visto, a ciencia cierta, que sólo ha habido cuatro respuestas posibles a la existencia de la maldad en el mundo; a saber: La de Cristo, donde la maldad la provee una divinidad (Diablo) La de Leibniz, donde la maldad es lo que fabrica la divinidad (Dios) para que reconozcamos lo bueno (su bondad) La de Schopenhauer, donde la maldad es un factor complementario de la bondad, en la ciega voluntad de la Naturaleza que se autodepreda: "[...] siendo la voluntad el principio de todo fenómeno, [...] el mal y el dolor, hieren siempre a un mismo ser, aunque los fenómenos en los cuales aparezcan el mal y el dolor se muestran en forma de individuos diferentes separados por tiempos por espacios distantes. Comprenderá que la distinción entre el que causa el dolor y el que lo padece no es más que fenómeno y no alcanza a la cosa en sí, a la voluntad, que vive de ambos, [...] y buscando un aumento de bienestar para uno de sus fenómenos, produce en otro un exceso de dolor. Arrastrada por su vehemencia, desgarra con sus dientes su propia carne, ignorando que es a sí misma a quien hiere, [...]." La de Hobbes, donde no tiene sentido hablar de maldad en un mundo sin legislaciones: "En esta guerra de todos contra todos, se da una consecuencia: que nada puede ser injusto. Las nociones de derecho e ilegalidad, justicia e injusticia están fuera de lugar. Donde no hay poder común, la ley no existe: donde no hay ley, no hay justicia. En la guerra, la fuerza y el fraude son las dos virtudes cardinales. Justicia e injusticia no son facultades ni del cuerpo ni del espíritu. [...] Son, aquéllas, cualidades que se refieren al hombre en sociedad, no en estado solitario. [...]" Si se parte desde lo remoto oriente, pasando por occidente desde la antigüedad helénica en adelante, podemos dividir este desenlace de lo ético, aproximadamente, de la siguiente manera: 1º Pensamiento Oriental (No existe lo bueno y lo malo si no se fija primero un propósito) 2º Filosofía Occidental 2-1 Platón (El bien es un destino al que todo tiende) 2-2 Aristóteles (El bien es aquello a la cual todas las cosas aspiran. Hay dos tipos: el supremo como algo final y el humano como actividad del alma según su perfección) 2-3 Jesús de Nazareth (regla de oro) 2-3-1 San Agustín (ética cristiana) (El bien es Dios) 2-4 Iglesia del medioevo (El bien es lo que le conviene a la Iglesia) 2-5 Reacción moderna contra la Iglesia del medioevo 2-5-1 Kant (ética deontológica) (La acción moral es aquella que es solamente dirigida por lo racional, y no por nuestras inclinaciones) 2-5-2 Bentham y Mill (ética utilitarista) (El bien, desgraciadamente, será lo que procure mayor felicidad a la mayoría ya que se busca lo que da mayor placer y menor dolor) 2-6 Éticas contemporáneas 2-6-Spencer (darwinismo evolucionista) (lo moral va cambiando con el paradigma biológico de la supervivencia del más apto) 2-6-2 Ward, Openheimer, Ratzenhofer (darwinismo social) 2-6-3 Scheler y N. Hartmann (ética de los valores) (El valor de lo bueno se da con la coincidencia entre los valores preferido —elección de preferibilidad— e intentado —intención de solo querer la intencionalidad del acto para asumir esta preferibilidad) 2-6-4 Moore (ética analista) (metaética que estudia los juicios y vocablos éticos) 2-7 Éticas actuales 2-7-1 Apel (ética del discurso) (En todo discurso siempre hay un supuesto de comprensión) ¿Y por qué no se ha dado respuesta todavía al problema humano? Todas ellas han fracasado. ¿Y por qué han fracasado? bien, porque debemos partir de un axioma, del mismo que Lamarck adjunta: "La multiplicación de las pequeñas especies de animales es tan considerable, que ellas harían el globo inhabitable para las demás, si la Naturaleza no hubiese opuesto un término a tal multiplicación. Pero como sirven de presa a una multitud de otros animales, y como la duración de su vida es muy limitada, su cantidad se mantiene siempre en justas proporciones para la conservación de sus razas. Cuanto a los animales más grandes y más fuertes, se encontrarían en el caso de resultar dominantes y de perjudicar a la conservación de otras muchas razas, si pudiesen multiplicarse en grandes proporciones. Pero sus razas se devoran entre sí y sólo se multiplican con lentitud y en corto número, y ello conserva a su respecto la especie de equilibrio que debe existir. Por último, sólo el hombre separadamente de todo lo que es particular a él, parece poder multiplicarse indefinidamente, porque su inteligencia y sus medios le colocan al abrigo de ver su expansión limitada por la voracidad de ninguno de los animales. Ejerce sobre ellos una supremacía tal, que es capaz de aniquilar a las razas más fuertes y más grandes de animales, y restringe diariamente el número de sus individuos. Pero la Naturaleza le ha dado pasiones numerosas que, desarrollándose, desgraciadamente, en su inteligencia, ofrecen por ello un gran obstáculo a la multiplicación de los individuos de su especie, pues parece que el hombre se haya encargado por sí mismo de reducir sin cesar su número de semejantes suyos. Nunca, pues, la tierra estará cubierta de la población que podría alimentar. [...]" Así, la única solución será buscar entonces una ética biologista, es decir, que controle las pasiones humanas y esté acorde a la misma Naturaleza; afín a ese estado de Naturaleza hobbesiano, aquél estado donde la justicia no tiene razón de existir porque, en verdad, su trasfondo y substrato no es sino metafísico. ¿Y cómo la aplicamos sin caer siempre en la premisa lamarckiana? Bien, la respuesta es difícil de implementar. Se presentará un Indicador Trascendental de la Moralidad que permitirá, brindar la justicia correcta a un acto o hecho moral. Esta tecnificación será, entonces, aquella que pretenda superar el axioma lamarckiano a través de sus referentes premisas biologistas. Pero entiéndase por biologista no lo darwiniano (supervivencia del más apto) sino lo que se denominará (supervivencia de la especie), y que defiende la máxima de La Mettrie: "Hay en el hombre, se dice, una ley natural, un conocimiento del bien y del mal que no ha sido grabado en el corazón de los animales." Si observa alrededor nuestro, veremos que esta premisa se da por doquier en la inconsciencia humana. El resto, sólo deja que desear con otros paradigmas éticos que siempre terminan mal. Pues, porque es uno de los hilos invisibles con que nos mueve la Naturaleza, disfrazada ella a través de sus propios velos de los de la razón humana, es decir, de ese órgano útil para algunas cosas y deficiente y perjudicial para las que nos proponemos estudiar. ¿Acaso tiene más derecho un niño o mujer que un anciano, sino sólo porque procrearán los primeros manteniendo la especie? ¿Acaso no se toma unos tres meses una mujer para cambiar de pareja, con la falsa excusa de que es para olvidar, sino que lo es con el único fin de saber si o no quedó embarazada del primero y recurrir por tanto al derecho de la solicitud de alimentos? ¿Por qué otro motivo es cortés un caballero frente a una dama sino por reconocer en ella su inferioridad para ganarse el sustento propio? Podríamos preguntarnos si vale la pena ser honrado o si será suficiente con parecerlo —como en la fábula del anillo de Giges de Platón. En respuesta a ello, debiéramos saber que en los sistemas biológicos se segará siempre toda verdad a su debido tiempo, lo que determinará inseguridad en el mentiroso impidiendo su diaria dicha. Cito a Hume: "[...] No es una reflexión que cause asombro el considerar que la aplicación de la filosofía experimental a los asuntos morales deba venir después de su aplicación a los problemas de la naturaleza, [...]." y veamos en Schopenhauer nuestra premisa moral: "[...] La Naturaleza, cuya esencia íntima es la voluntad de vivir, impulsa con todas sus fuerzas al hombre, como al animal, a la reproducción. Y luego, cuando ha obtenido ya del individuo el resultado que esperaba, se vuelve indiferente en absoluto a su destrucción, pues como voluntad de vivir, no se interesa más que por la conservación de la especie y en modo alguno por el individuo. [...]" Esta ética, deberá saberse entre otras cosas, que carece de fin terminado, es decir, no tiene telos, puesto que se sustenta en lo metafísico de la Naturaleza y, por ende, tampoco apunta al placer. Existen distintos fundamentos de la ética: 1 Deontológica por el imperio de la razón (universal lógica y científica) 2 Inclinativa por imperio de las pasiones (particular y subjetiva) 2-1 con condicionamiento neurofisiológico o hábito (adquirida) 2-2 sin condicionamiento neurofisiológico o hábito (innata) 3 Mixta La libertad Sinónimo de libertad aquí, en ética, se entiende a la indeterminación de las cosas; es decir, a la no-predestinación o ignorancia del futuro (ver libro de ética para Amador ). Por ello, en quien hace ética, debe esperarse que propugne la impredicibilidad del mundo y lo defienda, o sea la libertad de acción la humana y con ello produzca la responsabilidad, y de ello la acción moral. A nuestro juicio, pocas cosas hay tan poco coherentes. Con este pensamiento, por ejemplo, los matemáticos no deberían de hablar de números negativos o imaginarios, ni trabajar sobre operaciones de análisis infinitesimal, ni sobre la contingencia de las probabilidades. Y sin embargo trabajan en ello y cuánto que producen. Limitar por tanto al filósofo en esa línea es coartarle las posibilidades de expansión. Nos parece que cualquiera puede hacer ética, hasta el más corrupto. Diferente es la cuestión en cuanto al contenido de la ética, y que se podría resumir en dos: — La determinista (necesaria, estoica o resignada) La libertad consiste en la conciencia determinación. de la — La indeterminista (contingente, epicúrea o libre) Los sistemas causalistas que presentan un esquema de conducta vitalista ofrecen un efecto que no se encuentra necesariamente en su causa, y que implica un actuar nomecanicista, indeterminado o libre. y se propone una tercera — La mixta (necesaria y contingente, estoica-epicúrea, o de libertad resignada) Hay una determinación, pero igualmente somos libres por cuanto la desconocemos. Hay una indeterminación debido a la influencia estocástica e inesperada (acausal) de la psicología viviente. En suma, determinación e indeterminación, o necesidad y contingencia, demarcan finalmente contingencia, es decir, indeterminación o libertad —puesto que de la conjunción lógica entre la necesidad y la contingencia se desprende, necesariamente, la contingencia. Basta tirar una moneda unas cincuenta veces al aire para ver que nos acercamos al porcentaje probabilístico del 50 %. Vemos televisión de un lado al otro del planeta, enviamos sólidas cuentas bancarias también, y todo gracias a las cotas estadísticas que delimitan la interferencia existente en el medio de propagación. Entonces, seriamente ¿es que esperamos desconocer totalmente lo que ocurrirá en el futuro? Ya Laplace adelantara esto para los sistemas inanimados: "Una inteligencia que en un momento dado conociera todas las fuerzas operantes en la naturaleza y la posición respectiva de los seres que la componen, y que fuera a su vez capaz de analizar matemáticamente todos esos datos, abarcaría en la misma fórmula los movimientos de los mayores cuerpos del universo y los de los más ligeros átomos: nada sería desconocido para ella, y tanto el porvenir como el pasado estarían presentes a su mirada." aunque también en los animados: "[...] Laplace sugirió que debía existir un conjunto de leyes científicas que nos permitirían predecir todo lo que sucediera en el universo, con tal de que conociéramos el estado completo del universo en un instante de tiempo. [...] El determinismo parece bastante obvio en este caso, pero Laplace fue más lejos hasta suponer que había leyes similares gobernando todos los fenómenos, incluido el comportamiento humano. [...]" pero en esto no podemos estar de acuerdo, puesto que las leyes son comportamientos causales en tiempo y espacio, y no son trascendentales como la psicología. Recordemos que aquí se defiende una postura conductista-vitalista E-R; es decir, que si bien todo sistema viviente y su medio que lo rodea es mecanicista y sujeto a las leyes causales, la intervención psicológica que posee fuera de toda lógica y causalidad, deforma el contexto general brindando siempre incertidumbre. En suma y parece clarificar, lo causal es mecánico como ER (Estímulo Respuesta), y lo biológico le agrega la contingencia de lo orgánico como psicológico O-R (Organismo Respuesta), de tal manera que todo sistema viviente tiene de ambos y es holístico E-R (E -O -R). Por tanto, un hombre en Marte (un planeta exterior es un sistema mecanicista aislado) vivirá indeterminación con libertad, su "cerebro" en él (como puede serlo a través de una sonda de un autómata representándolo indirectamente) prácticamente también lo será, y un ordenador (es decir sin psicología interviniendo) solamente percibirá determinación sin libertad. Por otra parte, observando el escepticismo de Hawking: [...] Sabemos ahora que las esperanzas de Laplace sobre el determinismo no pueden hacerse realidad, al menos en los términos que él pensaba. El principio de incertidumbre de la mecánica cuántica implica que ciertas parejas de cantidades, como la posición y la velocidad de una partícula, no pueden predecirse con completa precisión." decimos que no podemos compartir, porque no se encuentra correlación entre las fenomenologías de los mundos micro y macroscópicos. Él mismo lamentablemente se contradice al decir: "Los científicos actuales describen el universo a través de dos teorías parciales fundamentales: la teoría de la relatividad general y la mecánica cuántica. [...] La teoría de la relatividad general describe la fuerza de la gravedad y la estructura a gran escala del universo, [...]. La mecánica cuántica, por el contrario, se ocupa de los fenómenos a escalas extremadamente pequeñas, [... Ambas] no pueden ser correctas a la vez. Uno de los mayores esfuerzos de la física actual [...] es la búsqueda de una nueva teoría que incorpore a las dos anteriores: una teoría cuántica de la gravedad. [...]" Así, adherimos a la conclusión de Pinillos: "El hombre no es ciertamente libertad; su comportamiento, ya lo sabemos, está condicionado por infinitos factores corporales y sociales, [...]. Pero que el hombre no sea libertad no quiere decir tampoco que sea necesidad. [...]" y decimos entonces que la libertad solamente pertenece al mundo inteligible kantiano, o de la razón pura, sustentado por lo trascendental que defendemos como sentir en sí. Kant mismo nos habla de su inefabilidad: "[...] podría dar vueltas fantásticas por el mundo inteligible [pero no se tendrá] el más mínimo conocimiento de él ni puedo llegar nunca a tenerlo [...]." En suma, si el sistema es inanimado no habrá libertad porque todo está determinado causalísticamente tal cual Laplace lo viera; si se incorpora lo animado, entonces lo psicológico lo hace contingente y brindará libertad entre sus integrantes; y tercero, si el individuo se halla solo, por así decir, su ignorancia del porvenir le ofrecerá también libertad.: La metafísica de lo moral (ethos en sí) Es común, encontrar quien roba para poder alimentar a sus hijos y es considerado delincuente. En contraste, suelen ser denominados héroes nacionales aquellos que arrasan con la vida y propiedades de toda una Nación con el fin de mantener su poder y señorío. Tal diferencia seguramente ha hecho que nos preguntemos ¿qué es la moral?, ¿podemos medirla?. Se sostiene la hipótesis de que lo moral es metafísico y que su transcripción a lo físico es la moralidad (ethos), desprendiéndose por lo tanto de esto que no puede hacerse ciencia de la moral —no puede ser explicada— y que no tiene sentido considerar lo bueno o lo malo sino se fija un propósito. Los intentos por cimentar la ética son difíciles, casi siempre insuficientes, son inevitablemente afirmaciones indemostrables, abstractas. Querer justificar las acciones morales del hombre a través de las violaciones de ciertos preceptos axiomáticos y que ponen siempre al tema en una contradicción. El problema que se presenta consiste en tratar de conocer cuál es el fundamento del ethos. La propuesta es metafísica y por ello se hace un distanciamiento con la mayoría de los autores, ya que muchos pensadores y filósofos de la historia han buscado por otro lado distintas explicaciones al respecto y por consiguiente no la han encontrado. No la han hallado por la simple razón de que lo metafísico, al estar fuera del tiempo y espacio es inefable y por consiguiente no se lo puede analizar, sino sólo su transcripción física que es el ethos. A continuación se dan algunos ejemplos que se consideran diferentes y que tienen en sí una expectativa interesante. De hecho, la moral parecería navegar entre dos puertos, el de los intereses propios (metafísicos, que pueden o no ser comunitarios y por ello no debe entenderse aquí que sean sinónimos de "egoísmo particular") y el de la obligación (no-metafísico o físico). La moral, de la misma manera como Cristo lo expusiera sencillamente, es un fenómeno del tipo trascendental, es decir, ajeno al tiempo y al espacio y por lo tanto también a la causalidad. Por este motivo no se la encuentra en la psicología ni en los principios de razón (tampoco en Kant), ya que sus temas no son homogéneos con nuestra causalística cerebral y se funden sólo con lo metafísico. Dicho de otra manera, lo trascendental no puede ser transferido (sí aprendido, es decir, con una aprehensión instantánea fuera del marco espacio-temporal), ni practicado, pues no dependen del fenómeno y su inmanencia. Krishnamurti nos enseña: "[...] El amor no pertenece al tiempo. No podéis practicar el amor. [...]" El refrán dice: «No hace falta saber cómo perdonar, basta estar dispuesto a hacerlo». Esto, tal cual la ética de Scheler fundamentada en la intención, muestra que lo ético se halla en la pasión y no en el esfuerzo deontológico. También este otro dice: «Todo hombre tiene un precio». Eso no significa que necesariamente lo tendrá, sino que en su carácter de indeterminación de la oferta, indeterminación entendida como infinitud, sólo ahí se homogeiniza con lo metafísico de lo moral y puede canjearse. Toda corruptela, por más grande que sea su transacción, deja molesto al corrupto, porque intuye —aunque no lo sabe— que, en el fondo, nunca podía realizar una transacción compatible; suele, entonces tal gente, engañarse a sí misma y sentir el malestar como dado simplemente por el fruto de la mala acción. Por eso la ley del «Ojo por ojo y diente por diente» expresa la compatibilidad necesaria en las transacciones, y sí, sólo una moral podrá ser negociada con otra moral afín. No hay mejor guerrero que el despechado. Por otra parte, Hobbes, Locke, etc. al basarse en conductas para interpretar al bien común no dejan de tener también en esto un substrato racional. De esta manera el Contrato social pretendido no se fundamentaría en la realidad metafísica moral sino en una interrelación de intereses del synolon —materia e información. Y con ello, todo el derecho que boga en nuestros Tribunales de Justicia, son, siempre, dominios de racionalidades e imposibles de homogeneizar con la moral. Todas las éticas han razonado los principios morales, y en ello han fallado. Sólo Cristo supo avanzar sobre el camino ético. Su regla de oro expone todo el contenido en una sola y simple frase, tal cual lo infinitamente grande se encuentra dado en lo infinitamente pequeño, como propiedad de lo trascendental. Él supo expresar un sentimiento y, como tal, fue homogéneo con lo moral. Empero, y a disgusto de muchas interpretaciones, si bien tenemos la sospecha de que la regla de oro había sido acuñada en oriente antiguo, no menos ha dejado siempre de asombrarnos la copia fiel y textual de Kant en su imperativo categórico. Si Kant usó la facultad reflexiva de lo trascendental para implementarla, entonces ¿qué habría usado Cristo entonces? Tal vez la crítica de Schopenhauer de lo deontológico como producto del egoísmo sea cierta. Así las cosas, todo lo que razonemos para avanzar un paso en los axiomas de la ética, será fracaso. Sólo podremos aplicarla a lo transcripto, a su moralidad —ethos o morada del sujeto. Lo físico de lo moral (moralidad o ethos) Es de lo más frecuente encontrar en los medios de comunicación el debate sobre las consideraciones que tienen asidero en el fundamento de la moral. Son ejemplos de estas cuestiones los programas referidos a la delincuencia, a la homosexualidad, a la drogadicción, etc. Como se tendrá conocimiento, ellos siempre dejan un saldo económico positivo a sus productores porque, si bien cobran una amplia expectativa de audiencia, son siempre temas inacabables y de difícil tratamiento. Parecieran no terminar nunca. Es lógico que no finalicen nunca según nuestro paradigma de conocimiento ya que los mismos se fundamentan en lo metafísico. Es decir, que si bien que lo que hablamos, lo que vemos, siempre se encuentra en los lineamientos del plano físico: dentro del tiempo, del espacio, de las leyes causales y de la degradación. Por el contrario, lo metafísico no es así. Lo metafísico no se encuentra en este mismo lineamiento de cosas y es por lo tanto no solo inefable de suyo, sino también necesario de un estudio diferente para entenderlo ya que éste no corresponde a la metodología clásica y ordinaria que propone la ciencia —y por lo tanto menos todavía de las discusiones propuestas a la audiencia de los medios de comunicación popular. Si queremos abordar los temas trascendentales, es decir a los del sentir en sí — como por ejemplo los de la moral—, debemos ya saber de antemano que los mismos no pueden ser entendidos racionalmente. Éstas consideraciones, inexpresables por los medios sensitivos, no pueden ser expuestas nunca con claridad por el habla humana, ni por ciencia alguna que la determine temporalmente —por ejemplo la física. Ellas son consideraciones inalcanzables por la razón del hombre, pero sí por su pensamiento porque éste se desarrolla en un ámbito donde uno de sus dominios se encuentra lo metafísico. Entrando en tema, lo que se propone realizar es un estudio estadístico de las sensaciones morales que se tienen de un cuadro o hecho moral (el hecho está dado por la sucesión de cuadros, tal cual lo representaría el símil de una película cinematográfica). Como se sabrá, todo estudio de este tipo implicará una muestra de valores medios en un lote o grupo de personas. Cuanto menor sea este conjunto de individuos se estará en mejor postura frente a las expectativas positivas del algoritmo a calcular. Por ello, las consideraciones que contengan el mínimo grupo de personas, la mayor exclusividad de su estructuración cultural, la mínima dispersión de su contexto espacial, el menor período histórico contemplado, etcétera, nos darán los óptimos resultados posibles. Sería muy difícil por ello llegar medir la moralidad en general para una población, para una provincia o una nación. Por otra parte, si los resultados obtenidos encuadran dentro de las expectativas morales o no de los derechos jurídicos con que se establecen las leyes de una sociedad organizada, ya se escapa esto de los intereses del presente estudio. El mismo, simplemente, tratará de buscar la expresión posible del juicio de gusto por lo moral en un grupo mínimo de personas, sea este algo compartido o no por el resto del mundo. Se mostrará que estos efectos físicos de lo moral, dados como moralidad, descansan sobre lo que hemos denominado Orden y Certidumbre (organización y esperanza). Ambos factores son consideraciones cuantitativas que determinan el lineamiento y comportamiento humano. Es por ello que un cuadro o hecho moral será más placentero, valorativo, utilitario, entre otros, cuanto más ordenados y certeros sean los elementos que lo compongan, ya sean estos estáticos para los cuadros, o bien dinámicos para el caso de los hechos morales. Por ejemplo, un acto delictivo cobra menos peso si se explica el porqué de su motivo, ya que el asombro ante el hecho disminuye y, a veces, se puede hasta justificar. Por ejemplo, quien deteriora la propiedad ajena decimos que cumple un acto ético de maldad. Y ello porque no lo esperamos en una sociedad civilizada —empero sí en otra que no lo es y donde el exabrupto no se considera maldad. Es decir, porque es una acción entrópica y afecta a la información o Incertidumbre. Se empezará con la tarea con la confección de un cuadro moral, es decir, con una imagen conteniendo un suceso en él, y donde se vea si es más o menos moral y porqué lo es. Luego pasaremos a otras sucesivas imágenes de tal manera como lo es un símil cinematográfico, determinando con ello una sucesión de cuadros o hecho moral tal cual una película. Cuando se trata de medir la moralidad de un hecho moral la cosa es algo diferente. Lo que se debe hacer es medir cómo transcurre este Índice Moral en los cuadros —tal cual se dijo el símil de la película cinematográfica. Es decir, cómo cuadro a cuadro va cambiando el índice obtenido y que relaciona al Orden y la Certidumbre; o sea cómo van desarrollándose éstos en el tiempo. Para lograrlo se obtendrán previamente los Órdenes y las Certidumbres de cada cuadro y luego se irán calculando los incrementos producidos —que serán en superávit algunos y otros en déficit—, lo que determinará un indicador de la moralidad temporal, dinámico, y que podrá ser tanto positivo como negativo. De acuerdo a las normativas adoptadas por convención en este trabajo, resultarán hechos morales satisfactorios cuando más positivo sea el índice, y por el contrario, menos cuanto más negativo sea. Se espera ser claro en las exposiciones y que prepare un nuevo enfoque de la ética normativa-descriptiva, preparando un futuro no muy lejano donde se implemente en un software aplicado no sólo la medición de la moralidad, sino también sus medios de producción y síntesis. La física del ethos. Como toda consideración física, el ethos es cuantificable y puede medirse, pero no su consideración metafísica que es lo moral. Así, en realidad, el ethos puede mensurarse de muchas maneras. Por ejemplo como índice —indicador del ethos—, como velocidad — velocidad del ethos—, como gradiente —gradiente del ethos—, etc. Con respecto a la medición del ethos como gradiente, se retomará un ejemplo sencillo para demostrarlo. Por ejemplo: sea la distribución de butacas en un avión de pasajeros y donde se destina un sector para fumadores y otro para no-fumadores. A lo largo del avión entonces tenemos una "disposición ética espacial". Si por algún motivo se irrumpe el caso —un fumador se ubica en el sector de no-fumadores, o por el contrario un no-fumador en sector de fumadores ocupando un lugar tal vez necesitado por un futuro próximo fumador—; existirá entonces una molestia en los pasajeros como fruto de la ruptura ética. Estas consideraciones manifiestan la existencia de un "desplazamiento de la moralidad" a lo largo del avión, es decir, de la existencia de un gradiente. Por otras parte, la velocidad del hecho moral será captada o no por el sujeto moral si éste posee suficiente velocidad para recibirlo y aprehenderlo. Es decir, que lo metafísico en el individuo se transcribe a lo físico a través de una velocidad de muestra neurológica que permitirá que se observe el fenómeno moral fidedignamente. Por ello ciertos entes físicos no tienen repercusión en la ética, como por ejemplo lo son la velocidad del sonido, la de velocidad de la luz, etcétera, pero sí otros que son captables por nuestros sentidos como lo son las formas de los objetos, el peso que tienen, etc. Puede recurrirse al Capítulo de Biología para mayor amplitud de estos temas Crisis ecológica y ética medioambiental El descubrimiento más importante que el conocimiento y la perspectiva ecológicos aporta al pensamiento contemporáneo es la existencia de un límite natural que choca con la persistencia de la cultura expansiva del productivismo industrialista en todas las formas que hemos conocidos durante el siglo XX, tanto en el capitalismo como en el socialismo. Esto quiere decir que la civilización industrial entra en conflicto (por su manera de depredar la naturaleza y de esquilmar los recursos naturales no renovables) con un obstáculo o límite básico y fundamental: la base natural de mantenimiento de la vida sobre el planeta Tierra. De acuerdo con los estudios realizados a este respecto en las últimas décadas, el planeta Tierra no puede soportar por mucho más tiempo la sobrecarga a la que se halla sometido por el actual ritmo del crecimiento industrial. Tres factores han contribuido poderosamente a esta situación: el crecimiento de la población mundial, los hábitos dominantes de consumo y las opciones tecnológicas propias de la sociedad industrial. De mantenerse invariables estos factores, antes o después se producirá un colapso ecológico de consecuencias difícilmente calculables. Por otra parte, estimaciones recientes han confirmado que no es posible universalizar el modo de vida característico de las sociedades industrialmente avanzadas como los EEUU, Japón o la UE. Tal constatación obliga a interrelacionar crisis ecológica y desigualdad social en el plano mundial. [Primeras llamadas de atención sobre la crisis ecológica: B.Commoner, El círculo que se cierra (1971), Plaza y Janés, Barcelona, 1978; Denis L. Meadows (1972), Los límites del crecimiento, FCE, México, 1973; Edward Goldsmith, Manifiesto para la supervivencia (1972), Alianza, Madrid, 1973. Sobre la recepción de estos informes y la formación de una conciencia ecológica: J. Riechmann/F.Fernández Buey, Redes que dan libertad. Paidós, Barcelona, 1994]. En lo que habitualmente se entiende por crisis ecológica es posible diferenciar tres tipos de manifestaciones. En primer lugar los desequilibrios locales o regionales que son característicos de ecosistemas restringidos o limitados, en algunos casos muy frágiles. Entre los fenómenos que ponen de manifiesto crisis medioambientales locales o regionales están: 1ª La eutrofización o superfertilización producida por vertidos orgánicos a las aguas, que a afecta a los grandes lagos y mares interiores (ejemplo: los grandes lagos entre EEUU y Canadá, en particular el lago Erie), 2ª La práctica desaparición por desecación de algunos de los principales mares interiores, debido a la combinación del fenómeno anterior y de las grandes obras industriales realizadas para trasvases de aguas para el riego (ejemplo: el mar de Aral, que era hasta no hace mucho el cuarto lago del mundo) 3ª Las lluvias ácidas, producidas por la emisión a la atmósfera de gases industriales, y que afectan a la mayoría de los bosques próximos (ejemplo: la Selva Negra, los bosques próximos a las cuencas industriales de Alemania), 4ª La deforestación creciente de amplias extensiones del planeta casi intocadas hasta este siglo (ejemplo: la selva amazóniza o las selvas de Kenia), cuya consecuencia es una pérdida constante de la biodivesidad de las especies. Para hacerse una idea: cada segundo desaparece una superficie con árboles equivalente a un campo de futbol; el Alemania se ha perdido el 50% de los bosques, en Checoslovaquia, un 70%; en Etiopía, el 90%; 5ª La desertización que en la década de los 90 afecta ya al 30% de la Tierra. Para hacerse una idea: en España 7 millones de hectáreas (el 13% del territorio) corren el riesgo de llegar a la total desertización. 6ª La contaminación ambiental de los núcleos urbanos como consecuencia de la civilización del automóvil (ejemplos, Los Angeles en los sesenta, Tokio en los setenta, Ciudad de México en los ochenta). 7ª El aumento en flecha de la cantidad de residuos vertidos desde las zonas urbanas a las costas (ejemplo: el Mediterráneo). En segundo lugar están las manifestaciones más generales de la crisis ecológica, menos perceptibles desde la perspectiva local, regional o nacional, y, por tanto, más discutidas durante algún tipo; manifestaciones que hay que llamar planetarias, porque afectan al planeta tierra en su conjunto. Las más conocidas son: 1ª El empobrecimiento de la capa de ozono; 2ª El denominado efecto invernadero y 3ª Los cambios climáticos que están produciéndose como consecuencia de las dos cosas anteriores combinadas con el efecto de grandes obras de ingeniería que modifican el curso de los ríos, etc. En tercer lugar hay que referirse a las catástrofes ecológicas producidas por la utilización de productos elaborados, energías y tecnologías inapropiadas o que no han sido suficientemente experimentadas antes de su utilización en gran escala. Ejemplos de estas catástrofes con consecuencias nefastas para los hombres y otras varias especies: Minamata, en Japón (como consecuencia de contaminación del mar por vertidos mercuriales que envenenaron a los peces y se trasmitieron a la cadena trófica); Harrisburg, Tsuruga, y, sobre todo, Chernobyl (como consecuencia del uso de la energía nuclear para la producción de electricidad, que hace aumentar considerablemente la incidencia porcentual de determinados tipos de cánceres); Bhopal y Seveso (como consecuencia de las dioxinas); Alaska-ExxonValdez, La Coruña y otras muchas (como consecuencia de la contaminación de los océanos por el transporte del petróleo); el Golfo Pérsico (como consecuencia de la guerra por el control de los pozos petrolíferos). A la hora de valorar las consecuencias previsibles de los factores que componen lo que llamamos crisis ecológica hay que tener en cuenta, además, otro factor importante: la constante transferencia de energías, tecnologías, residuos y productos elaborados particularmente peligrosos desde las zonas más ricas del planeta a las zonas pobres, o empobrecidas, y de las regiones más desarrolladas de cada Estado o Comunidad a las menos desarrolladas y, por tanto, con menos defensas institucionales y legales para combatir los potenciales efectos negativos. Además de globalizar aún más la crisis ecológica este proceso contribuye a empeorar la situación de aquellos países y regiones que están ya en mala situación. [Información sobre diferentes aspectos de la crisis mencionados: H.Meadows, D. Meadows, J. Randers, Más allá de los límites del crecimiento.El País/Aguilar, Madrid, 1992; B. Commoner, En paz con el planeta. Critica, Barcelona, 1992; A: King/B. Schneider, La primera revolución mundial. Plaza y Janés, 1991; Informe Brundtland, Nuestro futuro común. Alianza, Madrid, 1988; E. Daly y otros, Crisis ecológica y sociedad. Valencia, Alfons el Magnanim, 1997]. Conviene hacer algunas consideraciones de tipo metodológico antes de entrar en la discusión sobre ética medioambiental. 1º No existe en nuestro mundo naturaleza virgen y, por tanto, la búsqueda o la restauración de la naturaleza intocada es para los humanos una contrautopía desde hace mucho tiempo. Sólo hay naturaleza humanizada. A pesar de ello, o precisamente por ello, es comprensible que los hombres y mujeres de nuestra época oscilen habitualmente entre el retorno añorante a la “naturaleza perdida” y el avance hacia la naturaleza en búsqueda de una nueva armonía. 2ª La naturaleza (considerada en su globalidad) es amoral, carece de toda moralidad: en el sentido de que no hay en ella principios sobre normas, costumbres y comportamientos; por tanto, la naturaleza permanece muda sobre uno de los problemas que más nos preocupa a los hombres, el problema del mal. La maravillosa visión del cielo estrellado sobre mí tal vez me ponga en disposición anímica de luchar contra el mal en esta tierra, pero la ley moral no viene de tal visión. La ley moral es cosa nuestra, de los humanos. No podemos pedir a la naturaleza reciprocidad moral. El discurso práctico sobre la ley moral incluye, claro está, numerosas fábulas antropomorfizadoras de la naturaleza, pero esas fábulas no quitan ni ponen sobre la amoralidad de la naturaleza; sólo están indicando que probablemente los humanos no podemos vivir sin metáforas. (Esta consideración, de origen naturalista, está ahora en discusión, como se verá más adelante). 3º De la Ecología, o sea, de la consideración científica de las interrelaciones entre las especies (una de las cuales, pero sólo una, es el hombre) y su medio natural, el medio en que viven estas especies (en que vivimos) no se sigue lógicamente (en el sentido de no se deduce) una ética ecologista y menos aún un sólo punto de vista o paradigma ecologista. La Ecología, tal como la conocemos actualmente, proporciona algunas de las condiciones de posibilidad para que el hombre de finales del siglo XX pueda vivir en paz con la naturaleza, en armonía con su medio; pero la Ecología no dice cómo el hombre habrá de actuar y comportarse en la práctica para lograr esto: ni siquiera implica que para los hombres haya una, y solo una, manera de vivir en paz con la naturaleza. 4º No sólo hay varios ecologismos posibles sino que existen ya, en el mundo actual, diversas manifestaciones de estos distintos tipos de ecologismo. Elegir entre ellos, decidir acerca de qué ecologismo para el final de siglo, es algo que acaba implicando también a los ideales de las personas y de los grupos sociales. La crisis ecológica tiene varios planos. Y se produce, además, en el mundo contemporáneo, en íntima relación con crisis sociales y culturales, en la medida, justamente, en que la actividad de los hombres es un factor muy importante de aquélla. Teniendo esto en cuenta, o sea, juntando la preocupación ecológica y la preocupación por los problemas socioculturales, se puede argumentar a favor de una economía ecológicamente sustentable y de una ecología política de la pobreza que aspira a la igualdad social pero trata de ser respetuosa con la diversidad natural y sociocultural. [Desarrollo de este punto en F. Fernández Buey/J. Riechamnn, Ni tribunos. Siglo XXI, Madrid, 1996] Qué normas para afrontar los diversos problemas, locales y globales, que hemos caracterizado como crisis medioambiental. El alto grado de depredación del entorno natural por los humanos es un hecho reconocido. La conciencia de que esta depredación y esta crisis es un mal (para el entorno, para muchas especies animales y vegetales y para el hombre mismo) está ya suficientemente extendida y aceptada. La conciencia de la importancia de los problemas medioambientales ha contribuido a cambiar el concepto de lo que deba ser la relación entre hombre y naturaleza en el fin de siglo. Tales son los datos. De estos datos se sigue la necesidad perentoria de ecologizar las consideraciones éticas. La mayor parte de las corrientes filosóficas actuales han tratado de reformular las propias concepciones atendiendo a esta problemática. Hoy en día se suele distinguir entre ética del medio ambiente y ética para el uso (humano) del medio ambiente: ética homocéntrica o ética biocéntrica (y anti-antropocéntrica). Una ética del medio ambiente basada en la tesis de que el ser el humano es la medida de todas las cosas o una ética del medio ambiente en la que el ser humano es considerado como una entidad entre otras en la bioesfera, parte de una “comunidad biótica” (Aldo Leopold). La ética biocéntrica se regiría por el principio de que “algo es bueno” (justo, aceptable, etc.) cuando tiende a preservar la integridad, la estabilidad y la belleza de la comunidad biótica, y es malo (injusto, inaceptable, equivocado, etc.) cuando tiende a destruir, mutilar o alterar esta comunidad”. Este punto de vista argumenta luego que hay una ética más fundamental, primaria y holística sobre la que tendrían que basarse todas las demás éticas particulares. Y a veces este punto de vista se expresa afirmando la existencia de un nuevo paradigma que tiene que derivarse de la ecología y/o de la biología (panvitalismo). La ética homocéntrica se basa en la idea de que la protección del medio ambiente es necesaria para el propio bienestar de los humanos por lo menos a medio y largo plazo. La extinción o desaparición de especies animales, vegetales o minerales constituye un riesgo para la continuidad misma de la especie humana sobre la tierra y, por tanto, debemos protegerlas porque con ello protegemos los intereses de nuestra especie. Los principales problemas medioambientales revelan conflictos entre intereses humanos y ése es, precisamente, el ámbito de nuestras actuaciones. Pero, por otra parte, es evidente que en ciertos casos los intereses más o menos inmediatos de la especie humana entran en conflicto con la continuidad de determinadas especies animales o vegetales. Esto ha llevado a algunos autores a considerar que una ética del medio ambiente puramente homocéntrica es inadecuada y que la ética del medio ambiente tiene que incluir en el reino moral a seres no humanos. La pregunta es entonces qué entidades no humanas tiene que tomar en consideración la ética medioambiental: ¿sólo los animales, también las plantas o incluso todos los denominados objetos naturales (por ejemplo minerales) que componen un paisaje? La discusión, en este punto, está en sí los objetos naturales tienen o pueden tener personalidad jurídica o poseen cierto rango moral. Si la clase de objetos dignos de consideración moral, que poseen valor inherente todas las especies que pueden recibir beneficio o daño. A primera vista esta idea de que seres y entidades no humanas puedan ser objeto de derechos rompe con la tradición ético-jurídica más extendida Pero debe tenerse en cuenta la evolución de la historia de la humanidad en este aspecto, que es la historia de la ampliación constante de los derechos. Ferrater/Cohn defienden que, en principio, una ética biocéntrica es mucho más favorable que una homocéntrica a todos los esfuerzos encaminados a cuidar y proteger el medio ambiente al introducir la idea de “derechos objetivos” o “valores”. Pues desde ese punto de vista se puede intervenir en la resolución de conflictos peliagudos entre hombres, animales y “objetos naturales” constantemente planteados por la civilización industrial. “El único problema es que parece una tarea hercúlea por no decir imposible”. La discusión se centra en la pregunta qué es lo que hace a un ser intrínsecamente bueno y cómo podemos saber qué objetos son inherentemente buenos. Esas preguntas remiten a una célebre discusión histórica de carácter ético-teológico. Supongamos que los términos “bondad” y maldad” son aplicables a comportamientos y conductas animales no-humanas. Si la respuesta a la pregunta fuera que todo lo que hay es naturalmente o intrínsecamente bueno, entonces: a) Se estaría ante una ampliación radical de la idea de la bondad originaria del hombre natural (la que dió origen al mito del “buen salvaje”) sólo que aplicada, por extensión, a todo lo naturalmente existente. Pero esa idea choca de plano con algunas constataciones muy evidentes puestas de manifiesto por los naturalistas: la vida en la naturaleza prehumana está llena de conductas y comportamientos que en el lenguaje ético humano calificaríamos de “crueles”. Los ejemplos tal vez más extremos, pero en absoluto únicos, son el de los icneumónidos, grupo de avispas que pasan su vida larvaria como parásitos en las orugas de la mariposas, pulgones y arañas devorando primero las masas adiposas y los órganos digestivos de éstas pero respetando el corazón y el sistema nervioso con el objeto de que la oruga se siga manteniendo viva; o, entre miembros de una misma especie, o el de la mantis religiosa; b) correríamos el riego de no atrevernos a modificar nada si deseamos obrar moralmente; pero no sólo estaríamos obligados a postular también a ciertas especies animales conductas o comportamientos contrarios a lo que ha sido hasta ahora la evolución de ls especies (hay muchos y buenos ejemplos literarios de adónde conduciría este punto vista. Cf. Saltykov ). Y si consideramos que sólo algunas cosas lo son, entonces hace falta algún principio y criterio definidor que nos permita distinguir entre objetos buenos y los que no lo son; o para definir los grados de bondad inherentes en distintos objetos o clases de objetos. Una ética bicéntrica del medio ambiente sin criterio definidor previo (Paul W. Taylor) lleva a la conclusión de que matar porque sí una flor silvestre rara es moralmente peor que matar a una persona en defensa propia en la medida en que lo primero es arbitrario y lo segundo no.Cohn/Ferrater limitan la clase de seres con valor intrínseco a las criaturas sintientes: solamente tenemos derechos para con los seres sintientes: los animales tienen derechos, incluyendo el derecho a la vida y a no sufrir inutilmente.Si el placer es un bien y el dolor es un mal para animales humanos lo mismo ha de ocurrir con animales no humanos que pueden experimentar también estas sensaciones. La discusión aquí es si los derechos se tienen que relacionar exclusivamente con la posibilidad de razonar o de hablar: conciencia y autoconsciencia (Peter Singer) y si ésta se expresa exclusivamente en lo que llamamos inteligencia. En última instancia se trata de llevar el relativismo cultural, hasta ahora limitado, a la consideración de las diferencias entre humanos, al mundo animal. Taylor se pregunta, por ejemplo, ¿por qué habría que suponer que los patrones basados en valores humanos han de ser los únicos criterios válidos para determinar el mértio y, por consiguiente, los únicos signos de superioridad? El desarrollo de la dscusión remite ya al tema sobre los derechos de los animales. UN EJEMPLO DE ÉTICA ES EL SIGUIENTE TEMA PROPUESTO: Sobre el nacer y el morir. Controversias contemporáneas acerca del aborto y la eutanasia Aborto En los Estados Unidos de Norteamérica la controversia sobre el aborto ha sido calificada de nueva versión de las terribles guerras de religión de la Europa del siglo XVII. Probablemente esto es una exageración que tiene que ver con la paradójica ambivalencia norteamericana hacia la religión y con la violencia verbal con que, en determinados momentos, han chocado allí dos extremos: el fundamentalista religioso y el movimiento de liberación de las mujeres. Pero también en otros países ha ocurrido algo parecido: en Irlanda y en España, en Alemania después de la reunificación, en Polonia y en Italia en los últimos años. En varios momentos y países la controversia pública ha estado marcada por la afirmación de principios morales contrapuestos y por la intolerancia. Si se ha de juzgar por lo visto y oído en algunos de los debates sobre el aborto en los medios de comunicación, parece que habría que concluir que esta es una de las cuestiones públicas contemporáneas en que no hay posibilidad de acuerdo entre las partes. Como en el caso de la controversia sobre objeción de conciencia/insumisión, tiene aquí importancia atender a la forma en que se ha configurado el derecho y la legislación en esta materia: si mediante pactos legislativos o políticos, o por imperativo legal de la Corte Suprema y de los Tribunales constitucionales, como en EEUU (1973, caso Roe versus Wade). Se puede justificar la importancia de esta distinción teniendo en cuenta que la controversia moral sobre el aborto deriva en seguida, en nuestras sociedades, hacia la controversia jurídica (penalización o despenalización total o parcial). Sin embargo, varias las aportaciones teóricas contemporáneas, en el campo de la filosofía moral y jurídica, parten de la convicción de que, a pesar de las discrepancias morales sobre el aborto, es posible y deseable encontrar criterios para un acuerdo: convivir discrepando sobre el aborto tal como se discrepa en otros temas [véase, por ejemplo: R. Dowrkin en El dominio de la vida]. Entonces se plantea la cuestión de si puede haber acuerdo entre dos posturas que en principio parecen irreconciliables, a saber: a) que las mujeres tienen el derecho fundamental a tomar sus propias decisiones en materia de aborto (argumento principal del feminismo contemporáneo) y b)que el aborto es un asesinato que viola los derechos e intereses más fundamentales de la persona por nacer (argumento principal de la iglesia católica y de los grupos pro-vida). Para propectar esa vía, que a veces se califica de convivencial, lo primero que hay que hacer es tratar de especificar sobre qué versa realmente el debate. La discusión corriente a este respecto se puede resumir en esta pregunta ¿es el feto un indefenso niño no nacido con derechos e intereses propios desde el momento de la concepción, en cuyo caso el aborto sería un asesinato, o no lo es y, por tanto, debe permitirse el aborto en cualquier circunstancia? Una de las partes de la controversia mantiene la creencia de que el feto humano es ya un sujeto moral desde el momento mismo de la concepción. La otra parte considera que el feto es un conjunto de células sólo bajo el control del código genético: como un huevo recién fertilizado respecto del pollo, como la bellota respecto del roble. Así planteado el debate sería una cuestión de convicciones morales (o más en general: de concepción del mundo y de la vida) básicas. Y en esos términos polarizadores no puede haber, en efecto, pacto, acuerdo o compromiso entre personas con principios morales radicalmente distintos, porque las dos partes no tienen nada sobre qué razonar o ser razonables (Dowrkin, 18). Para ser justos hay que añadir, sin embargo, que la oposición de principios no se reduce a la que enfrenta hoy habitualmente al feminismo militante con la iglesia católica. Viene de más lejos y tiene carácter intercultural: El Juramento hipocrático no era cristiano y era antiabortista (frente a la posición defendida por otros filósofos griegos eminentes); antes de que el feminismo contemporáneo hubiera visto la luz el Marqués de Sade, en La Philosophie dans le boudoir, exponía con toda crudeza un argumento que muchas feministas actuales rechazarían: ”No temas al aborto en absoluto. Se trata de un crimen imaginario. Nosotras somos las dueñas de lo que llevamos en nuestro vientre. Y si destruimos esa especie de materia no hacemos más que cuando, por necesidad, purgamos la otra por medio de medicamentos”. Una forma posible de salir del dilema de las oposiciones morales de principio es la que propone Judith Jarvis Thompson [“Una defensa del aborto”, en AAVV, Debate sobre el aborto] en un ensayo que se ha convertido en un clásico numerosas veces citado y discutido. En lo esencial este punto de vista consiste en admitir el punto de partida o la convicción esencial de la otra parte para, a continuación, mostrar que, contra lo que parece y se dice habitualmente, no tiene por qué seguirse de ella la conclusión habitual contraria a la despenalización. En efecto, el punto de vista de JJ Thompson es que, aun admitiendo que el feto sea una persona desde el momento mismo de la concepción se puede argumentar la defensa del aborto tanto en el plano moral como, sobre todo, en el plano jurídico. Esta argumentación se basa en contraponer dos derechos a la vida (el derecho del feto y el derecho de la madre), rechazar luego que el derecho del feto sea más fuerte que el derecho de la madre (por lo que no se podría permitir el aborto), mantener (metafóricamente) que “la madre es dueña de la casa”, discutir que el derecho a la vida (en este caso del feto) incluya el derecho “a usar o a disponer de forma continua del cuerpo de otra persona, aunque se necesite para la vida misma” (JJT, 20) y acabar concluyendo, a través de una curiosa analogía, que no se puede exigir por ley a las mujeres la aceptación de un derecho que incluya esto último. Pues tal cosa no sería moralmente sana ni legalmente correcta. JJT ilustra esta conclusión distinguiendo entre dos comportamientos típicos, el del “buen samaritano” y el del “samaritano mínimamente decente”: ninguna ley obliga a un hombre a que sea un samaritano mínimamente decente, pero las leyes de la mayoría de los estados obligan a las mujeres a comportarse como lo haría el buen samaritano. La argumentación de JJT ha provocado objeciones y algunas dudas. Expondré las más importantes. En primer lugar está la aceptación del supuesto de que el feto sea una persona. Ya esto suscita dudas. ¿Se puede dar por sentado, como hace JJT (sin creer en ello y sólo a afectos de la argumentación discursiva en el plano ético-jurídico) que el feto es una persona desde el momento de la concepción? ¿No es eso empezar obviando una cuestión importante? Se puede contestar que esta forma de argumentar permite concentrarse en lo que más importa, a saber: cómo se puede pasar de la afirmación según la cual el feto es una persona a la afirmación de que hay que prohibir el aborto. Pero JJT margina así una pregunta que podemos considerar preliminar: cómo se pasa del reconocimiento de hecho de la vitalidad del feto, en tanto que embrión de persona, a la tesis de que el feto es una persona. La cualidad de persona es una afirmación moral, una prescripción, un juicio de valor que no se sigue del reconocimiento de la vida del por nacer. Esta última es una cuestión opinable y controvertida y no puede ser decidida por mayoría. Por lo que, sin aceptar la premisa, se puede llegar por otra vía a la conclusión de que no tiene fundamento la pretensión antiabortista de imponer jurídicamente a todos su propia ley moral. En segundo lugar, se ha discutido mucho, y desde distintos puntos de vista, la adecuación de la analogía que propone JJT para tratar de probar que el aborto no es un asesinato: la situación de una persona obligada a sacrificarse por un violinista hospitalizado en peligro de muerte a la que nadie acusaría de tal cosa si exigiera su desconexión de los aparatos que siguen dando vida al violinista. El uso en ese contexto analógico del término “secuestro” (para comparar la situación de la madre embarazada con la de la persona obligada a estar conectada al sistema circulatorio del violinista en peligro) no parece particularmente adecuado. También provoca objeciones en ese contexto la expresión “la madre es dueña de la casa” para reforzar el argumento en favor del derecho prioritario de la embarazada. Esta expresión choca por lo general con convicciones morales establecidas (no sólo cristianas) que se manifiestan intuitivamente en favor del “derecho del más débil” o del “indefenso”, en este caso del “por nacer” [cf. a este respecto la argumentación de José I. González Faus, “El derecho de nacer. Crítica de la razón abortista”. Cristianisme i Justicia, Barcelona, 1994]. La discusión del uso de la palabra “derecho” es relevante en este contexto. Y conviene distinguir con claridad entre la dimensión jurídica y la dimensión moral del problema: qué es deber (en el sentido de moralmente decente y en el sentido de legalmente requerido) [cf. Luigi Ferrajoli, “Il problema moral e il ruolo de lla legge”, CM, mayo/junio, 1995, pág. 41 y ss.]. Una cosa es decidir sobre si el aborto es moralmente lícito y otra si, con independencia de lo que se piense acerca de su inmoralidad, es moralmente lícito pretender o tolerar su castigo, si es moralmente lícito o ilícito su castigo como delito. Se puede decir que en este punto la posición pro-vida confunde o identifica por lo general derecho y moral. La ética laica, en cambio, reivindica la recíproca autonomía entre derecho y moral. Conviene, pues, distinguir preliminarmente tres cuestiones: 1) significado moral de la tesis de que el aborto es inmoral en tanto que significa matar a una persona; 2) papel del derecho penal en materia de aborto, con independencia de que se admita o no que sea inmoral; 3) hasta qué punto queda lesionada la libertad personal de la mujer como persona por la prohibición penal del aborto y la consiguiente obligación jurídica de devenir madre (prohibición que ha producido muchas muertes de mujeres a lo largo de la historia). En su replanteamiento de estos problemas R. Dowrkin propone identificar y eliminar una confusión intelectual muy extendida para propiciar una resolución jurídica de la controversia, una resolución que, según él, es responsable, que no insulta ni degrada a ningún grupo y que todos pueden aceptar sin menoscabar el respeto a sí mismos (19). Para ello hace una distinción que considera crucial entre: La objeción al aborto de carácter derivado: que los fetos son criaturas con intereses propios desde el comienzo, lo que incluye el interés de mantenerse vivos, y que, por tanto, los fetos tienen el derecho que tienen todos los humanos a proteger esos intereses básicos, incluido el derecho a que no les maten. De donde se sigue que abortar es inmoral y que, por tanto, el gobierno, cualquier gobierno, tiene la responsabilidad de proteger al feto (como a cualquier otra persona) prohibiendo o regulando el aborto. La objeción al aborto de carácter autónomo: la vida humana tiene un valor intrínseco, innato, porque es sagrada en sí misma incluso antes de que la criatura tenga movimiento, sensación, intereses o derechos propios. Desde este punto de vista el aborto es inmoral y/o problemático porque desatiende el carácter sagrado de la vida humana. La idea de que el aborto es un pecado o un acto perverso porque la vida humana es sagrada es muy distinta de la afirmación de que es un pecado o un acto perverso porque el feto tiene derecho a vivir. En el primer caso no se presupone que el feto sea una persona con derechos e intereses propios. Las consecuencias de una y otra posición son muy distintas para la cuestión jurídico-política de si el Gobierno debería prohibir o permitir el aborto y de cuándo debería hacerlo. Que es lo que habitualmente se discute cuando está en juego la despenalización o no del aborto. Desde luego, no todo el mundo estaría dispuesto a aceptar que sólo se discute eso o que se discute primordialmente eso cuando discutimos sobre el tema del aborto [cf., por ejemplo, la objeción de González Faus desde el punto de vista cristiano]. Para estar dispuesto a admitir este desplazamiento o esta reducción de la cuestión hay que aceptar previamente dos cosas: 1ª que en nuestras sociedades hay de hecho éticas distintas que pueden convivir civilmente y 2ª que reservamos, por el momento, las consideraciones antropológico-filosóficas en favor de la resolución de los problemas prácticos. Esta manera de proceder se entiende mejor teniendo en cuenta lo que RD llama “la filosofía desde dentro”: ”La teoría puede conectar con la práctica de dos modos o en dos direcciones. Puede conectar con ella desde fuera hacia adentro: podemos construir teorías generales de la justicia, de la ética personal o de la interpretación constitucional a partir de presupuestos generales acerca de la naturaleza humana, la estructura de lenguaje o del pensamiento, o de los primeros principios de alguna otra índole, y luego intentar aplicar esas teorías generales a problemas concretos. O podemos proceder en la dirección opuesta, desde dentro hacia afuera, que es lo que intentamos hacer. Podemos empezar por problemas prácticos, como la cuestión de si ley debería permitir alguna vez el aborto o la eutanasia, y, si es así en qué circunstancias, y entonces preguntar qué cuestiones generales de naturaleza filosófica o teórica debemos afrontar para resolver esos problemas prácticos” [R. Dworkin, El dominio de la vida. Barcelona, Ariel,1994. En cierto modo, la distinción entre objeción de carácter derivado y objeción de carácter autónomo, que RD llama crucial, es otra forma de distinguir con propiedad entre la cuestión moral y la cuestión jurídica. De hecho la argumentación tradicional sobre aborto (y sobre eutanasia) empieza con la declaración de los principios éticos más generales y luego, cuando entra en la casuística, tiende a debilitar los principios inicialmente afirmados para resolver la contraposición práctica entre derechos o los casos en que la injusticia derivada de la aplicación de los principios generales resulta más llamativa. Pero en la controversia corriente se confunden las dos objeciones de que habla RD. Si esas dos objeciones se distinguen con claridad entonces mejora la posibilidad de un diálogo racional al respecto. El centro de la argumentación de RD es que la afirmación de carácter derivado, según la cual el feto es plenamente una persona moral, con derechos e intereses de igual importancia que los de cualquier otro miembro de la comunidad moral, aunque aparece habitualmente en la retórica provida, sólo es creida por muy pocas personas, y que el desacuerdo que divide a las personas es menos polarizado y se refiere a la mejor manera de respetar una idea fundamental que casi todos compartimos de una forma u otra, a saber: que la vida humana individual es sagrada. O sea, que la objeción principal, que hay que discutir, es de carácter autónomo y no derivado. Se puede considerar que éste es un punto de vista pragmático de tratar la cuestión. Consiste en poner el acento en lo que se supone que la gente cree realmente a este respecto, no en lo que dice retóricamente cuando entra en la polémica pública. Hay evidencia de que las cosas son así realmente. Una de esas evidencias es el análisis de los resultados de las contradicciones en las opiniones sobre el aborto reveladas por la encuestas (tanto en EEUU como en otros lugares). La contradicción principal es entre: a) la continua y extendida condena moral del aborto (por ejemplo, en EEUU alrededor del 37% considera que “el aborto es exactamente tan malo como matar a una persona que ya ha nacido; es un asesinato”; otro 11,5,% considera que el aborto es un asesinato, aunque no tan malo como matar a alguien que ya ha nacido; y otro 28% considera que no es asesinato, pero sí implica el sacrificio de una vida humana), y b) la creencia, también muy extendida, de que el aborto no debería ser prohibido por la ley: casi el 50% acepta que una mujer debería poder abortar si así lo decide, sin importar el motivo, y sólo el 10% cree que el aborto debería ser ilegal en cualquier circunstancia. RD pone de manifiesto que esos resultados son desconcertantes o contradictorios sólo si se interpretan a la luz de la concepción de carácter derivado, según la cual el feto tiene derechos e intereses propios. Pues, en efecto, nadie puede sostener coherentemente que el feto tiene derecho a que no le maten y al mismo tiempo sostener que es inmoral o injusto que el Gobierno proteja ese derecho a través de la ley penal. Estaríamos ante una inconsecuencia. Pero no existe incoherencia o inconsecuencia si analizamos los mismo datos a la luz de la concepción autónoma, o sea, no hay contradicción entre la convicción de que es intrínsecamente inmoral poner fin deliberadamente a una vida humana y creer que la decisión de poner fin o no a una vida humana durante la primera etapa del embarazo debería dejarse a la mujer embarazada, cuya conciencia está directamente conectada con la decisión y que es titular de los intereses en juego más importantes (23-24). Esto último es coherente con la tradición de libertad de conciencia de las modernas democracias pluralista. Al analizar las opiniones de los dos bandos, que llama “conservadores” y “liberales”, en el debate público, RD muestra que en ambos partes existe un amplio abanico con diversos grados de opinión: un análisis detallado de la mayor parte de la opinión conservadora sobre el aborto revela que ésta es contradictoria con la suposición de que el feto tiene derechos desde el momento de la concepción. Y un análisis detallado de la mayor parte de la opinión liberal muestra que ésta no se basa exclusivamene en el presupuesto de que el feto no tiene tales derechos. Por ejemplo, la opinión de que un aborto tardío es peor que un aborto temprano no parece que sea más claramente liberal o más claramente conservadora que su opuesta. O, por ejemplo, la iglesia católica ha cambiado de opinión a lo largo de la historia acerca de cuándo hay que considerar persona al feto: si en el momento mismo de la concepción o en algún momento posterior; en una primera fase histórica la condena del aborto por la Iglesia católica se basaba en la idea de que el aborto es inmoral porque insulta el don de Dios de crear vida (lo que es congruente con la opinión de que el feto se convierte en persona en el momento mismo de la concepción sino en un periodo posterior del embarazo); ahora, en los últimos tiempos, se basa en la afirmación, de carácter derivado, según la cual el feto es una persona con derecho a que no la maten. Esta posición no es compartida por muchos católicos que creen que el aborto debería ser legal en muchas o en todas las circunstancias. Incide en lo mismo el que se admitan excepciones como, por ejemplo, que el aborto debería permitirse cuando es necesario salvar la vida de la madre, o cuando el embarazo es consecuencia de una violación o de un incesto; lo cual es contradictorio con cualquier creencia que diga que el feto es una persona con derecho a la vida. Si se pensara en serio que el feto es sujeto de intereses y derechos, y en particular del derecho a la vida, éstos no cambiarían por el hecho de que el embarazo fuera consecuencia de una violación. Por otra parte, en el lado “liberal” se suele considerar que el aborto no es nunca permisible para una razón meramente trivial o frívola, o por el capricho de la madre sobre el sexo de feto. Si se considera en serio que el aborto no es problemático porque la mujer tiene derecho a usar como quiera su propio cuerpo, que es una cuestión de “libre elección” individual de las mujeres, entonces no se ve por qué habría que hacer excepción al principio cuando, por ejemplo, el motivo aducido es un viaje o que no se desea tener una niña, pongamos por caso. Esto remite a la misma consideración: también aquí hay consideraciones positivas que reconocen el valor intrínseco de la vida humana. Otra razón aducida por RD para replantear el debate en los términos propuestos sería la siguiente: que es muy difícil dar sentido a la idea que postula que el feto tiene intereses propios, en particular un interés en no ser destruido, desde el momento de la concepción. Pues para que algo tenga intereses no basta con que esté vivo. Ni siquiera es suficiente para que algo tenga intereses que esté de hecho en camino de convertirse en un ser humano completo. Se puede decir, más en general, que hay interés en evitar el dolor. Pero un feto no puede ser consciente del dolor hasta el final de embarazo porque hasta entonces su cerebro no está lo suficientemente desarrollado. Aproximadamente a la séptima semana desde la concepción hay cierta actividad eléctrica cerebral en el tronco del cerebro del feto y éste es capaz de movimiento reflejo. Pero no hay ningún fundamento para creer que el dolor es posible antes de que se produzca la conexión entre el tálamo del feto y su neocortex en desarrollo (con toda seguridad después de la segunda mitad de la gestación, aunque éste es un asunto actualmente en discusión: 22-23 semanas de gestación). En cualquier caso, se puede considerar falaz el argumento según el cual cualquier feto tiene intereses desde el momento de su concepción aduciendo lo que ha llegado a ser por no haber sido abortado: eso es un contrafáctico. Y se puede considerar retórica o demagógica la presentación que a veces se hace de imágenes distorsionadas que pretenden mostrar el dolor del feto ya en las primeras semanas de la gestación. Tal vez lo más característico de un punto de vista pragmático o, como se dice a veces, convivencial, de abordar este tipo de problemas es renunciar de entrada a la resolución de los mismos por la vía de la violencia. Muchas veces se ha dicho (Hegel, por ejemplo) que entre derechos iguales o equivalentes decide la violencia. Y que ahí está el origen de la tragedia humana. Es muy posible que esta afirmación tenga que ser considerada como un buen candidato a la verdad histórica (sobre todo porque, en general, hacía referencia a los derechos sociales). Pero tampoco se puede descartar que cuando hablamos de aborto no estemos ante un caso así. No en balde muchas veces se opone el “derecho del por nacer” al derecho de la madre como derechos equivalentes. Y la violencia (en un sentido amplio) sigue existiendo: tanto en el caso del aborto como en el caso de muchos embarazos no deseados que conducen al parto. Lo que el punto de vista pragmático (o el desplazamiento de la cuestión hacia su resolución jurídica) implica no es propiamente, pues, la desaparición de toda violencia en este mundo sino sólo y exclusivamente de la violencia social que supone imponer a otros por la vía penal un punto de vista ético (o una concepción del mundo) que no comparten ni pueden compartir. Se puede concluir, por tanto, que este planteamiento permite poner de manifiesto, con toda claridad, la existencia de una asimetría en las posiciones inicialmente éticas: mientras que una parte supone implícitamente que toda la sociedad debe regirse por las mismas convicciones morales acerca del aborto e implica en esa suposición la penalización jurídica del aborto (entendiendo la tolerancia, cuando la entiende, de una forma casuística, o como simple reconocimiento de situaciones eximentes), la otra parte admite la discrepancia moral, respeta las razones por las cuales muchas mujeres se niegan a abortar en cualquier circunstancia, reconoce la violencia que representa el acto mismo de abortar, critica por ello la consideración frívola del aborto como capricho y exige la despenalización en un amplio número de supuestos (lo que no obliga a quien discrepa del punto de vista laico). Por todo eso la mayoría de los defensores del aborto como un derecho de las mujeres suelen declarar de entrada: 1) que esperan que algún día no exista el problema de la interrupción voluntaria del embarazo, y 2) que siendo esto un derecho de la mujer “no es precisamente el más gozoso de los derechos” [véase J.V Marqués en Morowitz y Trefil citado en Bibliografía] Con todo, queda un problema al que apuntaba JJT en su artículo, a saber: la acción obligada de “un tercero” en el acto mismo del aborto terapéutico (el médico o la médica). La legislación vigente en la mayoría de los países deja de hecho en manos del médico si no la decisión final, sí, al menos, el informe preceptivo que permite llegar a la decisión. Es natural teniendo esto en cuenta (y la existencia de la objeción moral de algunos médicos, sobre todo en países de cultura católica) que este punto se haya convertido últimamente en centro de nuevas discusiones. Eutanasia Tampoco la controversia sobre la eutanasia es exclusiva de nuestro tiempo. Pero se ha convertido en una cuestión pública ampliamene debatida en los últimos tiempos por varios motivos: por la alteración relativamente reciente, en el ámbito de la medicina, de la noción de “muerte”, por el considerable aumento de las posibilidades tecnológicas de mantenimiento artificial de la vida de las personas y por la aparición, en la mayoría de los países, de asociaciones que defienden no sólo la moralidad de la eutanasia sino también su despenalización. El procesamiento y encarcelamiento de médicos que, en EEUU, Alemania y Holanda principalmente, han declarado públicamente haber ayudado a “bien morir” a pacientes en estado comatoso o con enfermedades irreversibles contribuyó a dar publicidad a una controversia que inicialmente se estaba produciendo en el seno de comisiones o comités deontológicos de las asociaciones médicas. En nuestro país el caso de Ramón Sampedro, ampliamente divulgado por los medios de comunicación, ha actuado como revelador de las distintas posiciones al respecto [ver las resoluciones legales sobre el caso en María Casado, La eutanasia. Aspectos éticos y jurídicos, pag.- 63 y ss. cit. en Bibliografía]. Por otra parte conviene tener en cuenta a este respecto que así como la cuestión de aborto puede no afectar de manera directa a muchas personas (en el sentido de que nunca han tenido o tendrán que decidir personalmente sobre el asunto) la cuestión de la muerte (y por implicación el asunto de la mejor manera de acabar) nos concierne absolutamente a todos. Y nos obliga a reflexionar con conocimiento de causa no sólo sobre la muerte que queremos para nosotros mismos sino muchas veces sobre lo que deseamos para los seres más próximos. Naturalmente esta reflexión no tiene por qué ser suscitada sólo por la controversia acerca de la eutanasia, pero también es evidente que tal controversia ha suscitado en las últimas décadas una reflexión más general sobre la muerte y el sentido de la vida humana [C. Everett Koop].Podría decirse incluso que es en torno a este tema como ha empezado a configurarse en los últimos tiempos una ética laica, secularizada, que tradicionalmente, y salvando excepciones, dejaba el tema de la muerte a la consideración exclusiva de las éticas de raíz religiosa. Todavía hoy parece que se puede decir con verdad que no hay una cultura laica de la muerte. Para entrar en la controversia acerca de la eutanasia con todos los datos precisos conviene empezar por un repaso de las nociones filosófico-literaria y científica de “muerte”. La lectura de Philipee Ariès, Essai sur l´histoire de la mort á l´Occident du Moyen Age á nos jours. [Seul, París, 1975] puede ayudar a este respecto. Y se puede complementar con la lectura de uno de los mejores relatos de Tólstoi: Ivan Ilich. Por lo que hace a la noción científica de “muerte” hay que decir que en los últimos tiempos se ha pasado de la idea de cesación de las funciones vitales (respiración o de los latidos del corazón) a la idea de “muerte cerebral”: encefalograma plano, isoeléctrico, con una línea horizontal. Ya este paso sugiere, entre otras cosas, una cierta medicalización y tecnificación del asunto: no es sólo que el médico tenga que firmar el acta de defunción del enfermo (función tradicional) sino que en muchos casos de estados comatosos sólo el médico (ayudado tecnológicamente, desde luego) puede decidir acerca del momento de la muerte del enfermo. [Sobre algunos de los problemas implicados en esto se puede consultar Quadern CAPS nª 23, Barcelona, otoño de 1995, dedicado a “La atención hospitalaria al enfermo moribundo”]. Eutanasia quiere decir, literalmente, buena muerte, bien morir, muerte feliz o pacífica (sin padecimientos, sin dolor y rápida). Esta es un definición en principio neutra y, como tal, no resulta problemática, ni en lenguaje ordinario ni en la discusión filosófico-moral. Todo el mundo está de acuerdo en que esa es la mejor forma de acabar el ciclo de la vida. Pero de hecho en los debates recientes sobre eutanasia se entiende que con tal término se alude a una acción positiva por la que se quita la vida o se ayuda a morir a un enfermo próximo a la muerte y que lo pide de una forma continuada. responsable y a veces ampliamente argumentada (como en el caso mencionado de Ramón Sampedro). En lo esencial el debate moral versa sobre si se debe o no prolongar lo más posible la vida de otra persona aun si ésta (1) afirma que no quiere seguir viviendo, (2) se halla en estado de gran sufrimiento, (3) se halla en algún profundo estado comatoso, (4) parece que tiene muy pocas probabilidades de seguir viviendo una existencia que la mayoría de las personas considerarían “normal” o “digna”. Una manera de reducir la controversia actual por la vía nominalista es distinguir la eutanasia, tal como acaba de ser definida, de la ortotanasia (no prolongación, irracional o desproporcionada) de la vida de un enfermo próximo a la muerte), de la distanasia (encarnizamiento terapéutico) y de la cacotanasia (mala muerte, quitar la vida al enfermo sin conocer su intención o en contra de su voluntad) [En este sentido se pueden ver los trabajos de J. Gafo, director de la cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas]. Pero la controversia contemporánea ha puesto los acentos sobre todo en la distinción entre eutanasia voluntaria (cuando la persona la solicita o requiere, expresa el deseo de poner fin a su vida) y la eutanasia involuntaria (cuando se pone fin a la vida de una persona sin expreso deseo o requerimiento de ésta, porque la persona es ya incapaz de expresar una opinión o deseo). Otra distinción recurrente es la que se establece entre eutanasia pasiva (dar por terminados cualesquiera medios excepcionales empleados para seguir manteniendo la vida de la persona) y eutanasia activa (obrar de un modo directo para acelerar el fin, como, por ejemplo, administrar una droga letal). Durante algún tiempo la eutanasia llamada pasiva se ha practicado en los hospitales sin demasiadas complicaciones morales ni por parte del enfermo moribundo y sus familiares ni por parte del personal médico. Se daba por hecho que en la mayoría de los casos esto ayudaba al bien morir, evitaba en encarnizamiento terapéutico y seguramente evitaba al enfermo dolores insufribles. De ahí que hasta mediada la década de los setenta el punto de vista dominante en los comités deontológicos haya sido considerar permisible (al menos en algunos casos) cesar el tratamiento y dejar morir al paciente, pero, en cambio, considerar inmoral y legalmente punible pasar a una acción directa que tiene como fin matar al paciente. Esto último se equiparaba a un asesinato (en el mejor de los casos “piadoso”). Gran parte de la discusión en las últimas décadas se ha centrado precisamente en esta distinción entre eutanasia activa y eutanasia pasiva. Desde el punto de vista moral parece obvio que hay diferencia entre lo uno y lo otro. Esa diferencia se equipara a la existente entre “dejar morir” y “matar”, cosa que también tiene implicaciones desde el punto de vista jurídico. Hay que tener en cuenta que en la práctica la llamada eutanasia pasiva equivale a (en la jerga médica) “desenchufar” mientras que la eutanasia activa equivale a “inyección letal”. Son muchos ya los autores que consideran que ya distinción entre eutanasia activa y eutanasia pasiva, mantenida por la Asociación Médica Norteamericana y otras entidades profesionales médicas en el resto del mundo, parece arbitraria tanto desde el punto de vista moral como desde el punto de vista lógico. En efecto, si lo que se busca es “la buena muerte” (aceptada o pedida por el enfermo terminal) parece que hay casos en los que la inyección letal es mejor que el desenchufar (“mejor” en el sentido de que lo primero acelera un proceso que la eutanasia llamada pasiva puede hacer largo y sumamente doloroso. Tendríamos aquí un caso en que lo mejor (desde el punto de vista ético) es enemigo de lo bueno. Teniendo eso en cuenta hay autores que argumentan poniendo en duda que también moralmente sea peor, en tales situaciones, “matar” que “dejar morir” [véase J. Rachels, “Eutanasia activa y pasiva”, en R.M. Baird y S.E. Rosembaum cit en Bibliografía, 47 y ss., así como la polémica que suscita su punto de vista]. Por otra parte, se ha argumentado que, en rigor, y dada la situación de la medicina actual y sus complicaciones tecnológicas, la eutanasia pasiva no es realmente pasiva. ¿Por qué? Por que no se puede desconectar un aparato para la respiración artificial pasivamente; se desconecta activamente, la desconexión supone una decisión e implica un acto, una actividad concreta que afecta a otro. Este argumento lleva a poner entre paréntesis la distinción tradicional aduciendo que se trata en realidad no de una distinción moral sino de una distinción legal que se ha introducido con el fin de evitar acusar a los médicos de homicidio más bien que con el fin de sentar una serie de normas destinadas a establecer lo que más convenga a los pacientes. La defensa moral de la eutanasia se basa en la consideración de que la obligación de aminorar los sufrimientos de una persona está por encima de la obligación de preservar la vida en general. También esto implica un debilitamiento del principio ético tradicional, de raiz religiosa, que da un valor sagrado a la vida misma (señaladamente a la vida de los individuos humanos). No hay duda de que en muchos casos la defensa laica de la eutanasia comporta, además, una reafirmación del derecho a la autodeterminación de los individuos que puede considerarse como un individualismo radical y que ciertos autores suelen presentar como un síntoma más de la extensión del relativismo moral en nuestras sociedades. Los críticos de la despenalización o legalización de la eutanasia establecen en ocasiones un parangón entre eutanasia y genocidio como si lo primero implicara o tuviera que implicar lo segundo. Pero esto no es en realidad un argumento: es un recurso retórico que partiendo de un hecho (el inmenso poder de los médicos y de una medicina mercantilizada en nuestras sociedades) desvía una preocupación justa (la necesidad de establecer controles sociales de ese poder) hacia insinuaciones emotivas que no tienen que ver con el asunto. Pero es discutible, en cambio, que la defensa de la autodeterminación de la persona sobre su propia vida sea determinante en el asunto de la eutanasia (como es discutible que lo sea en el asunto del aborto), puesto que también aquí resulta decisivo “un tercero”, el que ayuda a morir, lo que convierte la cosa en un acto social. Este es tal vez un punto esencial para aproximar posiciones en el debate ético-jurídico en torno a la eutanasia, más allá de las diferencias de principio. Bioética La aparición del término “bioética” está directamente relacionada con las preocupaciones medioambientales y con las preocupaciones suscitadas por la aplicación de los resultados de la biología molecular. Su nacimiento es inmediatamente anterior, sin embargo, a los primeros aldabonazos en estos campos (el primero informe del Club de Roma en 1972 y la Conferenia de Asilomar en 1975). Los dos primeros autores que utilizaron el término “bioética” fueron el cancerólogo norteamericano V.R. Potter en un libro publicado en 1971 y el obstetra de origen holandés A. Hellegers que creó ese mismo año un centro para el estudio de la reproducción humana y la bioética adscrito a la Universidad de Washington. La bioética ha nacido con la vocación de hacer de puente entre la cultura científica y la cultura humanística. Potter aspiraba a una disciplina que hiciera de puente entre las dos culturas, entre ciencia y humanidades. Su objetivo era la creación de un medio ambiente óptimo para la supervivencia de la especie humana en una forma aceptable de sociedad. Su punto de vista era antropocéntrico más que biocéntrico. Hellegers entendió la biotética sobre todo como “ética médica”, como un puente entre le medicina, la filosofía y la ética, como un diálogo. En el primer caso ha predominado la visión científico-filosófica, en el segundo la visión de la ética aplicada. Esta doble orientación del nacimiento se sigue notando todavía ahora en la institucionalización de la Bioética: de un lado, proliferación de comités de bioética en las asociaciones profesionales de médicos y enfermeros, o en los hospitales, e introducción de la materia de bioética en las carreras de medicina (en conexión con le medicina legal y la ética médica tradicional o Deontología: Carta de los Derechos de los Enfermos en los hospitales estadounidenses basada en el concepto de “consentimiento informado”); de otro, las consideraciones de filosofía moral y jurídica sobre problemas científicos y médicos procedentes de los éticos. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Desarrollar en el alumno una actitud crítica ante las situaciones de su entorno profesional. Identificar los aspectos importantes que han servido para el desarrollo del conocimiento a lo largo de la historia del hombre. Conocer cuales son sus costumbres, tradiciones y valores del alumno, para poder aplicarlas en ámbito individual y social. Conocer cuales son las funciones principales de la Bioética Dar a conocer las problemáticas del medio ambientales y explicarlas a partir de la ética personal y social. Identificar cual es la ética profesional del TSUI otro apartado TEMA 2 2.- Ética 2.1. Ética filosófica Diferenciar los postulados filosóficos que hacen referencia a la ética como parte del modo de vivir del individuo 2.2. Definición de Ética Conocer las diferentes concepciones del pensamiento socrático y el método mayéutico como parte del conocimiento de la verdad y encontrar una concepción de ética 2.3 Libertad Conocer la concepción de libertad según Fernando Savater. 2.4. Metafísica de la moral Conocer el pensamiento Aristotélico como parte del conocimiento de la realidad, y su aportación hacia la Metafísica de la Moral. 2.5. Moralidad Ethos Conocer los elementos teóricos que sustentan la parte del postulado del Ethos. 2.6. Ética medio ambiental Desarrollar los elementos que permitan conocer la relación de la ética con el medio ambiente. 2.7. Estudio de casos 2.8. bioética Conocer la importancia de la Bioética en el campo de la aplicación 3.1 Ética del Técnico Superior Universitario Hacer un código de ética del TSUI para promover su desarrollo dentro del campo de la informática. Ejercicio 1 Conocer las diferentes definiciones de ética y su relación con el campo profesional y personal del alumno: Instrucciones: Discute en clase, cuales son las aportaciones del pensamiento Socrático, Platónico y Aristotélico con respecto al campo de la ética. Pensador Discurso Fernan Adolfo Leopold Juliana do Sánch o Zea Gonzále Savate ez V. z Sofistasr Sócrates La libertad como toma de decisió n para Llevar a cabo diverso s compor tamient os Descri be a la ética en sus concep ciones teórica spractic as y sus deriva ciones como la moral, eticida d, costum bres tradici ones y liberta des Aborda la historia de la ética desde el punto de vista de la filosofía. Platón Obse rvaci Aristó Otro ones teles (s) Desarrol Desarrollo Constru la a la de la ética cción de ética filosófica los desde el postulad punto de os vista de filosófic los os de la filósofos ética y griegos la y los moral. contemp oráneos. Conclusión o definición del problema Ejercicio 2 Hacer equipos de investigación y discutir diversos códigos de ética, para posteriormente conformar el código TSUI. UNIDAD II FUNDAMENTOS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO INTRODUCCIÓN Frecuentemente, cuando hablamos sobre la personalidad de alguien, nos referimos a lo que diferencia a esa persona de los demás, incluso lo que le hace única. A este aspecto de la personalidad se conoce como diferencias individuales. Para algunas teorías, esta es la cuestión central. Éstas prestan una atención considerable a tipos y rasgos de las personas, entre otras características, con los cuales categorizar o comparar. Algunas personas son neuróticas, otras no; algunas son más introvertidas, otras más extravertidas, y así sucesivamente. Sin embargo, los teóricos de la personalidad están también interesados en lo común de las personas. Por ejemplo, ¿qué tienen en común un neurótico y una persona sana?. O, ¿cuál es la estructura común en personas que se expresan de forma introvertida y en aquellas otras que se expresan de manera extravertida?. Si uno coloca a las personas en una cierta dimensión (como sano-neurótico o introversiónextraversión) estamos diciendo que las dimensiones son algo sobre lo que podemos situar a los sujetos. Ya sean neuróticos o no, todas las personas tienen la capacidad para dirigirse hacia la salud o hacia la enfermedad, y ya sean introvertidos o extravertidos, todos oscilan entre una vía y la otra. Otra forma de explicar lo anterior es que los teóricos de la personalidad están interesados en la estructura del individuo y sobre todo sobre la estructura psicológica; es decir, cómo se “ensambla” una persona, cómo “funciona”, cómo se “disgrega”. Algunos teóricos van un paso más allá, sosteniendo que están buscando la esencia de lo que hace a una persona. O dicen que están preocupados por lo que se entiende como ser humano individual. El campo de la psicología de la personalidad se extiende desde la búsqueda empírica simple de las diferencias entre personas hasta una búsqueda bastante más filosófica sobre el sentido de la vida. Posiblemente sea solo una cuestión de orgullo, pero a los psicólogos de la personalidad les gusta pensar en su campo como una sombrilla que cubre todo el resto de la psicología. Después de todo, es cierto que estamos preocupados por la genética y la fisiología, por el aprendizaje y el desarrollo, por la interacción social y la cultura, por la patología y la terapia. Todas estas cuestiones están unidas en el individuo. Existen algunas cosas que pueden ir mal en una teoría y debemos mantener los ojos bien abiertos a ellas. Esto se aplica evidentemente incluso a aquellas teorías creadas por las grandes mentes que veremos. Incluso Sigmund Freud se equivoca en algún momento. Por otro lado, incluso es más importante que desarrollemos nuestras propias teorías sobre la personas y sus personalidades. A continuación veremos algunas de estas cuestiones. Etnocentrismo Todo el mundo crece en una cultura que ha estado ahí antes de que él naciera. La cultura nos influye tan profundamente y tan sutilmente que crecemos creyendo que “las cosas son así”, más que “las cosas son así en esta sociedad en concreto”. Erich Fromm, uno de los autores que veremos, llama a este pensamiento el inconsciente social y, de hecho, es bastante poderoso. Así, por ejemplo, Sigmund Freud nació en Viena, no en Nueva York o Tokio. Nació en 1856, no en 1756 . Hubo cuestiones que necesariamente influyeron tanto a su persona como a su teoría, evidentemente distintas de la nuestra. Las peculiaridades de una cultura pueden percibirse más fácilmente cuando nos preguntamos “¿de qué están hablando todas estas personas?” y “¿de qué no habla nadie?”. En Europa, durante la segunda mitad del 1800, especialmente entre las clases sociales medias y altas, las personas no hablaban mucho sobre el sexo. Era más o menos un tema tabú. No se suponía que las mujeres enseñaran sus tobillos y mucho menos sus muslos e incluso las piernas de una mujer sentada en un piano eran llamadas “extremidades” de manera de no provocar a nadie. No era infrecuente que un médico fuese llamado para visitar a una pareja de recién casados para que éste le instruyese a la mujer sobre los “deberes conyugales” de la noche de bodas que ella había fallado, solo porque sencillamente los desconocía. Se debe considerar a Freud por su habilidad para regirse sobre su cultura en este punto. Se extrañó de ver cómo podía pretenderse que las personas (especialmente la mujer) no fueran criaturas sexuales. Mucho de la apertura actual sobre el sexo (para mal y para bien) deriva de las originales reflexiones de Freud. En la actualidad, la mayoría de las personas no se mortifican por sus naturalezas sexuales. De hecho, ¡presentamos una tendencia a hablar sobre nuestra sexualidad todo el tiempo, a cualquiera que escuche!. El sexo está presente en nuestras carteleras, se ve con frecuencia en la televisión, es una parte importante de las letras de nuestras canciones favoritas, en nuestras películas, nuestras revistas, nuestros libros y por supuesto en Internet!. Este fenómeno es algo peculiar de la cultura, y estamos tan acostumbrados a ello, que prácticamente no nos damos cuenta ya. Por otra parte, Freud fue malinterpretado por su cultura al pensar que las neurosis siempre tenían una raíz sexual. En nuestra sociedad estamos más preocupados con sentirnos inútiles y tememos al envejecimiento y a la muerte. La sociedad freudiana consideraba la muerte como un hecho y al envejecimiento como un signo de madurez, ambas condiciones de vida accesibles al pensamiento de cualquiera en esa época. Egocentrismo El punto potencial en la teorización lo constituye las peculiaridades del teórico como individuo. Cada uno de nosotros, más allá de la cultura, presenta detalles específicos en su vida (genética, estructura y dinámica familiar, experiencias especiales, educación, etc.) que afecta cómo pensamos y sentimos y en definitiva, la forma en que interpretamos la personalidad. Freud, por ejemplo, fue el primero de siete niños (aunque había tenido dos medio hermanos que habían tenido niños propios antes de que Sigmund naciera). Su madre tenía una personalidad fuerte y era 20 años más jóven que su padre. Fue particularmente apegada a su hijo “Siggie”. Freud fue un genio (¡no todos podemos sostener esta afirmación!). Era judío, aunque nunca, tanto su padre como él, practicaron su religión. Es muy probable que tanto la estructura familiar patriarcal, así como las relaciones tan estrechas que sostuvo con su madre, dirigieran su atención a este tipo de cuestiones cuando llegó el momento de elaborar su teoría. Su naturaleza pesimista y sus creencias ateas le condujeron a considerar la vida humana como encaminada a sobrevivir y a la búsqueda de un fuerte control social. Usted, también, tiene sus peculiaridades y éstas influirán sobre cómo matizará sus intereses y su comprensión, incluso en ocasiones sin darse cuenta. Dogmatismo Un tercer elemento importante es el dogmatismo. Como seres humanos parece que tenemos una tendencia natural al conservadurismo. Nos aferramos a aquello que ha funcionado en el pasado. Y si dedicamos nuestra vida al desarrollo de una teoría de la personalidad, si hemos puesto todas nuestras fuerzas y nuestro corazón en ello, podemos estar seguros de que seremos bastante defensivos (parafraseando a Freud) con nuestra postura. Las personas dogmáticas no permiten cuestionamientos, dudas, nuevas informaciones y demás. Podemos saber cuándo estamos frente a este tipo de personas al ver cómo reaccionan a las críticas: tienden a usar lo que se conoce como argumento circular. Este argumento es aquel en el que “justificas” tu opinión asumiendo que las cosas solo serán ciertas si ya lo has considerado como tales en primer lugar. Existen toneladas de ejemplos de argumentos circulares ya que todo el mundo los usa. Un ejemplo simple sería: “Yo sé todo”; “¿y por qué tendría que creerte?”; “Porque sé todo”. Otro ejemplo: “Tienes que creer en Dios porque la Biblia lo dice, y la Biblia es la palabra de Dios”. Ahora, podemos ver que no es intrínsecamente erróneo decir que Dios existe y tampoco en creer que la Biblia es la palabra de Dios. Donde esta persona se equivoca es cuando utiliza el argumento de que la Biblia es la palabra de Dios para apoyar la tesis de que “tienes que creer en Dios”, ya que el no creyente poco se va a impresionar con el primero si no cree en el segundo. Este tipo de asuntos ocurre todo el tiempo en psicología y en particular en las teorías sobre personalidad. Siguiendo con Freud, no es inusual escuchar a freudianos argumentar que los que no creen en el pensamiento freudiano están reprimiendo la evidencia que necesitan para creer en él (cuando precisamente es la idea de represión freudiana por donde debemos empezar). Lo que usted necesita, dicen, es pasarse unos años en psicoanálisis para darse cuenta de que Freud tenía razón (cuando, para empezar, va a gastar un tiempo- y dinero- en algo en lo que no cree). Así que, si se va a dedicar a una teoría que discrimina sus objeciones o cuestionamientos, ¡cuidado!. interpretaciones sin un sustento Otro problema, u otro conjunto de problemas, es la implicación imprevista. Parece que cada vez que decimos algo, dejamos caer palabras susceptibles de tener 100 interpretaciones distintas. Por decirlo de manera simple: las personas usualmente te malinterpretan. Hay varias situaciones o actos que predisponen aún más a la malinterpretación. Traducción. Freud, Jung, Binswanger y muchos otros escribieron en alemán. Cuando fueron traducidos, algunos de sus conceptos se tergiversaron un poco (algo bastante natural, tomando en cuenta que cada lenguaje posee su propia idiosincrasia). El Ello, el Yo y el Superyo de Freud*, seguro que son vocablos familiares para el que ha leido a Freud. Los términos originales fueron Es, Ich y überich en alemán. Son, en otras palabras, términos simples. En el proceso de traducción, estas palabras fueron trasladadas al griego, sonando poco científicas. Así que los traductores, creyendo que los lectores norteamericanos aceptarían mejor a Freud si las palabras sonaban un poco más científicas, decidieron mantener la terminología inglesa, en vez de la alemana que suena también más poética. Esto quiere decir que cuando escuchamos a Freud, es como si estuviésemos oyendo afirmaciones científicas, estableciendo el psiquismo en compartimentos bien definidos, cuando verdaderamente hablaba mucho más metafóricamente, sugiriendo que éstos se difuminaban entre ellos. Neologismos. Los neologismos significan nuevas palabras. Cuando desarrollamos una teoría, podemos tener conceptos que no habían sido nombrados antes, así que hallamos o creamos palabras para nombrarles. Algunas veces usamos el griego o el latín, otras usamos combinaciones de viejas palabras (como en el alemán), otras utilizamos frases (como en el francés) y en otras ocasiones simplemente usamos alguna palabra antigua y la utilizamos en otro nuevo contexto: anticatexis, gemeinschaftgefuhl, être-en-soi, y self (sí mismo), por ejemplo. Creo que no necesita mucha explicación el hecho de que palabras como self o ansiedad tengan cientos de significados distintos dependiendo del autor. Metáforas. Las metáforas (o símiles, más correctamente) son palabras o frases que, aunque no son literalmente ciertas, de alguna forma captan ciertos aspectos de la verdad. Cada autor, de una manera o de otra, utiliza modelos sobre la personalidad humana, pero sería un error confundir el modelo (la metáfora) con su verdadero sentido. Un buen ejemplo de nuestros días sería el relativo al funcionamiento de los ordenadores y el procesamiento de la información. ¿Funcionamos parecido a ordenadores?. Claro; de hecho, varios aspectos de nuestro funcionamiento trabaja como ellos. ¿Somos ordenadores?. No, claro que no. A la larga, la metáfora falla. Pero resulta útil, y así es como tenemos que considerarla. Es como un mapa; te ayuda a encontrar la vía, pero no podemos considerarlo como el territorio en sí mismo. Evidencia La evidencia, o mejor dicho, la falta de ella, es por supuesto otro problema. ¿Qué clase de apoyo tiene su teoría?; ¿o simplemente fue algo que se le ocurrió mientras estaba bajo los efectos de algún alucinógeno?. Hay varios tipos de evidencia; anecdotaria, clínica, fenomenológica, correlativa y experimental. Evidencia anecdotaria: es un tipo de evidencia casual que se ofrece usualmente cuando narramos una historia: “Recuerdo cuando…” y “He oído que”, son ejemplos. Es, por supuesto, notoriamente imprecisa. Es mejor utilizar este tipo de evidencia solo para promover las investigaciones futuras. Evidencia clínica: Es aquella evidencia que obtenemos a través de la experiencia clínica de las sesiones psicoterapéuticas. Su obtención es bastante más precisa cuando es recogida por terapeutas expertos. Su mayor debilidad reside en que tiende a ser muy individual e incluso inusual, ya que describe a un paciente que es, casi por definición, un sujeto inusualmente individual. La evidencia clínica no provee las bases de la mayoría de las teorías que conocemos, aunque induce a realizar más investigaciones. Evidencia fenomenológica: constituye el resultado de una observación precisa en varias circunstancias, así como la introspección relativa a los propios procesos psicológicos. Muchos de los teóricos han desarrollado una investigación fenomenológica, ya sea formal o informalmente. Requiere de una gran formación, así como una cierta habilidad natural. La investigación correlativa en la personalidad usualmente comprende la creación y aplicación de tests de personalidad. Los resultados de éstos se comparan con otros aspectos “medibles” de nuestra vida y con otros tests. Así, por ejemplo, podemos crear un test para la timidez (introversión) y podemos compararlo con las puntuaciones sobre tests de inteligencia o evaluaciones sobre la satisfacción laboral. Desafortunadamente, estas medidas no nos dicen cómo trabajan o incluso si son reales, y muchos aspectos de la personalidad se resisten a medirse conjuntamente. La investigación experimental es la forma más precisa y controlada de investigación y si los temas que estamos investigando están sujetos a experimentación, constituye el método de elección. Como sabrán, la experimentación comprende una selección aleatoria de sujetos, un control cuidadoso de las condiciones, una gran preocupación sobre los aspectos que pueden influir negativamente sobre la muestra, así como medidas y estadísticas. Su debilidad se basa en el gran trabajo que supone obtener las múltiples variables que usan los teóricos de la personalidad. Además, ¿cómo podemos controlar o medir cuestiones como el amor, rabia o consciencia?. Supuestos filosóficos El que las personas, incluso los genios, cometan errores no debe ser una sorpresa. Tampoco debería sorprendernos que las personas sean limitadas. Existen muchas preguntas como aquellas que necesitamos para construir nuestras teorías, que carecen de respuesta. Incluso hay algunas que nunca la tendrán. Pero de todas maneras las contestamos, ya que necesitamos seguir viviendo. A estas preguntas y respuestas les llamamos supuestos filosóficos. Organización Supuestos y métodos, se podría pensar que habría poco que hacer en términos de la organización de “las teorías de la personalidad”. Afortunadamente, las personas de mente privilegiada tienden a superponerse unas a otras. Existen tres orientaciones teóricas que se mantienen sobre las otras: Psicoanalítica o la llamada “1° Corriente”. Aunque lo psicoanalítico se refiere literalmente a los freudianos, utilizaremos el vocablo para designar a aquellos que han estado muy influenciados por la obra de Freud, así como a aquellos que comparten su actitud, a pesar de que éstos puedan estar en desacuerdo con el resto de sus postulados. Estos autores tienden a creer que las respuestas se esconden en algún lugar bajo la superficie, escondidas en el inconsciente. Este libro revisará tres versiones de esta corriente. La primera es la concerniente al punto de vista freudiano propiamente dicho, la cual incluye a Sigmund y a Anna Freud y a la psicología del Yo, cuya mejor representante lo constituye Erik Erikson. La segunda versión podría llamarse la perspectiva transpersonal, la cual tiene una influencia bastante más espiritual y será representada aquí por Carl Jung. La tercera es el punto de vista psicosocial e incluye a Alfred Adler, Karen Horney y Erich Fromm. Conductista o “2° Corriente”. En esta perspectiva, las respuestas parecen recaer sobre una observación cuidadosa del comportamiento y del ambiente, así como sus relaciones. Los conductistas, así como su descendiente moderno, el cognocivismo prefiere métodos cuantitativos y experimentales. El enfoque conductista estará representado en nuestra revisión por Hans Eysenck, B.F. Skinner y Albert Bandura. Humanista o “3° Corriente”. El enfoque humanista, que incluye según consideran algunos a la psicología existencialista, es la más reciente de las tres. Se piensa que es una respuesta a las teorías psicoanalítica y conductista y su base racional es que las respuestas se deben buscar en la consciencia o experiencia. La mayoría de los humanistas prefieren los métodos fenomenológicos. Examinaremos dos tendencias de este acercamiento. La primera es la humanista propiamente dicha, representada por Abraham Maslow, Carl Rogers y George Kelly. La segunda es la psicología existencialista, definida como un acercamiento humanista filosófico muy popular en Europa y latinoamérica. Revisaremos dos de los autores más representativos:Ludwig Binswanger y Viktor Frankl. Si se fijan en la tabla de contenidos podrán observar que hay capítulos sobre otros teóricos. Para ver las relaciones existentes entre las teorías y teóricos, pulse aquí. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Conocer las teorías de la personalidad Explicar los diferentes tipos de comportamiento Explicar la personalidad individual y social Conocer las capacidades, y habilidades del alumno a través de su personalidad. Aplicación del conocimiento de la personalidad en el entorno familiar e industrial. TEMA 3 3.-Teoría de la personalidad 3.1. Definición de la teoría de personalidad Diferenciar los postulados teóricos que abordan a la personalidad y la elaboración de concepciones o definiciones. 3.2. Etnocentrismo Explicar como se desarrolla la etnografía y sus diversas concepciones teóricas y epistemológicas 3.3 Egocentrismo Explicar como se desarrolla el egocentrismo y sus diversas concepciones teóricas y epistemológicas 3.4. Dogmatismo Explicar como se desarrolla el Dogmatismo y sus diversas concepciones teóricas y epistemológicas 3.5. Teoría Psicoanalista Conocer la Teoría del Psicoanálisis a partir del sustento epistemológico y su contexto histórico-social. Así como el impacto dentro de la explicación e interpretación de la personalidad. 3.6. Teoría Conductista Conocer la Teoría Conductual a partir del sustento epistemológico y su contexto histórico-social. Así como el impacto dentro de la explicación de la personalidad. 3.7. Teoría humanista Conocer la Teoría Humanista a partir del sustento epistemológico y su contexto histórico-social. Así como el impacto dentro de la explicación de la personalidad. 3.8. Personalidad social Conocer como se desarrolla la personalidad en un grupo determinado, bajo cierto contexto. Ejercicio 1 Explicar las concepciones psicológicas que hacen referencia a la personalidad Instrucciones: Discute en clase, lasa corrientes psicológicas que abordan la concepción de personalidad y ejemplifica la teoría. Teoría Autores más Principales aportaciones importantes Humanista Carl Rogers Psicoanalista Sigmund Freud Conductista B.F. Skinner La teoría en donde el ser humano, junto con sus sentimientos, emociones, etc. Forman parte importante para la explicación de los comportamientos que presenta. La histeria como primera aproximación al entendimiento del hombre, el inconciente, el aparato psíquico. Condicionamiento operante, estímulos-respuestas Otra Preguntas finales 1.- ¿Cuáles son las principales aportaciones de la corriente conductista? La conducta del individuo es medible, cuantificable y observable, no se toman encuenta los sentimientos, es decir, la eliminación de los subjetivo es un paso importante para el desarrollo de algunas ramas para el estudio del hombre. 2.- Define que es la conducta son los comportamiento que presenta el individuo, es decir, la parte motriz que tiene que ver con los meramente fisiológico. 3.- Enlista los conceptos principales de la corriente psicoanalítica. Inconciente Preconciente Libido Etapas de desarrollo psicosexual Eros-tanathos Complejo de Edipo 4.,- Explica como se desarrolla la personalidad según Freud Es desarrollada a partir de la infancia en donde el inconciente juega un papel importante como un instrumento de recuerdo de situaciones en donde el individuo redacta su vida y hace conciente la experiencia. 5.-Explica la etapas psicosexuales por las que pasa el hombre según Freud Oral Anal Fálica Genital 6.-Explica la teoría humanista de Carl Rogers. Redacta al ser humano como un ente involucrado en sentimientos, emociones y pensamiento, es decir, el individuo lo observa con partes ya subjetivas en donde no existe la operacionalidad sino la emotividad. 7.- Ejemplifica la forma en que se desarrollo de la personalidad Dependiendo de la teoría que se maneja, pero en general la formación de la personalidad se da desade el momento que el individuo nace y otras dirán que desde antes. EVALUACIÓN PARCIAL: 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. 5.- Monografía 6.- Proyección y análisis de una película Si No UNIDAD IIi MOTIVACIÓN INTRODUCCIÓN TEORIAS DE LA MOTIVACION A fin de explicar cualquier tipo de conducta, primero debemos describirla, después intentar explicarla, partiendo para ello de alguna posición teórica. Estas posiciones presuponen la existencia de ciertas leyes o principios basados en la acumulación de observaciones empíricas. Por lo tanto, se pueden explicar los procesos motivacionales desde varios puntos de vista teóricos. Cada teoría de la motivación pretende describir qué son los humanos y qué pueden llegar a ser. Cada una de las teorías de las necesidades describe un conjunto específico de necesidades que, en opinión de los investigadores, tienen las personas, y cada una de ellas difiere un poco de las otras en cuanto a la cantidad y el tipo de necesidades identificadas. También difieren en cuanto a cómo influyen en la motivación las necesidades que no se satisfacen. Las necesidades motivan la conducta. En cada etapa de nuestra vida, y a medida que evolucionamos y vamos alcanzando objetivos, las necesidades pueden ir cambiando, pero siempre producirán en las personas el impulso de generar un comportamiento, un esfuerzo, para satisfacer esas necesidades. Esta es una premisa con la que la mayoría de los investigadores coinciden. Una necesidad es un estado interno de tensión que hace que determinadas manifestaciones parezcan atractivas. La necesidad crea una tensión que hace que se presenten estímulos internos que incentivan su conducta. Dichos estímulos internos generan un comportamiento de búsqueda de metas específicas, que de lograrse producirán satisfacción de la necesidad y reducirán la tensión. MASLOW Y LA JERARQUIA DE LAS NECESIDADES Un primer aspecto que el administrador necesita conocer son las necesidades humanas. Ello le permitirá comprender mejor el comportamiento del hombre y usar la motivación como poderoso medio para mejorar la calidad de vida dentro de la organización. Esta teoría, llamada también jerarquía de las necesidades, fue elaborada por el psicólogo y consultor norteamericano Dr. Abraham Maslow. En su obra Motivation and Personality, partiendo de la base de que el hombre es un ser con deseos y cuya conducta está dirigida a la consecución de objetivos, establece cinco categorías básicas de necesidades: fisiológicas, seguridad, sociales, ego y de autorrealización. Jerarquía de las Necesidades Las necesidades humanas –según Maslow– están organizadas en cinco niveles según una jerarquía de importancia y de influencia: 1. Las necesidades fisiológicas Estas necesidades son las más esenciales y elementales que todos tenemos, y están directamente relacionadas con la sobrevivencia y conservación de la vida; por ejemplo, la necesidad de alimento, bebida, abrigo, descanso, sueño, reproducción, respiración, etc. Otra de las características es que esta necesidad puede saciarse, a diferencia de las secundarias. 2. Las necesidades de seguridad Cuando se satisfacen razonablemente las necesidades fisiológicas, entonces se activan las necesidades de seguridad. Por su naturaleza el hombre desea estar, en la medida de lo posible, protegido contra el peligro o la privación, cubierto de contingencias futuras; requiere sentir seguridad en el futuro, estar libre de peligros y vivir en un ambiente agradable, para él y para su familia. Asimismo, necesita sentir seguridad en cuanto al respeto y la estimación de los integrantes de sus grupos sociales. En el ámbito laboral, estas necesidades se traducen en deseo de estabilidad laboral, seguro médico familiar, seguridad económica, pensión de jubilación, etc. 3. Las necesidades sociales Satisfechas las necesidades fisiológicas y de seguridad, de acuerdo con Maslow, éstas ya no motivan la conducta. Ahora las necesidades sociales se convierten en los motivadores activos de la conducta: necesidades como las de filiación, de dar y recibir afecto y de amistad. Es decir, se refiere al aspecto afectivo, deseo de pertenencia y participación social. Los hombres, como seres sociales, necesitan la compañía de sus semejantes. Buscan comunicarse con otras personas y conseguir amistad. Desean manifestar afecto así como recibir. Además, para sobrevivir, necesitan aliarse; requieren vivir dentro de una comunidad. Hasta ahí el aspecto netamente utilitario de la sociedad; pero, además, el ser humano necesita sentir que pertenece al grupo y que se le acepta dentro del mismo. Para satisfacer estas necesidades, en las empresas es recomendable promover actividades sociales, culturales, deportivas, círculos de calidad, trabajos en equipo, etcétera, orientados a que los trabajadores tengan la oportunidad de ejercitar esta necesidad. Incluso, estimular los grupos informales proactivos es una buena decisión. Una muestra de la manifestación social de esta necesidad son los matrimonios que se dan entre hombres y mujeres de una empresa, situación que pone en evidencia que al trabajador, además de cumplir con sus obligaciones, le importa el aspecto social. 4. Las necesidades del ego o la estima Para toda persona es imprescindible, emocionalmente, sentirse apreciado, estimado, tener cierto prestigio y destacar dentro del contexto de su grupo social. Asimismo, esta necesidad incluye el respeto a uno mismo y el valor propio ante los demás. El hombre, por su naturaleza, necesita ser importante. Las necesidades de ego pocas veces quedan satisfechas. Las personas tienen un apetito constante por un mayor logro, mayor reconocimiento. Sin embargo, como con las otras necesidades, las de ego solamente motivan el comportamiento una vez que las necesidades de nivel más bajo han quedado razonablemente satisfechas. 5. Necesidades de autorrealización La autorrealización es un ideal al que todos aspiramos llegar. Se satisface mediante oportunidades para desarrollar el talento al máximo, expresar ideas y conocimientos, verterse al exterior y obtener logros personales. En este contexto, el hombre requiere trascender, desea dejar huella de su paso en este mundo. Una manera de lograrlo es crear y realizar su propia obra. Esta es la necesidad que impulsa al artista a expresarse en el lienzo, la necesidad que motiva a un estudiante a trabajar todo el día y buscar obtener el título estudiando en la noche. En el trabajo industrial, esta necesidad se ve frustrada por la producción en serie y la fragmentación de las operaciones de trabajo, convirtiéndose en un obstáculo para la satisfacción de esta necesidad. La necesidad de autorrealización, como la del ego, pocas veces queda satisfecha, convirtiéndose generalmente en una utopía. Los que logran la autorrealización óptima, dice Maslow, se consideran a sí mismos como seres íntegros. La teoría de la jerarquía de necesidades de Maslow, presupone una serie de condiciones que deben tenerse en consideración para comprender la motivación humana. Y estos aspectos son los siguientes: 1. Cuando una necesidad de nivel inferior está satisfecha o es debidamente atendida, surge el comportamiento orientado a querer satisfacer otra necesidad del nivel inmediatamente más elevado. En otros términos, cuando se satisface una necesidades del nivel más bajo, deja de ser motivadora del comportamiento, lo cual induce a que la necesidad de un nivel más elevado sea atendida, convirtiéndose en un factor motivacional. 2. No todas las personas consiguen llegar a la cima de la pirámide. Algunas personas, gracias a las oportunidades de la vida, llegan a preocuparse fuertemente por las necesidades de autorrealización; otras se estancan en las necesidades de estima; otras en las necesidades sociales, mientras que muchas otras se quedan preocupadas exclusivamente por las necesidades de seguridad y las fisiológicas, sin que consigan satisfacerlas por completo. 3. Cuando las necesidades de nivel inferior están razonablemente satisfechas, las localizadas en los niveles más elevados comienzan a dominar el comportamiento. Sin embargo, cuando no se satisface alguna necesidad, ésta vuelve a predominar en el comportamiento, generando tensión en el organismo. La necesidad más importante o más apremiante monopoliza al individuo y tiende, de manera automática, a organizar la movilización de las diversas facultades del organismo para atenderla. 4. Cada persona posee más de una motivación. Todos los niveles actúan conjuntamente en el organismo, pero las necesidades más elevadas predominan sobre las más bajas si éstas han sido suficientemente satisfechas o atendidas. Toda necesidad está íntimamente relacionada con el estado de satisfacción o de insatisfacción de otras necesidades. Su efecto sobre el organismo es siempre global y de conjunto, nunca aislado. 5. Cualquier comportamiento motivado es como un canal, por el cual muchas necesidades pueden ser expresadas o satisfechas conjuntamente. 6. Ante un obstáculo para satisfacer una necesidad surge la frustración, convirtiéndose en una amenaza psicológica. Estas amenazas producen las reacciones generales de emergencia en el comportamiento humano. Maslow postula que la motivación para satisfacer una necesidad de tipo superior sólo aparece y es operativa cuando están satisfechas las necesidades de tipo inferior. Así por ejemplo, una persona estará motivada para buscar la satisfacción de las necesidades de seguridad cuando tiene razonablemente satisfechas las fisiológicas, del mismo modo buscará satisfacer las necesidades de autorrealización cuando tenga satisfechas las cuatro anteriores. Es importante señalar que en la práctica la satisfacción de las necesidades no se distinguen diáfanamente en muchas ocasiones, sino que se mezclan y se confunden, ofreciendo complejas formas de satisfacción moldeadas en gran parte por la sociedad. Asimismo, se debe enfatizar que las necesidades secundarias se manifiestan en grado diferente en los diversos individuos y en las diversas edades. Por otra parte, no todas las necesidades operan en un nivel consciente; en ocasiones, funcionan fuera del campo de conocimiento del individuo, en un nivel inconsciente. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Conocer las teorías que explican la motivación Explicar las conceptos de Autoestima, Autorespeto, Autoaceptación, Autoconocimiento. Explicar la importancia de la Asertividad, como forma de resolución de conflictos en el alumno. Aplicar cada concepto en la vida individual y social del alumno. TEMA 4 4.- Motivación 4.1. Teorías de la motivación Conocer las diferentes teorías que explican la motivación 4.2. Autoconocimiento Conocer los deferentes paradigmas que explican el Autoconocimiento 4.3 Autoconcepto CONOCER LOS DEFERENTES PARADIGMAS QUE EXPLICAN EL AUTOCONCEPTO 4.4. Autoestima Conocer los deferentes paradigmas que explican la Autoestima 4.5. Autorespeto Conocer los deferentes paradigmas que explican el Autorespeto 4.6. Autoaceptación Conocer los deferentes paradigmas que explican el Autoaceptación 4.7. Asertividad Conocer los deferentes paradigmas que explican el comportamiento asertivo 4.8. Personalidad social Conocer como se desarrolla la personalidad en un grupo determinado, bajo cierto contexto. Ejercicio 1 Explicar la importancia de la autoestima para el desarrollo integral del alumno. Instrucciones: Reflexiona en clase los elementos principales que hacen que un individuo desarrolle sus potencialidades al máximo. Ejercicio 2 Explica y dibuja la pirámide de Maslow Autorrealización Autoestima Necesidad de filiación Necesidad de protección Necesidades Fisiológicas Preguntas finales 1.- Definición de autoestima es el valor y amor que se da uno mismo con relación al entorno donde se desenvuelve. 2.- Define el autoconocimiento Son los conocimientos que uno tiene de sí mismo. 3.- Explica como la asertividad ayuda al manejo de conflictos. Es la forma de responder de una manera adecuada ante determinados conflictos, por lo tanto ayuda a la comunicación entre seres humanos. EVALUACIÓN PARCIAL: si no 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. 5.- Monografía OBJETIVOS DE APRENDIZAJE (LOS DE LA UNIDAD UNICAMENTE) Página Diferenciar y analizar los diversos enfoques de pensamiento que explican el Autoconocimiento, autoestima y asertividad. 1. UNIDAD IV LIDERAZGO INTRODUCCIÓN 1.2.- TEORIAS ACERCA DEL LIDERAZGO. Estas y otras definiciones pueden ser enmarcadas en las distintas posiciones teóricas que se han propuesto para tratar de explicar el fenómeno del liderazgo. En algunas definiciones se enfatizan más las variables internas del individuo que ejerce el liderazgo; este es el punto de vista de la teoría de las características del líder. En otras, lo relevante, son las conductas que llevan al líder a ejercer sus funciones: el enfoque conductual o teoría de los estilos de liderazgo. En un tercer grupo, se pueden encuadrar aquellas definiciones, en las que se destacan las destrezas que el individuo requiere para desempeñarse exitosamente en cada situación: el enfoque situacional. 1.2.1.- TEORIA ACERCA DE LAS CARACTERISTICAS DEL LIDER. La teoría de las características del líder se basa en el supuesto, de que es posible encontrar un número definible de cualidades individuales que determinen la capacidad para ejercer el liderazgo (Cartwright y Zander 1971; Gibson y otros 1990). Estas cualidades pueden ser rasgos de personalidad, capacidades intelectuales, aptitudes y actitudes, dependiendo del interés específico de cada estudio (Dessler 1979). Entre otros investigadores que se abocaron a la tarea de encontrar un patrón regular de características en los líderes, se encuentran: Ghiselli, quién halló que: inteligencia, habilidad de supervisión, iniciativa, seguridad en sí mismo y nivel socioeconómico autopercibido, eran atributos comunes a los dirigentes evaluados (Ghiselli 1963 c.p. Dessler 1979); y Stogdill, cuya revisión de las investigaciones en el área, desde 1904 hasta 1970, dio resultados bastante concluyentes en cuanto a una larga lista de atributos asociados al liderazgo, como son: juicio, toma de decisiones, originalidad, adaptabilidad, estabilidad emocional, responsabilidad, sociabilidad, vigor, además de otros. (Stogdill 1948, 1974 c.p. Bass 1983). 1.2.2.- TEORIA DE LOS ESTILOS DE LIDERAZGO. Un segundo enfoque es el de las teorías conductuales, que proponen los llamados estilos de liderazgo. Mientras que la teoría de las características trata de explicar el liderazgo sobre la base de lo que "es" el líder, la de los estilos de liderazgo lo explica según lo que el líder "hace". De esta forma estas teorías insisten en analizar los comportamientos del líder en el desempeño de sus funciones. Se han identificado dos orientaciones básicas: 1.- hacia la tarea y 2.- hacia las personas, que definen los estilos de liderazgo. En este sentido, los autores distinguen entre líderes estructuradores y considerados (Stogdill y Coons 1957; Fleischman y Harris 1962 c.p. Dessler 1979); entre líderes que se concentran en la producción y en los empleados (Lickert 1961 c.p. Dessler 1979; Blake y Mouton 1966 c.p. Gibson y otros 1990); entre líderes rigurosos y generales (Katz y Kahn 1960 c.p. Dessler 1979); entre líderes autoritarios y democráticos (Lewin y otros 1940 c.p. por Dessler 1979). 1.2.3.- TEORIAS SITUACIONALES ACERCA DEL LIDERAZGO. Por último están las teorías situacionales. Este enfoque pretende definir el liderazgo efectivo más que el fenómeno de liderazgo per se. Esta teoría tiene un corte más pragmático, ya que busca dilucidar el estilo de liderazgo, las capacidades y características necesarias para enfrentar exitosamente una situación determinada. En esta postura se pueden encontrar proposiciones tales como la teoría de dependencia (Fieldler 1951 c.p. Dessler 1979), la cual propone tres factores situacionales que determinan la eficacia del liderazgo: relación líder-miembro, estructura de la tarea y poder de la posición. El modelo de liderazgo de Vroom y Yetton (1973) c.p. Vroom y Jago (1990), que sugiere que la medida de la eficacia del liderazgo, vendrá dada por la participación más activa de los subalternos. Y, entre otros la propuesta de Hersey y Blanchard (Hersey y Blanchard 1982 c.p. Vroom y Jago 1990), que distingue cuatro estilos de liderazgo: el que habla, el que vende, el que participa y el que delega, siendo cada uno de ellos apropiado en determinadas situaciones. Se puede apreciar, que a pesar de los muchos estudios y abundantes teorías acerca del liderazgo, no existe un enfoque universalmente aceptado. "Existen múltiples interpretaciones del liderazgo, cada una con sus propios estilos de comprensión, pero cada una sigue siendo una explicación incompleta" (Bennis y Nanus 1985, pág.3). 1.3.- TEORIA DE LAS CARACTERISTICAS DEL LIDER. En la presente se trabajará con la teoría de las características del líder; entendiendo como líder aquella persona que ocupa una posición de liderazgo. Sorrentino y Field (1986) y Singer (1989), citados por Kotter (1990), reportan que al contrastar el poder predictivo de los factores situacionales en oposición a los factores internos y motivacionales (como variables influyentes en el proceso de liderazgo emergente), este último grupo resulta de mayor alcance en términos de la durabilidad temporal de la predicción. Siguiendo esta línea de pensamiento, se pretende indagar en las características del líder, el cual no es, en todos los casos, un líder efectivo (Cartwright y Zander 1971). Muchos autores que han investigado el fenómeno del liderazgo bajo este enfoque, se han preguntado ¿por qué ciertos individuos surgen como guías o dirigentes de un grupo, cuando otros bajo condiciones similares no lo hacen? La pregunta "por qué" ha conducido a la respuesta "quién". Por ejemplo, ¿Por qué un individuo x es capaz de conducir un grupo?, porqué x tiene ciertas cualidades internas que le permiten hacerlo. Este modelo comprensivo puede ser identificado en cualquier investigación que trate de describir los rasgos que diferencian a un líder de un no líder. Se asume como premisa fundamental en las investigaciones de rasgos y características, que las disposiciones internas tienen una influencia en el comportamiento del individuo. Esta idea se origina en la teoría de rasgos de la personalidad, cuyos principales exponentes, Allport y Catell, se refieren al rasgo como: "posibilidades, disposiciones o tendencias para la acción, relativamente duraderos o permanentes (...) Esta concepción implica que, en algún sentido, los rasgos (...) son determinantes de la conducta o antecedentes de ella" (Allport 1937, 1963, 1966; Catell 1959, 1965 c.p. Fierro 1986 Pág. 117). En esas investigaciones se asume que los líderes poseen un tipo particular de personalidad, un estado más o menos fijo de existencia. Se parte de la idea de que poseen un patrón particular, susceptible de ser encontrado y descrito. El objetivo de muchas investigaciones basadas en este enfoque, ha sido enumerar un juego de características, destinadas a describir a las personas que ejercen el liderazgo en diferentes ambientes organizacionales. Así, Catell, Gibb y Lawson, utilizando el cuestionario de los 16 factores de personalidad de Catell (16 PF), reportan que los líderes tendían a obtener puntajes más elevados en los siguientes rasgos: inteligencia, entusiasmo, control y autoconcepto (Catell 1964, Gibb 1961, Lawson 1962 c.p. Clark y Clark 1990). Es importante mencionar que Stogdill (1948, 1974 c.p. Bass 1983), al analizar una recopilación de 163 investigaciones que intentaban identificar las características de los líderes, revela que, entre otros rasgos es posible identificar los siguientes como adecuados descriptores de aquellas personas que ejercen el liderazgo: - Velocidad de decisión. - Originalidad. - Adaptabilidad. - Ascendencia. - Responsabilidad. - Seguridad en sí mismo. - Sociabilidad. Gordon, partiendo de la concepción de Catell, elaboró un instrumento psicométrico que mide 7 rasgos de personalidad, definidos a continuación (Gordon 1972, pág.10): - Ascendencia: "aquellas personas que son verbalmente predominantes, que adaptan un papel activo en el grupo, que están seguras de sí mismas y que tienden a tomar decisiones independientemente". - Responsabilidad: "las personas que pueden persistir en cualquier trabajo que le es asignado, que son perseverantes y decididos y en quienes se puede confiar". - Sociabilidad: "las personas a quienes gusta hallarse entre la gente y trabajar con ella y que son gregarias y sociales". - Cautela: "los individuos que son sumamente cautelosos, que consideran muy cuidadosamente los asuntos antes de tomar decisiones, y a quienes no gusta probar oportunidades o correr riesgos". - Originalidad: "las personas (...) que gustan de trabajar en problemas difíciles son intelectualmente curiosos, gozan en las cuestiones y discusiones que hacen pensar y gustan pensar nuevas ideas". - Relaciones personales: "personas que tienen mucha fe y confianza en la gente, y que son tolerantes, pacientes y comprensivas". - Vigor: "caracteriza a personas que son vigorosas y enérgicas, a quienes gusta trabajar y moverse rápidamente, y que pueden lograr hacer más que la persona media". A fines de este estudio, se tomarán en cuenta sólo los aspectos: Responsabilidad, Sociabilidad, Originalidad y Vigor. Retomando la idea de las diferentes posiciones teóricas que tratan de explicar el fenómeno del liderazgo, a través del estudio de las variables que determinan quién es un líder, y al analizar las afirmaciones citadas por los diferentes autores, acerca de la importancia de los rasgos de personalidad y de las conductas emitidas por los individuos que ejercen el liderazgo, cabe plantearse el siguiente dilema: ¿son las características de las personas las que determinan su capacidad de conducir a un grupo? ¿o son sus comportamientos? o yendo más allá, existen otras variables, como por ejemplo. la situación en la que este individuo "es" y "se comporta" lo que determina tal capacidad. "En este orden teórico hay clara asimetría entre la psicología de rasgos y la situacionista. Mientras la primera no niega que también la situación sea una causa o un determinante, el situacionismo sí deniega que los rasgos sean causas o determinantes de la conducta. De todos modos también para este la noción de situación puede ser lo bastante compleja -y lo es, sobretodo, desde el momento que incluyen las situaciones pasadas que forman la historia de la gente como para que en ellos queden incorporados muchos aspectos habitualmente recogidos en la noción de rasgos" (Fierro, 1986 pág.148). La afirmación de Fierro, aplicada al fenómeno del liderazgo, se puede entender en el sentido de que los rasgos de personalidad son un requisito necesario, más no suficiente para predecir la efectividad de un líder; es decir, que un individuo con las cualidades descritas, sólo tendrá mayores probabilidades de ejercer su guiatura de forma efectiva, que aquel que no las posee. Finalmente, como expresa Adair: "Las cualidades le dan color a lo que de otro modo sería una serie sin vida de destrezas interpersonales: uno puede instruir al equipo cálidamente, con entusiasmo, o hacerlo de una manera fría, sin lustre en la voz; uno puede controlar con firmeza, calmadamente y con sensibilidad, o puede hacerlo a lo bruto, y sucesivamente (Adair 1990, pág.21). OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Conocer las teorías de del liderazgo Conocer las diferentes tipos de lideres que existen y los ámbitos donde se desenvuelven. Determinar las relaciones de poder-autoridad en el entorno empresarial. Definir que es el carisma Generar relaciones entre liderazgo y creatividad Desarrollar en el alumno pensamiento creativo TEMA 5 5.- Liderazgo 5.1. Definición de liderazgo Conocer las diferentes concepciones teóricas, que abordan el Liderazgo 5.2. Teorías del liderazgo Conocer las diferentes teorías que explican el liderazgo 5.3 Conductas de los diferentes lideres Conocer las diferentes teorías que explican la conducta del líder 5.4. Relación de autoridad-poder Conocer los postulados que abordan la relación de autoridad-poder. 5.5. Carisma Conocer las diferentes teorías que explican el carisma 5.6. Liderazgo y creatividad Conocer las diferentes teorías que explican la relación entre liderazgo y creatividad. Ejercicio 1. Explicar las características importantes del líder. Instrucciones: Por equipos de trabajo reflexiona en lo siguiente: ¿Qué es liderazgo? Es dirigir, coodinar y explotar las diversas habilidades de los integrantes de un grupo, por parte de un dirigente. Cualidades del líder Carisma, lealtad, visión emprendedora, coordinador, don de mando, etc. capacidad de análisis y síntesis, Descripción de la personalidad del líder. La comunicación con sus subordinados es un elemento principal en su desenvolvimiento, negociador en todos los ambitos y una labor de convencimiento Ejercicio 2 . Aplica alguna técnica para desarrollar habilidades de liderazgo Preguntas finales 1.- Definición de liderazgo 2.- ¿Cuáles son las características de un líder 3.- Explica brevemente las teorías del liderazgo. EVALUACIÓN PARCIAL: si no 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. 5.- Monografía OBJETIVOS DE APRENDIZAJE (LOS Página DE LA UNIDAD UNICAMENTE) Identificar las diferentes teorías y sus principales exponentes, dentro del campo del liderazgo UNIDAD V RELACIONES HUMANAS INTRODUCCIÓN Es innegable que el ser humano como ser social tiene la necesidad imperante de comunicarse con su igual y el mundo que le rodea, lo que convierte a la comunicación como el recurso que permite el intercambio de vivencias, sensaciones, afectos, deseos y necesidades. Es decir, trasferimos a los otros lo que nos es propio e incorporamos a su vez, lo que es particular de los demás. Ello ha llevado a la humanidad a desarrollar ciertos elementos de comunicación ya sea por medio del lenguaje, señales, códigos, etc. Se puede decir entonces que, las formas de comunicarse pueden variar dependiendo de donde se encuentre y con quién esté; y con ello generar confusiones entre el que emite el mensaje y el que lo recibe (emisor-receptor) dando como resultado relaciones conflictivas. En este sentido, se puede señalar que a lo largo de la vida del hombre se presentan tres tipos de relación con los demás, la lucha , la huida y la afirmación verbal. Es así como el ser humano tiene la facultad de resolver sus conflictos de diversas maneras, huyendo, luchando o hablando con el otro. (Smith, 1977) Por lo anterior es necesario saber que no son fáciles las relaciones interpersonales, ya que cumplen diversas funciones una de ellas es la socialización . Sullivan fue uno de los autores que hizo énfasis en la relación interpersonal y las habilidades sociales como partes importantes de la conducta humana. Dado que es a través de las relaciones interpersonales, que nos acercamos al mundo de los demás y viceversa, sin embargo la manera de llevarlas a cabo varia dependiendo del aprendizaje y del entorno en el cual esta inmerso el individuo, es decir, actúa de cierta manera ante la situación que se le presente pudiendo ser positiva o negativamente, cuando no se responde de la mejor manera, se originan diversos conflictos en la relación con su igual, lo que trae como consecuencia sentimientos de frustración, apatía, soledad, agresividad, etc. Existen diversas teorías acerca de la manera de responder ante ciertas situaciones y que actualmente se aplican para la terapia en donde las relaciones interpersonales no caminan de forma adecuada. Cuando esto sucede, podemos observar un círculo vicioso donde las relaciones interpersonales no positivas son pieza fundamental en la presencia de problemas como la delincuencia, la farmacodependencia, la prostitución, la violencia Intrafamiliar,etc. Por ello, como señala Branden (1992), es necesario reconocer nosotros mismos qué es lo que queremos, ya que el problema no radica fundamentalmente en la falta de talento o habilidad para lograr los objetivos, sino en la idea o autoconcepto de sentir inmerecido algo, el temor de no ser digno o amado, o no tener la confianza y respeto de sí mismo. A esto le llama autoestima, la cual, algunos autores la consideran íntimamente ligada a la asertividad. Por lo anterior, se debe tener en consideración que es elemental la forma de cómo el individuo se comunica con otros y la manera de responder ante las situaciones que se le presentan. Es decir, lo que algunos teóricos denominan como “habilidades sociales”. Entre las cuales se considera como una de la herramientas importantes al entrenamiento asertivo, que se dio a conocer con fuerza a finales de los años setenta. En este sentido la importancia que tiene la asertividad para entablar relaciones más satisfactorias entre los miembros de la familia y de la sociedad Sabiendo de la importancia que juega la asertividad en la relaciones interpersonales muchos autores se han acercado para definirla y saber que es y como se aplica en la vida cotidiana; para lo cual, comenzamos por describir los puntos generales en los que varios autores coinciden. En términos amplios, la asertividad puede ser considerada como una conducta socialmente aprendida, positiva, multidimensional que consiste en hablar por sí mismos, sin lesionar los sentimientos y derechos de los otros, y de este modo, lograr formas más efectivas en la interacción con otros; que permitan a los individuos desarrollarse en su medio ambiente y establecer repertorios que les concedan enfrentarse ante situaciones conflictivas. De ahí que se considera también fundamental, el papel de la familia, ya que es en ésta donde el niño comienza a formar sus patrones conductuales futuros ( ver cap. 2) Ahora bien, se considera a las teorías de Andrew Salter y Joseph Wolpe ( Romero y Ordóñez, 1988) como las pioneras en este campo. El primero emplea los términos de exitación e inhibición y remarca un equilibrio entre ambos; el segundo plantea que la conducta asertiva está enfocada a la reducción de ansiedades y temores interpersonales; ello se basa en la consideración de que algunas personas exageran en el autocontrol y la restricción hasta el grado que resulta inadaptativa; así la ansiedad y la asertividad, resultan ser respuestas incompatibles; de ahí que el tratamiento comienza por hacer ver la necesidad y ventajas del comportamiento asertivo. Por ejemplo, la expresión de sentimientos inhibe la timidez y la ansiedad, por ello se inicia con la sugestión de la persona para aumentar la motivación, y así dar pie a que deje el modelo de conducta que le causa conflicto e incorpore los patrones de comportamiento propuestos por el terapeuta. Una vez hecho esto, es necesario jerarquizar las situaciones en las que se presenta la ansiedad para determinar qué conductas es necesario reforzar; utilizando para ello, técnicas como el roleplaying, desensibilización sistemática, ensayo conductual, reestructuración cognitiva, autorefuerzo, entre otras. Y finalmente, aplicar y generalizar las técnicas entrenadas al contexto social. (Martorrel, 1996). De este modo podemos decir, que el entrenamiento asertivo es adecuado cuando las relaciones interpersonales provoquen ansiedad en los individuos, cuando se evitan las interacciones sociales y cuando se presentan dificultades para expresar emociones tales como: afecto, ira o resentimiento ( Rimm y Masters, 1980). Por otra parte se considera a Lazarus (1971, en Carrasco, 1983) como pieza funamental en el entrenamiento asertivo; él se basa en os estudios de Wolpe y señala que “la libertad emocional” es fundamental para reconocer y EXPRESAR todos los estados afectivos, y a partir de ello surge la conducta asertiva; la cual a su vez puede dividirse en cuatro patrones de respuesta específica: a) b) c) d) la habilidad para decir NO. la habilidad para pedir favores o hacer solicitudes. la habilidad para expresar sentimientos positivos y negativos. La habilidad para iniciar, continuar y terminar conversiones generales. Carrasco (op. cit.) enuncia una definición bastante general y que nos deja poca luz sobre lo que es asertividad; pero incluye definiciones de otros autores, que tienen aportaciones más interesantes. Ella considera que “La definición de asertividad es muy amplia, por un gran número de conductas que involucra. Dicho concepto se refiere a todos los comportamientos considerados como efectivos en las relaciones interpersonales”. “Es la expresión adecuada de cualquier emoción que no sea la respuesta de ansiedad, dirigida hacia otras personas” y “ Todas las expresiones totalmente aceptables derecho y sentimiento” (Wolpe y Lazarus, 1966, ccitado en Carrasco, 1983). “La habilidad para iniciar y mantener interacciones sociales” (O’Connor en Rich y Schroeder. 1969, Citado en Carrasco 1983) . “La habilidad para expresar opiniones contrarias a las de otros” (Lawrence 1970, citado en Carrasco, 1983). Rich y Schroeder, ( 1976,citado en Carrasco,1983), en una definición muy conductual, mencionan que es una habilidad para buscar, mantener o aumentar el estímulo reforzante en una relación interpersonal; a través de una expresión de sentimientos o deseos aun cuando tales expresiones corren el riesgo de perder el reforzador o ser castigados. Puede expresar sentimientos positivos o negativos o pueden dirigirse a varios objetivos, dependiendo del valor del individuo. Donde el grado de asertividad se puede medir por la eficacia de dichas respuestas reforzantes. “Es la expresión de sentimientos positivos, negativos y de autonegación (negarse a dejarse herir por los sentimientos de los demás)”. (Galassi, De Leo y Bastien 1974, en Rich y Schroeder, 1976, citado en Trujano 1985). “La aserción es la expresión de pensamientos y sentimientos en forma directa, honesta y apropiada sin violar los derechos de otras personas y describiendo sus conductas en vez de criticarlos” (Lange y Jakubowski, 1977). “La persona asertiva posee cuatro características: se siente libre para manifestarse mediante palabras y actos; puede comunicase con personas de todos los niveles en forma abierta, directa, franca y adecuada; tiene una orientación activa en la vida , va tras lo que quiere y actúa de un modo que juzga respetable; al comprender que no siempre puede ganar, acepta sus limitaciones pero siempre lo intenta con todas sus fuerzas”. (Fensterheim y Baer, 1977 en Arriaga y Giles 1983). Salter (1969) indica que hay seis modos de conducta asertiva: externar sentimientos, expresión facial, contradicción y ataque ( expresar cuando se está en desacuerdo en forma razonable ) uso del pronombre Yo, expresar acuerdo ante elogios, e improvisar ( respuestas inmediatas ante estímulos inmediatos ). También se maneja en términos generales como la capacidad de una persona para exigir y expresar sus ideas y sentimientos, de una manera abierta y clara, sin temor de ofender y ser ofendido; se considera asimismo a la asertividad, junto con otros factores, como parte del repertorio de una persona que les permite identificar situaciones y soluciones para tomar decisiones tanto tribales como trascendentales. Y por ello está muy ligada a la autoestima ( Lindren, 1982). Por su parte, Arriaga y Giles (op. cit) consideran que al haber un amplio repertorio de conductas que involucran la asertividad, se deben definir a éstas como las conductas verbales y no verbales que son efectivas en las relaciones interpersonales, tanto las simples (un saludo) como las más complejas ( empezar, mantener y terminar una conversación. La cconducta es aprendida y en ella influyen la familia, el entorno próximo inmediato ( maestros, religión, educadores, etc.), la cultura y el sexo. Además señalan que deben haber definiciones para adultos (funcionales y no funcionales) y para niños. Retoman a las funcionales como aquellas que van dirigidas a la resolución del problema, expresión de sentimientos positivos y negativos, opiniones, desacuerdos; pedir, mantener o realzar algún reforzador. Las no funcionales incluyen la emoción, la ansiedad, la libertad emocional y los derechos de las personas. Consideran necesaria la diferenciación para establecer un registro correcto y posible de análisis de los componentes verbales y no verbales, basados en las características conductuales de la persona , dado que adultos, jóvenes y niños tienen distinta topografís conductual y varía dependiendo del sexo y/o subcultura. Ellis y Abrhams (1980) consideran que las personas asertivas deben tener en claro, que no necesariamente obtendrán lo que pretenden, sino que expresen sus objetivos y traten de alcanzarlos. Hollandworth Jr. ( 1977, en Carrasco, 1983), agrega algo importante: la conducta asertiva no sólo es la expresión directa y verbal, sino también es no verbal, al emitir nuestros sentimientos, necesidades, preferencias u opiniones”. Cada una de las definiciones anteriores sobre asertividad contiene diversos componentes verbales sin embargo, en una relación interpersonal no solo éstos se hacen presentes, también podemos mencionar los no verbales. Y es en este punto donde se debe tener en consideración que además de las palabras, también es determinante su fuerza, su firmeza y la expresión emocional de la voz; asimismo, lo apropiado de los movimientos corporales, el contacto visual y expresión facial. Para (Argyle, 1972, citado en Carrasco1980) existe una diferenciación de las funciones de la conducta no verbal. a) La gestión y el control de la situación social inmediata. b) El apoyo y complemento de la comunicación verbal c) La sustitución de la comunicación verbal. La conducta no verbal se ha clasificado de la siguiente manera según ( Cook, en Rich y Cortesi, citado en Carrasco 1983) ASPECTOS ESTÁTICOS ASPECTOS DINÁMICOS 1.- Cara 2.- Configuración Física 3.- Voz 4.- Ropa, peinado, maquillaje, etc. 1.- Orientación 2.- Distancia 3.- Postura, gestos o movimiento del cuerpo 4.- Expresión del rostro 5.- Dirección de la mirada 6.- Tono de voz 7.- Ritmo y velocidad del discurso Se han hecho estudios como los de Eisler, Miler y Hersen (1977, citado en Carrasco) con la finalidad de encontrar conductas verbales y no-verbales relacionadas con la asertividad, las cuales se presentan a continuación: CONDUCTA NO VERBAL Duración mirada sonrisas de CARACTERÍSTICAS DEL CONTENIDO Y HABLA AFECTO la Duración de la Contenido de respuesta complacencia Latencia Contenido requerido para la Sonoridad nueva conducta Fluidez Afecto Según Carrasco (op. cit.), varios de los componentes de la tabla se omiten en investigaciones, ya que es difícil definir y precisar los conceptos operacionalmente. Por otro lado ya que es difícil medir las conductas en términos operacionales para su mejor canalización y por ende en ayuda del individuo, se requiere de un procedimiento general de evaluación. Existen los procedimientos de tipo directo y los del tipo indirecto; para lo cual, primeramente se debe precisar qué niveles se evaluarán, y dividirlos en tres categorías que son la cognitiva, la motriz y la fisiológica ( según Trujano,1985). Los procedimientos de tipo directo, comprenden el juego de roles, el ensayo conductual y la observación directa en el ambiente natural. Los de tipo indirecto, incluyen la entrevista, el autoreporte e inventarios ( Aranda,1985), los cuales buscan información sobre pensamientos, sentimientos y deseos. Ser asertivo nos lleva a relaciones CONSTRUCTIVAS, señala Sánchez (1996), en la medida que es una alternativa de comunicación afectiva y satisfactoria; donde se muestre un respeto hacia uno mismo y hacia los demás; dando mensajes claros, directos, evitando el juego de palabras; siendo honesto, apropiado (evitar críticas en público, buscar el espacio y tiempo adecuados, dependiendo del mensaje que se quiera dar ), tener control emocional (ya que cuando éstas se desbordan a niveles incontrolables, la persona se bloquea y no puede dar ni recibir mensajes); saber decir las cosas, dependiendo del objetivo que se busque, siempre con respeto, sin gritos, no generalizar, ni dar evaluaciones o etiquetas al otro con base en una conducta considerada como negativa; no buscar culpables y muy importante, no buscar hacer sentir mal al otro y, finalmente, saber escuchar, que implica un esfuerzo para comprender lo que los otros quieren transmitir. Por su parte Davidson (1999), en un trabajo exhaustivo sobre este tema, califica a la asertividad como un término multifacético y multidimensional con una connotación positiva, que consiste en hablar por sí mismo sin lesionar los derechos de los otros, que además se compone de tres elementos importantes que son a saber: * comunicar con legítimo interés propio: que es la capacidad para decidir sus tiempos (qué cosas hacer y en cuánto tiempo), establecer prioridades, elegir amistades, pareja, etc. * mantener la integridad: que es la capacidad de decir sí o no, ante las situaciones que se le presenten, teniendo una congruencia entre querer decir lo que se dice, cuándo y cómo lo dice. * defender derechos: es asegurarse con destreza y tacto que será escuchado, entendido y atendido. Sin olvidar claro, la aceptación de los derechos y sentimientos de los demás. Propone también un cuadro en el que es notoria la diferencia entre la asertividad y otras conductas no asertivas y que son negativas. Asertividad y otros comportamientos. Comportamiento Busca su objetivo mediante... Tiende a hacer, a quien lo tiene, sentirse... hace que el otro se sienta... Asertivo comunicación directa satisfecho con la situación satisfecho con el comunicador Agresivo resentido miedo, amenaza angustiado, tenso enojado, desubicado explotado hostilidad Manipulador culpa, recursos emocionales avergonzado de tener que racionalizar sacudido, usado, aprovechado Ofensivo humillado a toda costa, con atacado, fastidiado, “a molesto, la defensiva” ofendido conductas inmaduras Pasivo dejar pasar “no hacer olas” impotente, letárgico dominador, impositivo ¿ a gusto ? Pasivo / agresivo darle una “lección” a alguien victimizado, agraviado primero confundido después irritado. como ya se ha visto, la asertividad es un elemento fundamental en las relaciones interpersonales y podemos destacar las siguientes características: Es una habilidad aprendida, positiva en tanto que, no utiliza métodos agresivos, manipuladores, ofensivos o posesivos. En la cual, las personas buscan defender sus derechos, expresar necesidades, deseos, emociones, acuerdos y desacuerdos, sin lesionar su valía, ni la de los demás, ni sentirse culpable; cuyo fin es mantener una relación interpersonal CONSTRUCTIVA y en constante búsqueda de mejorar, y donde la fuente sólida de aprendizaje es la familia. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE . Relaciones interpersonales Relaciones intrapersonales Principios fundamentales de las relaciones humanas Conflictos en las relaciones Inter. e intrapersonales Manejo de conflictos Importancia de la superación personal y social. TEMA 6 6.- Relaciones humanas 6.1. Relaciones interpersonales Conocer las como se presentan las relaciones interpersonales dentro de un contexto determinado 6.2. Relaciones intrapersonales Conocer las como se presentan las relaciones intrapersonales dentro de un contexto determinado 6.3 Principios fundamentales de la relaciones humanas CONOCER LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LAS RELACIONES HUMANAS EN UN CONTEXTO DETERMINADO 6.4. Manejo del Conflicto en las relaciones interpersonales . Conocer las diversas formas de manejar un conflicto en cualquier contexto y espaciotemporal.. 6.5. Resolución de problemas interpersonales (asertividad) Conocer las diversas formas de manejar un conflicto en cualquier contexto y espacio temporal. Conocer la resolución de conflictos a partir de la asertividad Ejercicio 1. Explicar y ejemplificar las relaciones Inter.-intrapersonales. Instrucciones: Por equipos de trabajo reflexiona en lo siguiente y dramatízalo: Relación terpersonal Relación intrapersonal Conflictos interpersonales Resolución de conflictos personales a través de la asertividad Preguntas finales 1.- Definición de relación humana son las interacciones que tiene el ser humano, con sus semejantes y como lleva un medio de vida social y cultural con su entorno. 2.- ¿Cuál es la importancia de la comunicación en las relaciones interpersonales? Promueven la cooperación y competencia entre iguales y fomenta la participación activa entre diversos pueblos. 3.- Explica como interviene la asertividad en el manejo de conflictos. Es una forma del maneto del estrés por medio de una reflexión ante la situación que genera algún conflicto. EVALUACIÓN PARCIAL: si no 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. 5.- Monografía OBJETIVOS DE APRENDIZAJE (LOS DE LA UNIDAD UNICAMENTE) Conocer los principios fundamentales de las relaciones humanas en un contexto determinado. UNIDAD VI ANTECEDENTES SOCIALES Página INTRODUCCIÓN La problemática que abordamos en este cuatrimestre es la del aporte del pensamiento marxista clásico a la conceptualización del Estado moderno, centrándonos particularmente en la obra del propio Marx y en la de Antonio Gramsci. El objetivo de la unidad es el estudio crítico de la problemática marxista del Estado a través de sus fuentes directas. Entendemos que la teoría marxista (o bien, más específicamente las teorías marxiana y gramsciana) del Esatdo, la política y el poder siguen siendo el punto de partida y la referencia teórica obligada de todo el debate contemporáneo acerca de la problemática del Estado, sus crisis y sus metamorfosis. Sin embargo, después de la tensión que se prestó a Marx en los años 60 y primeros 70 y la prestada a Gramsci en los 80, ha sido poco frecuente en estos años volver sobre la obra de estos autores clásicos. La pregunta central con la que abordaremos hoy a estos autores, después de dos décadas de intensos desarrollos teórico-políticos acerca del Estado, es la de actualidad de Marx y de Garmsci.Después de Poulantzas, de Habermas, de Offe, de Anderson, etc., qué pueden decirnos todavía hoy Marx y Gramsci acerca del Estado, la política y el poder. El desarrollo de la materia seguirá un itinerario teórico-histórico, partiendo de una presentación del modelo iunaturalista, seguirá con Hegel, continuará con Marx y Engels y rematará en Gramsci. Una última clase, sin pretensiones de exhaustividad, estará destinada a presentar los debates postgramscianos para dejar indicadas ciertas líneas de continuidad del debate. Se trabajará simultáneamenete con fuentes directas (se leerá centralmente a Marx y Gramsci a través de sus propios textos) y con los principales intérpretes (Bobbio, Rubel, Negri, Anderson, Lechner), atendiendo principalmente a confrontar lecturas contrapuestas. Los conceptos centrales a construir colectivamente a través del aprendizaje colectivo serán: sociedad civil, Estado, forma Estado, aparato de Estado, formas históricas del Estado, lucha de clases, Estado y clase dominante, Estado y clases subalternas, modo de producción, base y superestructura, revoluciones burguesas, revolución comunista, dominación, hegemonía, crisis hegemónica, bloque histórico, transformismo, dictadura, democracia, estructura, sujeto, intelectuales, cultura, ideología. El proyecto implica un intenso trabajo, personal y colectivo, sobre los textos, que se tome en serio el lenguaje, que considere no solo lo que el autor dice sino cómo lo dice, que atienda también a las sombras, los silencios y los subtextos debajo del texto, que busque problemas antes que soluciones, que sepa detectar contradicciones tras la apariencia de coherencia. Modalidad de trabajo: Una clase teórica semanal que apunta a la organización y sistematización de los diversos problemas, seguida de un teórico-práctico orientado al análisis y discusión de textos teóricos y fuentes primarias. Sistema de evaluación: Régimen promocional sobre la base de asistencia completa, lecturas semanales regulares y dos exámenes parciales domiciliarios, con promedio mínimo de 7. PENSAMIENTO SOCIOLOGICO DE MAX WEBER Profesor titular Se desarrolla globalmente el vínculo entre la ciencia social y la política a través del análisis de algunos de los principales escritos políticos académicos de Max Weber. Utilizando como hilo conductor el argumento weberiano acerca del proceso de racionalización occidental se muestra en una primera apromaximación, el triple vínculo entre el desarrollo científico y tecnológico, el proceso de burocratización y el capitalismo. En este contexto, se aborda el llamado programa teórico político de Max Weber y se lo analiza en relación con las condiciones histórico políticas de Alemania en la etapa previa e inmediatamente posterior a la primera guerra mundial. Buscando articular algunos de los principales textos académicos y políticos de Weber se enfocan, entre otros, los siguientes temas: el rol de la ciencia social en relación con la política estatal: democracia, socialismo y burocracia: formas de liderazgo: función del parlamento: y problemas de legitimación y organización política en la sociedad de mazas. En vista de la actualidad de estas cuestiones, el curso concluye con una propuesta abierta: echar una mirada a la sociedad actual en la clave Weberiana, procurando distinguir argumentos vigentes y arcaicos en el planteo teórico político de Max Weber. SOCIOLOGIA DE LA CIENCIA: TEORIA Y ANALISIS La tarea central que se propone es doble: el desarrollo de ciertas perspectivas teóricas y su aplicación al análisis de procesos particulares, en el marco de nuestra propia sociedad; desenvolviéndose en un área de la disciplina que ha conocido notables desarrollos conceptuales y analíticos en el período reciente. La perspectiva general consiste en el tratamiento de la actividad científica como modelo de orientación y organización específica de la acción humana, correlativa de la conformación de un ámbito cultural o mundo de vida característico, signado por una trasmisición de elementos comunales o públicos, que en cuanto tales existen prioritariamente en las prácticas. El desarrollo de esta mirada conlleva el abandono de una representación multisecular que representa el conocimiento científico como resultado de una relación binaria esencial entre investigador y naturaleza. Al introducir la dimensión representada por las interacciones entre los investigadores mismos se da la clave para restituir la trama de relaciones sociales como eje y mediación fundamental de las acciones, orientaciones y producciones simbólicas constitutivas del mundo científico, sin menoscabo de las redes mas amplias que lo inscriben en el conjunto social mayor. Este cambio de perspectiva cuya articulación sociológica fuera influida en su gestación por la contribución teórica Kunhiana, forma la parte crucial de los desarrollos mas innovadores producidos en el ámbito de la sociología de la ciencia durante el último cuarto de siglo. El seguimiento de los momentos y categorías de tal reorientación, que puede ser descripta mediante la categoría de cognitivismo. La misma ha significado un fuerte cuestionamiento de la concepción funcionalista inicial, inspirada por R. Merto, y una reaproximación (excluída por aquel) entre la sociología de la ciencia y la del conocimiento desde el punto de vista teórico, uno de los rasgos centrales de esta transición es el marcado acento puesto en los enfoques de raíz interpretativa que encuentran en el análisis de la actividad científica un terreno particularmente fecundo para la elaboración de sus categorías e instrumentos. En un segundo momento del curso la atención se centra en los modelos históricos de la institucionalización y profesionalización de la investigación científica, que al poner de relieve la interconexión con el sistema de educación superior prepara el terreno analítico para la parte final. Esta se propone emplear el instrumental de análisis presentado para la exploración de los particulares procesos a través de los cuales se constituyen en nuestro país una tradición de investigación científica, que conducen a resultados destacados en el campo biomédico. Ello permite detenerse en la centralidad característica que adquiere la institución universitaria en sociedades TEORIA SOCIAL, TEORIA CRITICA Y SUBJETIVIDAD DESDE UNA PERSPECTIVA INTERDISIPLINARIA : La "crisis de los grandes paradigmas" es el rasgo dominante en los escenarios académicos y de investigación, que parecen por fin convencerse ante el resquebrajamiento de las antiguas certidumbres. Estas estaban encuadradas en sólidas jerarquizaciones ancladas en el contexto del positivismo vertebrador de nuestra cultura académica tanto filosófica como científico social y política. Lo que se conoce como "teoría social", puede asimilarse al conocimiento de la sociedad expresado desde las aludidas antiguas certidumbres. Con una mayor especificidad las "teorías sociológicas" dieron razón sobre el funcionamiento y dinámica de la sociedad y hasta arriesgaron hipótesis sobre la causalidad de sus pequeños o grandes cambios. Ante el hipotético derrumbe, o por lo menos ante el fuerte cuestionamiento epocal del sólido marco de la cultura científica que contextualiza los sistemas teóricos y categoriales que caracterizan estas teorías, entendemos que es oportuno plantearnos algunas reflexiones como fundamentos para desarrollar una materia que cumpla con el objetivo de generar un espacio de discusión sobre algunos temas y categorías importantes de la teoría social contemporánea, tomando dos referentes necesarios a) el de la contextualización históricofilosofía y epistemológia y b) el de sus propuestas metodológias en tanto confrontaión con la realidad. LA CONSTRUCCION HISTORICA DE LA SUBJETIVIDAD MODERNA Se tiende a abrir el espacio de reflexión a la sociología y la política para incluir en aquellos aspectos estructurantes de las relaciones que, aparentemente y por el poco uso que se hacen de ellos, mantienen una relación distante y que el "saber" social colectivo, externo no siempre incluye. Este problema, el de lo llamado "subjetivo", aparece cuando nos preguntamos, en especial desde la teoría freudiana, por las primeras determinaciones históricas de la subjetividad. Este acceso que incluye las determinaciones inconscientes que obran sobre los ciudadanos deben ser incluidos en el saber de las ciencias sociales. Nos referimos a los llamados "procesos primarios" como fundamento imaginario, afectivo y simbólico que sirve de cimiento a las relaciones sociales e institucionales: la permanencia de lo mítico "junto" a las formaciones mas racionales, científicas y tecnológicas. Contenidos mínimos: 1. El fundamento mítico-imaginario y afectivo de la subjetividad racional, consciente y lógica. El dualismo en la construcción histórica del sujeto: el campo arcaico (regulado por la lógica imaginaria de las primeras formas infantiles) y la constitución de la conciencia simbólica, racional y adulta. Su permanencia simultánea en los procesos sociales. El terror como método e la escisión subjetiva. 2. El racionalismo moderno: conciencia y sociedad. La "superación" del mito en el idealismo y el materialismo: Hegel y Marx. El fundamento cristiano del racionalismo moderno. El desvío de lo mítico hacia la religión y la negación del mito por la ciencia y la tecnología. Las formaciones económicas precapitalistas. Consecuencias políticas. 3. Lo incosciente como fundamento de la conciencia racional: Freud. La matríz organizadora social primera: el complejo de Edipo y el patriarcado. Mito trágico y complejo psíquico. Las formaciones simbólicas precapitalistas: el Edipo griego, judío y cristiano. Las formas arcaicas infantiles como núcleo despótico de la subjetividad social adulta. Mater-ialismo y Paterialismo. 4. La base mítico-cristiano del capitalismo: su fundamento arcaico. La cuantificación infinita de lo cualitativo. La lógica animista y fetichista oculta en la racionalidad abstracta: el poder cuantificador en el pos-modernismo. El capitalismo requiere una forma determinada de subjetividad para imponer su dominio. El terror, fundamento de la racionalidad adulta. SOCIOLOGIAS ESPECIALES PENSAMIENTO SOCIAL LATINOAMERICANO I. Introducción: Qué provoca en nosotros, lectores, la presencia de un documento? Cómo definir un documento? Cómo atravesar la hendidura que se establece entre el documento y la vida histórica? Hay una "sensibilidad" en la que nos interesaría predisponernos y que se extrae de ciertos "escritos de vida"? En qué intervienen las figuras de la retórica en nuestro pensar histórico? Y qué sentido tiene esta reflexión cuando evocamos en nosotros el esquivo concepto de "latinoamérica" o "europa"? Teniendo en cuenta estas interrogaciones, en este cuatrimestre exploraremos varios temas seleccionados por su potencialidad crítica -la simulación, las retóricas del mito político, el peso del texto político en la historia social, la irrupción de la historia en el texto- y nos apropiaremos de ellos relacionándolos con las preguntas que nos ponen frente al conocimiento. En este preámbulo de nuestro programa consideraremos la relación entre un texto y una experiencia de vida, pero no cuando leemos para estudiar sino para adentrarnos en un mundo provisoriamente despojado de las categorías del entendimiento, ese ámbito dónde solemos "educar los sentimientos" sobre el colectivo social-humano. Entonces, cuando el conocimiento comience su trabajo, será necesario tener la garantía de que no comprime los hechos de la sensibilidad bajo categorías inadecuadas o abstractas. Este problema define la esencia del conocer y no debe considerarse inesperado o disonante que sea también motivo de la reflexión inicial de nuestra materia. SOCIOLOGIA DE LA CULTURA La cultura concebida en el plano de la significación: las significaciones compartidas y el caudal simbólico que se manifiestan en los mensajes y en la acción, y por medio de los cuales los miembros de una determinada sociedad piensan y se representan a sí mismos, su contexto social y el mundo que los rodea. Contenidos mínimos: El desarrollo del programa comprende varios temas, atravesados -todos ellos- por la relación entre cultura y poder. Se enfatiza el estudio de las manifestaciones ideológicas; de la relación entre cultura, ideología y hegemonía; la problemática de la distinción, la exclusión y los aspectos simbólicos del consumo ligados a las contradicciones de clase; la identidad nacional y étnica y las diversas formas de etnocentrismo. También se estudian la globalización, la cultura popular, aspectos de la comunicación social y de los procesos de mas mediación y fenómenos culturales relacionados con el cuerpo y con las estrategias de reproducción. De la bibliografía que se utiliza pueden citarse, a modo de ejemplo, los siguientes autores: Clifford Geertz, Edward P. Thompson, Raym.ond Williams, Néstor García Canclini, Pierre Ansart, Perry Anderson, Roland Barthes, Tzvetan Todorov, Pierre Bourdieu, Michel de Certeau, Jesús Martín Barbero, Mijail Bajtin y Paul Virilio. SOCIOLOGIA URBANA Se pone especial énfasis en brindar los elementos teórico-metodológicos para comprender y analizar los problemas y cuestiones urbanas en términos generales y para América Latina. Se presentan y discuten los principales problemas actuales, así como algunos lineamientos de la acción gubernamental en la materia. La organización social del espacio urbano. La ciudad moderna como objeto empírico y analítico. El proceso de urbanización, el proceso de trabajo y sus repercusiones territoriales desde los orígenes del capitalismo. La división social y territorial del trabajo en el contexto de la reproducción de la sociedad. La ciudad del capital según distintas concepciones. Óptica crítica de la problemática urbana. La denominada cuestión urbana. Las condiciones generales de la producción y reproducción del capital y de la fuerza de trabajo y de la población en la ciudad. Las contradicciones sociales en tono a la formación y uso del territorio urbano. La cuestión del suelo urbano. La renta capitalista y sus formas urbanas. Las estrategias de reproducción de los sectores populares y los movimientos sociales urbanos. La llamada producción de la ciudad en cuanto a vivienda, infraestructura y equipamientos. Marginalidad y exclusión. Evolución y perspectivas de la política y planificación urbanas. SOCIOLOGIA DE LAS MIGRACIONES La presentación y análisis de las diferentes áreas de intervención sociológica en la problemática migratoria. Por un lado, se presentan las teorías sobre las migraciones, considerando los distintos niveles de análisis en que fueron formuladas. Por otro lado, se estudiarán las políticas, programas e instrumentos de acción sobre el tema, desde la perspectiva de las políticas públicas. Ambas perspectivas se presentarán en un esquema integrado con relación a las alternativas de práctica profesional sobre esta problemática. -Relación entre el análisis teórico, la investigación y la acción sobre las migraciones. -Evolución histórica del fenómeno y sus características actuales. - Teorías sobre las causas de las migraciones a nivel global y a niveles macro y micro sociales y económicos. - Teorías sobre las consecuencias de las migraciones. Migración y desarrollo. El costobeneficio migratorio. Las consecuencias en los mercados de trabajo. El impacto en la estructura social: demográfico, en el medio ambiente, educación, seguridad y salud. Las consecuencias culturales, psicosociales y psicológicas. - La definición de las políticas y programas de migraciones. Soberanía y derechos humanos del migrante. - La gobernabilidad migratoria. Legitimidad y eficacia. Información, legislación y administración de las migraciones. INFORMATICA Y RELACIONES SOCIALES: LAZOS SOCIALES Y VIRTUALES. La propuesta presente está orientada hacia un amplio abanico de estudiantes sin exigencias de conocimientos previos, que pretenderá enfocar a la computación por un lado como resultante de la dinámica social, mientras por otro, como instrumento de ella. Sobre el final, Internet será nuestro objeto de estudio excluyente y se prevé por tanto concentrarnos en un intenso trabajo de campo para conocerla y aprehender el fenómeno. Pero es, simultáneamente, nuestra resultante, ya que la Cátedra tiene su propio servidor web que a la fecha resulta, por lo cual las reflexiones, críticas, interrogaciones y avances que ésta va produciendo colectiva e individualmente, se irán volcando hacia la red, cerrando de esta forma el lazo de realimentación en parte social, en parte virtual. No se trata de un curso técnico "sobre computación", o "sobre Internet", sino de una reflexión sociológica a propósito de este fenómeno con vistas a la intervención. Habrá que profundizar ciertos conocimientos técnicos pero éstos son sólo medios, nunca fines, que cumplen la única función de conocer detalladamente el vehículo. El fin será el análisis del instrumento como relación social mediada por la técnica. SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION. La teoría sociológica (clásica y contemporánea) contiene un conjunto de herramientas conceptuales y ciertos estilos de trabajo que han demostrado ser útiles para contribuir al conocimiento sistemático del complejo mundo de la educación. En efecto, éste constituye una realidad "densa" de estructuras (reglas y recursos), agentes y prácticas sociales cuya adecuada comprensión exige un trabajo sistemático de investigación y análisis. Hoy la educación, al igual que otras dimensiones relevantes de la sociedad latinoamericana, muestra síntomas evidentes de crisis. La deconstrucción del Estado docente tradicional ha llegado a un límite que obliga a repensar lo educativo tanto en lo que concierne a su arquitectura y procesos internos como a sus articulaciones con el Estado, la estructura social y el sistema productivo. La intensidad de la crisis educativa nos recuerda que todo acto de conocimiento es un acto "interesado" y asociado con valores y tomas de posición en por lo menos dos espacios de lucha: el campo intelectual y el campo de las políticas públicas. La mirada sociológica será científica y políticamente productiva en la medida en que sea capaz de movilizar las tradiciones teórica mas fecundas y al mismo tiempo orientarse en función de la realización progresiva y de los valores de libertad y equidad en materia de producción y difusión de cultura y conocimiento. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE. Conocer la visión histórico-social de la sociedad. Conocer la importancia del comportamiento social. Determinar cuales son los factores del entorno socio cultural del alumno, que afectan el comportamiento del mismo. Explicar los cambios socio-culturales del entorno del alumno. Experimentar las necesidades primordiales del entorno. TEMA 7 7.- Antecedentes Sociales 7.1. Antecedentes sociales Conocer los antecedentes de la sociología, como ciencia que explica al hombre en grupos determinados 7.2. Comportamiento grupal Conocer los antecedentes de la sociología, como ciencia que explica al hombre en grupos determinados 7.3 IMPORTANCIA DEL ENTORNO SOCIAL, ECONÓMICO Y CULTURAL Conocer los antecedentes de la sociología, como ciencia que explica al hombre en grupos determinado, donde el entorno, la economía y la cultura determinan su situación. 7.4. Cambios importantes en la sociedad Conocer los antecedentes de la sociología, como ciencia que explica al hombre en grupos determinados Ejercicio 1. Explicar las diferentes teorías sociológicas del desarrollo de la sociedad. Instrucciones: Representa en le cuadro las ideas principales. Preguntas finales 1.- Definición de sociedad Es un grupo de personas que se interrelacionan con su medio ambiente; en donde existen creencias, costumbres, actitudes, valores, hábitos, etc. 2.- Desarrollo de los procesos sociales 3.- Conocer la importancia del contexto histórico-social en el desarrollo de una comunidad Dependiendo de los acontecimientos la sociedad está en un proceso de transformación, es este sentido la comunidad desarrolla diversos caminos de formación, en donde sus miembros son los principales actores del mismo. EVALUACIÓN PARCIAL: si no 1.- Participaciones 2.- Asistencia 3.- Cuadro sinóptico de cada uno de los temas 4.-Prueba escrita con el contenido de cada una de los temas. 5.- Monografía OBJETIVOS DE APRENDIZAJE (LOS DE LA UNIDAD UNICAMENTE) Identificar los diferentes momentos históricos-sociales por los que ha pasado el hombre Página TEMA 1 ELEMENTOS BÁSICOS DE LOS PRONÓSTICOS VI GLOSARIO VII REFERENCIAS VIII ANEXOS TEMA 1 TEMA 1 Antecedentes de la filosofía. Presocráticos Platón Aristóteles Etica filosófica Definición de ética Moral Valores Costumbres Etica profesional Etica del TSU VI REFERENCIAS Xirau, Ramón (1995 ) Introducción a la historia de la filosofía. Edit. Universidad Nacional Autónoma de México. Savater, Fernando ( 1980 ) Etica para Amador. Edit. Ariel. AGUSTÍN, Santo: Confesiones, trad. por Eugenio de Zeballos, Barcelona, Iberia, 1976, LIBRO PRIMERO, cap. XX, p. 29. ARISTÓTELES: Ética nicomaquea (-384/-322), trad. por Antonio Gómez Robledo, 2a ed., México, Porrúa, 1969. BIBLIA: La Santa Biblia, trad. de la Iglesia Católica Apostólica Romana bajo la dirección de Evaristo Martín Nieto (1964), 20a ed., Madrid, Centro de Ediciones Paulinas, 1978, Marcos, cap. 12, v. 31. EGGERS LAN, Conrado: El sol, la línea y la caverna, Bs. As., Univ. de Bs. As., s/f, cap. VI, § 6, pp. 78-80. HAWKING, Stephen W.: Historia del Tiempo (1987), trad. pot Miguel Ortuño, Barcelona, Crítica, s/f. 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