La Exposición La exposición El Toro y la Mediterránea, ubicada en el centro cultural Sa Nostra desde el 19 de Diciembre hasta el 10 de Marzo, utilizando como hilo conductor la figura del Toro, hace un recorrido a través de la historia pretendiendo con ello acercar a los habitantes del Mare Nostrum. Dicha muestra se articula en 7 ámbitos temáticos (todos ellos titulados), a los cuales se accede a través de un laberinto de tamaño natural, obra del artista Josep Guinovart. Se trata de una exposición temática, puesto que a lo largo del recorrido y como acompañamiento a las obras, encontramos textos explicativos en los cuales se relata la relación que tiene o ha tenido la figura del toro con el ámbito que estamos viendo. El primer ámbito al que se accede, es al relacionado con la economía y titulado: El Toro factor económico. En esta sala encontramos varias herramientas que se utilizaban y utilizan en el campo y que están relacionadas con el toro, como son: un collar de vaca, una taleca, un yugo, etc., así como también una muestra de monedas de todas las épocas donde se muestra la figura del Toro. En esta sala, se nos explica que después de ser domesticado, el toro fue utilizado como un animal de trabajo y como una fuente esencial de productos secundarios (leche, carne, piel, cuerno), además de constituirse como un elemento importante de cambio comercial. En el centro de la segunda sala, titulada: El Toro símbolo de poder y de autoridad, encontramos una cruz con un pequeño bovino esculpido en ella, además de una serie de figuras de este animal, cuernos y representaciones de Dioses que llevan algún objeto que hace alusión al Toro. Con esto se pretende mostrar al visitante, que a lo largo de la historia, el símbolo del Toro, era sinónimo de poder. La posesión de este bovino era un símbolo de jerarquía y poder económico. Sus astas, lucidas por Dioses, reyes y guerreros fueron un distintivo de rango. En la Edad Media, el toro constituyó la imagen del evangelista San Lucas. El tercer ámbito (El Toro expresión de lo sagrado), nos muestra que la asociación del toro con la fertilidad deriva de sus facultades genéticas. Pronto se perfiló como pareja ideal de la Gran Diosa Mediterránea y como encarnación de divinidades celestes y astrales relacionadas con la renovación de la naturaleza. Encontramos expuestos símbolos mágicos y protectores, una imagen de fertilidad, el toro como el matrimonio sagrado y como símbolo celeste, a través de pinturas y vasijas. El Toro animal de sacrificio, es el título del siguiente ámbito, en el cual se nos explica que como ofrenda sacrifical, el toro fue la víctima preferida de la divinidad. Las religiones místicas convirtieron su sacrificio en prenda de salvación. La muerte por degollamiento fue la fórmula más utilizada. Fue de gran importancia la comida ritual de los restos sacrificados per los participantes. Debido a ello, en esta sala podemos observar varios cuchillos, puñales y machetes que se utilizaban en este tipo de rituales. El Toro y el mundo funerario, es el título de la siguiente sala, de la cual cabe destacar su color negro en las paredes y las lápidas que ella podemos encontrar. Diferentes culturas del Mediterráneas muestran imágenes taurinas en entierros de todo tipo, que vinculan el Más Allá al poder regenerador del toro. Se manifiesta la presencia de la Diosa Madre, como un si de la Tierra, que bajo diversas advocaciones se veneró en todo el Mediterráneo. 1 En el siguiente ámbito, encontramos varias muestras artísticas con escenas en las que aparece el animal en el cual se basa la exposición: El castigo de Dirce, Cabeza de toro con cuerpo humano, El rapto de Europa, y un mosaico que reproduce el rapto de Europa. Esta sala se titula: Mitos y creencias taurinos; y se centra en la interpretación de la moralidad y del conocimiento antiguo. Las leyendas ponían de relieve normas de comportamiento y moralidades aleccionadoras, cosa a la cual no era aliena la figura del toro. Europa, Dirce, Teseo, etc., protagonizaron diversos episodios. Juegos del hombre y el Toro, es la última sala o ámbito, se centra en las prácticas cinegéticas en el origen de los juegos taurinos que desde la antigüedad han sobrevivido hasta hoy. Mesopotamia, Egipto, Creta, Grecia y Roma muestran antecedentes lúdicos del enfrentamiento entre el hombre y el Toro. Así en esta sala, nos encontramos con muestras de diferentes épocas sobre este tema. Lo que más llama la atención de la sala, son dos fotografías en blanco y negro. Una se titula Toro grande, Toro pequeño y se encuentra sobre un fondo negro; en ella se observa una figura del toro de Osborne en una llanura, junto a la cual se observa una figura más pequeña, que en esta ocasión está viva y que se trata de un toro pastando. La otra fotografía se titula Toro en el retrovisor y es una clara invitación a la reflexión sobre el tema de las figuras de los toros de Osborne en las carreteras que se planteo hace unos años. Si nos imaginamos la situación de ir conduciendo y al mirar por el retrovisor encontrarnos con la impresionante figura del toro de Osborne tal y como se ha recogido en la fotografía, la verdad es que impresiona, ya que el animal parece totalmente real y da la sensación de que vaya tras uno. Valoración personal Considero que es una exposición muy buena e interesante, que además de cumplir con su objetivo de entretenimiento, llega mucho más allá, y culturiza, es decir, informa al visitante, sobre un símbolo tan importante para muestra cultura como es el toro. A mí personalmente, me ha ayudado mejor a conocer nuestras costumbres y raíces, a la vez de enseñarme un nuevo aspecto que nos une a personas de otras culturas. 2