SEMINARIO: EL DOCUMENTAL MULTIMEDIA INTERACTIVO PRIMERA SESIÓN/PARTE 1 INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE: EL GÉNERO DOCUMENTAL 1. DEFINICIÓN DEL TÉRMINO DOCUMENTAL 2. PRINCIPALES CLASIFICACIONES DEL GÉNERO DOCUMENTAL 3. FUNDACIÓN DE LAS PELÍCULAS DE NO FICCIÓN Y INICIOS DEL GÉNERO DOCUMENTAL (1820-1933). 4. BIBLIOGRAFIA Y RECURSOS WEB 1. DEFINICIÓN DEL TÉRMINO DOCUMENTAL El género de no-ficción o género documental se encuentra todavía en la construcción de su definición, ya que existen distintas versiones de esta. John Grierson, de la escuela documentalista británica, atribuyó de “valor documental” a la obra de Robert Flaherty en 1926, considerándose el primer uso del término para calificar un filme. Las nociones de documento y su adjetivación documental, tienen una genealogía que puede ligarse a la historicidad, como cita Michael Renov (1993), a partir de las dos raíces del término, una latina y otra francesa antigua. La primera, docere, significa habilidad de enseñar, es decir, la transmisión consciente de algo que puede ser aprendido. La raíz antigua denota “evidencia o prueba”. En el siguiente párrafo, Bill Nichols (1994) presenta dos versiones que ha tenido el concepto de documental. Anteriormente se le vinculó estrechamente con una actividad formal de investigación y descripción o explicación causal. En su modificación a través del tiempo, se le considera además como una obra en la que el creador interpreta y comunica sus impresiones. “Tradicionalmente la palabra documental ha sugerido integración y conclusión, conocimiento y hecho, explicaciones del mundo social y sus mecanismos motivadores. Sin embargo, más recientemente, el documental viene sugiriendo desintegración e incertidumbre, recolección e impresión, imágenes de mundos personales y su construcción subjetiva.” La transformación en la concepción de la palabra “documental” resultó del vasto trabajo de la teorización del género. En este desarrollo siempre ha estado latente el conflicto de establecer límites entre la ficción y la no ficción. Paula Rabinowitz (1994) refleja esta dificultad de definir límites en el siguiente párrafo: “El documental circula entre lo público y lo privado, entre las esferas personal y política volviéndose simultáneamente un objeto estético y de archivo – parte ficción, parte verdad; o si se prefiere, base y superestructura a la vez; práctica económica y forma cultural. El documental está basado en el intercambio.” El intercambio al que se refiere la autora ocurre entre investigador y objeto de estudio, entre realizador y personaje, entre autor y evento. El documentalista se interesa por un objeto y al decidir capturarlo con la cámara, desde la concepción inicial hasta la finalización de la obra, reacciona al fenómeno y en cierto grado también participa en él. LA CONSTRUCCIÓN Y REPRESENTACIÓN DE LA REALIDAD En los estudios culturales (cuyo objetivo es el estudio de la sociedad analizando la cultura como creadora de significación) existen tres teorías de representación. La teoría reflexiva considera que el significado está en el objeto, persona, idea o evento en el mundo real, y el lenguaje funciona como un espejo, para reflejar el verdadero significado que ya existe en el mundo (Hall, 1997). La teoría intencional ubica al autor como única fuente de significado a través del lenguaje que decide usar. La tercera teoría, la teoría construccionista o constructivista, no acepta que el mundo material es el que transmite significado, sino el sistema de lenguaje o el sistema que se use para representar conceptos. Desde esta perspectiva, el significado se construye “en y a través del lenguaje” y los diversos conceptos en las prácticas humanas son construcciones sociales”. Al ofrecer una definición del documental, la teoría del género se inclina hacia la integración de sus posibilidades, hacia la aceptación de la necesidad de recursos realistas y ficticios. El fin último de la producción documental no es conseguir la veracidad en la narración, sino su verosimilitud. De esta forma, el uso de recursos realistas y ficticios se justifica cuando los motivos se dirigen a hacer verosímil la historia. Así lo muestra la definición que ya en 1948 ofreció la World Union of Documentary, en la que la única modificación que podríamos hacer en la actualidad sería eliminar la exclusividad del formato cinematográfico: “Documental es todo método de registrar en celuloide cualquier aspecto de la realidad interpretado bien por la filmación de hechos o por la reconstrucción veraz y justificable, para apelar a la razón o a la emoción, con el propósito de estimular el deseo y ampliar el conocimiento y la comprensión, y plantear sinceramente problemas y soluciones en el campo de la economía, la cultura y las relaciones humanas.” (León, 1999, p 63) Más allá de la definición académica expuesta del término documental, intentaremos analizar el concepto desde la aproximación de Bill Nichols, uno de los investigadores más sólidos respecto la teoría del documental contemporánea. Como comenta Nichols en su clásico La representación de la realidad: “Un buen documental estimula el diálogo acerca de su tema, no de sí mismo. Éste podría ser el lema de más de un documentalista, pero pasa por alto lo cruciales que son la retórica y la forma a la hora de alcanzar este objetivo. A pesar de un lema semejante, los documentales plantean una amplia gama de cuestiones historiográficas, legales, filosóficas, éticas, políticas y estéticas.” “En vez de una, se imponen tres definiciones de documental, ya que cada definición hace una contribución distintiva y ayuda a identificar una serie diferente de cuestiones. Consideremos pues el documental desde el punto de vista del realizador, el texto y el espectador. Cada punto de partida nos lleva a una definición distinta aunque no contradictoria. En su conjunto estas definiciones ayudan a demostrar cómo constituimos nuestros objetos de estudio y cómo después este mismo proceso determina una buena parte del trabajo que seguirá.” “Un modo común aunque engañoso de definir el documental desde el punto de vista del realizador se basa en términos de control: los realizadores de documentales ejercen menos control sobre su tema que sus homólogos de ficción (…). En El arte cinematográfico: una introducción, Bordwell y Thompson afirman: A menudo diferenciamos una película documental de una de ficción según el grado de control que se ha ejercido durante la producción. Normalmente, el director de documentales controla sólo ciertas variables de la preparación, el rodaje y el montaje; algunas variables (por ejemplo el guión y la investigación) se pueden omitir, mientras que otras (decorados, iluminación, comportamiento de los "personajes") están presentes, pero a menudo sin ningún control. (…) Al definir el documental estrictamente en términos de control del realizador sobre las variables que ofrece la definición, también se dejan de lado todas las cuestiones sociales (frente a las estrictamente formales) a que invita un estudio del «control»: ¿qué relaciones (de poder, jerarquía, conocimiento) tienen lugar entre realizador y sujeto; qué formas de patrocinio o consentimiento se dan; quién poseerá y distribuirá la película y con qué fin? (…) Lo que el documentalista no puede controlar plenamente es su tema básico: la historia. Abordando el dominio histórico, el documentalista se suma a la compañía de otros practicantes que carecen de contro sobre lo que hacen: científicos sociales, físicos, políticos, empresarios, ingenieros y revolucionarios.” “Otra forma, quizá más familiar incluso, de definir el documental es haciendo referencia a los textos directamente. Podemos considerar que el documental es un género cinematográfico como cualquier otro. Las películas incluidas en este género compartirían ciertas características. Diversas normas, códigos y convenciones presentan una eminencia que no se observa en otros géneros. Cada película establece normas o estructuras internas propias pero estas estructuras suelen compartir rasgos comunes con el sistema textual o el patrón de organización de otros documentales. (…) Los documentales toman forma en torno a una lógica informativa. La economía de esta lógica requiere una representación, razonamiento o argumento acerca del mundo histórico. La economía es básicamente instrumental o pragmática: funciona en términos de resolución de problemas. Una estructura paradigmática para el documental implicaría la exposición de una cuestión o problema, la presentación de los antecedentes del problema, seguida por un examen de su ámbito o complejidad actual, incluyendo a menudo más de una perspectiva o punto de vista. Esto llevaría a una sección de clausura en la que se introduce una solución o una vía hacia una solución.” “Básicamente los espectadores desarrollarán capacidades de comprensión e interpretación del proceso que les permitirán entender el documental. Estos procedimientos son una forma de conocimiento metódico derivado de un proceso activo de deducción basado en el conocimiento previo y en el propio texto. (…) Estos procedimientos, por tanto, están íntimamente ligados a cuestiones de ideología. Rigen muchas de nuestras suposiciones acerca de la naturaleza del mundo - qué hay en él, en qué consiste la acción apropiada y qué alternativas pueden sopesarse legítimamente -. Las capacidades del procedimiento de visionado, como las costumbres y el inconsciente freudiano en general, nos orientan hacia el mundo, o hacia un texto, de modos específicos que están abiertos al cambio pero son también considerablemente capaces de hacer frente a reveses y refutaciones (el proceso que llamamos «investigación» no se abandona si nos lleva a un callejón sin salida; el procedimiento básico permanece intacto mientras que la aplicación específica sufre una modificación). La experiencia previa con el documental y el cine, la narrativa y la exposición, establecerá procedimientos que difícilmente podrá desbaratar texto alguno. Con el tiempo, sin embargo, las inferencias que realizamos y las hipótesis que ponemos a prueba pueden cambiar considerablemente según la acumulación de experiencia y la transformación de estilo, estructura y modalidad en los textos que nos encontremos.” 2. PRINCIPALES CLASIFICACIONES DEL GÉNERO DOCUMENTAL Son diversas y numerosas las clasificaciones que teóricos y cineastas han dado del documental a través de su evolución. El género se ha tipificado a partir de distintas perspectivas, como su función, su forma y su contenido. Como ha sucedido también con los géneros de ficción, se han hecho categorizaciones en base a criterios tan distantes en especificación que en ocasiones han causado ambigüedad y confusión. En este apartado introductorio del temario se exponen distintas clasificaciones del género en base al trabajo de varios autores teóricos como Erik Barnouw, Micahel Renov, Bill Nichols, Richard M. Barsam i Elisenda Ardèvol. Estos presentan sus aportaciones respectivas a la teoría documental contemporánea. Observando el trabajo y análisis de numerosos estudiosos del género cinematográfico se observa como la división más básica del cine en películas de ficción, no ficción y experimentales es problemática y artificial, siendo más un asunto de convenciones cultural y comercialmente impuestas que de propiedades intrínsecas. Los estudios también hacen hincapié en las fronteras borrosas con otras formas de la no ficción, con las cuales se tienen finalmente más características en común que diferencias. Si esto se confirma ya a nivel clasificatorio macro, es aun más cierto cuando descendemos a otras cotas que pretenden diferenciar entre tipologías o modos de documentales. De nuevo, como toda clasificación, estos intentos sólo son sustentables en un campo teórico, son artificiales y presentan algunas limitaciones y problemas. No obstante, constituyen una importante herramienta metodológica para el estudio del documental y su discurso, por lo que aquí se esbozan de una forma crítica las clasificaciones más aceptadas, complementándolas y haciéndolas dialogar con otras caracterizaciones de prácticas discursivas realizadas desde la retórica, la literatura, el cine y la no ficción. CLASIFICACIÓN DE ERIK BARNOUW En el libro El documental: historia y estilo (Barnouw, 2002) se diferencian pragmáticamente movimientos o simplemente grupos de películas con ciertas características estilísticas y sobretodo de función social en común, las cuales se desarrollan en un momento histórico específico - sin que ello signifique que no se continúen dando hasta hoy -. Así habría una progresión que empezaría por Flaherty y otros pioneros, la cual es llamada documental Explorador, pasando por lo que el autor llama documental Reportero donde fuerza la inserción de autores polifacéticos como Vertov; en seguida, el documental Pintor, que incluiría las Sinfonías de Ciudad y películas de no ficción asociadas al Avant Garde de los años veinte y treinta; luego el documental Abogado, del que Grierson y la escuela británica son los mayores exponentes; sigue el documental Toque de Clarín, con claros ejemplos en las películas de propaganda de la Segunda Guerra Mundial; el documental Fiscal Acusador, que cumplió dicha función en la posguerra contra los crímenes cometidos; el documental Poeta, referente a las películas de los años cincuenta que buscaban un lenguaje metafórico, cotidiano o neorrealista; el documental Cronista, que empieza a realizar no ficciones etnográficas, políticas, históricas y sociales a finales de los cincuenta y principios de los sesenta; el documental Promotor, categoría en la cual se incluyen trabajos patrocinados por instituciones privadas; el documental Observador, que abarca el movimiento del Free Cinema inglés y el Cine Directo Norteamericano; el documental Agente Catalizador, que separa al Cinéma Vérité de las otras tendencias observacionales; el documental Guerrillero, con documentales político-militantes principalmente de las décadas del sesenta-setenta, y finalmente un híbrido no muy claro para el autor (que realizó la primera edición del libro en el 74 y la última en el 93), que abarcaría el heterogéneo documental de los años ochenta y principios de los noventa, y que se podría denominar Contemporáneo. La agrupación histórica de los documentales por funciones sociales propuesta por Barnouw puede haber servido a la estructuración pedagógica del libro en su momento y se le puede reconocer su importancia para recopilar los principales hitos y resaltar algunos objetivos pragmáticos de la no ficción. Sin embargo, sus categorías presentan problemas fundamentales para el análisis, pues desde la Pragmática y la Retórica está claro que los discursos de no ficción pueden tener tantas funciones como la propia comunicación humana. Por lo tanto circunscribir el documental a una serie de funciones es dejar por fuera muchas otras. Asimismo, incluir a un director o a una película en estos compartimentos de una manera arbitraria y cerrada es negar su complejidad y sus múltiples posibilidades. CLASIFICACIÓN DE MICHAEL RENOV Afirmando en 1993 que la teoría documental empieza a consolidarse, Michael Renov ofrece una lista de cuatro tendencias fundamentales funciones retóricas-estéticas dentro de las cuales pueden clasificarse las producciones documentales en cualquier punto del proceso histórico del género. Como el mismo comenta en un párrafo inicial de su obra Theorizing Documentary (1993): “En el contexto de una naciente poética del documental – aquellos principios de construcción, función y efecto específicos del filme y video de no ficción – corresponde las que considero las cuatro tendencias fundamentales o funciones retóricas – estéticas atribuibles a la práctica documental: 1- registrar, revelar o preservar, 2- persuadir o promover, 3 – analizar o interrogar, 4-expresar.” Aunque las elaboraciones de Michael Renov (1993:10-21) surgen de un campo muy diferente - la teoría poética - a las de la historiografía de Barnouw, confluyen en su acercamiento pragmático que posee unas deficiencias similares. Propone una división enfocada en el proceso concreto de composición, función y efecto, basada en cuatro tendencias o funciones retórico-estéticas fundamentales, las cuales actúan según él como modalidades de deseo que han alimentado durante décadas el discurso sobre el documental. Ellas son: 1. Grabar, revelar o preservar: Es la función mimética común a todo el cine, pero acrecentada por el documental y muy asociada a él. En esta se incluirían tanto películas como las de Flaherty como los contemporáneos diarios personales. 2. Persuadir o promover: Función que Renov llama retórica, es decir la búsqueda de técnicas argumentativas y estéticas de persuasión para lograr objetivos sociales o personales. Grierson sería el seguidor más típico de esta función, pero podrían hacer parte de ella otras películas tan disímiles como Night and Fog, de Alain Resnais, ya que para Renov la persuasión es transversal a todas las demás funciones. 3. Analizar o cuestionar: Función mimético/racional que sería un reflejo más “cerebral” del primer modo en el cual la actitud escéptica buscaría la implicación activa de la audiencia como en el cine “brechtiano”. En esta categoría se ubican básicamente los documentales de las corrientes del Direct Cinema y el Cinéma Vérité, aunque dicha función se puede encontrar en otros documentales pioneros como los de Vertov, o contemporáneos como los de Alain Resnais o Chris Marker. 4. Expresar: Es la función estética, la cual ha sido estrechamente ligada a la forma documental, pero a la vez ha sido la más subvalorada y rechazada debido a la actitud cientificista imperante en la sociedad, posición con la cual Renov está en desacuerdo al afirmar que el objetivo comunicacional es más fuerte al apoyarse en esta función. La función estética predomina en varias corrientes como las de las vanguardistas, o inclusive es muy fuerte en documentalistas como Flaherty. Como se puede apreciar por los ejemplos de documentalistas u obras que cabrían en varias de las funciones, las categorías de Renov son no-exclusivas y móviles a diferencia de las de Barnouw. Para Renov (1993:25) “los trabajos individuales rebasan trazos de cualquier taxonomía circunscripta. El potencial textual está en la trasgresión”. Además, en una crítica indirecta a la clasificación de Bill Nichols (la cual se abordará más adelante), afirma que su categoría no es evolucionista o cronológica ni valorativa, sin embargo no deja de asociar directamente algunas de sus categorías con movimientos documentales históricos y a realizar juicios que muestran cierta escala de valores entre la función “más elemental” (gravar, revelar, preservar) y las más complejas (analizar o cuestionar y expresar). Asimismo, esta categorización limita los usos de las películas de no ficción, los cuales pueden ser tan variados como las películas o la propia comunicación humana. CLASIFICACIÓN DE BILL NICHOLS Aunque Renov realiza su trabajo clasificatorio después del de Bill Nichols con la intención de complementarlo, el modelo de Nichols ha sido el más estudiado, establecido y a la vez criticado, en la teoría documental contemporánea. Sus categorías se basan en la combinación de variables de estilos de filmación y prácticas materiales. Como afirma en su libro Representing Reality sus primeras elaboraciones las realizó a partir de las distinciones narratológicas entre los estilos directo e indirecto, las cuales evolucionaron hacia cuatro modos documentales: Expositivo, observacional, interactivo y reflexivo. Luego en su libro Blured Boundaries renombra el modo interactivo por el participativo e introduce el modo poético y extiende el reflexivo. Finalmente en su libro Introduction to Documentary revisa y amplia sus trabajos anteriores incluyendo el modo performativo. Allí insiste que aunque sus categorías tienen una cronología histórica, pues los modelos normalmente se gestan a partir de una insatisfacción con el modelo predominante en una época determinada, ello no impide que coexistan en unas mismas épocas o se mezclen en documentales específicos. Como Nichols comenta literalmente en su introducción a las distinas modalidas en La representación de la realidad: “Las situaciones y los eventos, las acciones y los asuntos pueden representarse de diferentes formas. Surgen estrategias, toman forma convenciones, entran en juego restricciones; estos factores funcionan con el fin de establecer las características comunes entre textos diferentes, de situarlos dentro de la misma formación discursiva en un momento histórico determinado. Las modalidades de representación son formas básicas de organizar textos en relación con ciertos rasgos o convenciones recurrentes. En el documental, destacan cuatro modalidades de representación como patrones organizativos dominantes en torno a los que se estructuran la mayoría de los textos: expositiva, de observación, interactiva y reflexiva.” Nichols comenta en una nota a pie de página de dónde sacó la inspiración para crear sus inciales modalidades: “ Las cuatro modalidades aquí tratadas empezaron como una distinción entre el tratamiento directo e indirecto en mi trabajo Ideology and the Image. Julianne Burton revisó y pulió esta distinción conviniéndola en una tipología de cuatro partes extremadamente útil y mucho más matizada en «Toward a History of Social Documentary in Latín America», en su antología The Social Documentary in Latín America (Pittsburgh, University of Pittsburgh Press, 1990), págs. 3-6. Este capítulo es una reelaboración de la tipología de Burton.” En ocasiones las modalidades son algo así como géneros, pero en vez de coexistir como tipos distintos de mundos imaginarios (ciencia-ficción, películas del Oeste, melodramas), las modalidades representan diferentes conceptos de representación histórica. Pueden coexistir en cualquier momento temporal (sincrónicamente) pero la aparición de un nuevo modo se produce a resultas del reto y el enfrentamiento con respecto a una modalidad previa. (Podemos afirmar que los documentales reflexivos ponen en duda supuestos comunes a las otras tres modalidades restantes; que los documentales interactivos echan por tierra las limitaciones del tiempo presente de la modalidad de observación; que los documentales de observación rechazan el tono de argumentación de la modalidad expositiva; y que los documentales expositivos intentan contravenir la invitación a escapar del mundo social implícita en una buena parte de la ficción.) Sin embargo, lo cierto es que no se produce una sucesión ordenada, ya que las modalidades nuevas no tornan las otras inoperantes ni las incapacitan para conseguir resultados. Además, algunos retos siguen siendo anómalos; su potencial para estimular formas alternativas de práctica permanece en estado latente durante un cierto periodo. Y una nueva modalidad puede tener un objetivo diferente del de una modalidad previa o intentar abordar una deficiencia o problema. Además, casi con toda seguridad creará simultáneamente nuevos problemas. Los modelos de representación en el documental según Nichols son: el poético, el expositivo, el observacional, el participativo, el reflexivo y el performativo. a. Modo poético: Nichols ubica su origen en la incursión de las vanguardias artísticas en el cine, por lo tanto adapta muchos de los dispositivos representativos de otras artes, como la fragmentación, los actos incoherentes, las asociaciones ambiguas, las impresiones subjetivas. No obstante, es un modo que ha reaparecido en varias épocas y que en muchos documentales contemporáneos recobra su fuerza para crear un tono y un estado de ánimo más que para proporcionar información al espectador. b. Modo expositivo: Nichols asocia esta forma de representación con el documental clásico que se basaba en la ilustración de un argumento con imágenes. Por lo tanto afirma que es más retórica que estética, dirigiéndose directamente al espectador mediante el uso de títulos o locuciones que lideran la imagen y enfatizan la idea de objetividad y lógica argumentativa. Figuras claves serían Grierson y Flaherty, entre otros. Surgió del desencanto con las molestas cualidades de divertimento del cine de ficción. El comentario omnisciente y las perspectivas poéticas querían revelar información acerca del mundo histórico en sí y ver ese mundo de nuevo aunque esas perspectivas fueran románticas y didácticas. c. Modo observacional: está claramente representado por los movimientos cinematográficos del Cinéma Vérité francés y del Direct Cinema anglosajón los cuales, a pesar de tener diferencias sustanciales, comparten unos desarrollos tecnológicos comunes (equipos portátiles y sincrónicos) que se dieron a principios de los años sesenta. Estos, en combinación con la mayor apertura de la sociedad y las teorías narrativas y fílmicas, permitieron un acercamiento diferente a los sujetos, con el que los cineastas buscaban observar espontánea y directamente la realidad. Destacan Leacock, Pennebaker y Wiseman. Surgió de la disponibilidad de equipos de grabación sincrónicos más fáciles de transportar y del desencanto con la cualidad moralizadora del documental expositivo. Una modalidad de representación basada en la observación permitía al realizador registrar sin inmiscuirse lo que hacía la gente cuando no se dirigía explícitamente a la cámara. d. Modo participativo o interactivo: Este modelo desarrollado básicamente en el cine etnográfico y en las teorías sociales de investigación participativa, muestra la relación entre el realizador y el sujeto filmado. El director/investigador entra en un ámbito desconocido, participa en la vida de los otros, gana una experiencia directa y la refleja utilizando las herramientas de las ciencias sociales y el cine. Pero este modo de representar la realidad también se encuentra presente en películas como El Hombre de la Cámara (Celovek kinoapparatom, Vertov, 1929) o Crónica de un Verano (Chronique d´un été, Rouch y Morin, 1960), en las cuales el equipo de realización está presente, enfatizando en su encuentro con los sujetos filmados. La modalidad de observación limitaba al realizador al momento presente y requería un disciplinado desapego de los propios sucesos. El documental interactivo ( Rouch, de Antonio y Connie Field) surgió de la disponibilidad del mismo equipo de más fácil transporte y de un ansia de hacer más evidente la perspectiva del realizador. Los documentalistas interactivos querían entrar en contacto con los individuos de un modo más directo sin volver a la exposición clásica. Surgieron estilos de entrevistas y tácticas intervencionistas, permitiendo al realizador que participase de un modo más activo en los sucesos actuales. El realizador también podía relatar acontecimientos ya ocurridos a través de testigos y expertos a los que el espectador también podía ver. A estos comentarios se les añadió metraje de archivo para evitar los peligros de la reconstrucción y las afirmaciones monolíticas del comentario omnisciente. e. Modo reflexivo: Esta forma de representación más que hablar de la realidad busca hacer consciente al espectador del propio medio de representación y los dispositivos que le han dado autoridad (Nichols,2001:32-75). Así hay un cambio conceptual en el cual el documental no se considera como una ventana al mundo sino como una construcción o representación de este, ayudando a que el espectador tome una postura crítica frente a cualquier forma de representación. Nichols la valora como la tipología más autoconsciente y autocrítica. Figuras importantes fueron Dziga Vertov, Jill Godmilow y Raúl Ruiz. Surgió de un deseo de hacer que las propias convenciones de la representación fueran más evidentes y de poner a prueba la impresión de la realidad que las otras tres modalidades transmitían normalmente sin problema alguno. Ésta es la modalidad más introspectiva; utiliza muchos de los mismos recursos que otros documentales pero los lleva al límite para que la atención del espectador recaiga tanto sobre el recurso como sobre el efecto. f. El modelo performativo: Este, que fue el último modo introducido por Nichols a su cambiante clasificación, también cuestiona la base del cine documental tradicional y las fronteras borrosas con la ficción, al enfocarse en la expresividad, la poesía y la retórica, y no en una representación realista. En este tipo de películas el énfasis se desplaza hacia las cualidades evocadoras del texto y no tanto hacia su capacidad representacional, acercándose de nuevo a las vanguardias artísticas más contemporáneas. Aunque este breve resumen da la impresión de una cronología lineal y de una evolución implícita hacia una complejidad y una conciencia de la propia modalidad mayores, estas modalidades han estado potencialmente disponibles desde el comienzo de la historia del cine. Cada modalidad ha tenido un periodo de predominio en regiones o países determinados, pero las modalidades también tienden a combinarse y alternarse dentro de películas determinadas. Los enfoques más antiguos no desaparecen; siguen formando parte de una exploración ininterrumpida de la forma en relación con el objetivo social. Lo que funciona en un momento determinado y lo que cuenta como una representación realista del mundo histórico no es sencillamente cuestión de progreso hacia una forma definitiva de verdad, sino de luchas por el poder y la autoridad dentro del propio campo de batalla histórico. Las categorías de Barnouw, Renov y Nichols, aunque pueden ser incompletas o presentar problemas como cualquier clasificación, han servido para analizar el documental desde puntos de vista poéticos, pragmáticos y estéticos. En un intento de complementar dichas categorías, se presentan otro tipo de clasificaciones y tipologías aplicadas tanto al cine en general, como a los textos escritos de ficción y no ficción, y a los discursos retóricos en particular. MODELOS DE CLASIFICACIÓN DEL DOCUMENTAL En este esquema se resumen las diferentes clasificaciones y modos explicados en el parágrafo. Los diferentes colores muestran las relaciones que pueden existir entre algunas de las características propuestas. Barnouw Eric reportero explorador abogado pintor Fiscal acusador Toque de clarín poeta cronista observador promotor guerrillero Agente catalizador “contemporáneo” Michael Renov Grabar, revelar o preservar Persuadir/ promover Analizar o cuestionar Expresar Bill Nichols POÉTICO EXPOSITIVO OBSERVACIONAL INTERACTIVO o Participativo REFLEXIVO PERFORMATIVO 3. FUNDACIÓN DE LAS PELÍCULAS DE NO FICCIÓN Y INICIOS DEL GÉNERO DOCUMENTAL (1820-1933). ORÍGENES El cine se desarrolló desde el punto de vista científico antes de que sus posibilidades artísticas o comerciales fueran conocidas y exploradas. Uno de los primeros avances científicos que llevó directamente al desarrollo del cine fueron las observaciones de Peter Mark Roget, secretario de la Real Sociedad de Londres, que en 1824 publicó un importante trabajo científico con el título de Persistencia de la visión en lo que afecta a los objetos en movimiento, en el que establecía que el ojo humano retiene las imágenes durante una fracción de segundo después de que el sujeto deja de tenerlas delante. Este descubrimiento estimuló a varios científicos a investigar para demostrar el principio. Los primeros experimentos Tanto en Estados Unidos como en Europa, se animaban imágenes dibujadas a mano como forma de diversión, empleando dispositivos que se hicieron populares en los salones de la clase media. Concretamente, se descubrió que si 16 imágenes de un movimiento que transcurre en un segundo se hacen pasar sucesivamente también en un segundo, la persistencia de la visión las une y hace que se vean como una sola imagen en movimiento. El zoótropo que ha llegado hasta nuestros días consta de una serie de dibujos impresos en sentido horizontal en bandas de papel colocadas en el interior de un tambor giratorio montado sobre un eje; en la mitad del cilindro, una serie de ranuras verticales, por las cuales se mira, permiten que, al girar el aparato, se perciban las imágenes en movimiento. Un ingenio algo más elaborado era el praxinoscopio, del inventor francés Charles Émile Reynaud, que consistía en un tambor giratorio con un anillo de espejos colocado en el centro y los dibujos colocados en la pared interior del tambor. Según giraba el tambor, los dibujos parecían cobrar vida. En aquellos mismos años, William Henry Fox Talbot en el Reino Unido y Louis Daguerre en Francia trabajaban en un nuevo descubrimiento que posibilitaría el desarrollo del cinematógrafo: la fotografía, ya que sin este invento previo no existiría el cine. Hacia 1852, las fotografías comenzaron a sustituir a los dibujos en los artilugios para ver imágenes animadas. A medida que la velocidad de las emulsiones fotográficas aumentó, fue posible fotografiar un movimiento real en vez de poses fijas de ese movimiento. En 1877 el fotógrafo angloestadounidense Eadweard Muybridge empleó una batería de 24 cámaras para grabar el ciclo de movimientos del galope de un caballo. Un paso relevante hacia el desarrollo de la primera cámara de imágenes en movimiento fue el que dio el fisiólogo francés Étienne Jules Marey, cuyo cronofotógrafo portátil (una especie de fusil fotográfico) movía una única banda que permitía obtener doce imágenes en una placa giratoria que completaba su revolución en un segundo. Sin embargo, su tira de película consistía en un papel mojado en aceite que se doblaba y se desgarraba con facilidad. Hacia 1889, los inventores estadounidenses Hannibal Goodwin y George Eastman desarrollaron más tiras de emulsión fotográfica de alta velocidad (que necesitaban poco tiempo para impresionarse) montadas en un celuloide resistente: su innovación eliminó un obstáculo esencial en la experimentación con las imágenes en movimiento. Thomas Alva Edison Hasta 1890, los científicos estaban interesados principalmente en el desarrollo de la fotografía más que en el de la cinematografía. Esto cambió cuando el antiguo inventor, y entonces ya industrial, Thomas Alva Edison construyó el Black Maria, un laboratorio cerca de West Orange (Nueva Jersey), que se convirtió en el lugar donde realizaba sus experimentos sobre imágenes en movimiento y el primer estudio de cine del mundo. Edison está considerado por algunos como el diseñador de la primera máquina de cine, el kinetoscopio, pero en realidad ni fue él el inventor ni el invento era propiamente una cámara de cine. Su ayudante, William K. L. Dickson fue quien hizo en realidad casi todo el trabajo, diseñando el sistema de engranajes, todavía empleado en las cámaras actuales, que permite que la película corra dentro de la cámara, e incluso fue él quien por vez primera logró en 1889 una rudimentaria imagen con sonido. El kinetoscopio, patentado por Edison en 1891, tenía unos 15 metros de película en un bucle interminable que el espectador —individual— tenía que ver a través de una pantalla de aumento. El artefacto, que funcionaba depositando una moneda, no puede considerarse por tanto un espectáculo público, y quedó como una curiosidad de salón que en 1894 se veía en Nueva York, y antes de finalizar ese año, en Londres, Berlín y París. Los hermanos Lumière Los experimentos sobre la proyección de imágenes en movimiento visibles para más de un espectador se estaban desarrollando simultáneamente en Estados Unidosy en Europa; en Francia, a pesar de no contar con la gran infraestructura industrial de Edison, los hermanos Louis y Auguste Lumière llegaron al cinematógrafo, invento que era al tiempo cámara, copiadora y proyector, y que es el primer aparato que se puede calificar auténticamente de cine, por lo que la fecha de su presentación pública, el 28 de diciembre de 1895, y el nombre de los inventores son los que han quedado reconocidos universalmente como los iniciadores de la historia del cine. Los hermanos Lumière produjeron además una serie de cortometrajes con gran éxito, de género documental, en los que se mostraban diversos elementos en movimiento: obreros saliendo de una fábrica, olas rompiendo en la orilla del mar y un jardinero regando el césped. Uno de sus cortometrajes más efectistas para demostrar las posibilidades del nuevo invento fue el que mostraba a un tren correo avanzando hacia el espectador, lo que causaba gran impresión en el público asistente. El cine que se producía mientras en el estudio de Edison era más teatral: números circenses, bailarinas y actores dramáticos que actuaban para las cámaras. Pero para entonces el equipamiento elemental ya había sido estandarizado siguiendo el modelo del cinematógrafo de los hermanos Lumière, y las películas se comenzaron a comercializar a escala internacional. Películas de una bobina En 1896 el ilusionista francés Georges Méliès demostró que el cine no sólo servía para grabar la realidad, sino que también podía recrearla o falsearla. Con estas imaginativas premisas, hizo una serie de películas que exploraban el potencial narrativo del nuevo medio, dando inicio al cine de una sola bobina. En un estudio en las afueras de París, Méliès rodó el primer gran filme puesto en escena cuya proyección duró cerca de quince minutos: L’Affaire Dreyfus (El caso Dreyfus, 1899) y filmó Cendrillas (Cenicienta, 1900) en 20 escenas. Pero sobre todo a Méliès se le recuerda por sus ingeniosas fantasías como Viaje a la luna (1902) y Alucinaciones del barón de Münchhausen, en las que experimentaba las posibilidades de los trucajes con la cámara de cine. Méliès descubrió que deteniendo la cámara en mitad de una toma y recolocando entonces los elementos de la escena antes de continuar podía, por ejemplo, hacer desaparecer objetos. Del mismo modo, retrocediendo la película unos cuantos centímetros y comenzando la siguiente toma encima de lo ya filmado, lograba superposiciones, exposiciones dobles y disoluciones (fundidos y encadenados, como elemento de transición entre distintas escenas). Sus cortometrajes fueron un éxito inmediato de público y pronto se difundieron por todo el mundo. Aunque hoy en día parecen poco más que curiosidades, son precursores significativos de las técnicas y los estilos de un arte entonces balbuceante. El estilo documentalista de los hermanos Lumière y las fantasías teatrales de Méliès se fundieron en las ficciones realistas del inventor estadounidense Edwin S. Porter, a quien se le atribuye en ocasiones la paternidad del cine de ficción. Trabajando en el estudio de Edison, Porter produjo la primera película estadounidense interesante, Asalto y robo de un tren, en 1903. Esta película, de 8 minutos, influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas —o disponibles— se reúnen para conseguir un conjunto coherente. Se dice que los Hermanos Lumiere dieron inicio a la historia oficial del cine por varias razones. En principio por patentar el Cinematógrafo, aparato que permitía filmar imágenes en movimiento y proyectarlas. A poco meses del patentamiento, en el invierno de 1895, los Lumiere dieron la primera proyección publica de una película. Se trató de La salida de la fábrica Lumière (La Sortie des usines Lumière, 1895). El ''corto'' de menos de un minuto mostraba a los obreros saliendo de la fábrica luego de una jornada laboral. Junto con ese film también se proyectaron una serie de "cortos" que los Lumiere habían filmado y mostraban escenas de la vida diaria. Aunque sólo un mes antes, en noviembre de 1895, Max y Emil Skladanowsky, inventores y cineastas alemanes, habían hecho proyecciones cobrando una entrada, los pocos privilegiados que pagaron su ticket para entrar al Grand Café de París y asistieron a la proyección de la película de los Lumiere, pudieron considerarse testigos del nacimiento oficial del cine. En realidad las proyecciones de los Skladanowsky no eran películas sino animaciones de fotografías. En cambio los Hermanos Lumiere, con sus filmaciones de escenas de la vida cotidiana realizaron los primeros intentos de crear un lenguaje narrativo en el cine. Sus primeras películas eras cuasi documentales de la época y además de mostrar aspectos de la sociedad parisina de fines del siglo XIX y principios del XX, resultan importantes ya que objetos comunes y escenas cotidianas pasaron a convertirse en objetos de espectacularización. Así, se comienzó a darle al cine una característica de verosimilitud más grande que la fotografía. Mención especial se merece tal vez la más conocida de sus películas. La llegada del tren a la estación (L'Arrivée d'un train à la Ciotat, 1895) fue un gran éxito. La película de unos 60 segundos de duración consistía en, como lo dice el título, simplemente la llegada de un tren a la estación de La Ciotat en el sur de Francia, avanzando hacia el espectador. Cuenta la leyenda que los primeros que vieron la proyección tenían la impresión de que lo que estaba sucediendo era tan real que se agachaban y hasta incluso se levantaban y se movían ante la llegada del tren. Sin embargo, a pesar del gran éxito que tuvieron esa peliculitas ("Con el invento de los hermanos Lumiere, la muerte deja de ser absoluta", titularon algunos diarios parisinos), los Lumiere no ven en el cinematógrafo una industria sino sólo un gran negocio fugaz, el que aprovecharon para generar una muy buena riqueza. Como tenían la patente del invento y se negaron a comercializarla, cualquiera que quisiera filmar un acontecimiento debía contratarlos. Entonces los Lumiere les enviaban un cinematógrafo y un operador donde sea que fuera requerido. Al poco tiempo los Lumiere declararon que el cinematógrafo era un invento sin futuro y se volcaron al desarrollo de la fotografía a color, dejando el camino del cine libre para que personas como George Mélies, los hermanos Pathé (quienes compraron las patentes de Lumiere) y Edwin Porter, entre otros, continuaran su camino. LOS INCICIOS Y LAS ESCUELAS CLÁSICAS DE LOS AÑOS 20 (documental etnográfico, realismo poético, sinfonías urbanas). EL DOCUMENTAL ETNOGRÁFICO. FLAHERTY Y LAS EXPEDICIONES. A comienzos de los años 20 Robert J. Flaherty con “Nanuk, el esquimal” (1922), obtiene un gran éxito con un documento antropológico donde el retrato realista de una vida cotidiana llena de suspense y emoción se combina con un impecable esfuerzo estético. Su épica narración de la lucha del hombre contra la adversidad de la naturaleza abrió el camino a una amplia serie de documentales ambientados en parajes exóticos y centrados en la vida de buenos salvajes, entre los que destacan “La Croisière noire” (1925) de Léon Poirier, “Grass” (1926) de Meriam C. Cooper y Ernest Schoedsack, que sigue las migraciones de las tribus bakhtiari en busca de pastos frescos para su ganado, o “Simba” (1928) de Martin y Osa Johnson. La excelente acogida comercial de este formato documental influiría incluso en el cine de ficción, con obras como “Tabú” (Tabu: A Story of the South Seas, 1925) de F.W. Murnau y Robert J. Flaherty y “King Kong” (1933), de Meriam C. Cooper y Ernest Schoedsack. A partir de finales de los años 20 el exotismo de Flaherty da paso al documental social, tanto en su vertiente revolucionaria como reformista, al tiempo aparecen los primeras grandes obras maestras del género como instrumento de propaganda política, corriente que se afianzará con los documentales bélicos de la S.G.M. El documental revolucionario tiene su mejores exponentes en Dziga Vertov y su Cine-ojo, y (ya en la década de 1930) Joris Ivens, mientras que el reformista, que cuenta con un decisivo apoyo estatal, lo encabeza John Grierson, al frente de la escuela de documentalistas británicos. EL DOCUMENTAL REVOLUCIONARIO. VERTOV Y EL CINE SOVIÉTICO. Dziga Vertov. Seudónimo del director soviético Denis Akadievith Kaufman (1895-1954). Comienza su carrera en 1918 como redactor jefe del Kinonedelija (Cine-Semana), el primer periódico soviético sobre actualidad cinematográfica; entre 1920 y 1922 realiza varios documentales militares y, de 1923 a 1925 dirige la revista filmada Goskino Kalendar’. Entretanto funda el Kino-Pravda, noticiario de reportajes que constituye el punto de partida de su teoría del “cine-ojo” (KinoGlaz) que denuncia el cine de ficción -“el drama cinematográfico es el opio del pueblo. ¿Abajo las fábulas burguesas y viva la vida tal y como es!”- y defiende un cine de análisis social -“el desciframiento comunista del mundo real”; el cineasta debe ser, por tanto, un periodista artístico: en lugar de historias, debe realizar estudios documentados, exposiciones poéticas y didácticas, una interpretación creadora de la realidad. Para ello exalta el poder de la cámara, el “ojo superior” y del montaje, que concibe como un texto: en lugar de limitarse a mostrar la apariencia, las imágenes de la vida real deben ser organizadas según los fines de un discurso, aprovechando todos los recursos del cine: montaje, ralentí, aceleración, marcha atrás, dibujo animado, imágenes múltiples, sobreimpresiones, collage, cambios de color, contrapunto sonoro. Su obra maestra fue El hombre de la cámara (Chelovek s kinoapparatom / The Man with the Movie Camera). (URSS, 1929) [B/N, 80 m. Muda] Jean Vigo (1905-1934). Hijo de un periodista y militante anarquista ejecutado en 1917 y enfermo de tuberculosis, Jean Vigo tuvo una vida corta, pero intensa y fructífera. Rodeado de poetas, escritores y luchadores sociales, el joven Vigo se inició en el cine con “A propósito de Niza”, documental insólito por su descarnada visión crítica de la alta burguesía, donde realiza una genial síntesis de la expresividad de la vanguardia francesa, el naturalismo del cine mudo norteamericano y la explosiva inmediatez de Dziga Vertov. - A propósito de Niza (À propos de Nice). (Francia, 1930) [B/N, 22/25 m.]. Ficha técnica. Dirección y Guión: Jean Vigo. Fotografía: Boris Kaufman. EL DOCUMENTAL Y LAS VANGUARDIAS. SINFONIAS URBANAS DE GRANDES CIUDADES Las “sinfonías urbanas” (city symphony) son un subgénero dentro del documental clásico de los años 20 y 30. Se puede decir que surgen como resultado del interés mostrado por algunos movimientos de vanguardia por el uso de los códigos formales del cine de ficción. Es decir, mientras que algunos vanguardistas utilizaron el cine para explorar las posibilidades de crear un lenguaje propio y autónomo, lo que daría como resultado el “cine experimental”, otros, sin renunciar a la experimentación y con la clara intención de profundizar en las posibilidades expresivas del nuevo medio cinematográfico, optaron por el “realismo” (entendido como plasmación de la realidad cotidiana), dando origen a lo que el historiador Georges Sadoul denominó “la tercera vanguardia”. Este tipo de documentales se desarrollan en un espacio de tiempo limitado (generalmente, 24 horas) y analizan los diversos aspectos que conforman la vida cotidiana de las diferentes clases sociales que pueblan las ciudades desde un punto de vista comunitario (no íntimo o doméstico, sino “social”, como el transporte, el trabajo, la calle, los restaurantes o la vida nocturna). Berlin, die symphonie eines grosstadt (Berlin, sinfonía de una gran ciudad). (Alemania, 1927) [B/N, 70 m.] 4. BIBLIOGRAFIA Y RECURSOS WEB BIBLIOGRAFÍA - Barnouw, Eric, El documental, Barcelona, Gedisa, 1996. (En la biblioteca de coordinación) - Bazin, André, ¿Qué es el cine?, Madrid, Rialp, 1999. (En la biblioteca de coordinación) - Bruzzi, Stella, New Documentary: a critical introduction, Londres, Routledge, 2000. - Chanan, Michael, “El Coeficiente Zapruder”, en FILMWAVES nº4 (Traducción de G. De Carli) - Ferro, Marc, Historia contemporánea y cine, Barcelona, Ariel, 1995. - Godmilow, Jill and Shapiro, Ann-Louise "How Real is the Reality in Documentary Film?, en, History and Theory v36, n4 (Dec, 1997) (Trad. M. Amieva) - Grierson, John, Postulados Del Documental, (selección de texto realizada por el Taller de Expresión 2, de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA) - Guzmán, Patricio, El guión en el cine documental, - Farocki, Harun, Crítica de la Mirada, Buenos Aires, Altamira, 2003. - Kaes, Antón, From Hitler to Heimat. The return of History as Film, Harvard University Press, 1992. (Epílogo, trad. de M. Amieva) - la Ferla, Jorge, (comp.) De la Pantalla al Arte Transgénico, Buenos Aires, Libros de Rojas, 2000. - Nichols, Bill, La representación de la Realidad, Buenos Aires, Paidós, 1997. - Renov, Michael. (Ed), Theorizing Documentary. New York, Routledge, 1993. - Sánchez Biosca, Vicente, “Imágenes marcadas a fuego. Representación y memoria de la Shoah”, en Revista Brasileira de Historia, Sao Paulo, v. 21 n° 42, 2001. - Torreiro, Casimito, y Josetxo Cerdán, Documental y vanguardia, Madrid, Cátedra, 2005. (En la biblioteca de coordinación) - Vaughan, Dai, “¿Qué Queremos Decir Con “Que”?” en: For Documentary: 12 essays, Londres 1999. (Traducción G.De Carli) - Vertov, Dziga Escritos y Diarios de Trabajo, Buenos Aires, Nueva Visión, 1977. - Wolf, Sergio, “Las reglas del juego (documental)”, en El Amante el 11/08/2002. - Yoel, Gerardo (comp.), Pensar el cine. Imagen, ética y filosofía, Buenos Aires, Manantial, 2004. RECURSOS EN LA WEB HERMANOS LUMIERE PRIMERAS PELÍCULAS DE NO FICCIÓN http://www.youtube.com/results?search_query=Lumiere&search_type=&aq=f (YOUTUBE) http://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Lumi%C3%A8re(WIKIPEDIA) ROBERT FLAHERTY NANOOK, EL ESQUIMAL http://www.veoh.com/search/videos/q/nanook+of+the+north#watch%3Dv17495787G8t g573F (VEOH) http://www.filmaffinity.com/es/film862884.html (FILMAFFINITY) DZIGA VERTOV http://www.zappinternet.com/video/yosNvoGxuP/Dziga-Vertov-Cine-Ojo-II (CINE OJO II) http://video.google.com/videoplay?docid=-7991379281115932333# http://video.google.com/videoplay?docid= 7991379281115932333#docid=573413299689354503 (MAN WITH THE MOVIE CAMERA) http://www.veoh.com/search/videos/q/dziga+vertov# (VEOH VIDEOS VERTOV) OTROS http://www.youtube.com/results?search_query=jean+vigo&search_type=&aq=f (ALGUNOS FRAGMENTOS DE OBRAS DE JEAN VIGO) http://www.youtube.com/results?search_query=joris+ivens&search_type=&aq=f (ALGUNOS FRAGMENTOS DE OBRAS DE JORIS IVENS) http://video.google.es/videosearch?sourceid=navclient&hl=es&rlz=1T4SKPB_esES310 ES312&q=youtube+sergei+eisenstein&um=1&ie=UTF8&ei=nIJcS5jVKIzE4gbf46X9BA&sa=X&oi=video_result_group&ct=title&resnum=1 &ved=0CBIQqwQwAA# (ALGUNOS FRAGMENTOS DE OBRAS DE SERGEI EISENSTEIN) http://www.youtube.com/results?search_query=berlin%2C+sinfonia+de+una+gran+ciu dad&search_type=&aq=f (ALGUNOS FRAGMENTOS DE BERLIN, SINFONIA DE UNA GRAN CIUDAD) --- Barcelona, 25 de enero de 2010 ---