Foro de cohesión Bruselas, 31 de enero de 2011 Señor comisario, primer ministro, compañeros y compañera, Señoras y señores, Buenas tardes: Es un honor estar aquí en representación de mi ciudad Vitoria-Gasteiz, una capital por ahora poco conocida pero que aspira a representar con orgullo y entusiasmo a las decenas de ciudades de tamaño medio que llenan Europa. La elección de Vitoria-Gasteiz como Capital Verde Europea 2012 ha supuesto el reconocimiento a un trabajo de más de 30 años promoviendo y, sobre todo, aplicando políticas de desarrollo sostenible. Una nueva manera de ver y de hacer ciudad en la que instituciones y ciudadanía hemos ido de la mano. Este reconocimiento ha llenado a la ciudad y a sus ciudadanos de orgullo pero también de responsabilidad a la hora de afrontar un reto histórico para una ciudad de tamaño medio que representa a un tipo de ciudades donde vive el 80% de los ciudadanos europeos. Vitoria-Gasteiz afronta, al igual que todas las ciudades europeas, nuevos e importantes retos de futuro. Muchos de ellos los ha superado gracias a la generosa aportación de los Fondos de Cohesión, que han invertido cerca de 40 millones de euros en nuestra ciudad en los últimos 15 años. Pero ahora estamos en otro tiempo en el que debemos pensar cómo queremos crecer en Europa, cómo mantener y preservar nuestra identidad. Son muchos los expertos e incluso las propias instituciones europeas las que señalan que más que en una época de cambios vivimos un cambio de época. Se está acuñando un nuevo paradigma de ciudad, una ciudad ecoeficiente: productora de energía, ahorradora de recursos, productora de alimentos, protectora de la biodiversidad, cohesionada y dinámica. Este es el verdadero reto al que se enfrentan las ciudades europeas, un reto en el que tenemos que ser líderes del cambio porque somos las principales responsables de los problemas medioambientales, pero también los focos centrales de la innovación, los espacios donde nacen y se desarrollan las nuevas ideas y, por tanto, la solución a los problemas del siglo XXI. ¿Dónde creemos que está la clave de Vitoria-Gasteiz como ciudad comprometida con el desarrollo sostenible y la cohesión social? Sin duda, en una sociedad comprometida con esos valores; en el desarrollo durante 30 años de buenas prácticas por los diferentes gobiernos locales; en un análisis autocrítico de nuestros progresos y errores; pero también y sobre todo en la dimensión física de su desarrollo. Vivimos en un mundo de megaciudades que están concentrando buena parte del protagonismo económico, social y político en el planeta. Megaciudades que incluso se construyen artificialmente, como en China. Megaciudades que, sin embargo, están demostrando una dimensión incompatible con el desarrollo sostenible y la cohesión social. Además, la dimensión está alcanzando proporciones tales que sus problemas se están convirtiendo en problemas de Estado: inseguridad y delincuencia; altos niveles de contaminación; desaparición del suelo natural y permanentes atentados contra la biodiversidad; guetos de pobreza y conflictos de convivencia; y una deuda en su gestión que arrastra y condiciona a los propios Estados. Debemos abandonar el urbanismo de estas ‘ciudades región’ y apostar por la ‘región de ciudades’ que es claramente la identidad europea. Una ‘región de ciudades’ permite un control exhaustivo de su crecimiento urbano y por tanto más compatible con el desarrollo sostenible. Estas ciudades, por supuesto, deben estar conectadas de forma sostenible para facilitar la movilidad de la ciudadanía y deben estar gobernadas bajo un nuevo parámetro de buenas prácticas que es el de la colaboración competitiva. Las ciudades debemos ser motores de crecimiento y centros de creatividad e innovación. Las urbes europeas tenemos que concentrarnos en ser puntos de encuentro del talento y la excelencia, pero atendiendo y generando oportunidades para toda la ciudadanía. No podemos competir en costes de producción pero sí en experiencia, en conocimientos, en excelencia y en calidad. Sí en calidad de vida y sociedad cohesionada; sí en derechos de ciudadanía; sí en progreso. Este debería ser nuestro hecho diferencial y nuestro mejor argumento para atraer el talento y, de su mano, la inversión y nuevas fuentes de riqueza. Para lograrlo lo lógico sería que las instituciones locales participásemos también en la toma de decisiones y en la gestión de las soluciones. Pero no de una forma individual, ni siquiera regional. Europa y sus ciudades debemos tener altura de miras y potenciar alianzas y colaboraciones que nos permitan saltar nuestra líneas fronterizas y crear redes de ciudades inteligentes, que colaboremos y compitamos para que el progreso, la cohesión y la sostenibilidad sean nuestro objetivo, Y esto es lo que se debería fomentar en los futuros apoyos de la Unión: premiar a quien colabore, a quien construya una gran Europa en red. El futuro de nuestro continente pasa por las redes de ciudades que compartamos objetivos y retos, que nos repartamos funciones estratégicas y que seamos capaces de generar oportunidades para nuestra ciudadanía. Y todo ello lo debemos hacer desde ahora, antes de que las megaciudades de Oriente se conviertan en el eje de la productividad y arrinconen a Europa en un segundo plano. Es la hora de reivindicar y reforzar nuestra forma de ser, de ver el mundo desde el prisma del crecimiento sostenible, la cohesión social y la calidad de vida, de no renunciar a las conquistas que durante el siglo XX tanta y tanta lucha han costado. La pelea del pasado fue la de las clases sociales, la del presente debe ser la del propio planeta… pero la una y la otra tienen que ir unidas. Y las ciudades europeas tenemos que ser capaces de verlo, de afrontarlo unidas en red y de ponerlo en práctica. Tenemos que repensar, reciclar y rediseñar las ciudades europeas por fuera y por dentro. Una visión integrada del desarrollo sostenible como elemento dinamizador y de competitividad para avanzar en las ciudades europeas del futuro. Un avance que desde la capitalidad verde 2012 proponemos construir juntos las ciudades europeas y la ciudadanía europea. Juntos porque solo estando en red y compartiendo recursos y soluciones podremos ser ciudades ecoeficientes. Por eso, Vitoria-Gasteiz pretende convertir la European Green Capital 2012 en: • Un espacio de encuentro, de debate, de intercambio de ideas, buenas prácticas, de innovación, de trabajo en red y de participación ciudadana en el que todas las ciudades europeas puedan trabajar juntas en buscar y compartir nuevas soluciones para nuevos retos. • Un espacio físico y también virtual que permita establecer nuevas redes de trabajo compartido entre las ciudades y que ayude a visualizar entre la sociedad europea el éxito de las ciudades que desarrollan una visión integrada del desarrollo sostenible en todas sus políticas. No tenemos mucho tiempo, pero es la hora de pensar, de trazar nuestro camino, de recordar quiénes somos, de potenciar nuestras ciudades y nuestra calidad de vida. No renunciemos a la ciudadanía europea, al crecimiento sostenible y cohesionado, a los objetivos 2020. Y en ese nuevo mapa, borremos las líneas y hagamos redes de ciudades y ciudadanía unidas para lograr objetivos comunes en los que la competencia entre nosotros no nos impida, al mismo tiempo, colaborar unidos. Muchas gracias.