INEDITO PARALELO ENTRE MONGALO Y SANTAMARIA. Dos héroes centroamericanos y su gesta antiesclavista. Estando próxima la fecha conmemorativa de la admirable gesta del epónimo héroe rivense EMMANUEL MONGALO Y RUBIO, El día 29 de Junio de 1885, ofrezco mi modesto concurso intelectual con este trabajo, que viene a proyectar un paralelo entre ambos héroes, el nica y el tico. Voy a enfocarlos (con JUAN SANTAMARIA, el otro adalid costarricense) en un paralelo que se merecen. No obstante, pocos escritores o historiadores en la historiografía han considerado el parangón en nuestra bien llamada Guerra Nacional. Porque se unieron en este suelo rivense tropas equipadas de las cinco repúblicas centroamericanas, para derrotar al esclavista William Walker, que se había ya posesionado de esta ciudad de Rivas y amenazaba tomársela militarmente. Son breves apuntes biográficos de Mongalo y Santamaría; Bajo un ángulo mas breve la acción de la batalla de Rivas, que ha sido comentada, historiada y escrita hasta la saciedad. Emmanuel Mongalo Nació nuestro héroe en Rivas el 17 de Junio de 1834. Sus padres fueron don Bruno Mongalo y doña Francisca Rubio de Mongalo. Su progenitor se casó dos veces y procreó la bicoca de 22 hijos. Algo insólito para estos tiempos. Mongalo procedía de lo que ahora se clasificaría como clase media (o medio pelo). Viajó a Estados Unidos ayudado por su padre, lo que presupone que era uno de aquellos finqueros (acomodados) meridionales. Santamaría En cambio, Juan Santamaría, era hijo de un humilde sastre de Alajuela. Hijo extramarital de Manuela Gallegos o Carvajal, nació el día 29 de agosto de 1831, es decir, mayor tres años que Mongalo. Otras fuentes señalan que el oficio de Santamaría era de arriero de ganado guanacasteco (entonces nos pertenecía toda la inmensa faja o sabana territorial que regalaron nuestros botaratas políticos). Le motejaron el “Erizo de Alajuela” porque su cabellera o pelo era ensortijado. A los 24 años Santamaría se vio envuelto en la lucha bélica, al acudir al llamado de la soberanía nacional (tan manoseada expresión actualmente) de Costa Rica (las tropas filibusteras marcaban esa ruta para adueñarse del territorio). Santamaría en su pueblo fungía como tambor mayor del cuartel local. Se alistó como voluntario al presentarse en la tropa que acampó en Rivas por esas fechas. Maestro por vocación Mongalo fue maestro por vocación natural. (El día del Maestro fue instituido en fecha magna el 29 de Junio de cada año) A su regreso de EE.UU. se publicó su “Compendio de Geografía”, escrito por él a manera de catecismo, o sea en forma de preguntas y repuestas para “facilitar” la comprensión por parte de los niños. Igual que Santamaría (sigue el paralelo) se presentó como voluntario cuando el Gobernador de Rivas, don Eduardo Castillo, apunta: “El subteniente cívico don Emmanuel Mongalo, en unión de un soldado también cívico (o sea voluntario) fue de los que vinieron de esa ciudad, clavaron un mechón encendido en la casa de Máximo Espinosa (lugar exacto, casa frente a LA CURACAO) donde fueron últimamente reducidos y rodeados por todo el contorno los filibusteros”., Felipe Nery fajardo, es el nombre que registran algunos autores del compañero de Mongalo que cooperó con él en acometer la hazaña. Se había ofrecido (dice la fuente) un premio de cincuenta pesos al que incendiara el mesón (no hay que confundir con el mesón que quemó Santamaría) peo Mongalo se hizo aún más digno de la consideración pública porque rehusó la parte que le cupo, a favor del gobierno. Mongalo resultó ileso en la contienda. Santamaría pereció por bala filibustera. Gesta de Mongalo Walker en su libro “La Guerra de Nicaragua”, señala que sus tropas que procedían por el Pacífico, entraron al departamento por el balneario “El Gigante” en Tola, Rivas. Luego acamparon en los alrededores de Rivas, sirviéndoles de “baqueano” Máximo Espinosa. (Así comienzan y persisten traidores en este maltrecho país) Espinosa era precisamente el dueño de la casa que incendió Mongalo. Walker antes de la acción, se apoderó de las fincas “San Esteban”, (cuya casa hacienda la incendiaron reduciéndola a pavesas “los muchachos”** y las colinas de “Santa Ursula” (donde hoy funciona el Museo Rivense) que eran linderos de la ciudad, consideradas posiciones estratégicas para el ataque y la defensa”. La batalla de Rivas La batalla de Rivas, afirman las fuentes consultadas, comenzó bajo “un torrencial aguacero” (Junio ha sido mes lluvioso) según documentos, a la una de la tarde del 29 de Junio de 1855. (Un año después Santamaría culminaría su gesta heroica en el otro Mesón denominado “de Guerra”. Paso por alto otros detalles que ya han sido comentados sobre la acción militar filibustera en la ciudad de Rivas. Gesta de Santamaría Santamaría, no empuñó el mechón (o tea liberadora) sólo ni en primer lugar. Lo fue Luis Pacheco (tico como él) que cayó abatido por las balas filibusteras. Pero sí un nicaragüense intervino, como segundo, llamado Joaquín Rosales, cuyo nombre recoge la Historia, en momentos supremos en que el mesón cogía fuego débilmente y los filibusteros huían en estampida hacia el puerto de San Juan del Sur, donde se guarecieron temporalmente. Pero Rosales también cayó mortalmente herido. Estos previos intentos supremos libertarios coronan cuando Santamaría esgrime desafiante el mechón y lo arroja sobre los tejados del mesón, rematando la acción intentada por Pacheco y Rosales, quemando la vieja casa y desbandando el enemigo. Pacheco y Rosales, estuvieron a punto de convertirse en “héroes gemelos de la acción heroica”, pero no lo fueron. Son los momentos estelares de la Historia que consagra para siempre al Erizo de Alajuela, autor único de la notable proeza patriótica centroamericana. Reseña final Santamaría fue enterrado en fosa común con otros paisanos suyos, supuestamente en le lugar donde existe el templo de “San Francisco”. Muerto en combate por balas enemigas. En cambio, Mongalo muere plácidamente en Granada, el 1 de Febrero de 1872 (a los 38 años de edad). Se cree que sus restos reposan en la Iglesia La Merced de Granada. Destinos diferentes de ambos héroes centroamericanos que culminaron gestas imborrables para la historia de ambos países.