“LA VERDAD OS HARÁ LIBRES” VERDAD Y LIBERTAD La verdad y libertad son y serán temas de profundo debate, no pasan de moda ni dejan de tener importancia. En la sociedad actual existe un pensamiento que ha profundizado sobre lo que representan y significan verdad y libertad. No va ser fácil la explicación al igual que no es sencillo el tema. ¿Existe una verdad? ¿Qué es la libertad? Hoy en día, al igual que en la historia encontramos posturas similares a pesar del tiempo, también similares en cuanto a la contraposición. Actualmente cuando hablamos de verdad, hablamos de hechos probados, por lo tanto concluimos que la verdad es la suma de hechos probados. Todo parece razonable, no obstante, un hecho probado como tal no existe ya que toda opinión, acción, consecuencia etc… viene marcada por la interpretación con la que es recibida. Un ejemplo simple y claro de esto es como en la actualidad podemos leer las opiniones de las personas en sus redes sociales; Twitter por ejemplo es una herramienta útil para observar como la interpretación de un tema afecta la respuesta del receptor. He leído muchos insultos a personas de determinada ideología por mencionar que hace falta patriotismo, a lo que otras personas de opuesta ideología les responden con insultos. Sin embargo veo “retweets” de esas personas que citan la mítica frase del Che Guevara “patria o muerte”. Es decir, la interpretación con la que es leída o dicha una simple palabra esta abierta a la interpretación, dependiendo el modo en el que comprendamos la frase y los hechos que hicieron los “iconos” de dichas ideologías, de ese mismo modo dependerá nuestra opinión e interpretación. Por lo tanto, volviendo al tema, determinamos que la suma de hechos probados no es la verdad. Descartando este tema podemos pensar que la verdad es lo referente a las ciencias empíricas, lo “científicamente demostrado” pero, ¿cuántas cosas cambian desde el punto de vista de la ciencia? Recientemente hubo un cambio en diez elementos de la tabla periódica. No cambiaron de manera relevante pero lo hicieron, por no mencionar que todas las teorías no perduran en los siglos; esto no es un desprecio la ciencia, ya que es un elemento importante para poder conocer la verdad, pero no la verdad en sí misma. Por el momento hemos descartado dos temas similares como son los hechos probados y lo científicamente demostrado. Un punto de vista mas profundo es: lo que no existe es una verdad eterna. ¿Es esto correcto? Puede parecerlo, pero, en un futuro existirán cosas que hoy en día no existen, sin embargo, otras estarán en desarrollo; no podemos negar que aparecerán nuevas enfermedades, y que a su vez la cura a dichas enfermedades surgirá en la mente de una persona. Con lo que determinamos que no es una verdad absoluta ya que en un determinado espacio de tiempo (más largo o mas corto) tiene fecha de caducidad. Tampoco olvidemos el relativismo, es decir, igual que el mal es ausencia de bien, el relativismo es ausencia de verdad. Por lo tanto en esa ausencia de verdad descubrimos que existe una verdad. El segundo tema a tratar es la libertad, el cual muchas personas lo relacionan con el ser felices, pero ¿Para todo el mundo ser feliz es lo mismo? Si nos damos cuenta de que la felicidad es algo subjetivo, nos damos cuenta de que es imposible que la libertad sea ser feliz, ya que la libertad pasaría a ser algo subjetivo. Si relacionamos libertad y felicidad con alcanzar el placer, terminaremos como los hedonistas, que buscando placer para terminar con el dolor, terminaron con el placer porque a la larga les causaba dolor. Podemos pensar que la libertad es entonces hacer lo que cada uno piensa que es adecuado o le apetece hacer, punto de vista que está bastante metido en la sociedad, una sociedad llena de individualismo, de continua lucha. Una sociedad en la que muchas personas tienen más claro cuales no son sus valores y contra los que están de acuerdo, que sus propios valores. No es ninguna tontería este individualismo, ya que llevado al extremo, pisando a los demás para conseguir algo y añadiendo la mentira, es el causante de la crisis económica actual. El Papa Francisco no es y no debe ser ajeno a las críticas del individualismo y prueba de esto es una breve citación: “Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien.” Esta forma errónea de libertad, basada en el individualismo nos impide hacer el bien, por lo que un modo de pensar que nos impide el bien no puede ser la libertad. “La verdad os hará libres”. Tenemos varios ejemplos de lo que no es la verdad y la libertad, pero ¿Qué son? La libertad para el hombre moderno es un valor fundamental de su propia existencia. La libertad nos caracteriza propiamente como seres humanos porque podemos elegir entre el bien y el mal, es una balanza que pesa el mérito y el demérito; “El hombre es racional y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos”. Por lo tanto la libertad es la capacidad de tomar decisiones por nosotros mismos, equivocándonos o acertando, pero la verdadera libertad es cuando llegamos a acertar ya que cuanto más bien hace el hombre mas libre es, la verdadera libertad consiste en la búsqueda del bien y de la justicia. Al existir una primera causa, Dios, que nos da libertad, somos responsables de los actos que hacemos ya que dentro de esta libertad debemos escuchar a Dios que nos dice lo que busca en nosotros. Para poder escuchar a Dios hace falta conocernos a nosotros mismos. Existe una herramienta en psicología que se encarga de los estudios de los procesos mentales implicados en el conocimiento: Este cuadro nos explica que existen cosas que conocen todas las personas, otras que nadie conoce, otras que saben las personas de alrededor pero no el sujeto y finalmente las que conoce solo el sujeto. Para ser libres primero debemos de tratar de conocernos a nosotros mismos. Cuando alcancemos ese objetivo podremos saber lo que Dios quiere de nosotros y finalmente alcanzar la libertad y felicidad al conocer nuestra vocación. Finalmente, lo más importante, ¿Qué es la verdad? La verdad es Dios: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, ya que al partir de la existencia, de una primera causa que nos da libertad, pero que es omnipotente, tiene que ser a la fuerza La Verdad. Es comprensible que muchas personas no lleguen a La Verdad mediante la fe, ya que la fe es una virtud que Dios otorga. Como podemos comprobar en este breve análisis de tres páginas podemos llegar a La Verdad por descarte, estudiando aquellas opciones que parecen ser y no son, y que sumadas a otras cuestiones que no refieren a este trabajo llegamos a la existencia de un todo omnipresente que no tiene ni principio ni fin y que por lo tanto es La Verdad. Por tanto, llegamos a ser libres gracias a nuestra entrega y sacrificio por Él: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Tras esta breve profundización en la verdad y libertad podemos concluir que la Verdad no esta en los hechos probados, porque dependen de la interpretación que se les otorgue, ni está en lo “científicamente demostrado”, ya que aunque haga falta para conocer la verdad, no es la verdad en sí misma porque no perdura en el tiempo. La Verdad tampoco es aquello que no existe como verdad ni lo relativo. Por lo tanto asumimos que lo cierto es la existencia de una primera causa, Dios. Por otro lado, la libertad no la podemos encontrar en algo subjetivo, ni tampoco en el placer, ya que caeríamos en el error hedonista. En último lugar, tampoco puede estar en la postura individualista, porque en ella existe ausencia de bien y la ausencia se contrapone a La Verdad y La Libertad. Determinamos entonces que la verdadera Libertad está en la búsqueda del bien y la justicia. Y ratificamos que la relación entre Verdad y Libertad es clara, siendo el origen la existencia de Dios, debido a que ÉL es la Verdad y nos dispensa la Libertad. Fermín Torrano