Opinión: Periodismo y violencia machista en Nicaragua. Jueves, 07 de Julio de 2016 10:09 En la mayoría de los medios de comunicación en Nicaragua, la violencia en general y la violencia machista en particular han sido convertidas en un espectáculo para entretener a la teleaudiencia. Reconocen los dueños y directores de estos medios sin rubor alguno, que los programas clasificados como nota roja, son los gozan de mayor popularidad y por eso se transmiten en horarios estelares. Por María Teresa Blandón Gadea, Programa Feminista La Corriente. Perfilando el escenario nacional. Según personas expertas en comunicación de masas, la mayoría de la audiencia continúa prefiriendo la televisión y la radio, mientras la prensa escrita ocupa el último lugar. Esto es comprensible es un país de tradición oral, con altos niveles de analfabetismo funcional y con un pésimo sistema de educación formal. Para conocer el contexto mediático que prevalece en este país, debemos anotar que la mayoría de canales de televisión pertenecen al empresario mexicano Ángel González, quien en sociedad con el actual presidente de Nicaragua han constituido un verdadero monopolio, en el cual destacan los canales 8 y 10, especializados en la tristemente célebre “nota roja”, misma que goza de mucha simpatía en una mayoría de audiencia joven. Destacan también por su aporte al sexismo, radios de alcance nacional como la Nueva Radio Ya, propiedad de destacados militantes del partido de gobierno. En el 2012 y gracias a la iniciativa de diversas organizaciones de mujeres, la Asamblea 1/5 Opinión: Periodismo y violencia machista en Nicaragua. Jueves, 07 de Julio de 2016 10:09 Nacional aprobó la Ley Integral contra la Violencia de género, la cual en su primera versión establece sanciones para los medios de comunicación que alienten la violencia contra las mujeres, sin embargo, la Corte Suprema de Justicia se hizo eco de reclamos de algunos empresarios de la comunicación de masas que consideraron que tal referencia violaba el “sagrado” derecho a la libertad de expresión. De tal suerte, la versión definitiva de la Ley, elimina toda referencia a la obligación que tienen los medios de comunicación de respetar el derecho de las mujeres a vivir libres de toda forma de violencia. La programación que ofertan los canales de televisión estatales y privados está carcomida por un profundo sexismo. Una rápida mirada nos devolverá las imágenes degradantes que sobre las mujeres ofrecen telenovelas como “La Rosa de Guadalupe”, y programas como “caso cerrado”, “la doctora Polo” y “Margarita te voy a contar”, para citar algunos ejemplos. En la actualidad, las universidades presentan un panorama más bien desolador en términos de calidad de la educación. Las universidades públicas en particular, desestimulan e incluso obstaculizan los esfuerzos que realizan estudiantes de comunicación y periodismo por innovar y colocar en la agenda de los medios temas y problemas con una perspectiva crítica. Resumiendo: Existe un férreo monopolio de los canales de televisión y la prensa escrita, en el que participa la empresa privada en asociación con el gobierno. Los canales de televisión más vistos por la audiencia son los especializados en la nota roja. Los medios de comunicación gozan de total impunidad en el uso y abuso del cuerpo de las mujeres. Lo que dicen los medios de comunicación sobre las mujeres. La mayoría de medios de comunicación en Nicaragua y particularmente la televisión y la radio, están al servicio del sexismo, el racismo y la homofobia, particularmente cuando se trata de personas que viven en condiciones de pobreza y marginación. Son estos cuerpos los que colocados en el lugar de la censura, el rechazo, la descalificación y la burla, llenan los espacios estelares. Pero el tratamiento que los medios de comunicación dan a las mujeres, está segmentado por edad, estatus socio-económico, origen étnico, orientación sexual, entre otras adscripciones construidas en una lógica jerarquizada. 2/5 Opinión: Periodismo y violencia machista en Nicaragua. Jueves, 07 de Julio de 2016 10:09 De tal suerte, las mujeres jóvenes urbanas y de clase media, son representadas como mujeres de éxito, en un modelo que combina la constitución de una familia nuclear como síntesis de la realización femenina, y de forma complementaria la culminación de una carrera profesional que coloca a estas mujeres en la ruta de la modernidad. También están representadas las mujeres jóvenes que triunfan principalmente gracias a su belleza y su gracia; ellas son las más cotizadas para vender toda clase de productos que van desde un maquillaje, hasta la oferta académica de las universidades, pasando por los productos de limpieza para tener una casa linda y limpia. En el otro extremo están las mujeres que viven en condiciones de pobreza, las cuales aparecen como víctimas necesitadas de la caridad pública, como madres sacrificadas que dan todo por su prole, o bien como protagonistas de toda clase de conflictos familiares y vecinales, en el centro de los cuales frecuentemente está la disputa entre mujeres por un hombre. En otras ocasiones estas mujeres son presentadas como encarnación de una sexualidad “desordenada” y “deshonesta”. Solo en contadas experiencias, estas mujeres aparecen reflejadas en toda su complejidad, desde un enfoque que la reconoce como una persona integral, cuya vida no se puede reducir al rol de eterna intermediaria del bienestar de los otros. Pocas veces las mujeres pobres son colocada por los medios de comunicación en el lugar de la agencia y del ejercicio ciudadano. La representación de las mujeres en los medios de comunicación no solo es estereotipada y prejuiciosa, sino intermitente; las mujeres que desempeñan roles no tradicionales como la innovación tecnológica, la labor académica, el deporte, la producción cultural entre otros, aparecen y desaparecen con bastante facilidad, de tal manera que no logran constituirse en una referencia estable en el tiempo, en un claro contraste con los recorridos de los hombres. Lo que dicen los medios de comunicación sobre la violencia machista. En la mayoría de los medios de comunicación en Nicaragua, la violencia en general y la violencia machista en particular han sido convertidas en un espectáculo para entretener a la teleaudiencia. Reconocen los dueños y directores de estos medios sin rubor alguno, que los programas clasificados como nota roja, son los gozan de mayor popularidad y por eso se 3/5 Opinión: Periodismo y violencia machista en Nicaragua. Jueves, 07 de Julio de 2016 10:09 transmiten en horarios estelares. Las situaciones de violencia contra las mujeres frecuentemente se presentan sin contexto, como si fuesen producto de la repentina demencia del agresor o de la presencia de una fuerza endemoniada que lo lleva a cometer actos bárbaros contra las mujeres. En el peor de los casos de trata de justificar a los agresores aludiendo al comportamiento sexual de la víctima, tal como ocurrió recientemente con el asesinato atroz de una joven del norte del país. Las situaciones de violencia contra las mujeres son presentadas como noticias de “impacto” carentes de contexto, de indagación sobre las causas, de consulta a voces especializadas que ayuden a sensibilizar a la audiencia. La noticia presenta lo evidente, lo grotesco, convirtiéndose en sí misma, en un acto de violencia simbólica en contra de las mujeres y de vulneración de las normas éticas de convivencia dela sociedad en su conjunto. Pareciera que muchos medios de comunicación y los periodistas que en ellos laboran, se suman al coro machista que recuerda constantemente a las mujeres, que los hombres tienen el poder de la fuerza para disciplinar a las mujeres y mantener el orden jerárquico que les beneficia. Pareciera que la maldición del mercado se cierne cada vez con más fuerza sobre los cuerpos de todas las mujeres, aunque con distintas intensidades. En general, se observa un total irrespeto al sufrimiento de las víctimas directas e indirectas de la violencia machista, toda vez que los periodistas –en su mayoría hombres jóvenes- interfieren en la intimidad de las personas y hurgan de forma abusiva en sus vidas, haciendo un abordaje superficial y fragmentado de los hechos de violencia protagonizados por hombres. Hemos conocido casos en que los periodistas o reporteros han filmado agresiones de mujeres, utilizando las escenas violentas como recurso para aumentar audiencias, en una clara demostración de complicidad con los agresores. Hasta donde sabemos, los medios de comunicación estatales y privados, no cuentan con un protocolo que establezca normas éticas para el abordaje de la violencia contra las mujeres y otros cuerpos feminizados. El abordaje depende de los grados de sensibilidad y comprensión que sobre la violencia machista tienen los y las periodistas jóvenes principalmente. 4/5 Opinión: Periodismo y violencia machista en Nicaragua. Jueves, 07 de Julio de 2016 10:09 Afortunadamente muchas periodistas y comunicadoras jóvenes principalmente, están aprovechando las redes sociales y abriéndose paso en las radios comunitarias para aportar nuevas miradas sobre las identidades de género, incluyendo una crítica más o menos estructurada al sexismo y la violencia contra las mujeres que le es propio. Ellas son una luz de esperanza frente a las grandes bestias de la comunicación de masas. 5/5