REPUBLICANISMO Y MOVIMIENTO OBRERO 1.- INTRODUCCIÓN. 2.- EL REPUBLICANISMO. 3.- EL MOVIMIENTO OBRERO. /////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////// 1.- INTRODUCCIÓN. Tras la caída de la I República, se desarrolla el régimen de la Restauración. Un régimen ideado por Cánovas del Castillo que se basaba en el turno pacífico en el gobierno de dos grandes partidos, el Conservador y el Liberal. Un régimen en apariencia democrático, se había instaurado el sufragio universal en 1890, pero totalmente falseado por el fraude electoral y el desarrollo del caciquismo. Un régimen, por tanto, oligárquico que dio el poder a una elite, a un reducido grupo formado por los políticos profesionales y los grandes empresarios y terratenientes de la alta burguesía. El desastre del 98 puso de manifiesto los numerosos y graves problemas que tenía planteados el régimen de la Restauración a principios del Siglo XX. Se habla, entonces, de la España de los problemas: del problema político, militar, religioso, social, económico, regionalista…etc. Para tratar de solucionar los problemas surgió el movimiento regeneracionista, cuyo objetivo fue regenerar el país a través de la superación de estos problemas. Hubo un regeneracionismo desde dentro del poder, practicado por los partidos dinásticos, Conservador y Liberal, que terminará fracasando. Sin embargo, al mismo tiempo, surgió otro regeneracionismo defendido por los partidos antidinásticos, representado por las propuestas del movimiento republicano, del movimiento obrero y de los nacionalismos periféricos. La imposibilidad de estos partidos de acceder al poder ya que, aunque participan en las elecciones (excepto los anarquistas), saben que nunca obtendrán la mayoría de votos debido al fraude electoral, hará que vayan radicalizando sus posturas y, al final, provocarán, junto a la descomposición de los partidos dinásticos, la caída de la Restauración. En este tema analizaremos la evolución a lo largo de la Restauración de dos de las principales fuerzas antidinásticas: el republicanismo y el movimiento obrero. 2.- EL REPUBLICANISMO. Tras el fracaso de la I República, el movimiento republicano entró en una profunda crisis y división de la que comienza a recuperarse a principios del Siglo XX. Entre esta fecha y la proclamación de la II República, el republicanismo fue la principal fuerza de la oposición política. Constituyó de manera permanente la minoría parlamentaria de oposición más numerosa fuera del turno de partidos: el porcentaje de diputados republicanos osciló entre el 7% en 1916 y el 9% en 1910. Cota tan bajas se explican por no ser uno de los partidos del turno y, por tanto, tener vedado el acceso al poder debido al fraude electoral. En el ámbito extraparlamentario, el republicanismo actuó como centro aglutinante de la oposición política e intelectual. Al ofrecer soluciones menos 1 radicales y revolucionarias que el socialismo y anarquismo, gozó del apoyo de amplias capas sociales y atrajo a intelectuales como Ortega, Galdós, Azcárate o Ramón y Cajal, que le prestaron su apoyo a menudo. En el período que estudiamos se produce la transformación del republicanismo histórico en otro nuevo. Pierden su importancia los partidos republicanos del Siglo XIX, como el federal de Pi y Margall o el de Ruiz Zorrilla y aparecen nuevos partidos republicanos como el Radical o el Reformista. El nuevo republicanismo de estos partidos se caracteriza por: 1) Ser un amplio movimiento social que acoge desde sectores de la burguesía mercantil e industrial a obreros y campesinos. 2) Su carácter reformista, no revolucionario. 3) Su defensa de la idea de progreso, de la enseñanza y de la ciencia. 4) Su anticlericalismo. El nuevo republicanismo intentó seriamente la modernización del régimen de la Restauración mediante la transparencia del sistema (no fraude electoral), una amplia participación social y el desarrollo de una política de reformas que solucionaran los problemas. Su gran problema fue su división interna en multitud de facciones y grupos. En la evolución del republicanismo durante esta etapa destacan los siguientes hechos: 1) La aparición de nuevos partidos republicanos, que sustituyen a los ya gastados del Siglo XIX. Dos serán los nuevos partidos republicanos que aparecen como más importantes: a) El Partido Radical. Su líder fue Alejandro Lerroux. Su base estuvo en Barcelona y se extendería por toda España desde 1910. Fue un partido radicalmente anticlerical, defensor de las autonomías en lo político y socialista en lo social, que logró un importante respaldo popular. En Cataluña creó una amplia red de centros político-asistenciales a los que recurrieron muchos obreros. Ello no supone que fuera un partido de clase obrera, pues también contó con el apoyo de la clase baja burguesa. Desde 1910, el partido radical fue perdiendo fuerza en Cataluña por la competencia del catalanismo de izquierdas y el anarcosindicalismo, por lo que trasladó su base a Madrid con el objetivo de actuar como alternativa de gobierno. b) El Partido Reformista. Sus líderes fueron Melquíades Álvarez y Gumersindo Azcárate. Intentó actualizar las propuestas republicanas abandonando el radicalismo y el método revolucionario y ofreciendo una alternativa moderada al régimen. Por eso, llegó incluso a aceptar a la Monarquía si se adoptaban formas democráticas y una política social. La democratización del sistema político y la culturización del pueblo fueron las bases desde donde el partido reformista pretendía modernizar y regenerar a España. Nunca tuvo gran apoyo social, quizá porque sus propuestas eran demasiado avanzadas para la alta y media burguesía y demasiado conservadoras para obreros y campesinos. A partir de 1913, tras la entrevista de sus líderes con el rey, inició el camino para integrarse dentro del sistema, algo que se hizo efectivo tras la huelga general de 1917. 2) Los intentos de unificación del movimiento. El primer intento fue la creación en 1903 de la Unión Nacional Republicana presidida por Nicolás Salmerón, que pretendió unir a todos los sectores republicanos. El partido se 2 presentó con un programa regeneracionista, defendiendo una República democrática a la que debía llegarse por la vía parlamentaria y no por una revolución. En las elecciones a Cortes de 1903 obtuvo un considerable éxito al conseguir 36 diputados, sin embargo el declive empezó muy pronto por las divisiones en su seno: los seguidores de Lerroux lo abandonaron al negarse Salmerón a apoyar un pronunciamiento que impusiera la República. Posteriormente, en 1906 la Unión se incluyó dentro de Solidaritat Catalana (creada para protestar por los sucesos del Cu-Cut y la promulgación de la Ley de Jurisdicciones) lo que provoca más disidencias y luchas entre los partidarios a integrarse y los no partidarios de la alianza con el nacionalismo catalán. Al final, la Unión termina disolviéndose. El segundo intento se formaliza en 1909, tras los sucesos de la Semana Trágica. Esta vez no sólo se unieron casi todos los grupos republicanos, sino que, además, se aliaron con los socialistas formándose la Conjunción Republicano-Socialista. Esta unión fue la que logró integrar al socialismo en el Parlamento y la que obtuvo los mejores resultados electorales: 37 escaños en las elecciones de 1910, uno de los cuáles fue para Pablo Iglesias, con lo que entraba un socialista en la Cortes españolas por primera vez. Sin embargo, las diferencias internas provocarían su falta de operatividad y su disolución. Aunque con menos protagonismo que otros movimientos debido a la división interna, también participaron los republicanos en la Asamblea de Parlamentarios de 1917. Un movimiento que sólo tenía en común dos cosas: a) Que estuvo formado por partidos que estaban excluidos del sistema al no participar en el turno (nacionalistas, republicanos, mauristas, socialistas). b) Que aspiraba a una profunda reforma del sistema. El movimiento estuvo liderado por Melquíades Álvarez, del partido reformista, y, sobre todo, por Cambó de la LLiga. Ambos convocaron una reunión ilegal de diputados y senadores en Barcelona ante la negativa del presidente del gobierno, Eduardo Dato, de reabrir las Cortes. Lo revolucionario de la Asamblea es que anunció que se convertiría en Cortes constituyentes que darían una nueva constitución al país. La Asamblea fue un movimiento con poca fuerza que terminó disolviéndose. Entre sus causas están los distintos intereses de las fuerzas que la formaban: Los catalanistas aspiraban a obtener una amplia autonomía para Cataluña dentro de un sistema que seguiría siendo monárquico, republicanos y socialistas, por el contrario, aspiraban a un cambio total del sistema que incluía la proclamación de la República. A partir de la crisis de 1917, el movimiento republicano cae en una etapa de crisis y profunda desunión como lo demuestran los resultados electorales de la época, los más bajos alcanzados por los republicanos en toda la etapa. Habría que esperar a la dictadura de Primo de Rivera para que el movimiento republicano se recuperara. 3.- EL MOVIMIENTO OBRERO. Con la Restauración la situación de obreros y campesinos apenas cambió. Seguían siendo la gran mayoría de la población española, la llamada clase baja, y sus condiciones de vida eran deplorables: Cobraban salarios muy bajos, gran parte estaba en el paro, las jornadas laborales eran muy amplias, la 3 gran mayoría era analfabeta, vivían hacinados en barrios de viviendas que no tenían las mínimas condiciones de habitabilidad…etc. Para tratar de solucionar estos problemas y, a la vez, cambiar radicalmente la organización política, social y económica que había impuesto el Liberalismo habían surgido desde mitad del Siglo XIX dos movimientos revolucionarios, el Socialismo y el Anarquismo. Durante los años 70, ambos movimientos llegaron a España difundiendo sus ideas, las del socialismo por Lafargue, las del anarquismo por Fanelli. En 1882, las Cortes españolas decidieron prohibir ambos movimientos y hasta 1887 tuvieron que actuar en la clandestinidad, pese a lo cual siguieron creciendo y organizándose. De manera general, las características que presenta el movimiento obrero a lo largo del período de la Restauración: 1. El fuerte aumento de afiliados que registran, tanto los partidos políticos: el PSOE, como los sindicatos UGT y CNT, además de la creación de otros partidos y sindicatos. 2. El aumento de la conflictividad social. El aumento de afiliados dio gran fuerza a partidos y sindicatos que pudieron iniciar la lucha por sus objetivos. Así, la conflictividad social, es decir, las huelgas, revueltas, atentados…etc serán una constante a lo largo de todo el período. La capacidad de movilización convirtió al movimiento obrero en una fuerza con la que hubo que contar. Así, movimiento obrero, junto al republicanismo y los nacionalismos periféricos serán la principal oposición al régimen de la Restauración y sus ataques provocarán su caída. 3. A pesar de que sindicatos y partidos se difunden por toda España, hay tres áreas donde el movimiento obrero adquiere gran fuerza y donde protagoniza los hechos más importantes: Cataluña, Andalucía y la zona norte, sobre todo en el País Vasco y Asturias. a. El Anarquismo. El movimiento anarquistas, difundido por Fanelli, había alcanzado un desarrollo muy superior al del socialismo marxista. Prohibido desde 1872 hasta 1887, vio como se cerraban sus locales y periódicos y tuvo que suspender sus reuniones y mítines. A pesar de ello, desde la clandestinidad, el anarquismo sigue expandiéndose. Las dos zonas de máxima expansión fueron Andalucía y Cataluña. El Anarquismo, por su misma esencia, fue un movimiento muy poco organizado y con variadas tendencias, que le dan esa falta de unidad y cohesión característica. En 1881, se constituye en Barcelona la Federación de Trabajadores de la Región Española, FTRE, que pretende dirigir y unificar las acciones del anarquismo español y que pronto cae en decadencia. Decadencia provocada por la división en su seno entre los anarquistas catalanes, partidarios de la lucha laboral pacífica a través de manifestaciones y huelgas y los anarquistas andaluces, partidarios de las acciones violentas y de la revolución. También contribuye a su decadencia los sucesos relacionados con La Mano Negra, una sociedad secreta anarquista que en Andalucía se dedicó a provocar todo tipo de acciones violentas y revueltas. La represión del gobierno fue muy dura, acabando en 1883 con sus líderes condenados a muerte o condenados a trabajos forzados, represión que se generalizó contra todos los anarquistas. Como consecuencia, la FTRE se disuelve en 1888. 4 Durante estos años (hasta la década de los 90), el anarquismo español se caracteriza por ser muy utópico. Está tan convencido de la verdad de sus ideas, que no duda de que al final toda la humanidad acabará apoyándolas, incluso la burguesía porque, aunque perderá riqueza, ganará en felicidad. Sus activistas viajaban de pueblo en pueblo, viviendo de limosnas y predicando sus ideas: Todo se reduce a una revolución que haga desaparecer al Estado, la Iglesia o el Ejército, males de la sociedad. Tras ella, la sociedad, buena por naturaleza, practicará una vida honesta, sencilla, en la que todos son iguales. La simplicidad de sus teorías explica que haya prendido tanto entre las masas campesinas de Andalucía. A partir de los años 90, los anarquistas fueron tomando conciencia de que sus doctrinas eran utópicas y de que no prendían en la totalidad de la sociedad, sobre todo entre la clase dirigente. En consecuencia, sin renunciar a ellas, van a cambiar de táctica. Se impuso lo que llamaron la “propaganda por el hecho”, cuya manifestación más importante es el recurso al terrorismo. Así, se defiende que la estructura social sólo puede cambiarse mediante una revolución, que puede estallar provocando un acto terrorista significativo contra la Iglesia, Ejército o los políticos. Este acto puede actuar como detonador para el estallido de la revolución. El terrorismo anarquista español hay que enmarcarlo en un contexto europeo en el que el Anarquismo provocará importantes atentados terroristas con el mismo fin. Los atentados son acciones individuales asumidas públicamente por sus autores. En España, la ola de atentados comienza en 1891, con el estallido de una bomba en el edificio de la patronal en Madrid; En 1892, se producen violentos atentados en Jerez; En 1893, tiene lugar el atentado contra el general Martínez Campos en Barcelona durante un desfile, del que sale ileso. Con cada atentado, la represión policial contra los anarquistas se va haciendo más fuerte e indiscriminada. En represalia por el atentado de Martínez Campos, un anarquista será ejecutado a los pocos días. Se va entrando en una espiral de terror: a la represión policial, responden los anarquistas con nuevos atentados, lo que aumentan la represión y los actos terroristas. Así, en 1893, en venganza por la ejecución de su compañero, estalla una bomba en el Liceo de Barcelona, que provoca 16 muertos. Reacciona el gobierno, aumentando la represión y aprobando una Ley antiterrorista muy dura. En 1896, estalla otra bomba durante la procesión del Corpus en Barcelona, lo que provoca una segunda ley antiterrorista todavía más dura, por la que varios anarquistas fueron ejecutados por el atentado del Corpus. Por último, en 1897, un anarquista italiano, Angiolillo, vengó la muerte de sus camaradas con el asesinato de Cánovas del Castillo en una calle de Madrid, provocando una importante crisis en el sistema de la Restauración. Desde principios del Siglo XX, tras la crisis del 98, el anarquismo vuelve a cambiar sus tácticas al comprobar que muchos de sus objetivos no se cumplían y que no lograba el apoyo de la mayoría de la sociedad. En consecuencia, se fue abriendo paso la idea de la sindicación, de lo que se conoce como el anarcosindicalismo. En ello, influyen dos hechos básicos: 1) La influencia de las ideas de Kropotkin, el otro líder del anarquismo junto a Bakunin, que defendía la necesidad de organizarse en sindicatos para tener una mayor efectividad a la hora de lograr los objetivos. 2) El ejemplo de los 5 socialistas, férreamente organizados en torno al PSOE y la UGT, que habían pasado de ser un movimiento minoritario a tener una gran cantidad de afiliados. Como consecuencia, teniendo como centro Barcelona, el anarquismo comenzó a organizarse, aunque no por ello abandona la táctica del terrorismo. Así, en 1904 se funda en Barcelona un sindicato anarquista: Solidaridad Obrera. El sindicato creció y se extendió por toda Cataluña gracias al tandem formado por sus dos líderes: Ángel Pestaña, un hombre seco y duro, poco capacitado para arrastrar a las masas, pero un gran organizador. Pestaña encontró el complemento ideal en Salvador Seguí, menos culto y disciplinado, pero gran orador y agitador que sabía atraerse fácilmente a las masas. Al mismo tiempo, otro anarquista, Ferrer Guardia fundaba sus escuelas por toda Cataluña y aparecía el periódico anarquista Tierra y Libertad. El éxito de Solidaridad Obrera lleva a los anarquistas a plantearse la formación de un sindicato a nivel nacional. Así, en octubre de 1910, en un congreso celebrado en Barcelona nace la Confederación Nacional de Trabajadores, la CNT, sindicato anarquista encargado de dirigir el movimiento. Un sindicato que carecía de órganos de dirección y de mandos propiamente dichos, cuyas decisiones se tomaban en asambleas locales, regionales o nacionales. Se negaría siempre a cualquier pacto o alianza con partidos no obreros y a participar en cualquier tipo de elecciones. También mantuvo el recurso al terrorismo. A su frente estuvieron Pestaña y Seguí. Entre los principales hechos protagonizados por el anarquismo entre 1900 y 1923, podemos destacar: 1) En 1909, antes de la creación de la CNT, participan en la Semana Trágica de Barcelona. La decisión de Maura de enviar tropas a Marruecos provoca un gran descontento popular. Socialistas y anarquistas convocan una huelga general en todo el país. En Barcelona, las masas tomaron las calles y durante una semana fue una ciudad sin control, si bien se acepta por la mayoría de historiadores que en los sucesos no hubo una dirección, sino que fue una actuación pasional y primaria de la masa. La represión del gobierno fue muy dura, uno de los ejecutados fue el anarquista Ferrer Guardia, lo que provoca una fuerte reacción internacional y la unión de todas las fuerzas políticas contra Maura, provocando su caída. 2) El asesinato de Canalejas en 1912, a pesar de que su labor había contribuido a mejorar las condiciones de trabajo, reduciendo la conflictividad social: Jornada laboral de 9 horas en las minas, regulación del trabajo de la mujer, supresión del impuesto de consumos, modificación del servicio militar..etc. Otro presidente del gobierno que moriría por un atentado terrorista sería Eduardo Dato en 1921. 3) Entre 1914 y 1916 provoca frecuentes huelgas y revueltas que aumentan la conflictividad social, causadas por el alza de los precios y la falta de productos básicos en los mercados como consecuencia de la I Guerra Mundial (los productos se exportaban a los países beligerantes que pagaban más). 4) La huelga revolucionaria de 1917. Fue el acontecimiento más importante protagonizado por el movimiento obrero en esta etapa. 6 Entre las causas, destacan: a) El aumento del malestar entre las clases bajas por la carestía de los productos y su falta en los mercados, al ser vendidos a los países beligerantes en la I Guerra Mundial. b) Coincidiendo con el estallido de la guerra en 1914, se da un gran aumento de afiliados a los partidos y sindicatos obreros que les da gran fuerza. A finales de 1916, los sindicatos convocan una huelga general que fue un éxito y obliga al gobierno a recibir a los líderes sindicales que les entregan sus peticiones. El gobierno promete estudiarlas, pero no hace nada en concreto, lo que alimenta el descontento entre los obreros. c) La inestabilidad política del país provocada por las Juntas Militares de Defensa y la Asamblea de Parlamentarios. Asamblea que contaba con la participación de los socialistas y el apoyo de los anarquistas. d) El atraso económico de España y la toma de conciencia entre el proletariado de que la clase política no iba a hacer nada para solucionar sus problemas. En Marzo de 1917, la UGT y la CNT firmaban un acuerdo y realizaba un manifiesto en el que se convocaba a una huelga general a todos los trabajadores. Una huelga pacífica e indefinida con el objetivo de formar un gobierno provisional y unas Cortes constituyentes que impusieran un nuevo régimen en España, objetivos muy parecidos a los de la Asamblea de Parlamentarios. Sin embargo, pronto aparecen divergencias entre los organizadores: 1) La CNT quería que la huelga se convocara cuanto antes, confiando en que la huelga de todo el proletariado daría lugar a una auténtica revolución social. Recelaban, por el contrario, del apoyo que los republicanos estaban dando a la UGT Y PSOE, pues los veían como burgueses y enemigos de clase. 2) PSOE y UGT, por el contrario, preferían retrasar la convocatoria hasta no tener seguridad del éxito de la huelga. Decían no estar preparados y consideraban más apropiado utilizar su poder de convocatoria en apoyar a la Asamblea de Parlamentarios, que tenía los mismos fines. En el fondo, ni los republicanos, ni los catalanistas, ni los socialistas, deseaban una huelga revolucionaria inminente, cuyas consecuencias no podían preverse. Al final, todo se precipita por una huelga de ferroviarios en Valencia, duramente contestada por el gobierno y la patronal con despidos sin posibilidad de readmisión. En solidaridad, las huelgas se extienden por todo el país y todas las ramas de la producción, por lo que la UGT y el PSOE se vieron obligados, con escaso entusiasmo, a sumarse a la convocatoria de huelga general de la CNT para el día 13 de Agosto. La huelga fue planteada en términos pacíficos por el PSOE y la UGT, mientras que la actitud de la CNT fue mucho más radical y violenta. Tuvo una incidencia muy desigual, no contó con el campesinado y tuvo sus principales focos en Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias. En Asturias, los enfrentamientos entre el ejército y los mineros fueron muy violentos, la represión del ejército contra los mineros fue muy dura que, sin embargo, lograron resistir varias semanas. La huelga resultó un fracaso por varios factores: 1) La actitud del ejército, incluidas las Juntas Militares, que decidieron apoyar al gobierno y mantener el orden público. 2) La rápida reacción del gobierno, que declaró el estado de guerra y detuvo rápidamente a los miembros del comité director de la huelga. 3) La negativa de republicanos y nacionalistas a apoyarla. 4) La dura 7 represión de carácter laboral que llevaron a cabo los patronos contra los huelguistas y sus simpatizantes. 5) La no participación del campesinado. 5) El anarquismo entre 1918 y 1923. El fracaso de la huelga general desarticuló momentáneamente al movimiento obrero. Pero pronto se rehizo y se inicia una etapa de gran conflictividad social provocada por: 1) La actitud de dureza de muchos empresarios ante la crisis económica que se da tras la finalización de la I Guerra Mundial. 2) La influencia del triunfo de la revolución en Rusia, que inyectó grandes dosis de entusiasmo entre el proletariado español. 3) El crecimiento en la afiliación de los sindicatos. 1920 es el año que se señala como el de mayor afiliación, calculándose que la UGT alcanzaba los 250.000 afiliados y la CNT los 500.000. 4) La radicalización de los sindicatos obreros, en los que los viejos cuadros dirigentes serán reemplazados por una nueva generación mucho más combativa. Como consecuencia se inicia una etapa de constantes huelgas, revueltas, atentados …etc, que ponen de manifiesto la importancia que el problema social va tomando en España. Los hechos más importantes protagonizados por el anarquismo en estos años son: a) En Andalucía se desarrolla el llamado “Trienio Bolchevique”. La miseria en que vivían la mayoría de los jornaleros, el aumento de los precios de los productos y la influencia de la victoria de los soviets en Rusia, da lugar a una amplia movilización del campesinado andaluz guiado por la CNT y, en menor medida, por la UGT. En el verano de 1918, se convoca una huelga general en Córdoba y de ahí se extiende por toda la zona. A partir de aquí, se suceden la quema de cosechas, la ocupación de fincas, el reparto de propiedades entre los jornaleros y muchos municipios fueron controlados por comités de huelga. La declaración del estado de guerra por el gobierno, una dura represión por parte de las fuerzas de orden público, la clausura de los sindicatos y la detención de los líderes pondrían fin a las revueltas en Andalucía en 1920, tras tres años de luchas. b) En Cataluña, el progreso de la CNT fue imparable. Pese al fracaso de la huelga de 1917, los anarquistas siguieron sumando afiliados y su reorganización culmina con el Congreso de Sants en 1918. Un congreso muy importante pues en él se decide el abandono de los sindicatos por oficio y se imponen los sindicatos únicos, que reunían a todos los oficios de una zona y que mejoraban mucho la unidad de acción. Otro tema que hubo de solucionar el anarquismo español fue la cuestión de la III Internacional que se había fundado en Rusia. Una internacional enteramente comunista, formada por la fusión de dos tendencias: a) Los ortodoxos, fieles seguidores de las ideas de Marx. b) Los revolucionarios, que defendían la revolución como método para alcanzar el poder y no aceptaban la participación en las elecciones. Sería la seguida por los partidos comunistas. Esta internacional marginaba a una parte del socialismo que se había formado de la unión de otras dos tendencias: a) La revisionista, seguidora de las ideas de Berstein, que critica algunas de las ideas de Marx y propone otras nuevas. b) La reformista, partidaria de alcanzar el poder pacíficamente participando en las elecciones y , una vez en él, realizar la revolución socialista. Sería la seguida por los partidos socialistas o socialdemócratas. En el Congreso de la Comedia de 1919, la CNT decidió unirse a la Internacional Comunista. Sin embargo, posteriormente, la postura contraria de 8 líderes como Pestaña o Leal hizo que en el Congreso de Logroño de 1922, la CNT se apartara de la Internacional comunista y de la influencia soviética. Otro hecho importante fue la huelga de La Canadiense de 1919. Era la compañía que suministraba luz y energía a Barcelona. Con motivo del despido de varios trabajadores, el resto se declara en huelga. Días más tarde fueron apoyados por los obreros textiles, los de los ferrocarriles y los tranvías. En el fondo, los anarquistas estaban probando la fuerza de los Sindicatos Únicos creados en Sants. Fue un éxito, durante 44 días paró el 70% de la industria de la provincia de Barcelona y las autoridades tuvieron que acceder a las peticiones de los huelguistas. Sin embargo, días después se decidió convocar otra huelga para que se concediera la libertad a aquellos obreros que ya habían sido juzgados por los tribunales. Esta vez fue un fracaso, hubo una fuerte represión del gobierno y los líderes sindicales fueron encarcelados. El último hecho destacable dentro del anarquismo por estos años es que entre 1918 y 1919 se fue radicalizando el movimiento, de manera que frente a la tendencia sindicalista de líderes antiguos como Pestaña, que apostaban por la negociación, se fue imponiendo una tendencia proclive a los actos violentos, al terrorismo, mucho más combativa, representada por una nueva generación liderada por Durruti. Se impuso, entonces, la estrategia de la “acción directa”, que da lugar a constantes choques, enfrentamientos armados y todo tipo de actos terroristas. A ello, responden con dureza el gobierno que envía a Cataluña al general Martínez Anido y al jefe de policía Arlegui, que no dudan en poner en práctica un verdadero terrorismo de estado (Ley de Fugas). Además, también respondieron los empresarios que crean los llamados Sindicatos Libres, verdaderos bandas armadas para combatir a los anarquistas. Todo ello provoca una gran conflictividad social en Cataluña hasta la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, con innumerables atentados, sabotajes y asesinatos como el del líder anarquista Salvador Seguí. b.- El Socialismo. El éxito y desarrollo del anarquismo hizo que el socialismo tuviera escaso desarrollo en los primeros años, quedando reducido a una serie de grupos minoritarios en Cataluña y, sobre todo, en Madrid en torno al gremio de los tipógrafos. En 1879, el más activo de estos tipógrafos, Pablo Iglesias funda el PSOE, integrado por 25 compañeros. Al igual que el anarquismo, los primeros pasos se desarrollan en la clandestinidad, hasta 1882 en que por la Ley de Asociaciones será legalizado. Entonces, Pablo Iglesias quiso hacer una demostración de fuerza y organizó una huelga de imprenta. Fueron pocos los huelguistas, pero sus resultados se hicieron notar al no salir los periódicos a la calle. Entonces Sagasta hizo encarcelar a varios de sus líderes y se despidió a otros, que tuvieron que buscar trabajo en otros lugares de España. Esta dispersión servirá para difundir las ideas socialistas por toda España, siendo muy apoyadas en las provincias del Norte. A pesar de los esfuerzos, los progresos del socialismo en España fueron muy lentos. Dos motivos aducen la mayoría de los historiadores: 1) Su “fe parlamentaria”, es decir, su programa de alcanzar el poder mediante la lucha 9 política, participando pacíficamente en las elecciones. Para la mayoría de obreros y campesinos españoles la política corrompía, así creyeron que una vez los socialistas estuvieran en el Congreso les abandonarían, como habían hecho todos los partidos políticos a lo largo del siglo. 2) Su disciplina. Pablo Iglesias fue un hombre muy exigente consigo mismo y con los miembros de su partido. No toleraba las disidencias, ni conductas relajadas, prohibiendo el uso del alcohol y el tabaco, por ejemplo. Exigía, así, una serie de cualidades muy contrarias a la espontaneidad y la forma de ser del obrero o campesino español. En 1886 se funda el Socialista, primero semanario y luego periódico diario. En las bases fundacionales del periódico se establecen los siguientes objetivos (que son los del partido): Defensa y difusión del programa del partido; apoyo a las huelgas convocadas; propagar el principio de asociación entre los obreros; proclamar la independencia del partido, que nunca pactará con un partido burgués, lo que implica la imposibilidad de llegar a acuerdos politicoelectorales con otros partidos afines, como los republicanos. En 1888, en un congreso en Barcelona, se funda la UGT, sindicato filial del partido que, muy lentamente, iría creciendo en el número de sus afiliados. Sus dos objetivos eran los de reunir en su seno a la mayor cantidad de trabajadores y crear nuevas asociaciones o sindicatos en aquellos oficios que aún no los tenían. Por otra parte, se establecía que la UGT llevaría una línea de acción paralela a la del PSOE, aunque siempre manteniendo su identidad e independencia. En 1890, se adoptan dos importantes decisiones de acuerdo con las directrices establecidas por la II Internacional: 1) Celebración del 1 de Mayo como día de los trabajadores. Una celebración pacífica, mediante manifestaciones en las que se pusiera de relieve las reivindicaciones de los obreros. No tienen nada que ver, por tanto, con la concepción que del 1 de Mayo tienen los anarquistas, que se inclinan por la huelga general revolucionaria para este día, con todo tipo de actos violentos. 2) La fundación por toda España de La Casa del Pueblo, como centros que servirían tanto para educar a los obreros, como para difundir las ideas del socialismo entre ellos. Desde principios de los años 90, el partido socialista jugaría con un doble programa de objetivos: Por una parte, aspiraba a la revolución y sustitución de la burguesía por el proletariado como clase dominante y a la socialización de los medios de producción; Por otra, aceptaba participar en el juego político, en la lucha parlamentaria, defendiendo desde allí las mayores mejoras posibles para clase obrera. Esta dualidad pudo ser más perjudicial que beneficiosa para el socialismo, ya que la mayoría de los obreros desconfiaban de la política y los partidos políticos no estaban dispuestos a admitir en la lucha parlamentaria a un partido que confesaba que su objetivo, una vez en el poder, era eliminarlos a todos. A pesar de todo, el socialismo fue creciendo y organizándose sólidamente, de manera que a principios el Siglo XX comenzará a conocer una gran expansión, dejando de ser un partido minoritario. 10 Todo cambiará desde principios del Siglo XX. Por una parte, el PSOE y la UGT van a conocer una gran expansión, creciendo mucho el número de afiliados. Por otra, tras un intenso debate interno, el partido se irá decantando hacia el parlamentarismo, abandonando el radicalismo de sus posiciones iniciales. Surgen, también, nuevos líderes como Indalecio Prieto, Largo Caballero, Fernando de los Ríos o Julián Besteiro. El problema más importante al que tuvo que enfrentarse el socialismo español durante esta etapa fue el de su unión o no a la III internacional. Como hemos visto, se trataba de decidirse entre adoptar la postura de los partidos comunistas, encabezados por el PCUS de la URSS, de tendencia ortodoxa y revolucionaria y la de los partidos socialistas o socialdemócratas de tendencia revisionista y reformista. Los debates en el seno del PSOE fueron muy intensos y se desarrollaron a lo largo de tres Congresos Extraordinarios. En todos, hay una fuerte confrontación entre el bloque a favor de la integración, llamados los terceristas, con líderes como Anguiano, García Quejido o Virginia González y los contrarios a la integración entre los que están los líderes con más peso: Pablo Iglesias, Besteiro, Largo Caballero. Mientras se celebran estos congresos, de manera sorprendente, en un Congreso Extraordinario, las Juventudes Socialistas deciden integrarse en la III Internacional y separarse del partido socialista, fundando su propio partido: el Partido Comunista Español (PCE) en 1920. En el Congreso de 1921, el PSOE decide no integrarse en la Internacional, sin embargo, los terceristas decidieron separarse del partido y fundar uno propio, el Partido Comunista Obrero Español. Posteriormente, ambos partidos comunistas se fusionan fundando el definitivo PCE (Partido Comunista de España), partido minoritario y sin mucha influencia hasta la Guerra Civil, durante la que se convertirá en el principal partido de izquierdas de España. Entre los hechos más importantes protagonizados por el socialismo español entre 1900 y 1923, destacan: 1.- En 1910, tras los sucesos de la Semana Trágica, se presentan a las elecciones formando una coalición con los republicanos, la Conjunción republicano-socialista, que obtiene un importante éxito. Pablo Iglesias obtiene un escaño, siendo la primera vez que un socialista entra en el parlamento español. 2.- La participación en los sucesos revolucionarios de 1917. Por una parte, los socialistas participan en la Asamblea de Parlamentarios, cuya finalidad era dar una nueva Constitución al país que cambiara totalmente el régimen que tenía. La Asamblea terminaría fracasando por la desunión entre los grupos que la formaban: nacionalistas catalanes, republicanos y socialistas, por la sólida actitud tomada por el gobierno de Dato y por la huelga general planteada por los obreros en agosto de 1917. Por otra, participaron, como hemos visto ya, en la huelga general de 1917 junto a los anarquistas. c.- El Sindicalismo Católico. 11 La doctrina preconizada por el Papa León XIII supuso una renovación de los planteamientos de la iglesia con respecto a la lucha obrera. Desde entonces, los medios católicos trataron de atraerse a la masa obrera con la creación de círculos católicos que les ofrecían asistencia médica, ayuda económica, facilidades de empleo…etc, con fondos que procedían de cuotas pagadas por los obreros y, sobre todo, de los ricos socios honorarios. En España, la figura que desarrolló el sindicalismo católico fue el padre Vicent, que creó su primer círculo católico en Manresa en 1864. La influencia de los círculos católicos en las zonas industriales fue prácticamente nula, mientras que en las zonas agrícolas fueron asentándose lentamente. Las zonas de expansión mayor del sindicalismo católico fueron aquellas en las que predominaba la pequeña propiedad: Navarra, Castilla-León y Cataluña. Desde principios del Siglo XX, además de los círculos, aparecen los Sindicatos Católicos Libres. El más importante fue el creado en el País Vasco, el sindicato Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV), estrechamente unido al PNV, que se va a convertir en el sindicato más importante del País Vasco. En general, a pesar de los esfuerzos, el sindicalismo católico quedaría reducido a muy pocas zonas del país y contaría con un número muy bajo de afiliados siempre. 12