"LA LUZ APAGADA. Un siglo de políticas educativas" y "AL FILO DEL SABER. Diagnosis del Centro Educativo" de Emilio Morillo Miranda (Comentario en la presentación de estos dos libros. Lima, 1º de diciembre de 1994) Jorge Capella Riera Grupo Massey De acuerdo con mi análisis, en el primer opúsculo el Dr. Morillo abarca, en forma equilibrada, la totalidad de lo educativo y al plantear las exigencias de la diagnosis de un centro educativo comprende, de manera sucinta pero suficiente, las dimensiones que ello implica. Con estas obras busca contribuir con ideas y criterios, es decir con propiedad, al debate de la educación; y facilitar la operatividad de una concepción de diagnóstico que puede resultar muy útil. Estoy seguro que, gracias al tipo de lenguaje que emplea el autor, los maestros de diferentes niveles y modalidades, los estudiantes, los padres de familia, las instituciones y organizaciones educativas, sociales y culturales, encontrarán un buen material para su quehacer diario. Luego de esta suscita referencia a la personalidad del Dr. Morillo y a las obras que esta noche se presentan, paso a una somera apreciación de los aspectos más saltantes de las mismas. Y por último, desarrollo, con la amplitud que me permite el tiempo de que dispongo, el tema de la relación proyecto histórico-proyecto educativo. Apreciación global. En su discurso analítico, el autor . sigue la línea del análisis histórico y logra una mirada en perspectiva histórica, empleando para ello, a modo de premisa básica, la constatación inicial de que en el Perú, se truncaron las políticas educativas, en varios casos, porque se adelantaron a los procesos de cambio económicos y sociales. En tal sentido señala que "el ocaso del siglo XX está transcurriendo en medio de crisis profundas que estremecen las diversas dimensiones de la vida social. Tal hecho hace imprescindible efectuar algunos análisis y balances de la culminación de esta época, pues urge vislumbrar las tendencias del futuro a 1 partir de los desafiantes problemas y necesidades del pasado y presente que exigen el cambio educativo." insiste en la necesidad de una crítica radical a las bases teleológicas (filosóficas), epistemológicas (científicas) y de praxis social sobre la cual se ha edificado el actual sistema educativo. denuncia entre otras cosas la ausencia de un diagnóstico científico, la inexistencia de un proyecto educativo nacional, la falta de un movimiento social y de consulta democrática. pasa revista a los hitos de la educación nacional entre los que creo merecen mención especial los Núcleos Escolares Campesinos, creados en 1946 por Luis E. Valcárcel, el Plan de Educación Nacional de los cincuenta y el Sistema de Nuclearización puesto en marcha durante la Reforma Educativa de los setenta. formula planteamientos alternativos para encarar la actual crisis basándose en más de 50 experiencias de innovación educativa que se est n desarrollando en el país. Entre estos planteamientos quiero destacar estos: * Los ejes metodológicos de la investigación científica, y la práctica de la democracia deben estar presentes en todas las acciones educativas. * "La escuela puede convertirse en un espacio privilegiado para afirmar valores superiores, del que somos herederos, como es el caso de la cultura andina con su extraordinaria capacidad organizativa, el trabajo colectivo, la reciprocidad, la fiesta, el control y uso complementario de los pisos ecológicos, la religiosidad, entre otros valores." * "Se hace necesario y urgente el diálogo entre los diferentes agentes y sujetos de la educación. De igual manera, el acuerdo para atender los problemas de emergencia y los estructurales debe constituirse desde abajo, en diálogo con las experiencias concretas de las comunidades educativas locales y regionales, sin excluir el debate en otros espacios." * Y advierte que "ninguna reforma de la educación es posible si no se cuenta con uno de los agentes fundamentales como lo es el maestro. El protagonismo, la calificación profesional y la vocación docente suplen y superan incluso a los planes curriculares mal diseñados. Por el contrario, aún teniendo políticas educativas viables y curriculares mal diseñados. Por el contrario, aún teniendo políticas educativas viables y curriculas altamente perfeccionadas no es posible llevarlos a la práctica sin docentes adecuadamente preparados." Relación proyecto histórico-proyecto educativo. De toda la riqueza que entraña el trabajo del Dr. Morillo permítanme que me parcialice con su intento de "replantear la utopía de una educación 2 transformadora de la realidad", por cuanto me identifico totalmente con él al asumir la educación como una utopía, como un proyecto de transformación de la sociedad. En su obra leemos: "La educación es ahora el escenario del enfrentamiento de intereses y proyectos sociales contrapuestos, cada cual buscando afirmarse como alternativa posible del próximo siglo. "... necesidad de rearticular el movimiento social en torno al diseño de un Proyecto Educativo como parte de Proyecto Nacional,..." "La voluntad política de transformación, se expresa en el nacional y de manera específica en un proyecto educativo." proyecto "Un proyecto educativo se aprecia en lo fundamental por la calidad de los valores culturales que se propone conseguir." "La modernidad educativa, por lo tanto, es la capacidad de renovación, transformación y apropiación de lo más avanzado de los hallazgos de la Pedagogía, pero para ponerlo al servicio del proyecto social de transformación y afirmación de los valores nacionales como la solidaridad, la reciprocidad, la capacidad organizativa del pueblo y la justicia social." "Toda descentralización está orientada a promover el cambio y el desarrollo integral de las localidades y regiones, y la educación es un componente que tiene que ubicarse en esta perspectiva." "El concepto de calidad de la educación varía de acuerdo a la concepción educativa, a los contextos históricos, sociales y culturales y al proyecto de nación y de hombre que se tenga. Como indica Bernardo Restrepo, `este término no es unívoco; evoca conceptualizaciones diferentes determinadas por factores históricos y sociales, por metas de desarrollo y enfoques pedagógicos que establecen demandas específicas a la educación'." "Queda planteada la tarea de debatir los par metros de transición que nos permitan acercarnos a una valoración más certera de la calidad de la educación peruana. El punto nodal es el diseño de un proyecto educativo nacional con respuestas a los problemas educativos estructurales ..." "Autogobierno, identidad nacional, autogestión y autodefensa siguen siendo puntos de partida vigentes para el proyecto nacional y el tipo de sociedad basada en la solidaridad del pueblo." "Se trata de esbozar una propuesta educativa que sea útil para el trabajo productivo, que afirme la identidad del educando en los valores nacionales, que desarrolle relaciones sociales democráticas; que resuelva también el gran problema de la intensa movilidad demográfica." 3 Considero que estas ideas vertidas por el Dr. Morillo son de gran trascendencia para una aproximación teleológica a la educación por cuanto el proyecto histórico constituye un recurso instrumental para analizar el orden existente, para valorarlo y juzgarlo, perfilar la alternativa de su sustitución y ponderar los resultados parciales que se obtengan en el camino de su transformación. El proyecto histórico resulta indispensable para romper con los esquemas de penetración for nea que, precisamente, adquieren su derecho de entrada por la inexistencia de modelos internos capaces de motivar y dirigir nuestro destino y esfuerzo. En efecto, la dependencia est siempre en relación con un proyecto externo que, por ausencia de uno propio, se impone como instancia a imitar. Si no tenemos un modelo de desarrollo debemos aceptar otro que se nos muestre desde afuera. Cabe recordar que cuando se usa el término "proyecto" se implican dos acepciones diferenciables: primero, un papel que históricamente se está viviendo, un argumento del país en ejecución; y segundo, ese mismo argumento en tanto escrito, formulado, explícito. Proyecto no es sólo el esbozo o armado de propuestas sino su realización. Un país se proyecta y se concreta en el proyecto. El proyecto formulado tanto puede preceder como ser precedido por el proyecto "vivido". Un pueblo puede estar viviendo un proyecto "vivido", sin que est‚ escrito. Así, proyecto es el rol a desempeñar en el mundo que un país se asigna, el papel que acepta o adopta cumplir, el destino que elige jugar dentro del concierto mundial. Es la empresa común que organiza las tareas de un país, que concierta sus actividades. Un proyecto viene a ser un sistema coherente de propuestas que articula todos los aspectos de la vida nacional según un designio central, un destino político. Por esto, en términos políticos, los proyectos históricos equivalen a los llamados "proyectos nacionales" tan diversamente juzgados y aceptados en nuestro medio. Como es bien sabido el concepto de proyecto nacional surge y se extiende en nuestra región latinoamericana. Es a partir de la difusión de los denominados "planes de desarrollo" que surge la idea diferente de "proyecto nacional". Mientras el plan de desarrollo significa generalmente alcance de ciertas metas cuantitativas consideradas en sí mismas valiosas, el proyecto nacional implica la existencia de un argumento histórico a vivir. Es decir, anticipar aquello que luego ser registrado como historia. Es lamentable que los avances en el debate político en torno a la caracterización del proyecto nacional que el Perú requiere, sean tan lentos. Todavía nos movemos, en la mayoría de los casos, en el plano de la consigna, la crítica tendenciosa y las vagas generalizaciones lo que motiva que carezcamos de líneas matrices para darle una base sustantiva a la sociedad del futuro, a la esperanza del pueblo peruano. 4 Frente a la ingenuidad de algunos y a la desconfianza de otros es preciso enfatizar que un proyecto histórico es siempre un esquema perfectible y no una entelequia. Por eso debe demostrar, permanentemente, el grado de su fecundidad teórica y práctica, es decir, la capacidad de poner a prueba la legitimidad de sus enunciados, así como su coherencia interna y su pertinencia respecto a las situaciones concretas de la realidad. Ahora bien, la educación deviene en uno de los recursos fundamentales para promover la aceleración, consolidación y orientación de un proyecto nacional. Existe una relación dialéctica específica entre educación y realidad socio-cultural. No se puede separar nuestra vocación histórica de un esquema educativo. Dicho en otros términos, no podemos concebir un proyecto pedagógico al margen de un proyecto histórico-global, ni tampoco favorecer la conquista y consolidación de un proyecto histórico sin el apoyo de un proyecto educativo que actúe con aliento y orientación. El proyecto histórico viene a ser una especie de oxígeno para el proyecto pedagógico. Prescindir de él o subestimar su significado provoca la asfixia de los propósitos educativos. Se da un nexo de interdependencia entre ambos proyectos, en tanto que el histórico est definido por el educativo y éste a su vez por el proyecto histórico de ahí que hablemos de Proyecto Histórico Educativo. Quiero concluir felicitando al Dr. Morillo por las obras que estamos comentando y sobre todo por haber dedicado su vida a plantear y desarrollar la utopía, ideal dinámico, de movilizar las potencialidades más ricas de nuestro pueblo en favor de un proyecto histórico nacional que rescate lo más valioso de nuestro legado, use los avances de la tecnología moderna, para facilitar el desarrollo integral de nuestro país. 5