NOTAS PARA LA PONENCIA DE TORRES. 1. Me interesa conocer tu opinión más allá del punto en que la dejaste. ¿qué pasa con la filosofía en la RIEMS? Por qué la eliminaron? Anticipándome y de acuerdo a lo que dices, te comentaría: a) Siguiendo a Perrenoud, han tratado de eliminar lo enciclopédico y han tratado de contextualizar y aplicar el conocimiento. No está mal pero la contextualización es a medias porque no se complementa con lo que aprende el sujeto en la sociedad. Aprende teóricamente que es la democracia y por todos lados ve tranzas (parafraseando a Rousseau). La forma de la sociedad en México atenta contra cualquier teoría de la justicia que se les enseñe a los alumnos y la nulifica en los hechos. ¿es así la tesis de Perrenaud? Vargas: Perrenoud asume que las “competencias” enseñadas en la escuela son suficientes para desempeñarse adecuadamente en la vida. Si están en la escuela, están en la vida, podría decirse. Por eso asume que debe ponerse el acento en las competencias dedicando menos tiempo a lo conceptual. Pero yo veo que la escuela y la vida fuera de la escuela, son dos ámbitos distintos; en el primero quisiéramos que lo enciclopédico sin salida práctica, se modificara; y en el segundo, la vida cotidiana, quisiéramos que pudieran incidir los saberes como los filosóficos. Ninguna de las dos cosas sucederá, y Perrenoud piensa –ilusamente- que basta con enseñar ciertas prácticas escolares llamadas “competencias” para que el estudiante las replique sin más en la cotidianidad. Sostengo que no sucederá, ya que esos dos mundos (escolar y cotidiano) son contrastantes, las necesidades vividas en uno difieren de las experimentadas en el otro, salvo en un espacio concreto: el laboral. La escuela capitalista, y esto no es nuevo, prepara al sujeto para competir y respetar las jerarquías productivistas, ya sea como trabajador explotado o como explotador. ¿Qué enseña pues la escuela tradicional de manera efectiva? Fundamentalmente (curriculum oculto) la pasividad, la obediencia, la nulificación de la crítica y la supeditación a los esquemas de la gestión directiva; el individualismo y la competencia de todos contra todos para alcanzar los mejores lugares. Lo cual, asentaron Althusser, Bordieu, Iván Ilich, Molinar, etc. b) De todas formas los de la SEP siguen su marcha y en el proceso de contextualización y aplicación práctica observan que la filosofía no se encuentra en su concepción y la eliminan. Si la escuela tiende a la nulificación de la crítica, puesto que es un objetivo que el individuo incorporado a la producción sólo acate y no cuestione, entonces la filosofía quedará relegada; y más cuando la enseñanza escolar ahonda su dependencia con respecto a la productividad empresarial. En realidad, con la eliminación de la filosofía quedó al descubierto y sin pudor este nexo escuelaproductividad empresarial, el cual, bajo las condiciones actuales, parece no enfrentar ninguna resistencia efectiva en la sociedad. Lamentablemente, muy poca de parte de los profesores. c) ¿puede la filosofía cumplir el método de competencias? De acuerdo a una interpretación tecnocrática, no. Para ellos, la filosofía es acentuando unilateralmente la tesis aristótelica “un saber inútil y contemplativo”, sin embargo, Aristóteles quería que la sociedad y el individuo cambiaran y por ello escribió la Política y la Ética a Nicómaco. De acuerdo con lo que acabo de decir, la filosofía no cuadra en el marco de las competencias (productivistas) debido a que no les genera un conocimiento oportuno y directamente relacionado con técnicas apropiadas a la acumulación del capital. En la “sociedad del conocimiento”, éste deberá vincularse con la economía del libre mercado, resolviendo dificultades que puedan obstaculizarlo, abriendo caminos que puedan favorecerlo. La filosofía propicia libertad y rigor al pensar (lógica), libertad para actuar (ética), libertad para reinventar el mundo (estética), y esto le estorba al mercado subordinante. No es que sea “inútil”; es que resulta inútil a los fines del liberalismo salvaje. Si competencia es entrenar a un individuo para que aplique sus conocimientos ¿en qué medida podemos aplicarlos en la filosofía? Como lo entienden los gestores de las competencias, estas últimas reflejan aplicaciones prácticas de los conocimientos. Sin embargo, los conocimientos en ética, en lógica, etc., dentro de la escuela se quedarán en la abstracción y tenderán a convertirse en “ideas inertes” como apunté en la ponencia. ¿Por qué? Porque existe una posibilidad, yo diría, casi nula de aplicarlos. Barreda en su texto sobre la educación moral, sostuvo que los estudiantes deberían poder discutir, aclarar, reflexionar sobre los problemas morales que les atañían; pero sobre todo, adelantar soluciones y experimentarlas ¡dentro de la escuela! Un Barreda vanguardista en este punto; sin embargo, nunca lo aplicó, nunca la organización de la escuela positivista lo permitió. Hasta ahora no lo ha permitido. Insisto, la escuela siempre ha sido proburguesía en grado diverso: actualmente, al máximo; en grado mínimo, durante la educación socialista de Lázaro Cárdenas. Veo a la escuela nuestra, impregnada descaradamente de ideología burguesa, y dedicada, no a la formación ética que vigila el bien común, sino al entrenamiento de sujetos productivistas. En la lógica para que el individuo razone correctamente; llegue a conclusiones y evite falacias. Pero aquí hay algo interesante, hay una tendencia a eliminar la lógica y quedarse con las matemáticas. En Ética hay problemas prácticos que sirven para que el individuo se oriente en un contexto dado pero van más allá de la aplicación práctica y el concepto de competencia tendría que ser entendido como preparación del individuo para actuar en un mundo de valores y desvalores. Un ejemplo: un estudiante de secundaria y prepa tendría dos dilemas éticos muy actuales: 1) ¿debo drogarme o no?; 2) ¿debo dedicarme al narcotráfico o preferir una carrera que implica un mayor esfuerzo y poca ganancia, como por ejemplo, ser profesor de filosofía? Actitud de las autoridades: poner un curso de Ética y Valores sin explicación alguna; quitarlo y poner también sin explicación otro llamado “Construcción de la ciudadanía”. Al eliminar Ética y valores supongo que dejan ese tema a las Iglesias o a la familia. Desde la Colonia, la educación moral la detenta la Iglesia y con la aparición de la escuela positivista comtiana, creo, igual. Se buscó en el régimen juarista una civilidad republicana que valorara las instituciones laicas, pero las conductas relacionadas con la prudencia (con el bien común y el individual) quedaron bajo la guía eclesiástica y se dejaron al fuero interno. No se reconoció así, pero como lo dice Zea, fue una componenda implícita. Se buscó separar a la Iglesia del monopolio de la educación moral con la “moral socialista” y se desató la guerra cristera avalada por Calles. Al final, Véjar Vázquez, Secretario de educación de Ávila Camacho, concilio definitivamente a las partes favoreciendo a la Iglesia en lo que denominó “la escuela del amor”. Desde entonces, en el espacio escolarizado carecemos de incidencia en la moral laica, carecemos de metas en la formación moral laica, que además las han estado imponiendo Azcárraga y Salinas Pliego (de todas formas, inspirados en el clero). Los filósofos deberíamos discutir estos detalles para buscar formas de regresar a la escuela una auténtica moral, laica, democrática, etc. Pero, desafortunadamente, estamos desactivados. ¿Seremos genuino producto de la escuela productivista? La dimensión estética se elimina y se colocan actividades de teatro o talleres. Es claro que para ellos el arte y la literatura son inútiles en un sentido estrecho del concepto. Ni el arte ni la literatura son martillos o pinzas pero todo mundo sabe, menos los tecnócratas que son expresiones profundas del ser humano y que el individuo debe ser educado en esa dimensión cultural que acrecienta la concepción del hombre sobre el mundo y la vida. La estética no solo serviría para el diseño (lado práctico) sino para la apreciación de un aspecto esencial de la existencia que no cabe en el concepto limitado de competencias. La introducción a la filosofía tendría que enseñar al alumno a conocer, por ejemplo, cómo los filósofos han reflexionado sobre su sociedad y han propuesto una sociedad justa (el mismo Aristóteles frente a Atenas y el Ática); como han propuesto las instituciones del futuro (la ilustración en contra del Absolutismo de cara a la conformación de la modernidad) o una concepción profunda que está en la base de las formas de comprender un periodo de la historia: aristotélico-tomismo como base del mundo medieval; racionalismo/empirismo como base de la modernidad; liberalismo como parte del capitalismo actual. ¿Para qué le serviría al estudiante conocer-atisbar estos problemas que van más allá de lo fragmentario? Supongo que para ubicarse en la historia; asumir una actitud crítica (¿no hablan de pensamiento crítico?) y entender el sentido de su actividad en la sociedad, entre muchas otras funciones. Esto contribuiría a ser más competente pero en el sentido de tener una estructura mental que permita entender y asumir correctamente los problemas con que se encuentra en la vida cotidiana. Es obvio que una sucesión de autores no serviría para nada pero saber cuál ha sido la función de la filosofía en cada etapa de la historia sí. Respecto a la historia de la filosofía, coincido. No se puede comprender el presente sin vincularse con la “tradición” en el sentido de Ricoeur. Es necesario considerar la historia de la filosofía occidental, pero también la historia de la filosofía propia: ahí están problemas fundamentales para la comprensión de la vida política, religiosa, ética, etc. Nada más que, entrecruzar el pasado (de occidente y de México) requeriría de una propuesta de mestizaje proporcionado, que lo haga valioso a la experiencia del sujeto. Creo que esa propuesta no la tenemos en la escuela. Sólo se imparten datos y con las “competencias” continuaremos atiborrándonos de datos, pues este absurdo de que “se lleve a la práctica la historia de la filosofía”, lo están entendiendo como hablar de problemas situados en el contexto actual, solicitar lecturas consideradas obligatorias. ¡Ya lo hacíamos! No hay nada nuevo al respecto: bueno, sí, que continuamos atascados en la crisis de las estructuras escolares. ¿Cómo verías estos comentarios?