SOBRE “NO HAY DERECHO” Por Lucrecia BORGIA y Enrique SANTOS GODINO ¿Quiénes son esos que niegan la esencia misma de lo que estudian? (interrogante de un mediocre funcionario de la Facultad de Derecho). NO HAY DERECHO se formó en 1990 por la iniciativa espontánea de un grupo de estudiantes y sólo dos recién graduados de la carrera de abogacía de la UBA, como canal de expresión de ideas y desarrollos teóricos que entonces no se estudiaban en las aulas de la Facultad. Además de ello, otras dos especiales cualidades definieron a “No Hay Derecho”. Por un lado, queríamos impugnar, cuestionar y criticar los contenidos de especialmente las su doctrinas formalismo jurídicas y su tradicionales estrecho — enfoque normativista—, con el valioso y amplio aporte de las demás disciplinas sociales antropología, —sociología, historia, ciencia etc.—. Pero, política, además y especialmente, dado el tremendo valor con que los rituales jurídicos condicionan la aplicación del derecho, consideramos que no sólo debíamos quebrar con los enfoques y los estilos de abordaje del fenomeno jurídico propio del saber que se reproducía —y aún hoy se reproduce— a- críticamente en las facultades de derecho. Por ello, en el diseño de los aspectos formales de una revista teórica que e jurídico, ir se pretendía más allá tiraron difundir del por contenidos concepto la de calidad normativista borda los de lo criterios extremadamente formalistas de las revistas dedicadas al derecho, y también así anunciamos que estábamos intentando crear un nueva sentido, NO mirada HAY del DERECHO fenómeno fue, jurídico. también, una En tal provocación estética. El título de adecuado, la pues necesariamente valiosos, Revista nuestra de coincidencia en en cohesión ideales sino, también como compartidos todo cuanto resultó caso, a las absolutamente grupo que de no derivaba consideráramos la mucha seguridades mayor respecto de aquello a lo que nos oponíamos. Cabe aclarar que la revista fue un emprendimiento de un grupo de varios compañeros y amigos de fin de la carrera que con una aporte monetario mínimo logramos sacar el primer número. Nos costó mayoría arrancar, de los entre otras profesores razones, no nos pues la querían gran enviar colaboraciones porque antes de eso debían “etiquetarnos”. Las preguntas usuales cuando veíamos a un profesor a quien le pedíamos un trabajo eran, sin tapujos: “¿Y Uds. a quién responden? ¿Cuál es su línea política? ¿Con qué profesores están vinculados? ¿Qué profesores los indujeron a organizar esto?”, y otras miserias de siempre. No parecía interesarles el contenido del proyecto y el perfil de la revista que respondíamos”, queríamos a quién le publicar, servía sino la a revista, “quién para qué éramos funcionales. Pues guste o no, NO HAY DERECHO no le sirvió a nadie en particular —por lo menos no en el sentido en el que divertimos hoy y se instrumentalizan aprendimos. Hicimos esos espacios—. grandes Reflexionamos y criticamos. Nos expusimos. Crecimos. 2 Nos amigos. Quizá por el hecho de que algunos de estos profesores siempre habrán respondido a alguien, no podían comprender que se trataba de nuestro proyecto, que lo hacíamos porque nos interesaba valioso y hacerlo, y desinteresado que apoyo si y bien contamos colaboración con de el muchos otros profesores, el proyecto era nuestro. De allí nuestra inmensa alegría cuando, al preparar el primer número de la Revista, le enviamos una carta al Prof. chileno Eduardo NOVOA MONREAL —a quien ninguno de nosotros conocía—, y al poco tiempo nos mandó un trabajo esclarecedor, que escribió para un grupo de estudiantes a quienes no conocía —lo que no le impidió reconocer la existencia de una comunidad de intereses—, en el cual puso al desnudo imperante, las que aporías había del discurso captado jurídico exactamente el aún hoy tipo de reflexiones que estábamos interesados en publicar1. Finalmente, la Revista comenzó a publicarse regularmente y lo paradójico fue que mientras en nuestra Facultad sólo vendíamos Ciencias unos 50 Sociales ejemplares, y en nos universidades leían del mucho más en extranjero. La Revista solo publicó doce números y salió desde fines de 1990 a 1995. Alrededor de 1991 o 1992 se incorporaron cinco miembros más jóvenes. Más allá de ello, la circunstancia de no haber encontrado una generación de recambio fue una de las razones que nos decidió a dejar de publicarla. La única “editorial” que publicamos apareció en la Ver Novoa Monreal, Eduardo, Orfandad de los mitos, en “No Derecho”, s. ed., Buenos Aires, 1990, Nº 1, en esta misma sección. Hay contratapa del número 1 y decía: 1 3 Para muchos, el derecho es un “medio civilizado” de resolver conflictos, es decir, un conjunto de normas que pacíficamente soluciona los problema derivados de la convivencia humana; algo reservado para especialistas — “juristas”, para ser más precisos— que velan por la “recta” aplicación de las leyes. Un “saber” que se adquiere en Facultades de Derecho, Academias, Tribunales, Bibliotecas: la expresión máxima de la “Civilización”, de la “Racionalidad”, de la concatenación metódica de premisas mayores y menores. Hay quienes, desde un punto de vista cercano a las Ciencias Sociales, no comparten esas visión, y se conforman con una crítica repetida, “inteligente”: dirían “¿el derecho?”: es una mera herramienta de poder, el aparato idelógico del Estado por definición. Un modo legitimado de violencia que trata de encubrir la verdadera lucha que existe en el seno de una sociedad; un elmento de dominación”. Algo, en suma, irredimible. Para ellos, para los que se resignan roles, también es NO HAY DERECHO. Hoy el contenido oficial. Los de NO HAY DERECHO derechos humanos, las es a eternizar parte teorías del esos derecho críticas, el feminismo legal, etc., todas las corrientes ausentes de la reflexión jurídica argentina de hace veinte años hoy forman parte de la enseñanza aceptada, por lo menos en las principales universidades nacionales del país, e integran muchas decisiones de tribunales relevantes. ¿Qué significaría hoy re-pensar NO HAY DERECHO? ¿Qué es lo que no se dice, no se ve, lo que se debe cambiar? ¿Qué es lo nuevo, lo subterráneo, aquello transformador? 4 que tiene potencial