El Perfil del Nuevo MBA por: Heriberto Ramos En este artículo exploro algunos cambios visibles en el mundo de los negocios, relacionándolos con las características que los directivos y graduados de MBA estaríamos llamados a seguir desarrollando. Nuevas Formas de Generar Riqueza La generación de riqueza ha evolucionado más allá de la combinación de los factores de producción de la teoría económica clásica: materiales, mano de obra y capital. El modelo mecanicista imperante en la llamada ‘era industrial’ está siendo sustituido por un modelo donde la creación de riqueza sólo se logra incorporando conocimiento. Inteligencia, información e ideas se constituyen como la nueva triada necesaria para reformular y reinventar las formas de crear riqueza. Algunos detractores de la trascendencia de este nuevo modelo sostienen que los negocios siguen requiriendo la concurrencia de los factores clásicos de producción; sin embargo, este argumento cae en la trampa del razonamiento lógico que confunde lo ‘necesario’, con lo ‘suficiente’. También suele confundirse el amanecer de esta nueva economía con la propagación y posterior quiebra de miles de empresas punto com. Sin embargo, estas empresas que desaparecieron son el mejor ejemplo de compañías que ignoraron las nuevas realidades de la economía basada en el conocimiento. Suponga que Internet es una nueva avenida comercial (en cierto sentido lo es). Muchos empresarios perciben que el aforo está aumentando día con día y que los precios de los espacios comerciales son mínimos; en principio parece una excelente oportunidad. Entonces proliferan negocios que: No saben lo que venden. No determinan un modelo estratégico de negocio. No evidencian con claridad los beneficios que otorgan o las necesidades que satisfacen. No identifican sus competencias centrales, ni fortalecen el proceso que hace sonar la caja registradora. Por lo tanto desaparecen, porque nunca incorporaron el conocimiento necesario. El ejemplo clásico de una empresa sintonizada por completo con la nueva economía es Microsoft. En la actualidad, el costo material del CD que contiene el software Windows XP es menor a 1 dólar, pero el conocimiento contenido en el mismo vale para sus consumidores el precio de comercialización al menudeo. Para 2007 todos los programas de software Microsoft no tendrán un solo gramo de material, y podrán ser adquiridos vía Internet. Hablar sólo de Microsoft podría hacernos pensar que una empresa sólo opera en la nueva economía cuando vende explícitamente conocimientos o tecnología. Revisemos a Toyota, empresa que reconfiguró la industria automotriz. A primera vista, es una empresa industrial, fabrica y vende bienes de consumo duradero cuyo costo de materiales es alto con relación a su precio de venta. En realidad, Toyota es una empresa comercial, sus procesos están organizados de tal forma que el 40% del precio pagado por un automóvil está relacionado con materiales y fabricación. Toyota subcontrata y gestiona su cadena de suministro mediante programas informáticos que relacionan de forma estrecha la demanda del consumidor con las órdenes de compra, producción y ensamblaje. Ésta es una empresa de diseño que maneja con eficacia sus canales de distribución, asignando más del 20% de sus costos unitarios al posicionamiento de marca, investigación de mercados y desarrollo de nuevas tecnologías de suministro, operación y materiales. Toyota es una empresa basada en el conocimiento que propone entregar toda una experiencia contenida en algo ya tan común como es un automóvil. Nuevo Lenguaje en los Negocios Uno de los signos que evidencian las nuevas formas y dinámicas empresariales son los cambios perceptibles en el lenguaje. Antes en las empresas hablábamos como si las mismas fueran grandes sistemas mecánicos, con partes humanas intercambiables; utilizábamos palabras como estructura, mando, control, autoridad, administración, subordinados, staff, sede corporativa, y más. Ahora hablamos acerca de cultura, aprendizaje, poder, redes, equipos, alianzas, valor agregado, inteligencia comercial, etc. El lenguaje mecanicista ha dado paso al lenguaje biológico y político, mientras que la optimización local y las responsabilidades funcionales han cedido su lugar a la eficacia en procesos y a la continua búsqueda de estrategias que mejor inserten a la empresa en su medio. Así, la especialización y la jerarquía ceden su lugar a la influencia y a las competencias claves, y la calidad pasa de ser ‘cero defectos’ a una serie de atributos en verdad significativos para el cliente. El concepto de empresa global pierde todo su sentido cuando aparece el concepto de consumidor global; informado, conectado, experimentado y activo: ¿dígame exactamente cómo mejorará mi vida? Ésta parece ser la pregunta que el consumidor global efectúa al evaluar su compra. Al nuevo consumidor no le importan conceptos como CRM, ERP, SCM, o R&D, entre tantos que han proliferado. Siempre le han importado sus esperanzas, sus deseos, sus sueños, su estilo de vida, sus hijos, actividades y paz mental, entre muchas otras cosas más. Y ahora es cuando parece que las empresas empiezan a comprenderlo. El Nuevo Ejecutivo El ‘trabajo’, tal y como lo conocemos hoy en día, será reinventado durante los próximos 15 años.En el pasado, la premisa era que las empresas vivieran más que los seres humanos; pensar en una carrera ascendente al interior de una empresa como una serie de peldaños secuenciales era muy lógico. Los trabajadores ocupaban cubículos organizacionales, puestos funcionales interrelacionados por escalas jerárquicas; ascender era cuestión de tiempo, adaptación a la empresa, contribución en su área de influencia y algunas veces apoyo de mentores internos. Las empresas tenían tiempo de ocuparse de la planeación de carrera; ¿también de la vida?, de sus integrantes. Era lógico apreciar el esfuerzo, respetar la antigüedad y promover la permanencia. Ahora, las empresas y los empresarios se ven obligados a cuestionar a sus directivos con respecto a ‘resultados’ y ‘contribución’, operando bajo la lógica de no pagar por tener a su disposición el tiempo del empleado, sino sólo pagar el valor agregado. Por ello, el nuevo ejecutivo deberá ser alguien que evidencie explícitamente su contribución y logre resultados mesurables y diferenciables. Este nuevo ejecutivo no se preocupa por dónde debe estacionar su automóvil (de hecho, en ciertas empresas de desarrollo de software, algunos de sus ejecutivos con abultadas cuentas bancarias prefieren utilizar bicicletas para trasladarse). Lo importante no es cuánto tiempo ha trabajado para la empresa, sino qué proyectos ha concluido con éxito y, sobre todo, qué proyectos significativos podrá crear y concluir en el futuro. El nuevo ejecutivo es dueño de su propio capital intelectual, puede venderlo a una empresa bajo un contrato de nómina, por honorarios o sistematizarlo y crear una nueva empresa, incluso dentro de la misma compañía donde presta sus servicios. Obvio, el concepto de trabajo abarca mucho más que el concepto de empleo, existe mucho trabajo por hacer, la cuestión es que las formas organizacionales que por tradición hemos conocido cada vez están menos capacitadas para ofrecer empleo o estabilidad laboral. Esto, al invertirse los costos transaccionales que definió Ronald H. Coase, Premio Nobel de Economía 1991. Al respecto, vale la pena citar textualmente a Thomas Malone y Robert Laubacher, académicos del MIT. “La unidad fundamental de la nueva economía no será la empresa, sino el individuo. Las tareas no se asignan y controlan a través de una cadena estable de jerarquía gerencial, sino que son llevadas a cabo en forma autónoma por contratistas independientes. Estos trabajadores free-lance o e-lance interconectados virtualmente, se unen en redes fluidas y temporales para producir y vender bienes y servicios. Finalizada la tarea, la red se disuelve y sus miembros vuelven a convertirse en agentes independientes que circulan a través de la economía en busca de la próxima tarea”. El Nuevo Master in Business Administration ¿Qué significa ser un MBA en la actualidad? Todo aquél que desempeña cargos directivos está llamado a desarrollar las siguientes características: 1. Percibir, internalizar y aprovechar el cambio acelerado y disruptivo. 2. Expandir continuamente la frontera de sus conocimientos. 3. Relacionar conceptos disímbolos, eliminar prejuicios, aprender a aprender en forma sistemática y a desaprender en forma deliberada. 4. Analizar y sintetizar, construir escenarios y hacer abstracciones. 5. Comunicar de forma eficaz, visionar, liderar, generando en el equipo de trabajo un sentido de propósito, de importancia, de urgencia, y valga decirlo también, de inexorabilidad. 6. Tener la capacidad de asumir diferentes roles situacionales. 7. Conciliar intereses contradictorios, ser cálido en sus relaciones y respetuoso con las personas, recordar que todos somos héroes para nuestros hijos. 8. Ser íntegro, apegarse a una escala de principios que le den sentido a su quehacer bajo cualquier circunstancia. 9. Saber vender, diferenciarse, posicionarse, ser muy explícito con respecto a quién es y cuáles son los beneficios que agrega como profesional. 10. Dedicarse a lo que lo hace feliz 11. Invertir en la familia, pagarse también con tiempo. 12. Saber hacerse las preguntas apropiadas mucho antes de buscar las respuestas correctas. 13. Servir a algo o a alguien sin interés, aceptar trabajos comunitarios en forma honoraria, donar su tiempo y conocimiento, no sólo su dinero. El Salto Cuántico de las Escuelas de Negocios Líderes El reto es mayúsculo. Las nuevas realidades demandan nuevos ejecutivos. El compromiso de las escuelas de negocios es precisamente el de convertirse en un espacio de reflexión, acción y formación, donde se reproduzcan, se cuestionen y se recreen los nuevos paradigmas empresariales. El participante de un postgrado en negocios no es un producto al cual se le agregan características, información, clases, etcétera, sometiéndolo a un control estadístico de proceso mediante exámenes y evaluaciones, y cuyo fin en la línea de producción es un papel que diga MBA. El participante es un trabajador, que no un empleado, cuya misión no se reduce a poseer un grado académico, sino convertir el programa de estudios en una experiencia de vida, cuyo fin implique ser mejor para realizar las mejores contribuciones a su entorno. Los contenidos académicos siempre serán importantes, pero no lo es menos la creación de un ambiente que promueva una visión holística de las disciplinas empresariales, y el estímulo para desarrollar habilidades interpersonales como la comunicación grupal, el trabajo en equipo, el desarrollo de la inteligencia emocional y el liderazgo. El mero hecho de retener información trunca el ciclo de aprendizaje. Para completarlo, hay que formular preguntas sobre las nuevas realidades, recrear nuevas teorías, probar con nuevas herramientas y reflexionar sistemáticamente sobre las nuevas propuestas y soluciones. Aproximarse al management a través del análisis de sus componentes sigue siendo útil, pero ya no resulta suficiente; la dirección de empresas requiere ser entendida por sus componentes, por las relaciones entre ellos, por el todo resultante, por las restricciones del sistema y por la integración de dicho sistema a otro mayor llamado sociedad. Referencias 1.- Coase, Ronald H. (1937) The Nature of the Firm. London, Oxford University Press. 2.- Drucker, Peter. (2002) Managing in the Next Society, New York, St. Martins Press. 3.- Mintzberg Henry. (2004) Managers, Not MBAs, USA, Pearson Education. 4.- Peters, Thomas J. (2003), Re-Imagine, USA, Pearson Education. 5.- Malone, T.- Laubacher R. (1998) “The Dawn of the E-Lance Economy” Harvard Business Review, Septiembre. Pags. 98-106