1 TEXTOS A COMENTAR (14-XI-13) Sobre la actitud ética en Heidegger: “El pensar no se vuelve acción porque de él derive un efecto o porque sea empleado. El pensar obra en cuanto piensa. Empero, todo efectuar estriba en el ser y se encamina al ente. El pensar, en cambio, se deja interpelar por el ser para decir la verdad del ser. El pensar consuma este dejar… El pensar tomado en sí no es práctico. La caracterización del pensar como ‘teoría’ y la determinación del pensar como un comportarse teórico acontece ya dentro de la interpretación ‘técnica’ del pensar. Es un ensayo reactivo de salvarle también al pensar una independencia frente al obrar y hacer” (Heidegger, Carta sobre el humanismo). Sobre la infinitud de la voluntad moral en Hegel: “La mediación por la que se tiene una propiedad no solo a través de una cosa y de mi voluntad subjetiva, sino a la vez por medio de otra voluntad y por tanto en una voluntad común, constituye la esfera del contrato… En el punto de vista moral la contingencia es superada porque esta contingencia, como reflejada en sí misma e idéntica consigo, es la contingencia infinita, existente en sí, de la voluntad: su subjetividad… El punto de vista moral es el de la voluntad en cuanto no es simplemnete en sí, sino infinitamente para sí. Esta reflexión de la voluntad en sí y su identidad existente para sí, frente al ser en sí y la inmediatez y las determinaciones que allí se desarrollan, determinan a la persona como sujeto” (Hegel, Lineas fundamentales de la filosofía del derecho). 2 La idea de libertad en Kant: “Y así son posibles los imperativos categóricos, porque la idea de libertad hace de mí un miembro de un mundo inteligible; si yo no fuera parte más que de este mundo inteligible, todas mis acciones serían siempre conformes a la autonomía de la voluntad; pero como al mismo tiempo me intuyo como miembro del mundo sensible, esas mis acciones deben ser conformes a la dicha autonomía. Este deber categórico representa una proposición sintética a priori porque sobre mi voluntad afectada por apetitos sensibles sobreviene además la idea de esa misma voluntad, pero perteneciente al mundo inteligible, pura, por sí misma práctica, que contiene la condición suprema de la primera, según la razón” (Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres). Sobre la existencia del Ser supremo: “En la tarea práctica de la razón pura, es decir, en el trabajo necesario hacia el bien supremo, se postula la coincidencia necesaria de la felicidad con la moralidad: debemos tratar de fomentar el sumo bien (que por tanto tiene que ser posible). Se postula también, por consiguiente, la existencia de una causa de la naturaleza toda, distinta de la naturaleza y que contenga el fundamento de esa conexión, esto es, de la exacta concordancia de la felicidad con la moralidad” (Kant, Crítica de la razón práctica).