Acceso a la justicia en delitos de violencia sexual y doméstica Martes, 14 de Agosto de 2012 17:53 Este llamado no solo se refiere a las medidas psicosociales para la persecución penal, sino también a aquellas que buscan la reparación de las víctimas, la que queda entregada a otras instituciones. Lidia Casas Becerra, Profesora e investigadora del Centro de Derechos Humanos UDP. El abogado Mario Schilling, ex miembro de la Fiscalía Oriente en Santiago y actual representante de algunas de las víctimas en el caso del jardín infantil Hijitus, ha señalado que dicha fiscalía está colapsada, por lo que no se han podido tomar las declaraciones de todos los niños y niñas afectadas. El reclamo es más que atendible si se suman las denuncias de colegio Apoquindo y debe ser escuchado, además de constituirse en un llamado de atención y reflexión sobre acceso a la justicia. Uno de los problemas del Ministerio Público, sus unidades y otras instituciones que trabajan con víctimas de violencia sexual y doméstica, es la ausencia de recursos para un tipo de delito de complejidad, distinta a la de un delito económico. Es el caso de las Unidades de Víctimas y Testigos o de los centros de atención a víctimas de delitos violentos (CAVI), de la Corporación de Asistencia Judicial, que están sobrepasados. En las primeras, los tres profesionales que las integran recorren diariamente su región otorgando una primera atención para los efectos de la investigación penal. Las distancias, el acceso a comunidades más remotas no es una cuestión que los que vivimos en la capital podamos apreciar. A diferencia del caso Hijitus, la complejidad de la violencia sexual es que las agresiones normalmente se encuentran en el entorno familiar, donde la celeridad del proceso es relevante y la existencia de otras intervenciones de apoyo a las víctimas son fundamentales para poder enfrentarlo. 1/2 Acceso a la justicia en delitos de violencia sexual y doméstica Martes, 14 de Agosto de 2012 17:53 Por ello, este llamado no solo se refiere a las medidas psicosociales para la persecución penal, sino también a aquellas que buscan la reparación de las víctimas, la que queda entregada a otras instituciones. En ese sentido, estos dos casos que concentran la atención mediática deben llevar a pensar a los decisores de políticas públicas sobre el acceso a la justicia. Las víctimas de ellos cuentan con abogados querellantes y asistencia psicológica, lo cual no ocurre con la mayoría de las víctimas en nuestro país. Actualmente, los equipos de intervención de distintas instituciones tienen escaso diálogo entre sí, hacen funcionar sus servicios con mucho compromiso profesional y en condiciones laborales reguleques. El acceso a la justicia es un pilar al entender la igualdad de hombres y mujeres, independiente de sus condiciones sociales ante la ley en un estado de derecho. Por ello, este y otros reclamo en la misma línea deben ser atendidos y contextualizado, sin caer en un discurso fácil para decir que se hace mucho, creando más unidades que escasamente se hablan entre sí. 2/2