EL ALCOHOLISMO El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo. Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales. El alcohol etílico representa la droga psicoactiva más utilizada en todo el mundo. Actualmente su abuso ha adquirido proporciones masivas tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, y se encuentra asociado a toda una constelación de consecuencias adversas, de las cuales la enfermedad alcohólica constituye sólo una pequeña parte, aunque la más relevante desde el punto de vista clínico. A partir de mediados del siglo XX se puede diferenciar una cuarta oleada de alcoholización. Las causas pueden ser los movimientos migratorios, los medios de comunicación de masas, la explosión consumista, el "estrés", etc. En la actualidad se reconoce que el valor terapéutico del etanol es relativamente limitado y que su ingestión crónica en cantidades excesivas es un problema social y médico de primer orden. No obstante, la sociedad y la ciencia están buscando estrategias tanto farmacológicas como comportamentales para combatir el alcoholismo. El alcoholismo a largo plazo causa daños al hígado, al sistema nervioso incluyendo el cerebro, puede causar hipertensión arterial y daños al corazón, problemas digestivos como úlceras, problemas de los órganos y las funciones sexuales, senilidad prematura y cáncer. El abuso del alcohol también puede llevar a la violencia, accidentes (más de la mitad de todos los accidentes se relacionan con el consumo de alcohol), segregación social y dificultades en el trabajo y en el hogar. Los síntomas del alcoholismo incluyen cambios en la personalidad, lagunas mentales, aumento progresivo de la cantidad de bebida y negación del problema. Una persona alcohólica puede beber a escondidas, beber solo e incluso por las mañanas y tener temblores. Es posible que tenga problemas familiares o con la ley debido la bebida. Los patrones de abuso del alcohol varían. Algunas personas se embriagan diariamente. Otras sólo en determinadas ocasiones, como los fines de semana. Otros no beben por largos períodos de tiempo pero cuando lo hacen pueden dedicarse a beber por semanas o meses Normalmente, se dice, en los círculos sociales o familiares, que el alcoholismo es un vicio, y esto es porque no se ha querido aceptar que es una enfermedad. ¿ES EL ALCOHOLISMO REALMENTE UNA ENFERMEDAD? La Asociación Médica Norteamericana y la Organización Mundial de la Salud, como muchos otros grupos profesionales, consideran al alcoholismo como una enfermedad. Los jueces y legisladores también lo van reconociendo como enfermedad. El Comité sobre Alcoholismo y Dependencia de las drogas, de la Asociación Médica Norteamericana, define al alcoholismo como una enfermedad en la cual se presenta ansiedad por el alcohol y pérdida del control sobre su consumo, como un tipo de dependencia que puede causar daño a la salud de la persona o interferir su habilidad para trabajar y para avenirse con los demás. 1 El alcohólico bebe usualmente en grandes cantidades, y con frecuencia llega al estado de embriaguez. Sin embargo, la cantidad y la frecuencia no son más que síntomas. Si bien es cierto que algunos alcohólicos beben en menores proporciones que algunos bebedores sociales, este hecho no modifica su condición básica ni la hace menos grave. El factor clave está en la pérdida del control y la ansiedad por la droga, en este caso el alcohol. Es difícil hablar de prevención cuando se desconocen las causas del problema de la dependencia del alcohol. Parece indiscutible que la educación ocupa un lugar central en la prevención del alcoholismo. El papel de la familia es esencial, tanto para transmitir hábitos de consumo como para informar de posibles peligros, etc. También la escuela y otras instituciones de socialización son fundamentales para la prevención del alcoholismo. 2