Declaración de la Responsabilidad. Anónimo. Dirección de Informática. CST La IV Convención Internacional de Alcohólicos Anónimos, fue la primera que no se efectuó en los Estados Unidos, sino que se realizó en Toronto, Canadá, en Julio de 1965. Bill y Lois eran, por supuesto, prominentes en el programa y en ese tiempo la mayoría de los veteranos estaban aun activos y habían asistido a la Convención. Nell Wing (secretaria de Bill), recordaba particularmente a Clarence H. Snyder, quien inició A.A. en Cleveland. Ella dijo que Bill pasó un par de horas en la habitación del hotel donde se hospedaba Clarence, recordando los primeros días. Esto sorprendió a Nell, quien apuntó: “Él inició un grupo en Cleveland en mayo de 1939. El primer grupo que como sabemos, utilizó las iniciales de A.A. (Bill había estado usando el nombre completo desde 1938 en cartas y en un folleto). Sobre esa débil base, Clarence proclamó por siempre haber fundado A.A. Mientras Bill estuvo vivo – agrega Nell – Clarence fue antagonista y hostil con Bill. Él era el líder de un pequeño grupo de disidentes, quienes se oponían a la idea de la conferencia y la oficina de servicios generales y quienes hablaron mal de Bill por muchos años. Pero ahí estaba Bill, en Toronto, charlando y bromeando con su detractor y disfrutando lo que sucedía. Pienso que fue la última vez que estuvieron juntos – añade Nell – el mal sacerdote que había tratado de echar abajo la ceremonia de la Mayoría de Edad en San Luis, estaba en esta Convención, pero ahora amando y siendo amable co Bill, Lois y todos los demás. Él, recién había regresado de una audiencia con el papa en Roma, trayéndole un presente a Bill. Éste cuelga ahora de las paredes de Stepping Stones.” 1 La película “La Historia de Bill (la que Nell había observado realizarse en Stepping Stones), fue exhibida por primera vez en Toronto. Fue bien recibida y desde entonces ha sido reproducida en muchos idiomas. Una persona que hizo en Toronto una Convención significativa fue Al S. (un promotor y productor de películas en Nueva York), él se había unido a la comunidad en marzo de 1944. “Y en un mes – reporta Nell Wing – él estaba en acción, como menciona el Libro Grande.” Entre sus muchas contribuciones a A.A., ayudó a reformar el grupo “Manhattan”, ayudó a organizar otro club para los A.A.’s en la Calle 41, ayudó a estructurar la intergrupal de Nueva York, donde sirvió como secretario y director. Estando ahí, él y otro miembro, George B. fueron instrumento de persuasión para que el Hospital Knickerbocker se convirtiera en tutela para los alcohólicos, bajo el apadrinamiento de A.A. Fue el primer hospital general de Nueva York en hacerlo. Nell menciona que a finales de 1948, Al se convirtió en el Editor del Grapevine. Durante el tiempo que sirvió en el Grapevine, sirvió además, como director de A.A. Publishing, Inc. (el primer nombre de A.A. World Services, Inc., de 1958 a 1961). Fue Director del A.A. Grapevine y Custodio de la Junta de Servicios Generales. Él asistió, hasta su muerte, a todas las Convenciones Internacionales y contribuyó a su éxito. Fue un amigo invaluable para Bill. De acuerdo a Nell, Bill solicitó de Al, sus puntos de vista y comentarios sobre todos sus libros y otros escritos. Nell añade: “Lois lo manifestó en forma concisa: Bill y Al eran como hermanos.” Yo por mi parte, tengo una deuda de gratitud con Al S. (a quien no recuerdo haber conocido personalmente) por todo lo que hizo por ayudar a A.A. en Nueva York, especialmente la oficina intergrupal donde hice mi primer contacto con A.A. 2 Pero la contribución por la cual la mayoría de nosotros debemos sentirnos agradecidos, fue que Al compuso la declaración de “YO SOY RESPONSABLE” para la convención de Toronto. Nell escribe: “Nunca olvidaré – creo que nadie que haya estado ahí – la conmovedora ceremonia de dedicatoria (la tarde del sábado en el Auditorio Maple Leaf Gardens), más de 10’000 personas reunidas se unieron a los delegados a la conferencia, custodios y a los representantes de 21 países de pie, para repetir la declaración. Aplaudieron y pronunciaron a grito abierto como una sola, estruendosa y poderosa voz: “YO SOY RESPONSABLE cuando cualquiera, donde quiera, extienda su mano pidiendo ayuda. Quiero que la mano de Alcohólicos Anónimos siempre esté ahí, y por eso, YO SOY RESPONSABLE.” Existió un espíritu especial acerca de la Convención de Toronto. Mucha gente dice que ha sido lo mejor que ha vivido. (*) *Tomado del libro: “Agradecida por haber estado ahí”, por Nell Wing. 3