1. El saber filosófico Origen histórico de la filosofía: el mito y logos La filosofía occidental nació, específicamente, en Mileto (Asia Menor), en el siglo VI antes de nuestra era. Su nacimiento está relacionado con un cambio en la manera de explicar fenómenos cotidianos conocido como la transición del mito al logos. Estas expresiones se podría traducir como "palabra". Sin embargo, la palabra entendida como mito se refiere a las narraciones fantásticas que intentan explicar el origen del cosmos, utilizando una fuerza sobrehumana, como dioses o poderes cósmicos personalizados. Se trata de una palabra cargada de contenido sagrado, que designa lo que es misterioso y lo que está oculto y es accesible sólo a un número limitado de personas. Por contra, la palabra, entendida como logos, se convirtió en un instrumento de investigación de la verdad, así como un instrumento de debate y de deliberación pública, abierta a todos los ciudadanos, que trata de convencer por el razonamiento y el desarrollo de la capacidad crítica. Se dice por eso que el logos (la filosofía) es preferentemente crítico (todo el mundo puede discutir sobre un tema para aclararlo) frente al carácter preferentemente dogmático del mito. Los primeros pensadores han adoptado la actitud filosófica, que surgió de la admiración y la duda de descifrar los problemas del universo. En suma, la filosofía nació como un saber que comprendía a la ciencia y que se oponía al mito. El mito, como la filosofía (y la ciencia), explicaba toda la realidad- la naturaleza y la sociedad-, pero el mito utilizaba un discurso dogmático (aceptado por una creencia ciega en la palabra revelada, sin crítica), más emocional que racional (historias imaginativas sobre los dioses: fuerzas antropomórficas). La filosofía utilizaba un discurso crítico (cuya base era la duda y el diálogo, en la búsqueda de la verdad) y más racional que emocional (tendencia a utilizar conceptos abstractos y argumentos lógicos sobre los temas tratados, aunque algunas veces se usen metáforas y alegorías). Cuando la ciencia se separa más claramente de la filosofía (a partir del siglo XIX), la ciencia mantiene los aspectos críticos y racionales de la filosofía, pero la ciencia añade la experimentación y la axiomatización matemática, mientras que la filosofía queda como saber notablemente conceptual y teórico (sin experimentación) y no matematizado (salvo la Lógica), saber filosófico dedicado a temas que se escapan del rigor científico (el bien, el mal, el alma, la belleza,...etc). Algunos dioses y diosas de la mitología griega y elementos naturales o sociales representados por ellos: Zeus (padre de los dioses del Olimpo. El cielo) Hestia (el hogar) Hera (los matrimonios y las mujeres encinta) Deméter (la agricultura) Hades (el mundo subterráneo y el más allá) Poseidón (los océanos) Efesto (el fuego y la siderurgia) 1 Ares (la guerra como conflicto cruel) Afrodita (el amor) Artemisa (los bosques) Apolo (las artes, en especial, la música y la poesía) Atenea (las ciencias y al guerra como estrategia) Hermes (el comercio) Dionisos (el vino y las fiestas) Perséfone (las semillas) Algunos rasgos que acompañan a la filosofía a. La admiración Es el asombro ante un mundo mágico que impone todo tipo de preguntas. Una de ellas preocupa especialmente a los primeros filósofos a pesar de los cambios que ocurren en el universo, nuestro mundo es un "cosmos" armonioso y no un "caos", un desorden, y a pesar de las diferencias entre seres que lo componen, hay una realidad única e inmutable, una "naturaleza", que tratan de descubrir y explicar. Es importante encontrar una respuesta a esta gran pregunta. La filosofía trata de explicar el origen y la regularidad del cosmos utilizando el logos, explicación racional y, como tal, apoyada por argumentos. b. La duda Ser consciente de no saber y la necesidad de conocimiento son elementos que nos impulsan a filosofar. No se trata de la duda de quien teme equivocarse, o de aquel que no llega a la verdad. Se trata de dudar en el sentido de criticar todo lo que pensamos como verdadero. La duda, en el sentido de no estar satisfecho con la primera solución que encontramos a los rompecabezas sin fin del universo y de la vida misma. Este examen crítico es una de las tareas fundamentales de todo pensamiento filosófico: desvelar las suposiciones, aquello que se acepta sin reflexionar suficientemente. La naturaleza de la filosofía a) la filosofía como búsqueda de la verdad 2 Adoptar una actitud de reflexión y de duda acerca del universo, nos aproxima al saber filosófico: la filosofía se caracteriza por el hecho de que es un amor al saber (filosofía), una aspiración al saber radical. Pero el que tiene el saber no puede comenzar a buscarlo. Por ello la admiración que nos impulsa a filosofar se une con la conciencia de nuestra ignorancia: el que da cuenta de su ignorancia puede sentir el deseo de saber o conocimiento. En su diálogo "El Banquete" Platón afirma que el amor, el eros, está estrechamente relacionado con la filosofía: el amor es un sentimiento de falta y una investigación sobre lo que no se tiene. b) La filosofía como búsqueda de la felicidad. Los filósofos comenzaron a interesarse por el saber no sólo por el saber en sí mismo, sino por el saber o conocer cómo ser feliz. Parece que es Sócrates quien dirigió esta actitud radical propia de los filósofos en los asuntos humanos y no cósmicos 2. Métodos filosóficos A lo largo de la historia, muchos métodos filosóficos se han desarrollado para definir el objetivo de la filosofía y las fuentes de conocimiento, la razón y la sensibilidad, que permiten alcanzar dicho objetivo. Se distinguen los métodos que siguen una vía lógica o una vía experimental. El método empírico-racional Según este método de Aristóteles que se prolongó a lo largo de la historia hasta hoy, tenemos dos fuentes de conocimiento: los sentidos y el juicio (entendimiento). El primer nivel de la realidad son los datos que se obtienen a partir de nuestros sentidos. De acuerdo con estos datos, la realidad es múltiple y cambiante. Pero a partir de los cambios, el juicio concibe algo permanente en la realidad a través de la intuición y el razonamiento. El segundo nivel es el del "ser" de las cosas y por lo tanto lo que hace que ellas "sean". Nuestro juicio se expresa con los conceptos y las formas llamadas categorías, la más grande de las cuales es la sustancia que es el sustrato básico de cada cosa. Esto significa que el juicio recoge que hay algo permanente, inmutable, y que actúa como soporte de todos los cambios que experimenta una cosa. Este método se llama "empírico-racional", ya que comienza con la experiencia física del cambio y del movimiento y culmina con las elaboraciones del juicio (entendimiento). Este método pretende conocer lo que es común, universal y necesario para todos los seres: el hecho de ser en tanto que ser. El método empirista El empirismo separa las dos fuentes de conocimiento que el método empírico- racional considera necesarios: la experiencia y la razón. La razón es la fuente adecuada para elaborar las ciencias formales (lógica y matemáticas), debido a que las afirmaciones de estas ciencias son "verdades de razón", es decir, podemos descubrir su verdad o falsedad sin recurrir a la experiencia. Pero estas verdades no aumentan el conocimiento. 3 Sin embargo las ciencias no formales (las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales) se componen de enunciados cuya verdad debe ser demostrada por la experiencia. Sólo ese tipo de enunciados son considerados "verdades de hecho", y esas verdades son las únicas que aumentan el conocimiento. En general, se considera empirista toda filosofía según la cual el origen y el valor de nuestros conocimientos dependen de la experiencia sensible y, por consecuencia. el método de investigación utilizado es el método inductivo. Los autores más renombrados en el empirismo clásico son J. Locke, G.Berkeley y D. Hume (siglos XVII y XVIII). El método racionalista El racionalismo, que nació en los tiempos modernos, afirma la primacía de la razón sobre la experiencia. El racionalismo piensa que entre nuestras ideas las más claras y más evidentes son las que provienen de la razón, las ideas innatas, mientras que las que provienen de los sentidos son confusas e inciertas. La razón se constituye así como la fuente y el criterio de los conocimientos, aun teniendo en cuenta a los sentidos. Los principios del conocimiento son las verdades de la razón, que indican lo verdadero y lo apropiado, y proporcionan cierta seguridad sobre nuestros conocimientos. A partir de estos principios, el método adaptado por el racionalismo clásico es la combinación de intuición y deducción, según el modelo de la matemática, considerada la ciencia más perfecta. Descartes encontró la base del conocimiento en la idea "clara y distinta": "Pienso, luego existo", a partir de la cual explica deductivamente toda la realidad. Los autores más destacados son: R. Descartes, B. Spinoza y G. W. Leibniz (siglos XVII y XVIII). Sin embargo, hay diferentes maneras de juzgar la razón, y por eso, el racionalismo no siempre seguirá el ideal matemático ni buscará fundamentos absolutamente seguros para la comprensión y la acción. Este es el caso del racionalismo crítico del siglo XX, creado por K. Popper y H. Albert, que intenta acercarse a la verdad, sometiendo nuestro conocimiento a la "prueba crítica". El método trascendental Este método, creado por Kant (siglo XVIII) no trata de conocer el origen de nuestro conocimiento, como ocurrió con el empirismo y el racionalismo tradicional, sino buscar su fundamento: por qué y cómo es posible el conocimiento. Por ejemplo, he aprendido a través de mi familia que debemos ser buenos y que no debemos lastimar a otros. El origen de este saber es mi familia. Sin embargo, me pregunto: "¿Es verdad?". Mi respuesta no puede ser "es verdad porque lo he aprendido de mi familia", ya que con esta respuesta, me estoy refiriendo unicamente al origen de mi conocimiento. Si quiero darle un fundamento, tengo que dar una razón independiente de la fuente de esta información. 4 Para dar razón de todo el saber racional humano hay que responder a las siguientes tres preguntas que expresan los intereses de la razón: • ¿Qué puedo saber?: es la pregunta por las posibilidades de mi conocimiento. • ¿Qué debo hacer?: es la pregunta por mis acciones • ¿Qué me está permitido esperar?: es la pregunta por la esperanza de la persona que realiza buenas acciones. Estas tres preguntas se pueden resumir en una: ¿Qué es el hombre? Para dar razón de nuestro saber en estos tres ámbitos, es necesario descubrir las condiciones del conocimiento, de acción y de esperanza que son comunes, universales y necesarias para todos los individuos. Kant buscó las condiciones que hacen posible que podamos conocer , actuar y esperar de una manera humana. Kant llama a este conjunto de estructuras y condiciones "sujeto trascendental". "Llamo trascendental todo conocimiento que en general no se refiere a los objetos, sino a la forma en que los conocemos, en tanto que esta es posible a priori". Si el método empírico-racional busca lo común, universal y necesario en la realidad (el ser), Kant lo busca en el orden de la razón misma del sujeto. Se produce así lo que se ha llamado " la inversión copernicana en filosofía", ya que como Copérnico trató de explicar los movimientos del sistema solar, cambiando el punto focal, Kant trató de explicar nuestro conocimiento cambiando de perspectiva: en vez de hacerlo desde el ser, lo hace desde el sujeto. El estudio del sujeto trascendental descubre que los seres humanos tienen dos fuentes de conocimiento. Por un lado, la facultad de la sensibilidad y por otro, facultades intelectuales como el entendimiento y la razón . Descubrir las condiciones comunes, universales y necesarias que ponen todas estas facultades es el objetivo del método trascendental. La tarea filosófica emprendida por Kant será proseguida de diverso modo por otros representantes del idealismo alemán, como J. G. Fichte y Georg Wilhelm Friedrich Hegel (XVIII y XIX). Pero el impulso de la filosofía trascendental también sobrevive en la filosofía contemporánea, sobre todo en las obras de K. O. Apel y J.Habermas (siglo XX). El método analítico-lingüístico El método de la llamada "filosofía del análisis del lenguaje", nació en el siglo XX. Sus defensores creen que la mayor parte de los problemas filosóficos son más debido a que muchas expresiones filosóficas son oscuras e imprecisas y dan lugar a confusiones. Por ello, la tarea de la filosofía consiste en analizar el lenguaje y tratar de aclararlo. En general, estos filósofos no tratan de conocer la realidad (ser) ni investigan las capacidades o facultades de conocimiento (como sí hacen el racionalismo, el empirismo, Kant), sino que concentran su interés en el lenguaje. La filosofía analítico-lingüística ha seguido principalmente dos orientaciones: 5 • El análisis formal, lógico y semántico. Considera la lógica como el lenguaje perfecto, ideal, porque las proposiciones de la lógica no dicen nada acerca del mundo. Por contra, muestran las propiedades formales comunes del lenguaje y del mundo. A la filosofía le compete la clarificación de los pensamientos. • El análisis del uso del lenguaje, propio de una lógica pragmática e informal. Se considera que existen varias formas de usar el lenguaje. Esto es lo que Wittgenstein llama "juegos del lenguaje". Los juegos de lenguaje no son sólo diferentes formas de uso del lenguaje, sino modelos que describen situaciones comunicativas, que guardan estrecha relación con las "formas de vida" . Hay múltiples juegos de lenguaje y continuamente se producen otros nuevos juegos, mientras que se abandonan otros que ya no se usan. Este método del siglo XX tiene una importante influencia de la tradición empirista inglesa. Entre los filósofos más importantes para este método encontramos a L. Wittgenstein y a B. Russell. El método hermenéutico El concepto viene de la palabra griega hermenéutica hermeneúo, que significa "interpretar" y "entender". En principio, este método consiste en el arte de interpretar y comprender el significado de los textos, especialmente jurídicos y religiosos, pero también literarios, científicos y filosóficos. Sin embargo, en el siglo XIX con la obra de F. Schleiermacher y W.Dilthey, este arte se ha aplicado más allá del texto y se universaliza: todas las acciones humanas, todos los acontecimientos históricos deben ser comprendidos e interpretados porque tienen sentido. Las ciencias sociales, que tienen que ver con la acción humana, no pueden limitarse sólo a explicar sus causas como se explica un fenómeno natural, sino que deben tratar de entender e interpretar el significado de estas acciones. El método hermenéutico haría lo siguiente: • Mostrar que el método de la ciencia moderna, preocupado por explicar las causas de los acontecimientos, no es suficiente para entender la historia, porque el sentido no se explica, se entiende por experiencia. • Trata de responder a la pregunta: ¿Cómo es posible la comprensión? Es decir, ¿cuáles son los elementos que intervienen en la comprensión del sentido de las acciones humanas y los acontecimientos históricos? La respuesta a estas preguntas puede orientarse de dos formas: • La filosofía hermenéutica no normativa, que considera que la filosofía ha de conformarse con el descubrimiento de los elementos que hacen posible la comprensión, como la tradición, la historia, la autoridad, lenguaje, el contexto, etc, entendiendo que toda comprensión es diferente y no hay manera de progresar y obtener mejores comprensiones. Aquí se situarían H. G. Gadamer y R. Rorty). 6 • La hermenéutica normativa de K. O. Apel y de J. Habermas, que intenta descubrir entre los elementos que hacen posible la comprensión unos criterios desde los que criticar las "falsas comprensiones", entendiendo que es posible progresar en la comprensión. Por esos, aquellas comprensiones que no respeten las "pretensiones de validez del habla" (veracidad, inteligibilidad y corrección moral) son incorrectas. 3. Los saberes filosóficos La filosofía nació como el conjunto de los saberes en los que la razón y la crítica juegan un papel fundamental. Al principio y hasta la época contemporánea, la filosofía ha contenido el conjunto de todas las ciencias, y, por supuesto, además, toda una serie de saberes que actualmente no se consideran ciencia. Estos saberes racionales y críticos (pero no científicos, salvo excepciones) son, hoy día, los que constituyen la filosofía actual Saberes filosófico actuales Lógica: Estudio de las reglas del pensamiento, del razonamiento. Metafísica: estudio del concepto del ser. Gnoseología o Teoría del conocimiento: estudio del conocimiento y sus fundamentos. Es decir, estudio de los diferentes tipos de conocimiento y las relaciones entre ellos Teodicea: el estudio de la justificación racional de Dios. Antropología filosófica: investiga el problema de la realidad humana. Filosofía de la ciencia: el estudio de las diversas ciencias para comparar sus métodos y conceptos. La filosofía moral o ética: estudio de los valores morales y el comportamiento humano a partir de estos valores. Filosofía del Arte o Estética: estudio del concepto de la belleza. Filosofía política: estudio del gobierno de una sociedad desde un punto de vista ético. (extractos del libro de Santillana) Cortina, A; y otros autores: "1º de Bachillerato. Filosofía 1". Ed. 7