Maldición eterna a quien lea estas paginas narra el encuentro de dos personas en el Nueva York del siglo pasado, dos personajes que creen ser muy diferentes entre si, pero en el transcurso de la obra ambos se verán reflejados de cierto modo en la historia del otro, el lector también se va involucrando, ya que ve reflejadas en los personajes sus características personales y de la vida cotidiana. El anhelo de la mujer deseada que rechazaron o que perdieron para siempre, es quizás la semejanza mas importante que encontramos a lo largo de esta novela, que esta desarrollada a partir de los relatos de recuerdos y vivencias de Larry, quien es un hombre norteamericano psicológicamente perturbado por su incapacidad de demostrar sus sentimientos, lo cual le costó una relación sentimental de diez años. El oyente es el Sr. Ramírez, un senescente de nacionalidad argentina que vive angustiado por no recordar su pasado. En este contexto Larry deja de ser el hombre encargado de empujar su silla transformándose en su único acompañante. La interrogación se roba en cierto modo el hilo conductor de la historia, pues para el Sr. Ramírez todo aquello que lo rodea es un mundo de preguntas, mientras que Larry busca en su interior las respuestas que justifiquen su vida, recordando momentos ya vividos tratando de saber el por qué de su actuar. La vorágine social actual nos muestra pocos ejemplos de gente como Larry en su rol de compañero, es más, hoy en día por fuerte que suene, vejez es sinónimo de soledad, lo cual queda perfectamente plasmado en esta novela de Puig, bajo una perspectiva cien por ciento realista, intensa y muy profunda a la vez, ya que solo vasta con mirar a nuestro alrededor para ver esta cruda realidad, que no desparece con solo taparnos los ojos sino mas bien con un cambio drástico en nuestro modo de pensar. “Marxismo, la respuesta a una inquietud juvenil, a mis ansias de saber y entender la mierda de sociedad en que vivo” Esta es la frase símbolo del maldito Bufón Larry, y no lo decimos por que fuese un hombre circense, si no porque jamás fue capaz de vivir sus propios ideales, solo se limitó a criticar todo lo que le rodeaba, sin trabaja en pro de un mundo mejor. En pocas palabras Larry es un resentido social, es similar a muchos de nosotros los jóvenes, que criticamos demasiado, pero que jamás nos hemos inscrito en el registro electoral , que hablamos de calidad en la educación, pero detestamos estudiar, es decir, todos somos Larry y el señor Ramírez varias veces en la vida. Al mirar Santiago ¿Cuánto ha cambiado la sociedad de mierda que describió Larry?... no mucho ¿verdad?, es así y quizás jamás cambie, pues lo que debe evolucionar no es la tecnología, la arquitectura o los medios de transportes, sino más bien cada uno de nosotros, cambiar nuestra mentalidad, esa que nos limita, esa que nos hace enfocarnos en nosotros mismos, la que nos conduce por el laberinto del egoísmo, cuyo punto final será siempre la cruel soledad. La indiferencia es lo que caracteriza a esta metrópolis, la indiferencia de nuestras vidas por otras vidas, esa indiferencia que nos divide siendo todo hijos de la misma tierra, la que nos impulsa a hacer una marcada diferencia entre los que viven de Plaza Italia para arriba y quienes habitan desde este punto hacia abajo. Suena irrisorio ¿verdad? Que lastima que no sea mentira, que lastima que se la verdadera realidad. “Es mentira todo lo que usted me dice, solo quiere confundirme”. Esta es la muestra más clara de inseguridad en la que vivía el Sr. Ramírez, pero ¿Quién no ha sido presa de la inseguridad alguna vez?, ¿Quién se puede jactar de vivir seguro?. Casas con rejas, alarmas y protecciones, ese el panorama del mundo de hoy, supuestamente evolucionado, supuestamente mejor, un mundo en el que ni los ancianos se libran de las manos del ladrón. Sabemos que el Sr. Ramírez no estaba seguro si podía confiar en Larry, y cada vez ponía más a prueba su confianza, pues los pocos recuerdos que tenía eran de carácter violento y aumentaba aún más su paranoia. Hoy en día hay existen abuelos, ancianos, viejitos o como se les quiera llamar, que intentan adueñarse de la vida de las personas que se encuentran a su lado. Si salen comienzan a preguntar donde van, con quien, como, cuando, a que hora y porque. Esto es lo que comienza a disgustar a la gente que conforma su entorno mas cercano, ya que sienten invadida su privacidad y coartada su libertad, siendo la raíz de la soledad en la que caen la mayoría de los ancianos en la actualidad. Pero esto no solamente tiene que ver con la actitud de los senescentes, sino que también va de la mano con nuestra poca paciencia y falta de caridad. Es exactamente este el mayor conflicto entre el Sr. Ramírez y su acompañante Larry, pues al no recordar su pasado el anciano comienza a inmiscuirse en la vida privada de su compañero lo cual provoca un agotamiento, llegando al punto en que Larry le faltar el respeto al longevo hombre. Definitivamente esto no ha cambiado, solo revisemos las paginas de los diarios, que en los últimos días nos informaban sobre el hecho irrespetuoso más impactante de los últimos años en Chile, una alumna llamada María Música en un “modo” de protesta le lanzo el agua de un jarro a una secretaria de estado, la Ministra de Educación Mónica Jiménez, ¿Qué nos demuestra este hecho? Realmente frente a este hecho lo único que podemos decir es que el respeto ya se ha perdido por completo, si a una ministra se le puede tratar así, ¿Qué queda para los docentes que día a día deben lidiar con nosotros?. “Yo me paraba en una silla detrás de ella haciendo como que leía, pero mirando por debajo de la blusa su pezones marrón oscuro y grandes”. Es evidente que Larry sufre el complejo de Edipo, que desea a su madre pero no en la relación asimétrica de padres e hijos, sino como un objeto sexual, y odia a su padre por que el la puede tener, acariciar y poseer solo por ser mayor, en cambio el es solo un niño quedando siempre relegado a un segundo plano. En el mundo contemporáneo este complejo no es muy común y es mirado de manera morbosa, y es que en esta sociedad el morbo a penetrado de tal manera que todo es mirado con un doble sentido, los jóvenes e incluso niños tienen un mentalidad demasiado enfocada en la sexualidad, pero no a una sexualidad sana, sino que a una sexualidad vulgar, partiendo por los bailes y terminado en el leguaje que los caracteriza, y es que juventud de hoy va de mal en peor. Pero quizás no, quizás no se sea la juventud, quizás la culpa sea de los medios de comunicación, si ellos son los culpables, Si ellos que todo lo justifican con la típica frase “todo sea por el rating”, ellos que al igual que Larry ven a la mujer como un objeto sexual, lo cual queda en evidencia con la nuevas teleseries “nocturnas”, o peor aún, ellos que al igual que el Sr. Ramírez se introducen en la vida privada de los demás, bajo el nombre de opinó logia, la supuesta nueva rama del periodismo, que no hace más que deteriorar la imagen pública de los rostros mediáticos. Pero ¿por qué estos temas se han vuelto un verdadera mina de oro para los medios de comunicación?, ¿qué pasaría si nadie se interesase en estos temas?. Sin duda es nuestra culpa que hoy en día se lucre con la vida privada de las celebridades o con la imagen de una mujer desnuda, pues no hemos sido capaces de frenar nuestro morbo; un morbo que se acrecienta cuando vemos la cantidad de personas que conforman nuestra sociedad. No creemos que los medios de comunicación sean los únicos culpables, quizás estén libres de toda responsabilidad, quizás los únicos responsables sean los padres, esos míticos personajes ausentes en nuestra vida cotidiana, esos que jamás supieron de que trataban los dibujos animados que veíamos cuando niños, esos que desconocen cual es el contenido de las paginas Web que visitamos los jóvenes y para justificar su total desconocimiento acerca de sus propios hijos se escudan atribuyendo todo a la rebeldía típica de la pre-adolescencia. Maldición Eterna a Quien Lea Estas Paginas comparado con la actualidad, resulta una verdadera radiografía de los tiempos contemporáneos, una radiografía que muestra lo más profundo de los seres humanos, nuestros errores, vicios y ambiciones, lo que nosotros jamás seriamos capaces de mostrar, eso es lo que Puig imprime en esta novela, esa es la Maldición Eterna del hombre. O ¿será que después de escribir este ensayo nos hemos transformado en un “Larry” más?.