DOCTRINA DE SALVACION (SOTERIOLOGIA) I. LA ELECCION El Dr. Charles Ryrie define la elección como “la selección, incondicional y pre-temporal, por parte de Dios, de aquellos individuos que habrían de ser salvos.” Podemos observar la elección de Dios en la naturaleza o creación, al ver plantas bellas u ordinarias, útiles o molestas, y las mismas diferencias en el mundo animal. Pablo nos dice en Romanos 9:21 que el alfarero puede hacer un vaso para honra y otro para deshonra. También vemos bíblicamente que Dios elige personas en variadas situaciones. Un caso es el de Jacob y Esaú, que antes de nacer Dios estableció que “el mayor servirá al menor.” (Génesis 25:23) También vemos que Dios escogió o eligió a “los que habían de ser salvos.” (Hechos 2:47) Efesios 1:3-10; 1ª. Pedro 1:2; Hechos 13:48; Romanos 8:28-30 Efesios 1:4 establece que “nos escogió en él antes de la fundación del mundo.” II. LA MUERTE DE CRISTO En el Antiguo Testamento encontramos varias figuras o “tipos” proféticos de la muerte de Cristo: 1. 2. 3. 4. 5. El ofrecimiento de Isaac en Génesis 22 La Pascua, instituida en Éxodo 12 Las ofrendas levíticas, Levítico capítulos 1-5 El Día de Expiación en Levítico 16 El Sacrificio de la vaca alazana en Levítico 19 También su muerte se profetizaba en pasajes como el capítulo 53 de Isaías. En el desarrollo histórico de la doctrina, ha habido una variedad de teorías en cuanto al papel que juega su muerte en el proceso de nuestra salvación. Orígenes (Siglo II) sostenía que era como un rescate pagado a Satanás para librarnos de su control. Otros la veían como un pago simbólico, pero no una substitución verdadera. Algunos la veían como ejemplo o modelo de cómo nosotros debemos de “sacrificarnos” en servicio a nuestro prójimo. Todas estas teorías incompletas no toman en cuenta que “él es la propiciación por nuestros pecados.” (1ª. Juan 2:2) Por lo contrario, vemos la necesidad y la eficacia total de su sacrifico en cada uno de los siguientes aspectos: 1. La Sustitución – Cristo murió en el lugar de los pecadores: Mateo 20:28; 2ª. Corintios 5:21; 1ª. Pedro 3:18; quitando nuestros pecados (1ª. Pedro 2:24), y añadiéndonos la Justicia de Cristo. 2. La Redención- Cristo pagó el precio (su sangre- Apocalipsis 5:9) para librarnos de nuestra esclavitud. Hemos sido liberados de todas las consecuencias del pecado. (Gálatas 3:13; Mateo 20:28) 3. La Reconciliación – de haber sido enemigos de Dios, (Romanos 5:10) nos reconcilió (2ª. Corintios 5:19) haciéndonos amigos (Juan 15:14). 4. La propiciación – el sacrificio (su sangre –Romanos 3:25) para satisfacer la ira de Dios contra el pecado. (1ª. Juan 2:2, 4:10) 5. El juicio de la naturaleza pecaminosa – hemos sido librados del poder de nuestra vieja naturaleza, y podemos vivir una visa danta. (Romanos 6:6; 8:2) 6. El fin de la ley mosaica – Romanos 10:4; colosenses 2:13-14; 2ª. Corintios 3:7-11. 7. La base para la limpieza de los pecados del creyente. (1ª. Juan 1:7-9) 8. La Base del perdón de pecados cometidos antes de su muerte. (Romanos 3:25; Juan 8:56) 9. La Base para el juicio de Satanás y sus huestes. (Colosenses 2:15; Juan 12:31) Después de hablar de los beneficios de la muerte de Cristo, surge la pregunta acerca del alcance de ellos. ¿Murió Cristo solo por los escogidos o por todos los hombres? ¿Es la expiación ilimitada o limitada? Para responder a estas preguntas veremos la enseñanza bíblica acerca del alcance de la redención, la reconciliación, y la propiciación. 1. Según 2ª. Pedro 2:1 la redención es extensiva para todos los seres humanos. 2. Según 2ª. Corintios 5:19 todo el mundo fue reconciliado con Dios. 3. Según 1ª. Juan 2:2 la propiciación tiene que ver con los pecados de todo el mundo y no solo de los escogidos. Cuando en Juan 3:16 encontramos las palabras “todo aquel”, ¿podemos limitar el ofrecimiento del evangelio? En 1ª. Timoteo 4:10 encontramos que Dios es “el Salvador de todos los hombres”, pero “mayormente de los que creen.” Se presenta aquí la necesidad de la fe personal para ser salvo, aunque Cristo haya muerto por todos los hombres. Juan 3:18, 36 dice que “el que cree tiene vida eterna.” (1ª. Juan 5:13; Juan 20:30, 31) Entonces, la muerte de Cristo es ilimitada en cuanto a su valor se refiere; fue para todos los hombres; pero se aplica solamente a los que creen. III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO Una parte indispensable de la obra salvadora es la función que ejerce el Espíritu Santo. Es él que nos abre los ojos, nos ilumina, y nos regenera. Es necesaria su obra porque el ser humano ha sido cegado por el “dios de este siglo”. (2ª. Corintios 4:3,4) También porque el “príncipe de la potestad del aire… opera en los hijos de desobediencia”. (Efesios 2:1-3) Es necesaria también porque “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios”. (1ª. Corintios 2:14) La Primera parte de la función del Espíritu en la salvación es el convencimiento: En Juan 16:7-11 vemos que El “convence al mundo de pecado” de no creer. La segunda parte, después de haberle convencido al pecador, es la regeneración, vista en Tito 3:5. Así vemos que es Dios, por su Espíritu, que “da el crecimiento.” (1ª. Corintios 3:6,7) IV. LAS BENDICIONES DE LA SALVACION La primera de las bendiciones de los salvos es que hemos sido hechos “aceptos en el Amado”. (Efesios 1:6) Dios nos ha capacitado para entrar a su presencia. Somos aceptables porque: 1. Nos ha redimido – Romanos 3:24 2. Nos ha reconciliado – 2ª. Corintios 5:18-21 3. Nos ha perdonado – Romanos 3:25 4. Nos ha librado – Colosenses 1:13; romanos 8:2 5. Nos ha hecho aceptos – Efesios 1:6 6. Nos ha justificado – Romanos 3:24 7. Nos ha glorificado – Romanos 8:30 8. Todo hemos recibido “gratuitamente por su gracia”, “por medio de la fe en su sangre”. (Romanos 3:24-25) La Segunda de las bendiciones de la salvación es que nos encontramos en una nueva posición delante de Dios. Esta nueva posición incluye: 1. Que somos ciudadanos del cielo –Filipenses 3:20 2. Que somos miembros de un sacerdocio real y santo – 1ª.Pedro 2:5, 9. 3. Que somos miembros de la familia de Dios – Efesios 2:19 4. Que hemos recibido la adopción – Gálatas 4:5 5. Que somos miembros de un pueblo adquirido – 1ª. Pedro 2:9 La tercera de las bendiciones de la salvación es una herencia, que incluye: 1. Que nos encontramos completos en Cristo – Colosenses 2:9, 10 2. Que poseemos toda bendición espiritual – Efesios 1:3 3. Que somos herederos del cielo – 1ª. Pedro 1:3-5 La cuarta de las bendiciones de la salvación es que hemos recibido la capacitación para vivir como Dos quiere. Las razones son: 1. Que ya estamos bajo la gracia – Romas 6:14 2. Que hemos sido librados de la potestad de la ley, 2ª. Corintios 3:6-13 3. Que Dios mora en nosotros: Padre – Juan 14:23 Hijo – Gálatas 2:20 Espíritu Santo – 1ª. Corintios 6:19 V. LA SEGURIDAD DEL CREYENTE Un aspecto muy sensible de nuestra salvación, pero a la vez muy importante, es la seguridad del creyente. ¿Puede un verdadero creyente perder su salvación, ya sea por pecar, o por dejar de creer, o por cualquier otra razón? La prueba de la doctrina de la seguridad eterna descansa en el concepto correcto de lo que Dios hace realmente cuando salva a un alma: 1. Nos ama hasta el fin – Juan 3:16; 13:1 2. Nos guarda a pesar de todo – Juan 10:27-29; Romanos 8:37-39; 2ª. Timoteo 1:12. 3. Nos presentará sin falta ante Sí – Judas 24; Filipenses 1:6. 4. El Hijo intercede por nosotros – Hebreos 7:25; 1ª.Juan 2:1-2 5. Su Espíritu nos ha puesto en el cuerpo de Cristo – 1ª. Corintios 12:13 6. Su Espíritu nos ha sellado hasta el día de la redención – Efesios 4:30 Así que, para que fuera posible que perdiéramos la salvación, tendrían que deshacerse todas las obras que Dios ha hecho al respecto, pero la Biblia no permite tal posibilidad. Existen unos pocos textos que aparentemente dan la idea que la salvación sí se puede perder. Una de las reglas de más importancia para la interpretación bíblica declara que es necesario considerar el contexto del pasaje, y también el contexto global de toda la Palabra de Dios. Entonces, entendemos que aquellos textos, sí enfatizan las obras, son producto de la fe, no para ganar la salvación. (Efesios 2:8-10) Si hablan de los que abandonan la iglesia, entendemos que son personas que no experimentaron una conversión verdadera. (1ª. Juan 2:19) Si Dios nos ha dado vida eterna, la misma definición de la palabra declara que no termina nunca: “no perecerán jamás”. (Juan 10:28) VI. LA CONDICION PARA OBTENER LA SALVACION La palabra “creer” aparece más de 240 veces en el nuevo Testamento. La Palabra “fe” (que viene de la misma raíz en el griego) aparece también más de 240 veces. Aproximadamente 200 de estos textos presentan la fe o el acto de creer como la única condición para ser salvo. (Juan 1:12; 3:16, 18, 36; hechos 16:31; Efesios 2:8, son algunos de los más sobresalientes) Es importante subrayar que ni ese requisito es por obra humana, sino que es don (regalo) de Dios. (Efesios 2:8) Desde el tiempo nuevo testamentario ha habido algunos que han encontrado demasiado fácil la salvación por la “fe sola”, y han agregado una variedad de otros requisitos para merecer o ganar la salvación. Los primeros, aparentemente, eran los judaizantes, requiriendo la circuncisión. Pablo condena ese error en su carta a los Gálatas, y también fue condenado por los otros apóstoles en Hechos capítulo 15. Más adelante los Ebionitas y otros exigieron cumplimiento parcial o total de la ley, y algunos siguen con errores similares hasta el día de hoy. Otra añadidura a la fe ha sido el bautismo, en el catolicismo, y también en ciertos grupos no católicos, Bíblicamente, la salvación se recibe únicamente “por medio de la fe”. (Romanos 3:22, 25; Efesios 2:8) VII. ASPECTOS CONTROVERTIDOS EN LA ACTUALIDAD 1. Es la elección condicional o incondicional? Hace aproximadamente 400 años Jacobo Arminio, desarrolló su creencia de la “predestinación condicional”, con la condición principal siendo la perseverancia de la persona. Resulta realmente en una salvación por obras. La doctrina fue condenada por el Sínodo de Dort en 1609, pero todavía sigue en algunos círculos protestantes. 2. Es posible ser salvo y dejar de serlo? Según hemos visto en el punto V arriba, no es posible. En casos de personas que profesan conversión, y después abandonan la fe existen dos posibilidades: a) La persona es cristiana, alejada de la comunión con Dios, y Dios le disciplinará para corregir su falta (Hebreos 12:6) b) La persona no se convirtió verdaderamente, sino que dio la apariencia de ser cristiano por un tiempo, y después regresó a su vida de antes (1ª. Juan 2:19), entonces es un apostata, no un creyente auténtico. 3. Habrá algún otro requisito para obtener la salvación además de la fe? Según vimos en el punto VI arriba, el único requisito bíblico es la fe. Cualquier otro requerimiento realmente es menospreciar la obra y regalo que Dios ha preparado para nosotros. (Romanos 2:1-4) VIII. IMPORTANCIA DE ESTA DOCTRINA PARA LA VIDA DEL CRISTIANO Cuando un pecador recibe a Jesucristo como su salvador, probablemente no comprende, ni el cinco por ciento de lo que hemos estudiado en estas páginas. Pero con la dirección del Espíritu Santo después de la conversión (Juan 16:13), al ir aprendiendo de la Palabra de Dios, crecerá su aprecio, agradecimiento, y amor hacia el Dios que nos compró con la sangre de su Hijo. También irá en aumento su deseo de comunicar el mensaje a otros. Y durante toda la eternidad cantaremos todos, la gloria de Él que “con su sangre nos ha redimido para Dios”. (Apocalipsis 5:9).- DERECHOS RESERVADOS IGLESIA EVANGELICA CENTROAMERICANA DE GUATEMALA www.cegic.org