¿Quieres vivir con esa paz en tu corazón? ¿Quieres tener esa seguridad de que irás al cielo?: CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO Y SERÁS SALVO. Es mi deseo de todo corazón, que hoy puedas dar este paso tan importante en tu vida. No te demores. Hazlo pronto. Cristo te ama y hoy quiere darte VIDA ETERNA. ¡Hazlo por favor! Que Dios, mi Señor, te bendiga. Si tú o alguno de tus seres queridos quieren seguir escuchando más acerca de la Obra de Jesucristo en nuestro favor, y de cómo a muchos nos hizo pasar de muerte a VIDA ETERNA, acércate a esta dirección, en los siguientes horarios. Iglesia Cristiana Evangélica ¿Quieres vivir con esa paz en tu corazón? ¿Quieres tener esa seguridad de que irás al cielo?: CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO Y SERÁS SALVO. Es mi deseo de todo corazón, que hoy puedas dar este paso tan importante en tu vida. No te demores. Hazlo pronto. Cristo te ama y hoy quiere darte VIDA ETERNA. ¡Hazlo por favor! Que Dios, mi Señor, te bendiga. Si tú o alguno de tus seres queridos quieren seguir escuchando más acerca de la Obra de Jesucristo en nuestro favor, y de cómo a muchos nos hizo pasar de muerte a VIDA ETERNA, acércate a esta dirección, en los siguientes horarios. Iglesia Cristiana Evangélica Carta a un enfermo Querido enfermo: Es mi deseo que al leer estas líneas, puedas obtener la salud del alma y la paz en tu corazón, paz que a mí me es de mucha ayuda y fortaleza en los momentos difíciles y penosos. Pese a que te parezca muy duro, es mí deber decirte que tú y yo somos pecadores, pues todo hombre y mujer está separado de Dios. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), desde que nacemos, estamos separados de Dios. Pero como Dios es Amor, nos dio un camino para llegarnos a Él: la fe en el Hijo de Dios, Jesucristo; que vino al mundo para religar, para unir al hombre con Dios. Carta a un enfermo Querido enfermo: Es mi deseo que al leer estas líneas, puedas obtener la salud del alma y la paz en tu corazón, paz que a mí me es de mucha ayuda y fortaleza en los momentos difíciles y penosos. Pese a que te parezca muy duro, es mí deber decirte que tú y yo somos pecadores, pues todo hombre y mujer está separado de Dios. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), desde que nacemos, estamos separados de Dios. Pero como Dios es Amor, nos dio un camino para llegarnos a Él: la fe en el Hijo de Dios, Jesucristo; que vino al mundo para religar, para unir al hombre con Dios. Por eso Cristo es la única religión, no hay otra forma, no hay otro camino. Dijo Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.” (San Juan 14:6). La salvación del alma no es por las obras, ya que ninguno sería justificado por ellas, porque: “No hay justo ni aún uno” (Romanos 3:10). “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo…” (Gálatas 2:16). Jesucristo es el único que no tiene pecado y por eso después de dar Su vida por nosotros en la cruz del Calvario, resucitó. Querido amigo, no importa en qué condición te encuentres delante de Dios, tal vez en este día estés débil, oprimido, angustiado, sin esperanza de vida, sin deseos de vivir; no te desesperes, porque hoy puedes tener una esperanza de VIDA ETERNA. Dios envió a su Hijo para que derrame Su Sangre en la cruz, cargando en Él, tus pecados y mis pecados, para que así podamos ser justificados de todo pecado, “Dios encarece su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Querido, hoy tienes la oportunidad de ser un hijo de Dios, de tener paz en tu corazón, de tener la seguridad que después de esta vida estarás en el cielo. Solamente debes confesar tus pecados a Dios. Arrepiéntete y “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…” (Los Hechos 16:31). “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justos para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad” (1° Juan 1:9) y así, por la fe en Jesús tendrás VIDA ETERNA. Yo lo hice así. Hoy me encuentro enfermo, los médicos no pueden descubrir que es lo que tengo, en 15 días perdí 11kg de peso; pero pese a todo, tengo mucha tranquilidad en mi corazón, y una paz que no puedo explicar. Hace un tiempo mi padre estaba por morir (tenía cáncer terminal), Dios le dio seis meses más de vida aquí en la tierra, por lo que estaba agradecido a Dios por eso. Aunque sabía que iba a morir, en ningún momento estuvo desesperado y nos daba aliento, porque creyó en Jesús como su Salvador y tenía esa seguridad de VIDA ETERNA. Antes de morir, ya estando casi sin fuerzas para abrir sus ojos, me acerqué al oído y le dije: “Papá te quiero mucho, nos vemos en el cielo”; abrió sus ojos y me dijo: “yo también te quiero mucho. ¡SÍ! Nos vemos en el cielo”. Fueron sus últimas palabras y luego partió con toda paz. Por eso Cristo es la única religión, no hay otra forma, no hay otro camino. Dijo Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.” (San Juan 14:6). La salvación del alma no es por las obras, ya que ninguno sería justificado por ellas, porque: “No hay justo ni aún uno” (Romanos 3:10). “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo…” (Gálatas 2:16). Jesucristo es el único que no tiene pecado y por eso después de dar Su vida por nosotros en la cruz del Calvario, resucitó. Querido amigo, no importa en qué condición te encuentres delante de Dios, tal vez en este día estés débil, oprimido, angustiado, sin esperanza de vida, sin deseos de vivir; no te desesperes, porque hoy puedes tener una esperanza de VIDA ETERNA. Dios envió a su Hijo para que derrame Su Sangre en la cruz, cargando en Él, tus pecados y mis pecados, para que así podamos ser justificados de todo pecado, “Dios encarece su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Querido, hoy tienes la oportunidad de ser un hijo de Dios, de tener paz en tu corazón, de tener la seguridad que después de esta vida estarás en el cielo. Solamente debes confesar tus pecados a Dios. Arrepiéntete y “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…” (Los Hechos 16:31). “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justos para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad” (1° Juan 1:9) y así, por la fe en Jesús tendrás VIDA ETERNA. Yo lo hice así. Hoy me encuentro enfermo, los médicos no pueden descubrir que es lo que tengo, en 15 días perdí 11kg de peso; pero pese a todo, tengo mucha tranquilidad en mi corazón, y una paz que no puedo explicar. Hace un tiempo mi padre estaba por morir (tenía cáncer terminal), Dios le dio seis meses más de vida aquí en la tierra, por lo que estaba agradecido a Dios por eso. Aunque sabía que iba a morir, en ningún momento estuvo desesperado y nos daba aliento, porque creyó en Jesús como su Salvador y tenía esa seguridad de VIDA ETERNA. Antes de morir, ya estando casi sin fuerzas para abrir sus ojos, me acerqué al oído y le dije: “Papá te quiero mucho, nos vemos en el cielo”; abrió sus ojos y me dijo: “yo también te quiero mucho. ¡SÍ! Nos vemos en el cielo”. Fueron sus últimas palabras y luego partió con toda paz