Compras con consecuencia. Javier Morales. El País semanal. RESUMEN. La práctica del consumo responsable apareció en EEUU y lleva en España unos cinco años. Consiste en ser conscientes de los hábitos de consumo y ser críticos con el mundo en que se vive, según los expertos. El propio sentido común nos guiará en el cambio de hábitos para conseguirlo, así como el estar bien informados –la revista Opcions es un ejemplo en este campo. No debe confundirse con el concepto de “comercio justo” ni caer en el marketing que, sirviéndose de la solidaridad, da cabida a lo que no es. ESQUEMA. EEUU Reino Unido ORIGEN Italia España (5 años) Crítica frente al mundo ¿Qué o quién está detrás? Interrogantes ¿Quiénes trabajan? ¿Derechos Humanos y de trabajadores? ACTITUDES REFERENTES Colectivo social. Fuentes de información (Opcions) ERRORES Marketing “con tintes de solidario”, sin serlo. Confusión con “comercio justo” (parte) Cambio en los hábitos de vida. CONSECUENCIAS Atender al sentido común. Los precios elevados de ahora, RENTABLES. COMENTARIO CRÍTICO. El texto de Javier Morales aparece en una revista semanal, que acompaña a un periódico de tirada nacional, por lo que dado el contenido resumido más arriba, resulta fácil pensar que va a buscar alcanzar el mayor número de público lector, pues el consumo que nos invade en la sociedad actual, representa uno de los males de nuestra época y conviene que todos lo veamos claramente y que nos ayuden a reflexionar sobre él para aprender a actuar convenientemente, por nuestro bien y por el de todos. El autor defiende SUS IDEAS desde la TESIS que expresa la rentabilidad del uso del consumo responsable, de cara al futuro. Para ello, parte del concepto y definición de lo que supone el “consumo responsable”, desde la voz de los expertos (Carlos Ballesteros recuerda la consciencia que debemos tener de hábitos de consumo y la crítica respecto a la visión del mundo pensando cómo, de quién, y de dónde es el producto); nos invita a reunirnos en colectivos y a estar bien informados (Opcions); pero avisa de que hay que estar alerta, porque nos pueden confundir las palabras de algunos defensores del consumo responsable, que lo son porque les beneficia directamente a ellos. Todas estas ideas (arriba subrayadas) se van hilvanando mediante ARGUMENTOS de autoridad como el mencionado de C. Ballesteros, con sus citas (L. 5-6 y 20-23), experto en la materia y Montse Peirón parafraseada al referirse a la revista Opcions (L. 15-20); argumentos de hecho, que nos aportan el dato del origen geográfico del concepto y sus prácticas, así como su expansión y llegada a España (L. 3-4); con el argumento de analogía nos invita a compartir reflexiones e interrogantes (L. 9-11); y, para acabar, define su tesis, curiosamente, con un argumento de razonamiento en el que se apela al sentido común (L. 25-28). Asimismo, son dos EJEMPLOS –que podríamos indicar en el apartado anterior que configuran, por lo tanto, argumentos de ejemplificación- los que nos ayudan a saber qué es en lo que debemos pensar, cada vez que tenemos el impulso de consumir: en la compra de unas zapatillas (L. 8-11) o de una estantería (L.16-19). Su pensamiento forma parte de manera muy IMPORTANTE en nuestro momento La sociedad de consumo parece habernos absorbido y este texto nos ayuda a pensar sobre ello. Cada día salimos a la calle y compramos. Pensemos, simplemente, en una barra de pan y, al hacerlo, sabremos que nada tiene que ver ese pan con el que ayudó a crecer a nuestros abuelos y padres; que hoy en día, los ingredientes químicos consiguen un pan en diez minutos en un horno eléctrico y que, en cualquier madrugada de agosto podemos llegar a casa y preparar un desayuno con “pan reciente” en nuestra propia casa, que no es una tahona, precisamente. ACTUAL. La inmediatez y las “necesidades” con las que vivimos exigen una respuesta rápida; sin embargo, casi todo lo que tiene que ver con el comportamiento humano lleva su tiempo y, en muchos casos, las consecuencias del mismo, solo pueden conocerse meses, años, después. Ahora, podemos dejarnos llevar por que el mercado nos ofrezca cuatro jerseys por el precio de uno y aunque hubiéramos salido a comprar uno, acabamos con todos porque así combinamos más, o es una ocasión, o no podemos desaprovechar ofertas…, siempre encontraremos una razón y si es económica “porque así nos ahorramos y tenemos ropa para el año que viene…”, todavía nos parece mejor. Por ello, el consumo responsable también lo cuestionan los que no lo comprenden, argumentando que ese tipo de hábitos de consumo, en el que entra el “comercio justo”, es como el de los “productos ecológicos”, que tienen un precio bastante más caro; ahora bien, en lo que no se piensa es en que pagar ahora más, resultaría rentable, si la sociedad se pusiera de acuerdo, de cara al futuro, porque contribuiríamos a crear un mundo mejor y más sano, para nosotros y en nuestra relaciones. Cuando compramos productos “made in Taiwán, China, Tailandia…”; cuando nos venden cazadoras a cinco euros; cuando un empresario se lleva su industria a Polonia para “abaratar” costes…, ¿solo nos pasa por la cabeza “¡qué chollo!, esto no me lo puedo perder”? Se trataría de pensar en cuáles son nuestras prioridades ahora, reflexionar sobre que satisfacciones personales nos proporcionan y con qué contribuimos a un mundo futuro mejor. Pararnos a pensar en ello, ¿podría hacernos cambiar?, sin duda, sí. La FORMA DE EXPOSICIÓN del contenido del texto, se corresponde, como hemos dicho en la presentación, con un texto periodístico, no especializado, divulgativo, adecuado a los tiempos, expositivo las referencias a los expertos en la materia y argumentativo en el tono que presenta el autor. Con un registro lingüístico coloquial y un vocabulario común –hasta en el extranjerismo “marketing”-, el alcance del contenido es muy amplio. El centro de interés, relacionado con los hábitos de vida nos sitúa, también en un texto de contenido humanístico, que al hablar del tipo de léxico más adelante, justificaremos. La ORDENACIÓN DE LAS IDEAS, sigue el orden inductivo, presentando la tesis al final del último párrafo. A ella llega tras observar la realidad y seleccionar fuentes de información que le llevan a esa postura favorable al consumo responsable (L. 28). La organización por párrafos ayuda a la comprensión del texto: se sirve del primero y el segundo para delimitar el concepto del que quiere hablar: su origen y definición; con el tercero nos hace cómplices a todos, por mostrarlo como una idea de repercusión social y comunitaria; para acabar en el último ayudándonos a no errar en nuestras ideas y saber cuál es la más conveniente, desde su punto de vista. Partimos de la idea principal, que atiende al consumo responsable, y seguimos con opiniones de expertos, ejemplos, necesidades que conlleva y precauciones que debemos tomar; para llegar a la conclusión, su tesis referida a la valoración positiva de este tipo de consumo. Parece que el orden da muestra de CLARIDAD EXPOSITIVA, suficiente. Este contenido, de interés humanístico, nos afecta a todas las personas, puesto que todos consumimos. Es un léxico abstracto, en general y concreto en el momento de poner ejemplos (consumo, hábitos de consumo, puntos de vista, entorno social, comercio justo, marketing; zapatillas, niños, trabajadores, estantería, objeto). La mayoría de los adjetivos nos aportan cualidades y son especificativos, pues el texto necesita aclararnos bien el concepto del que habla, para que sigamos esta postura (responsable, incipiente, más justa, práctica, social, medioambiental…). Los verbos en presente de indicativo nos hacen más actual el tema. Asimismo, la organización es propia de un texto argumentativo y sigue las normas características de presentación del tema, el desarrollo y la conclusión que en este caso es la tesis y por lo tanto se expresa con un desarrollo inductivo. Se puede comprobar más arriba, en el desarrollo de las ideas, donde lo hemos explicado. No podemos hablar de que el texto destaque por su RIQUEZA LÉXICA, puesto que la repetición de la expresión “consumo responsable”, en todos los párrafos, ayuda a mantener la idea principal, pero no es sustituida por ninguna, pues no es posible –su significado es denotativo. Aprovecha neologismos (anglicismos: marketing, Opcions) y calcos semánticos (red), con lo que nos da muestra de su nivel de actualidad y sirven como indicadores de la importancia que tienen en nuestro mundo, tanto en nuestro país, como fuera de él. Los campos semánticos ayudan a agrupar el significado “consumo, comercio, compra, producto, fabricación, derechos laborables…”, en torno al ámbito del consumo y “revista, informado…” referido a la necesidad de información a la hora de poner en práctica estos nuevos hábitos. La SINTAXIS, en un texto de estas características suele ser compleja, con subordinadas adjetivas (L. 1-2, 13, 19…); oraciones sustantivas y completivas tanto con el nexo “que”, como en oraciones interrogativas indirectas (L. 9-10, 16-18…), así como en la reproducción literal, sin nexo, por ser citas literales. No falta la coordinación (L.4,9,23) copulativa y adversativa, puesto que el texto da información y, por otro lado, emite puntos de vista o referencias opuestas, para darnos a conocer el tema. Algunos de los nexos que relacionan y cohesionan las oraciones con marcadores oracionales que añaden información “Y, además”; aportan nuevas propuestas “De lo que hay que huir”; ejemplificación “Por ejemplo”. Es un texto con más intenciones convictitas que expresivas, por ello los son escasos: esas interrogaciones retóricas, de los ejemplos de los expertos, que implican en opinión al lector, para que reaccione y las enumeraciones con que surgen estas mismas, haciendo el ritmo de lectura más rápido. No es retórico. RECURSOS EXPRESIVOS Acabamos el comentario, más que recordando lo bien organizado que está y la adecuación al lector que se reconoce, insistiendo en el tema y la importancia que tiene que sepamos administrarnos y contribuir a que el mundo sea un poco más de todos, eliminando lo que nos es prescindible.