La Historia De La Música 1.-Música Medieval LÍMITES CRONOLÓGICOS La Edad Media comprende un largo período cuyos límites suelen establecerse entre el hundimiento del Imperio Romano (410 d.C.) y el s. XV, con acontecimientos como la caída de Constantinopla en manos de los turcos (a mediados del s. XV) o la invención de la imprenta y el descubrimiento de América (finales del s. XV). Musicalmente, se corresponde aproximadamente desde los comienzos de la tradición del canto latino hasta finalizar con la corriente musical del Ars Nova en el s. XIV. CARACTERÍSTICAS GENERALES La música, al igual que el resto de las artes, tiene básicamente un carácter religioso, puesto que los músicos y muchos otros artistas trabajaban para la Iglesia Católica. La música profana continuaba vigente fuera de las iglesias gracias a los juglares, únicos transmisores de la música popular, pero perseguidos por la iglesia debido a la vinculación de su oficio con el antiguo paganismo romano. De clase social más alta eran los trovadores, surgidos en el sur de Francia, que generalmente componían y cantaban sus propias obras, también alejadas de los temas religiosos. En Alemania realizaban una labor similar los minnesänger. En España, una colección muy importante de melodías semejantes son las Cantigas de Santa María, compiladas (y algunas de ellas compuestas) por el rey Alfonso X el Sabio (1221-1284). Sólo al final del periodo medieval hubo una mayor atención a la música profana, desarrollándose las llamadas «chansons» («canciones»), composiciones a dos o tres voces que seguían las pautas de los avances melódicos logrados. DEL CANTO GREGORIANO A LA POLIFONÍA El canto sin acompañamiento utilizado en la primitiva liturgia cristiana recibió la influencia de las canciones profanas de su tiempo. De esta forma fue como el canto melódico romano fue asimilado y finalmente el Papa Gregorio I Magno (540-604) consagró su uso litúrgico, estando presente en la iglesia durante los siglos VII al IX. En honor a su primer recopilador llegó a ser conocido como canto gregoriano, y prevaleció sobre otras variedades musicales surgidas en Europa. A comienzos del s. IX se buscaron nuevas formas más elaboradas, y a la simple melodía sin acompañamiento se añadió otra voz que intervenía simultáneamente en algunas partes del canto. Al estilo resultante se le llamó organum, muy importante en la historia de la música por ser el primer paso de la evolución de la estructura musical conocida como polifonía («varias voces»), el rasgo más característico de la música culta occidental. A finales del siglo XII el organum se escribía con hasta tres y cuatro voces. Los principales centros de composición del organum hay que situarlos en Francia, en la abadía de San Marcial de Limoges y en la catedral de Notre Dame de París. LA NOTACIÓN MUSICAL Debido a la complejidad del organum se tuvo que buscar un modo de notación musical más preciso que el empleado hasta entonces, que se basaba en «neumas», unos signos colocados sobre cada sílaba de las palabras del canto y que representaban a las notas aproximadamente, constituyendo las raíces más antiguas de la notación musical moderna. Con el nuevo sistema la altura de las notas se precisó con el uso de cuatro, cinco o más líneas paralelas, en las que cada línea y espacio representaban una altura determinada, como en la notación actual. El perfeccionamiento de este sistema se atribuye al monje benedictino italiano Guido d'Arezzo, en el siglo XI. Igualmente dio nombre a las 6 notas de la escala medieval (hexacordos) tomando la primera sílaba del himno (anónimo) de San Juan Bautista, cuyos distintos versos empezaban sucesivamente con cada una de las notas. Dicho himno es el siguiente: UT queant laxis REsonare fibris MIra tuorum FAmuli gestorum SOLve polluti LAbii reatum Sancte Iohannes. La nota SI se tomó más tarde de las mayúsculas del último verso, y UT fue sustituido en el s. XVII por DO, más fácil de pronunciar. Se mantuvo también un sistema de referencias alfabéticas que sigue vigente en países de ámbito anglosajón y germánico: A B C D E F G La Si Do Re Mi Fa Sol El problema, más complejo, de la duración de las notas sólo se resolvió a finales del s. XIII al abandonar un insuficiente sistema basado en modos rítmicos y comenzar a usarse el sistema moderno, en el que a las notas se les asignan valores más largos o cortos. EL «ARS NOVA» En contraposición al «Ars Antiqua» de los s. XII y XIII, que comienza con los primeros ensayos polifónicos hasta llegar a la plenitud de la polifonía, surge a comienzos del s. XIV un nuevo estilo denominado «Ars Nova», más complejo y que manifiesta un nuevo espíritu que promovía la inventiva y el ingenio. Uno de sus mayores impulsores fue el obispo francés Philippe de Vitry, que inventó también un sistema de notación que incluía los compases y que permitió a los músicos componer con mayor libertad rítmica. Surgen así nuevas formas y complejidades. Algunos modelos rítmicos, con doce o más notas repetidas varias veces en una o más voces de la obra, dan lugar a un nuevo principio llamado isorritmia (es decir, «el mismo ritmo»). Con él se desarrollan complejas tramas polifónicas: sobre una voz organizada isorrítmicamente, el llamado cantus firmus («melodía fija») se superponían y entrelazaban otras melodías, llegando incluso a cantarse varios textos a un tiempo. 2.- Música Renacentista LÍMITES CRONOLÓGICOS El Renacimiento comienza aproximadamente a mediados del s. XIV, llegando a su apogeo en el siglo XVI y finalmente a su decadencia a finales de este mismo siglo, bajo el espíritu contrarreformista de la iglesia Católica. Musicalmente abarca desde la decadencia del Ars Nova, también desde mediados del s. XIV, hasta finales del s. XVI en que aparece el «estilo recitativo» y las nuevas formas como el oratorio y la cantata. EL PRIMER RENACIMIENTO En la segunda mitad del s. XIV comienza una cierta reacción contra la complejidad del Ars Nova y se busca una mayor simplicidad y elegancia en las composiciones. El principal impulso a este nuevo estilo se da primeramente en Inglaterra, con compositores como John Dunstable, y pronto se extiende al resto de Europa, especialmente en la Francia nororiental, en donde los compositores agrupados en torno a la capilla de los duques de Borgoña serán sus principales valedores. Éstos destacarán tanto por la composición de sus canciones (con una voz principal y otra u otras dos que la acompañan), como por consolidar la composición del ordinario de la misa completo, como ya había hecho Machaut el siglo anterior. Con ello la misa pasa a ser un género de grandes proporciones en el que, junto al canto gregoriano, se deja sentir claramente la influencia de lo profano: la línea melódica fija (el ya explicado «cantus firmus» medieval) estaba basada a menudo en canciones u otras obras profanas. El compositor más destacable de este primer renacimiento fue Guillaume Dufay. También Gilles Binchois fue un compositor destacado de canciones en el nuevo estilo. La composición contrapuntística se desarrolló sobre todo a través de la imitación, mediante la cual se repetía, con una o más voces, una misma idea melódica en un corto espacio. Una voz imitando a otra durante un espacio relativamente largo formaba un canon. Así, dos voces podían constituir un canon mientras que otras voces podían realizar imitaciones más cortas. LA ESCUELA FRANCO-FLAMENCA La influencia de los compositores borgoñones declinó en favor de compositores nacidos en los territorios franco-flamencos, que dieron en sus composiciones una mayor importancia al contrapunto, con igual importancia de todas las voces y un sonido más homogéneo, lo cual contrastaba con las composiciones borgoñonas, con una voz dominante y con sonidos bien diferenciados. Los compositores franco-flamencos continuaron la tradición de las canciones, motetes y misas, siendo en su caso los motetes los que sufrirían mayores cambios y experimentaciones, pues la unificación de todas las partes de la misa realizada por los borgoñones estaba ya extendida. En cuanto a las canciones, se alejaron de la sencillez de las canciones amorosas borgoñonas para componer contrapuntísticamente y reflejar sonidos de la naturaleza o de la gente. Algunos de los más destacados compositores franco-flamencos fueron Johannes Ockeghem, Josquin des Prés y Orlando di Lasso. ITALIA: EL RENACIMIENTO PLENO Italia recogerá la herencia flamenca y llegará al apogeo del contrapunto y la técnica polifónica. Como rasgo más importante de este proceso es la potenciación del sentido del texto, sobreponiendo la línea melódica vocal sobre cualquier otra y dotándola de una gran expresividad dramática. Buena muestra de ello serán los madrigalistas, que utilizan textos dramáticos, siendo entre ellos Claudio Monteverdi el mejor exponente. Un paso más adelante será el estilo recitativo, consistente en recitar cantando, expresando los matices del texto con inflexiones melódicas. Cuando este estilo recitativo sea llevado a la escena estaremos ante el «dramma per musica» y el nacimiento de la ópera. Será igualmente Monteverdi quien consagre el género favorito de la siguiente época histórica: el barroco. Otra línea será la que represente Giovanni Pierluigi da Palestrina, cuya música, de carácter religioso y atendiendo a las normas del Concilio de Trento, será el máximo exponente de la polifonía coral que se convirtió en el principal ideal del estilo renacentista. Pero paralelamente al desarrollo vocal se da otro hecho de gran trascendencia: la música instrumental se libera de su servidumbre de la voz y emprende un camino propio, expresándose sin el apoyo de texto alguno. OTROS PAÍSES En España destacará sobremanera Tomás Luis de Victoria, que alcanzará gran renombre en toda Europa en composiciones de carácter religioso, mientras que Antonio de Cabezón será un reconocido compositor de música instrumental. En Inglaterra cabe destacar el surgimiento en la música instrumental de los virginalistas, siendo William Byrd uno de sus mejores representantes. El virginal, antecesor del clave (v. comentario), fue el primero de los instrumentos que dio lugar un gran movimiento musical que se aprovechaba de todas sus capacidades sonoras y expresivas a el siglo siguiente. 3.- Música Barroca LÍMITES CRONOLÓGICOS El barroco comienza ya a finales del s. XVI, cuando la Contrarreforma de la Iglesia Católica da lugar a todo un nuevo movimiento político, cultural y religioso, extendiéndose este periodo hasta los primeros decenios del s. XVIII. Musicalmente se inicia igualmente a finales del s. XVI, mientras que para su conclusión se toma como referencia habitual el año de la muerte de J. S. Bach en 1750. LA MÚSICA VOCAL A finales del s. XVI, cuando predomina la polifonía renacentista, se extiende entre los compositores italianos un interés por la música de la Grecia clásica. Lejos, pues, de los modelos franco-flamencos, se busca componer en un estilo menos complejo en cuanto al contrapunto y lleno de contrastes emotivos, con un texto comprensible y una melodía más elaborada y claramente diferenciada del acompañamiento. Este estilo se conocerá como monodia acompañada, que se hará presente en la ópera, género que aparece con la «camerata fiorentina» o «di Bardi» en Florencia a finales del siglo XVI y será perfeccionado por Claudio Monteverdi. Otros géneros nuevos en la música vocal son la cantata y el oratorio. LA MÚSICA INSTRUMENTAL La música instrumental también aumenta su importancia, aunque generalmente con obras contrapuntísticas sin divisiones claras. Sin embargo también había composiciones con secciones contrastantes, igualmente contrapuntísticas. Muchas de las piezas instrumentales se basaban en una melodía preexistente o en un bajo. Otras obras se basaban en ritmos de danza. Por último, había obras en estilo improvisatorio para los instrumentos de teclado. Con los nuevos estilos se transforman progresivamente en el s. XVII algunos conceptos musicales, en especial en Italia: se concentran en dos voces -soprano y bajo- el cuerpo de la obra y se «rellena» el espacio musical restante con acordes que se dejan a la improvisación del intérprete que tocaba el instrumento de teclado: el llamado «bajo continuo» hace referencia a la línea del bajo con relleno armónico. Es una textura característica de la música de este periodo. Otra importante innovación es el estilo concertante, marcado por numerosos elementos contrastantes - densidad o intensidad del sonido, velocidad de ejecución, confrontación de instrumentos- en contraposición con el estilo fluido del renacimiento tardío. Dicho estilo, que resultaba entonces agitado y violento, se aplicó a todos los géneros y formas. Los compositores italianos más destacados del s. XVII y comienzos del XVIII fueron Arcangelo Corelli, Alessandro Scarlatti, Domenico Scarlatti y Antonio Vivaldi. Entre los alemanes destacaronn Dietrich Buxtehude y Heinrich Schuetz. En Inglaterra sobresalió la figura de Henry Purcell. En Francia destacaron Jean-Philippe Rameau y Jean-Baptiste Lully. EL BARROCO TARDÍO Los contrastes acusados del primer barroco se suavizaron con la llegada, a finales del s. XVII, del sistema de relación armónica llamado tonalidad que comenzó a imponerse y que a comienzos del s. XVIII era dominado por los compositores. Frente a los contrastes, se buscaba más bien una moderación y unidad, que resultaban muchas veces de la elaboración de un estado emocional llamado «afecto». El control de la tonalidad y el remarcar un estado de ánimo fueron las características principales. Los dos grandes compositores alemanes del último barroco fueron Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Haendel. 4.-Música Clasicista LÍMITES CRONOLÓGICOS Etapa que corresponde al periodo llamado Neoclasicismo en el resto de las artes. Como referencia de inicio del clasicismo musical se toma el año de la muerte de J. S. Bach en 1750, aunque el clasicismo pleno se identifica con la llamada Primera Escuela de Viena, hacia 1760, finalizando con el triunfo del espíritu romántico a principios del s. XIX. LOS ANTECEDENTES EN DIFERENTES PAÍSES En las primeras décadas del s. XVIII comienza a desarrollarse un nuevo estilo que considera el contrapunto barroco demasiado rígido y que prefiere mayor espontaneidad musical y reniega de un único estado de ánimo presente en la obra. Esta reacción fue diferente en diversos países: En Francia la nueva corriente, llamada rococó o estilo galante, y ejemplificada por François Couperin, se caracterizaba por tener una textura homofónica, esto es, una melodía acompañada con acordes en vez del discurrir ininterrumpido, como en la fuga barroca. La composición típica era corta y programática, con imágenes extramusicales como las de pájaros o molinos de viento. En ocasiones se hacía una yuxtaposición de frases musicales, como en la música para danza. El clavicémbalo era el instrumento más popular. En el norte de Alemania el estilo anterior al clasicismo se llamó empfindsamer Stil o estilo sentimental, más amplio en los contrastes emocionales que el estilo galante, que tendía a ser sólo elegante o agradable. Las obras eran generalmente más largas que las franceses y se servían de varias técnicas puramente musicales para darles unidad. No confiaron en referencias extramusicales como hicieron los franceses, y por ello los alemanes ocupan un importante lugar en el desarrollo de las formas abstractas, como la forma sonata, y en el de los grandes géneros instrumentales, como el concierto, la sonata y la sinfonía. En Italia, a pesar de no contar con un nombre específico para el estilo anterior al clasicismo, se contribuyó también al desarrollo de los nuevos géneros, especialmente de la sinfonía. La obertura de la ópera italiana, llamada con frecuencia sinfonía, y sin conexión temática con la obra a la que introducía, progresó hacia la forma sonata, basada en un movimiento de acercamiento y distanciamiento con un tono principal. Los alemanes tomaron la idea de escribir una sinfonía instrumental independiente e hicieron surgir de ella diferentes géneros y formas musicales. Se empezó a distinguir entre música de cámara, con un instrumento tocando cada parte, y música sinfónica, con varios instrumentos para cada una de las partes. EL CLASICISMO PLENO El apogeo de la música del s. XVIII conocida como estilo clásico o clasicismo se produjo verdaderamente a finales del siglo con la música de un grupo de compositores que formaron la «escuela de Viena». Los más importantes fueron Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven. En la ópera, el gran género de la época, se produjeron grandes cambios. En Italia había perdido mucho de su carácter originario de «drama con música», llegando a ser un conjunto de arias escritas para el lucimiento de los cantantes. Varios compositores europeos reintrodujeron los interludios instrumentales y los acompañamientos y las intervenciones corales, y dieron variedad a las formas y estilos de las arias. También trataron de combinar grupos de recitativos, arias, dúos, coros y secciones instrumentales dentro de las mismas escenas. El reformador más importante fue Christoph Willibald Gluck, mientras que con Mozart la ópera de este periodo alcanzó su grado más alto de perfección, caracterizando a los personajes tanto con los aspectos vocales como con los instrumentales. 5.- Música Romántica (Post-romántica, Nacionalista e Impresionista) LÍMITES CRONOLÓGICOS El romanticismo propiamente dicho apenas abarca desde los inicios del s. XIX hasta aproximadamente la mitad de ese mismo siglo. Sin embargo, musicalmente el periodo romántico sobrevivió al espíritu positivista que afectó al resto de las artes en la segunda mitad del s. XIX y sólo tras la finalización de la Primera Guerra Mundial y la aparición del dodecafonismo puede considerarse finalizado (e incluso su pervivencia real en algunos autores va más allá de esos años). CARACTERÍSTICAS GENERALES La difusión y esplendor del clasicismo llevó consigo su propio agotamiento, dando lugar a que muchos compositores comenzasen a sentir la necesidad de nuevas fórmulas en las se percibiese el naciente espíritu romántico de la época, cargado de originalidad y subjetivismo. Las nuevas composiciones, impregnadas de sentimiento antes que de reflexión, y de unidad de expresión antes que de unidad musical, mostraban el arrebato romántico con la inclusión de pasajes con poco o nada que ver con el conjunto, bastando para ello que dichos pasajes pareciesen bellos u originales. Esto sucederá en todos los géneros, que a su vez tenderán a mezclarse e interpretarse de forma personal. La búsqueda de la expresión dio lugar, aparte de a una gran variedad de estilos, al encumbramiento de lo original y personal. Por ello, virtuosos del piano como Liszt, o del violín como Paganini, fueron muy admirados. Además, se darán otra serie de novedades importantes: - Por primera vez la música se presenta como un arte independiente sin necesidad de justificación con otras artes o con ideas extramusicales. Esta independencia se manifiesta sobre todo en la música instrumental, en donde se continúa la tradición de la música pura, sin referencias externas, en autores como Schubert, Schumann, Brahms, Mendelssohn y Bruckner. Es notable, sin embargo, el uso frecuente de ideas tomadas, por lo regular, de la literatura o la pintura, tal y como sucede en la música programática, que atendía antes al desarrollo de dicha idea que a un plan estrictamente musical. El ejemplo de música programática más extendido fue el poema sinfónico, siendo dos de sus grandes representantes el francés Berlioz y el húngaro Liszt. Igualmente en las canciones se tomaban textos de poemas de los siglos XVIII y XIX, manifestando con la música los ambientes y caracteres descritos en los textos. Alemania fue el país que mejor representó esta tendencia a través de los lieder (canciones) de Schubert, Schumann, Brahms, Wolf y, a finales del siglo, Richard Strauss. - También por vez primera el compositor se ve a sí mismo como artista independiente que sirve sólo a su inspiración. En este sentido de independencia, como en otros, Beethoven fue el primer modelo romántico, aunque sus procedimientos compositivos estén anclados en el clasicismo o puedan de hecho adscribirse a aquel periodo. - Y también por vez primera la música se populariza, sobre todo por existir una gran masa burguesa que la saca de su tradicional ámbito aristocrático o religioso. Uno de los grandes géneros fue la ópera, que al posibilitar la conjunción de la música con el gran espectáculo propiciaba situaciones dramáticas llenas de emotividad. En Francia, Spontini y Meyerbeer configuraron el estilo llamado grand opéra. Offenbach desarrolló la ópera cómica o bufa. También cabe destacar a Gounod y Bizet dentro de la ópera de este país. En Italia, Rossini, Donizetti y Bellini continuaron la tradición del bel canto. (Rossini la elevó hasta su más alto grado, y es mejor situarle en el CLASICISMO pues apenas incluye elementos románticos, y fue el mejor continuador también de la ópera cómica de Mozart. Donizetti y Bellini pueden situarse en el romanticismo más por sus libretos que por sus formas compositivas.) Durante la segunda mitad del siglo Verdi moderó la preeminencia del bel canto para hacer mayor hincapié en los aspectos dramáticos propios de las relaciones humanas. Puccini afianzó esta tendencia con el retrato del amor y las emociones violentas. En Alemania, Wagner llamó a sus óperas dramas musicales (v. comentario), en los cuales todos los elementos se conjugan en un propósito dramático o filosófico central. Las referencias principales no serán ya las relaciones humanas, como en Verdi, sino los mitos y leyendas. Es igualmente destacable su uso de fragmentos musicales cortos llamados «leitmotivs», que representan musicalmente a todos los personajes, objetos o conceptos: cada vez que uno de éstos aparece en escena o se hace referencia a él, suena su correspondiente leitmotiv. PRIMER ROMANTICISMO Partiendo del propio clasicismo, con el que no hay una voluntad clara de ruptura en cuanto a las formas compositivas, el romanticismo se difunde en principio sobre todo por Alemania y Europa central. Aparte del citado Beethoven, una temprana manifestación romántica se da con Schubert en sus obras para piano y con Weber en su producción operística. ROMANTICISMO PLENO Con la expansión del movimiento por toda Europa aparecen numerosas tendencias: - Una primera tendencia ataca ya contundentemente al clasicismo -relacionándolo también en términos políticos con el poder-, desechando sus técnicas compositivas para valorar más la inspiración. Artistas franceses como Berlioz serán los adalides de esta tendencia rupturista. - Otra tendencia, en compositores como Schumann y Mendelssohn, fue la que procuró conjugar la producción personal con el dominio de la forma clásica, siguiendo el ejemplo de los compositores del primer romanticismo. - Finalmente hubo una tendencia más práctica que aprovechó la difusión del romanticismo entre la clase burguesa para componer abundantemente en los géneros más rentables, como la música de salón que los aficionados podían interpretar en casa, o la música teatral (ópera, opereta, ballet, música incidental para escena, etc.) de la que esta clase emergente sentía avidez. Esto no significaba que en estos géneros no hubiese autores y composiciones de calidad, como lo demuestran las canciones para piano de Mendelssohn o las óperas de Meyerbeer, Verdi o Wagner. Por otra parte, con autores como Chopin ya se vislumbra en esta etapa lo que será posteriormente el nacionalismo: un interés por lo popular y exótico que se transluce en la adopción de formas melódicas, rítmicas o instrumentales del folclore de diferentes países, que con ello tratan de dar a conocer una identidad nacional. ROMANTICISMO TARDÍO Tras la muerte de compositores como Schumann, Mendelssohn y Chopin a mediados del s. XIX se abre una nueva etapa que comienza con convulsiones políticas que acarrean importantes cambios en el comportamiento y el pensamiento de la sociedad. A este respecto es fundamental el desarrollo del positivismo en todos los órdenes sociales y artísticos. Sin embargo, la música no parece apercibirse puesto que continúa con sus mismos temas, estilos y técnicas compositivas. Sólo en la ópera parecen darse ciertos cambios, comenzando a proponer temas realistas como argumento de sus obras, hasta llegar al llamado verismo italiano, que busca el retrato auténtico de ambientes y pasiones. Por otra parte, en Alemania comienza a interesar el estudio histórico de las formas musicales, dando lugar a la musicología que se extenderá luego por el resto de paises. A raíz de esto se forman dos corrientes enfrentadas: la representada por Brahms, uno de los primeros en inspirarse en formas del pasado para buscar un nuevo lenguaje; y la representada por Liszt y Wagner, que buscan ese nuevo lenguaje haciendo uso de una mayor libertad formal y temática. EL IMPRESIONISMO FRANCÉS A finales del s. XIX el panorama musical romántico había quedado definitivamente alterado, como lo mostraba la música de Wagner. Se había llegado a la desintegración de la tonalidad; el uso del color del sonido, haciendo que muchas notas quedasen fuera del tono principal, dio lugar al cromatismo, que sería una de las principales características del impresionismo francés, representado por compositores como Debussy y Ravel. Este estilo dejó su huella también en otros compositores de fuera de Francia, como en el italiano Ottorino Respighi, el ruso Alexander Scriabin, o el español Manuel de Falla. Pero también hubo otros compositores franceses que no seguirían estrictamente el camino impresionista, como Satie o Poulenc. EL NACIONALISMO El nacionalismo acaba también por desarrollarse completamente y aparecen escuelas nacionalistas en casi todos los países europeos, destacando las siguientes: - la bohemia -o checa- con Dvorák o Smetana. - la rusa con Chaikovski, Glinka y el llamado «Grupo de los Cinco» compuesto por Borodin, Mussorgski, Rimski-Korsakov, Cui y Balakirev. - la escandinava con el noruego Grieg, el danés Nielsen y el finlandés Sibelius. Por su parte, el nacionalismo italiano, el que se da con la Unificación y representado por Verdi, no tuvo verdadera repercusión en la composición musical. Y en Francia, compositores como Franck, Saint-Saëns o Fauré ahondaron en la creación de un estilo «francés», pero sin preocupaciones nacionalistas, a la vez que los compositores impresionistas comenzaban su andadura y rompían definitivamente con el romanticismo. EL POST-ROMANTICISMO Otras escuelas destacables como la inglesa o la española aparecerían más tarde, ya en el Post-romanticismo. El español Falla hizo uso de la música popular, siendo especialmente sus compatriotas Albéniz, Granados y Turina quienes trataron de crear una escuela nacional española, continuando una línea de trabajo iniciada por Felipe Pedrell. 6.- Música del Siglo xx y Contemporánea LÍMITES CRONOLÓGICOS A pesar de hablarse de música del siglo XX, debe considerarse que su inicio «oficial» suele fecharse con la aparición del dodecafonismo, ya bien entrado el siglo y terminada la Primera Guerra Mundial, cuando se da la manifestación de toda una serie de experimentos formales que dan lugar a numerosos estilos y corrientes. CARACTERÍSTICAS GENERALES Con la fonografía, la radio, el desarrollo de las comunicaciones, etc., los aficionados comienzan a verse en disposición de juzgar las novedades musicales más rápidamente que nunca. Uno de los resultados de esto es que se valora más que nunca la originalidad, un rasgo ya propio del romanticismo. Los propios compositores están más al tanto de lo que hace el resto, y por tanto, en busca de esa originalidad, la diversidad y el cambio serán los rasgos distintivos del siglo. LOS ESTILOS FUNDAMENTALES La mayoría de los estilos se fundamentan en ciertas características armónicas: El cromatismo sigue siendo fundamental en la armonía de este siglo. Como consecuencia extrema del cromatismo se llega al atonalismo, es decir, la total ausencia de tonalidad central. El austriaco Arnold Schönberg ideó el sistema dodecafónico, en el que los doce sonidos de la escala tonal se colocan en serie según un orden escogido por el compositor, pudiendo sólo utilizar esa serie o unas determinadas variaciones de la misma. Al principio fueron sus alumnos Alban Berg y Anton von Webern los únicos que adoptaron su técnica. Sin embargo, después de treinta o cuarenta años desde su aparición, la mayoría de los compositores del siglo XX utilizaron este sistema. Basado en el sistema dodecafónico, el serialismo establece un orden para la sucesión de las diferentes figuras y para los niveles de intensidad sonora, por ejemplo, así como para las notas. Se ha llamado también «serialismo integral» para distinguirlo del serialismo limitado del dodecafonismo. Destacan en este estilo Olivier Messiaen y su alumno Pierre Boulez, junto con Karlheinz Stockhausen, Ernst Krenek y Milton Babbitt. La politonalidad, o uso simultáneo de más de una tonalidad. La modalidad o uso de modos y escalas del renacimiento y anteriores. Béla Bartók utilizó profusamentelos modos de la antigua música popular húngara. La música microtonal, que se basa en la división de la octava en más de los doce sonidos normales, por lo que algunas notas, llamadas «microtonos», suenan un poco más agudos o graves que los sonidos de la escala normal. Pero también hay estilos cuya novedad no estriba tanto en el ámbito armónico: El neoclasicismo, en la década de 1920, busca un retorno a la concepción clásica en la que todos los elementos de la composición contribuyan a la claridad de la estructura formal. En cuanto a sus características armónicas, el neoclasicismo usó de un sentido diferente de la tonalidad al combinar el cromatismo con las formas del barroco y del clasicismo. Los músicos más destacados de esta tendencia serán Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Sergei Prokofiev y Dmitri Shostakovich. La música concreta fue el resultado de la combinación de sonidos grabados al azar en la calle (a comienzos de 1948 por el ingeniero francés Pierre Schaeffer y algunos compositores de París). Con dicho nombre se hacía referencia a una música que contenía ruidos de la vida diaria y sonidos abstractos y artificiales producidos por instrumentos musicales. La música concreta marcó el comienzo de la música electrónica, en la que equipos electrónicos u ordenadores se utilizan como generadores de sonidos para posteriormente modificarlos y combinarlos. También el azar interviene en la música aleatoria, usando para ello los dados o las cartas, o dejando al intérprete elegir entre varias páginas compuestas, o haciendo que éste interpretase musicalmente ciertos dibujos (música gráfica). Los músicos más destacados en este apartado son los estadounidenses John Cage y Earle Brown, el argentino Alberto Ginastera y el griego Iannis Xenakis. Finalmente, la ópera ha seguido teniendo el atractivo de los siglos anteriores. Entre los compositores de más éxito cabe destacar a Richard Strauss, Hans Werner Henze, George Gershwin y Benjamin Britten. En tanto, el ballet se revitalizará con compositores como Prokofiev, Bartók, Ravel y Stravinsky. A pesar de la sorprendente variedad de la música de este siglo, un rasgo común en las obras más vanguardistas es el interés en las cualidades, texturas, densidades y duraciones de los sonidos: por primera este interés ha primado sobre todos los demás, incluyendo la melodía, ausente hoy, y la armonía, tratada como un componente más. Los Instrumentos Musicales Como DEFINICIÓN de lo que es un instrumento musical podemos decir que es «todo objeto susceptible de producir sonidos con un fin musical». Así, nuestra propia voz o cualquier objeto «cotidiano» podrán ser considerados instrumentos si los hacemos sonar con el fin de producir musica. Sin embargo, lógicamente, en el estudio de los instrumentos musicales sólo se hace referencia a aquellos objetos que han sido construidos con un fin exclusivamente musical. Existen numerosas CLASIFICACIONES de los instrumentos, según se atienda a diferentes aspectos tales como: de qué están hechos (madera, metal...), cuál es el uso al que están destinados (militar, religioso...), cuál es su función (melódica, rítmica...), cuál es el elemento que origina el sonido (cuerdas, viento...), etc. Sin embargo, dos de las clasificaciones más habituales y útiles que podemos encontrar –a veces mezcladas– a la hora de aproximarnos al hecho sonoro son las siguientes C lasificación orquestal Esta clasificación se basa en la DISPOSICIÓN DE LOS INSTRUMENTOS dentro de la orquesta. Dicha disposición viene dada, aparte de por ciertas consideraciones prácticas, por la agrupación en FAMILIAS, que se forman atendiendo a los materiales de los que están construidos los instrumentos. De esta manera, los instrumentos habituales de la orquesta –de los que se indica entre paréntesis el número de ellos– quedan agrupados según las siguientes familias o secciones: VIENTO-MADERA: Pueden producir todas las notas de la escala, al contrario que los instrumentos de vientometal, que necesitan de ciertos artilugios o técnicas para lograr las notas no naturales. o FLAUTA (2 ó 3): la FLAUTA RECTA, DE PICO o DULCE posee un sonido más suave que el de la flauta de orquesta actual, que es la FLAUTA OBLICUA o TRAVESERA. Ésta se impuso progresivamente debido a su mayor capacidad expresiva, dado que su sonoridad depende de la posición de los labios del ejecutante al no tener una embocadura que canalice el aire –como sí la tiene la flauta dulce– sino sólamente el agujero o bisel. De sonido brillante y penetrante en las notas altas, sin embargo sus notas bajas no son muy claras. o PICCOLO o FLAUTÍN: más agudo que la flauta, sus notas más altas son estridentes y muy penetrantes. o OBOE (2 ó 3): su nombre deriva del francés «haut-bois» («alta-madera»), dado que tiene un sonido fino y agudo. Dicho sonido es muy cálido y uno de los más bellos y expresivos de la orquesta. Existe también un llamado OBOE DE AMOR, algo más grave. o CORNO INGLÉS: es el OBOE ALTO, y su nombre puede provenir del llamado «oboe da caccia» («oboe de caza») del XVIII, que tenía forma curva a semejanza del cuerno de caza inglés. Su registro es más grave que el oboe y su timbre más sombrío. o CLARINETE (2 ó 3): su nombre proviene de la semejanza de su sonido con el de las notas más altas del CLARÍN, otro instrumento de viento a modo de trompeta. Aunque haya varios tipos de clarinetes, más altos o bajos, es notable en todos cómo su sonido puede ser dramático en la octava más grave mientras que en las octavas más altas puede ser brillante, e incluso estridente en las notas más elevadas. Existe también un pequeño clarinete algo más alto llamado REQUINTO, muy utilizado en las bandas militares. o CLARINETE BAJO: más grave que el clarinete pero con sus mismas capacidades para variar de carácter. o FAGOT (2 ó 3): es el bajo de la familia de los oboes. Aunque su sonido no sea realmente fuerte, sus notas más graves tienen una gran resonancia y es imposible tocarlas con suavidad, sonando hoscas o incluso cómicas. Las más agudas, en cambio, son finas, con la particularidad de poder sonar ágiles o tristes dependiendo de cómo se toquen. o CONTRAFAGOT: más grave que el fagot. VIENTO-METAL: Estos instrumentos sólo dan las notas naturales de la escala, debiendo recurrir a diferentes sistemas para obtener todas las demás: tapando el sonido parcialmente con la mano, con válvulas, etc. Por otra parte, es bastante habitual modificar su timbre con el uso de la «sordina», que en el caso de los metales es un objeto de forma cónica colocado en el pabellón de salida del sonido. o TROMPA (4 a 6): para conseguir obtener todas las notas de la escala, los intérpretes de la antigua «trompa natural» o DE CAZA debían poner su mano en el orificio de salida del sonido, tapándolo parcialmente. Sin embargo, estas «notas tapadas» resultaban débiles y poco satisfactorias. A finales del XVIII se añadió un tubo en forma de U que podía ensamblarse para conseguir cualquier tonalidad. Insuficiente también, en el XIX se añadió un sistema de válvulas consistente en pequeños tubos que permitían bajar temporalmente la afinación de cualquier sonido, consiguiendo así poder tocar todas las notas. Su sonido es el más suave de entre los de los instrumentos de metal. o TROMPETA (3 ó 4): tiene un sistema de válvulas –o pistones– para obtener todas las notas de la escala, las cuales no podían conseguirse con la antigua «trompeta natural», carente de cualquier dispositivo similar. Más aguda que la trompa, su sonido es brillante y penetrante. o TROMBÓN (3 ó 4): para obtener las notas no naturales antes de la invención de las válvulas –que dieron lugar al TROMBÓN DE PISTONES– se usaban las varas – TROMBÓN DE VARAS–, un sistema consistente en una pieza de tubo insertada dentro de otra que podía moverse hacia dentro o hacia fuera mientras se tocaba. El grupo de trombones de la orquesta está compuesto por habitualmente por los TROMBONES TENORES y un TROMBÓN BAJO más grave. Su timbre, aunque similar al de la trompeta, es más profundo y menos violento que el de ésta, llegando a poder sonar extremadamente misterioso y sugerente en los movimientos lentos. o TUBA: con un sistema de válvulas para la obtención de todas las notas, al igual que el resto de los instrumentos de su familia. Existen varios tipos, siendo en realidad la TUBA BAJO la que se usa en la orquesta, aunque pueda aparecer también la TUBA CONTRALTO y, mucho más raramente, la TUBA TENOR. Su sonido es dulce y acolchado, más parecido al de la trompa que al de los trombones. CUERDA: Esta sección puede tocar sola, como una orquesta de cuerda completa. Es la única sección en donde hay varios intérpretes para cada parte. Aunque no tan habitual como en los instrumentos de viento-metal, también en estos instrumentos puede hacerse uso de la «sordina» para modificar su timbre, objeto que en este caso tiene forma de un peine que se coloca en el puente del instrumento. o VIOLÍN: diminutivo de VIOLA, el violín era llamado también VIOLA DA BRACCIO – esto es, sujetado sólo por los brazos, a diferencia de la VIOLA que se sostenía sobre las rodillas–. El violín es tocado por 2 grupos dentro de la sección de cuerdas, que son los llamados PRIMEROS (16 a 20) y SEGUNDOS VIOLINES (14 a 18); estos dos grupos suelen tocar partes diferentes: generalmente más agudas y melódicas los primeros, y más graves y de acompañamiento los segundos. El primer violín principal es el llamado «concertino», que desde finales del XVIII hasta finales del XIX era el director de la orquesta. Anteriormente lo era el clavecinista, y posteriormente fue habitual que el director de orquesta se situase aparte. El papel del concertino como aglutinante de la orquesta sigue hoy día siendo imprescindible en muchas ocasiones. El violín es el instrumento de sonido más agudo en la orquesta moderna. o VIOLA (10 a 14): en el siglo XVI hasta las violas más pequeñas se sujetaban sobre las rodillas, por lo que se las llamó VIOLAS DA GAMBA para diferenciarlas de los recién inventados VIOLINES –que eran VIOLAS DA BRACCIO, esto es, sujetados sólo por los brazos–. Hoy día VIOLA DA GAMBA se emplea casi sólo para la VIOLA BAJO, equivalente a nuestro VIOLONCHELO y de tamaño similar. La viola es más grande que el violín y su afinación es más grave. o VIOLONCHELO (10 a 12): llamado abreviadamente CELLO –abreviatura que se escribía originariamente con apóstrofe: 'cello, del italiano «violoncello»–, es mucho más grande que la viola y se toca en posición vertical y apoyado en el suelo, a la manera de la VIOLA DA GAMBA, su instrumento antecesor. De afinación más grave que la viola, su amplia extensión y su agilidad, así como la profundidad y pureza de su sonido, hacen que sea un instrumento adecuado tanto para el acompañamiento como para erigirse en el protagonista de la orquesta. o CONTRABAJO (6 a 8): es el más grande de los instrumentos de cuerda, y al igual que el VIOLONCHELO se toca en posición vertical y apoyado en el suelo, pero con el ejecutante puesto en pie. Su sonido es el más grave de la sección de cuerdas, y su aparición de forma acentuada suele proporcionar un carácter dramático. PERCUSIÓN: Debemos distinguir dos grupos. Los instrumentos de AFINACIÓN DETERMINADA: o TIMBALES (4): constituyen el grupo más importante de la percusión. Originalmente estos instrumentos de forma semiesférica podían afinarse en cualquier tonalidad, según se tensase más o menos el parche sobre el que percuten las baquetas. En el XIX se les aplicó un sistema mecánico de pedales que permitía cambiar su afinación automáticamente, dando lugar a los TIMBALES CROMÁTICOS, que son los empleados actualmente para partituras que requieran cambios de afinación rápidos. Aparte del tono, también su volumen y su timbre varían con la diferente tensión del parche. El timbre, además, depende de cómo sean o estén recubiertas las baquetas que lo golpean. o GLOCKENSPIEL: llamado antiguamente «armónica de metal», constaba de una serie de casquetes semiesféricos de bronce que se percutían con unos macillos. Actualmente son láminas de acero u otro metal blando, y los macillos pueden estar accionados a través de un teclado. o XILÓFONO: compuesto por dos hileras de placas de madera, muy dura y de diferentes longitudes, que se percuten con un macillo en forma de cuchara. Bajo dichas placas se colocan resonadores, unos tubos que amplifican y prolongan el sonido. o CAMPANAS TUBULARES: consistente en unos tubos metálicos colgados de un bastidor que se golpean en el interior con un badajo metálico o exteriormente con un mazo, con un sonido similar a las campanas de iglesia. E instrumentos de AFINACIÓN INDETERMINADA: o CAJA: se llama así al TAMBOR, pero dado que en realidad hay muchos tipos de tambores suele distinguirse más exactamente entre TAMBOR PEQUEÑO, TAMBOR REDOBLANTE, TAMBOR DE «JAZZ», TAMBOR TENOR, etc. Todos estos tipos quedan englobados bajo la denominación de CAJA. Es también llamada CAJA ORQUESTAL para diferenciarla de otras cajas o tambores populares o militares, y es el instrumento más importante del grupo de percusión de afinación indeterminada. Con su intervención puede dar a una obra un tono dinámico y brillante, pero va más allá al haber ampliado sus meras intenciones rítmicas primigéneas. o PANDERETA: puede considerarse como una especie de tambor plano con una sola membrana sujeta a un estrecho borde de madera, del cual se suspenden horizontalmente unos pequeños platillos. De sonido tintineante, suele usarse para marcar los ritmos de danzas. o TRIÁNGULO: suspendido libremente en el aire y golpeado con una varilla, su agudo metálico le permite ser oído por encima de toda de la orquesta. Empleado con moderación puede sugerir alegría. o PLATILLOS: pueden ser tocados entrechocándolos entre sí o bien haciendo pender uno de ellos libremente en el aire y golpeándolo con una maza de timbal. Es característico su uso en las marchas militares, pero su sonido seco o sus redobles pueden ayudar a conseguir otros muy diversos efectos dramáticos. o BOMBO: puede considerarse como el TAMBOR BAJO, siendo mucho más grande que la CAJA. El usado en la orquesta tiene un diámetro mayor que el de las bandas militares, en donde es muy frecuente su uso. Es golpeado con una maza, emitiendo un sonido sordo que se utiliza tanto para ciertos efectos dramáticos como en funciones rítmicas. o GONG: disco de bronce suspendido verticalmente de un soporte, siendo liso o bien rematado con una protuberancia central. Su fuerte sonido puede tapar a todos los demás instrumentos. Su intensidad es tal que si es tocado demasiado fuerte puede llegar a dañar los oídos de las personas cercanas. MIXTOS: Se agrupa en esta sección a una serie de instrumentos que, aun perteneciendo a alguna de las categorías anteriores, se tratan como INSTRUMENTOS INDIVIDUALES dentro de la orquesta. o CELESTA: instrumento de percusión de forma externa similar a un pequeño PIANO. Sin embargo su percusión –que al igual que en el piano corresponde a unos macillos accionados por teclas– se realiza sobre placas metálicas en vez de hacerlo sobre cuerdas. o ARPA (1 ó 2): el arpa moderna posee un sistema de pedales que permite cambiar a voluntad la afinación momentánea de todas las cuerdas. Es peculiar su modo de tocarse con la técnica conocida como «glissando» –y que también se da en otros instrumentos–, mediante la cual se va deslizando la mano a través de las cuerdas en vez de pulsarlas. o ÓRGANO: los primitivos órganos hidráulicos griegos –un mecanismo de aire comprimido con columnas de agua– o bizantinos –neumáticos, esto es, mediante compresión del aire, en este caso con fuelles– poco tienen que ver con los complejos órganos actuales. El órgano actual tiene de uno a cinco teclados y en la producción del sonido pueden intervenir elementos tanto neumáticos como electrónicos. Su timbre varía según sean los tubos en los que se produce el sonido, esto es, dependiendo de su forma –cónica, cilíndrica, etc.–, el material del cual estén hechos –madera o metal– o de la forma de producción del sonido –con embocaduras o a través de lengüetas–. Sus combinaciones sonoras pueden variarse mediante los llamados «registros», con los que se incluyen o excluyen a voluntad los diferentes «juegos» o conjunto de tubos de la misma clase. Este instrumento de viento constituye por sí mismo toda una orquesta de vientos manejada por un solo instrumentista y, aunque tradicionalmente ha sido tocado en solitario y ligado a la música religiosa, puede también complementar u «oponerse» a toda una orquesta en composiciones de caracter religioso o laico. o PIANO: se concede comunmente atribuir su invención a Bartolomeo Cristofori cuando en 1709 mejoró las posibilidades del CLAVE –sucesor del VIRGINAL (v. comentario) y el instrumento de tecla y cuerda más estimado de la época junto con el CLAVICORDIO– al aplicarle unos macillos que, impulsados por el teclado, golpeaban las cuerdas y las dejaban vibrar libremente al retirarse de inmediato. Junto con esto, aplicó también un sistema de apagadores que al retirar el dedo de la tecla caían sobre la cuerda, interrumpiendo el sonido. A este nuevo instrumento lo denominó «Gravicembalo col piano e forte» – gravicembalo era uno de los nombres que antiguamente se daban al clave, igualmente llamado CLAVICÉMBALO o CÉMBALO, como en italiano, o CLAVECÍN, como en francés–. El nombre quedó posteriormente como PIANOFORTE o FORTEPIANO, indicativo de las cualidades del instrumento para obterner un sonido piano –suave– o forte –fuerte– en una misma frase corta, y finalmente sólo como PIANO. A pesar de las primeras limitaciones del instrumento –Bach lo conoció al final de su vida y no lo estimó en mucho– se perfeccionó hasta su encumbramiento en el romanticismo. Este perfeccionamiento progresivo en sus posibilidades y sonoridad dio lugar al abandono del clave, más limitado y menos expresivo para las nuevas querencias musicales; igualmente, hizo innecesario el acompañamiento de otro instrumento para realizar la labor del bajo continuo, puesto que, a diferencia del clave, el piano mantenía más tiempo sus notas y no necesitaba el apoyo de otros instrumentos de cuerda que doblasen las notas del bajo. El piano ha seguido perfeccionándose técnicamente hasta nuestros días, ampliando su repertorio y ocupando un papel primordial en la música, de manera que pocos son los grandes compositores que no han escrito para él, dedicándole algunos de ellos la práctica totalidad de su obra. C lasificación general El sistema de clasificación más extendido, completo y aceptado es el del musicólogo alemán Curt Sachs. En dicho sistema el criterio ordenador atiende al ELEMENTO QUE ORIGINA LA VIBRACIÓN SONORA. Según esto tendremos 5 grupos de instrumentos: IDIÓFONOS: O dicho de otro modo, autorresonadores: todo el cuerpo del instrumento es el que suena. Son instrumentos cuyos cuerpos, de madera o metal, son duros pero con la suficiente elasticidad como para mantener un movimiento vibratorio. Por la forma de originar la vibración pueden ser: o Percutidos: o No percutidos: Entrechocados: platillos, castañuelas Con baqueta o macillo: campana, xilófono, triángulo, gong Sacudidos: cascabeles, sonajas, maracas Punteados: caja de música Frotados: armónica de cristal MEMBRANÓFONOS: La vibración se produce en una membrana tensa (también llamada parche) hecha de piel o sintética. Pueden tener 2 membranas, como algunos instrumentos cilíndricos, que tienen un parche en cada extremo. Por la forma de originar la vibración pueden ser: o Percutidos: o Semiesféricos: timbales Cilíndricos: tambores, panderos No percutidos: Frotados: zambomba Soplados: mirlitón CORDÓFONOS: El sonido se produce por la vibración de una cuerda tensada, hecha con tripas de animales o con fibras vegetales, metálicas o sintéticas. Se diferencia entre: - cordófonos SIMPLES: las cuerdas se extienden a lo largo de una tabla o caja plana, sin grandes diferencias entre el principio y el final de la cuerda (el piano es uno de estos cordófonos simples, aunque hagamos vibrar las cuerdas por medio de unos macillos que accionamos con teclas). - cordófonos COMPUESTOS: las cuerdas se extienden sobre 3 elementos bien diferenciados: una caja de resonancia, un mástil o mango y un clavijero en el cual se tensan. A su vez hay que diferenciar entre la forma de percutirlos: o Simples: o Compuestos: Punteados: guitarra, laúd Frotados: violín, viola, violonchelo, contrabajo, zanfona Percutidos: dulcema, chicotén AERÓFONOS: El sonido se origina por la vibración del aire, ya sea éste producido por medios mecánicos o por un soplo. Se dividen en 3 tipos fundamentales, según el mecanismo que genera la vibración: - aerófonos DE BOQUILLA: el aire pasa directamente de nuestros labios a una boquilla, en la cual se produce ya la vibración, y de ésta a un tubo hueco de forma cónica (generalmente de metal); - aerófonos DE BISEL: el aire que expulsan los labios vibra al chocar con el borde un de un bisel o agujero, y de ahí pasa a un tubo hueco de forma aproximadamente cilíndrica; - aerófonos DE LENGÜETAS: el aire vibra al ser interrumpido intermitentemente por una pequeña lámina elástica o lengüeta, que puede ser doble, esto es, dos lengüetas entrechocando entre sí al paso del aire. Hay instrumentos que combinan lengüetas simples y dobles (como la gaita). Y hay instrumentos en los que, tras la lengüeta, el aire pasa a un tubo y otros en los que sólo tenemos la lengüeta (como el armonio, la armónica o el acordeón). Finalmente existe un cuarto tipo de aerófonos MIXTO al que pertenecen instrumentos que combinan diferentes tipos de tubos y de lengüetas. Su clasificación quedaría de la siguiente manera: o De boquilla: corno, trompeta, trompa, trombón, tuba o De bisel: flauta de pico, flauta travesera, pífano o De lengüeta: o Manuales: salterio, cítara, arpa Mecánicos: piano, clavicémbalo Simple: clarinete, saxofón, acordeón Doble: oboe, fagot Mixto: órgano ELECTRÓFONOS: El sonido se produce por la vibración generada por componentes electrónicos. Los instrumentos tradicionales en los que el sonido es ampliado a través de ciertos componentes electrónicos no pueden ser considerados en realidad como electrófonos. Instrumentos electrófonos son los órganos electrónicos, los sintetizadores, las ondas Martenot, etc. Géneros y Formas Musicales La división en géneros establecida aquí pretende ser similar a las más usadas habitualmente, con un carácter globalizador y fácilmente comprensible por el aficionado. Esta división es la que se utiliza para nuestros listados de compositores por géneros. Los detalles para su delimitación son explicados dentro de cada género. Se incluyen asimismo algunas de las formas musicales más características que puede encontrar el aficionado. Para definirlas, cada una de ellas se incluye dentro de su género más habitual. Cuando alguna de las formas puede incluirse en otros géneros, se deja constancia expresa de ello. Varias son las divisiones en géneros que el aficionado puede encontrar rastreando la bibliografía musical, sin que haya unanimidad a la hora de adoptar una en concreto. Esto es así debido a los diferentes puntos de vista que pueden adoptarse a la hora de establecer la división (distinciones entre música vocal o instrumental, religiosa o profana, con acción escénica o sólo oída, etc.) y, sobre todo, por la dificultad que entraña el establecer unos géneros concretos, ya que no se pueden establecer unos límites claros entre unos y otros. A esto hay que sumar la dificultad de establecer las formas musicales que son propias de cada género, pues mientras algunas formas son propias de un género, otras pueden darse en varios géneros. Además, ciertas formas que han tenido un gran desarrollo pueden constituir por sí mismas todo un género, dándose cierta confusión entre forma y género. MÚSICA ORQUESTAL: La orquesta que suele utilizarse hoy en día, con más de ochenta músicos, puede remontarse aproximadamente a la mitad del s. XVII. La sección de cuerdas ya era entonces la base de cualquier agrupación amplia de instrumentistas, junto con los metales (instrumentos de viento-metal), las maderas (instrumentos de viento-madera) y la percusión, agregados según las circunstancias. Hacia el final del Barroco, a mediados del s. XVIII, la situación no había cambiado prácticamente y sólo con el apogeo del Clasicismo, a finales del XVIII y principios del XIX, la sección de viento-madera se hizo habitual, añadiendo a menudo cornos, trompetas y timbales. Finalmente, a mediados del s. XIX, la orquesta se regularizó con un modelo que consistía generalmente en una base formada por las cuerdas junto con los vientos-madera, los vientos-metal y la percusión, añadiendo sólo cuando era necesario otros instrumentos menos habituales. Las formas más habituales que el aficionado podrá encontrar dentro del género orquestal son los siguientes: o CONCIERTO: Esta forma agrupa a obras muy variadas cuyo común denominador es que generalmente están escritas para un conjunto orquestal en las que un único instrumento suele ser el protagonista, bien realizando los llamados «solos» o bien «enfrentándose» al resto de los instrumentos. Sin embargo, también hay conciertos para un único instrumento sin acompañamiento orquestal, tal y como era frecuente durante el Barroco y hasta finales del s. XVIII. El origen del concierto moderno se remonta al Londres del s. XVII, en donde varios músicos se reunían para tocar juntos en recitales privados, interpretando piezas compuestas para la ocasión. Con el protagonismo adquirido posteriormente por instrumentos como el violín y el piano, fue habitual desde el s. XIX hacer que alguno de estos instrumentos interviniese como solista. Con ello se fue haciendo también habitual la escritura de ciertas partes para solista como una demostración del virtuosismo del ejecutante, por lo que muchos conciertos eran escritos con esta única intención por ciertos compositores-músicos que interpretarían ellos mismos su concierto. De un forma que constaba invariablemente en sus inicios de tres movimientos (rápido - lento - rápido) se pasó a tener un número no definido de movimientos que iban casi siempre precedidos por una obertura. o DANZA: A diferencia del ballet, la mayoría de las danzas han sido escritas para ser sólo escuchadas, no bailadas. Su nombre es indicativo de que, generalmente, se basan en formas populares de diferentes países (es decir, las danzas populares) en las cuales se inspiraron los compositores nacionalistas del romanticismo. Su carácter suele ser ágil y repetitivo, y pueden insertarse en otras formas «mayores» como en un concierto o en formas de otros géneros, como en una ópera. o NOCTURNO: El término «nocturno» fue usado primeramente por Debussy a semejanza de una serie de cuadros paisajísticos del pintor Rex Whistler en los que se ven diferentes cambios en la luz crepuscular sobre el Támesis. Así, pese a lo que el nombre pudiera sugerir, esta forma busca ser como un atardecer paulatino, no el reflejo de la oscuridad de la noche. La forma tuvo gran éxito entre los compositores románticos, pero no fue hasta Chopin que esta forma tomó categoría propia. o OBERTURA: En su origen era simplemente una pieza corta que tocaba la orquesta y que anunciaba el comienzo de un concierto o una ópera, recogiendo temas del concierto posterior. Posteriormente, en el s. XIX, junto a este tipo de oberturas a modo de popurrí, se pusieron de moda otro tipo de oberturas en que se sugería el tema central de la obra o eran completamente independientes (señalando a veces dicha circunstancia con títulos muy pintorescos). Esto se mantuvo sobre todo en las óperas, pero también en conciertos u otras obras de cierta longitud. o PRELUDIO: Al igual que la obertura, solía recoger temas de una obra más larga a la que precedía, pero de una manera más libre, de modo que llegó a ser una forma independiente. Fue Bach quien dio primeramente categoría a esta forma añadiéndola una secuencia contrapuntística a la que llamó «fuga», formando con ella una sola obra independiente. o POEMA SINFÓNICO: Forma más flexible y breve que la sinfonía, se basa para su desarrollo en una idea poética, un cuadro, un texto literario, etc., lo cual aporta generalmente cierto argumento. Liszt fue el primero en usar esta forma, basándose en textos de Goethe y de Schiller. La forma alcanzó tal fortuna entre los compositores románticos que pasó a ser una forma típica de esta época. o SINFONÍA: El significado de la sinfonía a lo largo de la historia ha sido variado. En principio se designaba simplemente con este nombre a obras para un conjunto instrumental, sin canto, y más tarde se llamaron «partes sinfónicas» a las introducciones e intermedios de las óperas y los ballets. A mediados del s. XVIII la sinfonía moderna ya toma forma y Haydn fija su división en 4 partes: una sonata ligera, un andante o adagio más lento, un minué y un rondó u otra forma extensa que finalizase con un aire vivo. Posteriormente Beethoven modificó esta estructura añadiendo la intervención coral, reemplazando el minué del tercer tiempo por un scherzo rápido y vivaz y agregando una coda o epílogo final en donde todos los instrumentos entraban en apoteosis. A partir de él la sinfonía se consolidó como una de las formas preferidas por todos los compositores. o SUITE: Es la forma más antigua de composiciones integradas por varios ciclos que a su vez contienen varios tiempos diferentes. Originalmente incluía varios aires de danza en la misma tonalidad, comenzando en el s. XVII a evolucionar hacia otras estructuras menos rígidas. Su forma habitual en el s. XVIII fue la que estableció Bach, el primer gran compositor de suites, que las dividió en francesas, inglesas y alemanas. Posteriormente esta forma decaería y sería prácticamente abandonada, siendo reemplazada por otras formas consideradas más expresivas. Actualmente, la suite es generalmente una selección de movimientos tomados de un ballet o de música incidental para escena. También se da como un conjunto de trabajos de orquestación de obras de otro compositor. Finalmente, puede ser simplemente una colección de piezas originales agrupadas en torno a algún motivo común. o VARIACIONES: Composición sobre una obra propia, o más habitualmente, sobre la obra de otro autor con propósitos varios: como forma de homenaje, como demostración de virtuosismo, como forma de humorismo, etc. MÚSICA DE CÁMARA E INSTRUMENTAL A SOLO: En nuestros listados de compositores por géneros hemos considerado que era conveniente, para no ampliar innecesariamente el número de géneros, agrupar en un solo apartado a estos dos tipos de música que podrían considerarse como dos géneros diferentes. Las razones para ello son la coincidencia que se da a menudo entre ambos géneros (una obra instrumental a solo es muchas veces una obra camerística) y el escaso número de obras instrumentales a solo que pueden encontrarse entre nuestra selección de obras más relevantes. Por las mismas razones, las obras para «orquesta de cámara» han sido incluidas a su vez dentro de la música orquestal. Veamos, sin embargo, las características de cada uno de estos géneros por separado: - Música instrumental a solo Es cualquier música para concebida para un instrumento solo, sin acompañamiento. Aunque haya ejemplos notables de composiciones para prácticamente todos y cada uno de los instrumentos de cada familia, la mayoría de estas composiciones tienden a centrarse en sólo dos tipos de instrumentos: - los instrumentos de teclado: la mayoria de las composiciones son para órgano, siendo el resto destinadas al piano, clavicémbalo, clavicordio, virginal, etc. - los instrumentos de cuerda: sobre todo para guitarra (básicamente en compositores españoles) y para laúd (sobre todo en el Renacimiento y el primer Barroco). Aparte de la sonata para un instrumento, veamos una forma típica de este género: o ESTUDIO: Suele ser una pieza breve (o conjunto de ellas) para un determinado instrumento. Algunos buscan la ejercitación o el virtuosismo en el instrumento, otros la experimentación, y la mayoría sólo el placer del propio compositor en esta forma de carácter libre. - Música de cámara Es generalmente cualquier tipo de música para un número reducido de instrumentos, entre dos y quince aproximadamente, y que es interpretada en ámbitos menores. Los grupos más grandes por lo general se denominan como conjunto u orquesta de cámara, y en nuestro caso han sido incluidos dentro de la música orquestal. En el barroco se distinguía a las obras religiosas, llamadas «da chiesa» («de iglesia»), de las obras profanas, llamadas «da camera» («de cámara»), siendo estas últimas tocadas en salones privados. Aparte de la sonata, la formas más comunes en las obras camerísticas son los dúos, sea cual sea su estructura, y especialmente los cuartetos. Veamos detalladamente todas estas formas: o SONATA: El término se empleó en principio para distinguir las obras corales, llamadas «cantatas», de las instrumentales, llamadas «sonatas», fuesen para uno (música instrumental a solo) o varios instrumentos (música de cámara). Posteriormente se llamó sonata sólo a las formas para uno o dos instrumentos, y las de un mayor número de instrumentos se llamaron «trío», «cuarteto», etc.; por otra parte, las partituras para orquesta se llamaron «sinfonías», y las que eran para orquesta y un instrumento, «conciertos». Todas estas formas tomaron de la sonata una estructura común, más o menos variada posteriormente, que respondía a lo siguiente: una introducción, de tema libre; exposición, del tema principal y otro modulante, uniéndose ambos al final; desarrollo, de ambos temas; recapitulación, que retoma el tema principal y luego el secundario en la tonalidad del primero; y epílogo, libre, sobre esa tonalidad. o DÚO: Una de las formas más comunes en las obras camerísticas, sobre todo basándose en un instrumento solo acompañado con el teclado, existiendo innumerables composiciones de este tipo. Por su abundancia destacan las escritas para flauta, violín, violonchelo, oboe o clarinete. Los dúos para dos instrumentos de la misma familia (violín y viola, flauta y clarinete, etc.) también son abundantes, aunque podemos encontrar ejemplos de casi cualquier combinación de instrumentos. o TRÍO: Dentro de los tríos, los más habituales son el trío de cuerda (violín, viola y violonchelo) y el trío con piano (piano con violín y violonchelo). o CUARTETO: Los más habituales de los tipos de cuartetos son el cuarteto de cuerdas (2 violines, viola, y violonchelo), el cuarteto con piano (piano con violín, viola y violonchelo) y también un cuarteto con cualquier otro instrumento, cuya composición es generalmente como el cuarteto de cuerdas pero sustituyendo el segundo violín por el instrumento elegido. o QUINTETO: Típicamente existe un quinteto de cuerda (con 2 violines, viola y 2 violonchelos, o bien con 2 violines, 2 violas y violonchelo), y un quinteto con piano (por lo general un piano con 2 violines, viola y violonchelo). o SEXTETO, SEPTETO, OCTETO, NONETO: Las composiciones para seis, siete, ocho o nueve instrumentos son bastante menos abundantes que las destinadas a hasta cinco instrumentos, y su variedad de combinaciones, tanto por el número de instrumentos como por su menor fijación, es bastante más extensa. MÚSICA VOCAL: En la historia del que es sin duda el género más antiguo de todos, dado que utiliza el «instrumento» más antiguo, la voz humana, hay que hacer una notable distinción cuando nos situamos en la cultura occidental: la que separa la música de carácter profano o secular de la música de carácter religioso, ya que la influencia de la iglesia en el desarrollo de este género fue inmensa y más palpable, formalmente, que en otros géneros. Otra distinción notable es la que separa la música coral del canto a una sola voz, bien sola o bien acompañada por algún instrumento. La música coral ha estado ligada, salvo excepciones como los madrigalistas del s. XVI, por ejemplo, a la música religiosa. Por su parte, la canción sola o acompañada ha estado ligada tradicionalmente a la música profana, siendo ejemplos notables las composiciones del Romanticismo o, como ejemplo particularmente significativo de espíritu poco religioso, algunas composiciones irreverentes del Medioevo y Renacimiento. Por todo ello, la música vocal de carácter religioso suele incluirse en el género de la música religiosa, en el que quedan incluidas también todas las formas instrumentales u orquestales que tengan ese mismo carácter, y la música vocal queda constituida como un género que engloba sólo las composiciones de carácter profano. MÚSICA RELIGIOSA: Dentro de este género que podríamos calificar de especial, se incluyen las composiciones de cualquier otro género que tengan un carácter religioso. Obras vocales o instrumentales son incluidas generalmente en este apartado cuyo único principio es la contraposición entre lo secular y lo religioso. Sin embargo, debido a la particular influencia de la iglesia en el género vocal (v. música vocal), las formas religiosas más características tienen a la voz como protagonista, sola o, especialmente, en forma coral. MÚSICA DE BALLET Y TEATRAL: Como en la música de cámara e instrumental a solo, por razones de sencillez práctica agrupamos dos tipos de música en un único género. Su denominador común es pertenecer al ámbito escénico (como la ópera, género aparte) y son dos las formas que lo integran: o BALLET: Es una pieza musical que se acompaña con el baile. Desarrollado desde los pasos de la música de baile, se nos narra una historia como en una obra de teatro, pero no con la palabra, sino a través de los movimientos y la mímica de los bailarines (sin olvidar el trasfondo musical, evidentemente). Su origen se encuentra en la Francia del s. XVI, en las funciones cortesanas, siendo en el contexto de alguna ópera en donde encontró luego su mejor acomodo. Pero su forma actual proviene tanto del ballet romántico, también francés, como del ballet clásico de la escuela rusa, el cual permitía una mayor variedad formal y temática. o MÚSICA INCIDENTAL: La música incidental o «música incidental para escena» o simplemente «música de escena» es aquella música cuyo fin es servir de acompañamiento a una obra de teatro. Por lo general está compuesta en secciones cortas, y a menudo se basa en ciertos temas que se repiten continuamente, ya que está al servicio de la acción teatral. A pesar de su primer objetivo teatral, suele ser agrupada en suites para ser interpretada posteriormente de forma independiente de la escena, especialmente aquellas composiciones cuyo interés rebasa el de servir de mero acompañamiento. ÓPERA: Nacida en Italia al mismo tiempo que el Barroco con la intención de recuperar la dramaturgia griega, añadiendo música, la ópera supone una combinación de música orquestal, canto, teatro, y a veces baile, que a pesar de numerosas reformas del género ha permanecido prácticamente con el mismo perfil inmutable en cuanto a esta combinación. Aunque no la primera, «Orfeo» de Monteverdi sí es la primera ópera que se conserva y el punto de partida para la consolidación del género, primero en Italia y luego en algunos países de Europa a mediados del s. XVII, mientras A. Scarlatti ya intenta renovar el género con la llamada «ópera bufa». En el s. XVIII su expansión es ya universal mientras Gluck ensaya una nueva y gran renovación dramática y mientras Mozart hace lo propio con la llamada «ópera a la italiana». Y finalmente, con nuevas renovaciones, el gran momento de la ópera se alcanza en el s. XIX, tanto en pleno romanticismo musical como en el momento de la ruptura total de sus centenarios esquemas que supone Wagner. Dentro del gran género que supone la ópera, cabe hablar también de algunos «subgéneros» como pueden ser la zarzuela española y la opereta vienesa, o incluso el musical norteamericano. Éstos son incluidos en nuestros listados dentro del género operístico.