CELEBRACIÓN: - CARMEN SALLÉS - (ESO) Canción del musical: “Dios soñó contigo, Carmen” MONICIÓN Un día como hoy, 15 de marzo de 1998, la Familia Concepcionista vibraba de emoción en Roma: el Papa Juan Pablo II beatificaba a Carmen Sallés y Barangueras. Su vida no resultó vacía, porque no se limitó a “pasar” por la vida, ni de las situaciones que veía a su alrededor. No se limitó a ser espectadora pasiva, sino que trató de comprender y procuró aportar en la medida de sus posibilidades. Aunque se sentía poca cosa, se dejó como instrumento en las manos de Dios. Muchas personas seguimos recordándola, porque nos toca muy de cerca, porque fundó la Congregación Concepcionista y, gracias a ella, miles de niños y jóvenes en el mundo –en Europa, en África, en América y en Asia– pueden acceder a la cultura, formarse como personas y ocupar un puesto en la sociedad. Y, sobre todo, son más conscientes de que la vida no se nos da para “pasar”, sino para vivirla a tope y derramarla a manos llenas en el cuenco vacío de otras manos extendidas, para que como la de M. Carmen llegue a ser tierra fecunda y dé mucho fruto. Hoy, 12 años después, a la espera de su canonización (de que sea declarada “santa” por la Iglesia), volvemos especialmente la mirada a ella en este aniversario para felicitarla y preguntarle: CARMEN, ¿QUIÉN ERES?... Ella da nombre a nuestro Colegio, ella preside -desde el tapiz de la escalera- nuestra vida escolar, a ella pedimos que interceda por nosotros cada mañana en la oración; ella nos mira con ternura y cariño desde su imagen aquí, en la Capilla; su estilo pedagógico está presente en nuestro Proyecto Educativo; ella es modelo de concepcionista para nuestras religiosas, ella ilumina la tarea educativa de nuestros profesores; ella, desde el Cielo, vela por nosotros… Carmen ¿quién eres?...: Mujer Los recuerdos de quienes la conocieron nos la describen de niña como alegre, simpática, ingeniosa, amable, obediente, con madera de líder… Como mujer: pausada y reflexiva, prudente y equilibrada, paciente y luchadora, muy moderada y sopesada en todo, suave pero enérgica. 1. “Cuando emprendía alguna cosa difícil, lejos de acobardarse, se la veía superar con fortaleza los obstáculos… Nunca la vi dejarse llevar por el desaliento”. 2. “Su cultura no era nada vulgar. Poseía los conocimientos que eran propios de una señorita de formación especial”. Voz en off: “Haz lo que haces y hazlo bien…” 1 3. “Carmen, con su dulzura y discreción favorecía nuestra inocencia y nos infundía sus espirituales inclinaciones… También nos corregía y castigaba cuando lo merecíamos. ¡Cuántas veces nos encontrábamos arrodillados ante la Virgen…! Sin necesidad de voces, con tan sólo su mirada, nos hacía arrepentirnos, le pedíamos perdón y, enseñándonos una estampa si nos portábamos bien, ya nos tenía a su disposición rodeándola y queriéndola…”. Nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios: “El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por Mí -dice el Señor-, la conservará” (Mt. 10,39) “Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo si no está unido a la vid; lo mismo vosotros si no estáis unidos a Mí… Os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto sea abundante y duradero” (Jn. 15, 4.16) Fragmento de canción: “Tú puedes ser más feliz” * Gracias, M. Carmen, porque acogiendo con responsabilidad los dones y capacidades que Dios te dio, los trabajaste y desarrollaste, y los pusiste al servicio de quienes te rodeaban. Presentamos como símbolo unas SEMILLAS. * Ayúdanos a ser conscientes de que no podemos guardar nuestros valores personales, porque nos empequeñecemos, y porque sólo alcanzan valor cuando se ponen al servicio de los demás. Que sepamos aprovechar todas las oportunidades que la educación nos ofrece para forjarnos como personas responsables y comprometidas en la transformación del mundo. Carmen ¿quién eres?...: Cristiana 1. “Pasaba largos ratos ante el Sagrario, ensimismada, de rodillas. Y en casa, cuando amanecían los demás, ya estaba ella arrodillada ante el Crucifijo de su habitación”. Voz en off: “Las cosas de religión y perfección no puede enseñarlas quien sólo las oyó o leyó, sino quien en sí mismo las ha practicado y ejercitado” 2. “Afable y risueña, practicaba la renuncia y la abnegación. Pero, con gracia, se las arreglaba para aparentar que no se sacrificaba”. 3. “Carmen era un alma grande, un espíritu formado según el Espíritu de Dios, un corazón lleno de bondad…”. Voz en off: “Sed aljibes que se llenan, por el estudio y la oración, de ciencia y virtud para después repartir” Sus hermanos evocarán la defensa de su vocación religiosa, nacida a los 10 años, a los pies de la Virgen de Montserrat, madurada al calor de la oración; y la discreción y sumisión que mostró -que le costó muchas lágrimas y ratos de diálogo con el Señor- ante la petición de mano que sus padres aceptaron para ella y que podía asegurarle un puesto importante en la sociedad. 2 Carmen confió en que Dios le mostraría lo que quería para ella. Voz en off: “Con la misma confianza que un niño se abandona en los brazos de su madre, así nosotros en la Providencia de Dios” Nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”-dice el Señor-… (Jn. 14, 6) Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn. 8, 12) “Os aseguro que cuanto hicisteis con uno de estos mis hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt. 25, 40) Fragmento de canción: “¿Por qué me has dado un corazón tan grande?” * Gracias, M. Carmen, por tu sensibilidad para con Dios, porque no viviste un cristianismo piadoso hacia dentro, sino comprometido con las necesidades que veías a tu alrededor, porque entendiste que el amor a Dios se manifiesta realmente en el amor al prójimo. Presentamos como símbolo una LUZ * Ayúdanos a descubrir a este Dios cercano manifestado en Jesús, que sólo desea nuestro bien y nuestra felicidad; que lejos de ser un estorbo, es el Apoyo más seguro, el Amigo más fiel, el Guía más experto en el camino de nuestra vida. Y que descubriendo este verdadero rostro de Dios, vivamos una fe comprometida que nos lance a sentir al otro como hermano y a colaborar en la construcción de un mundo mejor. Carmen ¿quién eres?...: Religiosa Su andadura en la vida religiosa, como adoratriz y dominica, contribuirá con su aportación a forjar la persona de la futura fundadora. Su paso como novicia adoratriz, supone para ella el enriquecimiento de su acusada devoción por la Eucaristía y el celo por la salvación de las almas. La misión apostólica que en este momento desarrolla, de recuperación de la mujer extraviada, influye decisivamente en su opción por la enseñanza. Voz en off: “Es mejor prevenir que curar. Hay que anticiparse al mal a fuerza de bien” En su etapa de dominica recibe una importante formación religiosa y adquiere amplia experiencia docente. Voz en off: “Para lograr buenos fines, son necesarios unos buenos principios” Aprende la importancia de la cultura en la mujer y que esa cultura es imprescindible como apoyo de la fe, para que no decaiga en sensiblería o superstición. Aprende que todo eso no puede hacerse con proyectos humanos, sino desde la actuación de Dios. Y así aparece ante ella la figura de María Inmaculada; ninguna mujer como ésta podía ofrecerle el modelo para formar a las demás a “imagen suya”; en María vio la obra de Dios expresada en pura gratuidad, 3 en plena anticipación a todo mérito humano; y vio también la respuesta sin condiciones y sin reservas. Voz en off: “En medio de nuestro jardín se levanta hermosa, alegre, María Inmaculada. Levantemos con frecuencia a Ella la mirada; nos dará luz y fuerza para educar a su imagen” Pero ¿qué ve M. Carmen en la infancia, que la lleva a preocuparse tanto por ella?: la fe la impulsa a descubrir un ser dotado de valores naturales y dones de gracia, a cuya salvación Dios mismo la llama a cooperar; la esperanza le hace confiar en sus posibilidades de crecimiento “en edad, en sabiduría y en gracia”; y la caridad la mueve a ver en los niños personas aptas para contribuir en el futuro a la construcción de un mundo más humano y más justo. Todo ello estará presente en el objetivo fundacional de la Congregación Concepcionista. Voz en off: “Hermanas, ¡qué feliz nuestra misión!... Somos depositarias y encargadas de lo que Dios más ama en este mundo, que es la niñez y la juventud” Fragmento de canción: “Vosotros sois mi regalo” Nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios: “La mies es abundante, pero los obreros son pocos -dice el Señor-. Rogad al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt. 9, 37-38) “El que acoge a un niño como éste en mi nombre, a Mí me acoge… Vuestro Padre Celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños” (Mt. 18, 5.14) * Gracias, M. Carmen, porque seguiste los impulsos de tu corazón, porque no apagaste con otras cosas superficiales la Voz que escuchabas en tu interior. Porque buscaste, confiaste y te dejaste guiar en este camino desconocido y nuevo que te condujo hasta fundar la Congregación Concepcionista. Encontraste así el sentido pleno de tu vida y tu puesto en la Iglesia y en la sociedad. Presentamos como símbolo el ESCUDO CONCEPCIONISTA. * Ayúdanos a abrirnos a la Voluntad de Dios sobre nuestra vida, a acoger su plan de amor sobre nosotros y a descubrir en él el camino de nuestra realización personal y de nuestra felicidad. Canción del musical: “Gracias” 4