PELIGRO POTENCIAL DE EPIDEMIA DE LA TRISTEZA DE LOS CÍTRICOS EN MÉXICO 6.1 ANTECEDENTES DEL VTC. Bar−Joseph et al. (1989), Lee and Rocha−Peña (1992) y Roistacher and Moreno (1991) señalan a la Tristeza como la enfermedad de los cítricos más destructiva a nivel mundial. Es originaria de Asia, de donde se dispersó a los principales países citrícolas del mundo por medio de plantas y/o material vegetativo infectado, estando presente hoy en día en la mayoría de las regiones citrícolas del mundo. Webber (1943) menciona que durante la última década del siglo pasado, cuando se desconocía la naturaleza de la tristeza, se atribuyeron al fenómeno de incompatibilidad los múltiples fracasos observados cuando se intentaba injertar naranja dulce y mandarinas sobre Naranjo Agrio. En Sudáfrica, en 1899 sucedía que mandarinos y naranjos injertados en Naranjo Agrio morían en 2 o 3 años, no ocurriendo así en aquellos injertados sobre Limón Rugoso. Más tarde, en Argentina, se describieron síntomas de una enfermedad observada en 1930 y a la cual se le denominó Pudrición de raicecillas, señala Carrera (1933) mencionado por Wallace (1978). Con base en los síntomas observados en una huerta afectada por dicha enfermedad en 1937, se sugirió que se trataba de una enfermedad virosa; en este mismo año la enfermedad se estableció en Brasil, donde se acuñó por primera vez el nombre de Tristeza (melancolía en Portugués) por el doctor Sylvio Moreira (1942) citado por Wallace (1978). La Dirección General de Sanidad Vegetal (2001) manifiesta que este virus fue diseminado a todas las zonas citrícolas del mundo desde finales del siglo pasado, pero sobre todo a partir de la década de los 30's. La razón de esto fue que los países importantes en cítricos colectaron material de germoplasma de China (centro de origen de los cítricos) para poseer variedades de producción durante todo el año, al conocerse sus propiedades vitamínicas. De esta manera y por el poco desarrollo de la virología se introdujo VTC en Argentina, Brasil, Florida y California en Estados Unidos, España, Italia y otras muchas regiones y países que hoy son principales productores. En el siguiente cuadro se presentan algunos de los lugares donde el virus se ha detectado, así como el año y el nombre que se le asignó. También se muestra la presencia del VTC (fig. 13), el cual se haya ampliamente distribuido en América del Sur, Centro América, el Caribe y América del Norte (USA). Cuadro 11. Aparición de VTC en los países citrícolas del mundo. PAÍS SUDÁFRICA FLORIDA ARGENTINA INDONESIA BRASIL GHANA CALIFORNIA URUGUAY VENEZUELA TEXAS, EUA ITALIA AÑO DE DETECCIÓN 1890 1909 1930 1937 1937 1938 1939 1945 1951 1954 1955 NOMBRE ASIGNADO INCOMPATIBILIDAD INCOMPATIBILIDAD PUDRICIÓN DE RAÍCES INCOMPATIBILIDAD TRISTEZA LIME DIEBACK QUICK DECLINE TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA 1 ARIZONA ESPAÑA INDIA TAIWÁN COSTA RICA HONDURAS EL SALVADOR PANAMÁ GUATEMALA BELICE PUERTO RICO 1956 1957 1959 1961 1982 1985 1991 1991 1991 1991 1992 TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA LIKUBIN TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA TRISTEZA 6.2 ETIOLOGÍA. Garnsey and Lee (1988) señalan a la tristeza de los cítricos como una enfermedad causada por un virus del grupo de los Closterovirus, con partículas en forma de varilla flexible que mide 12x2000 nm, las partículas tienen un sólo cordón de ácido ribonucleico (ARN). Tiene una gran variabilidad y se presenta en la naturaleza en forma de razas (variantes, cepas, aislamientos), mismas que varían en la patogenicidad que inducen en la combinación cultivar−patrón de que se trate. El virus se encuentra limitado al floema de los árboles infectados; sin embargo, también se ha detectado en concentraciones bajas en la corteza de tejidos jóvenes. Actualmente, según Roistacher et al. (1991) y Roistacher y Moreno (1991), se han detectado nuevas y devastadoras razas o aislamientos del VTC, las cuales representan una seria amenaza para todos los países productores de cítricos. 6.3 TRANSMISIÓN. El Virus Tristeza de los Cítricos (VTC), según Bar−Joseph and Lee (1989) y Lee and Rocha−Peña (1992), se transmite con relativa facilidad por injerto de yema y de tejido; por lo que su presencia en el campo, señalan Yokomi and Damsteegt (1991), se debe en gran medida al empleo de material de propagación proveniente de plantas infectadas. La diseminación posterior puede ser llevada a cabo por varias especies de áfidos de una manera semipersistente, entre los cuales sobresalen por su mayor eficiencia Toxoptera citricida K. y Aphis gossypii Glover, considerando al pulgón café de los cítricos (Toxoptera citricida K.) como el principal vector, capaz de transmitir hasta las razas agresivas que ocasionan picado del tallo y amarillamiento de plantas. De acuerdo con Bar−Joseph and Lee (1989), la transmisión por semilla no ha sido demostrada. 6.4 FISIOPATOLOGÍA Y SINTOMATOLOGÍA. Bar−Joseph et al. (1989), Yokomi et al. (1989) y Lee y Rocha−Peña (1992) consideran a la Tristeza como una enfermedad muy compleja, debido a que los síntomas dependen principalmente de la virulencia o agresividad del virus, de la especie injertada, edad de la misma, portainjerto, condiciones de clima, y la eficiencia del vector para transmitirla. González−Sicilia (1968) describe la fisiopatología y sintomatología del VTC, como sigue: El comportamiento fisiopatológico básico del VTC, consiste en la llegada del virus a la planta cítrica (ya sea por el áfido Toxoptera citricida K., o por material de propagación infectado), se moviliza en el flujo de savia elaborada, incrementa su volumen, y al pasar por los vasos liberianos de la corteza del tallo y llegar a la zona del injerto, si el patrón es susceptible (Naranjo Agrio, Macrophylla, entre otros), estos rechazan esa savia elaborada contaminada. Si la línea viral es débil, la planta deja pasar algo de savia y las raíces tienen un cierto abastecimiento, pudiendo sobrevivir con limitaciones nutricionales que manifiestan la tristeza. Si son líneas 2 fuertes o agresivas, se produce un verdadero rechazo con obliteración de los vasos conductores, producción de almidón, lo cual rompe el puente de nutrición de manera total y la planta desabastecida totalmente de nutrientes y agua por la falta de energía en las raíces, mueren en forma rápida sin manifestar tristeza. Del mismo modo, informa que la sintomatología en general está asociada a la muerte de las raíces de < 1 mm de diámetro (absorbentes); así, aparecen deficiencias, clorosis nerval y después generalizada, desecaciones de las ramitas de las puntas del follaje, floraciones y fructificaciones fuera de épocas y muy alternantes, encrespamiento vertical de hojas, reducción del tamaño de los frutos. En el caso de las líneas débiles que demoran el efecto, se produce una hinchazón en la zona del injerto por la parte de la variedad comercial, que si se corta la corteza, en el interior de ella aparecen unas hoquedades pequeñas, y en el leño del tallo aparecen como pequeñas agujas que representan las deformaciones del xilema por efecto del virus. Wallace (1978), Moreno et al. (1983) y Roistacher (1991) describen los principales síntomas de los árboles afectados por el VTC como se mencionan a continuación: 1) SÍNTOMAS EN ÁRBOLES SOBRE NARANJO AGRIO. Cambra et al. (1990) indica que la combinación de cualquier especie comercial de cítricos injertada sobre Naranjo Agrio es susceptible al VTC, la única excepción es la combinación de este patrón con limón (Citrus limon Burm.), el cual se ha observado que se infecta menos y son poco eficaces como focos propagativos de esta enfermedad. a) COLAPSO RÁPIDO. En el follaje se observa un marchitamiento repentino, similar al causado por la falta de agua; las hojas adquieren un color cenizo, se secan y caen gradualmente. Los frutos quedan adheridos al árbol hasta deshidratarse. El árbol muere en un lapso de dos a tres semanas. b) DECLINAMIENTO LENTO. Se presenta una abundante floración y amarre de frutos en árboles jóvenes, que pueden colorear prematuramente. Las nervaduras de las hojas se aclaran, amarillean y caen; esto sucede periódicamente debilitando al árbol y causando la muerte de ramas y acortamiento de brotes vegetativos, por lo que el tamaño de la copa se reduce. También, las raíces alimenticias mueren gradualmente y se presentan descortezamientos y pudriciones en todo el sistema radical. Un árbol así afectado tiene escaso valor comercial varios años antes de morir. Otro síntoma característico se detecta al levantar trozos de corteza de 2−3 cm de ancho en el punto de injerto con una navaja, en ellos se observan abundantes punteaduras en la cara interna de la corteza del Naranjo Agrio, síntoma conocido como panal de abeja. En el tronco del árbol se presentan prolongaciones agudas parecidas a las cerdas cortas y fibrosas de un cepillo. d) ÁRBOLES SIN DECLINAMIENTO. Son de apariencia normal, algunas veces presentan menor altura que los sanos, hinchazón arriba de la línea de injerto y punteadura en la corteza del patrón. Ello indica que el árbol está infectado por una raza débil del virus o que las condiciones ecológicas dificultan su manifestación. En esta situación, los árboles aparentan sanidad, por lo que difícilmente son detectables, permaneciendo como focos de infección. Su comportamiento suele ser inestable por lo que pudiera manifestar declinamiento y morir transcurrido algún tiempo. 2) SÍNTOMAS EN ÁRBOLES SOBRE PATRONES TOLERANTES. El síntoma más característico es la presencia de acanaladuras en la madera, que hacen que las ramas sean muy quebradizas y puedan romperse con facilidad por el viento. El follaje puede presentar síntomas de decaimiento y deficiencias nutricionales. Desde el punto de vista económico, los síntomas más importantes son la disminución de la producción y la baja calidad de los frutos, debido al tamaño pequeño y deformación de los mismos. La sensibilidad de las variedades comerciales a este tipo de daño depende de la virulencia de la raza del virus. Daños causados por el VTC a la citricultura mundial. PAÍS ARGENTINA ÁRBOLES PERDIDOS 16,000,000 3 BRASIL ESPAÑA VENEZUELA CALIFORNIA FLORIDA OTROS PAÍSES TOTAL 30,000,000 40,000,000 6,000,000 3,000,000 1,000,000 20,000,000 116,000,000 4