Desde el Aula Un cuaderno de trabajo sobre cultura, educación, arte y sociedad Link: http://desdeelaula.blogspot.com/2007/03/entrevista-ricardo-horvathsobre-tangos.html Martes 13 de marzo de 2007 Entrevista a Ricardo Horvath sobre "tangos malditos" Esos malditos tangos Apuntes para otra historia Colección Latitud Sur 196 páginas Ayer, lunes 12 de marzo, se acercó hasta la casa de la calle Lambaré para charlar al aire con Desde el aula el periodista y hombre de radio Ricardo Horvath. Aunque en la ocasión la entrevista versó sobre su recién salido libro Esos malditos tangos. Apuntes para la otra historia (Buenos Aires, Biblos, Colección “Latitud Sur”, 2006). Desgraciadamente, cuando el reportaje recién comenzaba a entrar en calor… ¡se cortó la luz en el barrio! En consecuencia la transmisión se interrumpió. Después de los insultos a las empresas privatizadas que vienen a ocupar el lugar de dios y las disculpas del caso, comprometimos a un muy amable y resignado Horvath para que volviera el lunes que viene. Mientras tanto les copiamos algunas de las palabras que nos dejó. Ricardo Horvath: - Lo que intenté con este volumen es instalar una polémica que en el mundo del tango prácticamente no existe. Así como en la economía, la política y el arte hay una historia oficial, y otra que permanentemente la desafía, así ocurre también con el tango. Esa historia oficial está emblematizada por autores como el poeta uruguayo Horacio Ferrer y el presidente de la Academia Argentina del Lunfardo, José Gobello, un individuo que cree que el lunfardo existe desde que él lo “inventó”. Gobello sostiene que no existen los tangos prohibidos, y Ferrer afirma que no ha habido tangos sociales y políticos importantes, más allá de dos o tres nombres que todos citan. Son enunciados que siempre me sorprendieron e intrigaron, porque para mí es por demás evidente que el tango ha estado enraizado desde siempre con el contexto social y político que lo parió y nutre. En los setenta publiqué algún artículo al respecto, después seguí acumulando material e ideas, hasta que me le animé al libro. El tango nació con una fuerte vinculación hacia el universo socio-político porteño, y se expandió más allá, hacia el interior argentino: hay muchas composiciones en Santa Fe y Córdoba surgidas en contrapunto con hechos propios de las políticas locales. (…) Por ejemplo, se conservan y conocen muchas piezas musicales del género alrededor de la figura del caudillo popular Hipólito Yrigoyen, y eso lleva a interrogarse acerca de por qué no ocurre un fenómeno similar con Juan y Eva Perón, y digo esto para retomar también esa idea de que no existen las prohibiciones en el tango. Y lo que finalmente han determinado algunos investigadores es que diversos funcionarios, a partir de la instauración de la llamada Revolución Libertadora, quemaron todas las partituras de tangos y milongas dedicados a homenajear las grandes figuras peronistas, e incluso destruyeron todas las matrices de los discos que encontraron en las grabadoras, por eso “no existen”. Para dar una idea podemos decir que “La descamisada”, de Enrique Maroni y Antonio Helei, que tiene una versión clásica interpretada por Nelly Omar, la dama de la foto de arriba, recién comenzó a circular en la década de los setenta en un disco que recogía el Primer Festival de la Canción Peronista. Alcanzamos a escuchar, a manera de presentación, una única canción. “Se viene la maroma” es un tango compuesto por Manuel Romero, Mario Battistella y Enrique Delfino en 1932, que en ese entonces, por razones que se pueden juzgar obvias, Francisco Canaro y su orquesta grabaron pero en una versión instrumental. Décadas más tarde, en 1988, Braulio López y José Luis Guerra, Los Olimareños, lo llevaron al disco. Su increíble letra dice: Se viene la maroma Cachorro de bacán Andá achicando el tren Los ricos hoy están Al borde del sartén. Y el vento del cobán El auto y la mansión, Bien pronto rajarán Por un escotillón. Parece que está lista y ha rumbiao La bronca comunista pa’ este lado. Tendrás que laburar pa’ morfar, Lo que te van a gozar Pedazo de haragán, Bacán sin profesión Bien pronto te verán Chivudo y sin colchón. ¡Ya está! No hay más que hablar. Se viene la maroma sovietista. Los orres ya están hartos de morfar salame y pan Y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán. Aquí ni Dios Se va a piantar El día del reparto a la romana. Y hasta tendrás que entregar a tu hermana Para la comunidad. Y vos que amarrocás Vintén sobre vintén, La plata que ganás Robando en tu almacén. Y vos que la gozás Y hacés el parisien Y solo te tragas El morfi de otros cien… ¡Pa’ todos habrá goma, no hay cuidao! Se viene la maroma pa’ este lao; El pato empezará a dominar… ¡Cómo la vamo’ a gozar! Pedazo de haragán, Bacán sin profesión; Bien pronto te verán Mangando p’al buyón. ¡Ya está! No hay más que hablar. Se viene la maroma sovietista. Los orres ya están hartos de morfar salame y pan Y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán. Aquí ni Dios Se va a piantar El día del reparto a la romana. Y hasta tendrás que entregar a tu hermana Para la comunidad. Segunda entrevista (19-03-2007) Ayer, lunes 19, Ricardo Horvath volvió a nuestro programa para completar el reportaje que habíamos comenzado la semana anterior. Para Desde el aula fue una charla por entregas, con suspenso incluido. El centro de la conversación estuvo dado por su libro Esos malditos tangos. Apuntes para la otra historia (Buenos Aires, Biblos, Colección “Latitud Sur”, 2006), que según su autor nos contó al aire se va a presentar el próximo viernes 30 de marzo en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo con entrada libre y algunos números musicales incluidos, como la voz de Patricia Barone. Que Horvath tiene mucho para decir sobre el universo tanguero se nota fácil; aquí van algunos extractos para ver si acuerdan con nosotros. Ricardo Horvath: -Casi desde su surgimiento las instituciones prestigiosas y los intelectuales que en ellas habitan intentaron regimentar sobre todo las letras de la música del tango, su lengua. La especialista Florencia Garramuño, por ejemplo, menciona una disposición del Ministerio de Marina, fíjense ustedes, que en 1929 prohíbe “Chorra”, “Qué vachaché” y “Esta noche me emborracho”, tres clásicos de Enrique Discépolo, que, aseguraban, podían infectar a los argentinos con sus “vulgaridades”. La iglesia integrista, diarios como La Nación y sus escribas siempre se las arreglaron para cargar contra los versos reos. Esas presiones terminan generando verdaderas malformaciones, como algunos músicos y compositores que, un tanto asustados, ceden a la presión y llegan a concebir e interpretar tangos con el “tú”, supuestamente culto y adecuado, en lugar del popular “vos”, una locura… La lista de aquellas “almas nobles” que intentaron destruir o “catequizar” al tango es bien larga. Leopoldo Lugones, por supuesto, el escritor católico Manuel Gálvez, tipos vinculados a la iglesia como Julio Meinvielle o Atilio Dell’Oro Maini, monseñor Gustavo Franceschi, Hugo Wast que llegó a ser ministro. (…) El gran Celedonio Flores se vio siempre muy afectado por tamaña cruzada, murió verdaderamente apenado por esta causa. Bueno, Flores hacía circular un volante con dos versiones de su obra “Mano a mano”; él llamaba “sin gomina” a la versión original y “con gomina” a la versión modificada al gusto de los censores; así que cuando alguien le pedía ese tango él le contestaba: “¿Cómo lo querés? ¿Con gomina o sin gomina?”, era su forma de burlarse con amargura de una disposición irracional. Horvath mencionó que Flores escribió además composiciones y poemas donde se encargó de fundamentar por qué había elegido la lengua que había elegido para sus composiciones, así lo hace en los versos rebeldes de “Por qué canto así”. Abrevando en lo mejor de la poesía lunfarda escribió también, en su propia defensa y en la de la lengua del tango, el poema “¿Qué no cante reo?”, aquí está: ¿Qué no cante reo? ¿Qué no cante reo?, Que pase a deshueso la viola encordada de mi inspiración. Que mande a baraja mis musas caneras, Mis paicas runfleras, mis pobres malevos, Y la encrucijada de mi callejón. ¿Qué no cante reo?, que deje el suburbio, Temeroso y turbio que me vio nacer. Que porque en el fondo de mi musa brava Siempre una garaba abandona al hombre Que la quiere tanto para no volver. ¿Qué no cante en reo? Que no glose el tajo Que de arriba abajo le cruza la cara al viejo matón. Que lleva su hombría la marca tajante Que es más denigrante que aquel costurón. Que deje tranquila a la pobre viejita. Que no haga sonetos para Milonguita Que no lo merece por mala y desleal. Que porque me ocupo de la vieja lora Que es la entregadora Que pica más alto en el arrabal. Que porque pretendo entronar al tango, Si según algunos es reo, guarango y bajo y procaz. Que si continúo cantando en lunfardo, El fragante nardo de mi poesía se marchitará. Y eso me lo decís vos, vos que sos mi amigo. ¡Que me querés tanto!, Que has sido conmigo tan noble y tan leal. Mirá, parece mentira, Te pido por lo que más quieras, Que me dejes solo con mis milongueras, Mis pobres malevos y con mi arrabal.