1.2. ESTADOS DE AGREGACIÓN DE LA MATERIA En física y química se observa que, para cualquier cuerpo o agregado material considerado, modificando las condiciones de temperatura, presión o volumen se pueden obtener distintos estados de agregación, denominados estados de agregación de la materia, con características peculiares. ESTADOS: 1 Estado sólido 2 Estado líquido 3 Estado gaseoso 4 Plasma 5 Condensado de Bose-Einstein 6 Otros estados de la materia Estado sólido Manteniendo constante la presión, a baja temperatura los cuerpos se presentan en forma sólida tal que los átomos se encuentran entrelazados formando generalmente estructuras cristalinas, lo que confiere al cuerpo la capacidad de soportar fuerzas sin deformación aparente. Son, por tanto, agregados generalmente rígidos, duros y resistentes. El estado sólido presenta las siguientes características: Fuerza de cohesión (atracción). Vibración. Tiene forma propia. Los sólidos no se pueden comprimir. Resistentes a fragmentarse. Volumen definido. Puede ser orgánico o inorgánico. Estado líquido Incrementando la temperatura el sólido se va "descomponiendo" hasta desaparecer la estructura cristalina alcanzándose el estado líquido, cuya característica principal es la capacidad de fluir y adaptarse a la forma del recipiente que lo contiene. En este caso, aún existe una cierta ligazón entre los átomos del cuerpo, aunque de mucha menor intensidad que en el caso de los sólidos. El estado líquido presenta las siguientes características: Fuerza de cohesión menor (regular) Movimiento-energía cinética. Sin forma definida. Toma el volumen del envase que lo contiene. No se comprime, en frío se comprime. Posee fluidez. Puede presentar fenómeno de difusión. Estado gaseoso Por último, incrementando aún más la temperatura se alcanza el estado gaseoso. Los átomos o moléculas del gas se encuentran virtualmente libres de modo que son capaces de ocupar todo el espacio del recipiente que lo contiene, aunque con mayor propiedad debería decirse que se distribuye o reparte por todo el espacio disponible. El estado gaseoso presenta las siguientes características: Fuerza de cohesión casi nula. Sin forma definida. Sin volumen definido. Se puede comprimir fácilmente. Ejerce presión sobre las paredes del recipiente que los contiene. Los gases se mueven con libertad. Plasma El plasma es un estado que nos rodea, aunque lo experimentamos de forma indirecta. El plasma es un gas ionizado, esto quiere decir que es una especie de gas donde los átomos o moléculas que lo componen han perdido parte de sus electrones o todos ellos. Así, el plasma es un estado parecido al gas, pero compuesto por electrones, cationes (iones con carga positiva) y neutrones. En muchos casos, el estado de plasma se genera por combustión. El Sol situado en el centro de nuestro sistema solar está en estado de plasma, no es sólido, y los conocidos tubos fluorescentes contienen plasma en su interior (vapor de mercurio). Las luces de neón y las luces urbanas usan un principio similar. La ionosfera, que rodea la tierra a 70,80 km de la superficie terrestre, se encuentra también en estado de plasma. El viento solar, responsable de las deliciosas auroras boreales, es un plasma también. En realidad, el 99% de la material conocida del universo se encuentra en estado de plasma. Aunque también es verdad que sólo conocemos el 10% de la material que compone el universo. Esto significa que el escaso 10% de materia que hemos estudiado, el 99% es plasma, o sea, casi todo es plasma en el universo. Es interesante analizar que los griegos sostenían que el universo estaba formado por cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Haciendo un símil, podríamos asignar un elemento físico a cada elemento filosófico: Aire - Gas Agua - Líquido Tierra - Sólido Fuego - Plasma Otros ejemplos de plasma son: el Sol, el fuego, los tubos fluorescentes, la aurora boreal. Al plasma se le llama a veces "el cuarto estado de la materia", además de los tres "clásicos", sólido, líquido y gas. Es un gas en el que los átomos se han roto, que está formado por electrones negativos y por iones positivos, átomos que han perdido electrones y han quedado con una carga eléctrica positiva y que están moviéndose libremente. En la baja atmósfera, cualquier átomo que pierde un electrón (p.e., cuando es alcanzado por una partícula cósmica rápida) lo recupera pronto o atrapa otro. Pero la situación a altas temperaturas, como las que existen en el Sol, es muy diferente. Cuanto más caliente está el gas, más rápido se mueven sus moléculas y átomos, y a muy altas temperaturas las colisiones entre estos átomos moviéndose muy rápidamente son lo suficientemente violentas como para liberar los electrones. En la atmósfera solar, una gran parte de los átomos están permanentemente "ionizados" por estas colisiones y el gas se comporta como un plasma. Condensando de Bose-Einstein Se ha visto que a medida de que la temperatura de la materia aumente el movimiento de las moléculas es mayor, y a la inversa ocurre exactamente lo mismo. Existe un mínimo, el cero absoluto (0 Kelvin = -273,15 grados Centígrados). En ese límite se llega a un punto dónde todo movimiento molecular de la materia se detiene. Algunos científicos han logrado llegar a enfriar materia a una temperatura muy cercana al cero absoluto, pero nunca han llegado al punto exacto. El problema es que para ver la materia se necesita luz (cómo es obvio), y la luz necesario para visualizar transfiere energía a la materia y aumenta la temperatura, por lo consiguiente también el movimiento molecular. Recientemente se ha observado un quinto estado de agregación de la materia: el condensado de Bose-Einstein. Este estado lleva el nombre de los que predijeron su existencia, Satyendra Nath Bose y Albert Einstein en 1922. No fue obtenido hasta 1995 por los físicos Eric Cornell, Wolfgang Ketterle y Carl Wieman, logro lo que les valió el Premio Nobel de Física en el año 2001. El condensado de Bose-Einstein se consigue a temperaturas muy cercanas al cero absoluto. Los átomos de la materia en este estado se superponen entre sí, es decir, se encuentran todos justamente en el mismo espacio físico dando lugar a un superátomo. Se trata de un estado de coherencia cuántica macroscópico.