CAPITULO 18 EL FUTURO Y EL DO Nadie es omnisciente a cerca del futuro pero una ojeada a la historia del DO y a la práctica actual puede ayudar a desarrollar una perspectiva de lo que podría suceder más adelante. Y lo que sucederá será emocionante, satisfactorio y estará lleno de retos. El ambiente cambiante El ambiente en el que operan las organizaciones es cada vez más turbulento dentro de esta era de competitividad comercial mundial, nacional y regional. Pero la paradoja es que esa competencia es parte de una mezcla rápidamente cambiante de competitividad e interdependencias. Las alianzas, los consorcios, las fusiones y las adquisiciones son muy comunes. La tecnología de la producción y de las comunicaciones está cambiando en una proporción exponencial. Además, la desubicación de las personas debido a las reducciones y reestructuraciones es desenfrenada. En forma simultánea, se da una profusión de nuevos negocios. No es probable que las estrategias de ayer funcionen en los lugares de trabajo de mañana. Parece evidente que, en gran parte, el viejo paradigma organizacional está muriendo. No funciona bien en este ambiente en surgimiento. Las organizaciones dirigidas en forma autocrática, de arriba hacia abajo, de jerarquías rígidas y generadoras de temor, están cediendo el paso a algo nuevo. El nuevo paradigma proclama que las organizaciones más innovadoras exitosas serán las que deriven su fuerza y vitalidad de actores de equipos adaptables y dedicados en todos los niveles y de todas las especialidades, no de la comnisciencia de la jerarquía. Las organizaciones cada vez serán más planas, con un personal central más reducido y con más delegación real en los grupos pequeños y las unidades. Las organizaciones de desempeño superior que se enfocan en el cliente y en el mejoramiento continuo de la calidad, que les asignan un valor elevado a los recursos humanos, la diversidad y los equipos de desempeño superior, serán la norma. El DO será un actor importante que ayudará a las organizaciones a cambiar a este nuevo paradigma y a mantenerlo, así como ha inventar paradigmas todavía más efectivos en el futuro. El futuro del DO es brillante, pero solo si el campo sigue evolucionando. He aquí algunas opiniones a cerca de esa evolución y de algunas de las contingencias a las que deberemos enfrentarnos. Puntos fuertes fundamentales del DO El punto fuerte y decisivo del DO es que los procesos a los que nos hemos referido en este libro son fundamentalmente sólidos. Esos procesos comprenden: una cuidadosa sintonización con las percepciones y los sentimientos de las personas; la creación de condiciones relativamente seguras para hacer que emerjan estos datos; hacer participar a las personas en el diagnóstico de los puntos fuertes y débiles de sus organizaciones, así como en el establecimiento de planes de acción para el mejoramiento; enfocarse en el equipo y en otras configuraciones interdependientes; rediseñar el trabajo de manera que sea más significativo y motivador; entrenar explícitamente a las personas hacia un modo de liderazgo de equipo de participación y abierto; y utilizar a terceras partes calificadas. Estas y otras características del DO han creado un proceso poderoso y perdurable para el mejoramiento organizacional. Un segundo punto fuerte fundamental tiene que ver con el medio político y gubernamental. El DO es altamente compatible con las estructuras y los procesos gubernamentales democráticos que están muy bien establecidos en muchas partes del mundo y que están surgiendo en muchas otras. De hecho, los enfoques del DO promueven los procesos democráticos y ayudan a mantenerlos. El tercero es que la práctica del DO se ha estado expandiendo durante las dos o tres últimas décadas, para crear una mezcla de atención a los procesos orientados a las personas y de atención al diseño del sistema humano—técnico. Cada vez más, ha tenido lugar una fusión de lo que, en la década de los setenta Frank Friedlander y L. Dave Brown llamaban enfoques “humano—procesales” y “tecnoestructurales”. Para ilustrar esta fusión, se puede ver el creciente empleo de organizaciones paralelas o colaterales en el proyecto de cambio en gran escala, muchos de los cuales implican una amplia utilización de la participación de los empleados en los programas de sistemas sociotécnicos (SST) y la utilización de practicantes del DO en el entrenamiento y el desarrollo de equipos autodirigidos. El cuatro es que casi en todas partes existe una imperiosa necesidad de ayuda para reunir a las personas apropiadas con el fin de que hablen en forma constructiva a cerca de aspectos organizacionales importantes y que desarrollen procesos para lograr que las cosas mejoren. Es evidente que el campo del DO va a desempeñar un rol muy importante y vital en un futuro predecible. El DO no va a desaparecer; no puede desaparecer. Si lo hiciera, sería reinventado con un nuevo nombre. Creemos que el DO solo se puede volver más fuerte y más efectivo debido a la evolución de la teoría, la investigación y las prácticas. EL FUTURO DEL DO Qué tan vasto y tan constructivo será el rol que desempeñará el DO en el drama que se está desarrollando, dependerá de un buen número de condiciones interrelacionadas. Aún cuando la mayor parte de las condiciones que vemos en general es favorable para el DO, también hay tendencias contrarias y / o incertidumbres. Esas contingencias tienen que ver con el liderazgo y los valores, los conocimientos sobre el DO, el entrenamiento en este, la naturaleza interdisciplinaria del DO, la difusión de la técnica, la práctica de integración, el redescubrimiento de la historia y el registro del presente. Liderazgo y valores Para que el DO florezca, es importante que la alta gerencia—directores ejecutivos, consejos de administración, altos ejecutivos, incluyendo al ejecutivo de recursos humanos—y los consultores del DO asignen un valor elevado al desempeño individual del equipo y de la organización, así como a los valores orientados a las personas. Como dice O’Toole, tal vez no exista una correlación necesaria, pero la gerencia puede elegir la opción de tratar de crear organizaciones que tengan objetivos tanto de rentabilidad como humanistas y de desarrollo. Parece que Estados Unidos se da una situación casi esquizofrénica, en la que algunos miembros de alta gerencia se muestran muy atentos a esta dualidad de objetivos y se interesan en ella, y otros solo se preocupan por los aspectos básicos y el precio de las acciones. Como dice George Strauss, algunos ejecutivos tienen una mentalidad de “acuchillar y quemar”. Casi todos los consultores del DO, como vimos en el capítulo 4, tienen una poderosa orientación hacia la efectividad organizacional, aunada a valores democráticos y humanistas. En 1980, Richard Hackman y Grez Oldham veían a las organizaciones contemporáneas frente a una “encrucijada en el camino”, tenían que elegir entre recorrer una de dos rutas. En la ruta uno, los trabajos deberían ajustarse a las personas, con individuos responsables y equipos que tuvieran una considerable autonomía, en la que se consideraría a las organizaciones “como lugares en los que las personas madurarían y aprenderían cosas nuevas”. Además, “los aspectos de la motivación y la satisfacción del empleado se considerarían en forma explícita cuando se inventaran y se pusieran en práctica nuevas tecnologías y prácticas de trabajo…” En la ruta dos, “las consideraciones tecnológicas y de ingeniería dominaría la toma de decisiones a cerca de cómo deben diseñarse los trabajos. El desempeño en el trabajo y la productividad de la organización estaría estrechamente vigilado y controlados por los gerentes…” Además, “la conducta deseada en el trabajo se provocaría y se mantendría mediante el empleo extenso y sofisticado de recompensas intrínsecas”. Añaden, con sarcasmo que en la ruta dos “la mayor parte de las organizaciones patrocinaría programas para ayudar a las personas a adaptarse a la vida en el trabajo, incluyendo procedimientos de los más sofisticados para ayudar a los empleados y a sus familias a enfrentarse a los problemas del abuso del alcohol y las drogas”. Cuando se publicó su libro, Hackman y Odham creían que muchas organizaciones estaban avanzando en forma vigorosa por la ruta dos y eso obviamente los inquietaba. Es de esperar que hoy en día cada vez sea mayor el número de organizaciones que avanzan por la ruta uno. Pero lo cierto es que han una encrucijada en el camino y que la gerencia, a menudo en forma inadvertida, hace una elección, en más decisiones grandes y pequeñas, acerca de qué ruta se debe recorrer. El proceso del DO arraigará y florecerá en proporción directa con la ocurrencia frecuente del conjunto dual de valores del que habla O’Toole, o hasta que los altos ejecutivos decidan recorrer la ruta uno, como la describen Hackman y Odham. Estas son decisiones que tienen un valor, pero deben ir unidas a habilidades firmes de liderazgo. Por habilidades firmes de liderazgo nos referimos a las nociones de Kotter de “establecer una dirección”, “alinear a las personas” y “motivar e inspirar”. Conocimiento acerca del DO Es probable que los grupos de la alta gerencia utilicen el DO hasta que estén conscientes del proceso involucrado y lo comprendan. Aún cuando el grado de este conocimiento sin duda están muy difundido, sospechamos que gran parte de el se encuentra registrado por la falta de una intuición experimental de lo que es el proceso. Los recursos universitarios, los talleres patrocinados por consultores y empresas de consultoría, el entrenamiento de laboratorio, los libros y artículos— estos métodos y otros, contribuyen a la información disponible para gerentes y ejecutivos. Es probable que las descripciones y explicaciones de subordinados y consultores desempeñan una parte importante. Nuestra impresión es que la noticia y frecuencia son engañosas sobre el campo del DO. Aún cuando no todos los artículos o las noticias acerca de una participación exitosa de los empleados, o de un programa de mejoramiento de participación, pueden entrar en detalles acerca de los orígenes de ese esfuerzo particular, muestra “lista de deseos” incluye más informes acerca de los principales componentes de los programas de mejoramiento y de la forma en la que empezaron. Por componentes principales nos referimos a aspectos como esa tercera parte que debe formar un quipo con un ejecutivo, a los métodos de recopilación de datos utilizados, a la formación de clases particulares de equipo, etcétera. Sospechamos que muchos de los esfuerzos exitosos de participación de empleados que reportan los medios tienen a personas y procesos del DO, así como a ejecutivos orientados a este como líderes e impulsores olvidados tras bambalinas. Talvez esto es parte de la “marginalidad” de los consultores del DO. En general, vemos la necesidad de la publicación más detallada de estudios de casos de los esfuerzos del DO-que incluya aciertos y errores—y del empleo de procesos del DO en combinación con otras estrategias de mejoramiento. Entrenamiento en DO La calidad del entrenamiento en DO en Estados Unidos parece ser de un nivel elevado si hojeamos los programas de estudios universitarios, la variedad de experiencias sobre entrenamiento del NTL, las ofertas de entrenamiento de varias organizaciones de consultoría y entrenamiento, así como la atención que se presta a los aspectos del DO en las conferencias de la Red de DO, la Academy of Manegement, la American Society for Training and Development, y otras organizaciones nacionales e internacionales. La experiencia de grupos-T ameritan una tensión especial. Parece que los gruposT, hasta cierto punto, han cedido el paso a otros métodos experimentales, que pueden ser una mezcla confusa. Como manifiesta Vaill, tales métodos experimentales, más y más …Se empezaron a utilizar cada vez más para demostrar algo al aprendiz, más que como métodos y escenarios en los que el aprendiz podría llevar a cabo la experimentación que la filosofía original de la educación de laboratorio declaró que era tan importante… Lo que era más significativo de todo, a cerca del entrenamiento de sensibilización, se había perdido en gran parte en los desarrollos posteriores. La creencia esencial de entrenamiento de laboratorio ya no es aparente en la comunidad de la educación experimental… Nosotros argumentaríamos que en el futuro habrá necesidad de una mayor disponibilidad de entrenamiento en grupos-T—como una intervención de entrenamiento, no como una intervención organizacional—en particular para los aspirantes a practicantes del DO y para los gerentes. Y no debemos pasar por alto la utilidad del entrenamiento en grupos-T para cualquiera o todos los miembros de la organización, incluyendo a los supervisores de primera línea. La acreditación y la revisión de los compañeros de la competencia en las habilidades del DO han languidecido. Durante algunos años hubo una acreditación implícita de algunos profesionales muy bien seleccionados, mediante el estatus de asociados del NTL Institute y después ese enfoque cambió a la acreditación a través del Certified Consultants International. Pero esta última organización no contaba con el apoyo que necesitaba y desapareció, aún cuando quedaron algunos grupos regionales de desarrollo profesional después de que cerró sus puertas. Por supuesto, es posible alentar a los clientes a buscar e indagar a cerca de las credenciales y la competencia. Ciertamente la obtención de una maestría o un doctorado, con una concentración en el DO, o la terminación de un curso en el NTL Institute son ejemplos de credenciales que sugieren un entrenamiento profundo. Naturaleza interdisciplinaria del DO El futuro del DO, hasta un grado considerable, está relacionado con otras disciplinas. Históricamente, como visión en el capítulo 3, el DO ha sido un campo altamente interdisciplinario y ecléctico. Se ha desarrollado a partir de la teoría, la investigación y la práctica en psicología social, educación para adultos, desarrollo comunitario, teoría de sistemas generales, terapia familiar de grupo, antropología, filosofía, consejo, psiquiatría, administración general, trabajo social, administración de recursos humanos, administración de conferencias de asistencia numerosa y otros campos. ¿Los eruditos y practicantes están estudiando con energía esos primeros campos de contribución para ver que más está surgiendo que pudiera ser útil? ¿Hay otros conjuntos de conocimientos que se deberían investigar?. Desde luego hay mucho que aprender de campos como la diplomacia internacional, la mediación de disputas (incluyendo mediación en casos de divorcio), el arbitraje y la arquitectura. De manera histórica, ha retenido lugar una influencia recíproca entre estos campos y el DO. Sin duda, debería ser mayor. Difusión de la técnica Las técnicas de los enfoques del DO se han difundido ampliamente en la sociedad, por lo menos en el escenario estadounidense y canadiense, en muchas partes de Europa, Asia, Australia, Nueva Zelandia, Latinoamérica y en muchos otros lugares. En gran parte, esto es un desarrollo positivo, porque demuestra que cada vez se percibe más los procesos del DO como algo de gran valor. También es un cumplido para los profesionales de este campo, incluyendo a entrenadores, investigadores y autores del DO. Sin embargo, hay cuando menos dos problemas que talvez estén acechado en las márgenes de esta amplia difusión de la técnica. Uno es que las técnicas quizá se están utilizando sin una comprensión suficiente de sus bases teóricas, de investigación y / o históricas. Las consecuencias pueden ser una mala aplicación y, por ello, un cinismo y una resistencia innecesarios de parte de los clientes. El otro problema es la posibilidad de una difusión gradual del campo del DO a otras especialidades, con la resultante pérdida de su integración de valores, teoría, investigación, historia y práctica. Esto no es un problema de semántica, sino un problema potencial de pérdida del enfoque—de los valores esenciales del DO, de lo que se debe enseñar y lo que se debe aprender, así como de la forma de comunicar los aspectos básicos y las sutilizas del campo. Si el DO se convierte en cualquier cosa o en todo, ¿qué es entonces?. Por ahora, personas de toda clase de disciplinas y ocupaciones han estado expuestas a un entrenamiento en DO y / o a las intervenciones del DO. Contadores, ingenieros, psiquiatras, maestros, enfermeras, abogados, médicos, especialistas en gubernamentales computación, y de servicios gerentes sociales, y empleados personal en militar, agencias contratistas, tripulaciones de aeronaves-la lista es interminable- han estado expuestos a los conceptos y /o las experiencias del DO. En general, todo esto ha sido para bien. ¿Pero acaso existe el peligro de que algunas personas estén utilizando el DO sin comprender, por ejemplo, la importancia de los diagnósticos apropiados y de una colaboración con el sistema cliente, así como de la cuidadosa selección de intervenciones apropiadas? ¿Existe el riesgo de que las técnicas del DO se estén utilizando para manipular a las personas con fines no revelados y exclusivamente egoístas? La respuesta a ambas preguntas es “probablemente”. Talvez las soluciones radican en la disponibilidad y el apoyo de un entrenamiento e investigación de calidad en el DO, así como en la cuidadosa selección de los consultores. Otra solución parcial podría indicar comprensión del proceso del DO, de manera que los participantes mismos actúen como un freno en los esfuerzos mal dirigidos o imprudentes. Mientras hay menos misterios, y apertura y comprensión acerca del DO, será mejor. Práctica integrante Ciertamente, para cualquier persona sería un reto desarrollar habilidades en todas las intervenciones que hemos descrito en este libro y también adquirir habilidades en otras especialidades. Sin embargo, existe una necesidad apremiante, por lo menos en Estados Unidos, de combinar las habilidades del DO con el creciente número de vastas intervenciones estructurales y, además, conceptualizar dichas integraciones e investigar a cerca de ellas. Nos referimos en particular a los programas de administración de calidad total (TQM), calidad de vida en el trabajo (CVT) y reingeniería. El énfasis en los equipos dentro de los programas de TQM y CVT hace que el DO sea una pareja natural en estos esfuerzos. La ausencia de un énfasis en los esfuerzos de reingeniería hace que la combinación con el DO sea menos probable, pero no menos necesaria. Ha ocurrido una importante conceptualización en relación con esta integración. Por ejemplo, Roberts Golembiewski, Ben-Chu Sun y Warner Burke han escrito acerca del DO y la CVT. Dan Ciampa, Marshal Sashkin, Kenneth Kiser, Edward Lawler, Susan Mohrman y Gerald Ledford, además de otros han hecho contribuciones en la integración teórica y aplicada de la TQM y el DO. Pero es necesario ampliar estos trabajos. Es deseable que los practicantes del DO estén tan bien informados como sea posible acerca de tales intervenciones estructurales e integraciones. Al mismo tiempo, creemos que resulta esencial que los expertos en los aspectos tecnológicos de estos campos se encuentren bien informados acerca del DO. Un arreglo ideal podría ser que los profesionales del DO se unan a esos expertos en equipos de consultoría. Ya está sucediendo aunque no se sabe hasta que grado. Es obvio que esto requiere que dichos equipos le presten una tensión considerable a la formación de sus propios equipos y al trabajo en equipo. Como una extensión de esas ideas existe la necesidad de una cenceptualización adicional a cerca del cambio de sistemas en gran escala. Como dice Warner Burke: Nos encontramos en el umbral de un paradigma de la administración efectiva del cambio organizacional en gran escala, estamos empezando a comprender con mayor claridad cuales son las palabras primordiales para iniciar y llevar a cabo el cambio organizacional, palancas como la cultura, los valores, los actos del liderazgo clave (proporcionar una visión y un sentido claro de dirección), el sistema de recompensas los programas administrativos y ejecutivos. En breve, el campo del DO está más cerca del refinamiento de dicho paradigma, pero la jornada debe continuar. Redescubrimiento y registro de la historia La historia del DO es indispensable para conservar y mejorar las intervenciones y los enfoques efectivos del mismo. Por ejemplo, como ya lo hemos analizado, en la actualidad numerosos practicantes están redescubriendo la utilidad, en algunas circunstancias de “reunir a todo el sistema en una habitación” y se están basando en esta historia. El conocimiento y el descubrimiento acerca de esto datan por lo menos de la década de los cincuenta. Como otro ejemplo, algunos practicantes contemporáneos están descubriendo que, por una diversidad de razones, un esfuerzo de cambio exitoso en una organización puede quedar sofocado por fuerzas en otras partes del sistema. El conocimiento sobre esto data por lo menos de la década de los setenta y probablemente de antes. Jyotsna Sanzgiri y Jonathan Gottlieb comentan que “habrá un resurgimiento de la necesidad de comprender más aquello en lo que se interesaban los fundadores del campo del DO: estructuras de participación, toma de decisiones basadas en la investigaciónacción, enfoques a largo plazo para la administración, así como procesos para la renovación y el cambio organizacionales”. Hay partes de la historia del DO que están en peligro de perderse para siempre, aunque es probable que algunas de ellas se reinventarán de vez en cuando. Estamos convencidos de que hay cientos de intervenciones diseñadas por consultores del DO que han tenido un gran éxito en aplicaciones particulares y que, tal vez, se utilizaron de nuevo dos o tres veces más cuando ocurrían circunstancias similares, pero que nunca se registraron ni se publicaron. Es de una importancia primordial enfocarse en el vasto proceso fundamental de la investigación-acción participativa, sin embargo, las técnicas de investigación son muy importantes para el “maletín de instrumentos” del participante del DO. Estamos argumentando a favor de la clase de publicaciones de “centros de distribución”, similares en su enfoque a las que ha utilizado la University Associates en relación con las técnicas de entrenamiento de grupos. El libro de Fordyce y Weil Managing WITH People, fue una contribución muy importante en los primeros años del DO. Las elaboraciones acerca del contexto en el que se podrían utilizar dichas técnicas, tal y como las proporcionan las descripciones de Fordyce y Weil, acerca de “beneficios”, operacionales”, serían inapreciables. Comentarios finales “limitaciones” y “sugerencias Habrá un potencial enorme y grandes oportunidades para el movimiento del DO en el futuro. Las organizaciones en todo el mundo necesitan la ayuda que solo pueden proporcionar intervencionistas altamente capacitados, que utilicen enfoques orientados a las personas y a la investigación- acción. El futuro del DO será brillante siempre y cuando se continúe el trabajo arduo y de alta calidad del pasado, y a condición de que los líderes principales no vuelvan a las prácticas autocráticas en tiempos de grandes turbulencias o de crisis. Aún falta por realizar un trabajo difícil que ofrece incontables retos, pero que también será divertido, ameno y que ofrecerá muchas recompensas al trabajar con las personas para que sus organizaciones tengan más éxito y sean más satisfactorias. ¿De que trata el DO? El DO en realidad trata de que las personas se ayuden unas a otras para despertar el espíritu humano y la capacidad humana en el ambiente de trabajo.