ACTO EN EL AYUNTAMIENTO DE San Leonardo de Yagüe PALABRAS DE Maria Eugenia Yagüe Martínez del Campo Señor Alcalde, Corporación Municipal, familiares, amigos burgaleses y sorianos que nos honráis con vuestra presencia, y vecinos de San Leonardo de Yagüe. Cuando el 21 de junio, la Hermandad de Alférez Provisionales vino a este pueblo, a rendir un homenaje al General Yagüe, en mis palabras de agradecimiento dije que, contemplando la grandiosa labor que mi padre había realizado en su pueblo, me consideraba incapaz de construir una sola frase con mis propios elementos. Hoy en esta Sala de Sesiones, donde debatís y confrontáis opiniones para buscar soluciones a los problemas de nuestro pueblo, ante ti, Alcalde, la máxima representación municipal, y ante vosotros concejales, y de una manera especial, ante los vecinos de San Leonardo, esta dificultad aumenta, por eso os pido que disculpéis si, la lectura de mis palabras, no la hago con la serenidad y solemnidad que el caso requiere. En febrero de 1967, cuando los concejales del Ayuntamiento de Burgos me dieron, con su voto, la oportunidad de ocupar un escaño y ser concejal de dicho Ayuntamiento, en mis palabras de agradecimiento dije, y no fueron palabras de falsa humildad, que era consciente de que si en aquellos momentos ocupaba un escaño era porque, en mi persona, habían querido rendir un homenaje a la memoria de mi padre, y reconocí que aquello me enorgullecía Y en aquel acto tan entrañable, como este que hoy estamos viviendo, tuve que recurrir al archivo de mi padre y entresacar uno de sus discursos, el más idóneo para aquel acto, fue el que pronuncio con motivo de la concesión de la Primara Medalla de Oro de la ciudad de Burgos en el año 1944. Un discurso que, 59 años más tarde, sigue teniendo actualidad y goza de pleno vigor, por ello me vais a permitir, mi querida corporación municipal, que os lea un pequeño párrafo del mismo: “Tenéis que proceder –recomendó el General a los ediles- sensata pero valientemente, con decisión, porque la obra es de suma transcendencia y tendréis que resolver problemas de alguno dificultad, mas no tan difíciles en el fondo como pudiera parecer superficialmente analizados “ Y continuaba mi padre así: “Yo me permito aconsejaros que, en estos momentos, pongáis todo el amor y todo el cariño que tenéis a Burgos; amor y cariño que lleva consigo un sacrificio, porque el que no esta dispuesto a sacrificarse por un ideal, no lo quiere. El que dice que quiere a Burgos y no esta dispuesto a trabajar por ella y poner todos sus afanes , su entusiasmo, podrá quererla a su manera, pero es un cariño egoísta, es un cariño el que tiene a Burgos, porque en ella encuentra una manera de vivir cómodo, agradable y acogedora, pero el que tiene el orgullo de pertenecer a esta ciudad , debe de estar dispuesto para trabajar y a sacrificarse por ella, dejando incluso convenientes personales en bien de la población de sus amores, y si alguno siente que su animo flaquea, o que su cuerpo se fatiga, que deje el paso franco, porque no podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo.” 1 Si, por un milagro de la intervención divina, el General estuviera hoy entre nosotros, yo no dudo que repetiría estas mismas palabras, en alusión a San Leonardo, ante los actuales concejales del entrañable rincón soriano que le vio nacer. Por ello, retomado aquel mismo espíritu, os ruego encarecidamente, como la ultima vecina de este pueblo, que no regateéis ni esfuerzos, ni ilusión, ni sacrificio; porque sinceramente os digo que de todos los cargos que se puede ostentar en la vida política, con gran diferencia el mas bonito, el de mayor entrega, porque estas constantemente a pie de obra, es el de ser alcalde o concejal de tu pueblo. Por eso también os digo que en este momento, siento de vosotros una cierta envidia. Abusando de vuestra amabilidad, me vais a permitir, que aproveche este acto para comentar en voz alta mi experiencia personal. Por supuesto, mi vida ha sido y es intensa, y desde luego nada fácil, pero, al igual que el acero se templa en las gélidas aguas y el fuego, la persona se hace venciendo dificultades. Existe un fenómeno en la sociedad de todos los tiempos, algo que los sociólogos llaman” la rebelión de los enanos” y cuyo cometido es distorsionar la vida normal de las personas. Su política es la coacción, el chantaje y las presiones, porque carecen de razones para defender sus propuestas. Estos enanos se reproducen con gran facilidad, pero cada vez son mas enanos. El mejor antídoto para fumigarles es la conducta recta e intachable, la fortaleza en las convicciones, y de eso sabemos mucho los nacidos o pacidos en estas tierras. Los que de fuera venis hoy, muchos de mi querido Burgos, os decimos, que esta tierra , aun siendo de clima frio, alberga a gentes entrañables. Aquí como símbolo de nuestros ser, se yerguen nuestros pinares, y nuestros pinos como nuestras gentes, mueren erguidos, puestos en pie. Vivimos en democracia y los partidos políticos son uno de los pilares donde se asienta. Pero a la hora de reconocer públicamente el buen hacer, la trayectoria intachable, y el cariño de los gobernantes-como el que mi padre tuvo a su pueblo y a sus gentes-la disciplina del partido y la ideología política deben quedar aparcadas. Es posible que yo haga esta afirmación tan categórica porque he nacido y he crecido en el seno de una familia donde me enseñaron que los valores humanos están por encima de cualquier otro concepto, por muy noble que sea esta; que la persona debe ser el vértice y el eje de cualquier actuación, y que aquella nunca debe ser ensombrecida ni por motivos político, ni por ninguna otra razón, porque debemos tener en cuenta que el ser humano es el único que es capaz de cambiar el rumbo de la Historia El General ayudo a quien necesitaba ayuda, sin mirar si pensaba en azul, en rojo o en amarillo, y esta manera de ser y de actuar es lo que le ha hecho pasar, especialmente en su pueblo, los umbrales de la Historia, como un hombre que, tras ganar una guerra, gano mucho mas la paz, predico con el ejemplo la hermandad entre los españoles. Este homenaje, no podía ser de otra manera, es también extensivo a Doña Mari, y que me vais a permitir que, sobre ella cuente una experiencia personal . 2 Una de las cualidades que tenia mi padre, y que debería ser condición “sine qua non” de todo político, es la visión de futuro, si a esto le añades que el general debería percibir que su vida iba a ser corta –como así lo fue- querida hacer muchas cosas en muy poco tiempo. No siempre es fácil que la sociedad comprenda las nuevas innovaciones y, por supuesto, San Leonardo no tenía porque ser la excepción. Recuerdo que, todos los jueves del año, ya hiciera frío o calor, veníamos a San Leonardo, y a la vuelta yo vivía siempre la misma escena, una escena que, a mis ocho años o diez , debo que reconocer, que no encendía . Mi padre, se quejaba de la falta de comprensión de su pueblo, cuando el quería darle, a velocidades de vértigo, todo lo mejor. Mi madre callaba, y esos silencios, eran los que yo no comprendía. Pero infalible, en todos los viajes, al llegar al confín de las dos provincias, esas lamentaciones de incomprensión, se transformaban en el “voy hacer”, “voy a llamar””tengo que conseguir esto o aquello para mi pueblo” y, en este momento, el silencio de mi padre se rompía y compartía con el, el mismo entusiasmo, todos los proyectos, ilusiones e iniciativas para San Leonardo. Por eso creo que lo mejor que se puede decir de doña Mari es que mi padre tuvo la suerte de tener a su lado una mujer, con las cualidades extraordinarias de mi madre, que quiso a esta tierra y a sus gentes como algo suyo, hoy contemplamos, con gran satisfacion, que sus desvelos son correspondidos con creces. Por eso hemos considerado los Yagües y los Monteros Rios, que el mejor regalo, como prueba de nuestro agradecimiento a que el MEDALLON este en un sitio digno, es una reproducción del PRIMER TITULO DEL MARQUES DE SAN LEONARDO DE YAGÜE, titulo que fue concedido a don Juan Yagüe Blanco, y a mi no me cabe la menor duda de que, en dicha concesión, tuvo que ver mucho la labor que el General hizo en su pueblo Y termino mis palabras con este convencimiento, diciendo que si alguien quiso a su pueblo sin desmayos, esos fueron el General y Doña Mari, como cariñosamente les llaméis los vecinos de San Leonardo San Leonardo de Yagüe 15 de octubre de 2003 3