TEXTOS COMENTADOS PARA SELECTIVIDAD_NIETZSCHE «Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin en niño […] ¿Qué es pesado? Así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien […] ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? […] Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y ser señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? “Tú debes”, se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice “yo quiero” […] Crear valores nuevos tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león […] Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí […] Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño». (F. NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, Madrid, Alianza, 1984, pp. 49-51). ESQUEMA DE RESPUESTA. Responde a la primera cuestión del nuevo modelo de examen en su triple contenido: a) Situación del autor en su época; b) Indicación del tema o problema abordado en el texto; c) Exposición de las ideas principales, Mostrando las relaciones entre ellas, y Explicándolas El alumno debe responder en este mismo orden las cuestiones de esta pregunta. Situación del autor en su época Indicación del tema del texto Nietzsche expone en el texto el proceso de transformación que ha de experimentar el hombre parara que quede superado y aparezca el superhombre. Exposición de las ideas principales 1. La transformación del espíritu es triple y progresiva: el espíritu se convierte en camello, el camello en león y, finalmente, el león en niño 2. Inicialmente, a semejanza del camello, el espíritu adopta una actitud sumisa y paciente (se arrodilla): 2.1. carga con un deber impuesto que le obliga a renunciar a ser sí mismo, 2.2. despreciando sus propia cualidades (humilla su soberbia) y sabiduría (exalta su necedad) 2.3. (para ser valorado y aceptado) 3. Cansado de esta carga, el espíritu sumiso/camello se transforma en león que hace frente al deber impuesto y quiere conquistar su libertad y ser dueño de sí mismo, 3.1. Al ‘tú debes’ opone el ‘yo quiero’; 3.2. Manifiesta su voluntad de ‘libertad para crear’, 3.3. Pero aun no puede crear valores nuevos 4. Finalmente, para poder crear los nuevos valores que el león no puede, éste ha de convertirse en niño que Julián López Camarena. Texto comentado de Nietzshe. 1 4.1. Desde su inocencia, es un nuevo comienzo, un ‘santo decir sí’, capaz de un juego creativo de nuevos valores. Relación de las ideas entre sí La primera idea expone las tres transformaciones del hombre/espíritu que se han de dar sucesiva y progresivamente para que, superado, aparezca el superhombre. La segunda, tercera y cuarta ideas constituyen la explicación de esas transformaciones respectivamente y pone como cada una de ellas ha de llevar inevitablemente a la otra, hasta que la vieja moral de esclavos y el hombre viejo den paso al hombre nuevo, capaz de decir sí a la vida y crear los nuevos valores que realicen la nueva moral de señores. Explicación de las ideas En la filosofía del tercer período Nietzsche abandona su interés por la metafísica y se interesa únicamente por los valores morales. Por eso elige la figura de Zaratustra como símbolo de actitud vital fundamental. Zaratustra (s. VII a. C.), reformador de la religión iraní, insistió más que nadie en la contraposición bienmal, pero para Nietzsche representa la superación de esta oposición y la posibilidad de ir más allá, superando la moral. Zaratustra viene a decirnos que la vida, el ser humano, son "voluntad de poder", que debe ser entendida como voluntad de ser más, de superarse, lo que en el plano de la moral debe entenderse como voluntad de crear valores nuevos y de aniquilar los anteriores valores. En los fragmentos póstumos la voluntad de poder adquiere una dimensión cósmica: «el mundo es un mar de fuerzas tempestuosas que se agitan y transforman desde toda la eternidad y vuelven eternamente sobre sí mismas en un enorme retorno de los años». Esta visión vitalista del cosmos, opuesta a la cosmología mecanicista, le aporta otra de las ideas clave en su filosofía, el eterno retorno, y le sirve para afirmar que no hay más mundo que éste, negando así el "trasmundo" platónico y el "otro mundo cristiano". Toda huida a otro mundo es una pérdida de la realidad, hay que permanecer fieles a la tierra. El eterno retorno toma así un sentido axiológico (valorativo) y se convierte en la fórmula de la fidelidad a la tierra, del sí a la vida y al mundo que pronuncia la voluntad de poder. El eterno girar simboliza que este mundo es el único mundo (un tiempo lineal conduce a "otro" mundo) y expresa que todo es bueno y justificable (puesto que todo debe repetirse). Un mundo que da vueltas sobre sí mismo y no avanza — como una peonza— es la imagen de un alegre juego cósmico, de una canción de aceptación de sí mismo, de bendición de la existencia y del deseo de que todo sea eterno: «el amor fati (amor al destino); el no querer que nada sea distinto, ni en el pasado, ni en el futuro, ni por toda eternidad». El sí a la vida exige una transvaloración de los valores, que termine con la moral vigente, fruto de un espíritu enfermo y decadente. Hay que recuperar la inocencia primitiva y estar más allá del bien y del mal. Esta es la tarea reservada al superhombre. Significa un nuevo ser humano, pero no en el sentido biológico, racial, sino un tipo moral. En el Prólogo de Así habló Zaratustra se limita a anunciarlo, contraponiéndolo al «último hombre», es decir, «al hombre más despreciable, al incapaz de despreciarse a sí mismo». La forma en que aparecerá el superhombre no es algo que explique; hay que entender que lo traerá el eterno retorno, como el inocente ser humano primitivo que, con la inocencia de un niño, está más allá del bien y del mal, posee el poder de crear valores, de vivir fiel a la tierra. En cualquier caso, Nietzsche presenta al superhombre como el fruto de «tres transformaciones»: «cómo el espíritu se convierte en camello, el camello en león, y el león, por fin, en niño». El camello se arrodilla para cargar con el peso que le arrojará el gran dragón «¡Tu debes!». Pero entonces el espíritu se transforma en león que quiere conquistar su Julián López Camarena. Texto comentado de Nietzshe. 2 libertad, arrojar los antiguos valores y poder decir: «¡Yo quiero!». Pero todavía no es capaz el león de crear nuevos valores. Para eso hace falta que el espíritu se transforme en niño: «Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. […] para el juego del crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo…» (Así habló…, I, De las tres transformaciones). El superhombre, por tanto, posee la inocencia del niño, está más allá del bien y del mal, es «el primer hombre» —un nuevo comienzo en el eterno retorno— posee el poder de crear valores, vive fiel a la tierra... En resumen, el superhombre no es sino la encarnación de todo el mensaje de Nietzsche. No es un personaje terrible: es un niño. Traduce un fragmento de Heráclito que Nietzsche no se cansa de citar, explícita o implícitamente: «El tiempo es un niño que mueve la piezas del juego: ¡gobierno de un niño!» (Fr. 52). La condición de la aparición del superhombre es la muerte de Dios. El tema aparece ya en Lutero y en Hegel, pero en ambos tiene solo un significado transitorio: es el símbolo de la superación de la muerte misma por resurrección (Lutero), o de la superación de la negatividad en la síntesis final del Espíritu absoluto. Para Nietzsche, el concepto "Dios" representa la antítesis de la vida y la negación de la inocencia del ser humano. Por ello la muerte de Dios y la destrucción del cristianismo, como expresión de toda la cultura decadente, son la condición negativa de la aparición del superhombre. Julián López Camarena. Texto comentado de Nietzshe. 3