Veía tanto en Ismael García un referente político que, como él, saltó la talanquera y se puso al lado de los represores del pueblo. Con los votos de los chavistas, Paraqueima fue electo como alcalde de la población de El Tigre, estado Anzoátegui, pero rápidamente traicionó a sus electores y optó por una violación sistemática de los derechos humanos. Contra Paraqueima reposan en la fiscalía 24 imputaciones por responsabilidad en actos violentos. Los grupos policiales que actuaban bajo el mando del entonces alcalde, tenían calaveras “adornando” su uniforme. En el año 2008, sus bandas y las del concejal José Brito, perpetraron una brutal agresión contra una patrulla de asfaltado de PDVSA y contra un reportero gráfico que cubría los hechos. Tres años antes, el entonces alcalde había roto a mordiscos la oreja a un concejal del MVR. Los habitantes de El Tigre recordarán también la brutal agresión contra las familias del callejón Berruecos, cuando los funcionarios de la Alcaldía desalojaron a las personas, entre ellas mujeres y niños, y demolieron sus viviendas con los enseres adentro. A juzgar por su propensión a la violencia, Paraqueima parecería salido de una película de Tarantino, aunque, en el fondo, su celebridad quisiera alcanzarla no tanto como actor, sino como futuro presidente de la república. Se quedará con las ganas, porque poco se puede conseguir con alguien como él, el Ismael García del estado Anzóategui. PD: Al cierre de esta edición, Ernesto Paraqueima fue inhabilitado políticamente. Como por arte de magia, su candidatura la cedió a su padre Jesús Paraqueima. Al parecer, entre los candidatos de la oposición, todo queda en familia. Ernesto Paraqueima alias Los camaleones de Ismael