HACIA UNA NUEVA HACIA UNA NUEVA MONUMENTALIDAD MONUMENTALIDAD

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HACIA UNA NUEVA MONUMENTALIDAD desde la recuperación del patrimonio racionalista como parte del medio construido
Cristina del Bosch Martín |Máster en Arquitectura, Rehabilitación y Patrimonio Histórico, IAPH | Doctorando, Univ. Sevilla | Asistente honorario en ETSA, Univ. Sevilla (2013-14)
RESUMEN:
…hemos construido más que todas las generaciones anteriores juntas, pero en cierto modo no se nos recordará a esa misma escala. Nosotros no dejamos pirámides…
(Koolhaas, 2007:7)
Dentro de los denominados Principios de la Ciudad Humana1 se definía la liberación del individuo y su realización personal como parte del origen de
una ciudad. Luego, la ciudad material, la ciudad edificada debe estar equipada de tal manera que facilite esta liberación en las mejores condiciones
posibles, dados el lugar y la época (Le Corbusier, 1999:26). De esta forma, podemos destacar el lugar físico (natural o construido), el carácter
cultural – social y el valor socioeconómico como elementos de la definición de la ciudad como objeto.
Para conocer ¿qué tipo de ciudad queremos crear? necesitamos saber qué realidad social representa, es decir, qué momento histórico reflejan los
diferentes elementos que la forman porque cada época tiene su estilo de estar insatisfecha del mundo. Y cada insatisfacción consciente respecto al
mundo encierra el germen de una cultura (Sloterdijk, 2001:65). Si nos centramos en la primera mitad del siglo XX, podemos ver que el reflejo de
estas insatisfacciones dio lugar a la arquitectura racionalista, con un lenguaje específico que reaccionaba ante una época compleja. En este
momento, algunas de estas obras indudablemente destacables se encuentran dentro de zonas urbanas abandonadas, demandando una estrategia
común de recuperación patrimonial equivalente a la utilizada para el patrimonio histórico declarado, pero que les permita una reintegración como
elementos autosuficientes.
La ciudad como lugar físico
físico está formada por la unión indisoluble de dos opuestos: espacio libre - espacio construido. Esta relación presenta
grandes desequilibrios provocados por la falta de armonía entre ambos. Koolhaas, a los espacios creados en esta desconexión y exceso de
globalización, los denomina “espacios basura2”. Mientras que otros autores, como Augé, lo analizan como la parte no construida y olvidada, dañada
por el posible protagonismo del edificio, creando el “no lugar3”. Salvando las distancias formales, en lo que sí coinciden ambos es que todo lo
construido se encuentra rodeado y unido entre sí por espacios de transición que podemos considerar huellas de la Ciudad Humana. Sin embargo,
creemos que cuando el lugar físico comienza a degradarse no sólo comprende la degradación ambiental, se refiere también a la degradación del
territorio construido y a la degradación social, que es consecuencia de ambas (Magnaghi, 2011:92). Y es en este enfoque territorialista donde
comprobamos la importancia del elemento construido dentro del conjunto de la ciudad. Siendo un subconjunto de estos objetos olvidados el ‘objeto
patrimonial racionalista’, resultado de un germen y respuesta de un sentimiento social que necesita ser puesto en valor y llegar a ser considerado
patrimonio. Será un ‘nuevo patrimonio’ creado desde una nueva monumentalidad4 que evoluciona y rompe con las ideas preestablecidas que
definen el actual concepto de ‘aura del patrimonio’. Dentro de los largos periodos históricos, junto con el modo de existencia de los colectivos
humanos, también, se transforma la manera de su percepción humana (Benjamin, 2003:46). Consecuentemente, podemos afirmar que necesitamos
redefinir el aura como concepto extenso, en el que se incluye todo el conjunto de la realidad física urbana.
Cultural y socialmente
socialmente,
mente hacia el aura del patrimonio racionalista existe una gran indiferencia provocada por la falta de ‘práctica social’ y una
incorrecta e insuficiente educación patrimonial5. La capacidad de aprendizaje de la especie es el punto crítico: a priori, la humanidad tiene
dificultades para aprender porque no es un sujeto sino un conjunto (…) Por ello, la humanidad no puede ser más sabia que un ser humano; en
conjunto, no puede ser ni siquiera tan sabia como el individuo (Sloterdijk, 2001:78). Desde aquí, defendemos una enseñanza específica en la que la
identificación del nuevo objeto con su valor cultural propio, desarrollado en un crecimiento sostenido y no ilimitado, permita controlar el mercado del
territorio urbano como un sistema local vivo6. Siempre, adaptado a la protección de cada ciudad entendida como caso único7. Indudablemente, este
nuevo objeto-monumento cuenta con un valor socioeconómico al igual que todos los elementos incluidos en el patrimonio histórico. Choay, en su
visión de la ciudad patrimonial postula el conocimiento del patrimonio como algo más que un ‘valor de mercado’, defendiendo su carácter colectivo,
independientemente de su procedencia, protegiendo no sólo lo antiguo por el número de años, sino también lo más reciente.
Luego, para recuperar esta parte del medio construido que formó la ciudad durante la primera mitad del siglo XX desde un punto de vista amplio, es
decir, más allá del edificio, necesitamos recordar los claros y racionales planteamientos de su origen: habitar, trabajar, recrearse y circular (…) Y de
estas cuatro funciones, el propio Le Corbusier hizo la siguiente glosa: “el urbanismo expresa la manera de ser de una época” (Fisac, 1975:123). Y es
desde esta condición desde la que tiene evolucionar la conciencia social sobre el patrimonio y el nuevo monumento, basándose no sólo en la edad
del elemento, sino en su valor intrínseco como reflejo de una época. Transformándolo en objeto merecedor de ser transmitido a futuras
generaciones, entendido siempre en su conjunto y nunca de forma aislada.
Finalmente, hemos seleccionado y analizado dos edificios públicos racionalistas europeos, con valor reconocido, como ejemplos de una correcta e
incorrecta acción patrimonial: Le Peuple8 situado en una ciudad con una clara conciencia y orgullo patrimonial que, recientemente, realizó su exitosa
recuperación9; y la Jefatura Superior de Policía10 donde la falta de apoyo social, acuerdo político y económico hace inviable cualquier reintegración.
Ambos edificios intentan formar parte del sistema local patrimonial aunque con un resultado claramente diferente. Podríamos decir que provocado
por ingenuidad social.
1
Concepto desarrollado por Le Corbusier en La casa de los Hombres (1979), capítulo ¿Para quién hay que construir?
El “espacio basura” será nuestra tumba. La mitad de la humanidad contamina para producir y la otra mitad contamina para consumir (Koolhaas, 2007:35).
Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar.
La hipótesis aquí definida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares antropológicos (Augé, 1992).
4
Cada periodo tiene la necesidad de crear monumentos que, conforme al significado en latín, sea algo que evoca, algo que se ha de transmitir a las generaciones siguientes. Esta necesidad de
monumentalidad no puede oprimirse a la larga. Busca encontrar una nueva salida cualesquiera que sean las circunstancias (…) ¿Monumentalidad? Tenemos que corregirnos enseguida, pues se trata
de pseudo-monumentalidad, que no tiene nada en común con sus modelos romanos, griegos u otros (Giedion, 1997:165). Texto original: “The need for a new monumentality”, en: New Architecture
and City Planning, editado por Paul Zucker, Nueva York, 1944, pp. 549-568.
5
“OLVIDO DEL SIGNIFICADO CULTURAL DE LA ARQUITECTURA RACIONALISTA DEL SIGLO XX EN ESPAÑA. La enseñanza como instrumento de protección”. En Jornadas Científicas
ARQUITECTURA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD. Cronotopos creativos, Paisajes Culturales e Imaginación dialógica (Homenaje a Mijail Bajtin). Barcelona, 2013. Cristina del Bosch.
6
Desarrollo local, el modo de aprovechar el patrimonio resulta decisivo con respecto a la posibilidad de superar los problemas de la sostenibilidad (conservar y/o valorizar el patrimonio para las
generaciones futuras) (Magnaghi, 2011:111).
7
MEMORÁNDUM DE VIENA 2005: Principles and Aims.. Art. 15. The future of our historic urban landscape calls for mutual understanding between policy makers, urban planners, city developers,
architects, conservationists, property owners, investors and concerned citizens, working together to preserve the urban heritage while considering the modernization and development of society in a
culturally and historic sensitive manner, strengthening identity and social cohesion.
8
Le Peuple, rue des Sables. Brussels, Belgique. Richard Pringiers. 1905. DOCOMOMO Belgique.
9
“Rehabilitación de Movimiento Moderno en Bruselas. Nuestra experiencia con Le Peuple”. CAH 20thC. Madrid, 2011. Rogelio Ruíz Fernández.
10
Jefatura Superior de Policía, plaza de la Concordia. Sevilla, España. Ramón Monserrat Ballesté. 1962. DOCOMOMO Ibérico. Inscrito en el Catálogo General, BOJA 19/12/2007, n. 248, p. 6.
2
3
Le Peuple, rue des Sables (1905). Brussels, Belgique.
Arquitecto: Richard Pringiers. Imagen: C. del Bosch (2013).
Jefatura Superior de Policía, plaza de la Concordia (1962). Sevilla, España.
Arquitecto: Ramón Monserrat Ballesté. Imagen: C. del Bosch (2005).
RECURSOS BIBLIOGRÁ
BIBLIOGRÁFICOS:
ICOS:
AGUILERA CERNI, V., 1975. Once ensayos sobre el arte. Madrid: Fundación Juan March.
AUGÉ, M. y MIZRAJI, M.N., 1993. Los "no lugares”: espacios del anonimato: una antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Gedisa.
BAUDRILLARD, J., 1969. El sistema de los objetos. México, etc.: Siglo veintiuno.
BENJAMIN, W., WEIKERT, A.E. y ECHEVARRÍA, B., 2003; 2003. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. México: Ítaca.
CHOAY, F., 2007. Alegoría del patrimonio. Barcelona: Gustavo Gili.
GIEDION, S., 1997. Escritos escogidos. Murcia: Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia.
HERNÁNDEZ LEÓN, J.M., ESPINOSA DE LOS MONTEROS, F., DOMINGO FOMINAYA, M., MUÑA, I. y ESPANYA, 2011. Criterios de intervención en el patrimonio
arquitectónico del siglo XX: Conferencia Internacional CAH20thC, Documento de Madrid 2011. Madrid: Ministerio de Cultura, Secretaría General Técnica.
KOOLHAAS, R., 2007. Espacio basura. Barcelona: Gustavo Gili.
LE CORBUSIER y DE PIERREFEU, F., 1999. La casa de los hombres. Barcelona: Apóstrofe.
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SITTE, C., COLLINS, G.R. y COLLINS, C.C., 1980. Construcción de ciudades según principios artísticos. Barcelona: Gustavo Gili.
SLOTERDIJK, P., 2001. Eurotaoísmo: aportaciones a la crítica de la cinética política. Barcelona: Seix Barral.
www.europaconcorsi.com/projects/155374-Le-Peuple
www.arquitecturaviva.com/Info/News/Details/2247
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