LA LECHE DE VACA EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL PRESENTACIÓN ACADEMICA: ALVAREZ MIREYA ESQUIVEL NORMA ANGELICA PEREZ LIZA MARÍA VAZQUEZ ITZEL GRUPO HEMISEMESTRE 1-08 3002 OCTUBRE NOVIEMBRE 007 La leche bovina contiene todas las sustancias que precisa el ser viviente joven en las primeras semanas de existencia La leche de vaca se diferencia en su composición de la de mujer, pero en virtud de su contenido de proteínas de alto valor, grasa, lactosa y otras sustancias Es la base más importante de la lactancia artificial de los niños. Para los adolescentes, adultos y ancianos, la leche es uno de los alimentos más valiosos Recientes estudios no encuentran evidencias de que la leche de vaca no sea segura para ser consumida por los infantes, pero no se recomienda para niños menores de un año de edad. Cuando la leche de vaca se destina a la cría de niños, es preciso modificar su composición para asemejarla a la leche humana La leche de mujer es rica en sustancias plásticas (proteínas y sales minerales), mientras que la de vaca contiene más sustancias energéticas (grasa y azúcar). En la leche de vaca la cifra de caseína está por encima de la albúmina, en la mujer ambos constituyentes se encuentran en cantidades aproximadamente iguales. En la leche de vaca existen más iones ácidos (Cloro y Fosfatos), mientras que en la de mujer se conservan en igual cuantía aniones y cationes. La leche de vaca contiene ácidos grasos muy cortos y volátiles; la humana contiene ácidos grasos de cadena muy larga e insaturados. Los bebés alimentados con leche entera de vaca reciben cantidades inadecuadas de vitamina E, hierro y ácidos grasos esenciales, mientras que reciben grandes cantidades de proteína, sodio y potasio, cuyos niveles son demasiado altos para ser asimilados por el organismo del bebé. Las proteínas y las grasas de la leche entera de vaca son más difíciles de digerir y absorber por parte del bebé. Esto provoca que los riñones pequeños e inmaduros funcionen más rápido, agotando su capacidad para excretar el exceso de nutrientes. También, la proteína de la leche de vaca puede ocasionar una reacción en la mucosa del intestino, provocando sangrado en el estómago que puede resultar en una anemia por deficiencia de hierro. Aunque la leche materna es más baja en hierro que la leche de vaca, el hierro de la leche materna es más fácil de absorber. Los estudios muestran que los bebés con frecuencia tienen bajos niveles de hierro cuando comienzan a tomar leche de vaca a los 6 meses de edad. La leche de la vaca no es un alimento adecuado para los lactantes porque su riñón no funciona tan eficientemente como el de un adulto. Contiene demasiada proteína, especialmente caseína. Los minerales no se absorben fácilmente, y existe el riesgo de sensibilización a sus proteínas. Contiene demasiado sodio y poco hierro asimilable. Las leches de fórmulas son productos alimenticios diseñados para proporcionar las necesidades alimenticias de los lactantes. Se presentan en forma de polvo, concentrados, o formas listas para tomar. Las fórmulas son muy variadas en densidad calórica, composición de nutrientes, ingredientes, sabor, digestibilidad y precio. Se recomiendan, siempre que el lactante no pueda tomar leche de mujer. Los ingredientes de la fórmula se establecen modificando la proteína de la leche de la vaca y agregando lactosa, así como grasas, vitaminas, y minerales con objeto de imitar los componentes de la leche humana. Se recomienda que las fórmulas para lactantes estén fortificadas en hierro. Dependiendo del agua de abastecimiento, se puede prescribir al lactante suplemento de flúor. Preparadas a base de leche de vaca A base de proteína de soja Especiales para determinados problemas Especiales para lactantes con problemas metabólicos Especiales para prematuros Aunque muchas fórmulas o preparados para bebés están basadas en leche de vaca, ésta ha sido modificada significativamente para que contenga proporciones y cantidades similares de carbohidratos, grasa, proteína, vitaminas y minerales, similar a la leche materna humana. Los tipos de grasa también han sido cambiados. Los principales cambios se basan en disminuir la concentración de proteínas, sustituir parte de la grasa láctea por grasa vegetal y adicionar lactosa y vitaminas. La leche de vaca es la causa más común de alergia a los alimentos en bebés y niños, afectando aproximadamente a entre el 2 y el 3% de los bebés internacionalmente. Los principales síntomas de alergia a la leche de vaca son erupción cutánea, respiración ruidosa, vómitos, diarrea, estreñimiento, insuficiencia en el crecimiento (aumento de peso) y fatiga. En años recientes, las investigaciones han mostrado que la proteína de la leche de vaca, aunque sea sin modificar en la fórmula de leche de vaca, incrementa los riesgos de diabetes en niños susceptibles. Los estudios pueden ser sólo una evidencia preliminar de la conexión entre la leche de vaca y la diabetes. Un estudio, concluye que los niños que no beben leche de vaca presentan el doble de riesgo de padecer roturas óseas, frente a los que sí consumen este alimento. MAS SOBRE LA COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE VACA Proteínas. La leche de vaca contiene de 3-3,5 por ciento de proteínas, distribuida en caseínas, proteínas solubles o seroproteínas y sustancias nitrogenadas no proteicas. Son capaces de cubrir las necesidades de aminoácidos del hombre y presentan alta digestibilidad y valor biológico. Además del papel nutricional, se ha descrito su papel potencial como factor y modulador del crecimiento. Azúcares. La lactosa es el único azúcar que se encuentra en la leche en cantidad importante (4,5 por ciento) y actúa principalmente como fuente de energía. Se ha observado un efecto estimulante de la lactosa en la absorción de calcio y otros elementos minerales de la leche. Sustancias minerales. La leche de vaca contiene alrededor de 1 por ciento de sales. Destacan calcio y fósforo. El calcio es un macro nutriente de interés, ya que está implicado en muchas funciones vitales por su alta biodisponibilidad así como por la ausencia en la leche de factores inhibidores de su absorción. Ca: Es vital para la formación y la buena salud de huesos, tejidos duros y dientes éstos. También participa en la coagulación de la sangre y las funciones musculares y es vital para la transmisión nerviosa. P: El fósforo, junto con el calcio, es vital para la formación de los huesos y dientes. Esencial para la producción de energía a través de los alimentos así como para la constitución de las células. Vitaminas: Vit. A: Necesaria para el desarrollo de los huesos, para mantener las células de las mucosas y de la piel y, en general, para el funcionamiento de todos los tejidos, previniendo infecciones respiratorias. El retinol ayuda a mejorar la visión nocturna. Ayuda por tanto, en muchos desórdenes de los ojos. El beta-caroteno (también llamado pro vitamina A), es uno de los principales antioxidantes que se encuentran en la naturaleza, previene ciertas enfermedades, tales como el cáncer. Vit. D: Asegura la correcta absorción del calcio y fósforo necesarios para el mantenimiento de los huesos y dientes sanos, de las articulaciones y del sistema nervioso. Vital para la prevención y tratamiento de la osteoporosis. Vit B2:Vital para el crecimiento, la reproducción el buen estado de la piel, uñas, cabello y membranas mucosas. También beneficia la visión y alivia la fatiga de los ojos. Vit B12:Participa en la regeneración rápida de la médula ósea y de los glóbulos rojos, es imprescindible en la síntesis del ADN, y en el metabolismo normal del sistema nervioso. Mejora la concentración de la memoria y alivia la irritabilidad. El consumo de lácteos ayuda a prevenir diferentes tipos de cáncer. Actualmente se sabe que el raquitismo es evitado por el consumo de leche durante toda la vida, ya que la leche posee vitamina D y calcio principalmente. su consumo ayuda a evitar artritis, osteoporosis y demás padecimientos relacionados a la desmineralización de los huesos; y los nutriólogos recomiendan su consumo diario Para patologías como la Gastritis, la leche, es beneficiosa porque al tratarse de un alimento alcalino (pH 6.6), esta neutraliza la acidez característica de esa enfermedad. Además conviene que esta sea descremada para facilitar su digestión.