Fuente: Veltruský, Jiří. “Dramatic Text as a Component of Theater.” Semiotics of Art: Prague School Contributions. Massachusetts: The MIT Press, 1989. 94-117. El texto dramático El género dramático o la dramaturgia Un texto que se escribe con el propósito de ser leído a un público. Típicamente se dramatiza el texto. La obra dramática se basa en el diálogo y como resultado encontramos una pluralidad de contextos expresados por las voces de los personajes (la coexistencia de diferentes realidades). Estos contextos se revelan a lo largo de la obra. Muchas veces uno se funde con otro o somete al otro. La obra dramática El diálogo narrativo enfatiza la sucesión del discurso versus la obra (1,2,3,4, etc.) mientras la obra dramática enfatiza el narrativa desdoblamiento simultáneo o interacción de voces. Los comentarios del autor. El espacio dramático Durante la presentación de la obra teatral, los comentarios del autor nunca desaparecen sino toman otra forma de expresión. Es el director que los interpreta y los traduce a otro sistema de comunicación (gestos, expresiones faciales, movimientos, ropa, etc.). Gracias a esta traducción, el centro de atención puede cambiar durante la obra---a pesar de la importancia de un personaje sobre el otro en la jerarquía totalizadora de la obra. El escenario es un campo de juego. Los objetos en el escenario son signos independientes. Es el texto dramático (las voces de los actores) lo que les atribuye valor. La actuación es efímera y cambiante; y como consecuencia, los valores atribuidos a los objetos en el escenario pueden cambiar. El texto narrativo: --Viejo, hermano, --lo alentaban. --Pichulita, que se serenara, que se riera, que arrancara el potente Nash, vamos por ahí. Cuellar se calmó por fin, partió con ellos por la Avenida 28 de Julio. Ya estaba riéndose. (Jugando con su corbata) “¡Ay!, Carlitos, te ves tan incómodo. ¿Aceptas mi ayuda? (Indignado) ¡Marta! Jamás cambiarás. --“¡Dáme mi osito¡” --“¿Esto? ¿Esto? … Pero, no es mucho más que un trapo y apesta. ¿Y cuántos años tienes ya? La música y el texto dramático Actuación Actuación y la voz El lenguaje de los personajes o los comentarios del autor pueden determinar la naturaleza de la música dramática. El texto dramático, sin embargo, no es una ópera y por lo tanto la música no tiene un papel tan significativo como el de la actuación. Cada movimiento en el escenario es una traducción del significado de los comentarios del autor o es una consecuencia del diálogo. Esto no excluye las emociones expresadas por los músculos faciales. Una sola palabra en letras cursivas o entre comillas en el texto dramático puede provocar drásticos cambios de movimiento o expresión emotiva. A veces, el contexto más globalizado determina y limita los movimientos de un actor en una escena particular. Los clichés también pueden modificar los movimientos de los actores. No obstante, a fin de cuentas, los actores tienen mucha libertad en la expresión de estos movimientos. Existen tres componentes de sonido que se manifiestan en la actuación: entonación, tono e intensidad Entonación: Determina el fluir de la conversación; establece las fronteras entre el discurso de un actor y el discurso del otro. A veces puntualiza ciertas palabras, otorgándoles un significado especial. Por eso, regula el poder significativo de las palabras. Permite el desarrollo de situaciones complejas en el diálogo; fomenta la interrelación de contextos. La entonación asegura que los gestos y los movimientos de los actores no usurpan el papel central del diálogo. Tono: Cada frase que pronuncia un actor se refiere a un estado de ánimo o a un estado psicológico (emocional). El tono de la voz del actor (en combinación con sus movimientos y gestos emocionales) comunica cada uno de éstos. Como en el caso de la actuación, el tono es expresado expresadamente en los comentarios del autor o gracias al contexto de la obra que gobierna la escena. Intensidad: La intensidad de la voz describe el punto de intersección entre los movimientos de los actores y su discurso. Si hay mucha intensidad, entonces la voz Música del oeste = Sombrero Polo – (Quedito) No fue la policía. Madre --¿Qué dices? Polo –(Quedo) Que no fue la policía. Fue el maquinista del tren. Madre --¿Y no podía usté correr? ¿Para qué tiene patas? (Llora) Él –(En un grito.) ¡Antonia, escúchame! (Antonia, antes de entrar al dormitorio, se vuelve hacia Él.) Ella --¿Qué? Él –Es que yo… yo.. Polo – (Quedito) No fue la policía. Madre --¿Qué dices? Polo –(Quedo) Que no fue la policía. Fue el maquinista del tren. Típicamente es el director quién determina en última instancia la El nombre del personaje El cuerpo y traje El actor El autor La trama tiene más prioridad que los movimientos. A la vez, la intensidad califica esta intersección y responde también a la pregunta: ¿Cuál es más dominante el tono o la entonación? Puede tener un valor significativo en la obra. Puede comunicar su etnia, su disposición general o su lugar en la jerarquía social. A veces es el pseudónimo de una figura histórica reconocida por la audiencia. La manera que un actor se viste puede enfatizar sus movimientos o aún distraer la atención al cuerpo. También, puede comunicar valores socio-culturales (pobreza, riqueza, rango social, edad, etc.) El actor constantemente interpreta el texto, modificando su significado sutilmente. Durante la actuación, regula, en última instancia, la intensidad de la obra. Siempre está trabajando para asegurar la predominancia de la voz (la predominancia del texto en sí) sobre los otros sistemas de comunicación. Controla todos los movimientos, los que son capaces de llamar nuestra atención a la materialidad del escenario. Como consecuencia, moldea la focalización de la audiencia (su perspectiva—su interpretación del escenario). El autor es la figura central de la obra teatral; reside en el fondo, detrás de los personajes. Es el creador de todos los contextos, de todas las situaciones dramáticas y de todo el discurso. A veces no sentimos su presencia, pero siempre está allí. Garantiza el orden de la obra. Si la intensidad de la obra es marcada predominadamente por la entonación, los actores se disuelven en el diálogo y sentimos más la presencia del autor. Aunque en el teatro la trama suele ceder de importancia, nunca desaparece. Es el punto de convergencia de todas las voces—su punto de coincidencia y contacto. Determina la velocidad y la unidad de la obra. naturaleza de la intensidad. Henry V (Shakespeare) Máscaras, maquillaje, uniformes militares, la obra teatral experimental (actuación desnuda) El diálogo se asemeja a las voces de nuestra imaginación, las que se dialogan en nuestros pensamientos. Pero, no son las nuestras, son las de la imaginación del autor.