FACULTAD DE SALUD ESCUELA DE SALUD PÚBLICA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE EPIDEMIOLOGÍA –ASOCEPI- Extensión y Proyección Social Encuentro Académico de Salud Pública La Epidemiología y su aplicación Santiago de Cali, 15 de febrero de 2013 Universidad del Valle - Campus San Fernando - Auditorio Ives Chatain Remembranza de la vida del Dr. Guillermo Llanos Bejarano Presenta Doctor Oscar Rojas Rentería Asocepi – Valle del Cauca Buenas tardes, voy a leer un texto que he preparado, que recuerda la vida y la obra del maestro Guillermo Llanos Bejarano. Quiero decirles que el mundo de la epidemiología y de la salud pública, merece y debe reconocer con admiración y afecto al doctor Guillermo Llanos Bejarano. Hoy se nos ha dado una nueva oportunidad para hacerlo y tengo el honor de ser quien en estos minutos, rememore una vida llena de riqueza intelectual, entrega a la ciencia a favor de la salud y gran derroche de conocimiento, de afectos y sentidos por la música, la lectura y el buen discurso, de una extraordinaria calidad humana y en pocas palabras una vida de dedicada a ser un verdadero maestro. Tradicionalmente cuando hacemos una semblanza de alguien, empezamos por el día en que esa persona nació. Para hablar de Guillermo Llanos, creo que hay que empezar por el legado que nos dejó; porque pocos como él han dejado tanto a la docencia, a la investigación y en general a la epidemiologia y la salud pública con aportes que han trascendido su país y se han conocido bastante en numerosos países por fuera de Colombia. Nadie hoy día estudia salud pública ni epidemiología, sin hacerlo en alguno de los libros que escribió Guillermo, cuya profundidad y valor científico son orgullo para Colombia; o hacer de sus lecturas obligadas, algunos de los más de cien artículos que publicó en revistas científicas nacionales e internacionales. Sus alumnos y más aún sus amigos lo reconocimos siempre como un verdadero maestro, y como los grandes maestros, Guillermo sabía cómo motivar a sus estudiantes y colegas, cómo motivar en ellos el placer de buscar el conocimiento. Sabía por su puesto cómo transmitir los conocimientos y cómo construir con otros ese conocimiento y tal vez en parte por el legado de su padre el periodista Francisco Llanos, Guillermo encontró en la comunicación y en las publicaciones una vocación y una convicción a las cuales les fue fiel toda su vida. Fue presidente de la Corporación Editora Médica del Valle durante dieciséis años; lo acompañé en el Consejo Editorial por dieciocho años. Hizo de la revista Colombia Médica un desafío personal y profesional, y su constancia y dedicación como editor lo llevaron a indexar la Revista y a que alcanzara la más alta calificación en los estándares internacionales de publicaciones como está ubicada en el día de hoy. Además de recalcarnos permanentemente la necesidad de la escritura científica, de publicar los resultados de la investigación y en general de la comunicación de la investigación y el uso del método epidemiológico, el maestro Llanos nos enseñó a sentir el agrado y el placer por la docencia. Si alguien disfrutaba enseñando fue Guillermo. Por eso completó su formación de salubrista y epidemiólogo con diversos cursos de pedagogía en el país y en el extranjero. A su regreso Colombia luego de obtener su título de Máster en Epidemiología en la Universidad Johns Hopkins, fue el primer docente con estudios formales de posgrado en bioestadística del entonces Departamento de Medicina Social de nuestra Universidad del Valle. Y con una trayectoria de más de quince años como profesor alcanzó el máximo escalafón como docente profesor emérito. Además de la Universidad del Valle, los claustros de las universidades Nacional de Colombia, Libre y de Nariño, lo tuvieron entre sus docentes y principales impulsores de los programas de posgrado en salud pública y epidemiología. La salud internacional recibió las contribuciones de Guillermo cuando estuvo vinculado a la Organización Panamericana de la Salud, por cerca de quince años, dirigiendo importantes programas en Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y Cuba. Su participación como miembro honorario en múltiples asociaciones, juntas directivas y comités internacionales, donde aportó su experiencia y conocimiento, fue tan calificada como extensa. Su trayectoria y aportes fueron reconocidas por diversas asociaciones científicas en el mundo. En Cali su ciudad natal, fue condecorado con la orden Sebastián de Belalcázar de la Alcaldía de Cali y con la Medalla al Mérito, grado de Gran Caballero. También recibió la medalla Carlos Findley de Cuba. Guillermo derrochó la misma pasión de su vida profesional en su vida personal, fue amante del fútbol y de la bueno música, especialmente de los boleros cubanos y antillanos. Sus alumnos, amigos y compañeros, lo recordamos como una persona de extraordinaria calidad humana, sencillo y detallista. Con éstas palabras hoy, la Sociedad Colombiana de Epidemiología, Asocepi, y la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, rendimos un sentido homenaje póstumo, a nuestro amigo, profesor y maestro. Expresamos nuestro afectuoso saludo a su familia y exaltamos su memoria, instando a las nuevas generaciones a descubrir en las enseñanzas que nos dejó el maestro Guillermo Llanos Bejarano, grandes logros y retos para seguir forjando el futuro de la epidemiología y la salud pública en Colombia. Muchas gracias.