Enfoque Apostólico sobre los medios masivos de comunicación Lic. Mery Araque Comencemos por establecer los conceptos que serán claves para aplicar lo Apostólico a nuestro interés a favor de la expansión del Reino de Dios a través del uso adecuado, eficiente y responsable de los medios masivos de comunicación. Definición: Los medios masivos de comunicación son los recibidos simultaneamente por una gran cantidad de público o audiencia, cuya equivalencia concuerda con el concepto sociológico de masas o con el concepto comunicativo de público. Origen: Tienen su origen en la vida misma del hombre en su necesidad de comunicarse y expandir su pensamiento. Su gran auge comienza con la era de la revolución industrial para atender las necesidades del público contemporáneo que surge del abandono de la agricultura en favor de la industria y los servicios. Se presentan grandes movimientos demográficos que incluyen el éxodo rural y la mecanización del trabajo, esto hizo que las máquinas sustituyeran a los artesanos. Los grandes cambios sociales van acompañados de un cambio en la visión individual de la forma de vida de las mal llamadas comunidades modernas. Valores vs Intereses. Se comienzan a sustituir los valores por los intereses políticos y económicos de las minorías que ostentan el poder a instancias de los más débiles e ignorantes. La comunicación se utiliza como arma o herramienta de poder, donde se determinan modelos de conducta, pensamiento e ideología, basados en propósitos mercantiles, corruptos y desvalorizados. La Iglesia guarda silencio, haciéndose muchas veces partícipe de estos actos detractores de la vida humana. Ética comunicacional: “Tener libertad no implica el derecho a violentarla”. La ética dentro de la comunicación social comprende el respeto del hombre a su libre albedrío. El primero de todos los principios de derechos humanos es aquel que comprende y entiende el libre pensamiento y la libertad de tomar decisiones, más allá de las consecuencias de las mismas. La primera muestra de falta de ética es la mentira al alterar las informaciones a favor o en contra de una corriente personal o institucional. Existe una marcada desconfianza y una falta de credibilidad entre la gente que sigue las noticias como consecuencia de la desvalorización de los medios masivos de comunicación. Se conocen como monopolios que compran conciencias, pagando escritos y campañas de comunicación con el objetivo de construir o destruir la vida de un hombre o una organización a cambio de negocios fraudulentos que alteran todas las instancias políticas, judiciales, educativas, deportivas, científicas, culturales y sociales de las naciones en todo el mundo. Quiénes manejan estas corrientes: Los grandes terratenientes de los medios de comunicación masivos, crean monopolios y transnacionales que amplían sus alcances mediante empresas de mercadeo y publicidad que juegan con la imagen. Se proyectan en la política y las finanzas, a expensas aún de la seguridad social e individual de miles de personas a instancias de su desapego y su egoísmo, en una especie de barbarie de colonización que destruye vidas que condena familias y comunidades en una hegemónica transculturación de masas informadas, sin valores éticos y espirituales. La globalización, la era de la Internet y la tecnología de punta, conlleva a una vida más rápida, más fácil y más corrupta, donde el estudio, el esfuerzo humano, la investigación y los valores, son obsoletos. Las nuevas generaciones no tienen identidad, no valoran el esfuerzo digno, el estudio honesto, la preparación intelectual y, menos aún, conocen sus orígenes o sus antepasados. Son una generación sin carácter que sólo vive la vida loca. Finalidad: Informar, entretener y educar son las tres finalidades principales de los medios de comunicación masivos, representados a través de la Prensa, la Radio, la Televisión y el Internet. Simon Bolívar manifestó: “La mayor de todas las fuerzas es la opinión pública, contra ella no hay armas humanas posibles”. La Escritura establece que Dios ungió hombres y mujeres para llevar las buenas noticias de salvación y transformación integral, espiritual y social a los pobres, los quebrantados de corazón, los presos y los oprimidos en todas sus cárceles. Noticias buenas que generen cambios radicales en sus modelos de pensamiento que desarraiguen de sus espíritus todo lo vano, llevándolo cautivo a la verdad del conocimiento supremo de la fe en una nueva manera de vivir. Donde el hombre por derecho propio, trabaje con integridad y dignidad, llevando abrigo y seguridad a su familia sin temor. Los medios de comunicación masivos deben ser radicalmente depurados desde sus mismas raíces, a través de un proceso de integración mediante el Servicio corporativo ministerial de comunicaciones Apostólico y Profético del Reino. La Iglesia del Reino frente a los medios de comunicación masivos Desde el Siglo XVII, cuando llegaron los primeros misioneros a nuestro continente, comenzó un proceso de comunicación para evangelizar a los aborígenes e incrédulos que viajaron a nuestras tierras con la promesa de un futuro mejor. La realidad es que la gran mayoría vinieron a destruir, robar y matar. Sin embargo, se formó una nueva raza de la cual nosotros somos el resultado. Latinoamérica es una poderosa nación donde la sangre bulle ante el palpitar unísono del latido de un sólo corazón. Ante esta realidad, la Iglesia protestante hace su aparición con grandes dificultades, es perseguida y violentada de muchas maneras, pero permanece fiel a sus principios. Estos dan fruto a una Mega Iglesia, una estructura de pensamiento y fe protestante que rompió los odres viejos para vertirse en una poderosa fuerza de revelación ideología apostólica y profética, donde la fe no son sólo palabras sino manifestaciones vívidas del poder de Dios. Cientos de miles de personas en todo el continente profesan la fe cristiana del evangelio de Jesucristo. Somos la minoría más grande en naciones como EEUU y Guatemala, mientras el evangelio corre como río y nosotros mediante los Medios de Comunicación Social debemos levantar esta bandera que determine un servicio integral. En este sentido las Iglesias y las Mega iglesias han entrado al desafiante mundo de los Medios de Comunicación Social y los Medios de Comunicación Masivos, la gran mayoría de las veces por intermedio de amigos y creyentes. Pero sin capacitación, sin profesionalismo y sin responsabilidad, para establecer un Modelo de la Imagen del Reino. En Latinoamérica, el despertar del Evangelio a través de los medios de comunicación evolucionó de una manera significativa. En las ciudades, 25 de cada 50 iglesias tienen programas de radio y 10 en televisión, comprando espacios en empresas privadas. La programación en un 65% no sigue las directrices profesionales que se requieren, pero se establece el mensaje que está llegando y tiene respuestas diarias del público. Lo Apostólico y Profético está ausente de la gran mayoría de las pautas de comunicación en radio y televisión. Sin embargo, en la prensa escrita e Internet, los ministerios supieron establecer un mayor y mejor posicionamiento, determinado inclusive estadísticamente. Comunicar apostólicamente el pensamiento de Dios y su propósito para nuestra generación, no requiere sólo de tecnología sino de valor, pasión y coraje, características que jamás tendrá un equipo o una máquina. Sólo los llamados, los escogidos y los ungidos están preparados para atender tan loable tarea que representa desculturizar a nuestra Iglesia para establecer una semilla nueva que viene de lo alto, como parte de la refundación de nuestras raíces cristianas ante el presente Siglo XXI. Cómo se engrana lo Apostólico con los medios de comunicación Primero, estableciendo un ministerio dentro de las organizaciones cristianas que funcione como un equipo de batalla, como un caballo de Troya que analice y determine qué medios de comunicación social van a permanecer, a pesar de las contingencias políticas de nuestra época. Entonces crearemos los vínculos de acercamiento mediante las políticas adecuadas de las relaciones públicas para brindarles nuestro personal más capacitado, a través de alianzas estratégicas de servicio, capacitación, trabajo e incluso negocios. Estas serán las bases para entrar tomando control y posicionarnos para cambiarles el manto de cenizas por un manto de alegría. Debemos consolidar las estructuras de comunicación dentro de las iglesias, ampliando su gerencia y convirtiéndolas en empresas de producción social dentro de la corporación ministerial. Crear matrices de información interna es vital, pero al tener está plataforma lista debemos ampliar el trabajo al ámbito secular, para que el público secular conozca las noticias que se generen cada semana, mediante la incorporación de redes sociales de comunicación ministerial. Nosotros las crearemos conforme al modelo de Dios. Serán nuestros profesionales las voces y las imágenes ante las noticias. Lo apostólico determina formación y equipamiento: Los nuevos profesionales de nuestras iglesias deben optar por estudiar carreras que catapulten la presencia del Evangelio del Reino. El modelo Apostólico de gobierno representa la autoridad y la expansión para posicionar la Palabra de Dios en la mente, el alma y el espíritu de los millones de lectores, oyentes y televidentes que siguen los medios de comunicación social en todo nuestro continente y el mundo. El mover apostólico determina orden, proyección y selección del personal más apto, con dones y talentos depurados y revestidos por la gracia, la unción y la revelación del Espíritu Santo. Métodos alternativos para evangelizar El mover Apostólico establece orden, gerencia y gobierno del Reino. Entonces, dentro de nuestras estructuras ministeriales grandes o pequeñas, debe tener cabida el establecimiento de una gerencia de comunicaciones e información que vaya más allá de las noticias internas del ministerio, hacia la depuración de los anacrónicos y obsoletos modelos de comunicación que existen en las sociedades. Para ello, cada ministerio establecerá los espacios y las finanzas que les permitirá estar publicando continuamente “las noticias de las grandezas de sus obras”. Creará departamentos más allá de lo convencional, contratará especialistas en mercadeo y publicidad que diseñen las campañas de medios más agresivas y creativas que lleven el mensaje de las buenas noticias de salvación a todos los estratos de nuestras sociedades, pues los pobres y afligidos están en todos los niveles. Usando el Internet con mentalidad apostólica Uno de los descubrimientos tecnológicos de mayor arraigo en nuestro siglo es, sin lugar a duda, la Internet y sus alcances ilimitados. Se considera por estadística que un joven de 15 años navega por lo menos 6 horas cada día. Un adulto profesional accede al Internet para investigar proyectos de trabajo de 3 días hábiles y reducirlos a 5 horas académicas, sin poder garantizar que sus derivaciones sean correctas o éticas. El negocio de Internet genera cientos de millones de dólares al día y la venta de equipos asciende a cifras astronómicas en todo el planeta. Los antivalores como la idolatría, la hechicería, la prostitución y el narcotráfico, encontraron en Internet su principal servidor de contactos y RRPP, sin que las autoridades puedan o quieran hacer nada realmente tácito a este respecto. Lo Profético es denunciar estas realidades como parte de nuestro deber y como parte de nuestro llamado. Somos diplomáticos de Reino y embajadores de Cristo con responsabilidad para ejercer autoridad. Por supuesto, los antivalores tomaron los medios de comunicación como su plataforma de presentación y el uso y abuso de Internet es su portal. ¿Cómo llevar lo apostólico a Internet? Analicemos lo que hay en la Web, replanteando de manera rápida y eficaz una idea, un nivel de comunicación, un portal de valores encubierto para ganar seguidores a nuestra red “Valorando la vida”. Busquemos los mejores creativos, diagramadores y productores de imágenes que montadas en la tecnología de punta, llamen la atención de todos los públicos. Los solteros que buscan pareja, las líneas directas a personas del mismo género, los jóvenes y los profesionales, hay espacio para todos en la autopista del ciberespacio. Cada ministerio en Iberoamérica y en cada región de nuestros países, cuenta con alternativas para crear sus propios modelos de comunicación. Desde los antiguos pregoneros que llevaban las noticias de casa en casa hasta la creación de la primera imprenta, pasaron muchas lunas, sin embargo el hombre sigue y seguirá comunicándose. Es nuestro deber darle los lineamientos, determinar el sentido del pensamiento comunicacional de las próximas décadas, partiendo de principios de ética, discreción habilidad, educación y libertad. Porque lo apostólico establece orden, gobierno, gerencia. Entonces lo profético denuncia la injusticia y advierte sobre la necesidad de establecer cambios radicales y trascendentales, aconseja sabiamente ante los diversos problemas, siempre permitiendo el libre albedrío en Dios. Lic. Mery Araque