LA C.G.T. REGIONAL MORÓN, RECUERDA EL NEFASTO GOLPE DE ESTADO CÍVICO-MILITAR DEL 24 DE MARZO DE 1976. La escalada golpista fue pergeñada por los EEUU y la CIA, con la implementación del Plan Cóndor, basada en la doctrina Truman, para los países del Cono Sur: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Los EEUU, en medio de la guerra fría con la URSS, sintió como amenaza a su poderío la proliferación de movimientos independentistas que pugnaban por una patria Justa, Libre y Soberana. Para ello debían ajustar sus políticas económicas a la doctrina neoliberal, de concentración de capitales y desarrollo del sector financiero para tener un control más severo sobre las economías emergentes y un rechazo absoluto a la ideología comunista. En ese marco internacional, Argentina como el resto de los países de la región pretendían sostener y profundizar el Estado de Bienestar, en una economía basada en la intervención económica del Estado, un capitalismo responsable pero por sobre todas las cosas, una equitativa redistribución de los ingresos con pleno empleo. En Argentina surgieron grupos reaccionarios de la derecha, la Triple A y paramilitares, que comenzaron su accionar antes del mencionado golpe militar. Estas organizaciones ilegales comenzaron la operatoria de exterminio de aquellos militantes populares, desaparecieron 30.000 personas, torturadas, fusiladas y desaparecidas en su mayoría, así como la apropiación de los hijos nacidos en cautiverio. Entre las víctimas más del 60%, fueron trabajadores y trabajadoras, representantes gremiales, estudiantes, políticos, sacerdotes y monjas, así como también personas vinculadas por cualquier motivo a esos supuestos “subversivos”. La cúpula eclesiástica también colaboró con el Plan Cóndor. Es que algunos clérigos comenzaron a tener un espíritu crítico del sistema de dominación de las clases altas, surgiendo, a partir del Concilio Vaticano II y en Latinoamérica los documentos de Puebla y Medellín la necesidad de una iglesia unida al dolor de su pueblo. Así nació el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo cuya principal función fue la de reproducir la actitud de Jesús respecto de los desposeídos. Sin embargo, la jerarquía eclesiástica entregó a estos sacerdotes a los militares para su exterminio y como ejemplos emblemáticos tenemos a Carlos Mujica y el obispo Angelelli entre muchos otros sacerdotes y monjas, quienes desarrollaban su labor pastoral en villas de emergencia y pueblos del interior del país. También el Plan Condor contó con el apoyo de los terratenientes como Martínez de Oz, sectores reaccionarios enquistados en el poder judicial que aún hoy se encuentra en proceso de depuración, e incuestionable es la complicidad de los medios de comunicación para tergiversar la realidad como Clarín, La Nación etc. Este terrible derrotero aniquiló generaciones de argentinos que pensábamos un país con Justicia Social, sin la opresión sobre el pueblo por parte de los poderes concentrados nacionales y cipayos, serviles a los designios del imperialismo norteamericano. La historia nos demostró que las consecuencias de las políticas neoliberales llevaron no solo a la Argentina a la degradación, sino a un conjunto de países emergentes cuyas economías se basaban en el Estado de Bienestar. El punto álgido de esta situación en nuestro país se vivió en el año 2001 con el estallido social que comenzó a repararse a partir del año 2003, con la asunción del gobierno de Néstor Carlos Kirchner. Es insoslayable la acción del Movimiento Obrero Argentino en pos de terminar con la opresión extranjera y local, originándose en el año 1995 el MTA y la CGT QUE LUCHA, con el protagonismo indiscutible del Compañero Hugo Moyano, férreo luchador por los derechos de los sectores más vulnerable, los trabajadores. Es nuestro sentir que el Pueblo concientice nuestra historia para que NUNCA MÁS volvamos a sufrir el despojo nefasto de los intereses económicos concentrados y tengamos presente que debemos comprometernos con las organizaciones gremiales y políticas que nos nuclean para resistir los embates de aquellos sectores que aun pugnan por la dominación del pueblo. A LOS MÁS DE 30.000 DESAPARECIDOS LES DECIMOS PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE Y BREGAMOS PARA QUE LOS MÁS DE 400 DE SUS HIJOS NACIDOS EN CAUTIVERIO SEAN RECUPERADOS POR LA IDENTIDAD NO SOLO DE ELLOS SINO DE TODOS LOS ARGENTINOS. “…su drama es que el Movimiento obrero es peronista y sus dirigentes somos peronistas y para su mayor desgracia, el actual Secretario General de la Central Obrera es peronista…” (de la carta de José Ignacio Rucci a Agustín Tosco, septiembre de 1972)