Unió Musical La Lira de Vila-real Año de fundación: 1948 Ano de federación: 1985 Número de componentes: 56 músicos 150 educandos Director: Juanjo Peláez Líneas: Banda Escuela Banda Joven Banda Infantil (creada en 2007) Agrupaciones de Cámara Nueva Sede: inaugurada el 3 de marzo de 2007. Consta de tres alturas y está ubicada a cincuenta metros de la Plaza Mayor de Vila-real, un lugar privilegiado Otros productos: Revista La Lira (CS-374-05) Breve introducción histórica Desde el siglo XIV existe constancia de juglares encargados de amenizar las fiestas navideñas de la población, sin embargo no es hasta el siglo XIX cuando se tiene referencia de la configuración oficial de la banda. En primer lugar, se creó una banda de 21 músicos dirigida por el secretario municipal y organista Blas García, pero no fue hasta diez años después cuando se configuró un reglamento de funcionamiento interno. En 1898 tomó la denominación de Sociedad Musical de Villarreal, pero sufrió una segunda disolución hasta 1909, fecha en que se reorganizó. En 1911 fue decisiva la tarea de José Goterris, pianista y discípulo de Francisco Tárrega, quien dinamizó la banda posibilitando giras y premios. En 1927 se aprobó un nuevo reglamento de funcionamiento interno más acorde con la nueva dinámica de la banda. En medio de este período de estabilidad murió José Goterris y se inicia otro período de crisis con sucesión de directores y de modos de entender la banda. En período de la Guerra Civil y la posguerra la convulsión política acabó por diluir la banda hacia 1945. El gobierno local de 1945 confiscó los instrumentos y se los cedió a una nueva banda (Santa Cecilia) que apenas duraría dos años. A mediados de los años 50 la banda se reorganiza y comienza a ganar certámenes de la mano de excelentes músicos como Rafael Beltrán (conocido compositor de series de televisión). En 1975 asume la dirección Francisco Signes y no la abandonará hasta 1998, realizando una gestión estable y próspera para la banda. Coincidiendo con el cambio de milenio fue Vicente Ortiz Diago el responsable y desde hace dos años la dirige el joven Villarrealense Juanjo Peláez, de quien se espera una gestión innovadora y atrevida. Modelo de Gestión de la banda analizada comparado con el modelo de Gestión Profesional Si utilizamos el cuadro explicativo que indica que las funciones de la gestión son - Planificación - Organización - Dirección - Control entendemos que: - Sí que existe una planificación, en el sentido de que se piensa lo que se hará previamente a la ejecución, pero no existe un cuadrante de visión lo suficientemente previsor (por ejemplo 2 años sería ideal, y en ocasiones se toman proyectos con meses de antelación.) El peso recae en la figura del Director, que tiene recursos para definir objetivos, procesos, medios y metodologías para elaborar proyectos. No obstante, sería interesante la delegación de algunas funciones de carácter más técnico, y que algún miembro del equipo directivo es perfectamente capaz de ejecutar. - En cuanto a la organización, salta a la vista que ya no existe aquella vieja costumbre de acumular poderes en una sola persona, que actuaba de modo paternalista. No obstante, no se mantiene una política de Recursos Humanos que distribuya tareas según aptitudes e interés, y aún se aprecia el estilo de empresa familiar en la que un pequeño grupo se auto-otorga determinadas tareas de modo arbitrario y consuetudinario. El Director de la banda es un buen gestor, pero adolece de delegar de modo más racional. En las asociaciones, del tipo que sean, se suele dar la circunstancia de calcar la organización piramidal de las empresas, lo cual no deja de ser un error, sobretodo si queremos gente implicada en nuestro proyecto. Implicar no se hace desde arriba, sino codo a codo. - La Dirección se solapa con la Gestión, como en tantos otros casos. En este caso confluyen las circunstancias de que es un buen administrador, un gran motivador y un excelente líder. Pero, ¿es esto ser un buen gestor? Nos parece que el gestor dentro de las organizaciones musicales no debe estar dentro del cuerpo artístico, aunque sí debe tener sensibilidad para con el mismo. De este modo, tal vez no se produzcan las desagradables experiencias que esta banda, como cualquier otra, ha padecido. Se trata de no confundir la motivación artística con la motivación económica, es decir, el gestor sabe de lo segundo sin menospreciar lo primero, pero en demasiadas ocasiones el Director supone que la primera motivación puede o debe menospreciar la primera. El gestor profesional sabe que las dos son compatibles y habría que estudiar de qué modo motivamos al músico sin recurrir al apego emocional, que aunque bueno, no deja de ser perfeccionable. - Si hay una asignatura pendiente por lo que hemos podido observar, sin duda ésta es la del control. En el apartado de la planificación, decíamos que existen objetivos predefinidos pero que estos objetivos no poseen la distancia de visión o previsión necesaria. Sin embargo, en lo que respecta al control o evaluación cabe decir que no se aprecia ningún interés. De este modo, se repiten los mismos errores o, si no se repiten, se debe a que el Director posee una memoria prodigiosa para rectificar cuando se vuelve a planificar. La pericia del Director compensa la falta de evaluación regulada, pero esto le resta mucho tiempo que podría dedicar a cuestiones que le requieren con más apremio. Si utilizamos el cuadro explicativo que indica las condiciones que debería reunir un gestor profesional, - Conocimientos teóricos y prácticos de la gestión - Conocimientos teóricos y prácticos en Recursos Humanos - Conocimientos sociales de relacionarse con los demás entendemos que: - El Director de la banda, que es en quien recae la responsabilidad, no posee conocimientos teóricos sobre la gestión y esto se ve compensado por los años de experiencia en la Junta Directiva, a pesar de su juventud. Del mismo modo, ha sido Directo de la Banda Juvenil y ello le ha permitido acumular una experiencias prácticas que le hacen recelar de cualquier gestor ajeno al colectivo. Por consiguiente, su conocimiento práctico de la gestión es elevado y está descompensado con su conocimiento teórico, lo cual le limita a la hora de adoptar innovaciones o de ejecutar proyectos para renovar e impulsar la sociedad. A la sugerencia de formación, el Director responde muy positivamente, con lo cual se aprecia un cambio esperanzador en el talante de los jóvenes directores. - La cuestión de los RRHH absorbe la mayor parte del tiempo del Director, aunque delega las tareas más administrativo-burocráticas al personal de administración de la sociedad (el Ayuntamiento de Vila-real gestiona alguna de las áreas). El profesorado de la escuela genera mucho trabajo y se van creando figuras como el Jefe de Estudios y los Jefes de Departamentos, quienes además de ocuparse de las cuestiones docentes empiezan a coordinar actuaciones externas. Desde la ubicación en la nueva sede, se han puesto en marcha algunos proyectos que requieren de urgente planificación, pero ahora mismo se hace todo a golpe de intuición y de ganas. No obstante, se aprecia cierto recelo a la hora de admitir ayudas para la gestión, ni siquiera de temas menos agradables o más técnicos, como lo pudiera ser la gestión de los transportes o de las estancias en giras. Tampoco se aprecia como adecuada la consecución de personal para buscar patrocinios, por lo que supone de “comercialización” de la sociedad, con lo cual resulta complicada la cuestión de ofrecer a los asociados algo más de lo que ya poseen. - Respecto a los conocimientos sociales de relacionarse con los demás, creemos que es la parte menos académica y más de carácter de la gestión. Sin duda, el joven Director de la Sociedad Musical La Lira posee grandes habilidades sociales que le capacitan enormemente para las tareas de gestión. Conoce el mundillo y a sus gentes, y también sabe cómo hablar y negociar con los políticos, cosas éstas que no se enseñan en las universidades y que muchas veces son la guinda que acaba por vender el pastel. En este sentido, le auguramos un gran futuro a la banda y su Director, Juanjo Peláez. No obstante, algunos que aspiramos a gestionar cultura y que no poseemos estas habilidades sociales, pensamos que no son en ningún caso sustitutas de una buena formación en planificación, organización, dirección o evaluación... sino inclusivas y complementarias. Algunas cuestiones técnicas: - La debida dinamización de los espacios, servicios y dependencias de que hace uso la banda, aprovechando al máximo sus posibilidades y recordando siempre que se trata de un espacio público. - Una estrategia definida e independiente, inmune a desavenencias y coyunturas políticas. - Una gestión económica pensada en términos comerciales, atendiendo a la realidad del mercado y dando a su propia labor el valor económico que se merece. - Configurar planes, memorias, servicios y demás informes no para cumplir trámites, sino para la mejora continua tanto de la banda como del municipio y demás instituciones que la subvencionan. - Buscar los medios económicos sin confundir comercio con prostitución, que es otro tipo particular de comercio. El músico de la banda debe beneficiarse a través de buenas instalaciones, buenas condiciones de trabajo, buenos instrumentos, la valoración del público... y todo eso cuesta dinero. - Saber comunicar todo el esfuerzo que se realiza para que el pueblo pueda valorar a la banda en la medida que se merece, sobretodo aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. quedan como asignaturas futuras para el Gestor Profesional de Sociedades Musicales. Unió Musical La Lira de Vila-real: comparación de gestión real con gestión profesional Máster Gestión Cultural Asignatura: Gestión de Sociedades Musicales Profesor: Pau Rausell Alumno: Santiago J. Cabedo Cercós