Desarrollo y riesgos del bebé. ¿Cuáles son los factores comportamentales y áreas de desarrollo más importantes? Existen tres periodos importantes de reorganización cualitativa o discontinuidad en los 3 primeros años: 2 a 3 meses, 7 a 9 meses y 18 a 20 meses En la tabla 1 se presentan los desarrollos más importantes que caracterizan a estos factores comportamentales y se detallan los cambios cualitativos en el desarrollo biológico, cognitivo, emocional, comunicativo y social que se suceden. El desarrollo entre estos puntos consiste principalmente en cambios cuantitativos, mientras que el desarrollo a través de estos puntos resulta en cambios cualitativos. TABLA 1 FACTORES COMPORTAMENTALES Y ÁREAS DE DESARROLLO DEL BEBÉ 2 primeros meses 2 a 7 meses 7 a 18 meses 18 a 36 meses Cognitivo Modelo transversal de fluencia que permite la traducción de experiencias percibidas a través de diferentes modalidades; capacidad para detectar aspectos invariables de las experiencias perceptuales; habituación, condicionamiento clásico y operante presente antes del nacimiento Aumento de la Diferenciación entre medios habituación, y fines; permanencia del condicionamiento objeto; la intersubjetividad clásico y hace posible que los bebés condicionamiento compartan pensamientos, operante sentimientos y deseos con otros y estar alerta de sus propias experiencias; la memoria visual predice la inteligencia más tardía; aumento de la participación Representación simbólica refleja en el juego simbólico; reconocimiento de las diferencias de género, capacidad para entender que la imaginación es diferente de la realidad por primera vez Lenguaje Llanto como medio principal de comunicación; comienzan los sonidos de arrullos ocasionales tras varias semanas Los arrullos se convierten en respuestas; sonidos bilabiales; aparece la vocalización de consonantes y el avance hacia el balbuceo polisilábico (ej “gagagaga” o “lalalalala”) Aparece la intencionalidad en la comunicación y domina la comunicación gestual; el entendimiento de una palabra como símbolo preconvenido para designar un objeto; puede imitar o producir espontáneamente sonidos de discurso o palabras sin comprensión, para luego gradualmente comenzar a expresar el sonido de palabras dentro de un contexto Desarrollo del lenguaje expresivo lleva a la combinación de 2-3 palabras; el vocabulario expresivo crece desde una media de 50 palabras a los 18 meses hasta 500 a los 36 meses; el lenguaje receptivo comienza a descontextualizarse de forma que las palabras adquieren significado propio Emocional Distrés, alegría e interés son emociones discretas detectables al nacer El distrés se diferencia entre tristeza, disgusto e ira; la alegría se diferencia entre júbilo y alegría; el interés se diferencia entre interés y sorpresa La expresión emocional de la sonrisa, el gimoteo y la ira como instrumento de ayuda para obtener lo que desea; compartir la afectividad, en la que los cuidadores marcan el afecto positivo al bebé a través de otra modalidad sensorial; los bebés pueden ser muy dados a la intolerancia a la frustración en esta época; puede ser observada alguna referencia social de los cuidadores en la resolución de la inseguridad Tras los 18 meses aparecen las emociones “morales”; la turbación, la empatía y la envidia; la culpabilidad, el orgullo y la vergüenza aparecen tras los 24 meses 1 emocional. Social Los atributos físicos infantiles llevan a los adultos al apuro y a la interacción Aumenta el interés y la capacidad para atraer a los adultos en intercambios sociales recíprocos; los periodos de juego se alternan con los de descanso; notas afectivas durante las interacciones estimulan la capacidad de imitación del bebé Se desarrolla un apego preferente a un reducido numero de cuidadores adultos; aparece el miedo ante el extraño y protesta al separarse de sus cuidadores; toman referencias sociales para resolver las incertidumbres. Aumenta la capacidad para expresar necesidades y apreciar las situaciones conflictivas, lo que lleva al incremento de la negociación con el cuidador; crece el interés por los relatos de los pares; cambio del juego paralelo al contacto físico en el juego con interacción real; preocupación por las posesiones personales y sensibilidad al ser incluido o excluido; las relaciones con otros empiezan a ser importantes en lo que se refiere al autoconcepto Ciclos sueño/vigilia Alterna entre 6 estados de consciencia; sueño tranquilo, sueño activo, adormecido, bastante alerta, en alerta y llanto; no se detecta ningún patrón diurno; 16 horas al día en estadios de sueño Mayor estabilidad en todos los estados; prevalecen los estados de sueño durante la noche y de vigilia durante el día; hacia los 6 meses de edad, los bebés duermen durante la noche y comienzan a dormirse tras haber sido acostados Aparecen los despertares nocturnos en casi todos los bebés; los más alborotados lo hacen para captar la atención de los padres mientras que los más calmados vuelven a su sueño por sí mismos; los primeros pueden no tener historia previa de despertares nocturnos El aumento de la movilidad de los niños pequeños y la protesta ante la separación llevan a intensificar los conflictos para dormirse; pueden comenzar los terrores nocturnos y las pesadillas ¿Qué sucede en los primeros 2 meses? Las primeras teorías del desarrollo mantenían que el recién nacido era desorganizado, pasivo, reactivo o retraído. Las investigaciones más recientes sugieren una visión muy distinta: las capacidades biológicas, comunicativas, emocionales y sociales, que están integradas funcionalmente, permiten al bebé buscar estimulación de manera activa y regular sus propios comportamientos a través de la interacción con su entorno. La dotación psicobiológica de los bebés en el nacimiento le otorgan durante sus dos primeros meses de vida la capacidad de ser un ser social mucho más sofisticado que lo que la mayoría de las teorías ampliamente citadas han reconocido. Un ser social: de los 2 a los 7 meses Los cambios cruciales en el desarrollo de aptitudes a través de distintas competencias aparecen a los 2-3 meses después del nacimiento, cambiando tanto el comportamiento del bebé como el de sus cuidadores. Todos estos cambios realzan el encanto del bebé como un ser social mucho más responsable y “disfrutable”. La naturaleza de la responsabilidad de los cuidadores hacia los bebés se asocia con las características de relación, que tiene una implicación importante para el desarrollo del niño. Los esfuerzos del bebé para adaptarse en el sistema de interacciones de sus cuidadores principales, proporcionan una aproximación temprana a lo que sería la interacción en una relación intima. ¿Qué cambios importantes tienen lugar de los 7 a los 18 meses? A los 7-9 meses, aparece otra transición en el desarrollo: el comienzo de la focalización del apego o el descubrimiento de la intersubjetividad. Tras la transición de los 7-9 meses, los bebés actúan como si entendieran que sus pensamientos, sentimientos y acciones pueden ser entendidas por otra persona. Estos cambios, aunque aparecen por primera vez tras los 7-9 meses, continúan progresando durante el siguiente año y hacen a los bebés de esta edad experimentadores y agentes sociales cualitativamente diferentes. También tras los 7-9 meses, los bebés han desarrollado una preferencia muy fuerte hacia los cuidadores que les nutren y les proporcionan confort. 2 ¿Qué avances se producen de los 18 a los 36 meses? El periodo de transición final de reorganización más importante en la infancia ocurre a la edad de 18-20 meses. Los nuevos desarrollos biológicos aparecen para hacer posibles avances significativos en la representación simbólica, que esta asociada con avances cognitivos, emocionales, comunicativos y sociales. Los bebés son substancialmente más verbales, tanto para entender las directrices de otros hacia ellos como para verbalizar sus propias intenciones, esto afecta tanto a su experiencia emocional como a su relación social. Tras todos estos, los bebés consolidan y realzan sus nuevas capacidades durante el tercer año de vida, mientras se preparan para trasladarse a esferas sociales más amplias de amigos e influencias de los maestros en los años preescolares. Para cuando los niños alcanzan su tercer año de vida, tienen disponible un sofisticado repertorio de factores para comunicar y experimentar relaciones. Los factores cualitativos del contexto de sus cuidadores durante los primeros 3 años de vida, perfilan sus expectativas de relación mientras se trasladan hacia un mundo social más complejo. ¿Qué es el modelo transaccional de desarrollo? Los modelos de desarrollo describen el proceso por el cual un individuo se desarrolla y cambia a través del tiempo. El modelo transaccional de desarrollo es el más aceptado. Según éste modelo, los reguladores genéticos y ambientales de comportamiento transaccionan continuamente a través del tiempo, influenciándose mutuamente. Así como el genotipo actúa como regulador biológico del comportamiento de los bebés, el entorno actúa como regulador social. Para los bebés, este entorno comprende las características culturales, familiares y parentales que regulan sus experiencias y oportunidades. Psicopatología del desarrollo ¿Cuál es la perspectiva de los factores de riesgo y de protección en el bebé? Las investigaciones recientes sobre cómo afectan los factores de riesgo y de protección al desarrollo, sugieren que la transmisión de riesgo no es especifica ni lineal. Por ejemplo, se sabe que la depresión materna se relaciona no sólo con un índice de depresión en crecimiento, como se podría esperar de un modelo genético lineal, sino también como resultado de múltiples factores menos específicos de la infancia, incluyendo el apego inseguro, problemas de cognitivos, de lenguaje y de interacción social. Las múltiples condiciones de riesgo desde diferentes ámbitos (ej biológicos, psicológicos o sociales) pueden suceder al mismo tiempo y, por tanto, incrementarse o reducirse por medio del sistema familiar del bebé. Así, el numero total de condiciones de riesgo que afectan al bebé pueden ser más predictivos que la exposición a cualquier tipo especifico de factor de riesgo. Este tipo de planteamiento se cumple para factores de riesgo como el apego inseguro, la competencia social en la infancia temprana y para problemas de comportamiento en la niñez. Además, cada factor de riesgo concreto probablemente sea un agregado de una serie de factores de riesgo más pequeños que actúen conjuntamente. Por ejemplo, los bebés que crecen en la pobreza tienen mayor probabilidad de tener padres con trastornos psiquiátricos, sufrir nutrición inadecuada o pobres cuidados durante su infancia, aunque no es una condición necesaria para todos los bebés. ¿Existen factores de riesgo biológico? ¿Qué les sucede a los bebés prematuros o con enfermedad médica grave? Representan factores de riesgo biológico obvios que pueden influir significativamente en el desarrollo del bebé. Existe una gran variedad de etiologías tanto para las condiciones medicas graves como para el nacimiento prematuro. 3 Aunque el porcentaje de niños prematuros o con malformaciones es considerable, no justifica el total de niños que presentan trastornos del desarrollo (aproximadamente 3 de cada 1000 niños, que no son diagnosticados hasta después de los 2 años). La mayoría tiene una base biológica aunque el 10% son idiopáticos. La distribución entre los diferentes estratos socioeconómicos o composición familiar no es equitativa, así cuando se observe riesgo biológico deben considerarse los ambientes pre y post parto. De hecho, el riesgo de etiología médica durante la infancia es menos importante que la gravedad del contexto en el que sucede. En una investigación donde se analizaron los factores sociales que podrían afectar al desarrollo, la raza (negro/hispano/blanco) fue la medida de resultado más sensible y especifica, seguida por la educación materna y las complicaciones medicas. El peso al nacer no fue sensible ni especifico al predecir el CI a los 3 años de edad. Los resultados sugieren que los factores psicosociales tienen un gran peso en la interrelación de la enfermedad y su resolución en el desarrollo. ¿Qué avances se han producido en el conocimiento del temperamento infantil? Las diferencias que se aprecian en los bebés al modular su comportamiento como respuesta a los requisitos del ambiente, refleja la influencia de la dotación genética heredada del niño, y no el mero sumatorio de la influencia de los efectos de factores ambientales. El fenómeno de la inhibición del comportamiento muestra un patrón relativamente estable de manifestación de respuestas de precaución, evitación o miedo ante personas o ambientes no familiares. Este modelo se identifica en aproximadamente el 15% de los niños y se evidencia sobre los 18 meses de edad. El refinamiento de técnicas de medición de cortisol salival y el tono vagal proporciona una mayor comprensión de los sistemas fisiológicos relacionados con la inhibición del comportamiento. Los estudios de cortisol salival proporcionan una medida no invasiva y altamente sensible que captura la reactividad del eje de la adrenalina-pituitaria-hipotalámica (APH). La relación entre la reactividad del eje APH y la inhibición del comportamiento es compleja. En un estudio que observaba la reacción entre el apego y la inhibición del comportamiento, los niños pequeños con comportamiento inhibido que tenían apego inseguro hacia el padre que los acompañaba a realizar un test mostraron respuestas elevadas de cortisol. Aquellos niños pequeños inhibidos que mostraban un apego seguro, no presentaron este aumento de cortisol. Estos resultados indican que los diferentes modelos de apego están asociados con diferentes respuestas biológicas al estrés en niños inhibidos. Otra técnica es el cálculo del tono vagal. Se sabe que el tono vagal refleja el nivel de inputs del sistema nervioso parasimpático en el corazón. Existen diferencias en la regulación neural central entre niños con inhibición comportamental en comparación con aquellos que no la presentan. Ya que, hasta el momento, no se ha identificado un gen específico que controle la inhibición del comportamiento, mediante el estudio de gemelos monozigóticos y dizigóticos se ha comprobado que la inhibición comportamental está determinada de manera significativa por la herencia. Los genes se activan y desactivan a distintas edades, lo cual desestima un modelo lineal simple sobre la contribución genética al comportamiento. Se sabe que los niños de padres con trastorno de pánico con agorafobia tienen grados más altos de inhibición de comportamiento en la infancia temprana que los niños de padres con otros trastornos psiquiátricos. Además, los estudios de seguimiento de niños en edad escolar diagnosticados de inhibición comportamental confirman que tienen una mayor incidencia de trastornos psiquiátricos, incluyendo los trastornos de ansiedad, que los controles no inhibidos. ¿Qué factores de riesgo paterno son más relevantes? ¿Realmente influye el apego del bebé? 4 Existen concordancias entre los modelos de apego en los padres y sus bebés. Según demuestran los estudios, en grupos de alto y bajo riesgo, las representaciones de los padres, evaluadas durante el embarazo, predicen el modelo de apego materno: los padres evaluados antes del nacimiento del bebé predicen el modelo de apego del bebé al padre pero no a la madre, y las madres predicen el modelo de apego del bebé a la madre pero no al padre. TABLA 2 MODELOS DE APEGO EN BEBÉS Y PADRES Modelos de apego Descripción del modelo Tamaño del efecto de concordancia Bebé seguro Compartir el afecto positivo cuando no esta Tamaño del efecto d = 1.09, r= .48 nervioso Fischer Z=0.52 Adulto autónomo Descripción coherente de las experiencias relacionales de la niñez en la que se es consciente de que los aspectos positivos y negativos; valoración de las relaciones y su importancia Bebé evitador Evita a los cuidadores a pesar del alto nivele de Tamaño del efecto d = 0.92, r= .42 ansiedad interna; suprime los comportamientos Fischer Z=0.45 de apego y centra el ambiente externo Adulto despegado Falla al buscar detalles de las relaciones de la niñez o minimiza los efectos de experiencias adversas; las relaciones ni se valoran ni se les otorga importancia Bebé resistente Busca proximidad cuando esta ansioso pero se Tamaño del efecto d = 0.39, r= .19 resiste a los intentos de calmarlo por parte de los cuidadores; comportamiento ambivalente Fischer Z=0.19 frente al contacto, lo pide y lo rechaza Adulto preocupado Describe las experiencias relacionales de la niñez de manera incoherente, mostrando preocupación, enfado o un proceso pasivo de pensamiento Bebé desorganizado Muestra uno o más comportamientos anómalos, Tamaño del efecto d = 0.65, r= .31 conflictos de comportamiento bizarros hacia el cuidador, especialmente cuando está más Fischer Z=0.32 nervioso; puede tener una de las otras clasificaciones como modelo subyacente Adulto no resuelto Falta de resolución del duelo tras una pérdida significativa o experiencias traumáticas severas, como se revela en la incoherencia, desorientación y la falta de elaboración al describir estas experiencias. ¿Hasta dónde influye la psicopatología de los padres en el desarrollo del bebé? La sintomatología psiquiátrica y los trastornos en los padres están asociados con efectos específicos y no específicos en el desarrollo del bebé y del niño. La implicación en diversas áreas del desarrollo durante los 3 primeros años de vida puede ser predictiva de formas de disfunción más especificas, en cuanto a los síntomas, durante la niñez tardía o adolescencia. La severidad y la cronicidad de un trastorno dado, es más importante que el diagnóstico específico. Ya que las aproximaciones multivariantes hacia la evaluación del riesgo sugieren que los determinantes más importantes del resultado del bebé son el número, más que el tipo, de factores que afectan al bebé, la psicopatología paterna debe ser considerada junto con otros factores de riesgo asociados. Las enfermedades psiquiátricas paternales sirven como un marcador clínico de riesgo en el desarrollo. 5 ¿Cómo afecta la depresión materna al bebé? El riesgo asociado de los bebés cuyas madres sufren de depresión ha sido demostrado en niveles socioeconómicos bajos, en mujeres diagnosticadas de un trastorno depresivo en busca de tratamiento y en la población de mujeres deprimidas. La severidad y la cronicidad de la depresión, así como la depresión doble (depresión mayor y distimia) están asociadas con un por resultado en el desarrollo del bebé. Las madres deprimidas exhiben un comportamiento durante la interacción con el bebé que se caracteriza por la expresión de afecto negativo, disminución de las relaciones positivas, menor estimulación y sensibilidad. 6 Se ha descrito tres modelos de relación en madres deprimidas: estilo de renuncia y falta de disponibilidad, hostil-intrusivo y positivo. Los bebés de madres deprimidas tienen un elevado número de comportamientos problemáticos, muestran estados negativos más a menudo y estados positivos con menor frecuencia. Se han demostrado anormalidades biológicas como la asimetría frontal derecha en el EEG, la cual se ha comprobado en bebés de madres deprimidas de tres a seis meses y en los de once a dieciséis meses. También, muestran niveles más elevados de epinefrina y norepinefrina, lo cual sugiere un trastorno depresivo en el propio bebé. Las investigaciones han concluido que el comportamiento desadaptativo del bebé, asociado a la depresión materna, es específico de la relación: así, estos bebés se relacionan de manera más positiva con sus cuidadores de guardería o con sus padres no deprimidos y suelen mostrar apegos inseguros y desorganizados. Esto indica que los trastornos depresivos pueden ser experimentados y expresados de manera distinta en los diferentes contextos de relación. ¿Cuáles son los riesgos para el bebé del abuso de sustancias materno? Para determinar el efecto final de la exposición prenatal a las drogas sobre el desarrollo del bebe se debe tener en cuenta la relación entre los factores de riesgo biológicos y psicosociales. El estilo de vida de utilización de drogas a menudo se asocia con nutrición inadecuada, que puede afectar por sí misma al crecimiento fetal. Este problema puede incrementarse por la tendencia de las mujeres que abusan de las drogas de no recibir tratamiento adecuado durante el embarazo. La duración y la dosis de la exposición a las drogas son factores críticos a la hora de determinar posibles efectos estructurales en el desarrollo del SNC. Entre los factores que pueden afectar al desarrollo de bebé después del parto se encuentran los relacionados con “la cultura del consumo de drogas”. Existen altos grados de psicopatología paterna asociada al abuso de sustancias durante el embarazo. Los ambientes en que las madres abusan de las drogas están marcados por la desorganización, estando los bebes expuestos a muchos y diferentes ambientes de cuidadores. Estos factores deben tenerse en cuenta al considerar los altos niveles de apego inseguro y desorganizado que las diferentes investigaciones han hallado en bebes expuestos a drogas antes de nacer. ¿Qué factores familiares y sociales están afectando al niño? ¿De qué manera? ¿Influyen los conflictos maritales en el desarrollo del bebé? Existen una correlación especifica entre la calidad del matrimonio y el funcionamiento del bebe. Los conflictos matrimoniales están relacionados con el comportamiento invasivo del bebe así como con problemas de conducta. El conflicto publico, especialmente la cólera, es perjudicial para la correcta adaptación de los niños. Así, los niños de familias conflictivas y hostilidad física presentan más estrés y reacciones alteradas en sus respuestas a escenas de cólera entre adultos y pueden mostrar emociones más negativas e intensas en las situaciones de conflicto futuras. Existe peor ajuste en los bebes que están expuestos a conflictos físicos de los padres que los que se exponen a cólera verbal. Si el conflicto entre los adultos está relacionado con los niños, éstos tienen mayor probabilidad de padecer miedo y disforia. Tanto el contenido del conflicto como la manera en que éste es resuelto por los padres influyen en el desarrollo del bebé. Así, el desacuerdo en el cuidado del niño está relacionado con los problemas de comportamiento de niños de 3 años y, al solucionarse el conflicto, se producen respuestas más positivas (sonrisas, risas...). La intimidad en la pareja, además de la ausencia de conflictos, es predictora de un desarrollo positivo y un apego seguro: los padres que confían en el apoyo mutuo, resuelven sus conflictos y permanecen juntos, tienen bebes con menos dificultades y mayor adaptación. ¿Qué efecto tiene la pobreza sobre el desarrollo? La pobreza y la clase social ejercen efectos indirectos a través de su impacto en variables como la disponibilidad de recursos (ej, comida, hogar y cuidados médicos) y los factores de estilo de vida (ej, circulo de amigos, calidad del vecindario). 7 Existe una mayor cantidad de enfermedades y los efectos son más duraderos, tienen mayor probabilidad de nacer con bajo peso, síndrome de muerte súbita, riesgo de intoxicación, fallos de crecimiento, otitis media y anemia, en niños desaventajados socialmente. Los bebes y niños pequeños con estas dificultades puntúan más bajo en las escalas cognitivas y de desarrollo. La pobreza y la perdida económica incrementan el riesgo de estrés emocional en padres y su vulnerabilidad para los eventos negativos de la vida, valoran la obediencia y utilizan la disciplina y el autoritarismo para servir de apoyo a sus hijos. Las clases sociales más bajas se asocian con un importante aumento del maltrato, tienen menor probabilidad de proporcionar un ambiente familiar de estimulación, variables éstas que afectan indirectamente a los niños. ¿La edad de la madre garantiza un desarrollo normal? Los índices de mortalidad neonatal se deben especialmente a los nacimientos con bajo peso. Las madres menores de 15 años tienden a disimular su embarazo y pueden comenzar los cuidados del embarazo mucho más tarde, sin embargo si existe un adecuado cuidado medico apenas se aprecia riesgo. Las madres adolescentes difieren en sus relaciones con sus bebes: suelen sonreír poco pero tienen buen contacto ocular y físico, hablan menos, dan más ordenes, las afirmaciones son autoritarias, dan respuestas menos elaboradas, descriptivas y flexibles. Son mas pasivas en sus relaciones cara a cara, son menos afectivas y presentan menores niveles de estimulación, flexibilidad, positividad, motivación y sobre todo calidad materna. Sin embargo son más entregadas, se sienten más satisfechas y son más hábiles. Los hijos de las madres adolescentes suelen hablan menos y muestran peores resultados a nivel cognitivo y verbal. Las madres adolescentes son percibidas como menos sensibles y responsables, más restrictivas, intrusivas y punitivas a la hora de educar a sus hijos al ser comparadas con madres adultas. Los niños buscan menos el contacto cuando los padres son intrusivos y la disciplina punitiva se relaciona con la impulsividad, la agresividad, el rechazo social y las relaciones sociales pobres. Las madres adolescentes tienen mayor probabilidad de estar deprimidas, lo cual supone menor disponibilidad emocional, poseen menores conocimientos sobre el desarrollo normal de los niños, desestiman el funcionamiento social, cognitivo y del lenguaje, sobreestiman el desarrollo físico y perciben el temperamento de sus bebes como más difícil. Por último, estos bebés poseen mayor riesgo de desarrollar un apego desorganizado hacia sus madres. ¿Cuál es la influencia de la violencia familiar en el niño? En las investigaciones sobre el apego llevadas a cabo, el 82% de bebes de 1 año maltratados por sus madres tenían apegos desorganizados hacia ellas. Las madres más violentas con su pareja eran más proclives a mostrar apego desorganizado con sus bebés, incluso cuando no había evidencia de que el niño había sufrido abusos. Estos datos sugieren que la violencia familiar esta muy relacionada con las distorsiones en el apego. Los bebes y niños pequeños maltratados muestran rechazo afectivo, anhedonia, sus respuestas son inconsistentes e impredecibles, sociabilidad indiscriminada y son propensos a la ira al relacionarse con sus cuidadores y amigos. Tienen más miedos y responden de forma más agresiva frente a sus amigos; muestran menos aprecio por sí mismos y utilizan menos palabras para describir su estado interno, sobre todo las referidas a estados afectivos negativos. 8