[PDF] Perspectiva General de la Memoria

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UNA PERSPECTIVA GENERAL DE LA MEMORIA
¿QUÉ ES LA MEMORIA?
La memoria se define ampliamente como la forma en que sucesos pasados
afectan a funciones futuras. La memoria representa la forma en que el cerebro
es afectado por la experiencia y subsiguientemente altera sus respuestas. En
otras palabras, el cerebro experimenta el mundo y codifica esta interacción en
una forma que altera formas futuras de respuesta. Este proceso afecta tanto a
la información como a la misma naturaleza del proceso que codifica tal
información.
Una forma de comprender el solape de los procesos de desarrollo y memoria es
que el cerebro responde a la experiencia por alteración en las fuerzas sinápticas
o la creación de nuevas conexiones sinápticas. La experiencia crea actividad
neural que a su vez activa la maquinaria genética que permite la alteración de
conexiones sinápticas.
¿CÓMO SE PROCESA LA INFORMACIÓN?
La conexión de neuronas en una red intrincada, la estructura del cerebro,
permite que ocurra el aprendizaje. Es la activación de los componentes de la
red, los circuitos de neuronas, que altera las probabilidades de que ciertos
patrones se activen en el futuro. Si cierto patrón fue estimulado en el pasado,
la probabilidad de activar un perfil similar en el futuro es mucho mayor. Si el
patrón se dispara repetidamente, la probabilidad de activación futura se
incrementa mucho más. La probabilidad incrementada se crea por cambios en
las conexiones sinápticas dentro de la red de neuronas. Los cambios a nivel de
la membrana celular alteran la probabilidad de activación de combinaciones
específicas de neuronas. El proceso de “potenciación a largo plazo” es una
forma en que esta alteración de las fuerzas de conexión entre neuronas ocurre.
Este proceso parece requerir la actividad coordinada de ambas neuronas pre y
post-sinápticas y la liberación de óxido nítrico. La duración de los cambios en
las fuerzas de las conexiones sinápticas pueden variar, desde niveles muy
breves de alteraciones químicas a intervalos extensos mediatizados por cambios
estructurales en conexiones nerviosas.
El patrón específico de la activación (disparo), la “energía” contenida dentro de
un cierto perfil de red nerviosa de neuronas activadas contiene dentro de él
“información”. Esta información se llama a menudo una “representación”. El
sistema visual es capaz de representar imágenes visuales mientras que el
sistema auditivo es capaz de crear representaciones de sonidos. Se piensa que
la activación de patrones nerviosos de “disparos” crea procesos de información
en el cerebro. Las redes nerviosas complejas alteran las fuerzas de sus
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interconexiones basadas en patrones de actividad. De esta manera, la red
neuronal aprende de sus experiencias pasadas. La probabilidad incrementada
de activar un patrón similar es como la red “recuerda”. La información está
codificada y se libera a través de cambios sinápticos que dirigen el flujo de
energía a través del cerebro.
La experiencia forma la estructura del cerebro a través del desarrollo cerebral
“dependiente de experiencia”. Al nacer, el cerebro infantil tiene una
sobreabundancia de neuronas con relativamente pocas conexiones sinápticas
comparado con los altamente diferenciados y conectados conjuntos de
conexiones que se establecerán en los primeros años de vida. Neurocientíficos
de desarrollo describen una interacción entre el momento determinado
genéticamente y la especificidad de formación sináptica y sinaptogenésis
provocada
primariamente
por
estimulación
experimental.
Algunos
investigadores sugieren el término desarrollo de experiencia-esperada como el
proceso en el cual las conexiones entre neuronas se crean primariamente por
información genética con su subsiguiente mantenimiento que requiere
cantidades mínimas de estimulación tales como la exposición a sonido o luz. La
formación sináptica involucra la activación de genes para producir las proteínas
que posibilitan que se hagan conexiones y se mantengan. Los mismos genes así
como la experiencia pueden activar la maquinaria genética para producir
sinapsis.
La memoria, como el desarrollo cerebral, implica alteraciones en la conexión
entre neuronas. Las alteraciones químicas refuerzan las asociaciones entre
neuronas para codificación a corto plazo; la memoria a largo plazo implica la
activación de la maquinaria genética requerida para el establecimiento de
nuevas conexiones sinápticas. La experiencia implica la activación de patrones
neuronales de disparos. El término dependiente de experiencia se refiere al
proceso general por el cual las conexiones de neuronas se mantienen, se
refuerzan o se crean como un resultado de la experiencia.
¿CUÁLES SON LOS PROCESOS DE LA MEMORIA?
El impacto inicial de la experiencia, lleva a una activación del disparo neuronal
que es una parte de la codificación de la memoria. El paso próximo es el
almacenaje de la memoria que es la probabilidad incrementada de que un perfil
similar sea activado de nuevo. No hay “un armario de almacén” en el cerebro
en el cual se coloca algo y luego se saca cuando se necesita. El “almacenaje de
la memoria” es el cambio en probabilidad de activar una red nerviosa particular
en el futuro. La liberación es la activación actual del perfil de la red nerviosa
potencial que se parece pero no es idéntica al perfil activado en el pasado.
Nuestras memorias están basadas en el enlace de varios aspectos de estos
patrones de activación nerviosa. Estas conexiones asociativas hacen más
probable que sean activados ítems simultáneamente durante el proceso de
liberación. Esto entonces conecta representaciones con un amplio campo de
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procesos mentales internos únicos a cada individuo. Lo que se almacena son las
probabilidades de que se activen neuronas en un patrón especifico, no en una
“cosa” actual.
En la investigación de la memoria, el impacto inicial de una experiencia en el
cerebro se llama un engram. Los científicos han nombrado al menos dos tipos
de memoria. Una memoria verbalmente accesible ha sido llamada explícita o
declarativa. Otra forma distinta de la memoria es la implícita o no declarativa.
La teoría del trazo describe un proceso de codificación similar. En esta visión un
engram o trazo de memoria tiene ambos; una noción general y detalles
específicos. Con el tiempo, los detalles de una experiencia pueden comenzar a
difuminarse y convertirse en menos “unidos”. La noción general sin embargo,
puede quedar totalmente exacta y fácilmente accesible o liberable. Cuando se
trata de liberar “una memoria original” uno puede estar de hecho llamando la
noción primeramente y entonces más tarde tratar de reconstruir los detalles.
Recordar no es meramente la reactivación de un viejo engram; es la
construcción de un perfil de red nerviosa con rasgos del viejo engram y
elementos de memoria de otras experiencias así como influencias del estado
mental presente.
¿QUÉ ES LA MEMORIA IMPLÍCITA?
Desde los primeros días de vida, los infantes perciben activamente el medio
ambiente que les rodea. Los investigadores pueden demostrar, por ejemplo,
que los niños vuelven sus cabezas a un estímulo aprendido. Si se asustan por
un ruido fuerte asociado con un juguete particular se mostraran alterados
cuando se les enseñe aquel juguete en el futuro. Estas formas de memoria se
llaman implícitas.
La memoria implícita implica partes del cerebro que no requieren un proceso
consciente durante la codificación o liberación. Estos elementos implícitos
forman parte de la base para nuestro sentido subjetivo de nosotros mismos:
actuamos, sentimos e imaginamos sin reconocer la influencia de experiencias
pasadas en nuestra realidad presente.
La memoria implícita se apoya en estructuras cerebrales que incluyen la
amígdala y otras regiones límbicas para memoria emocional, los ganglios
basales y el córtex motor para la memoria del comportamiento y los córtices
preceptúales para la memoria perceptual.
Con experiencias repetidas, el cerebro infantil es capaz de detectar
similaridades y diferencias a través de experiencias y modalidades de
percepción. De estos procesos comparativos la mente infantil es capaz de hacer
“sumas” o representaciones generalizadas de experiencias repetidas como
codificadas en estas áreas del cerebro. Esto es un aspecto fundamental del
aprendizaje.
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El cerebro puede denominarse como una “máquina de anticipación”,
escaneando constantemente el medio ambiente y tratando de determinar que
va a ocurrir. Las experiencias anteriores conforman nuestros modelos
anticipatorios y así el termino memoria prospectiva se ha utilizado para describir
como la mente intenta “recordar el futuro” basado en lo que ha ocurrido en el
pasado.
¿CUÁLES SON LAS IMPLICACIONES DEL DESARROLLO DE LA MEMORIA IMPLÍCITA?
En el primer cumpleaños del niño, las muestras repetidas de aprendizaje
implícito están profundamente codificadas en el cerebro. A los 18 meses la
madurez del cerebro del niño ha permitido el florecer de la comprensión y
expresión del lenguaje.
Los patrones de los estados de la mente particulares en el infante se codifican
como una forma implícita de memoria. Experiencias repetidas de terror y miedo
pueden ser impresas en los circuitos del cerebro como estados de la mente.
Con sucesos crónicos estos estados pueden ser más prontamente activados en
el futuro de tal forma que se convierten en rasgos característicos del individuo.
¿QUÉ ES LA MEMORIA EXPLÍCITA?
Hacia el segundo cumpleaños, los niños han desarrollado una nueva capacidad:
hablar de sus recuerdos de los sucesos del día y recordar experiencias más
distantes del pasado. Esta habilidad de tener memoria explícita es paralela a la
madurez del lóbulo temporal medio (incluyendo el hipocampo) y del córtex
órbitofrontal. Cuando se liberan recuerdos explícitos la gente tiene la sensación
interna de “estoy recordando”. Existen dos formas de memoria explícita; la
semántica (factual) y la episódica (autobiográfica o uno mismo en un episodio
en el tiempo).
El desarrollo de los aspectos únicos de la memoria explícita implica un número
de dominios en la experiencia del niño. La memoria explícita permite a la mente
tener un sentido de espacio y tiempo y recordar donde están las cosas y
cuando estaban allí.
En tanto los niños crecen en su segundo año comienzan a desarrollar una
imagen más compleja de ellos mismos en el mundo. Este sentido de uno mismo
ha sido identificado por estudios que examinan por ejemplo como los niños
responden al verse en el espejo con una marca roja colocada en su cara. A los
18 meses son capaces de tocarse ellos mismos al explorar la marca roja. En el
2º año el niño desarrolla un sentido de mundo físico del tiempo y la secuencia y
de uno mismo todo lo cual forma el fundamento de la memoria explicita
autobiográfica.
Estudios recientes sugieren que la memoria para hechos (memoria semántica)
permite representaciones proporcionales que pueden ser evaluadas como
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“verdaderas” o “falsas”. Tal conocimiento semántico ha sido llamado noesis y
nos permite conocer acerca de los hechos en el mundo. En contraste, la
memoria autobiográfica o episódica requiere una capacidad denominada
autonoesis (conocimiento de uno mismo) y parece ser dependiente del
desarrollo de regiones corticales frontales del cerebro La habilidad de la mente
humana para llevar a cabo un “viaje mental a través del tiempo”, de tener un
sentido del recuerdo de uno mismo en un tiempo particular en el pasado,
conciencia de uno mismo en el presente, y proyecciones de uno mismo en el
futuro imaginado, son las únicas contribuciones de la conciencia autonoética.
A mediados del 3er año de vida, un niño ha comenzado ya a unirse a sus padres
en los cuentos mutuamente construidos y tejidos a partir de sucesos de su vida
real y de imaginaciones. Las experiencias de cariño o de vínculo pueden
directamente ensalzar la capacidad para la conciencia autonoética en el niño.
¿CUÁLES SON LAS FASES DE LA MEMORIA?
El proceso de codificación para ambas formas de memoria explícita –semántica
y episódica- requiere atención focal, consciente y dirigida para activar el
hipocampo. Cuando ocurre la codificación, los estímulos son situados
inicialmente en la memoria sensorial que dura aprox. de ¼ a ½ segundo. Este
“almacén sensorial” contiene las activaciones iniciales nerviosas del sistema de
percepción. Sólo una porción seleccionada de las cosas de este gran e
inmediato proceso sensorial, se colocan en la memoria de trabajo durando
hasta ½ minuto (si no hay una repetición ulterior). Si la mente ensaya o
refresca la actividad de estos circuitos activados de la memoria de trabajo,
entonces las cosas pueden ser o mantenidas por períodos más largos en este
lugar ( como practicar un numero de teléfono durante el tiempo para marcarlo
repetidamente si la línea esta ocupada), o colocarlo en un almacén a largo
plazo. La memoria de trabajo similar a la noción de memoria “a corto plazo”
corresponde a lo que los clínicos llaman memoria “inmediata”.
Cuando nosotros pensamos conscientemente en un problema o en un suceso,
la memoria de trabajo nos permite mentalmente conectar varias
representaciones y manipularlas.
La memoria de trabajo no requiere el proceso de trascripción y traducción que
capacita a los genes para promover la producción de proteínas. La memoria de
trabajo se piensa que está mediatizada por las alteraciones transitorias
químicas en las conexiones sinápticas. Por el contrario la codificación en la
memoria a largo plazo parece ser dependiente de la activación de genes con la
producción resultante de proteínas y la alteración en la estructura sináptica. El
producto de tales codificaciones y procesos nerviosos conduce al componente
más duradero y estable de memoria a largo plazo.
La memoria explícita a largo plazo se cree que es el proceso por el cual las
cosas se almacenan para períodos extensos más allá de la memoria de trabajo.
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El hipocampo es esencial tanto para la codificación como la liberación de
memoria explícita a largo plazo. La conexión a los circuitos del córtex prefrontal dorsolateral puede ser el mecanismo para acceder a la memoria de
trabajo por lo que las representaciones pueden ser examinadas
conscientemente, manipuladas y explicadas a otros.
Para que un elemento de la memoria a largo plazo se convierta en parte de la
memoria permanente explícita debe ocurrir un proceso llamado consolidación
cortical. Aunque el mecanismo específico no se ha elucidado todavía, la
consolidación cortical puede requerir una activación inconsciente o un proceso
de ensayo que permite que se almacenen representaciones en el “córtex
asociacional”. Esta región del córtex cerebral parece integrar representaciones
de una variedad de partes del cerebro. En la consolidación cortical, la
información está finalmente libre de la necesidad del hipocampo para su
liberación. Este proceso de consolidación parece depender de la fase de sueño
de movimientos oculares rápidos que se cree que trata de dar sentido a las
actividades diarias.
En la amnesia retrógrada existen problemas en la habilidad del hipocampo para
liberar memorias todavía no consolidadas. También se pueden experimentar
dificultades severas en recordar sucesos posteriores a un hecho llamándose
amnesia anterógrada. Esto es debido a la inhabilidad del hipocampo para
codificar nuevos elementos en la memoria explícita a largo plazo. La habilidad
para codificar o liberar cosas de la memoria implícita puede estar intacta.
Hay ciertas situaciones, en las que hay una disociación entre la memoria
implícita y la explicita. En la Amnesia infantil la memoria implícita esta intacta
pero el recuerdo explícito especialmente la memoria episódica está dañada.
¿EN QUÉ CONSISTE LA EXPERIENCIA SUBJETIVA DE LA MEMORIA?
El proceso narrativo autobiográfico está directamente influenciado por ambas,
la memoria implícita y la explicita. A través de la conciencia autonoética somos
capaces de realizar un “viaje mental a través del tiempo” creando
representaciones de uno mismo en el pasado en el presente y en el futuro.
Cuando el niño se desarrolla en el 3er año de vida el córtex órbitofrontal se
vuelve capaz de mediatizar la memoria episódica y la autonoesis. Los sucesos
se codifican como son experimentados personalmente, mientras el niño se
mueve de tener solo conocimiento semántico (factual) de sucesos a también
ser capaz de tener memoria episódica (autobiográfica). Ambos modelos
mentales implícitos y autonoesis explícita capacitan la mente para prepararla
para el futuro.
Dentro de la memoria explícita autobiográfica, podemos encontrar un número
de variaciones. Por ejemplo, una adolescente puede recordar un sentido
general de ella misma, es decir de su ultimo año en secundaria. Este recuerdo
de episodio genérico se puede pensar como un sumario de un año de episodios
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específicos. Puede ser capaz de recordar también un suceso específico durante
aquel tiempo tal como su ultimo día en la escuela secundaria. Al liberar esa
memoria, puede recordarla como un suceso que puede observar desde una
distancia, esto es, un recuerdo observador que algunos pueden considerar una
forma distanciada de liberación episódica pero otros lo etiquetarían como una
memoria de suceso dentro del recuerdo semántico. En contra, puede recordar
el suceso como si estuviera actualmente allí, un recuerdo participativo o de
campo. En este caso seria capaz de ver cosas desde su perspectiva actual. La
memoria observativa parece involucrar una intensidad menos emocional que los
recuerdos de campo. Los aspectos claros de la experiencia de la memoria
involucran centros diferentes de la activación cerebral. Por ejemplo, el recuerdo
semántico parece implicar un dominio de la parte izquierda sobre la derecha de
la activación del hipocampo. El recuerdo autobiográfico, en contraste, involucra
más la parte derecha del hipocampo y el córtex derecho órbitofrontal.
Estudios recientes revelan las distinciones significativas entre la memoria
semántica y la episódica. Para la memoria semántica, la conciencia noética
permite conocer hechos acerca del mundo. La conciencia noética es la
focalización de la atención en un aspecto particular de las representaciones
semánticas. Aunque la memoria semántica y la episódica tienen mucho en
común parece ser que sean mediatizadas por mecanismos algo distintos.
La investigación del apego y los estudios de memoria de psicología del
desarrollo, sugieren que las interacciones entre padres e hijos pueden tener un
efecto directo sobre la capacidad del niño para el recuerdo autobiográfico. Una
explicación plausible para este descubrimiento es que las regiones prefontales
tienen una respuesta exquisita a la experiencia social y son también las
regiones responsables de la autonoesis.
El proceso de representaciones reactivadoras de la memoria explícita es a
menudo dependiente de los rasgos del ambiente interno y externo. Cuando hay
una identificación entre la pista de liberación y la representación de memoria el
proceso se llama ecphory. La ecphory depende de los rasgos del estímulo
licitante y la forma en la cual la representación se ha “almacenado” en la
memoria. Este efecto del contexto sobre la liberación de la memoria explícita,
revela como esta liberación se magnifica cuando las condiciones tienen
similitudes en el mundo físico (vistas, sonidos, olores) o en un estado de la
mente (emociones, modelos mentales, estados de excitación general) con
aquellos que estaban presentes en el tiempo de la codificación inicial. En esta
forma, la memoria explícita se dice ser contexto-dependiente.
Los individuos pueden tener recuerdos los cuales carecen de una comprensión
de cómo las pistas o indicios contextuales les han llevado a que sean
recordados sucesos específicos. Esto puede ser visto como una “sensación
ecfórica” que tiene un sentido de convicción de que la memoria recordada es
verdaderamente exacta. Podemos tener un sentido claro que algo sucedió
cuando de hecho no lo hizo. Tales sensaciones subjetivas pueden ser una parte
de la imaginación del sueño y de recuerdos exactos o inexactos.
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La liberación “recuperación”, es un “modificador de memoria”: el acto de
reactivar una representación puede permitir que sea almacenada de nuevo en
forma modificada. Esto puede explicar también cómo la interrogación repetida
respecto a una posible experiencia de abuso puede llevar a un niño a confundir
recuerdos de las historias dichas por liberación de elementos de la experiencia
inicial.
¿EN QUÉ CONSISTE LA “AMNESIA INFANTIL”?
Desde hace más de un siglo, los clínicos han sido conscientes del fallo en la
habilidad de adultos o niños mayores para recordar los primeros años de sus
vidas.
Los psicólogos de desarrollo sugieren que la inmadurez en varios dominios,
incluyendo el sentido de uno mismo y del tiempo, la habilidad verbal y la
capacidad narrativa pueden ser los factores limitadores que afectan al recuerdo
del período antes de la edad de 2 a 3 años.
La memoria implícita está intacta en el nacimiento; la memoria explícita
semántica comienza antes del 2º cumpleaños del niño. Un niño de 1 año puede
ser capaz de tener recuerdos implícitos de todo tipo de experiencias. Ya ha
desarrollado la capacidad para recuerdos generalizados llamados conocimientos
de sucesos generales. Antes de los 18 meses ha comenzado ha desarrollar la
habilidad para recordar la secuencia de los sucesos. Así puede codificar y
recuperar hechos de experiencias específicas. Esto puede ser considerado una
forma de memoria semántica en la cual el conocimiento de sucesos específicos
puede ser recuperado después de un largo tiempo.
Después de unos 18 meses, el niño desarrolla comportamientos referenciales
propios que revelan un sentido de continuidad del mismo a través del tiempo.
Alrededor del 2º cumpleaños puede comenzar a hablar acerca de sucesos que
le han ocurrido. Al continuar madurando, su sentido del mismo se desarrolla
más ampliamente y permite la emergencia de memoria episódica y la capacidad
para viajar mentalmente a través del tiempo –de recordarse en experiencias
específicas en el pasado. Cuando se van desarrollando sus regiones
prefrontales esta capacidad continua hasta convertirse en más compleja y
sofisticada. Estas regiones continúan desarrollándose en los adultos y puede
explicar la capacidad profunda de la percepción propia y la conciencia
autonoética a través de toda la vida.
El desarrollo de la memoria explícita parece estar directamente influenciado por
experiencias interpersonales. Esta visión se soporta por el hecho de que los
niños que tienen más experiencias acerca de hablar de sus memorias con sus
padres son capaces de recordar más detalles acerca de sus vidas más tarde.
Charla de memoria es un proceso común en el cual los padres enfocan su
atención en el contenido de las memorias del niño. Una observación similar es
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que los padres que participan en una forma de comunicación elaborativa tienen
niños con un sentido más enriquecido de recuerdo autobiográfico. Padres
“elaborativos” hablan con sus niños acerca de lo que ellos piensan sobre las
historias que han leído juntos. En contraste, padres “factuales”, sujetos que
hablaban sólo de los hechos de las historias y no de la imaginación o respuesta
de los niños, tienen una habilidad menos desarrollada para el recuerdo.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE TRAUMA Y MEMORIA?
Las experiencias traumáticas pueden involucrar procesos internos e
interpersonales que pueden llevar a efectos profundos sobre la memoria.
Experiencias traumáticas severas en edad temprana pueden llevar a niveles
elevados de hormonas de estrés que están asociadas con el crecimiento dañado
del cerebro así como el proceso dañado de la memoria.
El proceso de memoria incluso en el caso de estructuras nerviosas intactas,
puede estar funcionalmente afectado por condiciones postraumáticas. Por
ejemplo, una memoria traumática no resuelta puede provocar daños en el
proceso de consolidación cortical que deja las memorias de estos sucesos fuera
de la memoria explícita permanente. Tal bloqueo en el camino hacia la memoria
de consolidación puede llevar a impedimentos en la creación de una narrativa
coherente de uno mismo. Este individuo puede ser vulnerable a imágenes
intrusivas implícitas de experiencias de pasados horrores en forma de
sensaciones internas, flashbacks y pesadillas.
La conciencia autonoética de sucesos traumáticos puede estar dañada en
individuos que han experimentado un trauma que queda “no resuelto”. Este
estado de la mente no solucionado tiene implicaciones importantes en cómo la
mente funciona dentro de las relaciones interpersonales de apego. Un padre
puede perder la capacidad de respuesta tranquila y conveniente para un niño.
Este mecanismo puede ser una explicación para el descubrimiento de que los
adultos con una clasificación de apego de “trauma no resuelto o pena” tienden
a tener niños que tienen un apego desorganizado. Los niños con un apego
desorganizado han mostrado ser vulnerables al desarrollo más tarde de
síntomas disociativos.
¿CÓMO SOMOS DE EXACTOS AL CONTAR LA MEMORIA?
Contar los elementos de la memoria autobiográfica explícita es una experiencia
social que está profundamente influenciada por la interacción social. Así, lo que
se cuenta no es lo mismo que lo que se recordó inicialmente, y no es
necesariamente totalmente exacto en detalle. Los niños pueden ser
especialmente capaces de recordar el extracto de una experiencia con gran
exactitud, pero pueden ser menos capaces de recordar espontáneamente los
detalles de sucesos pasados.
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Hay estudios que sugieren que es posible que un individuo tenga una
convicción firme de la veracidad de un “recuerdo” de un suceso que no ha
ocurrido nunca. Así, el grado de convicción que tenemos en la exactitud de una
memoria puede no corresponder a su exactitud. El uso de corroboraciones
internas, tales como los sistemas de estructura de la memoria y la relación
entre los componentes de la memoria implícita y explicita de un suceso, pueden
ser útiles para comprender como las pasadas experiencias han influenciado la
vida del paciente. La corroboración externa puede ser útil para crear un cuadro
más completo.
¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE MEMORIA Y NARRATIVA?
Contar historias juega un papel crucial en la interacción entre niños y adultos.
Desde muy pronto en su desarrollo, los niños comienzan a narrar sus vidas
contando la secuencia de sucesos y experiencias internas de su existencia
diaria.
Algún autor revela la posibilidad de que algunos de nuestros procesos
personales más queridos, tales como pensar o incluso la reflexión propia
pueden tener su origen como “comunicación interpersonal”.
Muchas formas de la comunicación humana dentro de la psicoterapia- desde
jugar y dibujar con niños jóvenes a reflexiones autobiográficas con niños
mayores y adolescentes- implican la co-construcción de narrativa alrededor de
la memoria de conversaciones entre individuos.
El proceso narrativo puede reflejar una capacidad del núcleo del individuo para
integrar un sentido de coherencia a través de los muchos estados mentales que
existen en un estado dado de desarrollo y a lo largo del tiempo. El predictor
más robusto de la seguridad de apego de un niño es la coherencia de la
narrativa de la vida de los padres. Estos descubrimientos sugieren que las
narrativas de adultos revelan un proceso central que impacta sobre la
naturaleza de sus comunicaciones interpersonales. Como una función de ambas
memorias, implícita y explícita, las narrativas revelan cómo la mente integra
una cantidad masiva de experiencia a través de toda la vida del individuo.
Cuando exploramos la “ historia de sus vidas” con nuestros pacientes, estamos
evaluando mucho más que el mero recuento de sucesos. Estamos en realidad
llegando al núcleo de ellos mismos y uniéndonos a ellos en la co-construcción
de una forma de integración poderosa que conecta el pasado con el presente al
tiempo que ellos anticipan y crean sus experiencias futuras en la vida.
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